La leyenda del maestro borracho

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Krapula, 27 Diciembre 2008.

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    Krapula

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    La leyenda del maestro borracho
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    La leyenda del maestro borracho

    Ok, algunas advertencias... el fic a veces emplea un vocabulario un poco duro, mas que nada durante las escenas crueles y las que son comicas, ademas que tiene cierto grado de violencia explicita conforme va avanzando.

    El primer capitulo es el que mas "insultos" posee, por lo que es preferible que tengan algo de paciencia.

    PD: Este fic no alienta a nadie a consumir alcohol ni alienta a buscarle pelea a los demas... recuerden niños, el alcohol es perjudicial para la salud y los mecos tambien.

    Hay por lo menos 3 parejas en este fic, aun no se que pareja sera la final: TenLee, SakuLee y KarinLee.

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    Hace mucho tiempo, en una tierra muy lejana…

    Existía un reino donde la felicidad reinaba en todos sus rincones. El rey, era un buen hombre que gobernaba con gentileza y nunca desfallecía ante sus enemigos, pero por desgracia, no todos los que estaban a su alrededor eran gente buena. Uno de sus consejeros ansiaba el control del reino, así que en secreto, le vendió su alma al rey de los demonios y este le concedió un tremendo poder que podía desafiar a los ejércitos del rey.

    La guerra contra el consejero duro años y años, muchas personas estaban muriendo y el poder del consejero crecía cada vez mas. El buen rey, sabia que si no hacia algo iba a perder y todos sus súbditos serian esclavos, así que con desesperación en su alma, le rogo a Kamisama que enviara a alguien que le hiciera frente al consejero… y Kamisama respondió.

    Durante una mañana, una muy peculiar esperanza les llego. Era un guerrero de tierras lejanas, con grandes y espesas cejas y ojos extraños. Según su testimonio, un sueño le advirtió de lo que sucedía en este lugar, así que no perdió tiempo y vino a ayudar.

    El rey dudaba mucho del guerrero, puesto sus únicas armas eran una pequeña calabaza llena de sake y sus propios puños. Sin embargo, el pequeño guerrero desafío al consejero y lo derroto de una manera muy extraña, vomitando en su rostro, orinando en sus pies y bebiendo sake, con cada trago que daba, más fuerte se hacían sus golpes y patadas, esto se debía, a que ese sake en especial, era un sake hecho por el mismo Kamisama. Tras una larga batalla, el consejero cayo derrotado y su espíritu fue sellado por los ninjas del rey, jurando que algún día volvería.

    El rey tomo en cuenta la advertencia del malvado consejero y le pidió un último favor al guerrero, que entrenara a 8 guerreros que lo ayudaran en caso de que ese peligro volviera. El guerrero acepto y entreno a esos 8 guerreros y una vez que esa tarea termino desapareció y nunca más se le volvió a ver en todo el reino. Los 8 Guerreros sabían que con o sin su maestro, debían proteger este mundo de cualquier peligro. Viendo Amaterasu que eran seres de buen corazón, les dio el regalo de la inmortalidad, para que pudieran protegernos por siempre.

    En cuanto al Sake del guerrero… hay quienes dicen que lo escondió, en algún lugar del mundo y que solo sus descendientes, saben en donde se encuentra.


    - ¿y que sucedió con esos “Ocho inmortales”, Gai sensei?

    Gai bajo un libro que le leía a un Lee de 8 años, cuyo nombre era la “La leyenda del Maestro Borracho” y con una sonrisa acaricio la salvaje melena que ese niño tenia en la cabeza.

    - Nadie lo sabe, supongo que todavía están por ahí, esperando el momento indicado para revelarse ante nosotros-
    - ¡¿en serio?!-

    - Así es…- Gai sonríe y cierra el libro- … bueno, a dormir, recuerda que mañana tenemos que ir a entrenar y Neji espera que lo desafíes otra vez-

    - ¡Si, juro que lo venceré!-
    - Jajaja… ¡claro que lo vencerás!-

    Gai se puso de pie y deposito el libro en la mesa de noche que estaba justo al lado de la cama de Lee. Camino a la puerta y apago la luz, no sin antes mirar esa cara de niño inocente que estaba pintada en el rostro de ese pequeño niño de sangre caliente, por ultimo apago la luz y camino por hacia los pasillos del edificio.

    - Es usted muy atento con ese niño, Gai san, siempre leyéndole cuentos antes de dormir- dijo una mujer en uniforme de enfermera.
    - Si, me recuerda un poco a mi mismo de joven-
    - Si, lastima que usted no sea su padre, ese chico no podrá vivir en este orfanato para siempre-
    - Cierto… algún día tendrá que salir y ver el mundo real, conocer los peligros que este ofrece-
    - Vamos, Gai san, no sea tan pesimista, eso no le va para nada...- la enfermera sonrio y lo miro un poco sonrojada- … ¡mire que hora es!... ¡vamos, afuera, vamos, vamos, no queremos hacer enojar al encargado!- dijo ella de manera juguetona

    Gai sonrió y camino hacia la salida, una vez fuera, miro las estrellas, cada una brillaba con fuerza y resplandecía como si fueran piedras preciosas. La sonrisa de Gai se hiso mas ancha conforme caminaba alejándose de ese orfanato, realmente no tenia idea de que le deparaba el futuro a las nuevas generaciones, pero sin duda alguna, seria tan brillante como esas estrellas en el firmamento.

