La Historia de la Doncella de Alma Corrompida (Sess/Kag)

La Historia de la Doncella de Alma Corrompida (Sess/Kag)

Soy nueva en este maravilloso foro. Había entrado ya alguna vez pero nunca me decidia a registrarme, y pues como me gusta mucho esta pareja, Sesshomaru y Kagome, decidi comenzar un fic sobre ellos.

No és el primer fic que escribó pero si que lo és de esta pareja. No se si tengo que poner una cosa pero igual la pongo y evitó problemas después...

Disclamer: La serie y el manga de Inuyasha no me pertenecen, así como tampoco sus personajes, són de Rumiko Takahashi, yo sólo los uso para esta historia, que si que es mía, sin deseo de lucro o existencias gananciales de dinero. Declarado esto pongo la historia.




La Historia de la Doncella de Alma Corrompida

Capítulo Uno: ¿Todo es lo que parece?

El campamento aguardaba silencioso en la cima de aquella verde pradera. La fogata hacia rato que había sido apagada. Y los integrantes de un peculiar grupo de aventureros, dormían. Oh, al menos eso parecía a simple vista. Por que dos de ellos no dormían.

Uno de ellos, la chica de piel pálida, pelo negro, como la noche y largo hasta la cintura, de ojos color azul zafiro, pensaba en su querido Hanyou Inuyasha. No se podía explicar como podía llegar el ser humano a amar tanro a alguien. Llevaba años enamorada de él. Desde la primera vez que lo vio en aquel árbol, aguardando en un silencioso sello que no lo dejaba moverse, supo que su corazón lo había elegido a él.

Por otro lado el Hanyou Inuyasha pensaba en otras cosas. Él amaba a Kikyo, pero no por ese tenía que dejar pasar las oportunidades cuando el azar las ofrecía, ¿No? Por que cuando esa chica de ondulado pelo negro y ojos azules le confesó su amor, y viendo lo buena que estaba la chica, supo que tenía que aceptarla como pareja. Simplemente le podía la lujuria. Ya se estrenó hace más de cinquenta años con Kikyo, pero ahora quería acostarse también con la reencarnación de esta, Kagome, que casualmente estaba enamorada de él.

El Hanyou al sentir el llamado de su amada Kikyo, gracias a las serpientes caza-almas con las que esta se alimentaba, se levantó deprisa casi sin hacer ruido y después de comprobar que todos ya dormían, se lanzó a correr detrás de las serpientes caza-almas de Kikyo y se alejó internandose en el bosque.

La chica de nombre Kagome observó como se alejaba su amado novio sin motivo alguno del campamento. Curiosa por naturaleza como era no hizo más que levantarse y seguirlo en la lejanía sin contar con llevarse su arco y flechas, por si se tenía que defender.

Inuyasha ya había llegado al encuentro de su amada. Kikyo lo esperaba apoyada en la corteza de un árbol con el traje de sacerdotisa que llevaba, un poco abierto dejando mostrar así el inició de sus senos. Ella le sonreía seductoramente y lo observaba con sus oscuros ojos marrones brillando de lujuria. El Hanyou le devolvío la sonrisa y se acercó con paso seguro a ella. Y sin mediar palabra alguna se comenzaron a besar como si la vida se les fuera en ello. Con lujuria y pasión. Se desnudaron mutuamente y unieron sus cuerpos como otras veces lo habían hecho, llegando a la explosión de placer juntos.

Lo que ellos no sabían, era que alguien los observaba desde el principio. Esa persona dejaba escapar libremente sus lagrimas de decepción y dolor por las ahora rojas de llorar mejillas.

"¿Por... qué... Inuyasha...?" Sollozó esa persona poniendose una mano en el pecho sintiendo como su corazón le dolía por amor, por amarlo tanto y verlo engañandola con otra. Con Kikyo, la que siempre le ganaba, y esta no era la excepción.

Se dice que la curiosidad mató al gato. Pero en este caso la curiosidad rompío un corazón inocente, sin nada de maldad dentro de el. Y todo por el juego de un hombre que no podía estar sólo con una, sinó que su ambición de placer lo llevaba a estar con dos. Y eso es algo que nuestra Kagome aprendió esa noche sintiendo su corazón hecho pedazos.



¿Qué les ha parecido esta pequeña introducción a la historia? Por ahora tengo pensado actualizarla una vez a la semana, para que lo sepaís de antemano, si huviera algún atraso en la publicación lo diría antes.

