La locura hace amor.

La locura hace amor.

Ésta es una historia a la que le tengo mucho respeto. Es la primera historia que hago que su protagonista sea un chico.
Espero que os guste.


La locura hace el amor

Se encontraba en su litera moviendo su mano que sostenía una linterna.
Movia el foco haciendo que la luz quedara gravada a veces en la pared, y su hermana pequeña, intentaba atraparla divirtiéndose.
Él tenia catorze años, y era rubio de ojos azules, delgado y se llamaba Brian.
La pequeña mujercita de trece años se llamaba Cloe, y era castaña de ojos azules también y vestía con un vestido rojo que lucia divinamente, a diferencia de su hermano mayor que iba vestido con una camiseta gris y sucia, y unos baqueros azules.
La puerta de la habitación de repente se abrió, y un hombre trajeado de azul, armado y con bigote entró, la niña se escondió en su litera que era la de abajo, y su hermano preocupado saltó de la litera de arriba para proteger a su querida hermana.

¿Qué haceis? Vamos, teneis visita-Dijo éste con su ronca voz.

Brian miró a su hermana y la puso en pie, ella no estaba muy cuerda, a todas horas necesitaba moverse y se comportaba como si tubiera seis años recién cumplidos. Tenia la necesidad de romper cosas en pequeños trozos y tirarlos por el aire para que cayeran sobre ella, y a la vez que lo hacia reía felizmente, jamás debian tocarla, no le gustaba nada, ni si quiera su hermano debia hacerlo.
Cloe salió disparada andando rápido hacia la salida, era habitual en ella que en cuanto abrian una puerta saliera tan deprisa, esos nervios se notaban muchísimo.
El policia no le hizo caso ya que estaba acostumbrado a verlo, y entonces miró al pequeño Brian.

¿A que esperas exactamente?-Preguntó el adulto.

El niño puso cara de fastidio y rabia por aquél hombre, y salió por la puerta seguido del policia.
Llegaron a la sala dónde estaba Cloe, andando de un lado para otro, golpeando las cosas, rompiendo papeles y tirandoselos encima, riendo como si fuera de verdad feliz en ese correccional psiquiátrico.
También en una silla, habia una mujer rubia, que vestia con un vestidito ligero de color rosa, y llebaba un bolso consigo blanco que parecia de marca.
Brian miró rabioso a la mujer.

Brian...-Dijo la mujer intentando acercarse a él.

Éste la repelió empujandola, y ella se volvió a sentar con los ojos nublosos de lágrimas.
Para entonces el niño sintió compasión, y se acercó para acariciar su hombro.

Tienes que llebarnos a casa. Ella estará mejor allí-Dijo el niño.

La mujer lo miró y lo abrazó llorando mientras veía como Cloe correteaba por la habitación.

Brian, tu madre tiene algo muy importante que decirte-Dijo el policia bigotudo.
¿El que?-Preguntó el chico sospechando.
Brian yo... te llebaré a casa pero tienes que saber algo-Dijo ella secándose sus lágrimas. Ella no es tu hermana-
¡Mentirosa!-Rompió en furia el chico de ojos azules, haciendo que su pequeña hermana lo mirara con la poca preocupación que se podia observar en su rostro.
¡Dices éso por que no la quieres!¡Pero si que es mi hermana, ella nació de ti!-Gritó de nuevo.
Brian escuchame, no, no es así, la noche en la que te abandoné la encontré y la puse a tu lado para que no te sintieras solo-Reconoció la mujer.

El niño perdiendo los estribos, cogió de la mano a su hermana Cloe, y para la sorpresa de los dos adultos presentes salieron corriendo por la puerta, la niña corria más rápido que nuestro protagonista y logró salir antes que él del correccional.

¡Brian!¿¡A dónde vas!?-Preguntó su madre siguiendolo por todo el pasillo.

