la hija del Baron

La hija del barón
Así todo comenzó

Una mujer humilde jamás debería levantar la mirada ante sus señores, nunca hacer notar su presencia y mucho menos enamorarse de uno.

Una joven de apenas 17 años que trabajaba como sirvienta en la mansión del barón de Wolframio, callo bajo el encanto que este hombre tenia con las mujeres no importando la clase y ni la edad.
Eran bien consabidas sus conquistas, que todos creerían que el hombre era el más feliz del mundo. Ya que podía tener a sus pies a cualquier mujer que quisiera.

Pero la verdad estaba muy lejos de la de la fachada que el Barón había levantado para el mundo. Vivir en una elegante pobreza y sabiendo que la responsabilidad de salvar a su familia caía sobre sus hombros, era demasiado abrumador par a él por lo que él pasaba día y noche entre los burdeles y el alcohol.

El Barón estaba comprometido con una de las mujeres más ricas de toda Inglaterra su unión, salvaría no solo a su familia sino a todas las generaciones venideras de la pobreza. Todo estaba preparado, muy pronto se llevaría acabo la boda.

Su madre insistió en que estuviera sobrio para recibir a sus futura esposa, la cual era el ser mas insípido del planeta según su entender y eso cuando estaba borracho. Pero igual se mantuvo sobrio a la espera, mientras lo hacia se percato de unos ojos tan azules y hermoso como jamás había visto en su vida, era limpios y puros, no se veía en ellos la maldad ni la codicia.

Las miradas de ambos se encontraron y durante un rato, una muda conversación se llevo acabo, hasta que una mujer regordeta con el cabello de un color azafrán recogido en un moño y un vestido rosado entro acompañada de otra mujer espigada , alta y de facciones duras, complementando la imagen estaba el ya conocido vestido negro.

Durante más de 2 horas aguanto la compañía de su madre y la de su prometida, la cual no sabía decir más que monosílabos. Lo cual le resultaba tedioso en grado sumo, añorando el estado de embriaguez que atontaban sus sentidos y no le permitía ver lo tonta y desagradable a la vista era su prometida.
Cuando al fin pudo librarse de las dos mujeres, pensaba en embriagarse y tal vez una hermosa mujer que le calentara el lecho. Iba rumbo a su estudio cuando vino a su mente unos ojos azules que lo miraban como si el fuera un dios.
Tomo rumbo a las dependencias de la servidumbre pero, por unas de las ventanas pudo verla en el jardín, cambio su rumbo y se dirigió a donde ella estaba. El cabello de la joven se escapaba de la cofia y se veía hermoso y sedoso el color rubio tan claro junto con su tez pálida y los maravillosos ojos, le hacia pensar en un ángel.

Cuando estuvo a su lado ella se cohibió y miro el suelo, él converso con ella sin nada que decir en realidad, sólo disfrutando de la paz de su compañía. Durante muchos días el se dedico solo a hablarle, durante todo ese tiempo dejo de tomar y se embriago con el olor de la joven.
Poco a poco la joven dejo de temerle y empezó a hablar con él, se gano su confianza y ella le contó sus sueños. Él encambio se dio cuenta que no tenia sueños, sólo obligaciones, por lo que empezó a ver todo a su alrededor con nuevos ojos.
Cuando llevaba dos meses de hablar con la joven, decidió que tenía derecho a vivir su vida como más le plazca por lo que hablo con su madre y le dijo que rompería el compromiso.
Ese fue su ultimo pensamiento consiente y sobrio luego de ese día. Durante la noche cometió el peor ato del que se arrepentiría el resto de su vida. La destrucción de su ángel.