de Inuyasha - La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

holaaa... ja es mi primer fic publicado aca, lo escribi recien y espero que les guste mucho. me gustaria que comenten porque me encanta saber que opinan los demas de mis escritos., espero sus comentarios!!

La pelea de naraku estaba en un punto de doble filo. Hacia ya mas de dos semanas que la tercera parte de la perla estaba bajo el control del monstruo, mientras que los demás fragmentos estaban bajo la protección de cierta miko y cierto hanyou. Si unían la perla, solo faltaría un fragmento… uno solo… uno que nadie sabia donde estaba pero que era la clave para poder finalmente acabar con esa pesada molestia que representaba la perdición del mundo como en ese tiempo se le conociese. Pero también representaba la posibilidad de que naraku realmente obtuviera ese fragmento.. y tan solo faltaría ganarle a ellos, para que ganara.

Inuyasha y Kagome estaban con Sango y Shippo a la entrada de una aldea… esperando a que el monje regresara de un trabajo en una de las casas.

Shi: espero que consiga mucho dinero, así compramos mucha comida!!! –grito alegremente sonriendo

Inu: si… al menos ese monje degenerado sirve para algo de ves en cuando… -dijo sentado contra un árbol

Kago: Inuyasha! No hables así de su excelencia…-dijo gritando- el siempre es de gran ayuda con nosotros…u.u

Inu: ja! Si no esta llamándole la atención a las muchachas… esta pidiéndole un hijo!

Kago: i… nu…ya…sha…!(con su rostro colorada de la ira) detente en este momento (dijo siseando mientras su rostro se mostraba tremendamente incomodo)

Inu: bah… kagome vamos! Reconócelo!!! El solo vive para las demás!! Es una causa total… completamente…

Kago: Inuyasha!! –dijo pateando el suelo

Inu: perdida… olle kagome… te sucede algo?? Jajaja mira tu rostro!! Olle… jajaja estas bien?-dijo el hanyou viendo el rostro contraído de la muchacha que bajo la vista un instante y luego lo miro con los ojos enrojecidos…

Entonces Inuyasha vio como una chica salía corriendo del lugar… ese olor… salado. Lagrimas.

Kago: Inuyasha –llamando la atención de hanyou- ABAJO ABAJO ABAJO ABAJO ABAJO!!!! Eres un inconciente… un… un!!! Un… estupido ABAJO!!

Dijo antes de salir corriendo atrás de su amiga.

Shi: jajaja te dolió? Pues te lo tenias merecido POR BRUTOO!! Q… no eras taaan poderoso, que no te das cuenta que sango estaba al borde de las lagrimas y aun asi tu… tuviste que decirle eso?? Es cierto… pues… Miroku es un degenerado –dijo pensativo –pero no tenias que decírselo!!

Inu: ya… cállate! –dijo desde el piso, aun sin despegar la cara de la tierra.
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Los cabellos de la chica de arremolinaban bailando en el cielo… su carrera era ágil, con todo ese tiempo de entrenamiento, sus saltos eran certeros. Corría sin una ubicación fija, solo quería estar sola.

Sabia que todo lo que él había dicho era cierto, sabia que nunca se comprometería, se lo había prometido pero aun así… no sabia si confiar mucho en eso. Y las palabras del estupido de Inuyasha no ayudaban. Sabia que kagome había tratado de detenerlo, sabia que su intento había sido una y otra ves consiente de las palabras de Inuyasha… que ella sabia lo que el iba a decir…

Sabia que todo era cierto… y que no era bueno. Pero, tenia que sufrir tanto?

Que había hecho ella para merecer tal mal? Es que ella de habia equivocado tanto al enamorarse de el?

Pero si era taaan difícil, no era lo mejor olvidarlo, dejarlo pasar?

Un maullido la saco de sus pensamientos. Era cierto, su fiel gata seguía con ella., apoyada sobre su hombro. Salto y se coloco delante de ella. Sango se detuvo y la miro atentamente, había algo que le quería comunicar acaso?

La gata volvió a mauyllar mirándola atentamente y luego giro su suave cabeza y apunto hacia el norte.

San: que sucede? Que hay alla? Ahh.. es una aldea! Que raro, no la había divisado.. quieres ir alla? Ja.. tienes hambre cierto? –dijo en un dulce susurro agachada acariciándola.

Entonces la tomo en brazos y empezó a caminar lentamente hacia la aldea.


Muuuuy atrás, una miko corría lo mejor que podía detrás de su amiga. Le preocupaba las acciones de la bella exterminadora, pues en este caso podría pasar cualquier cosa, estos tiempos eran cada ves mas difíciles. Con naraku buscándolos desesperadamente, tratando de acabarlos por cualquier medio… era muy peligroso separarse.



Shi: Inuyasha…

Inu: que quieres enano??!!

Shi: no me llames enano perro tonto!! –grito-escucha..no iras por kagome?

Inu: bah,.,, que se arregle sola…

Shi. Inuyasha! No seas asi…

Inu. Ja! Me estampa en el suelo… y luego kiere que la salve?*.*

Miro: Inuyasha… que has hecho? Donde esta la señorita… y sango?

Inu: emm… sango se fue… no se bien por que -dijo mirando al cielo-y la tonta de kagome me culpo a MI! –dijo con voz de victima –y me estampo en el sueloo!! –grito señalando el piso.

Shi. Ya Inuyasha…u.u te lo tenias bien merecido!! Después de todo tu dijiste…

Inuyasha le pego un coscorrón en la cabeza

Shi: olle, o.O te aprovechas porque kagome se ha ido!! Pero cuando la vea…

Miro: se han ido?? Inuyasha, debemos ir por ellas!!-dijo con vos de reproche- Es muy peligroso para ellas dos estar solas…

Shi: y seguramente separadas...

Miro: que?

Shi: pues sango salio corriendo, NO SE PORQUE –dijo sarcástico-pero… pues salio mucho antes de kagome, no se si ella la habrá alcanzado.. lo dudo…

Miro: pues vamos por ellas!! Inuyasha…

Inu: que??? Ya déjate de molestar monje…

Miro: que esperas???? Vamos! No has pensado en naraku… y los fragmentos? Es cierto, tu tienes algunos, pero la señorita tiene los demás!! Y si la atacan? Lo has pensado???

Shi. Es cierto… INUYASHA! Vámonos…

Dijo el zorrito mientras comenzaba a correr. Miroku fue detrás de él, no sin antes darle una mirada asesina al hanyou. Inuyasha sin embargo seguía sentado en el suelo sin moverse.

Inu: tonta kagome… siempre contra mío… es que no me puede dar la razón al menos UNA ves… tonta…

“pero algo es cierto… ella tiene fragmentos… y esta sola. Ahh… tal ves fue un error haberla dejado ir… maldición kagome! Porque eres así??!!”

dicho y pensado esto.. se levanto y salto a la copa del árbol al que recién miraba desde abajo. Olio el aire, detecto un aroma conocido… y empezó a correr.



Kago: “estupido inuyasha… por su culpa sango se ha ido… pero por donde??! Demonios… me eh perdido!! Este bosque es muy tétrico y frío… me temo que tendré que volver… pero… como? No se ni donde estoy parada… Inuyasha… estupido terco!!!”

Caminaba en silencio, pero las hojas crujían ruidosamente a su paso vacilante. No muy lejos de allí, unos monstruos la escucharon y fueron a atacarla. Enseguida tres flechas acabaron con ellos. No eran muchos ni poderosos, pero eran grandes.

Kago: estuvo cerca…

Entonces un monstruo mas salio a su vista entre los árboles. Parecía un ogro, media el triple de la miko, y poseía dos cabezas. Su rostro era horrible y pronunciaba inentendibles palabras. Se lanzo tras la chica, quien comenzó a correr desesperada sin saber como reaccionar. Tomo del camino una roca, y la lanzo torpemente hacia su espalda, esto izo retrasar un poco la carrera del monstruo, pero retomo enseguida con mas envión. Sin embargo, kagome se había retirado de su camino.

Ogro: arrrgg!! Tooonta humana… puedo olerte… hueles deliciosa!! –grito con una vos ronca y gruesa- ven, sal y no hagas mas difícil mi cena.

Pero kagome se había escondido tras unas rocas no para desaparecer, sino para tomar tiempo de armar su arco. Coloco una flecha y se asomo. El ogro no la vio, estaba detenido oliendo el aire. Le daba asco verlo, pero sabia que sin ayuda era una amenaza…

Después de todo, sango había cometido la estupidez de separarse y era peligroso, pero ella también de separo… y era igual de peligroso. O peor.

Lanzo la flecha y pego directo en la cabeza izquierda. El ogro se resistió, pero la segunda flecha que pego en la otra cabeza evaporo enseguida al cuerpo. Salio de su escondite triunfante, y camino hacia el ogro. Vio un instante mas el cuerpo derretido y humeante… había sido gratificante acabar con tal molestia… se lo merecía.

Su cuerpo de encontraba un poco mas elevado del nivel de la cabeza del monstruo, entonces, una corriente fría se deslizo por su espalda y contrajo su espina. Un muy mal presentimiento punzo su cabeza, un sentimiento de vació… de soledad acudió a su corazon.

Sintió como su pulsación de aceleraba, y como sus ojos se llenaban de cristal liquido. Un sentimiento de soledad y frío… acaso no había sentido eso antes? Siempre… siempre lo había sentido.


Quiso moverse, y no pudo. Quiso gritar y no se lo permitieron. Había algo, acaso alguien? Que se lo impedía. Que sucedía aquí? Porque todo era así? Como era capas de suceder cosa tal descuidada… ella sola en medio de un bosque, con los pocos y muy valiosos fragmentos de una perla que un ser horripilante deseaba bajo su protección, y ella detenida delante de un cuerpo inerte… que habría causado ese sentimiento de lleno orgullo y bien estar cuando vio al ogro morir? Porque se había sentido tan bien con su cuerpo poderoso picandole los dedos y dando alegria a su corazon? y porque se sentía tan mal ahora?

Sus ojos se cerraron lentamente, su cuerpo perdió por completo sus fuerzas, acompasado, rápido… el compás de su corazón solo acompaño aquella caída. La habían atacado por la espalda y ahora no había nada mas que hacer.
E Inuyasha no estaba con ella.

sola... y perdida. in fuerza, que poder habria de ayudarle ahora? cayo inconsiente.









ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, COMENTEN Y MUY PRONTO, CUANDO USTEDES QUIERAN, LES PONGO UNA COMTI MUUUY ENTRETENIDA. JAJA BESOS Y SUERTEEE

 

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

buenooo... voy demasiado rapido? esta la escribi de golpe, cuando escribi la priemr parte asi que ya la tenia. lei sus comentarios, mucha gracias jaja... espero les guste mucho!! y sepan que acepto cualqueir critica ^^ besos!! suerteee....

Sus ojos se cerraron lentamente, su cuerpo perdió por completo sus fuerzas, solo un acompasado, rápido… el compás de su corazón solo acompaño aquella caída. La habían atacado por la espalda y ahora no había nada mas que hacer.
E Inuyasha no estaba con ella.



Cap 2:

Una brisa fría se extendió sobre el cuerpo de la muchacha. La noche había llegado, y las hojas de los árboles habían comenzado a danzar, llamando a las nubes que antes lejana y distantes, ahora amenazaban a las criaturas de la tierra con empaparlas.

Había tardado toda la tarde completar el camino pero al fin había llegado. La gata maulló un par de veces en el camino, pero ahora se había dormido.

San. Kirara –llamo cuando llegaron alas puertas de la aldea.

La gata respondió entonces ella avanzo. Muy pronto, tres hombre y una joven y hermosa mujer detuvieron su paso.

Hombre: quien eres, y que quieres? –su vos varonil y ronca le sonó algo arrogante a sango, quien movió su mirada al instante analizando por completo a las tres personas.

Parecían ser dos guerreros de edad media, ya que cargaban armadura, y un hombre mas viejo, quien simplemente miraba. Solo cargaba una ropa ligeramente abrigada y se mantenía protegido detrás de la espalda del segundo hombre. La mujer en cambio, estaba a la misma altura de los dos guerreros. Llevaba un kimono azul claro, y sus cabellos estaban atados a un costado de su cabeza. Sus rostros parecían preocupados, acaso temerosos?

