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¿Que te parece la trama de la historia?

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    Cass Crokaert

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    Bueno aqui de nuevo pero ahora con uno original. Esta historia se la hice a una prima que aprecio mucho. Bueno espero que les gute...









    Prefacio



    —Sí, seguro— Me contesto muy animado y de inmediato entro a su lujosa camioneta. Al abrir la puerta, pude oír su radio que posiblemente dejo encendido antes de bajar y entrar al local donde trabajo. El radio estaba en una estación que no logre ubicar en mi mente y eso que diariamente escucho la radio cuando estoy trabajando, pero desgraciadamente mi pobre radio se descompuso hace unas pocas semanas atrás. El radio transmitía unas noticias no muy peculiares: Han ocurrido unas desapariciones alrededor de la isla, se rumorea que sean vampiros. La mayoría de los desaparecidos han sido extranjeros y aparentemente las desapariciones han ocurrido en fiestas que han dado alrededor de la isla.
     
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    JessCullen

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    Uish uish uish! O_O Amigo, como sabías que me ENCANTAN las historias de vampiros?? xD

    Haber, haber; empecemos por el principio. El prefacio ha sido corto (al fin y al cabo: es un prefacio xP) Me he quedado con ganas de saber más de la historia! Quiero que empiece yaaa! jojojo
    Una isla, con vampiros!! Tema : PERFECTO! Asi que en la historia que has creado los humanos ya saben de la existencia de vampiros, eh? Wou! :O Genial, genial, genial!! ^^

    Avísame para el primer capítulo:)
    Un abrazoo

    JessCullen
     
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    Cass Crokaert

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    Bueno este es el primer cap de esta historia oroginal, como dije, se la hize a una persona que admiro mucho, bueno espero que les sea de su agrado.










    ¿Hola? ¿Hay alguien aquí? — preguntaban tocando el timbre varia veces.

    —Sí, lo siento, estaba revisando el inventario— le dije un poco apurada.

    —No hay problema. Solo busco una refacción para un motor de una lancha— me preguntaba mirando toda la tienda y después posando su mirada en mí.

    — ¿Como que necesita?— le pregunte rápidamente. Ya iba a empezar mi hora de descanso. No iba a permitir que se me acabara por culpa de esta persona.

    —Eh… ¿Sabe qué? Olvídelo, mejor vengo después— termino de decirme y se marcho rápidamente.

    ¡Maldición!, Pensé. Aquella persona hizo que perdiera diez minutos de descanso y todavía me falta terminar el inventario.

    Rápidamente comencé a hacer el inventario para poder tomar mi descanso.

    —Buenas tardes— oí una voz sumamente profunda.

    ¡Maldita sea!, no voy a poder tomar mi descanso.

    Como un rayo salí del almacén y me apresure a atenderlo.

    — ¡Hola, que tal!— dije tratando de ser amable.

    Al mirar aquel hombre, me quede impresionada. Tenía el cabello rubio encantadoramente alborotado, le daba un pequeño aspecto infantil que encontraba adorable. Unos ojos increíblemente hermosos, de un color azul turquesa, sus ojos perecían guardar increíbles secretos que me hubieran gustado explorar, aunque no del todo. Además de que era sumamente musculoso, unos brazos increíblemente poderosos, su torso finamente marcado y unas piernas exquisitamente trabajadas. Llevaba una camiseta blanca que le quedaba demasiado justa, que hacía que se viera más corpulento de lo normal. También llevaba puesto unas bermudas, aparte de que era muy pálido para ser de este lugar. Posiblemente fuera extranjero.

    —Busco una pieza para mi lancha— me dijo muy amablemente.

    Posiblemente estuviera babeando. Así que rápidamente me concentre moviendo la cabeza hacia los lados levemente.

    — ¿Ah, como es tu lancha?— le pregunte un poco nerviosa.

    Estaba muy emocionada, esperaba no estar sudando. Eso me avergonzaría.

    — ¿Te gustaría verla?, está aquí afuera— me decía muy tranquilo, cruzo ambos brazos debajo de su enorme pecho y moviendo la cabeza señalando la calle.

    No estaba segura si confiar, aquel hombre era muy grande, posiblemente mediría los dos metros. Yo apenas medía un metro ochenta y eso que yo me consideraba alta.

