Pandora Hearts La gemela indicada para mí [One Shot]

La gemela indicada para mí [OzAlice -Pandora Hearts]

Disclaimer: Pandora Hearts y sus personajes no me pertenecen. Este one-shot esta echo POR Y PARA FANS, sin fines lucrativos.

Aclaraciones:
-Yo hablo
-“Yo pienso”
-Lo que estoy haciendo o hice.-
*Flash Back*
*Fin Flash Back*

La gemela indicada para mi​

Estaba aún sentado a la orilla del río lanzando piedras al mismo. Vestía aún el uniforma de la preparatoria Pandora, unos pantalones azul marino y una camisa blanca. Todavía estaba molesto y no quería hablar con nadie. Lo que pasó hace una hora no me lo esperaba... Pensé que de verdad nuestra relación era lo que ella siempre había querido… pero no, me equivoque. Mis amigos me habían advertido que ella era así, que por eso no debía hacerme ilusiones de poder mantener una relación firme con ella. Ignoré todas sus advertencias y seguí con ella, hasta hoy…


*Flash Back*


-¿Qué? –contesté apenas ella termino la frase.- ¿Qué dijiste?

-¿Qué no oyes? -me dijo mientras acomodaba una de sus blancas trenzas.- Te dije que ya no quiero nada más contigo.

Volteo a verme con esos ojos violetas que siempre me gustaron. Yo solo me quede ahí viéndola, viendo su serio rostro.

-Dime porque. –le exigí.- ¿A caso no cumplía todo lo que me pedías? ¿No te daba cuanta cosa querías?- le pregunte realmente molesto, pero ella no cambió esa mirada seria, lo cual me molesto mucho.- Contéstame... ¡Lacie!

-Vaya, que molesto… -dijo cerrando sus ojos y dando la vuelta.- Es solo que me cansé, Oz Vessalius. Ya no me gustas como hace un año.

Lo dijo de una manera tan fría y tan seca que estoy seguro que hasta los pájaros que estaban cerca de nosotros sintieron frío. ¿Qué ya no le gustaba? ¿Qué se había cansado? ¿Eso era todo..?, no… estoy seguro de que hay algo más…

-¿Quién es?- dije en susurro con la cabeza gacha.-

-¿Qué?- preguntó al mismo tiempo que se volteaba.- ¿Quién es quién?

-Estoy seguro de que no solo me dejas por que te hayas cansado de mí. –nuevamente levanto mi vista.- Mucha gente me ha dicho que cuando dejas a tu pareja es por la simple y sencilla razón de que encontraste a otro mejor… por eso te pregunto.. ¿Quién es?

-Bueno, ¿Y a ti qué te importa?, lo que yo haga o no ya no es problema tuyo.- dijo realmente fastidiada.- Pero si realmente quieres saber... y si esto hace que ya me dejes en paz y dejes de actuar como un niño, te lo diré… - me quede esperando su respuesta en silencio, atento para así poder escuchar con claridad el nombre que pronunciaba…

Finalmente se fue, dejándome ahí parado aun sorprendido.


*Fin flash back*


-Ah… sinceramente no sé porque me sorprende, Jack siempre a tenido mucha suerte con las chicas.- me levanto y tomo mi mochila.- Bueno... creo que es mejor irme a casa, no gano nada estando aquí sentado lamentándome y molestándome por lo que sucedió con Lacie Baskerville.

Me quedo un poco más viendo el paisaje, era una vista maravillosa donde reinaba la paz, no había otro sonido que no fuera el de la corriente del agua. De pronto esa paz se perturba al oír que alguien me llama…

-¿Oz Vessalius?- doy media vuelta, y al hacerlo me encuentro con una chica que venía directo a mí. Espera un momento, ¿Lacie?, no, Lacie tenía el cabello blanco con tonos azules, y esta chica tenía el cabello escarlata con tonos violáceos como sus ojos. ¿Quién era esta chica tan parecida a Lacie? Mientras me hacía estas preguntas ella ya había llegado hasta donde estaba. Traía el uniforme del instituto Pandora, ¿era de mi escuela?, que raro que no la haya visto… - Sí, eres Oz Vessalius, ¿qué estás haciendo aquí? –después de hacerme esa pregunta comienza, al parecer, a buscar algo o alguien.- ¿Porqué no estás con Lacie? Es raro no verlos juntos…

-¿Lacie? ¿Conoces a Lacie Baskerville? – parece ser que esa pregunta le molesto pues puso una cara de pocos amigos, la cual me dio miedo.