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    La Leyenda del Maestro Borracho:

    1- El poder del Suiken

    9 años despues:

    En este mundo hay muchos motivos para que un hombre, mujer o alma en pena, se lance al maldito infierno que es el alcohol, pero el mas común, ese cruel y maldito demonio con el que tienes que convivir día con día, se llama… amor. Así es, el estúpido sentimiento que nos hace humanos, es el maldito hijo de su mamá que nos conlleva a hacer cosas muy estúpidas para olvidarnos de quienes queremos o solíamos querer y no es distinto para este sujeto.

    - ¡Debo hacerlo, debo darle 2000 vueltas a la aldea antes del atardecer!-

    Ahí esta precisamente el hombre por quien se preguntaban, un tipo de cejas tan grandes que parecen tener vida propia y con una cara de apocalipsis que no es jugando.

    - ¡Puedo hacerlo!-

    Trotaba por los caminos de su preciada Aldea de la Hoja con una sonrisa de retrasado en su horripilante cara de esperpento infernal, que sinceramente, seria la ruina social de cualquier muchacho de 16 años como él, las chicas no lo pelarían, los chicos se burlarían de él, todo un infierno de pubertad… ahora que lo recuerdo, esa es precisamente la vida que ha vivido este Don Nadie.

    - ¡ya casi… llegare a Ichiraku y habré… dado… la vuelta numero dos mil!-

    El pobre diablo estuvo a unos escasos cinco centímetro de tocar los velos de la entrada del puesto de ramen… pero como es de esperarse en esa desgracia que llama vida, un fideo se interpuso en sus zapatillas y salió resbalado, directo hacia la olla caliente del caldo de ramen, que supongo estaba a 350 grados Fahrenheit.

    - … (mmm… sabe a pollo…esto… esperen un minuto… ¿y ese calor?... ¿abrí las puertas sin querer?... no… esperen… esperen… quema, quema… ¡¡¡¡Quema, quema, quema!!!!)

    Todos los clientes miraron asustados a esa pobre criatura que había caído dentro de la olla del caldo de ramen. El dueño se acerco y con un tirón de su brazo derecho, lo saco de la olla.

    - ¡gracias, estaba caliente ahí dentro!- dijo Lee haciendo la pose cool.
    - Hey… no es una ardilla- dijo el cocinero del Ichiraku.
    - Aaaa… lastima, me hubiese gustado tener una como mascota- dijo Ayane.

    El anciano puso cara de malo y dejo caer al cejotas dentro del caldo nuevamente, esta vez Lee salió por su propia cuenta, lleno de ampollas y quemaduras bastante feas, aun que había una que se le formo en la frente que lo hiso sonreír.

    - ¡tiene la forma de mi amado sensei!-

    En efecto, era una quemadura que más bien tenia pinta de ser un tatuaje de la cara sonriente de Maito Gai en su frente.

    - Lo ves, te dije que se haría un tatuaje del rostro de Gai sensei tarde o temprano-
    - Si ya se, te debo dinero-

    Lee miro hacia su derecha y noto que sus dos compañeros de equipo habían entrado en la tienda de ramen. Neji le entregaba unos cuantos billetes a TenTen, la cual sonreía bastante divertida por la cara de pocos estribos que puso su compañero al entregarle su dinero. Lee se puso de pie e hiso esa estúpida pose por la que es conocido.

    - ¡mis apreciados compañeros, que la llama de la juventud los guie hoy!-

    La muy estúpida “Pose cool” que de cool no tiene nada, pero que se puede decir, es de él y de nadie mas, gracias a Dios.

    - Pues nos ha ido muy bien hoy, gracias- dijo TenTen sonriéndole.
    - A ti te ha ido bien, a mi no- dijo Neji moviendo su billetera de arriba para abajo.
    - ¡jajaja, Neji, me temo que tendrás que trabajar para recuperar ese dinero!- dijo Lee con un acento de súper héroe que hiso gruñir al Hyuuga.
    - Cállate Lee-
    - Oye Lee…- TenTen mira al cejotaz un poco sonrojada- … ¿te gustaría comer con nosotros, ya que estas aquí?-
    - Me gustaría, pero debo ir a visitar a Sakura chan y darle los buenos días como siempre-

    Lee les sonrió a ambos y camino fuera de ese lugar. TenTen suspiro decepcionada, ese sujeto nunca le prestaba atención en nada y no era para menos, ella nunca había logrado nada fuera de este mundo, no derroto a ningún miembro de Akatsuki, nunca le gano a Temari y por si fuera poco, jamás demostró gran cosa ante ningún reto de Gai sensei.

