La luz al final del día Erase un tiempo entre la madrugada y el alba de un nuevo día, tal como cualquier otro, con cada segundo falso dando pasos tranquilamente en la era actual. De un lugar atestado del hambre llego cierto visitante a través de la incertidumbre y las posibilidades, falto de la poca vida y conciencia que perdía poco a poco mientras caía del cielo. Una estrella fugaz entró en la atmósfera iluminando de un verdoso resplandor la zona del cielo por la que pasaba, dejando rastros de lo que al parecer podría ser partes del objeto extraño. Latias deambulaba por el extenso bosque de la región, ya que previamente había escapado de un culto religioso que la había capturado para realizar una serie de torturas y posiblemente violación y descuartizamiento para fines de un ritual u ofrenda con propósitos desconocidos a los externos fanáticos. Ella había abandonado Altomare, dejando su ciudad natal y a su hermano muerto para buscar a aquel joven que no podía sacar de su mente, irremediablemente se había enamorado de un ser humano, tardó en llegar a esa conclusión, la presión y la tristeza de los eventos que los involucraron a ella, a su hermano, Ash y otros humanos la condujo a un estado emocional bastante precario; Bianca la ayudó a salir de su rutina que era esperar en el puerto a que su interés amoroso apareciera, sabiendo Bianca que Latias esperaba en vano, tanto por que él no sabría nada de esto y que su amiga era un Pokémon , pero aún así la orillo a que abandonara la ciudad para que lo buscara y dejara de morir en vida esperando algo que no podría ser. Eso fue parte del motivo por el que estaba actualmente en el bosque descansando, viendo las estrellas. Aquel brillo extraño en el cielo captó su interés y siguió su recorrido con la mirada hasta que cayó en un lugar algo alejado cerca de una montaña próxima al bosque. Aprovechando que sería buena idea moverse para evitar a aquel culto decidió ir a investigar la zona de choque. El Clima se volvió frío y pesado a medida que se acercaba al final del bosque, los sonidos de la naturaleza parecían cada vez más lejanos y ajenos a la realidad cuanto más avanzaba en dirección donde la naturaleza daba la espalda a los vividos colores del exterior y daba paso a una antinatural podredumbre que recaía en el cuerpo y no era notado. Al llegar a los indicios que mostraban que el lugar era el correcto y que el tiempo quizá sería poco indicado, Latias bajó del cielo y exploró más la zona acercándose al suelo en medida que encontraba rastros del choque y otros que la desconcertaban por lo extraño que eran para su mente y ser. Una calma antinatural se presentó cuando al fin de unos minutos de búsqueda encontró el cráter formado por el impacto de la estrella, acercándose más al fondo de este pudo observar restos de algo que momentos después identificó como restos humanos aunque algo extraños, ya que estaban deformes y casi en su totalidad podridos. El terror invadió su cuerpo y los nervios asaltaron su mente, casi cercanos a los provocados cuando fue capturada por aquel grupo de enfermos. ….rne ..ca……e Perdida observando los restos en el cráter no pudo reaccionar lo suficientemente rápido cuando un dolor la obligó a caer al suelo, girando la cabeza sus ojos reflejaron en terror indescriptible que masticaba algo de un color familiar entre sus podridos y amenazantes fauces. Ella no podía hablar el idioma humano pero como un milagro el grito que salió de su garganta tan potente y tétrico lastimó sus cuerdas vocales, sin saber el cómo dio medio vuelta y escapó volando sin rumbo fijo solo tratando de huir de aquel lugar y de ese monstruo. Al amanecer su corazón falló y perdió la conciencia, esto provocó que cayera al suelo tal cual roca, al estrellarse si alguien hubiera estado cerca oiría el crujido de carne y huesos provocados por el choque contra las ramas y rocas. En un mundo de visiones borrosas y figuras sin sentido, cuyos espectros no lograban atravesar la niebla de la conciencia autoconsciente, los colores y ruidos de formas posibles se fragmentaban y reunían en nuevos intentos de expresar alguna idea coherente y abrigar a la mente con significado más allá de los balbuceos causados por el cerebro tratando de recuperarse , apagando las funciones vitales del cuerpo que dirigía en el momento por lo profundo de un mar de dolores y sangrado interno, huesos rotos y necesidad de energía. Con el paso del tiempo y el esfuerzo de su cerebro, las funciones regresaron poco a poco y reuniendo fragmentos de conversaciones externas supo que algunos humanos la habían encontrado y la llevaron al centro Pokémon para que se recuperara. También había ruido, aquel ruido de metal frotándose contra metal, molesto pero ajeno como su la distancia fuera más allá de lo posiblemente audible. Al recobrar la conciencia se sentía débil, pero aun así pudo levantarse y salir del cuarto de hospital en el que estaba, pero no había nadie, solo rastros y manchas en suelo y paredes, pocos ruidos lejanos, calles vacías y un ambiente de neblina, a veces espesa y otras apenas perceptible entre la lejanía, el cielo bloqueado por espesas nubes de lluvia. Huyó rápidamente de esa ciudad en dirección a la región de donde procedía Ash, cuya dirección pudo encontrar de un mapa en la recepción del hospital que mostraba algunas regiones. Cada hora que pasaba la situación se mostraba más y más tétrica, apoyado en que en ciudades bastante alejadas de donde se despertó vio a humanos comiéndose a otros humanos y Pokémon, una carnicería enfermiza, mutilación y violación y en diferente orden también, vio a una familia jalando de los miembros a su pequeña hija separando su cuerpo y regando intestinos y sangre por todos lados y la niña seguía gritando, sus partes aun moviéndose poco antes de morir, incendios y terror. Las horas pasaban y dando todo de sí para volar más y más rápido y escapar de aquel horror, no supo cómo, sólo recordaba vagamente el haber cruzado el mar y llegar a su destino. Ya sea la suerte o un terrible juego del destino pudo llegar al pueblo de Ash y no tardó en localizarlo. Con una alegría infinita llamó su atención con un grito de regocijo y cayó a sus brazos, nunca más despertó. Las personas externas tuvieron la horrible visión de que una Latias abominable había atacado a un joven entrenador, ella chocó con él mordiendo su cuello y casi separando la cabeza de su cuerpo, este Pokémon no tenía entrañas ya que tenía un gran hoyo en su espalda de la cual gusanos y pus salían, lo más traumante fue que poco después dejo de moverse y con un soplo de viento ella desapareció cual ceniza arrastrada por el viento. El chico se levantó al anochecer cuando un brillo verde iluminó el cielo.