-¿Qué clase de pregunta es esa?- vaya, creo que de verdad se molesto.

-Bueno, una que por lo general uno hace a una persona que se parece mucho a tu ex-novia.-le conteste con un poco de miedo.- A… además… ¿Cómo es que me conoces?

-Si serás idiota.-me contesta de nuevo con esa cara de pocos amigos.- Te conozco porque somos compañeros de clase y me siento junto a ti en el salón.

¡¿EH?! ¡¿Esta chica se sienta junto a mí?! ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo no me he dado cuenta?

-¿E… enserio te sientas junto a mi?-le pregunte realmente sorprendido de mi falta de atención.

-Madre mía, sabía que eras despistado y más con Lacei cerca de ti, pero esto es el colmo.

-Lo… lo siento.- le respondí realmente apenado.- Pero no puedo evitarlo, somos muchos en el salón como para que recuerde a todos los alumnos…-dije en mi defensa.
-Entiendo eso, pero no es tan difícil que recuerdes a quien se sienta a lado de ti.-me reniega.- Pero claro, como tenías a Lacie sentada junto a ti de lado izquierdo no me sorprende que no me hayas visto…

-Hablando de Lacie… -me detengo un momento pero continuo.- Ahora entiendo como es que la conoces pero…. ¿Por qué se parecen tanto?, la única diferencia que hay entre ustedes es su color de cabello.-señalé.

-¿Qué no es obvio?- me contesta fastidiada.- Es porque somos gemelas, idiota.

-¿Ge… melas?

-Así es.-pone su mando en su cadera.- Mi nombre es Alice Baskerville.

-¿Alice?, se parece mucho a Lacie… -susurre.

-Sí.- toma una de las piedras que había en el suelo y la lanza hacia el río.- De hecho, Alice iba a ser el nombre de Lacie, pero como ella nació primero papá quiso que se llamara como mamá.

-Ya veo…

Nos quedamos un poco en silencio. Me sentía un poco extraño a decir verdad, no por el echo de estar hablando con ella, sino porque bueno… la tensión que siempre sentía con Lacie no la siento con ella. De pronto el silencio se rompió al ella empezar a hablar.

-Dijiste ex –novia, ¿cierto? –voltea a verme con ya una mirada más serena. Yo asentí.- ¿Quién terminó con quién?

-¿Eh?, ¿quién termino con quién?

-Sí, ¿quién dio por finalizada la relación?- me quede callado un momento. Cielos, ya era demasiado vergonzoso que ella hubiese dado por terminada la relación, pero era mucho más vergonzoso que alguien más lo supiera.- Ja… ya entiendo, por tu silencio puedo decir que fue ella quien dio por terminada la relación.- UGH, golpe bajo, esto era mucho peor, el que ella lo hubiese descubierto por si misma era vergonzoso, aunque claro no creo haber sido demasiado discreto en eso.- Acerté, ¿verdad?

-Sí…-dije con pena.- Fue ella la que terminó conmigo.

-Mira nada más.- dijo con una sonrisa burlona.- ¿Qué cosa más vergonzosa puede haber para un hombre, que el que una mujer termine con él?- sinceramente, eso era lo peor que podía pasarle a un hombre.- Para ser sincera era demasiado bueno para ser cierto que tu relación con Lacie durara un año entero, por lo general ella termina con sus novios a los tres meses.

-Había escuchado esos rumores, -confesé- pero tenía la esperanza de que nuestra relación pudiera ser la excepción a eso.