Besos de chocolate!!! Sayo!!!

 

Re: La Historia de la Doncella de Alma Corrompida (Sess/Kag)

No estuvo de todo mal esta introducción. He visto algunas faltas ortográficas y también errores al construír las frases como el que ya mencionó shirlikagome que deberías corregir (las faltas de ortografía con el word o un corrector de texto ya se solucionan)

Esperaré a leer el próximo capítulo.

Un consejo que te doy;

no hagas eso. Un escritor escribe por el placer de hacerlo, no por querer reconocimiento de ningún tipo.

 

Re: La Historia de la Doncella de Alma Corrompida (Sess/Kag)

Disclamer: La serie de Inuyasha así como también el manga le pertenecen a Rumiko Takahashi. Yo solo uso sus personajes en esta historia, que si que es mía, sin animo de lucro o fines de dinero.

La Historia de la Doncella de Alma Corrompida

Capítulo 2: Fingir a veces no es tan fácil.


Kagome volvió sobre sus pasos ahogándose en la garganta los sollozos. Ella pese a todo aún lo amaba. Llegó otra vez al campamento viendo que todos seguían durmiendo, ajenos de su desgracia y dolor, libres de maldad en el mundo de los sueños y sintió envidia de ellos. Si pudiera retroceder en el tiempo no lo hubiese seguido, prefería hacer como ese dicho que dice: Ojos que no ven corazón que no siente.


Por que ella no quería sentir como su corazón se desgarraba, dejandole un hueco en el pecho.


No sabía que hacer. ¿Se iba a su casa o se quedaba y fingía que nada pasaba? Se tumbó en su saco de dormir lila y entre lágrimas se durmió.


El hanyou Inuyasha volvió poco después de que ella por fin se durmiera. Y rememorando aún en su mente el placer que había sentido con Kikyo no se percató de la olor que llevaba el aire, la olor salada del llanto. Feliz de la vida se durmió él también esperando a que saliera por fin el sol.


Ella fue la primera en despertarse al otro día. Se levantó y recompuso en su cara la mejor máscara de normalidad que sus sentimientos le permitieron. Despertó al resto del grupo y después de desayunar, volvieron a movilizarse para buscar los trozos de la perla -La Shikon-No-Tama- que quedaban aún esparcidos, antes de que los consiguiera su temible enemigo Naraku.


“¿Te pasa algo?” le inquirió un poco molesto Inuyasha a su novia por su indiferencia para con él.


“No. Nada. ¿Que te hace pensar eso?” contestó ella aparentando normalidad mientras le miraba y sonreía tontamente.


“Tus ojos están diferentes.” contestó simplemente él.


“¿De verdad? Será por el sol.” le dijo ella adelantándose unos pasos de Inuyasha y poniéndose a hablar con su amiga la Taiyika Sango.


Inuyasha no estaba demasiado conforme con la respuesta. Había notado a Kagome muy rara desde esa mañana y sus ojos no brillaban como antes, es más parecían vacíos.


“¿Problemas en el paraíso?” le preguntó al Hanyou un apuesto chico de pelo negro y ojos azules.


“Tsk. No lo sé, Miroku. Kagome se comporta de forma muy rara conmigo.” respondió el Hanyou mirando de forma pensativa a Miroku.


“¿Le habrás hecho algo tal vez? No digo que hayas hecho algo malo.” rectificó al ver que Inuyasha se enfadaba “Eso sólo lo sabes tú. Sólo te estoy dando un consejo de amigo.”


Estuvo pensando en eso todo lo que restaba de día. Y él no le había hecho nada, salvó que se junto con Kikyo la otra noche, pero ella eso no lo podía saber por que dormía. ¿Así, que que era lo que la tenía de esa forma tan rara?


A la hora de dormir, habiendo apagado antes la fogata de esa noche, las chicas se metieron en los dos sacos que Kagome había traído de su época y los chicos incluido Shippo, el pequeño demonio zorro y Kirara la gata de fuego, se colocaron como siempre hacían y Inuyasha se puso a hacer guardia como cada noche mirando esta vez enfadado a Kagome que aún no le había dicho por que estaba enfadada.