    - Bueno, vamos a comer algo- dijo Neji.
    - Si… claro-

    Lee miro hacia atrás, esos dos se veían muy felices juntos, de seguro que es muy bonito tener novia o lo que sea que sea TenTen de Neji, era otra de las muchas cosas que le envidiaba al Hyuuga, el no parecer un fallido experimento radioactivo. El cejotaz suspiro con fuerza y camino fuera del puesto de ramen, deambulo por las calles notando que desde que todo volvió a la normalidad, el amor flotaba en el aire y todos se empezaban a reunir en parejas o a tener pequeños romances entre si, Ino coqueteaba tanto con Shikamaru como con Choji, Hinata le hacia ojitos a Naruto, el cual se los hacia a Sakura, la cual se los hacia a Sai, el cual se los hacia a Ino y el maldito ciclo volvía a empezar.

    - … (todos se hacen ojitos a todos, menos a mi)-

    De repente una aura oscura rodeo el cuerpo de Lee y el pobre chico comenzó a vagar arrastrando los pies en el suelo, como si le hubiesen declarado la muerte de algún familiar cercano. Este muchacho de solo 16 años, ya sentía que se lo llevaba el carajo… ¿realmente era tan feo?... la respuesta es mas que obvia.

    - ¡No, no debo pensar en cosas así, debo ir a ver a Sakura chan y decirle lo mucho que la quiero, de esa forma, resolveré mi problema en el amor y asunto arreglado, jajajajaja!- grito Lee con tanta fuerza que la gente se le quedaba viendo raro.

    Lee tomo impulso y salió corriendo con una fuerza tan increíble, que el concreto del suelo donde estaba parado se fragmento en pedazos. Neji y TenTen sintieron un par de gotas bajando por sus nucas.

    - Vaya que es rápido- dijo TenTen.

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    El hospital estaba vacio y como es de esperarse, el personal medico de Konoha estaba tan aburrido que se ponían a hacer apuestas sobre cuando se iban a morir los comatosos. Sakura por su parte, se mantenía bebiendo soda de una maquina que se encontraba en un pasillo del segundo piso, estaba sentada sin nada que hacer con su compañera de trabajo, Ino Yamanaka.

    - Que aburrido, ayer tuvimos a miles de sujetos con quemaduras listos para ser atendidos y hoy no tenemos nada que hacer- dijo Ino con sus manos en su piernas.
    - No todos los días se hacen misiones en lugares donde hay volcanes activos- respondió Sakura tomando otro trago de su bebida.
    - Ahora… ¿Cómo están los pretendientes?- dijo Ino sonriendo con malicia.
    - ¡¿Qué?!- dijo Sakura casi atragantándose con su refresco
    - Tu sabes, hay varios chicos que aun andan detrás de tu colita, incluidos Naruto y ese fenómeno de Lee-
    - Me gustaría que no hablaras así de él, recuerda que ya ha pasado por mucho y es un milagro que siga vivo- dijo Sakura molesta y con los ojos cerrados.
    - Dejare de llamarlo así, cuando se quite ese traje verde, ahora… ¿ya te decidiste si vas a darle alas a Naruto o no?-
    - ¡Ino, hazme el favor, eso no es de tu incumbencia! - dijo Sakura sonrojada y apretando la lata de su refresco con su puño derecho.
    - ¡te pusiste roja, si le vas a dar alas!-
    - ¡cállate!-
    - Sabes Sakura, si sigues dándole falsas esperanzas a Lee, eso solo lo lastimara mas, así que es mejor que lo cortes ya-

    - ¡Sakura chan!-

    Esa ultima voz hiso que Sakura se pusiera de pie y mirara con horror como una gran mancha verde corría hacia ella con una estúpida sonrisa imborrable en su rostro. La chica solo suspiro y miro a la rubia que estaba a su lado, la cual solo hiso una mueca burlona y tomo otro trago de su bebida. Al instante, Lee pego un salto y cayo justo al lado de Sakura, saco una flor que tenia en su bolsillo derecho y se la mostro.

    - Se que te gustan las rosas así que te traje una bien roja-
    - Eso es un tulipán pintado de rojo- dijo Ino con una gota bajándole la cabeza.
    - ¿Cómo?... pero el tipo que me la vendió me dijo que era una rosa-

    Ino solo se golpeo la frente con su mano derecha, Sakura por su parte sonrió nerviosamente y pensó en lo dicho por Ino “si sigues dándole falsas esperanzas a Lee, eso solo lo lastimara mas, así que es mejor que lo cortes ya”. Ino tenia razón, si seguía dándole falsas esperanzas a Lee, el solo terminaría lastimándose mas y el ya estaba bastante herido, tanto por fuera como por dentro.

    - Lee, debo hablar contigo- dijo Sakura un poco entristecida- … es impor… ¿te hiciste un tatuaje de la cara de Gai en tu frente?-
    - ¡Lo notaste!... ¡¿verdad que esta genial?!... no se cuando se hiso, pero me encanta-

    Ino soltó una carcajada tan fuerte que básicamente todo el hospital se detuvo al escucharla… o si, ahora si debe terminarlo, un sujeto como ese no puede ser ni tan siquiera su pretendiente.