    Posiblemente seria un secuestrador, pero no estaba del todo segura. !Ve Ceci ve! Un chico así no hay en todas partes, me decía un vocecilla en mi cabeza. No tenia por que hacerle caso, trate de apagarla, pero era demasiado insistente, no me quedo más remedio que hacer lo que me decía.

    —Un momento— le comente. Tenía que cerrar el almacén por si él fuera un ladrón y si él decidiera saquearlo, el almacén estaría cerrado.

    —No hay problema— dijo.

    Aquel chico seria extranjero, lo pude confirmar por su extraño acento. ¿Americano? No, ¿Europeo? Posiblemente, tal vez ingles, no podía estar segura.

    Rápidamente me dirigí al almacén, cerré la puerta y le puse los tres candados: uno en la esquina superior derecha, otro en medio y el último en la esquina inferior derecha. Luego coloqué la llave en una caja de herramientas cercana, colocada en un estante un poco oxidado. Después de colocar la llave en la caja de herramientas coloqué aquella caja debajo del estante, hasta el fondo, para esto tuve que mover algunas piezas de motores cuyo nombre no recuerdo en este instante.

    La llave estaría segura y mi tranquilidad también por el momento.

    Rápidamente me reuní con aquel chico, lo acompañe y salimos del local, afuera la luz del sol era demasiado intensa, gracias al bloqueador solar, los rayos UV no me afectaron demasiado.

    El chico poseía una camioneta roja demasiado grande, no supe de qué año seria pero lo que pude observar es que era de la Ford, atrás de aquella enorme camioneta, se encontraba aquella lancha, parecía muy lujosa para mi gusto.

    —Bueno, aquí esta—me señalo su lancha y después coloco su mano en su frente cubriendo su vista de los segadores rayos del sol.

    —Ah, ya veo, si, ya sé qué modelo es— le confirme asintiendo con la cabeza.

    Aquel chico me miro algo confundido.

    —Disculpa que te pregunte esto pero, ¿no eres demasiado blanca para vivir aquí, en una isla, donde lo rayos del sol son muy intensos? — me pregunto con un tono de timidez en su voz.

    —Sí, me lo han dicho, pero es el bloqueador lo que me hace ver un poco blanca. Yo igual pensaba eso de ti— le conteste un poco nerviosa por aquella pregunta.

    Me miraba muy detenidamente, lo que me provoco que me incomodara un poco.

    —Tus ojos son de un gris azulado, ¿son naturales? — me volvió a preguntar algo apenado.

    Que entrometido, pensé.

    —No, son pupilentes, es que estoy mal de la vista y me gusto este color— le contestaba un poco molesta por aquellas preguntas.

    —Perdón, discúlpame— mencionó. Posiblemente por le tono de voz que use al contestarle.

    —Está bien, no te preocupes— le respondí, disminuyendo un poco mi enojo.

    —Me llamo Jonathan Scott— me decía al momento de tenderme la mano.

    —Cecilia Espinoza— le correspondí. Pero dude al momento de tenderle la mano pero después de unos segundos proseguí a tomarle la mano.

    Su mano era muy suave y pude notar que estaba helada. Trate de de sonreírle pero no pude. Solté su mano ya que Jonathan no lo hacía.

    —Ah, — parecía nervioso pero después de unos mementos, continuó— voy a dar una fiesta en mi casa, por lo visto muy cerca de aquí, no sé si te gustaría ir, pero si no quieres lo entenderé, apenas acabamos de conocernos, si, lo sé, pero me pareció correcto decirte…— Jonathan estaba muy nervioso, se pasaba su mano por su cuello y se frotaba lentamente una y otra vez.

    — Claro, ¿por qué no? — trataba de parecer lo más segura posible, por dentro estaba extremadamente nerviosa.

    ¡No te sonrojes, no te sonrojes! Me decía varias veces, y probablemente haya funcionado. Trate de no tartamudear pero no pude controlarme— ¿me… me das tu…tu dirección?