El niño rubio tropezó con una puerta de cristal que se rompió al impactar y el niño encima de ésta produciendose pequeños cortes en su cuerpo, su madre lo intentaba coger, lloraba asustada.
Brian se resistía a que lo raptara, su propia madre, queria escapar lejos de ésa confesión, lejos de su rubia madre, queria estar con su hermana y cuidarla lejos de ése sitio tan odioso, aunque por cualquier sitio sentiria aprecio siempre y cuando estubiera su hermanita a su lado.
Miró al suelo perdido mientras la mujer lo intentaba agarrar, pero entonces él cogió uno de los grandes cristales que habian caido al suelo para luego rajar la cara de su madre, tirar el cristal, coger el bolso de ella y salir corriendo hacia el bosque junto a su hermana, fué tal el 'spring' que arrancó, que se encontró con su hermana corriendo perdida por ésa pradera, la cogió de la mano y siguieron corriendo juntos asta llegar a un sitio seguro, ya no habia rastro del policia, ni de ésa madre.
Se sentaron en el suelo, él abrió el bolso y sacó un perfume que tiró al suelo, no le serviria de nada, encontró la cartera, cogió el dinero y lo guardó en su bolsillo, sabia que más adelante lo necesitaria y por ultimo cogió la documentación de ésa mujer.

Ya sé dónde tenemos que ir para que te pongas bien, Cloe-Dijo éste arrugándo la documentación de rabia.

Cloe solo miraba el paisaje y sonreia mientras se tiraba hierba por la cabeza.
Se encaminaron hacia la ciudad, en busca de la casa en la que se suponia que los dos habian nacido.
El chico miraba un mapa central de la ciudad buscándo la calle que se hayaba inscrita en la documentación.
Cloe, nerviosa cogia del brazo a su hermano para irse, pero él se soltaba bruscamente cansado de ésos nervios que tenia siempre su hermana, y por tercera vez, mientras Brian intentaba descubrir como se llegaba a ésa calle, su hermana lo volvió a coger y él la empujó bruscamente.

¡Para ya!-Se quejó el niño.

Cloe puso mala cara y se fué corriendo hacia la carretera quedándose quieta y mirando a su hermano, esperando a que acabara con su tarea, cuando Brian vió que se acercaba un coche y saltó corriendo a buscar a su hermana.
El coche pitó y él por los pelos consiguió salvarla.

¡Pero bueno, ¿que te pasa?¿estás tonta?!-Le gritó a Cloe, sin obtener respuesta. Vamos, es por aquí-Dijo éste andando hacia una dirección, pero ella no queria, lo frenó agarrándolo del brazo.
¡Tu andas sin saber a dónde vas!¡Yo si que sé a dónde vamos, sigueme y llegaremos a la casa dónde naciste!-Dijo él fastidiado pero vió que su hermana no lo seguia.
Bien, allá tu después de todo-Dijo fustrado, y se dirijió hacia dónde debia.

Al cabo de unos segunos, su hermana vió como la sombra de su hermano desaparecía por ésa calle, y entonces decidió seguirle.
Brian vió como lo seguia y sonrió satisfecho.
Al cabo de una hora andando, llegaron sin problemas a la casa, y en el bolso de su madre habia encontrado las llaves de ésa casa, sin problema alguno pudieron asistir a ése entorno.

Mira que casa tan bonita, dijo éste rebuscando por todos sitios. ¿Te gusta, Cloe?-Le preguntó.

Ella sonreia mirando hacia todos lados.

Brian cogió el dinero que tenia su madre escondido por la casa, y todo lo pequeño que fuera de valor para poder venderlo: joyas, cajitas antiguas de musica, etc.
De repente oyó que alguien abria la puerta.

Cloe ven aquí-Dijo susurrando el chico, y su hermana lo obedeció para después cerrar la puerta dejándo un hueco para investigar.
Era su madre, y un hombre que no conocía de nada. Cuando los dos pasaron al comedor, Brian abrió la puerta y dejó pasar a Cloe primero, que ella abrió la puerta principal y salió corriendo escaleras abajo, pero ése hombre atrapó a Brian.

¡¿Y tu quien eres?!-Dijo el hombre teniendo atrapado al pequeño muchacho que gruñia.
¡Peter, dejale, es mi hijo!-Gritó la mujer nerviosa y el hombre la obedeció.