    - Mira Lee, lamento tener que decir esto, pero…-
    - … ¿pero que Sakura chan?- Lee pone cara de cachorrito degollado.
    - … (odio que me ponga esa cara)… pero yo no te amo, ni siquiera me gustas-

    El mundo de Lee se quebró como un espejo barato en ese momento.

    - ¡pero yo prometí que te protegería hasta morir y…!-
    - Y te lo agradezco pero no hay nada que hacerle, simplemente no me gustas- dijo ella con una mirada de tristeza en su rostro-… por favor, no me odies es solo que te considero una hermana menor-
    - Eeee… Sakura, se dice hermano menor- dijo Ino.
    - Pero… soy mayor que tu- dijo Lee con sus ojitos de cachorro bien cristalinos.
    - Entonces hermana mayor-

    Ahora le cambiaba el género, la damisela que el tanto añoraba, la mujer de sus sueños… ¡¿lo consideraba una hermana?!... el pobre corazoncito de Lee cayo hecho un guiñapo en ese momento y lo único que pudo llegar a hacer, es lo que todo hombre en esa situación haría, correr como marica, llorando lagrimones tan largos como el Amazonas y gritando el nombre de la chica que te rompió el corazón a los cuatro vientos.

    - No debí ser tan dura- dijo Sakura mirando el suelo.
    - Claro que no, hiciste lo correcto- dijo Ino poniendo su mano en el hombro de Sakura.

    Sakura juzgo las palabras de Ino, pero no pudo sacar un veredicto final, en efecto Lee ha sido toda una molestia durante toda su bendita vida, pero también ha sido uno de sus amigos mas fieles y jamás la ha abandonado, a diferencia de cierto Uchiha.

    - Como sea… mejor continuamos el trabajo, en la noche nos reuniremos con los chicos para salir a alguna parte-

    Ino se puso de pie y camino por los pasillos hasta entrar en una habitación en donde se reunían las otras internas. Sakura solo suspiro y comenzó a rogar porque Lee no hiciera nada estúpido por culpa de su roto corazón.

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    Muchas horas después…

    La hora, supongo que la media noche, el lugar, un bar de mala muerte en las afueras de Konoha, el sujeto, un Rock Lee bastante deprimido y con su corazoncito mas roto que nunca en toda su vida. El bar estaba iluminado por nada mas que pequeñas lámparas de aceite, el piso era de madera y habían pocas mesas libres, la mayoría estaban ocupadas por sujetos ebrios que se quedaron dormidos en las mesas y ahroa las llenaban de saliva que salía de sus bocas semi abiertas. Lee estaba sentado en la barra, mirando un baso de agua que le sirvieron a petición de él.

    - Ni siquiera puedo tomar para olvidar… mi vida es patética-

    De un trago se tiro el agua que habia en su baso y despues miro el televisor que tenia enfrente, su rostro aun estaba marcado por la soledad, demasiado tiempo solo, el pobre solo quería una chica y nada mas, pero no, tenia que conformarse con Manuela Palma y sus cinco hijas.

    - Deberías estar feliz-
    - ¿Qué?-

    A su lado estaba un anciano de cabello muy largo hasta la espalda y alborotado de color café (no por que ese fuera su color natural, si no por lo sucio y empolvado que se encontraba), con una barba muy larga que llegaba a su pecho del mismo color de la tierra que estaba en su cabellera, lo único que cubria su cuerpo de pies a cabeza, era una manta vieja y sucia de color marron, ni siquiera traia sandalias o zapatos puestos, mostrando sus pies llenos de cayos y arrugas.

    Lee se rasco la cabeza confundido, este singular hombre de avanzada edad le estaba dirigiendo la palabra, a pesar de nunca haberlo visto en toda su vida. El anciano tomo un trago de una botella de su sake y escupió un gargajo del tamaño de un ojo en el suelo, cosa que hiso retorcer al cejotas.

    - Lo único que se necesita para acabar con la vida de un hombre, es un corazón roto y una botella de alcohol… ron, sake, cerveza, esos otros nombres usados por los demonios que nos hacen perder nuestra tolerancia y terminamos comportándonos tan estúpidos que no queremos recordarlo… eso es la resaca, la conciencia gritándote al día siguiente-

    Lee miro confundido a ese anciano, su aroma era asqueroso, como si un oso lo hubiese orinado en su cabeza.

    - Pero… aun así…-
    - ¿aun así que?-
    - Es mejor olvidar y hacer el estúpido por unos segundos, que vivir toda tu vida con una cicatriz en el corazón… bebe… y olvídala-

    La sonrisa del anciano mostro unos dientes podridos y amarillos. Lee solo retrocedió un poco y miro el pequeño baso lleno de sake que el viejo le estaba mostrando, diminuto en tamaño, pero poderoso en las manos del cejon. Lee suspiro y tomo el sake, lo miro con detenimiento, analizando su cristalina apariencia y su intoxicante olor a alcohol.