    —Sí, seguro— Me contesto muy animado y de inmediato entro a su lujosa camioneta. Al abrir la puerta, pude oír su radio que posiblemente dejo encendido antes de bajar y entrar al local donde trabajo. El radio estaba en una estación que no logre ubicar en mi mente y eso que diariamente escucho la radio cuando estoy trabajando, pero desgraciadamente mi pobre radio se descompuso hace unas pocas semanas atrás. El radio transmitía unas noticias no muy peculiares: Han ocurrido unas misteriosas desapariciones alrededor de la isla, se rumorea que sean vampiros, criaturas de la noche. La mayoría de los desaparecidos han sido extranjeros y aparentemente las desapariciones han ocurrido en fiestas que han dado alrededor de la isla.

    ¿Vampiros en la isla? Eso es una locura, pensé. ¿Cómo es posible que haya vampiros en Isla Mujeres?

    Jonathan salió rápidamente de su camioneta con un lápiz y una pequeña libreta en mano. Apunto su dirección, arranco la hoja y me la entrego. Al momento de entregármela su mano rozo un poco la mía y pude notar que estaba más helada que antes. Rápidamente Jonathan la quito algo sorprendido.

    —Disculpa, ¿no escuchaste lo que dijeron en la radio hace unos momentos? — le pregunte algo alarmada.

    —No le puse atención, ¿Qué dijeron? — decía, algo confuso.

    —Sobre las desapariciones en la Isla. Vampiros atacando en fiestas— le comente.

    — ¿Vampiros? ¿Enserio?, lo más seguro es que sea una estúpida broma— me decía riendo.

    ¿Cómo puede tomarlo como un juego? ¿Acaso no ha leído historias sobre los Vampiros? ¿No se supone que son peligrosos?

    —No sé, parecía algo convincente, ¿no crees? — le dije, algo asustada.

    —No, además, los Vampiros no existen— me afirmaba riéndose un poco. Su sonrisa era algo encantadora, le pude ver todos sus blancos y relucientes dientes, pero los que más sobresalían eran los incisivos. No me quise alarmar por lo que logre ver en sus dientes, posiblemente fuera cuestión de genética, tal vez sus padres tuvieran los incisivos algo grandes ¿No? Trate de calmarme.

    —La fiesta es este sábado a las 10 en punto— mencionó algo tímido.

    —Claro, ahí estaré— le respondí un poco ruborizada.

    ¡Cálmate, ni que fuera el fin del mundo! Solo es una fiesta, me repetía una y otra vez en mi cabeza.

    Me sonrió, posiblemente por mi reacción y mencionó rápidamente— Habrá una pequeña reunión en playa norte por eso de las cinco de la tarde— se encogió de hombros— ¿Te gustaría acompañarme a…? — se le cortaba la voz. Pero lo interrumpí aceptando su invitación.

    —Si— le conteste, cortándolo.

    —Eh, pasare por ti a las cuatro, ¿Te parece bien? — me decía levantando ambas cejas y moviendo sus manos hacia mí.

    —Está bien— le respondí lo más tranquila posible.

    —Bien— me dijo.

    —Sí, seguro— le respondí algo sonrojada.

    —Bueno, nos vemos— se despedía con un movimiento de la mano.

    —Espera— le grite, rápidamente se volvió hacia mi— tu pieza…—

    —Sera para otro día— me decía al momento de abrir la puerta y entrar a su lujosa camioneta.

    —Seguro— decía susurrando.

    Jonathan encendió aquella enorme camioneta y se marchó. Me quede parada como una idiota moviendo la mano a los lados una y otra vez. ¡Ya se fue, deja me mover la mano y entra! ¡El sol está demasiado fuerte! Me decía la vocecilla en mi cabeza. Tenía razón, así que deje de mover la mano y entre rápidamente al local.

    Rápidamente me dirigí al mostrador a buscar mi celular y ver la hora. Es… la… ¡Una y media! ¡Dios! ¡Es tardísimo, mi turno termino hace media hora! Sin pensarlo dos veces, guarde mis cosas en mi mochila, saque las llaves de la caja de herramientas y las deje en el mostrador al siguiente en turno y de inmediato me encamine hacia la calle y espere a que apareciera un taxi para que me llevara a mi casa.
     
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    JessCullen

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    Beethoven ^^ Que alegría que hayas decidido continuar con tu historia :D Realmente está muyy bien!! Felicitaciones de mi parte!