Sango pensó un instante en esta situación y decidió contestar cortésmente.

San: mi nombre es sango, soy una exterminadora ahora sin hogar. Me gustaría pedirles si fueran tan amables –su vos se torno oscura por un instantes, recalcando sus ultimas palabras, pero sin perder la cortesía- que me dejaran descansar aquí. Podría ayudarles –reconoció alegremente –y ustedes ayudarme a mi –concluyo.

Hombre: a mi me pareces sospechosa –dijo en un tono desagradable mirando de mala manera a kirara y a sango misma.

Mujer: kioto… -dijo la mujer con una voz dura, autoritaria casi. El hombre detuvo sus palabras y afirmo su postura. La mujer miro seria a sango, y luego esbozo una leve sonrisa –como has llegado a nuestras puertas?

San: me perdí en el bosque por la tarde –dijo con un deje de tristeza recordando la razón-y cuando vi la aldea a lo lejos decidí aventurarme confiando en la bondad de sus habitantes –dijo mirando a los dos hombres

Mujer: disculpa nuestras voces y preguntas, pero debemos ser precavidos. Pasaras entonces –anuncio con vos mas fuerte –pero… nos ayudaras en el lapso que compartas con nosotros?

San. Por supuesto -contesto algo desconfiada. Ya había dicho antes que ayudaría, pero no se imaginaba el porque de la desconfianza de los demás.

Así fue como sango esa noche fue ubicada en el cuarto de una gran casa, donde la mujer anuncio como suya. Le presto algo de ropa, y sango se recostó luego de compartir una deliciosa cena con la mujer, en la cual casi no hablaron, temerosas de decir de más.



Inuyasha saltaba de copa en copa, mientras decidía que hacer. Había perdido el aroma de sango hacia tiempo, pero el aroma de kagome era constante. Varias veces parecía haberse trasladado de un lado a otro, lo cual lo mantenía preocupado, pues sabia que sango no estaba con ella. Pero por otro lado, también presentía el aroma de miroku y shippo que parecían alejarse cada ves mas. Se arrepintió de haber tardado tanto...

Entonces sintió aroma a sangre, y vio la luz de una flecha sagrada, kagome estaba siendo atacada! Apresuro su paso por tierra, pero se le hacia difícil llegar entre tantos y tales sombríos árboles. En su camino, un cóctel de monstruos trataron de acabar con el, lo cual lo izo entretenerse.

Una ves acabada la molestia, retomo su camino, pero entonces fue cuanto lo olió, cuando se dio cuenta. Sangre… de kagome.



Por momentos ese bosque parecía iluminarse por magia propia. Si, había muchas cosas que allí podrían decirse y los árboles entonces las escucharían atentos, como siempre habían hecho. Ella siempre pasaba por aquel lugar… siempre claro… cuando la situación se lo permitía.
Había tenido un encuentro que ahora se le hacia pesado, y según ella, un poco de descanso le haría bien. Se sentó el pie de un árbol, que en medio de la noche pareció decirle algo que ella ignoro fervientemente. Sabia que allí pasaban cosas extrañas, pero estaba al tanto de que a ella no le harían daño, era por eso que le gustaba ese lugar.

Abrió sus ojos lentamente y vio la luz de la luna, faltaba poco para que estuviera llena, a poco de unos dos días. De pronto de la luz se extendieron varios lazos de la misma materia, eran unas serpientes voladoras con una luz pura y casi transparente. Ella no les temía, de hecho les debía bastante, les debía que estuviera viva en ese momento.

Varias almas se depositaron en el cuerpo de la miko mientras ella volvía a cerrar sus ojos. De pronto el sueño vino hacia ella, y su cabeza se ladeó. Los árboles cerraron sus ramas, solo el sol de la mañana dejarían pasar, ahora que tenían un acompañante a sus pies.
El estrellado cielo por un momento resplandeció, como si un trueno hubiese pasado por allí. La luz de una de las estrellas quedo brillando mas que las demás, como si gritase su presencia. Nadie la vio, nadie se intereso, mas que un par de aldeanos enamoradizos del otro lado del bosque… nadie mas que dos o tres meras personas vieron como la luz de aquella estrella bajaba rápidamente como cualquier estrella fugaz, y se internaba en el corazón del circulo de árboles, y se depositaba en la cabeza de la miko, como un alma mas.

Ni ella se entero, quien siguió durmiendo. Ni los árboles, que siquiera se interesaron. El silencio reino, cuando lejos de allí, una tormenta hacia estruendosos ruidos.



La lluvia no cesaba, y el camino se había vuelto peligroso para el monje y el zorrito. Hacia ya media hora que la lluvia no cesaba y cada ves era mas fuerte, aun bajo la protección de los árboles. Miroku había propuesto a shippo volver a la aldea y alquilar un cuarto, pero aun así los dos sentían culpa al imaginar la situación de las bellas mujeres, sin dinero siquiera para eso.

Al cabo de una hora mas, la tormenta era mas poderosa, y debieron resignarse a volver. Tardaron mas de dos horas en llegar de nuevo a la aldea, pero esa noche al menos durmieron secos bajo techo.


El olor a sangre por momentos era mas fuerte, pero cuando la lluvia había iniciado, inuyasha había perdido el rastro casi al instante. Tardo casi 5 horas esa noche en recorrer el bosque de punta en punta, pero con todo ese esfuerzo (el cual el sabia que un cuarto, en la hora justa hubiese bastado) decidió resguardarse bajo la copa de un árbol, pues a los perros no les gusta mojarse.



El frió calaba sus huesos, pero su rostro parecía no recibir esta noticia, se veía, estaba intacta, atacada, obligada. No tenia idea de cómo había llegado allí, ni de cómo hacer para escapar. No sabía donde estaba, pero al menos sabia que estaba viva, aun…

Había despertado hacia apenas unos veinte minutos, al principio le molesto no poder mover su cuerpo, pero luego pudo aclarar su vista y verse a si misma frente a un espejo. Todo su cuerpo estaba sujeto en su totalidad por una especie de enredadera, que la tenia atrapada a una pared. Sus cabellos estaban revueltos, y su cuerpo húmedo. Aun conservaba sus ropas originales, y en su cuerpo, la única molestia que podía apreciar era la de un pequeño dolor en la espalda que tenia presionada sobre la pared rocosa.

Su rostro, había descubierto luego de analizar su cuerpo, estaba todo cortado. Pequeños tajitos que apenas parecían haber sangrado eran visibles a lo largo de todo su bella piel y llegaban hasta la altura de su cuello. Desde hacia rato habia notado que no podia mover su rostro, no podia mover sus labios, ni hacer ninguna expresión, parecia estar sellada, sin embargo, a lo lejos y muy molestamente lograda a penitas mover las puntas de sus dedos, entre las sogas verdes. Su cuerpo estaba atado, pero podia moverlo si se esforzaba. Esta situación le resulto tremendamente incomoda, pues podia hacer ruidos pero no habrir su boca ni mover su lengua. Solo podia pestañear y ver todo amenamente.

Trato de ver lo mas que podia al costado, pero solo vio el espejo, largo y reflejo de roca, y mas roca. No llegaba a ver nada mas que ella misma, y era una especie de pasillo, en donde estaba ell entre la pared y el espejo.
De pronto un leve movimiento le llamo la atención, alla a lo lejos algo oscuro caminaba por la oscuridad misma. Un miedo crecio en ella, no presentia nada ni nadie.

Volvio a mirar su reflejo y sorprendentemente vio brillar cinco pedacitos de luz, los fragmentos de la perla se encontraban colgados contra su pecho. Era cierto, aun los tenia, y los otros los tenia inuyasha. No todo estaba perdido entonces.

Inuyasha… la habia dejado sola, como estaria el ahora? Esperaba que bien, pues no soportaria lo contrario. Sabia que el iria por ella, sabia que la salvaria, pero odiaba la iodea de que todo esto fuera su culpa.

¿?: incomoda pequeña? –la voz de una mujer aparentemente vieja se izo presente.

Kagome miro ansiosa hacia los extremos de los costados del espejo, pero no vio nada ni nadie.

¿?: incomoda… incomoda… -empeso a cnatar la titubeante, temblorosa voz de una mujer que misteriosamente kagome no lograba ver ni sentir.

Miro, una y otra ves, entonces sintio que la voz y su canto era cada ves mas fuerte. El tono que antes era tranquilo y algo chillon, ahora era mas impasiente y lujurioso. Etaba enojada, furiosa contra ella, pero no lograba verla, donde estaba!? Quien era? Que queria!??

Miro una y otra ves, sus ojos empesaron a llorar por el esfuerzo de sus movimientos, su cuerpo empeso a doler, la enredadera empeso a sangrar la sangre de la miko. Que sucedia? Su cabeza dolia terriblemente e imágenes horripilante, de sus amigos siendo atacados se hicieron presentes. Queria gritar pero su rostro de mostraba pasivo ante el espejo, como una mascara.

Entonces miro al extremo derecho una ves mas y no vio nada. Y alli lo escucho, un susurro, un calor que ingresaba en su oido, alguien a su lado, alguien…

Incomoda?...

Kagome miro, a su izquierda, al lado de ella, colgada, trepada a ella. Era un ser con forma de vieja, algo gorda y arrugada, que se tambaleaba colgada con unas garras espeluznantes, desgarrando la piel de la bella chica. Lamia su mejilla, cortada su piel, se reia de ella, y lueo miraba al espejo y sonreia con una estrepitosa mueca. Y kagome no hacia mas que mirar, y mojar sus mejillas con lagrimas, cosa de la que se arrepentia, pues este hecho parecia hacer que el monstruo estuviera mas entusiasmado en su trabajo de lamerla.

Kago: que quieres?

Es ser se detuvo al instante, el cuerpo de la miko estaba caliente, le quemaba. Se solto de ella y kagome vio como se esfumo de pronto en el aire. Ella no sabia como habia sucedido, pero ahora ella era diferente… que habia sucedido? Su cuerpo era el mismo, pero sus ropas cambiaban bajo la enredadera. Sus cabellos se alargaban solos, y parecian cortar la planta, como si fueran de veneno. Sus labios se habian movido sin que ella se diera cuenta y su voz habia sido fuerte e inexpresiva, fria como el hielo. Que sucedia? Y dentro de ella entonces, crecio un sentimiento que siempre le habia sido mas que ajeno, inclusive contrario, pero que ahora le extasiaba. Su cuerpo parecia nuevo, sus cortaduras cerraron. Sus oidos parecieron agudizarse, y su mirada se volvio poderosa. Giro su rostro quebrando la planta que la mantenia presa. El monstruo con forma de vieja permanecia en forma fetal, en el piso, llorando, que era ese aroma? Algo dulce, pero amargo a la ves, un aroma exquisito a sus sentidos, su olfato era muchisimo mejor., que signioficaba ese aroma, era acaso miedo?
Si.. ese monstruo le temia, y a ella le encantaba.

No volvio a mirar el espejo, estaba de costado ignorandolo cuando extendio su puño y le pego. El espejo estallo en pedazos, pero ninguno le pego a ella. Estaba segura, ella era mucho mas poderosa, con un poder muy diferente al que habia conocido. Era como si algo que siempre habia estado dentro de ella ahora afloraba… y se sentia bien.




que les parecio?? buenooo... las dejo, besos... fana de sessh... suerte, la pomy:P

 

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

holas... bueno les dejo la PRIMER parte del tercer cap. la escribi recien y espero que les guste mucho. muchas gracias por sus comentarios, aunque me di cuenta que borraron algunos. en cuanto a la peticion de que las preguntas del ff fueran mas claras, no entendi muy bien que quisiste decir, pero si dspues de explicas, no voy a dudar en arreglarlo, si?? jaja espeor les gute. este cap. es el mas largo que es escrito, y la sgeunda parte ya la tengo ja, asi que si la quieren pueden pedirmela, no hay problema. no la pongo ahora por miedo a empalagralos ya de tanta escritura.

bueno, sin mas los dejo, besitooos

……………………
cap.3


La extensión que parecía ocupar el espejo le pareció gigante. Los pedazos se quebraron sucesivamente y el agudo sonido batallo en sus oídos por un largo momento. El cuerpo tembloroso del monstruo que había osado con tocarla ahora sollozaba mas fuerte, su cuerpo estaba todo clavado con pequeños vidrios y sangre oscura y viscosa surgía asquerosamente y ensuciaba todo el piso. Se encontraba algo lejos de ella, pero podía verlo completamente sin tener que forzar su mirada.