Cuan difícil se le había hecho fingir el día de hoy. Cada vez que miraba a su amado Inuyasha las molestas y dolorosas imágenes de la noche anterior que aún estaban guardadas en su retina la acosaban. Sentía ganas de llorar y gritar, pedirle un por que, saber por que lo hizo. No sólo había sido un inocente beso o abrazo, Inuyasha había traspasado una línea, fina pero que allí estaba, y ella sabía que pese a aparentar normalidad, las cosas jamás serían como antaño. Tenía una confusión de sentimientos encontrados, por un lado lo seguía amando y por el otro lo odiaba, a Kikyo y a él.


Esa noche no pegó ojo. Al otro día se levantaron todos como siempre a la salida del sol. Ella se negó a probar bocado, alegando un empache de la noche anterior. Ahora lo que importaba, se dijo ella, era encontrar los fragmentos de la Shikon-No-Tama.


Llevaban un tiempo sin haber encontrado ni rastro de los fragmentos o de Naraku. Y Inuyasha cada vez más se desesperaba, llegando a alegar que la culpa la tenían ellos, el resto del grupo, por incompetentes. Ellos preferían pasar de los comentarios del Hanyou que luego se arrepentía y pedía perdón.


Kagome cada día se sentía más fría y insensible a las cosas. Ya no le costaba nada fingir que todo iba bien. Y sus compañeros de equipo y novio ni cuenta se daban, por lo buena que era ella actuando.


Inuyasha la había vuelto a engañar con Kikyo, la sacerdotisa muerta. Pero por extraño que parezca, ya no le dolía. Su corazón estaba congelado y no sentía nada por nadie ya. Se había vuelto una carcasa sin alma, vagando en el mundo de los vivos pero muerta en vida.


Un día su amiga Sango que ya desde hace tiempo notaba cosas raras la cogió para hablar con ella en privado, aprovechando la hora del baño, ya que los chicos no estarían presentes.


“Kagome, amiga. ¿Te pasa algo?” le preguntó la morena mirándola con sus bondadosos ojos marrones.


“No, como crees.” se izo la desentendida Kagome fregándose el cuerpo con el jabón y aclarándose después con el agua del río.


“Se que te pasa algo malo amiga. Lo notó en tu forma de actuar y en tus ojos.” dijo Sango preocupada por el bienestar de su amiga “¿Algo malo te hizo Inuyasha, no?” y supo que había dado en el clavo al ver sobresaltarse a su amiga.


“No... no se cómo explicarlo...” y se derrumbó en ese momento comenzando a llorar desconsoladamente en el hombro de su amiga dejando caer su máscara de indiferencia y su bloqueo en el corazón.


“Kagome...” murmuró Sango preocupada abrazando a su vez a Kagome y dándole pequeños toques en la espalda. “Dime que pasó, amiga. No dejes que sea lo que sea te carcoma el alma de esa manera.”


“Lo vi... lo vi una noche con Kikyo...” soltó entre sollozos ella. “Yo aún lo amo, ¿Que hago ahora Sango? No se que hacer. Por un lado lo odio y por otro lo amo.”


“Tienes que ser fuerte. Haz lo que tú corazón te dicté y no te dejes hundir por culpa de ellos dos.” le dijo Sango enfadada con Inuyasha y ese saco de huesos -Kikyo- por hacerle tanto daño a su amiga.


“Gracias por escucharme Sango.” dijo Kagome separándose de ella y regalandole una sonrisa sincera de esas que te llegan al alma.


“No me las des.” dijo la otra sonriendo también.


¿Hasta que punto puede aguantar un corazón puro... puro? La corrupción de un alma es un procedimiento lento y difícil. Primero comienza con la negación del dolor y después continua con el derrumbamiento al ver que los hechos no son mentira. Kagome ya va por la segunda fase, ¿Que haría que su alma se volviese completamente negra, ahora?


¿Qué les pareció? No se si esta quedando bien o mal, pero yo estoy conforme con lo que escribó. xD

No se cuando podré subir continuación chicas. Por que seguramente el 10, 11, 12 y 13 de octubre, me vaya a mi pueblo que esta en Tarragona (España) y de paso vaya un día a Port Aventura (un gran parque de atracciones cerca de Tarragona).

Pero lo más seguro es que lo ponga después del 13 de este mes. El día 4 de este més es mi cumpleaños (cumplo 17) así que este capi es como un regalo por mi cumple. No va, este capi va para todas las que me habeís hecho un comentario y leen este fic.

Sayo!!!