    - ¿Qué dices?-
    - Digo… no gracias-
    - ¿Cómo?-
    - Mire señor, le agradezco que quiera tratar de hacerme sentir mejor, pero la verdad es que me pongo muy violento al beber sake y además…- una poderosa sonrisa se esboza en el rostro de Lee-… no puedo hacer nada por Sakura chan, si no le gusto, no le gusto, ya he aprendido a lidiar con ese tipo de situaciones antes-
    - Ya veo, una decisión muy madura de tu parte...- el anciano miro sonriendo la frente de Lee- … oye… ¿no tenias un tatuaje en tu frente?-
    - ¡aaa, tiene razón, en realidad es una cicatriz de una quemadura, pero parece un tatuaje y uno bastante genial del fabuloso Gai sen…!-

    Lee se miro en un espejo, pero la imagen del fabuloso rostro de su sensei ya no estaba ahí, de hecho había desaparecido, indicando que la quemadura se sano. Los ojos de Lee se pusieron cristalinos, lentamente pequeñas lagrimas comenzaron a surgir de sus ojos. El anciano tomo el baso con sake nuevamente y lo deposito en las manos del cejon.

    - ¿Ahora si es una buena escusa?-
    - ¡lo es!-

    Como si fuera la ultima gota de agua en medio del desierto, Lee trago el sake desesperadamente, con cada trago sentía que su conciencia lo abandonaba, con cada gota podía sentir una fuerza increíble recorriendo cada musculo de su cuerpo, el calor que su cuerpo estaba sintiendo en ese preciso instante en el que ese liquido tan amargo se deslizaba por su garganta, no tenia comparación… sin duda alguna, estaba borracho y alguien saldría lastimado por ello.

    - ¡ACHOOOOOO!-

    Ese grito de Lee fue tan fuerte que todas las botellas, bazos, ventanas o cualquier material de vidrio que hubiese en el bar en ese momento, se rompió hasta formar un gran mar de cristal en el suelo. Los que bebían en paz, miraron asustados como del cuerpo de Lee se desprendía una extraña aura de color azul y sus ojos se ponían de color amarillento inyectados de furia.

    - Eso es lo que quería ver… ahora ve por ellos y hazles entender… ¡lo que es el verdadero poder del Suiken!-

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    Sakura caminaba hacia el punto de reunión con los demás, hacia el restaurante Ichiraku, donde se reunían siempre para comer después de un día de duro trabajo. Su mirada estaba fija en el suelo, era cierto que era muy tarde, pero su madre sabe que no hay lo suficientemente loco o estúpido para atacar a la alumna de la sanin Tsunade, ella que de un golpe puede destruir el suelo y con su lengua, el corazón de un pobre diablo.

    - … (no debí tratarlo así)… mmm…- Sakura se rasca el brazo derecho- … no debi hacerlo, fui muy dura con él y Lee es una persona muy sentimental, siempre hay que tener cuidado con lo que se dice cerca de él-

    Por fin llego al pequeño puesto de ramen y fue recibido con una gran sonrisa por parte de Naruto, el cual se puso de pie con una sonrisa de retrasado en su cara y le ayudo a Sakura a sentarse en una mesa redonda que los propios dueños de Ichiraku hicieron para los 11 grandes ninjas de Konoha. Sakura miro a su alrededor, ahí estaban Naruto, Kiba, Shino, Hinata, Ino, Shikamaru, Choji, Sai, Neji y TenTen.

    - Buenas noches- dijo Sakura.
    - ¡Sakura chan, anda siéntate a mi lado!- grito Naruto mostrando esa típica mueca de imbécil enamorado que siempre pone ante Sakura.
    - Gracias Naruto-
    - Aaa…mmm… Naruto kun, yo…aaaa... ¿Qué te gustaría comer?- dijo Hinata tratando de llamar la atención de Naruto.
    - ¡Ramen desde luego!-
    - Guau… que sorpresa, ramen en un puesto de ramen- dijo Kiba con un tono altanero.
    - Kiba, guarda silencio y compórtate, recuerda que este puesto esta a solo unos años de ser un gran restaurante- dijo Shino.
    - Oye Sakura y dime como reacciono Lee después de lo esta tarde- dijo Ino metiendo la mano en la llaga.
    - … (¿esta tarde?)- pensó TenTen mirando con interés la conversación de Ino y Sakura.
    - No tengo idea, creo que fui muy dura y no vendrá esta noche- dijo Sakura mirando entristecida el suelo.
    - … (¿dura?... ¿Qué le hiciste a Lee kun?)- de la frente de TenTen salió una gran vena resaltada.
    - O vamos, si no lo hacias te iba a seguir molestando y ya sabes lo molesto que puede ser ese sujeto, es tan necio-
    - ¡Lee no es necio!-

    Todos se quedaron callados y miraron como TenTen se había puesto de pie de golpe y miraba con furia y sus puños cerrados a Ino. La kunoichi noto que todos la miraban con desconcierto y al poco tiempo se sento y se gano la mirada de “¿Qué demonios?” de Neji. Shikamaru suspiro y prendió un cigarrillo, cosa que hiso que se ganara la mirada de frialdad de Choji.