Para cuando lo dejó escapar el niño salió corriendo escaleras abajo también.

Espera, Brian, ¡no te vayas!-Gritaba la mujer desde arriba del todo viendo como su supuesto unico hijo corria escaleras abajo en busca de su adorada hermana.
¡Podéis quedaros los dos!-Volvió a gritar.

Ése comentario no hizo que el chico se detubiera, al contrario, seguia corriendo en busca de su hermana y sin saber cómo llegaron a un barrio antiguo donde estubieron internados también en un correccional de allí.
Una banda de chicos empezaron a tirarles piedras, los dos corrian sin cesar, y entonces un chico, de raza negra, les dijo que pararan a lo que todos obedecieron y siguió a los dos hermanos.

¡M.J!-Dijo Brian sonriendo.
Hombre, tio, cuánto tiempo sin verte-Reconoció el chico negro llamado M.J.
¿Eras tu er capuyo que nos tiraba piedras?-Preguntó algo enfadado el chico de ojos azules.
No, eran mis colegas. No les hagas caso no tienen nada en la cabeza-Dijo éste.
Sólo piensan en robar, y en robar, pero a mi ya me está bien, necesito dinero y ellos me ayudan-Dijo sonriendo. Podéis quedaros por aquí, construí un refugio-Dijo éste.

Cloe habia llegado a la puerta de una casa que les era familiar a los dos, y ésta queria entrar, pero Brian le advertia de que no podia ser, ésa no era su casa.
La niña seguia insistiendo intentando abrir la puerta, hasta que entonces Brian cumplió su deseo y la abrió sin más y ésta se metió en la casa.

Tio, ¿a dónde vas?-Dijo M.J preocupado.
Aquí dentro debe de haber dinero-Contestó Brian.
Vamos-Dijo el chico.

Los dos entraron y forzaron la puerta de atrás, los tres entraron y M.J se ocuparia de las habitaciones de arriba, Brian y Cloe de lo demás.
La niña sonreia estando en ésa casa, pero tiraba las cosas al suelo y las rompía.

Cloe, no, ¿que haces?¿por que lo haces?-Preguntó su hermano mayor, jamás escucharía a ése angelito hablar.

La niña respondió tirando otra figura de porcelana al suelo.

¿Para ésto querias entrar?-Dijo empezando a ponerse furioso su hermano. ¿Para destrozar ésta casucha?-Preguntó éste mientras tiraba unos libros de los estantes destrozando el salón mientras la niña reía divertida.
¡Se supone que tendrias que haberte puesto bien ya!¿Por que no lo has echo?-Preguntó éste enfadado tirándo más cosas al suelo.
¿Quieres que arruine a éstos desgraciados?-Preguntó Brian a su hermana que ella le sonreía. Está bien, Cloe, cumpliré tu deseo, voy a acabar con ellos-Dijo éste tirándo alcohol al suelo.

M.J bajó por la escalera con un puñado de joyas en las manos.

Tio, ¿que haces?-Preguntó éste nervioso. Tenemos que salir de aquí ¡ya!-Espezificó.
Llebate a mi hermana, ahora salgo-Dijo Brian.

M.J guió a Cloe hacia la salida, y Brian encendió una cerilla y la tiró al suelo dejándo en llamas toda la casa.
Salió de ahí para reencontrarse con su hermana y ésta lo miraba sonriendo como si fuera la más feliz del mundo, su hermano habia echo éso por ella.

Nunca nos separaran-Dijo él prometiendoselo.

Y ella sin prestar atención rió de nuevo viendo la casa en llamas.
Pero de repente apareció la policia en dos coches distintos agarrándolos a los dos y llebandoselos en diferentes coches.
Los gritos de Cloe reclamaban a Brian, y éste furioso sin darse por vencido luchaba por librarse de los brazos de ellos.

¡Cloe!¡Cloe!-Gritaba él rabioso y entristecido.

Pero no pudo con ellos, los separaron y los llebaron a distintos correccionales de nuevo, pero separados...



CONTINUARÁ.