Diviso en el aire una gama leve de colores semitransparentes, casi inexistente alrededor del cuerpo del monstruo, ¿acaso sería su aura de poder? Pues era muy débil, aunque no necesitaba verlo para saberlo.
Cerro su puño, una gran sensación, una gran necesidad de sangre enervaba de su interior, necesitaba sentir el calido y viscoso desgarre de la piel de esa bestia por sus propias manos, ¿Cómo había osado siquiera en tocarla? Si… debía pagarlo ahora, con su mismísima vida y sufriendo, suplicando por ella… eso era lo único que importaba ahora, venganza.

Sintió como su propia piel se desgarraba, leve pero presente, la sangre corrió por su puño. Levanto su mano y la observo detenidamente. En ella, lo que antes eran uñas parecían ser garras, mucho mas largas y de un color negro platinado. Su piel blanca y firme resaltaba por el contraste. El aroma de su sangre era muy diferente al de aquella bestia, mucho mas dulce, mas deliciosa. Lamió sus heridas, que ella misma se causo, y un éxtasis se creo interiormente. Sintió como una sonrisa se dibujaba entre sus labios, una sonrisa que la izo sentirse demasiado bien. Observo una vez más sus garras…

Monstruo: por… por…fa…fa…fa…vor… yo… no… sabia!... –dijo llorando la bestia que la miraba desde lejos, sin osar moverse aun.

Kagome no izo caso a estas palabras, le parecían solo ecos sin importancia… sus garras entonces le mostraron un brillo blanquecino, tres de ellas, las del medio de la mano, resplandecían levemente. Agito precipitadamente la mano y observo como de ellas se desplegaban una docena de pequeñas daguitas que se posaban fuertemente en el suelo. Las miro detenidamente ahora, y observo que parecían ser de metal. De ellas un brillo verdoso se desprendía… poseían veneno.

No tenia idea de cómo había sucedido eso en ella, de cómo había sido, pero era como que siempre lo había sabido. En su interior, en otras ocasiones, esta era ella y al mismo tiempo era alguien muy diferente. Se pregunto si estas características opacaban la de sacerdotisa… si así fuese, entonces esta debería ser una segunda personalidad… o al menos algo parecido, pero era algo que era definitivamente natural en ella, esta ERA ella y así debía ser. Miro una ves mas al monstruo, pensó en que decir, que tono usar, y al cabo d un segundo, su voz se escucho fuerte y clara.

Kago: donde esta mi arco y mis flechas?

El monstruo seguía llorando y repitiendo las mismas palabras que antes, pero ahora Kagome le prestaba atención y logro escucharlas. Un sentimiento de ira se desplegó aun mas fuerte dentro de ella… la estaba ignorando??!!

Quiso llegar a él y hacerlo sufrir, quiso verlo llorar mirándola a los ojos, quiso hacerle pagar tal falta de respeto.
Suspiro y cerro sus ojos. Cuando los abrió, se encontró con sus manos en alto. Las bajo de repente sorprendida y algo despistada, miro al frente pero no vio nada. La presencia era mas fuerte ahora, estaba debajo de ella. Miro, y encontró que ella estaba posada literalmente sobre el cuerpo, el cual estaba todo descuartizado, ¿Cuándo había hecho tal acción?¿como la había llevado a cabo sin estar al menos consiente de ella?

Un ruido leve, acompasado y muy tranquilo a lo lejos le llamo la atención. Un aroma que antes había pasado desapercibido pero ya estaba presente de antes, ahora era mas fuerte y logro llamar la atención de Kagome. Ella miro detenidamente a ambos lados, todo parecía ser parte de un pasillo sin salida. Todo estaba oscuro. Miro a su izquierda, allá a lo lejos divisaba rocas y a la derecha… igual. Estaba el camino cerrado, como un túnel al cual le obstruyeron la puerta de salida. Se sentó sobre el cuerpo, y cerro los ojos concentrada en cual seria su próximo paso. Un nuevo mensaje, un nuevo objetivo llego a su cabeza… había alguien que se lo merecía, que merecía su presencia… Naraku, ese bicho asqueroso… le causaba repulsión. Abrió sus ojos velozmente, y su vista se adapto a la oscuridad. Miro sus garras, apoyadas sobre sus rodillas. Fue entonces que observo por primera ves la manera en que estaba vestida, con un pantalón similar al de Inuyasha, de color rojo y abombado, y arriba lo mismo. ¿Porque tendría esa ropa?

Kago: ja, igual a Inuyasha, quien lo diría? ¿acaso soy como él entonces?-su vos sonó burlona contra las paredes que le hicieron eco-... no, me gustaría otro color, no necesito la protección del rojo…

Un pensamiento, una vocecita lejana le pregunto… que color te gustaria? Ella como sintiendo la voz tal como si fuera un pensamiento mas en ella, contesto sin darle importancia

Kago: negro…

Entonces observo como todas sus ropas se tornaban de este color. Se levanto apresuradamente, alguien estaba jugando con ella? Sus cabellos bailaron en el aire, y cayeron lentamente sobre su espalda. Los miro amenamente, ahora le llegaban hasta mas debajo de la cintura y eran de color rubios… como no los había notado? O era que los había visto pero no les había hecho caso? Como fuese, todos estos cambios en los que recién ahora deparaba, le parecían más que excesivos. Se volvió a sentar sobre su asiento desgarrado, y se concentro en sentir alguna otra presencia. El ruido acompasado seguía vibrando levemente en su cabeza. A lo largo de unos pesados minutos, llego a una conclusión, a una prueba de su teoría…

Kago: azul –dijo mirando sus ropas.

Su kimono enseguida obedeció la orden y se torno d un azul claro. Kagome suspiro cansinamente, tantos pensamientos para descubrir un poder mas… abrió sus ojos como plato, otro descubrimiento mas… tomo un mechón de pelo, lo miro de costado y ordeno:

Kago: blanco

El pelo se torno blanco al instante


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La luz del sol sorprendió a su mirada, con un rayo nacido desde las hojas de los árboles. Escucho un susurro de entre sus labios… ya amaneció…

Levanto sus brazos y vio pequeños rasguños entre sus ropas. Las ramas y las corridas eran las culpables. Se sintió cansado, agotado. Un pequeño golpecito lo izo volver a la postura que siempre solía llevar, el golpe de unos fragmentos colgados al cuello. Los tomo y los vio detenidamente… Kagome… ella estaba en peligro, Naraku ya la habría encontrado? Tendría con ella aun los fragmentos?

Pero no eran los fragmentos lo que lo habían hecho correr como loco toda la noche, verdad? No… era ella, era su bienestar… tampoco, era ese sentimiento de culpa dentro de el, como podía ser tan egoísta? Evitaba como podía ese sentimiento pero le era imposible… el sentía culpa por ella, por cada cosa que le sucedía, de hecho hacia tiempo venia sintiendo ese sentimiento… cada ves que ella lloraba, cada ves que sufría, cada ves que le pasaba algo, era culpa de él, y era por eso que quería alejarse de ella, dejarla ir, pero eso también lo hacia sentirse culpable…

El no tenia la culpa, o si? Toco el collar con el cual Kagome lo controlaba… sintió una leve descarga viniendo el él, se volvió y se coloco el otro collar. La esencia de Kagome no estaba mas allí, había desaparecido… la había perdido.

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La ventana levemente abierta izo entrar una brisa fría que erizo la piel de la mujer. Se volvió a girar una ves mas, y termino de envolverse por completo con las sabanas. No había sido una buena noche, pero al menos había estado cómoda, claro hasta que el frió la había mantenido aun mas despierta que antes. Sus ojos hicieron el intento de abrirse, pero aun cuarto de camino, se volvieron a cerrar decididos a un rato mas de descanso.
De repente un grito la alarmo y la sentó de golpe en la cama, abrió sus ojos como plato y vio como la puerta de su cuarto frente a ella se abría y golpeaba fuertemente la pared.

Mujer: rápido! Nos atacan…!! –Grito fuertemente la mujer que había dejado dormir aquella noche allí a sango –es hora de que pagues tu estadía –dijo ahora mas tranquila, pero con una mirada sombría. –toma, vistete rápido. Te espero en la puerta principal… no tardes –concluyo saliendo de la habitación.


Sango se levanto ágilmente, cuando las sabanas cayeron ella se vio a si misma en un espejo, aun llevaba puesta su ropa de combate, pues estando en una aldea desconocida, y estando especialmente sola, no se podía confiar. Igualmente se arrojo encima las ropas, corrió al baño, se mojo un poco la cara y ato el pelo. Salio entonces corriendo al combate.

Kirara salio d una de las habitaciones y la encontró en la carrera, uniéndose a ella.
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El monje y el zorro por otro lado, ya habían salido de nuevo en búsqueda de sus amigos. Habían perdido con la tormenta a Inuyasha, pero el sol ahora estaba radiante y decidieron ir en busca de sango. Sabían que si se había separado, Inuyasha habría ido por Kagome, así que les pareció lógica la idea. De igual manera si todos estaban reunidos, Inuyasha los encontraría a ellos, así que empezaron su búsqueda.

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Caminaba con un paso súper ligero, apenas audible para si misma, de un lado a otro. El ruido leve que hace ya unos cuantos minutos pasaba escuchando, ahora se le hacia insoportable. La sensación de estar encerrada allí era totalmente insoportable.
Ya había decapitado, pateado, hasta practicado con el cuerpo del monstruo pero aun seguía maldiciéndolo y haciéndole maldades cada ves que estaba cerca de él. Camino hacia la derecha, cada ves que había ido hasta aquel extremo el ruido parecía hacerse mas fuerte. Decidió pegar una oreja a la pared, era muy bajo, pero tenia que rebajarse para encontrar una salida. Confiaba ciegamente en sus nuevos poderes, y estaba dispuesta a lucirlos al salir de allí. Se despego de la pared de golpe y sintió el golpecito de algo contra su pecho. Miro y no vio nada. Poso entonces su mano sobre este y encontró colgando de su cuello unos fragmentos de la perla. Claro… la perla

Lo había olvidado… aun hay que unir esta maldita perla… pensó al instante. Fue entonces que en medio de su caminata se dio cuenta, abrió sus ojos y los afino levemente, volvió tres pasos atrás sin voltearse, y miro a su izquierda. Soltó los fragmentos que volvieron a golpear su pecho, y levanto una mano. Cuando la apoyo sobre la pared, sintió entonces como un pequeño, distante temblor se representaba en la roca.

¡Como había sido tan estúpida! Se la había pasado escuchando del otro lado de la pared pues era el que estaba cubierto por el espejo, siendo que era de este lado que estaba la salida. Cerró su puño levemente para no herirse y se detuvo bien parada delante de la pared. Pensó que varios golpes alcanzarían ahora, pero con el primero y único, la pared de roca de redujo a arena y Kagome quedo delante de una cascada que hacia de cortina entre ella, esas rocas y el afuera. Los rayos del sol alumbraron su rostro.

Se asomo a la orilla lentamente, y observo donde estaba. El agua la separaba sí, pero le dejaba ver con claridad su alrededor. Así que este fuerte aroma que sentía era el del agua, no que el agua no tenia aroma? pues aparentemente no era tan así…

A unos treinta metros, ella calculo, se encontraba el final de la cascada e iniciaba un río. La orilla del mismo no esta tan lejos, tal ves si pudiese saltar como hacia siempre Inuyasha, lograría llegar a la otra orilla. Se pregunto si podría una ves, y no lo pensó en una segunda oportunidad… salto

El peso del agua le fue impresionante, el empuje que le produjo redujo su salto y casi cae de lleno al agua a no ser porque de golpe sintió que un suelo debajo de sus pies le daba un aventón y la dejaba posada agraciada sobre la orilla.