    - Dijiste que ya no ibas a usar ese rollito de cáncer-
    - No lo puedo evitar, estoy teniendo problemas en el registro de Konoha con esos nuevos sujetos que llegaron… una tal Karin, Suigetsu y Juugo-
    - ¿esos tres?... no que no iban a venir a Konoha-
    - Bueno, Choji, creo que el hambre puede mover mas masas además de la tuya-
    - ¡Jajaja!… espera un minuto-

    De repente todo se detuvo y el silencio abundo, las luces se apagaron y Ayane la hija del cocinero de ramen encendió una pequeña candela y miro a los clientes con una sonrisa.

    - Es solo un apagón, nada fuera de este mundo, continúen con su comida-

    Ojala solo fuera un simple apagón… porque ahora una figura sombría se mantiene mirando a los otro ninjas que comían, sin notar que esta presencia maligna los estaba vigilando.

    - …- Naruto miro hacia atrás- … ¿Quién es ese tipo?-

    Todos miraron a la sombría figura, cuyos ojos irradiaban una luz espectral y una extraña aura azul cubría su cuerpo de pies a cabeza. La figura camino hacia ellos y se sentó al lado de Ino y Naruto. El rubio y la rubia (jojo) miraron al extraño sombrío y tras un rato de observación, notaron su ridículo aspecto y suspiraron aliviados, solo era Lee…un Lee que estaba muy cabreado.

    - Vaya susto me metiste cejotas, como si ya estuviera acostumbrado a ver tu cara, jajaja-
    - …- Lee tenia su rostro cubierto por las tinieblas, pero era bastante obvio que no le gusto lo que dijo Naruto.
    - Buena esa Naruto, jajajaja… oye Lee… ¿no te gustaría cambiar de rostro con Sasuke?... a puesto a que asi Sakura te haría caso- dijo Kiba riéndose.
    - ¡Kiba, Naruto, cállense!- dijeron Sakura y TenTen.

    Sakura miro a Lee algo apenada, este comportamiento frio y poco agradable de Lee era algo que nunca había visto y era mas que obvio que ella había sido la causante. TenTen suspiro, odiaba ver a Lee sin una sonrisa en su rostro, ya que por lo normal, cuando el sonríe, los demás también lo hacen, pero ahora solo emitía pequeños gruñidos enojados.

    - Lee… ¿estas bien?- dijo Hinata un poco asustada.
    - ¿Por qué yo no?- susurro Lee.
    - ¿Qué?- dijo Ino.
    - ¿Por que yo no tengo novia?- dijo Lee en susurros nuevamente.

    Kiba pego un risotada y con una mueca burlona grito a los cuatro vientos.

    - ¡primero, tienes cara de un mandril que fue asesinado a punta de golpes!-
    - ¡segundo, eres en exceso infantil y a ninguna chica le gusta eso!- dijo Ino.
    - ¡tercero, mira tus ojos, te pareces al coco!- dijo Sai.
    - Además de que esas cejas asustarían a Satanás- dijo Shikamaru apagando su cigarrillo.
    - Mírate nada mas, estas más feo que una patada en los huevos- dijo Neji.
    - No creas nada de esta parla, eres un chico muy bueno y de seguro obtendrás una algún día- dijo Sakura mirando el suelo.
    - A mi me pareces lindo- dijo TenTen en voz baja.

    La cabeza de Lee comenzó a dar vueltas y vueltas, el muchacho estaba tan aturdido que lo único que podía ver eran pequeñas manchas de colores en donde se supone estaban sentados sus amigos y lo peor era que esas manchas le estaban insultando. Lentamente la sangre de Lee comenzó a hervir, su corazón empezó a palpitar mas rápido, sus musculos se tenzaron al máximo y su cabeza llego a la tierra de la furia incontrolable.

    - ¿Esos son los motivos?-
    - Mas o menos, mira te recomiendo que te quedes con tu mano, ella si es fiel- dijo Naruto riéndose fuertemente.
    - ¿a que te refieres con eso…hic… pajero?-

    Tanto Neji como TenTen abrieron sus ojos al máximo en ese momento, ese “hic” solo podía significar una cosa… problemas.

    - ¿me… me acaba de llamar pajero?- dijo Naruto con una gran gota bajándole por la nuca.
    - ¡y eso… hic no es todo!-

    Lee sujeta la mesa con sus manos y la levanto por encima de la cabeza de todos los presentes y la lanzo contra el techo.

    - ¡Naruto, tu grandísimo imbécil, tienes una fuente de poder casi infinita, pero como te la pasas jalándotela todo el maldito dia de mierda, no sabes ni como llamar al mugre zorro ese!-
    - ¡Oye!-

    Lee golpeo el suelo con la punta de su pie de derecho, el impacto fue tan fuerte que prácticamente lo rompio en pedazos haciendo que los demás clientes cayeran dentro de un cráter de 4 metros, como si un pequeño terremoto de 8 puntos hubiese sucedido dentro del Ichiraku.