    En el primer capítulo he conocido a Ceci (la protagonista, supongo) y a Jonathan. Jo jo jo, su descripción me gusta!! Parece que es muuy guapo jejeje Pero aún así me ha parecido raro el hecho de que sus incisivos sobresalgan más de lo normal. Yo en el lugar de Cecilia no iría a esa fiesta, primeramente porque no conoce muy bien al chico y segundo porque tengo la leve sospecha de que es uno de los vampiros. Aunque, será malo???!!! Querrá matarla??!! OMG!! Necesito aclarar mis dudaaaas!! jajjaja
    Por favooor avísame para el próximo cap.!! Tengo muchas ganas de saber más sobre tu historiaa y sobre vampiross!!
    Un abrazoo

    JessCullen
     
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    Cass Crokaert

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    Me alegre que te gustara!!!!!! que bien!!!!! me emociona jujujujuju y si Ceci es la protagonista jujujujuju muy pronto subire el segundo cap... que bien que te haya gustado!!!!
     
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    Cass Crokaert

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    Bueno aqui esta la otra parte espero que les guste bueno aqui se los dejo...














    — ¡Hogar, dulce hogar! — aquel grito zumbó en todas las paredes lo que provoco que aquella exclamación sonara más fuerte que antes.

    Al entrar a mi pequeña casa, logre divisar aquel reloj colgado arriba de la puerta de mi cocina, eran las dos y cuarto para ser exactos, aproximadamente me quedaban menos de tres horas para la reunión con Jonathan.

    Tome un baño muy relajante, trate de vestirme lo mejor que pude, supuse que no sería muy casual, porque sería en la playa así que agarre unos pantalones de mezclilla un poco despintados debo aclarar, pero eso le daba un buen toque, agarre una playera escotada rosada, y unas sandalias, y por si acaso, debajo me puse un bikini negro que hacia resaltar mi pálida piel gracias al bloqueador.

    Tuve que esperar un rato más antes de que Jonathan pasara por mí.

    ¡Ding, Dong! Me alegre de que Jonathan pasara por mí antes de lo acordado. ¡Un momento!, ¿Cómo supo mi dirección? ¿Acaso me ha seguido desde antes? No pude evitar preguntarme. ¿Podría ser que Jonathan sea un acosador? ¿O tal vez un vampiro? Aquella pregunta hizo que me diera unos escalofrío, ¿Por qué los vampiros lo saben todo? ¿No?

    Antes de bajar y abrirle la puerta al que posiblemente pudiera ser un vampiro, intente tranquilizarme.

    Rápidamente pregunte quien era y la respuesta fue que era Jonathan. Le abrí la puerta un poco nerviosa porque tal vez el fuera un vampiro.

    —Hola— le dije. Sostenía la puerta a medias, solo dejaba ver la mitad de mi cuerpo, por si Jonathan se decidía a atacarme, rápidamente le cerraría la puerta.

    — ¿Ya estas lista? — me pregunto entusiasmado.

    Intente no parecer obvia a lo que se refería a mis estremecimientos.

    —Claro— trate de sonreír, pero el resultado pareció ser una sonrisa forzada.

    — ¡Vamos! — me decía poniendo sus manos en sus bolsillos de su pantalón y moviendo la cabeza hacia atrás.

    Jonathan iba con una sudadera azul con unos bolsillos a los lados. Llevaba unos lentes oscuros que le ocultaban la mayor parte del rostro. Vestía unos pantalones de mezclilla color azul oscuro y unos tenis azules. Podría decirse que iba muy combinado. Pero algo hizo detener mi mirada en algo brillante, parecía una cadena algo gruesa de oro. La cadena era muy hermosa que me evité la pena de preguntar cuánto le había costado y donde la había comprado.

    Salí y me mantuve a su lado. Al llegar a su camioneta, Jonathan me abrió la puerta muy amablemente. Yo trate de no salir corriendo de allí, así que entre en su enorme auto muy lentamente hasta que por fin estuve completamente adentro. Jonathan me cerró la puerta muy lentamente.