-El problema con Lacie es que no sabe bien lo que quiere. –toma de nueva una piedra y la observa como si realmente tuviera algo interesante.- Un día te puede decir que le gustan los chicos rudos, y la semana siguiente te dice que los detesta y que le gustan los chicos pasivos y tiernos; es una chica sin remedio.- lanza al fin la piedra.- Pero bueno, eso es algo que nunca en ella va a cambiar.

-Eso que dices duele porque… yo en verdad la llegue a querer, y pensé que ella igual había llegado a quererme.-dije realmente lastimado, pues aunque no quisiera aceptarlo… esto si me dolía, y mucho.

-Puede que te haya llegado a apreciar, pero no a querer.-me dice comenzando a darme la espalda dispuesta a irse.- Esa chica no quiere a nadie más que no sea ella.

-Ya veo. –me oí bastante deprimido, pero tenía que afrontar la realidad, tenía que aceptar que ya todo regresaba a lo que era antes, regresar a esos días en los que uno sale más con sus amigos que con su novia. Levante mi vista hacía Alice que se había detenido y había vuelto a verme, no sé si era mi imaginación pero vi. preocupación en sus ojos. Aún así le sonreí lo mejor que pude y le dije.- Gracias Alice…

-¿Ah? ¿Por qué me agradeces?

-Porque estuviste aquí conmigo.- me voltee completamente hacia ella.- Tal vez para ti sea algo tonto pero para mí no. Me hiciste compañía y me hiciste entender como era realmente Lacie; es cierto que la quiero, pero nada puedo hacer si ella realmente nunca sintió nada por mi.- ella se veía calmada mientras le decía todo esto.- Al principio no entendía eso, ni siquiera lo sabía, pero ahora, gracias a ti, he logrado comprender que esto era lo mejor que podía pasar. Por eso te lo agradezco.

La vi ruborizarse un poco. Vaya, realmente era linda. Sentí mi pecho muy calido, algo que desde hace tiempo ya no sentía. ¿Era Alice quien lo provocaba?, no lo sé, pero lo que sí sabía es que me sentía cómodo estando con ella.

-No… no seas idiota. Ya me voy.- dicho eso da media vuelta y vuelve a comenzar su andar.

Vi como lentamente se alejaba de mí. Como un impulso, corrí lejos del río para acercarme a la acera y después gritarle- ¡Alice, te veo mañana!- únicamente observe como se detuvo repentinamente para después reanudar su andar pero esta vez comenzando a correr. No deje de verla. La vi hasta que se perdió de mi vista al dar vuelta en una esquina. Tal vez haber terminado con Lacie no había sido tan malo.

Pasaron los días y yo volví a ser el mismo. De hecho, mi humor estaba mejor que antes y creo que todo el mundo lo noto; Jack y Ada, mis hermanos, fueron los primeros en notarlo.

-Oye, hermano.- me habló Ada.-

-Dime.-le respondí mientras tomaba lo que vendría siendo mi desayuno.

-No sé si seré yo pero… te noto diferente.

-¿Diferente?- la mire.- ¿A qué te refieres?

-Bueno, te ves más… ¿Alegre?

-¿Más alegre?

-Sí.- respondió Ada.

-Lo más seguro es que algo bueno haya pasado con Lacie.- comentó Jack, quien apenas pasaba a sentarse junto a nosotros en la mesa.- Ya dinos que pasó Oz, porque concuerdo con Ada en que estas de muy buen humor, mejor que antes.

Me quede callado un momento, pero después conteste al momento en que tomaba algo del desayuno.- Lo único que ha pasado entre Lacie y yo es que finalizamos nuestra relación.

-¿Qué?, ¿terminaron?- preguntó Ada.- ¿Pero cuando?

-Hace tan solo una semana.-respondí como si nada.

-Vaya, y yo que pensaba que con ella te ibas a casar hermanito.- me dijo Jack.- ¿Por qué terminaste con ella? Pensé que realmente se gustaban.

-Eso creí yo también, pero al final resulto que ella se había cansado de mi y por eso dio por finalizada la relación.