    - … (¿lo hiso con solo zapatear?... este no es el típico Suiken)- penso Neji mirando el suelo hecho pedazos.
    - ¡y tu… HIC… Ino… HIC… no se de que rayos me crrriticas si los únicos que te llega son… HIC… un marrica que no sabe exprresarrse y un panzón de mierrda!
    - ¡¿Cómo me llamaste?!- grito Choji.
    - ¡ya me… hic… escuchaste, mariposon!-

    Un puño de unos 3 metros impacto el rostro de Lee y lo mando a volar hacia la calle. Lee se puso de pie y se acaricio la cara, su nariz estaba sangrando y sus dos ojos estaba morados, habia sido un golpe muy duro. Choji salió del Ichiraku con una mirada de furia, incremento el tamaño de sus puños y los choco unos contra otros de manera amenazadora.

    - ¡¿aun piensas que soy panzon?!-
    - ¡claro… hic… que si, Mobby Dick!-
    - ¡Insolente, Nikudan Sensha!-

    Choji se transformo en una gran bola gigantesca y de inmediato se dirigió a toda velocidad hacia Lee. El cejotas simplemente se puso de pie y sujeto la bola con sus propias manos, la cual frenaba lentamente y quemaba las vendas que cubrían sus brazos gracias a la friccion producida al reducir su velocidad.

    - ¡Achoooooo!-

    Lee agarro a la bola Choji y la lanzo sobre Ichiraku, destruyendo el puesto por completo. Naruto pego un grito y comenzó a llorar desesperadamente, mientas que de los escombros salían Ayanae y su padre cubiertos con un montón de polvo. Sakura quedo impactada, este no era el Lee que ella conocía, creo que ni siquiera sabia que Lee podía generar tremenda fuerza.

    - Suficiente Lee, alguien debe detenerte- dijo Neji.

    Neji corrió hacia Lee con su Byakugan activado y justo cuando iba a lanzar su primer golpe, Lee sujeto su muñeca con su mano derecha y lo golpeo con su puño izquierdo justo en el pecho, obligando a Neji a caer en el suelo en busca de aire.

    - … (¿y eso?)-
    - ¡Lee detente!- grito Sakura.
    - …-

    Lee miro a Sakura, su bello rostro lo hacia palpitar de emoción, aun en los momentos mas estúpidos de su vida, como este. Neji noto que Sakura lo estaba distrayendo y se lanzo al ataque, cerro sus ojos y cuando los abrió, Lee ya estaba delante de él y habia arremetido una patada tan poderosa justo en su quijada, que pudo sentir algunos de sus dientes rompiéndose por el golpe.

    - ¡¿Qué pasa?!... ¡¿te lastime tu carita de travesti?! -
    - … (ese golpe fue mas poderoso que el ultimo… ¿acaso ver a Sakura lo hiso mas fuerte?)- penso Neji mientras perdía el conocimiento.

    Neji cayo en el suelo inconciente y con remolinos en sus ojos. Nadie sabia que hacer, esta misteriosa fueza que Lee habia despertado, los intimidaba demasiado.

    - ¡tu!-

    Naruto se puso de pie y se limpio las lagrimas que bajaban por su rostro, se soplo la nariz llena de mocos y miro con una mirada digna del Kyuubi al cejon.

    - ¡te voy a matar!- grito Naruto.-
    - ¡ven alimaña del bosque, rata gigante!-

    El cuerpo de Naruto comenzó a liberar chakra rojo y un par largas colas de zorro, sus ojos se tornaron endemoniados. Lee por su parte comenzó a liberar la misma aura azul que habia liberado con anterioridad. Ambas auras, la roja y la azul, producían pequeñas descargas eléctricas al chocar entre si. Los pequeños relámpagos que salian de los puños de ambos oponentes hacía temblar a todos los que estaban presentes, temían por el Kyuubi dentro de Naruto y que esta ridícula pelea terminara en la destrucción de la aldea entera.

    - ¡Rasen…!-
    - ¡ACHOOOOOOO!-

    De un momento a otro, Lee desapareció y reapareció justo frente a Naruto, coloco su mano derecha en su boca y golpeo la frente del rubio con su puño izquierdo. Naruto cayó en el suelo, aturdido por el impacto del golpe.

    - ¡¿Qué?!- grito Kiba.
    - Ni siquiera Naruto con 2 colas liberadas pudo moverse lo suficientemente rápido para detenerlo- dijo Shino.
    - Tratare de detenerlo con un dibujo de…-
    - ¡Sai…hic… escúchame bien retrasado, no me busques pelea, porque tu eres un idiota…hic…apuesto a que tus padres eran hermanos y por eso eres tan estúpido!-

    Sai se quedo paralizado ante el insulto, no sabía como reaccionar, ya lo habían agredido verbalmente antes, pero en esta ocasión lidiaba con alguien que se comportaba distinto a los demás.

    - ¡vamos, Sai has algo!- dijo Ino con impaciencia.
    - ¡tu… hic… cállate… puta… HIC… tal vez yo sea feo, pero al menos no ando tan desesperado como para salir…HIC… con un gordo, un vago y un retrasado mental!-
    - …- Ino quedo perpleja y sin habla.

    TenTen suspiro y se acerco caminando hacia Lee. El cejotas solo la miro con odio y puso su pose de combate.