…que fue eso?... otro poder mío?... pues aparentemente descubrió que su salto no era su fuerte, pero que la levitación si lo era. Esto le encantaba, a medida que pasaba el tiempo se daba cuenta de que era muy poderosa… y lo mejor, es que no tenia miedo, no le dolía nada, se sentía como si fuese libre…

Y este sentimiento fue tal ves lo que la empujo a hacer lo que se le plazca, ósea empezar a correr entre los árboles y las llanuras, treparse a algunos árboles y saltar de ellos probando una y otra ves como una nube se formaba a sus pies, probo matando a unos cuantos de cientos monstruos, algunos que ni siquiera lograron provocarla, y ella solo se divertía. Habría estado “jugando” unas cinco o seis horas cuando por fin decidió volver a tierra y centrarse en su objetivo. Camino lentamente concentrándose en saber donde estaba, o al menos donde estaría Naraku, cuando se encontró con una aldea. Decidió entrar allí a preguntar cuando una rueda de aldeanos la detuvieron.

Hombre: quien eres?

Hombre 2: y que quieres aquí?

Kago: pues deseo saber exactamente donde estoy, respóndanme esa duda y me iré en paz.

Hombre 3: esperen, mírenla, no se ve hermosa? Tal ves a nuestro amo le plazca tenerla, que nos dices mujer? Eh?? Ven, ven con nosotros…

Cuando el hombre se acerco dispuesto a agarrarla y empujarla al interior de la aldea, Kagome recordó que sus cabellos ahora eran negros.

Kago: plateado “tal ves un aire mas yokuay sea suficiente…”

Dicho esto, los cabellos se tornaron blanco. En seguida un aire mucho mas místico se torno alrededor de la muchacha, quien observo fríamente calculando como reaccionaria ese hombre a tal advertencia.

Hombre 3: pero… como es posible?? Ella es… es…. Un… monstruo!! Atáquenla.

Kagome no creía lo que escuchaba, la miraban en el esplendor de su figura, mas hermosa aun que como humana, porque dejaba ver que era un ser superior, y estos entupidos osaban a tratar de atacarla?? Malditos humanos, que se creían?

Kagome los degolló con sus propias garras, no uso ningún otro medio. Pero en mitad de este acto que le pareció de lo más natural, se dio cuenta que lo disfrutaba mucho mas que matar a yokuays, y un hambre por mas sangre surgió inevitable dentro de ella. Pronto se vio parada en medio de una aldea llena de cadáveres, el aroma la extasiaba, Debía buscar mas de esa droga, de esa matanza. Debía matar. Debía hacer sufrir, después de todo, porque no? Quienes eran ellos, para que querían seguir con vida si no cambiarían en nada el mundo? Su sola ausencia, de cualquier modo, mejoraba su alrededor, así que estaba asiendo un bien, o no?

Acabo con tres aldeas al cabo de un par de horas, los gritos de terror se desplazaron velozmente. Su espíritu estaba gozando de grandes picos de éxtasis, estaba rebozando de alegría, ella era esto, ella era así.

En una de las aldeas había un gran lago, el cual le pareció hermoso a simple vista. Acabado su trabajo, cuando dejo de escuchar cualquier grito de los aldeanos, decidió, y por qué no, tomar un baño. Se quito descuidadamente sus ropas, y entro lentamente en el agua. Bajo su cabeza, y la emergió una y varias veces. El agua le encantaba, su contacto la relajaba. Vio como se teñía de un color rojo al cabo que su piel se volvía nuevamente blanca. Miro sus ropas tiradas a lo lejos y las vio todas manchadas. Se lamento por ellas, odiaba la idea de ir desalineada por la vida, peor entonces pensó en el hecho de que sus cabellos y sus ropas cambiaran de aspecto a tan solo una orden de ella. Se sumergió y debajo del agua pensó que tal ves sus poderes eran mas psíquicos que el de los demás yokuays, pero… era ella un yokuay?

No podía serlo, sus padres no lo eran, y ella había sido siempre una humana, quien para colmo no era una humana común y corriente sino una miko.

Kago: “demonios, como sabré quien soy si nadie me lo dice? Pero… quien podría saberlo? el único… tal ves… si, el seguro… mmm… creo que tendré que hacerle una visita a mi viejo amigo… pero… antes podría hacer otras pruebas con mis poderes”

Saco su cabeza del agua, tomo aire, no se había dado cuenta del tiempo que paso sin respirar. Una ves recuperada miro sus ropas nuevamente, estaban todas manchadas, y ordeno:

Kago: limpias de cualquier suciedad…

Entonces las ropas parecieron flotar en el aire, y de una manera no muy convencional pero interesante, las manchas parecieron escurrirse y chorrear sangre que cayo al piso. Luego, la ropa brillante y reluciente, se arrojo nuevamente al suelo libre de suciedad.

Kago. Doblada y prolija.

Así la ropa cumplió.

Kago: valla, parece magia más que poderes. Esto es bastante impresionante… a ver, ¿en que más puedo probar esto?

Estuvo una media hora dándole órdenes a las cosas que la rodeaban hasta que termino concluyendo que las cosas no parecían oponerse a ella, así que se rindió ante el pensamiento que podía hacer de todo.

Salio del agua y se vistió, pero una vez con la ropa puesta, ordeno:

Kago: quiero un kimono digno de mi altura, uno que deje ver el esplendor de mi magia, con los colores dignos del cielo y la tierra. Quiero que mis cabellos se muestren en su verdadera forma y que mi cuerpo me muestre quien soy, ahora.

Espero parada en su lugar un instante con los ojos cerrados, y luego camino hacia la orilla del agua. No había sentido ningún cambio, pero cuando llego a esta y miro su reflejo por primera vez se vio de esa manera. Cuando rompió el espejo, no llego a observarse, ni aun en aquella cascada. Ahora vio su rostro, el cual poseía un remarco de cabellos dorados brillantes, con dos mechones mas oscuros, casi castaños. Sus ojos de ahora color verdes claros que según se viesen parecían grises, y un hermosísimo, soñado kimono de color azul noche con flores de hilos de oro y plata. Las formas de su ropa encajaban como hechas a la medida por un dibujante sobre el cuerpo de la chica, quien se veía ahora con su propia aura. Su piel seguía siendo tan blanca como antes, pero parecía tener un brillo propio que antes nunca había tenido. Miro sus garras, estas también habían cambiado.

Kago: el conjuro que dije, esta orden… me ha mostrado mi verdadera forma? Pero… estas marcas…

Kagome observo entonces que tenia tres marcas en su rostro, una de color negro con una forma de triangulo en su frente, y dos marcas de triángulos recorrerle las mejillas, de color violetas.

Kago: pero… estas dos son iguales a las de… será que? Pero… no lo comprendo… mis marcas son idénticas a excepción de la frente, que diablos paso aquí??!!

Toco su rostro, suave y tibio. El hambre por sangre estaba ahora en segundo lugar, ahora lo importante era saber que demonios sucedía aquí, y la respuesta definitivamente la tenía ese único en el que ella había pensado. Corrió entonces lejos de ese lago y ese reflejo en busca de respuesta.

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jaja les gusto?? con ganas de mas?? me alegro :cool: naa mentira, bueno, besos!! mañana o pasado les pongo la conti.




ahhh por cierto, como soy nueva, no tengo idea si voy demasiado rapido. esta bien que les postee tan rapido, o deberia esperar, no se, unos dos o tres dias?? alguien q sepa, por fa diganme

 

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

holas... bueno les dejo la PRIMER parte del tercer cap. la escribi recien y espero que les guste mucho. muchas gracias por sus comentarios, aunque me di cuenta que borraron algunos. en cuanto a la peticion de que las preguntas del ff fueran mas claras, no entendi muy bien que quisiste decir, pero si dspues de explicas, no voy a dudar en arreglarlo, si?? jaja espeor les gute. este cap. es el mas largo que es escrito, y la sgeunda parte ya la tengo ja, asi que si la quieren pueden pedirmela, no hay problema. no la pongo ahora por miedo a empalagralos ya de tanta escritura.

bueno, sin mas los dejo, besitooos

……………………
cap.3


La extensión que parecía ocupar el espejo le pareció gigante. Los pedazos se quebraron sucesivamente y el agudo sonido batallo en sus oídos por un largo momento. El cuerpo tembloroso del monstruo que había osado con tocarla ahora sollozaba mas fuerte, su cuerpo estaba todo clavado con pequeños vidrios y sangre oscura y viscosa surgía asquerosamente y ensuciaba todo el piso. Se encontraba algo lejos de ella, pero podía verlo completamente sin tener que forzar su mirada.

Diviso en el aire una gama leve de colores semitransparentes, casi inexistente alrededor del cuerpo del monstruo, ¿acaso sería su aura de poder? Pues era muy débil, aunque no necesitaba verlo para saberlo.
Cerro su puño, una gran sensación, una gran necesidad de sangre enervaba de su interior, necesitaba sentir el calido y viscoso desgarre de la piel de esa bestia por sus propias manos, ¿Cómo había osado siquiera en tocarla? Si… debía pagarlo ahora, con su mismísima vida y sufriendo, suplicando por ella… eso era lo único que importaba ahora, venganza.

Sintió como su propia piel se desgarraba, leve pero presente, la sangre corrió por su puño. Levanto su mano y la observo detenidamente. En ella, lo que antes eran uñas parecían ser garras, mucho mas largas y de un color negro platinado. Su piel blanca y firme resaltaba por el contraste. El aroma de su sangre era muy diferente al de aquella bestia, mucho mas dulce, mas deliciosa. Lamió sus heridas, que ella misma se causo, y un éxtasis se creo interiormente. Sintió como una sonrisa se dibujaba entre sus labios, una sonrisa que la izo sentirse demasiado bien. Observo una vez más sus garras…

Monstruo: por… por…fa…fa…fa…vor… yo… no… sabia!... –dijo llorando la bestia que la miraba desde lejos, sin osar moverse aun.

Kagome no izo caso a estas palabras, le parecían solo ecos sin importancia… sus garras entonces le mostraron un brillo blanquecino, tres de ellas, las del medio de la mano, resplandecían levemente. Agito precipitadamente la mano y observo como de ellas se desplegaban una docena de pequeñas daguitas que se posaban fuertemente en el suelo. Las miro detenidamente ahora, y observo que parecían ser de metal. De ellas un brillo verdoso se desprendía… poseían veneno.

No tenia idea de cómo había sucedido eso en ella, de cómo había sido, pero era como que siempre lo había sabido. En su interior, en otras ocasiones, esta era ella y al mismo tiempo era alguien muy diferente. Se pregunto si estas características opacaban la de sacerdotisa… si así fuese, entonces esta debería ser una segunda personalidad… o al menos algo parecido, pero era algo que era definitivamente natural en ella, esta ERA ella y así debía ser. Miro una ves mas al monstruo, pensó en que decir, que tono usar, y al cabo d un segundo, su voz se escucho fuerte y clara.

Kago: donde esta mi arco y mis flechas?

El monstruo seguía llorando y repitiendo las mismas palabras que antes, pero ahora Kagome le prestaba atención y logro escucharlas. Un sentimiento de ira se desplegó aun mas fuerte dentro de ella… la estaba ignorando??!!

Quiso llegar a él y hacerlo sufrir, quiso verlo llorar mirándola a los ojos, quiso hacerle pagar tal falta de respeto.
Suspiro y cerro sus ojos. Cuando los abrió, se encontró con sus manos en alto. Las bajo de repente sorprendida y algo despistada, miro al frente pero no vio nada. La presencia era mas fuerte ahora, estaba debajo de ella. Miro, y encontró que ella estaba posada literalmente sobre el cuerpo, el cual estaba todo descuartizado, ¿Cuándo había hecho tal acción?¿como la había llevado a cabo sin estar al menos consiente de ella?