-¿Entonces fue Lacie la que termino contigo?, un golpe bajo Oz, eso es lo que todo hombre menos quiere, que la mujer sea quien termine con él.- me dice Jack mientras come un poco del arroz de su plato.

-Bueno, si pasó fue por una razón.

-Ay hermano, seguro debió dolerte mucho.- me dijo Ada, quien evidentemente estaba preocupada por mi.

-No te preocupes Ada, estoy bien. Al principio si me dolió, pero después… el dolor se fue. Y creo que ahora estoy mejor que cuando estaba con ella.

-Bueno, si no era Lacie la razón de tu cambio de humor, ¿entonces qué es?- cuestiona Jack tomando un poco de té.

-Eso es se- cre- to. –les sonreí maléficamente porque vi en sus caras las ganas de saber quien era la razón de mi cambio de humor.- Bueno, termine, me voy al instituto. Los veo más tarde.- Y dicho eso salí de la cocina para así dirigirme a la puerta, ponerme mis zapatos y salir hacia la escuela.

Pasó un poco más de tiempo y no solo mis hermanos notaron el cambio de humor que tenía, después lo notaron los amigos de ellos. Uno de esos amigos era Gilbert Nightray, o Gil, uno de los mejores amigos de Jack que frecuentemente visitaba la casa. Más tarde en la escuela, Eliot, con quien no me llevaba tan bien, y Reo lo notaron por igual, incluso la misma Lacie Baskerville lo notó.

Después de ese día en el que mi relación con Lacie terminó, empecé a hablar más con Alice. Era agradable y divertido hablar con ella, era una chica muy enérgica, se enojaba con facilidad pero aún así no era molesto estar con ella. Esa era otra de las cosas que diferenciaba a Lacie de Alice: Lacie era más reservada con los demás, muy tranquila y seria; Alice era mucho más abierta con los demás, llora cuando esta triste, se enoja cuando esta molesta, y es muy honesta con sus sentimientos.

Pasaban los meses e iba conociendo mejor a Alice, era una chica maravillosa. De una forma u otra, cuando me sentía mal o no estaba de humor, ella llegaba y con solo decir mi nombre me animaba de inmediato. Era un sentimiento muy extraño, la calidez en m pecho que sentí al conocerla se iba incrementando. Ahora con tan solo ver a Alice sentía que todo iba a estar bien, sentía que ella era mi sol, la luz que me guiaba en medio de la oscuridad. Eso es lo que empezaba a ser Alice para mí.

Uno de esos días en los que ya solo quedábamos unos cuantos en el instituto…

-Solo queremos que lo tengas en mente Alice.-oí.

-Eso ya lo sé, pero aún así…

-No estamos tratando de que te alejes de él, solo queremos que no te hagas grandes ilusiones.

Yo aún me encontraba en el pasillo que estaba fuera de mi salón. Las voces venían del otro pasillo. Si no estaba mal la primera voz que oí fue la de Echo, y la tercera era la de Sharon, ambas amigas de Alice, la cual había sido la segunda en hablar. Me acerqué un poco, con cuidado de que no me escucharan.

-Somos tus amigas y nos preocupas.- dijo si no estoy mal Sharon Rainsworth. ¿De qué estarán hablando?

-Yo sé que cabe la posibilidad de que eso sea así, pero si puedo mantenerlo como mi amigo no pasara nada.- afirmo Alice. Se oía un poco triste, algo raro en ella.

-¿Crees poder mantenerlo en secreto?- le preguntó Echo, la cual nunca recuerdo su apellido.

-Lo he hecho durante un año y medio, creo que puedo seguir haciéndolo- dice nuevamente Alice con el mismo tono de voz.

-“Alice, ¿qué te esta pasando?, no me gusta oírte así”

-¿Y a que viene todo esto por cierto? –retomo Alice la conversación que se había quedado en silencio.

-Es que como vimos que tú y Oz Vessalius se habían vuelto más unidos pensamos que tal vez…
-“¿Qué?, ¿estaban hablando de mí?, ¿por qué?”- estaba más confundido que antes, ¿qué será lo que les preocupa tanto a Sharon y a Echo sobre la relación que Alice y yo tenemos?, no entiendo nada.