    Su camioneta era muy impresionante por fuera pero por dentro era lo que le sigue. Los asientos eran de piel de un color crema, la verdad eran muy cómodos, su estéreo era de última tecnología, poseía una pantalla además de que podías conectar un mp3, Ipod o un USB. Era muy impresiónate. Además de que poseía GPS. ¿GPS, posiblemente por eso encontró mi dirección?, ¿No?

    Jonathan rodeo por enfrente la camioneta, abrió la puerta y entro.

    — ¿Lista? — me miro colocando las llaves y encendiendo esta monstruosidad. Al encenderlo el motor rugió, era muy impresionante en realidad.

    Asentí levemente y Jonathan se arranco hacia la reunión.

    — Jonathan, ¿puedo hacerte una pregunta? — trate de que no se diera cuenta de mi nerviosismo.

    Pasábamos rápidamente, dejando atrás casas y la mayor parte de la zona hotelera. Mis ojos parpadearon bruscamente al ver los rayos deslumbrantes del sol. Gracias a Dios, traje conmigo unos lentes obscuros que cubrían una parte de mi delgado rostro. Jonathan en cambio, cada momento volteaba a verme, con una sonrisa realmente grande; emocionado por llegar a la playa.

    — Sí, claro— dijo, sin apartar la vista del camino hacia la “reunión”.

    — Espero no incomodarte o… que lo tomes de la manera equivocada — le dije, sin mirarlo, tratando de no sonar apenada.

    Me sentí aliviada de traer los lentes puestos, así Jonathan no podría verme directamente a los ojos, o tratar de buscar mi mirada, lo que le revelaría mi nerviosismo, mi miedo, si, mi miedo de que posiblemente el fuera un vampiro y ahí mismo terminaría.

    —No, claro que no, — me decía algo confundido por la pregunta— dime, que sucede, ¿qué quieres saber? — Rápidamente me hecho una ojeada hacia mí pero yo no le correspondí, no podía dejarle ver mi inquietud.

    — ¿Es solo que…— No tenía las agallas suficientes para decirle que si él era uno de aquellos seres, una criatura de la noche, un ser demoniaco… un vampiro. Bajé la ventana un poco para dejar entrar el salado viento del océano que golpeó delicadamente mi rostro y arremolinó mis hermosos y sedosos cabellos, unos pocos chocaban contra mi rostro y uno que otro ligero mechón entraron en mi boca. Respire profundamente, sentí mis pulmones llenarse del exquisito aroma del mar, era muy relajante. Mi mente divagó unos momentos, unos segundos posiblemente. Trate de tomar las riendas del asunto. Aclare mi mente y conté los segundos antes de preguntarle lo que realmente me intrigaba.

    —Jonathan — le dije.

    El me miro instantáneamente y sin bajar al velocidad.

    — ¿Qué pasa? — dijo algo preocupado.

    Trate de sonar lo más seria que podría haber sido, pero para mí fortuna fui más seria de lo que espere ser nunca. Me sorprendí, nunca pensé poder sonar de esa manera, yo una chica feliz y vivaz.

    — ¿Eres un vampiro? —

    Jonathan detuvo bruscamente la camioneta en medio de la nada y me miro con ojos desorbitados. No llegue a creer que la pregunta le hubiera afectado.

    — ¿Qué? — dijo socarronamente.

    —Que si eres un vampiro— le dije, pero ahora algo alarmada por su tono de voz.

    Jonathan poco a poco fue poniendo una enorme sonrisa hasta que empezó a mofarse de la cuestión que le hice. Sus carcajadas fueron demasiado enérgicas para mi gusto. Tuve que cerrar los ojos para no llorar, por hacer aquella interpelación. Me sentí tan avergonzada, que quería desaparecer, opte por salir de la enorme camioneta y volver a casa a pie. No podía quedarme con alguien que se burlara de mí, aunque fueran por preguntas un poco incoherentes o ilógicas.

    Busqué la manija de la puerta y la abrí rápidamente. Salí lo más veloz que pude de aquel horroroso ambiente. No podía soportarlo, era demasiado doloroso para mi corazón.

    Jonathan, confundido, salió inmediatamente detrás de mí, trato de agárrame de la mano y jalarme hacia él, pero logre zafarme y continúe mi camino.