Un ruido leve, acompasado y muy tranquilo a lo lejos le llamo la atención. Un aroma que antes había pasado desapercibido pero ya estaba presente de antes, ahora era mas fuerte y logro llamar la atención de Kagome. Ella miro detenidamente a ambos lados, todo parecía ser parte de un pasillo sin salida. Todo estaba oscuro. Miro a su izquierda, allá a lo lejos divisaba rocas y a la derecha… igual. Estaba el camino cerrado, como un túnel al cual le obstruyeron la puerta de salida. Se sentó sobre el cuerpo, y cerro los ojos concentrada en cual seria su próximo paso. Un nuevo mensaje, un nuevo objetivo llego a su cabeza… había alguien que se lo merecía, que merecía su presencia… Naraku, ese bicho asqueroso… le causaba repulsión. Abrió sus ojos velozmente, y su vista se adapto a la oscuridad. Miro sus garras, apoyadas sobre sus rodillas. Fue entonces que observo por primera ves la manera en que estaba vestida, con un pantalón similar al de Inuyasha, de color rojo y abombado, y arriba lo mismo. ¿Porque tendría esa ropa?

Kago: ja, igual a Inuyasha, quien lo diría? ¿acaso soy como él entonces?-su vos sonó burlona contra las paredes que le hicieron eco-... no, me gustaría otro color, no necesito la protección del rojo…

Un pensamiento, una vocecita lejana le pregunto… que color te gustaria? Ella como sintiendo la voz tal como si fuera un pensamiento mas en ella, contesto sin darle importancia

Kago: negro…

Entonces observo como todas sus ropas se tornaban de este color. Se levanto apresuradamente, alguien estaba jugando con ella? Sus cabellos bailaron en el aire, y cayeron lentamente sobre su espalda. Los miro amenamente, ahora le llegaban hasta mas debajo de la cintura y eran de color rubios… como no los había notado? O era que los había visto pero no les había hecho caso? Como fuese, todos estos cambios en los que recién ahora deparaba, le parecían más que excesivos. Se volvió a sentar sobre su asiento desgarrado, y se concentro en sentir alguna otra presencia. El ruido acompasado seguía vibrando levemente en su cabeza. A lo largo de unos pesados minutos, llego a una conclusión, a una prueba de su teoría…

Kago: azul –dijo mirando sus ropas.

Su kimono enseguida obedeció la orden y se torno d un azul claro. Kagome suspiro cansinamente, tantos pensamientos para descubrir un poder mas… abrió sus ojos como plato, otro descubrimiento mas… tomo un mechón de pelo, lo miro de costado y ordeno:

Kago: blanco

El pelo se torno blanco al instante


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La luz del sol sorprendió a su mirada, con un rayo nacido desde las hojas de los árboles. Escucho un susurro de entre sus labios… ya amaneció…

Levanto sus brazos y vio pequeños rasguños entre sus ropas. Las ramas y las corridas eran las culpables. Se sintió cansado, agotado. Un pequeño golpecito lo izo volver a la postura que siempre solía llevar, el golpe de unos fragmentos colgados al cuello. Los tomo y los vio detenidamente… Kagome… ella estaba en peligro, Naraku ya la habría encontrado? Tendría con ella aun los fragmentos?

Pero no eran los fragmentos lo que lo habían hecho correr como loco toda la noche, verdad? No… era ella, era su bienestar… tampoco, era ese sentimiento de culpa dentro de el, como podía ser tan egoísta? Evitaba como podía ese sentimiento pero le era imposible… el sentía culpa por ella, por cada cosa que le sucedía, de hecho hacia tiempo venia sintiendo ese sentimiento… cada ves que ella lloraba, cada ves que sufría, cada ves que le pasaba algo, era culpa de él, y era por eso que quería alejarse de ella, dejarla ir, pero eso también lo hacia sentirse culpable…

El no tenia la culpa, o si? Toco el collar con el cual Kagome lo controlaba… sintió una leve descarga viniendo el él, se volvió y se coloco el otro collar. La esencia de Kagome no estaba mas allí, había desaparecido… la había perdido.

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La ventana levemente abierta izo entrar una brisa fría que erizo la piel de la mujer. Se volvió a girar una ves mas, y termino de envolverse por completo con las sabanas. No había sido una buena noche, pero al menos había estado cómoda, claro hasta que el frió la había mantenido aun mas despierta que antes. Sus ojos hicieron el intento de abrirse, pero aun cuarto de camino, se volvieron a cerrar decididos a un rato mas de descanso.
De repente un grito la alarmo y la sentó de golpe en la cama, abrió sus ojos como plato y vio como la puerta de su cuarto frente a ella se abría y golpeaba fuertemente la pared.

Mujer: rápido! Nos atacan…!! –Grito fuertemente la mujer que había dejado dormir aquella noche allí a sango –es hora de que pagues tu estadía –dijo ahora mas tranquila, pero con una mirada sombría. –toma, vistete rápido. Te espero en la puerta principal… no tardes –concluyo saliendo de la habitación.


Sango se levanto ágilmente, cuando las sabanas cayeron ella se vio a si misma en un espejo, aun llevaba puesta su ropa de combate, pues estando en una aldea desconocida, y estando especialmente sola, no se podía confiar. Igualmente se arrojo encima las ropas, corrió al baño, se mojo un poco la cara y ato el pelo. Salio entonces corriendo al combate.

Kirara salio d una de las habitaciones y la encontró en la carrera, uniéndose a ella.
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El monje y el zorro por otro lado, ya habían salido de nuevo en búsqueda de sus amigos. Habían perdido con la tormenta a Inuyasha, pero el sol ahora estaba radiante y decidieron ir en busca de sango. Sabían que si se había separado, Inuyasha habría ido por Kagome, así que les pareció lógica la idea. De igual manera si todos estaban reunidos, Inuyasha los encontraría a ellos, así que empezaron su búsqueda.

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Caminaba con un paso súper ligero, apenas audible para si misma, de un lado a otro. El ruido leve que hace ya unos cuantos minutos pasaba escuchando, ahora se le hacia insoportable. La sensación de estar encerrada allí era totalmente insoportable.
Ya había decapitado, pateado, hasta practicado con el cuerpo del monstruo pero aun seguía maldiciéndolo y haciéndole maldades cada ves que estaba cerca de él. Camino hacia la derecha, cada ves que había ido hasta aquel extremo el ruido parecía hacerse mas fuerte. Decidió pegar una oreja a la pared, era muy bajo, pero tenia que rebajarse para encontrar una salida. Confiaba ciegamente en sus nuevos poderes, y estaba dispuesta a lucirlos al salir de allí. Se despego de la pared de golpe y sintió el golpecito de algo contra su pecho. Miro y no vio nada. Poso entonces su mano sobre este y encontró colgando de su cuello unos fragmentos de la perla. Claro… la perla

Lo había olvidado… aun hay que unir esta maldita perla… pensó al instante. Fue entonces que en medio de su caminata se dio cuenta, abrió sus ojos y los afino levemente, volvió tres pasos atrás sin voltearse, y miro a su izquierda. Soltó los fragmentos que volvieron a golpear su pecho, y levanto una mano. Cuando la apoyo sobre la pared, sintió entonces como un pequeño, distante temblor se representaba en la roca.

¡Como había sido tan estúpida! Se la había pasado escuchando del otro lado de la pared pues era el que estaba cubierto por el espejo, siendo que era de este lado que estaba la salida. Cerró su puño levemente para no herirse y se detuvo bien parada delante de la pared. Pensó que varios golpes alcanzarían ahora, pero con el primero y único, la pared de roca de redujo a arena y Kagome quedo delante de una cascada que hacia de cortina entre ella, esas rocas y el afuera. Los rayos del sol alumbraron su rostro.

Se asomo a la orilla lentamente, y observo donde estaba. El agua la separaba sí, pero le dejaba ver con claridad su alrededor. Así que este fuerte aroma que sentía era el del agua, no que el agua no tenia aroma? pues aparentemente no era tan así…

A unos treinta metros, ella calculo, se encontraba el final de la cascada e iniciaba un río. La orilla del mismo no esta tan lejos, tal ves si pudiese saltar como hacia siempre Inuyasha, lograría llegar a la otra orilla. Se pregunto si podría una ves, y no lo pensó en una segunda oportunidad… salto

El peso del agua le fue impresionante, el empuje que le produjo redujo su salto y casi cae de lleno al agua a no ser porque de golpe sintió que un suelo debajo de sus pies le daba un aventón y la dejaba posada agraciada sobre la orilla.

…que fue eso?... otro poder mío?... pues aparentemente descubrió que su salto no era su fuerte, pero que la levitación si lo era. Esto le encantaba, a medida que pasaba el tiempo se daba cuenta de que era muy poderosa… y lo mejor, es que no tenia miedo, no le dolía nada, se sentía como si fuese libre…

Y este sentimiento fue tal ves lo que la empujo a hacer lo que se le plazca, ósea empezar a correr entre los árboles y las llanuras, treparse a algunos árboles y saltar de ellos probando una y otra ves como una nube se formaba a sus pies, probo matando a unos cuantos de cientos monstruos, algunos que ni siquiera lograron provocarla, y ella solo se divertía. Habría estado “jugando” unas cinco o seis horas cuando por fin decidió volver a tierra y centrarse en su objetivo. Camino lentamente concentrándose en saber donde estaba, o al menos donde estaría Naraku, cuando se encontró con una aldea. Decidió entrar allí a preguntar cuando una rueda de aldeanos la detuvieron.

Hombre: quien eres?

Hombre 2: y que quieres aquí?

Kago: pues deseo saber exactamente donde estoy, respóndanme esa duda y me iré en paz.

Hombre 3: esperen, mírenla, no se ve hermosa? Tal ves a nuestro amo le plazca tenerla, que nos dices mujer? Eh?? Ven, ven con nosotros…

Cuando el hombre se acerco dispuesto a agarrarla y empujarla al interior de la aldea, Kagome recordó que sus cabellos ahora eran negros.

Kago: plateado “tal ves un aire mas yokuay sea suficiente…”

Dicho esto, los cabellos se tornaron blanco. En seguida un aire mucho mas místico se torno alrededor de la muchacha, quien observo fríamente calculando como reaccionaria ese hombre a tal advertencia.

Hombre 3: pero… como es posible?? Ella es… es…. Un… monstruo!! Atáquenla.

Kagome no creía lo que escuchaba, la miraban en el esplendor de su figura, mas hermosa aun que como humana, porque dejaba ver que era un ser superior, y estos entupidos osaban a tratar de atacarla?? Malditos humanos, que se creían?

Kagome los degolló con sus propias garras, no uso ningún otro medio. Pero en mitad de este acto que le pareció de lo más natural, se dio cuenta que lo disfrutaba mucho mas que matar a yokuays, y un hambre por mas sangre surgió inevitable dentro de ella. Pronto se vio parada en medio de una aldea llena de cadáveres, el aroma la extasiaba, Debía buscar mas de esa droga, de esa matanza. Debía matar. Debía hacer sufrir, después de todo, porque no? Quienes eran ellos, para que querían seguir con vida si no cambiarían en nada el mundo? Su sola ausencia, de cualquier modo, mejoraba su alrededor, así que estaba asiendo un bien, o no?

Acabo con tres aldeas al cabo de un par de horas, los gritos de terror se desplazaron velozmente. Su espíritu estaba gozando de grandes picos de éxtasis, estaba rebozando de alegría, ella era esto, ella era así.

En una de las aldeas había un gran lago, el cual le pareció hermoso a simple vista. Acabado su trabajo, cuando dejo de escuchar cualquier grito de los aldeanos, decidió, y por qué no, tomar un baño. Se quito descuidadamente sus ropas, y entro lentamente en el agua. Bajo su cabeza, y la emergió una y varias veces. El agua le encantaba, su contacto la relajaba. Vio como se teñía de un color rojo al cabo que su piel se volvía nuevamente blanca. Miro sus ropas tiradas a lo lejos y las vio todas manchadas. Se lamento por ellas, odiaba la idea de ir desalineada por la vida, peor entonces pensó en el hecho de que sus cabellos y sus ropas cambiaran de aspecto a tan solo una orden de ella. Se sumergió y debajo del agua pensó que tal ves sus poderes eran mas psíquicos que el de los demás yokuays, pero… era ella un yokuay?