-Entiendan de una buena vez, él y yo solo somos amigos.- les contesto un poco molesta.- Y sé que solo a eso vamos a llegar, estoy conciente de que en mi… puede estar viendo a Lacie, aunque seamos demasiado diferentes, el simple hecho de que nos parezcamos físicamente puede llegar a provocar eso.

-Alice…- susurraron ambas. Yo estaba con los ojos abiertos a más no poder, ¿Alice pensaba eso?, ¿de verdad creía que en ella yo veía a Lacie?, argh, ya no aguanto más esta situación.

-OH, chicas, ¿qué hacen aún aquí?- les pregunto al salir de mi “escondite”.- ¿No es un poco tarde para que estén ustedes tres aquí?

-¡Oz! –gritaron a la vez. Genial, al parecer no sospechan que escuche la mayor parte de la conversación.

-Si chicas ese es mi nombre, no necesitan recordármelo.-les dije tratando de liberar la tensión que había ahí.

-Que gracioso, Oz.- me dijo Alice con notable sarcasmo en su frase.

-Gracias. Oigan chicas, ¿qué les parece si nos vamos de aquí? Se esta poniendo obscuro y creo que en sus casas ya han de estar preocupados.-les digo. Las tres aceptaron. Acompañe a cada una hasta su casa, la primera en llegar fue Echo, era la que más cerca vivía. Después fue Sharon. No se veía muy contenta de que Alice se quedara conmigo, más aún así no le quedo más opción que entrar a su casa.

De camino a casa de Alice hubo un grueso silencio. Ninguno de los dos decía nada, solo se oían nuestras propias respiraciones. Estábamos por llegar a su casa cuando Alice decidió decir algo..

-Oz…

-¿Dime?-le respondí con naturalidad.

Se quedo callada un momento pero después retomo la palabra- Creo que hasta aquí debemos llegar.

-¿Eh?, pero Alice faltan ya solo dos cuadras para llegar a tu casa…-le dije un poco confundido al escucharla decir eso.

-No me refiero a eso, idiota.-me dice mientras me da un fuerte golpe en la cabeza.

-Ouch, Alice eso me dolió…-le dije derramando unas cuantas lágrimas, pero solo unas cuantas, por el dolor..- Pero… si no te refieres a eso, ¿entonces a qué?

-Me refiero a… nuestra relación.-Alice me estaba dando la espalda ya en ese momento.
-¿Eh?

-Sí, creo que hasta aquí debe llegar esta.... amistad que tenemos.- ¿Cómo?, ¿qué estaba diciendo?

-¿Qué?, ¿por qué?-le pregunte realmente confundido pero a la vez triste.

-Es solo que es lo mejor…

-¿Lo mejor para quién Alice?-le pregunto seriamente pero aún confundido.- Anda contéstame Alice. Yo no quiero que esto se termine.

-¡Yo tampoco!, yo tampoco, pero… -se abraza a si misma, como si estuviera buscando una protección.- Ah… es solo que yo ya no puedo estar más tiempo contigo, no creo poder soportarlo más…

-Alice, ¿por qué dices todo esto?, ¿a caso te molesta mi compañía?

-No, en lo absoluto… -sigue sin darme la cara.- Disfruto mucho de tu compañía Oz...

-¿Entonces, porqué? –le insisto, estaba comenzando a impacientarme.

Alice bruscamente voltea, pero lo hace tratando de retener lo que parecían ser lágrimas. Su rostro mostraba un poco de enfado y vergüenza a la vez, pero lo que más reflejaba era tristeza, algo que no iba bien con ella.

-Alice…

-El problema, Oz, es que yo no puedo verte como solo un conocido, un compañero de clase, o un amigo, yo simplemente no puedo… -de sus ojos comenzaron a caer esas lágrimas que con tanto esfuerzo había intentado contener. Me partió el corazón verla así.