    - Lee cálmate, por favor- dijo TenTen con una mirada triste.

    La kunoichi lo tomo de la mano del cejotas y por un tiempo el aura azul comenzó a reducirse. Esa mirada que tenia TenTen, había algo en ella que lo hacia sentir paz y tranquilidad, algo que lo podía calmar aun en la racha de ebriedad mas dura de todas.

    “Vamos, jodido marica… ¡te están insultando y tu solo te pones débil por una cara bonita, demuestra tus genes, ebrio de mierda!”


    Una voz muy poderosa de un anciano enfadado hiso que Lee sintiera una especie de golpe en la nuca, un golpe tan fuerte que por unos segundos su conciencia divago entre los mundos de la lógica y la rabia animal. El tierno, tranquilo y siempre alegre Lee, se transformo en otra persona, una bastante desgraciada.

    - …- la mirada de Lee se concentro en el suelo.
    - ¿Lee?- dijo TenTen confundida.

    “De las aguas mansas líbrame señor, que de las turbulentas me hare cargo yo”


    Lee sujeto a TenTen de los hombros con mucha fuerza y la levanto por encima de su cabeza, ahroa estaba escupiendo espuma por su boca y eso asusto mucho a nuestra kunoichi.

    - ¡eres una inútil, no se…HIC… porque demonios…. HIC… siguen gastando tinta en ti!-
    - ¡¿Qué dijiste?!- grito TenTen furiosa.

    Lee la arrojo contra una pared, pero Sakura se adelanto y logro sujetarla a tiempo, evitando un mayor daño en ella. Sakura deposito a TenTen en el suelo y miro furiosa a Lee, esta actitud era intolerable en un sujeto como él.

    - ¡escuchame bien, no se que te paso, pero no dejare que te desquites con todos, solo porque te rechaze!-

    Y hubo silencio… todos miraron a Lee, el cual miraba el suelo entristecido y con un parde lagrimas bajando por su rostro, despues miraron a Sakura, la cual estaba cerrando su puño con fuerza y sudando frio. El corazón de ambos podía escucharse como un tambor en ese eterno silencio. Shikamaru suspiro y dio un paso al frente.

    - ¿es eso?... ¿te desquitas con nosotros por que ella no te dio…?
    - ¡CIERRA TU PUTA BOCA!-

    Sakura pego un salto hacia atrás, ese grito fue muy poderoso y la voz de Lee jamás se había escuchado tan endemoniada en toda su vida, era como si otra persona lo estuviera controlando. Los ojos de Lee se empallaron con lagrimas y su boca formo una mueca de agresividad nunca antes vista en él.

    - ¡¿Qué sabe una…hic… ramera como tu…hic… de amor?!... – Lee deja que un par de lagrimas caigan de sus ojos- … ¡Si la única persona que amaste te dejo para siempre porque era una maldita rata traidora!-

    Sakura sintio un golpe directo en su orgullo, si lo hubiese dicho alguien mas, posiblemente se habría defendido, pero esta vez se trataba de Lee, alguien a quien ella consideraba su mas grande amigo junto con Naruto. Ella abrió su boca, quería decir algo, pero no pudo y se dejo caer en el suelo mientras sus lágrimas cubrían todo su cuerpo.

    - ¡LEE!-

    De entre los escombros salió Naruto, esta vez tenía 3 colas fuera y se veía bastante enojado, lo suficiente para que sus garras de zorro y sus colmillos comenzaran a sangrar por la pequeña transformación que sufría.

    - ¡más te vale que te largues o te matare aquí mismo!-
    - ¡¿tu y… HIC… cuantos mas?!-

    De repente Hinata se puso delante de Naruto y Sakura, después lo hiso Choji, despues Ino, después Shikamaru, formando el InoShikaCho, Kiba y Shino se mantuvieron al lado de Hinata y por ultimo, Sai dibujo unos leones de tinta que se mantuvieron delante del grupo. Lee solo escupió en el suelo y se hecho un risotada.

    - ¡¿Quién…HIC… los necesita?!... ¡son… hic… una bola de… hic… mierdas!-

    Dicho esto Lee se fue de ese lugar caminando de una manera errática y tambaleándose en cada pisada. TenTen suspiro entristecida, ella sabia que esa persona que vio, no era Lee, jamas seria Lee, aun que ahora la hiso recapacitar en el punto de que… ¿a que se refería con gastar tinta en ella?

    Sakura se abrazo a si misma y comenzó a llorar con desesperación, en efecto, fracaso en obtener el amor de Sasuke y ahora su disque mejor amigo le decía esto… no, ella pensó en lo mismo que TenTen, ese no podía ser Lee.

    Durante el resto de la noche, Lee se dedico a destruir la aldea y a retar a pelear a cualquiera que se le metiera por delante, inclusive llego a casi matar a un escuadrón ANBU entero y casi mata a Ebisu a punto de golpes. Hasta que llego al bosque prohibido, se hecho una meada detrás de un árbol y cayo dormido, profundamente dormido.

    Continuara...
     
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