No podía serlo, sus padres no lo eran, y ella había sido siempre una humana, quien para colmo no era una humana común y corriente sino una miko.

Kago: “demonios, como sabré quien soy si nadie me lo dice? Pero… quien podría saberlo? el único… tal ves… si, el seguro… mmm… creo que tendré que hacerle una visita a mi viejo amigo… pero… antes podría hacer otras pruebas con mis poderes”

Saco su cabeza del agua, tomo aire, no se había dado cuenta del tiempo que paso sin respirar. Una ves recuperada miro sus ropas nuevamente, estaban todas manchadas, y ordeno:

Kago: limpias de cualquier suciedad…

Entonces las ropas parecieron flotar en el aire, y de una manera no muy convencional pero interesante, las manchas parecieron escurrirse y chorrear sangre que cayo al piso. Luego, la ropa brillante y reluciente, se arrojo nuevamente al suelo libre de suciedad.

Kago. Doblada y prolija.

Así la ropa cumplió.

Kago: valla, parece magia más que poderes. Esto es bastante impresionante… a ver, ¿en que más puedo probar esto?

Estuvo una media hora dándole órdenes a las cosas que la rodeaban hasta que termino concluyendo que las cosas no parecían oponerse a ella, así que se rindió ante el pensamiento que podía hacer de todo.

Salio del agua y se vistió, pero una vez con la ropa puesta, ordeno:

Kago: quiero un kimono digno de mi altura, uno que deje ver el esplendor de mi magia, con los colores dignos del cielo y la tierra. Quiero que mis cabellos se muestren en su verdadera forma y que mi cuerpo me muestre quien soy, ahora.

Espero parada en su lugar un instante con los ojos cerrados, y luego camino hacia la orilla del agua. No había sentido ningún cambio, pero cuando llego a esta y miro su reflejo por primera vez se vio de esa manera. Cuando rompió el espejo, no llego a observarse, ni aun en aquella cascada. Ahora vio su rostro, el cual poseía un remarco de cabellos dorados brillantes, con dos mechones mas oscuros, casi castaños. Sus ojos de ahora color verdes claros que según se viesen parecían grises, y un hermosísimo, soñado kimono de color azul noche con flores de hilos de oro y plata. Las formas de su ropa encajaban como hechas a la medida por un dibujante sobre el cuerpo de la chica, quien se veía ahora con su propia aura. Su piel seguía siendo tan blanca como antes, pero parecía tener un brillo propio que antes nunca había tenido. Miro sus garras, estas también habían cambiado.

Kago: el conjuro que dije, esta orden… me ha mostrado mi verdadera forma? Pero… estas marcas…

Kagome observo entonces que tenia tres marcas en su rostro, una de color negro con una forma de triangulo en su frente, y dos marcas de triángulos recorrerle las mejillas, de color violetas.

Kago: pero… estas dos son iguales a las de… será que? Pero… no lo comprendo… mis marcas son idénticas a excepción de la frente, que diablos paso aquí??!!

Toco su rostro, suave y tibio. El hambre por sangre estaba ahora en segundo lugar, ahora lo importante era saber que demonios sucedía aquí, y la respuesta definitivamente la tenía ese único en el que ella había pensado. Corrió entonces lejos de ese lago y ese reflejo en busca de respuesta.

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jaja les gusto?? con ganas de mas?? me alegro :cool: naa mentira, bueno, besos!! mañana o pasado les pongo la conti.




ahhh por cierto, como soy nueva, no tengo idea si voy demasiado rapido. esta bien que les postee tan rapido, o deberia esperar, no se, unos dos o tres dias?? alguien q sepa, por fa diganme

 

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)


uhh cheee nadie comenta... no les gusta?? :( bueno... no se, a mi me pasa que odio cuando tardan en poner la conti pero... tarde porque esperaba que alguien comentara... que mal... me siento re decaida... asi no tengo mas ganas de continuar en fic...

les dejo esto que escribi la otra ves... pero no se si lo continue...
Toco su rostro, suave y tibio. El hambre por sangre estaba ahora en segundo lugar, ahora lo importante era saber que demonios sucedía aquí, y la respuesta definitivamente la tenía ese único en el que ella había pensado. Corrió entonces lejos de ese lago y ese reflejo en busca de respuesta.

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cap 3 parte 2-


En medio de su camino encontró muchísimos obstáculos, al parecer los monstruos podían percibir su aura de poder mezclado con el de sacerdotisa y se atrevían a hacerle frente. Sabia lo grandioso de sus poderes por la simple razón de que ninguno de ellos pudieron hacerle ni un solo ragusño... los acababa a todos. El aroma que ella buscaba lo encontró muy pronto. Sabia que el estaría mas hacia el norte, y una ves que su trayecto había sido lo bastante largo, su presencia se izo también presente. Sabia que era de él, pues aunque no estaba muy segura, ese aroma parecía haberlo sentido cada ves que el estaba cerca. Trepo hasta la copa de un árbol y observo mas allá. Pensó unos instantes como haría para que el respondiera a sus dudas, después de todo, no estaba segura de cómo hacer para hablar con el. Sin una respuesta muy elaborada, solo decidió llegar allí de la manera mas rápida, y una ves cerca lo decidiría.

Paso casi dos horas continuas corriendo, hasta que al fin estuvo cerca, realmente cerca… fue entonces que observo que algo mas cerca de ella que su presencia, estaba la de un pequeño yokuay y una niña.

Esa pequeña debe ser lin… aunque no es exactamente como la recordaba…-una sonrisa se dibujo en su rostro –creo que encontré la manera de hablar con él

Por un momento, la maldad se asomo en su rostro.

Jaken: vamos, duérmete de una ves!! Pequeña molestia…

Lin: pero… señor jaken! Yo no soy una molestia! O si?? Pero… tengo hambre…

Jaken: yaa… no molestes mas… que después molestas al amo bonito, y el se enoja conmigo…

Lin: pero… señor jaken, el no vendra hasta mas tarde y estare dormida, yo tengo hambre ahora…

Kagome sentía la presencia de sesshomaru muy cerca de allí, pero por alguna razón no se acercaba. Lo mas probable es que quisiera evitarla a ella, para poder estudiarla desde lejos. Estaba consiente de que sus poderes eran nuevos para ella, y también lo serian para el, pero esperaba que el supiera algo mas que le ayudara a descifrar quien era en realidad. Y sabía que la única manera de obligar a sesshomaru era…

Lin: por favor señor jaken…

Jaken. Yaaaaaa!!!

Lin: ops! –lin izo un silencio que incomodo al renacuajo. Por un momento pensó que el señor sesshomaru había vuelto, y se volteo preparado para la fría mirada, pero lo que vio entonces fue aun mucho peor. La pequeña lin estaba en brazos de una yokuay, alta, de cabellos rubios platinados, con marcas en su rostros similares a las de su amo. Sus garras apuntaban amenazadoras al cuello de la niña, mientras con otro tapada su boca. Yaken quedo helado ante la mirada indiferente pero altanera de la mujer, que por alguna razón ahora que se mostraba poderosa y perceptible a la simple vista, el no había podido detectar en ningún momento. Cuando Kagome empezó a apretar la garganta de lin, Yaken al fin se animo a hablar.

Yaken: seas quien seas –dijo con un gran deje de temor en su voz –suéltala si no quieres morir –dijo ahora mucho mas altanero, pensando en que su amo aparecería en cualquier segundo.

Kago: (con la vos mucho mas fuerte y fría que antes) y quien se encargaría de la parte de la muerte?? –miro burlonamente al enano, quien puso valientemente su báculo en alto. Aun así, este temblaba. Kagome sonrió espeluznantemente ante esta acción.

Levanto el cuerpo de lin con la mano que tapaba su boca, y con la otra izo brillar sus tres garras, dispuesto a matar al renacuajo. Es cierto, no estaba en los planes, pero el se lo estaba buscando.

Kago. La humana… es mía… -dijo sabiendo que estas palabras eran la clave.

Lin lloraba y trataba de liberarse, pero Kagome no se lo permitió. Movió las manos levemente y cinco dagas se dispararon directo al corazón de Yaken. Lin grito y cerro sus ojos desesperadamente, no quería verlo. Entonces recibió un fuerte golpe.
Cuando volvió a abrir los ojos, estaba en el suelo, y delante de ella estaba parado un yokuay de pelo color plateado, con la espada en alto, haciéndole un frente furioso e imponente a la mujer que la había tomado prisionera. Miro tímidamente a la mujer que estaba a su lado, y vio en ella una postura más bien indiferente. Se encontraba mirando como si nada, aunque en sus ojos un brillo extraño descubría alguna clase de sentimiento sucediendo en su interior.

Había sentido su presencia desde hacia alrededor de una hora, era un presencia que jamás había sentido, y su aroma era muy fuerte y diferente, algo que jamás había sentido. Con el pasar del tiempo, se dio cuenta de que esa presencia se acercaba y venia directo hacia ellos. Entonces fue que decidió dejar a lin y Yaken para poder investigar tranquilamente. Cuando la presencia estuvo cerca, trato de detectar exactamente su ubicación, pero su aura era tan grande y poderosa que le fue imposible, tendría que ir directo al lugar para poder verla. No sabia de quien se trataba, pero esa magnitud en poderes, y la fuerza que liberaba le parecía tremendamente atrayentes.

Entonces fue que se dio cuenta de que esa presencia y su aroma se estaban mezclando con los de lin, y pensó en el peligro que podía suceder. Cuando se acerco, decidió esperar escondido para tratar de averiguar lo mas que pudiera de este ser tan… especial. Cuando vio que aparecía ágilmente desde unos árboles, maldijo a Yaken por no voltearse y notarlo. Vio como tomo a lin por detrás, y como la mantuvo bajo su poder hasta que Yaken se decidió a hablar. Vio y vio más de lo que debía. Quedo anonadado por la belleza de la mujer que jamás en su vida había visto. Sus largos cabellos dorados, su figura esbelta pero poderosa, su hermosas ropas, su divinos ojos detrás de tal mirada, todo, se sintió único mirando tal ángel o mejor dicho, tal demonio. Y su aroma, fresco pero sabio, como si fuera nuevo pero a la ves conocedor de muchas fragancias ya, y esa esencia, esos poderes… no eran únicos por su magnitud, aunque parecían similares a los suyos, sino que eran únicos porque tenían una rarísima mezcla con poderes aparentemente de miko… lo cual le resultaba impactante e imposible. Supo que tenia mas en común con él que nadie más cuando deparo en las marcas de su rostro, ella era una princesa… no cabía duda, y aunque no supiera la razón exacta por la que se encontraba allí, sabia que ella seria SU princesa, claro y dicho estaba, cuando dejara en claro sus pertenencias y su poder.
Se decidió a mostrarse ante ella cuando vio que estaba por atacar a Yaken. No deparo en su ataque, pero lo detuvo con ayuda de su espada. En el instante en que vio que ella deparo en él, se sorprendió al ver que ella parecía esperarlo.

Dejo su espada colocada delante de ella, como luciéndola para que ella pudiera sentir su poder, y así pareció suceder. Ella al instante soltó a Lin, pero dejo su garra en alto. Los dos se miraban, embelesados en la mirada del otro.

Cuando lanzo su ataque, un relámpago de golpe detuvo el ataque y un ser un poco mas alto que ella se trasfiguro. Sus cabellos, largos y sedosos cayeron de corrida tras su movimiento, y sus ojos se posaron fríamente sobre los de ella.

Ella nunca se había sentido así, nunca había sentido tanta… atracción hacia alguien. Era como si necesitara tocarlo, como si necesitara saber a qué sabía su piel, su sangre. De seguro es deliciosa pensó mientras lo observaba detenidamente. Pero sabia que el jamás se rebajaría de esa manera y ella no estaba allí para eso… sin embargo, y tal como venia haciendo desde que se había descubierto en esta manera, se dejo llevar por su instinto y respondió a la acción de él mostrándole un ataque certero que por poco él pudo esquivar.