-Alice…

-He estado ocultando estos sentimientos por más de un año y medio, y sinceramente no creo poder retenerlos más; aunque les haya dicho a Echo y a Sharon que podría, la verdad es que no puedo…- cerró sus ojos con fuerza dejando fluir con mayor rapidez sus lágrimas.

Con esto último que me dijo pude entender a que se refería. Me sentía realmente alagado pero a la vez sorprendido, nunca espere que ella albergara esos sentimientos por mí. Mi rostro abandono esa expresión de sorpresa para dejar que una de ternura apareciera. Me acerqué con cuidado a ella y la abrace con fuerza. Sentí como respingo ante el contacto, estaba tiesa. Lo único que hice fue acercarme a su oído y susurrarle…

-Dame un poco más de tiempo, es todo lo que te pido.- me detuve un momento para pensar bien lo que debía decir a continuación.- Pero por favor, no te alejes de mi lado.

-Oz….-la sentí menos tensa, y también sentí como sus brazos rodeaban mi cuerpo. Que calido se sentía. Así estuvimos varios minutos, minutos que para nosotros fue una eternidad.

Casi un mes después.

Después de clases cité a Alice en el parque que estaba frente al instituto. Yo llegue primero, solo tuve que esperar cinco minutos para después verla entrar lentamente al parque. Su mirada reflejaba confusión, nerviosismo y miedo, especialmente el último.
Llego hasta mí y pregunto…

-¿Para qué me citaste aquí? –fue lo único que salio de su boca. Yo simplemente sonreí.

-Te cité aquí porque tengo algo muy importante que hablar contigo.- le dije sin más.

-OH… ¿Y qué podría ser?-me dijo sin mucho entusiasmo.

-Bueno, empezaré desde el principio…

-Ni modo que por el final.- me dice con su típico tono sarcástico. Cielos, este tipo de respuestas molestarían fácilmente a cualquiera pero a mi… a mi me fascinaban esas reacciones que tenía.

-Jajaja, tienes razón, eso sería ilógico.-le contesto.- Bueno, a lo que iba… - me dirijo hacia una banca que estaba cerca de nosotros y me siento, le hago el ademán de que se acercara y de que se sentara a mi lado. Ella muy lentamente se acerca y se sienta. Comienzo a hablar.- Hace casi un mes, escuche parte de una conversación que tuviste con Sharon y Echo en un pasillo de la escuela, y recalco que no fue mi intención, estaba dispuesto a irme.-mire de reojo hacia donde estaba Alice, pude ver que estaba un poco tensa.- No le tome mucha importancia a lo primero porque no sabía que estaban hablando de ti y de mi. Sabía que no les convencía del todo nuestra amistad, por eso no le tome tanta importancia, ellas podía pensar lo que quisieran.- me detuve un momento. Mire un momento a Alice. Seguía exactamente igual. Quise continuar, pero primero quería ver si ella quería decir algo.

-No… no te quedes callado.-eso fue más una orden que una petición.- Yo… yo no diré nada hasta que me digas todo…

-Está bien. –entonces me digne a continuar.- Después de que supe que estaban hablando de mi, escuche algo que dijiste que realmente… me hizo sentir triste.-sentí la mirada de Alice sobre mí. – Tú dijiste que… había una alta probabilidad de que en ti estuviera viendo a Lacie.

Otro silencio reino en ese parque. Realmente eso me había dolido, pero no la podía culpar pues cualquiera era capaz de pensar eso, de hecho, mis amigos me lo dijeron tiempo después.

-Sé que es algo que es muy fácil llegar a pensar, -dirijo mi vista hacia Alice, la cual aún seguía viéndome, tomo sus manos entre las mías y las acercó hacia mi pecho. Alice estaba comenzando a sonrojarse. Je, que linda se veía así.- pero quiero que sepas que eso no es verdad. Yo no veo a Lacie en ti, no podría.

-Pero... –deje de sujetar con una de mis manos las suyas y la callé colocándole uno de mis dedos sobre sus labios.