    — ¡¿Ceci, a donde vas?!— dijo Jonathan frenético.

    — ¡Que te importa! — le conteste furiosa, lastimada por su risa socarrona en la camioneta haces unos mementos.

    —Ceci pero…— decía todavía Jonathan, tratando de detenerme.

    — ¡Pero nada Jonathan! ¡No tenias por qué haber…— Mi voz se fue apagando y en vez de gritos, sollozos salían a trompicones. No podía controlar la ira que tenia dentro de mí, los sollozos eran por coraje y no por dolor, aunque pudieran ser por ambas sensaciones.

    —Lo siento, no quería… Es que solo… perdona— Me detuve en seco y volteé a verlo. Estaba cabizbajo y lo que me sorprendió es que se arrodillo, lo más probable es que se hubiera arrodillado antes de que lo mirara. Camine hacia él, con paso dudoso, pero de todos modos avancé. Jonathan levanto su mirada cuando estuve enfrente de él. Trato de sonreírme pero no se atrevió, y tuvo razón en no hacerlo.

    —Levántate, pareces un idiota haciendo eso— dije muy secamente.

    Aunque quise abofetearlo no pude. Se merecía eso y más.

    Jonathan se levanto lentamente, por lo que yo di un paso hacia atrás, queriéndome alejar de lo negativo que lo rodeaba como un manto obscuro que me dañaría si me acerba.

    — ¿Ceci…— dijo tristemente.

    —Que— dije lo más fría que pude ser.

    —Perdóname— Sus ojos brillaron y supuse que algunas lágrimas saldrían a flote. Jonathan parecía uno de esos chicos que conseguían a cualquier chica y al siguiente día conseguían otra. Pero estaba equivocada, Jonathan era diferente, diferente en sentido de que era sensible y…

    Me parecía tierno aquel gesto, no quise abrazarlo, eso me traería aquella horrible sensación.

    —Jonathan— dije.

    Sus ojos se despejaron de cualquier indicio de dolor y poco a poco volvieron a recuperar su hermoso brillo.

    — Si— me contesto algo esperanzado.

    — No has contestado a mi pregunta— le comenté.

    Jonathan, confundido, frunció un poco el ceño. Esperé un poco a que se diera cuenta de la pregunta, pero por más que trato de buscar entre sus pensamientos no dio con la cuestión que no logro recordar.

    — ¿Eres un vampiro? — le dije con tono desinteresado.

    Pensé que se volvería burla de nuevo pero él sabía lo que pasaría si volvía a suceder.

    —No— me dijo

    — Eso es lo que quería saber— dije. Aliviada de saber que él no era un vampiro, pero pude sentir que todavía tenía el rostro un poco serio.

    — ¿Por qué me preguntaste eso? — Lentamente se fue acercando hacia mí, con las manos arriba en son de paz.

    —¿En verdad lo quieres saber? — le pregunte decidida.

    —Si— me dijo extrañado por mi pregunta.

    —Por qué no podría hacer esto—.

    Lentamente me acerque a él, mis manos poco a poco fueron recorriendo sus brazos hasta llegar a su cuello. El en cambio poco sus manos en mi cintura hasta cubrirme completamente con ellas. Mis labios se posaron sobre los suyos y él me correspondió con un delicado pero tierno beso. Nuestras bocas se fusionaron hasta formar una sola, por un momento me zafé de aquella hermosa emoción, y mis labios recorrieron su delicado cuello. Mis labios temblaron un poco lo que le provoco cosquillas a Jonathan.

    — Pero no entiendo— decía Jonathan con voz temblorosa por las emociones que le provocaba al besarle el cuello.

    No le conteste. Mi mente no tuvo necesidad de responderle, yo quería continuar con lo acontecido. Cada vez que mis suspiros rosaban su exquisito cuello, Jonathan soltaba gemidos de placer.

    Madre mía. ¿Qué estoy haciendo? No puedo.

    No debo.

    El es bueno, lindo, encantador.

    Me aleje poco a poco de él.

    — ¿Qué… pasa? — me preguntó, con expresión confundida.

    —Lo siento John. Quiero decir Jonathan. Veras…— tengo que salir de aquí como sea— no puedo.

    — ¿Eh…?— me miraba extrañado.