Aprovecho este momento para correr lejos entre los árboles. Sesshomaru al recibir tal ataque, no dudo en correr detrás de ella, estaba dispuesto a matarla si era necesario, solo para demostrar que él era el macho allí, pero después la reviviría obviamente, porque ella DEBIA ser su hembra. No le costo alcanzarla, sin embargo los dos sabían que el objetivo de esa carrera era alejarse del bosque, aunque sesshomaru no entendía para qué quería salvar a Lin y Yaken.

Corrió esquivando los árboles, de un momento a otro dejo de parecerle penoso y le resulto divertido. Empezó a dar vueltas entre los troncos, sabiendo que el yokuay con tal de no perder su rastro la seguiría justo detrás de ella. No muy lejos de allí, había un gran descampado, y cerca había agua. Pronto se dirigió hacía allí, y más pronto aún, llegaron. Cuando Kagome logró ver toda una extensión de pasto, y un poco mas allá a lo lejos unas costas, desidia saltar y alejarse do golpe de sesshomaru. Cerro sus ojos y espero a que el llegara, ya tomando una postura digna de una mujer como ella, esperando la llegada de un hombre que de seguro querría matarla.

Sesshomaru no se había cansado, de hecho le parecía divertido, aunque a veces se le había complicado seguirla, pues tenia una rara capacidad de esparcir su aroma por tantos lados que terminaba taaan fuerte que le perdía el rastro. Cuando por fin llego al lugar al que ella quería llevarlo, dejo de correr y apareció delante de ella con una caminata sumisa, casi desinteresada. Aun así, la seguía mirando detenidamente. La observaba, parada delante de él, con una mirada tan… rebelde? Era fría si, y calculadora, pero a la ves tenia un brillo que la hacia mas humana? No estaba seguro, pero definitivamente la hacia mas interesante.

De repente vio como ella tomaba una postura de pelea, con q aun seguíamos con esas eh? Pues… quien era él para impedir los deseos de su mujer, jeje o al menos su PROXIMA mujer…

Sesshomaru levanto nuevamente su espada y se puso en posición de ataque. Su rostro se mostraba frió y su mirada estaba sobre la de ella. Los dos tenían como objetivo demostrarle al otro un poder digno de respeto, mala situación siendo tan poderosos. La batalla comenzó con un ataque de sesshomaru. Kagome comenzó a evitar los ataques, pero enseguida noto que lo que le hacia falta era una espada, cosa que sesshomaru por supuesto también noto. La pelea pronto se vio muy despareja, aunque no la había herido, sesshomaru pronto había cansado a Kagome, y ella sabia que la razón obviamente era que el era demonio hacia muchísimos años y ella tan solo unos dos días, no era justo, aun no conocía todos sus poderes. Le hubiese gustado seguir la batalla y poder ganarle, pero a sabiendas de que no le ganaría decidió hacer lo único que le quedaba para que sesshomaru no la destrizara. En uno de los ataques de sesshomaru, ella salto lo mas que pudo, llego a un árbol, se trepo ágilmente y arranco unas ramas. Bajo con estas y cayó delante de sesshomaru quien la miraba burlonamente.

Sessh: con eso piensas acabarme, tanto me subestimas? –pregunto divertido mientras la miraba con un brillo en su mirada

Kagome odiaba reconocerlo, claro que no le ganaría con dos ramas… pero no tenía otra opción… sesshomaru levanto su espada una ves mas, y entonces ella rápidamente dijo:

Kago: arco y flecha!

Sesshomaru observo como las ramas tomaban forma de un largo y delicado arco, y veía como Kagome se sacaba un cabello y lo entregaba al conjuro. Pareciera por arte de magia como una de las ramas de autodecoraba y formaba una deliciosa flecha, la cual era sostenida luego por la delicada y venenosa garra de la mujer. Le apunto directo al corazón, y sesshomaru a la ves bajo su espada causando un gran ataque. Los dos al mismo tiempo atacaron… y pronto ninguno creyó lo que había sucedido…

Sesshomaru sabia que entre su presencia había una parte que parecía ser espiritual, pero nunca imagino tal descarga en aquella flecha que en medio del ataque había traspasado su propia espada y de hecho… había dado justo en el corazón del hombre.

La flecha llena de veneno empezó a purificar el cuerpo de sesshomaru, quien de golpe cero sus ojos y siendo ella lo ultimo que viera… cayo inconsciente y a punto de morir al piso.


este es el final del cap. 3 ... emmm.... bueno no se.... si quieren el cap. 4 diganme, a mi me da la impresion que no... besooo


la pomy

 

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

holas... bueno ja muchas gracias por los comentarios, enserio creí q no les habia gustado :(, pero bueno... jajaja emm... como es? bueno... la cosa es que esta parte trata sobre un personaje que muuuuuucho no me gusta, pero que es necesario. jajaja, el proximo va a estar muchoi mejor, porque trata de una parejilla muuuuuuy lenda. besoooo


cap 4.-


Pasaron dos días y los ataques de monstruos se habían triplicado, las personas por poco daban abasto, pero una persona, una sola, parecía haber hecho la diferencia entre que pelearan con cientos de monstruos al día y de que estuvieran vivos. Ahora era ya de noche, y al fin parecía haber conseguido un receso. Entro en la casa donde ahora se alojaba desde ya hacía unos dos días, le habían dado su propia habitación y comida gratis, todo en “agradecimiento” de sus servicios. Entro lentamente y se sentó en una silla lejana a su cama. La sacerdotisa del lugar había logrado crear un campo lo suficientemente fuerte como para poder dejarla descansar.


Se mantuvo con la vista perdida un buen rato, hasta que de un solo golpe soltó su bumerang, el cual cayo con un golpe seco al piso. Bajo su mirada y observo las diferentes manchas de sangre en el mismo. Suspiro y sintió como su cuerpo lenta, casi imperceptiblemente, se empezaba a relajar. Miro de reojo la cama… no podía recostarse, si lo hacia…

…como deseaba que estuviera Kagome allí, de esa manera podría descansar y dormir segura de que su descanso no sería interrumpido. Supuso que tanto tiempo al lado de una sacerdotisa tan poderosa le había acostumbrado de mala manera, porque tuvo q descubrirlo de muy mala manera cuando se confió al ver una flecha sagrada cruzar cerca de su rostro pero al monstruo pareció no hacerle nada. Tal ves un poco de Shippo tampoco le haría falta, él al menos le serviría el ánimo…

Un maullido volvió su vista hacia la puerta, Kirara la miraba relamiéndose, la poca comida de la aldea la usaban para ellas dos, eso era bueno pues era por ellas que todos estaban vivos… aun así desearía no haber llegado… ya estaba cansada… y sola.

Tal ves Inuyasha también le seria de gran ayuda, por que no? Era un idiota insensible, pero a su lado, su cama no seria su enemigo. Miroku… no, a él definitivamente no lo necesitaba para nada! Todos tenían un uso, menos el…

No lo quería cerca de ella, tan solo para herirla… no… no lo quería…

Una lagrima broto de su fría mirada, observo ahora el suelo… demonios! Un temblor!... no… Otro ataque… suspiro y salio nuevamente a pelear, no sin antes agacharse levemente y alzar su bumerang.

La batalla pareció nunca acabar, hasta que al fin los últimos monstruos fueron exterminados al cabo de la tarde del quinto día. La muchacha de cabellos negros cayo arrodillada al piso, estaba extasiada de haber completado su arduo trabajo con éxito. Además del cansancio y algunos rasguños, parecía no haber sufrido grandes daños, cosa que la mantenía en calma.

Una mujer vestida parecido a kikyo se acerco a ella corriendo, en sus manos cargaba una jarra.

Mujer: señorita sango!! Se encuentra usted bien?-su voz parecía preocupada.

Sango levanto la vista y le dedico una leve sonrisa.

San: si, todo esta bien ahora –noto como su voz estaba apagada y fría, pero trato de ser lo mas calida posible –dime… has visto a Kirara? Es mi gata…

Mujer: si, lo se. Ella esta siendo atendida, en uno de los ataques resulto un poco herida. Pero esta mucho mejor! –agrego cuando la mirada de sango comenzó a brillar de preocupación.

Sango no podía dejar de culparse al no haber ido a ver a su pequeña y amada gatita cuando concluyo el ataque, pues era su responsabilidad cualquier daño, pero… estaba tan cansada…. No dormía desde hacia casi dos días, y sus piernas le dolían. Apenas podía cargar con su bumerang, pero en cuanto averiguo donde se encontraba comenzó a caminar rápidamente, haciendo caso omiso a la advertencia que le hacían sus numerosos dolores. Antes de que se diera cuenta, estaba corriendo velozmente en la dirección correcta.
Cada unos cuantos pasos la mirada parecía nublársele pero tampoco hacia caso a este detalle. Los aldeanos que la vieron correr agitando inconsciente su cabeza, como si despabilara de un mal sueño a sus pensamientos, por momentos se asustaron de otro ataque, esto lo noto la exterminadora, pero decidió hacer caso omiso a este detalle. No confiaba completamente de la atención de los que estuvieran con su gatita, después de todo, ella era la única de su raza en el lugar, y si la atendían mal? Y si corría peligro?

Llego y Kirara estaba durmiendo placidamente sobre una pequeña pero elaborada cama adecuada a su tamaño. Unas tres aldeanas estaban a su alrededor, limpiando algunas heridas con un paño húmedo. Cuando notaron la presencia de sango, una de ellas cedió su trabajo a ella amablemente, dejándole lugar en el círculo.

Al cabo de una hora, las heridas ya estaban lavadas y curadas. Una de las mujeres, justamente la que le había cedido lugar a sango, y la que parecía mas joven, dijo con una vos clara y pasiva:

Chica: señora sango, si me disculpa el atrevimiento…-sango la miro con atención-ya que la gatita esta en perfectas condiciones, no cree que es hora de curarla a usted?

Al principio sango se negó pero al ver que las demás no peleaban solo la miraban con tristeza, dejo que la atendieran. En seguida las muchachas pusieron en marcha sus actividades y al cabo de una hora y media sango ya estaba cambiada y perfecta para una buena, larga y deliciosa siesta. Pusieron a Kirara en su mismo cuarto, que ahora estaba ubicado en otra casa, pues la de ella estaba destruida. Antes de dormir, le llevaron una ligera cena, y luego accedió al soñar.

En medio de sus sueños, varias pesadillas la acudieron. Visiones tales como que ahora sus amigos la rechazaban, o hacían su vida lejos de ella, trajo en ella un rechazo a pensar en ellos. Muy pronto sus sueños se calmaron, cuando vio en ellos a los aldeanos que ahora la cobijaban. Era cierto que cuando había llegado le molestaba la idea de defenderlos como pago a una estadía, pero ahora que los empezaba a conocer les caía mejor, y además se notaba que eran buena gente, que solo querían vivir en paz. En estos apretados y dolorosos días, la sacerdotisa y varios guardias se habían convertidos en sus amigos, y los quería bastante. Incluso le daba pena la idea de irse, aunque las ganas de hacerlo eran aun más fuertes. En un momento, sintió un calor en su mano. Un roce, algo… no, alguien que la tocaba. Abrió lentamente sus ojos, y sentada a su lado había un aldeano, si, un aldeano que ella ya conocía. Su mirada melancólica se alumbro cuando se cruzo con la de ella, y le demostró una magnifica sonrisa. Sango se sentó en la cama y le sonrió a su ves.

El hombre era alto, muy fuerte y musculoso. Había luchado virilmente a su lado en la mayoría de los casos y con el paso del tiempo se había dado cuenta de que hacían muy buena pareja. Su forma de lucha era muy similar a la que alguna ves usaba su padre, lo cual le permitía realizar movimientos muy buenos para coincidir en ataques. Además el la había salvado en varios casos, inclusive de la soledad de las comidas, pues solía acompañarla para comer. Tenía cabellos negros, cortos, y sus ojos verdes brillaban y se opacaban con facilidad. Era muy apuesto ahora que tenia tiempo para analizarlo.