-No, déjame terminar. –quito lentamente mi dedo de sus labios y continuo.- Yo jamás podría ver en ti a Lacie, porque tu y ella son completamente diferentes, no solo por el color de cabello, sino por todo.- me mira con atención.- no solo se diferencian por el color de su cabello, lo hacen igual por su actitud, sus gustos, su personalidad. Todos dirán que ustedes son idénticas, pero yo puedo ver la diferencia, al menos ahora puedo hacerlo con más claridad que antes.

Ella no dejaba de mirarme. Su mirada era más serena, se veía más tranquila, no había rastro de miedo o de tristeza Esa era la mirada que yo quería ver

-Alice, el mismo día que las escuche a ti y a tus amigas… cuando solo quedábamos tú yo después de haberlas acompañado a casa… me diste a conocer tus verdaderos sentimientos, ¿lo recuerdas?

-S- sí….- desvió la mirada de mí, algo muy típico en ella cuando la vergüenza le ganaba.

-¿Y recuerdas que igual te pedí tiempo?

Ella solo asintió con la cabeza…

-¿Sabes porqué lo hice?

No dijo nada…

-Fue porque en ese momento no estaba muy seguro de lo que me hacías sentir. No quería apresurarme, quería estar seguro…

-…

-Por eso te cité aquí hoy Alice, - con mi mano libre tomo su barbilla con delicadeza y hago que me voltee a ver.- para que supieras a que conclusión llegue con mi corazón....

-¿Y… a qué conclusión llegaste? –me pregunto entre ansiosa y nerviosa.

-La conclusión a la que llegue fue…-me acerco un poco a ella, la distancia entre nuestros rostros ya no era tanta. La vi sonrojarse violentamente por la cercanía.- que tú eres la gemela indicada para mi.- sin más que decir, la besé. Solté sus manos y rodee su estrecha cintura con mis brazos.

Nuestro beso fue tranquilo. Era un beso que demostraba amor, verdadero amor. Este beso que compartía con Alice era completamente a los que compartí alguna vez con Lacie. Este beso no solo era dado por uno, sino por dos. Sentí los brazos de ella rodear mi cuello con fuerza, como en un intento de estar más cerca, si es que eso era posible. Esa acción me causo un poco de risa, pero ese tipo de acciones fueron las que me hicieron enamorarme de ella. Poco a poco fuimos aumentando un poco el nivel del beso. Era indispensable, al menos para mi, besarla, casi tan indispensable como respirar.

Me fui separando lentamente de ella, comenzaba a hacerme falta el aire y estaba seguro de que a ella también. Aunque nuestros labios se separaran nosotros no lo hicimos. Yo aún seguía teniendo a Alice sujetada por la cintura, y ella a mí por el cuello. Le dedique una sonrisa, y aunque sea difícil de creer, ella a mi también, una sonrisa que no había visto antes en ella. Después de recuperar el aliento le pregunto…

-¿Quieres ser mi novia Alice?

-Oz…

-Yo quiero formalizar esta relación, pero todo depende de ti.

Se queda callada unos instantes, como si estuviera pensando. Después de que volteara a verme nuevamente lo único que hace es volver a besarme. Fue un beso rápido, pero tierno…

-Creo que lo que acaba de ocurrir entre nosotros es suficiente como para que no tengas que preguntarme eso…

Je, esa era la Alice que a mi me gustaba ver. Esa era la Alice que era mi amiga, era la Alice que me enamoro en menos de un año.

-Tienes razón.- le doy la razón porque no había nada que objetar.- Te amo Alice…- le digo acercándome de nuevo a sus labios…

-Yo también tonto.

Y así nuestros labios se unieron una vez más, mientras el atardecer comenzaba a hacerse presente.

Sin duda alguna… ella era la gemela indicada para mí.

FIN​

Suki: ¡¡AH!! Debo admitir que me quedo mejor de lo que esperaba. Siento si deje a los personajes un poco OOC, pero es un universo alterno y eso no importa mucho, espero owo. Bueno, los comentarios se aceptan, de todo tipo he de aclarar. Sin más que decir, me despido... ¡¡VIVA PANDORA, VIVAN OZ Y ALICE!!