    —Sera mejor que me lleves a casa. Por favor — le dije. Caminando hacia la enorme camioneta.

    — Pero…

    —Sería lo mejor, Jonathan. No puedo…— le insistí.

    —No.

    ¿Perdón?...

    —Esto no ha terminado. No puedes engatusarme así como así y sin terminar lo que empezaste— dijo tajante y atrayéndome de nuevo hacia él.

    — No puedo Jonathan. No…

    —Si puedes— me beso.

    Si puedes. Si puedes. Estoy es lo que quieres ¿No? ¡Hazlo!

    Primero le bese la comisura de los labios, después me desplacé lentamente a su cuello. Su cuello emanaba el olor exquisito, el olor de la vida. De un lengüetazo le quite la loción que se había puesto.

    —Que bien— exclamaba Jonathan.

    Bese su exquisito cuello.

    ¡Hazlo de una maldita vez!

    Lamí su cuello, y encaje los dientes en él.

    — ¡Eh!... eso duele— me reprocho.

    Yo no le hice caso y empecé a encajarlos más y más.

    Jonathan trato de apartarse de mí pero yo lo sostuve firmemente.

    — ¿Por qué haces esto? — preguntó, con voz adolorida.

    Porque tengo sed…

    — ¿Por qué? — dijo con voz cada vez mas ahogada.

    —Porque soy un vampiro— Termine de decirle y acabe con él.




    —Eso estuvo bueno— dije.

    Tenía el cuerpo sin vida de Jonathan entre mis brazos. Lo lleve rápidamente a la camioneta y lo subí a la parte trasera. Lo acomode rápidamente y luego me coloque en el asiento del conductor y encendí el vehículo.

    Tengo que deshacerme del cuerpo…

    Me dirigí al acantilado, me tardaría unos minutos en llegar y tiraría el cuerpo vacio del exquisito elíxir que me llena de vida.

    Rápidamente lo baje del vehículo y antes de tirarlo le di un pequeño beso en la frente y lo tire al vacio.

    —Adiós. Jonathan—.



    15 Días Después…


    — ¡Maldita sea!— exclame. Se me había caído una refacción de una lancha y si ya no funcionaba me la iban a descontar de mi sueldo.

    Enseguida la coloque detrás de las demás, como si no hubiera sucedido nada.

    Jonathan me había robado el corazón. Era muy encantador. Lo iba a dejar con vida pero él se lo buscó. Le dije que me llevara a casa pero él lo quiso así.

    Por fin me había comprado un nuevo radio. Ya necesitaba uno nuevo, necesitaba oír las noticias. Las horas en el trabajo se me hacían eternas sin las estaciones de música.

    Estaba cambiando de estación cuando un reportaje llamo mi atención: Encuentran a un chico extranjero en los acantilados. Al parecer drenado, sin rastro de sangre. No hay pista alguna del crimen. No se sabe quien lo asesinó. Culpan a las sectas satánicas de lo ocurrido.

    Aquella nota me pareció graciosa.

    Primero culpan a vampiros y ahora a sectas satánicas…

    —Idiotas— dije riéndome.

    —Buenas tardes— decía alguien entrando.

    —Buenas tardes— conteste.

    —Busco una refacción para lanchas— me preguntó.

    Era otro chico musculoso, pero él tenía el pelo castaño oscuro y ojos color aceituna.

    Este es el siguiente… Pensé.
     
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    JessCullen

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    Escritora
    MOTHER OF GOD O__O !!!!!!

    Ceci era el vampiro!!! Dioos mioo!! Pocas veces consiguen sorprenderme con historias, pero tu... WOU!! Te juro que no me lo esperaba para nada!!! De verdad que creí que Jonathan era el vampiro y quería llevar a la protagonista a la playa para morderla allí o algo por el estilo. Y luego, cuando Ceci lo besó pensé que quería besarlo y ya está, por que le gustaba ese chico. Pero resulta que lo que ella quería era su SANGRE O__O
    Wou wou wou wou!!!! Me he quedado impactada, en serio jjojojojojo
    Espero que me avises del siguiente capítulo, haber qué pasará con el chico de pelo castaño.
    Un abrazoo

    JessCullen
     
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