Sostenía firmemente su mano entre las propias, dándole calor. Sango lo miro con detenimiento mientras el pronunciaba palabras que tan poco le importaron que ni siquiera lo escucho. Sentía en su interior el mismo calor de su mano, recorría en su cuerpo un sentimiento de lleno, de alegría? Se sentía bien ahora…

Hombre: me esta escuchando señorita sango?-pregunto levantando levemente una ceja.

Este acto izo dar un respingo a sango

Sango: no… repítete por favor… -dijo en modo de suplica, haciendo reír al hombre.

Hombre: decía que por un momento me sentí algo preocupado por ti, estas hace tanto tiempo aquí…

Sango: pero… si estoy hace unos días aquí –interrumpió sango sonrojándose…

Hombre: no, no me refiero a eso… ja quería decir, aquí… en esta habitación…

Sango no comprendía exactamente las palabras del hombre. Lo miro como estudiándolo, viendo que se traía entre manos, pero el hombre pareció notar esta acción y volvió a sonreír.

Hombre: mi señora, estuvo durmiendo casi dos días completos.

Sango abrió sus ojos como plato. Que??? Dos días? Pero… y los ataques…

Su rostro parecía un libro abierto bastante claro, pues el hombre podía leer cada pensamiento…

Hombre: pues el campo parece haber sido bastante bueno hasta ahora, aunque no hay muchos monstruos interesados en venir a atacarnos, todos parecen interesados en atacar en otra parte, lo cual es bueno… aunque me siento algo rechazado –dijo haciendo un puchero. Sango rió ante tal comentario y se puso de pie.

Sango: Riutso, dime…

Riu: si, dime –dijo mirándola directamente a los ojos, causando un sonrojo en la mirada de la exterminadora.

San: quieres… caminar conmigo? Claro… sin antes comer algo! –exclamo alegremente…

Riu: jajaja claro! Vamos…


Así salieron de la habitación. Mientras caminaban riutso le contó a sango que Kirara a las pocas horas de sueño ya se había levantado, y que ahora estaba jugando con los niños de la aldea. Por otra parte la aldea en tan poco tiempo ya estaba en completa campaña restaurando todas las casas y arreglando las cosechas. Todo parecía en orden, y las miradas felices y las sonrisas poblaban los hogares.

Pasó así el tiempo y los dos se hicieron cada ves mas amigos. Todos los veían caminar juntos, cuidar juntos los alrededores de la aldea… y estaban felices por Riutso, que parecía haber encontrado al fin su media naranja…

¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨´´

Había pasado mucho tiempo ya en la que él y el pequeño zorro recorrían aldeas tras aldeas buscando pistas se alguien que les resultase conocido, pero parecía que nadie estada cerca, como si se hubiesen desaparecidos.

Shi: oye… miroku… no crees que tal ves Kagome haya llevado a sango hacia su tiempo?
Piénsalo, porque no?

Miro: no lo creo, Inuyasha tendría que habernos avisado, no crees eso?

Shi. Ja! No lo se, lo dudo. Con lo desconsiderado que es ese perro pulgoso… no me sorprendería…

¿?: a quien le dices perro pulgoso maldito zorro entupido!!!

Miro: Inuyasha!! Que bien.. Oye!! Q…


Miroku escucho la voz de Inuyasha detrás de unos arbustos, pero cuando apareció a la vista Inuyasha cayo desmayado, todas sus ropas estaban desgarradas y una gran cantidad de sangre brotaba de cada esquina. Sus ojos estaban abiertos pero perdidos, un suspiro asusto a miroku, que creyó al hanyou muerto. Shippo también corrió hacia Inuyasha al verlo en estado tan deplorable, aun no estaba muerto, pero parecía cerca de estarlo…

Shi: quien fue capas de hacer esto??!!











espero les haya gustado, porfas comenten!! en cuantio lo termine, pongo el fic, la parte 5. suerte y besos


la pomy

 

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

buenooo les pongo ahora el principio del cap, 5 que acabo de escribir, seguidito del 4 jaja, asi no se quedan con las ganas de leer por mucho. emm bue... despues les digo...


CAP_5 parte 1

Sesshomaru sabia que entre su presencia había una parte que parecía ser espiritual, pero nunca imagino tal descarga en aquella flecha que en medio del ataque había traspasado su propia espada y de hecho… había dado justo en el corazón del hombre.

La flecha llena de veneno empezó a purificar el cuerpo de sesshomaru, quien de golpe cerró sus ojos y siendo ella lo ultimo que viera… cayo inconsciente y a punto de morir al piso.

Kagome vio caer el cuerpo del taiyokuay y siguió con la mirada cada segmento de las acciones del mismo en el piso, sin embargo su cuerpo quedo estático en su lugar. Casi no se sorprendió, de hecho se sorprendió por el hecho de que muy dentro de ella, esta acción era como si ya estuviera planeada. Era que ella había querido matar enserio a este yokuay? Lo odiaba entonces?

Aunque varias emociones viajaran velozmente en su interior, su rostro no reflejaba ninguna agitación. Se volteó dispuesta a marcharse, dejándolo en el suelo. Ya había demostrado quien era mejor de los dos, y en este lapso ella misma se había dado cuenta que la magnitud de sus poderes sobrepasaba totalmente los de él, porqué ahora tendría que bajar hasta su pedestal para ayudarlo, si ella estaba muchísimo mas arriba? Ahora lo comprendía, si él le hubiera ganado, tal ves hubiera reaccionado de la misma manera, pues ella hubiera quedado en desventaja. Ahora ella era superior, y había perdido todo interés en él…

¿?: Adonde crees que vas?

Una voz profunda, fría como el acero, resonó en los oídos de la yokuay que abrió sus ojos como platos. No podía ser, reconocía esa voz… era él. Apretó su puño, como era posible que él…? Se volteó esperando verlo allí, tirado desde el piso con sus ojos cerrados, seguramente sentado, como muchas veces atrás lo había visto, seguramente sintiéndose superior porque la había engañado, la había hecho sentir… mejor que él… pero ella era mejor que él!! Y lo demostraría!

Se volteó con una mano en alto, decidida a acabarlo cuanto antes, no PODIA quedar vivo… pero cuando miro, se encontró… con la nada total… él no estaba allí!

Se exaspero, si él no estaba allí, estaba en otro lugar… seguramente preparado a atacarla, estaba en desventaja! La había engañado vilmente… y ahora ella que había caído, estaba en perdida..

Sintió un escalofrió recorrerle su espalda, una leve caricia, un vientito recorrió su cuello. Él estaba parado exactamente detrás de ella, podía sentirlo, podía escuchar su corazón latir lentamente, tranquilo… escuchaba su respiración, parecía estar olfateándola. Sintió el calor de su cuerpo, estaba demasiado cerca de ella. Muy pronto, sintió como los cabellos de su cuello de erizaban, imaginarse a él tan cerca de ella, su cuerpo, su perfecto, poderoso, hermoso cuerpo… tan al alcance… sus músculos, su sangre… quisiera tocarlo, sentirlo, desgarrarlo… pero no con sus garras, no velozmente en un ataque

Ella quería desgarrarlo de a poco, con sus propios dientes, quería sentir, ver, saborear su sangre, quería escuchar su queja, quería tenerlo para ella, no era superior, cierto? Eran iguales… muy diferentes y aun así en el mismísimo pedestal. Y el ser que antes se le había hecho tan asqueroso, tan repugnante, ahora se le hacia completamente deseable, pues el punto de vista había hecho cambiar demasiado sus latidos… su mente.

Bajo su mirada levemente, imagino un roce de él sobre ella. Un aroma completamente adictivo izo suspirar su ser, un aroma dulce, pero a la ves un poquito salado, un aroma a… deseo? Sintió sus rodillas doblarse, sus manos moverse por si solas, empezaba a perder su propio juicio, pero no podía evitarlo mas, deseaba que él fuera suya a cualquier costo…

Se volteo preparada para que él la atacase, estaba dispuesta a morir en sus brazos, a ser inferior a él, no había orgullo que le valiera en este caso…

Sus ojos estaban cerrados, sentía su cuerpo desfallecer de a poco. Sabia que eso frió que sentía era el húmedo suelo, sabia que había quedado en desventaja delante de ella. Ella en realidad le había ganado, y lo aceptaba, se sentía bien saber que su próxima mujer era poderosa, ahora sabía que no se tendría que preocupar por los enemigos, sonrió hacia sus adentros, ahora ellos tendrían que preocuparse. Por un momento imagino las cosas que harían juntos, ella sería su reina, y cómo disfrutaría su compañía! Ja… le sacaría mas que provecho… ese cuerpo, ese porte, ese orgullo, ella seria su juguete, y él seria el entretenimiento de ella. Pronto sintió un aroma, un rechazo. Las fuerzas de la mujer parecían estar cambiando un poco. Abrió sus ojos y la ubico al instante. No estaba muy lejos, estaba volteada, aparentemente demasiado concentrada en sus propios pensamientos como para darse cuenta de que él estaba ya despierto. Acaso lo creía muerto? Pero entonces, porque se estaba alejando… dios, era IGUAL a él!!! Lo estaba dejando allí, tirado, como muerto literalmente abandonado, era que…


Una sonrisa lujuriosa se dibujo en los finos labios del hombre… sus rasgos que hacía momentos eran bestiales, ahora eran cómodos y sexys. Ella lo veía a él ahora como un ser inferior, y estaba confiada de que él había cedido a sus poderes, esto de hecho la ponía en desventaja, pues nunca debía confiarse contra su rival. Decidió detenerla y enseñarle quien era él en verdad…

Sessh: a donde crees que vas?

Dicho esto, salto a un árbol y luego a otro, sin perder nunca ningún detalle de las acciones de su mujer. Vio como ella dudaba y luego se enojaba, esto le causaba cada ves más excitación, su espíritu, tan… salvaje, tan sanguinolenta, tan ella… tan él. No se imaginaba cuantas cosas podría hacer con ella, pero las ideas nacían cada ves mas fuertes y numerosas en su mente. La molestia en su pecho lo único que hacia era volverlo mas loco, era cierto, ella era muy poderosa, y esa flecha le había resultado una gran herida para él, nadie lo había herido así, sin embargo sus poderes demoníacos mezclados con los de ella parecían hacer una muuuy buena mutación que habían disipado por completo sus poderes sacerdotizos. Sin darse cuenta se preguntaba cómo era posible aquella mutación de poderes, de donde había sacado esas características? Quienes eran sus padres? Porque nunca la había visto antes? Sin darse cuanta, quería saber mas de ella, sin darse cuenta por primera ves… estaba interesado en alguien, realmente interesado…

Cuando vio que ella estaba confusa al no verlo donde esperaba, al reconocer sus deseos de querer matarlo, al ver en ella tal postura, no pudo evitar aterrizar a un lado y colocarse pacientemente detrás de ella, esperando a que ella misma se dignase a mirarlo con tal bellos ojos.

No sabia bien porque, pero ella lo volvía loco, quería que lo mirara una ves mas, quería saber como serian sus ojos ahora, como lo miraría, como olería… aunque para saber esto, no necesitaba de ella, él estaba tan cerca…

Acerco su rostro a los sedosos cabellos de ella, cerro inconsciente sus ojos, estaba concentrado en ella, en todo lo que hacia, en su aroma, en su aura, era tan poderosa, la deseaba tanto, la quería para él. Un gran éxtasis se logro en su interior al aceptar lo último. Estuvo consiente del cambio de su aroma, supo al instante que ella también estaba al tanto pues sintió como todos los cabellos del cuerpo femenino se erizaban.


Abrió sus ojos y vio la diferencias de alturas. Él era apenas un poco mas alto que ella, lo cual significaba que sus hijos serían altos, su postura erguida haría que sus hijas fueran perseguidas por miles de demonios, ja! Pero el no permitiría que… un momento… estaba pensando en hijos? Tan loco lo volvía esta chica?

Sonrió una ves mas, demasiado seguido me causa esta reacción pensó haciendo su sonrisa mas amplia aun. Sus hijos serían grandes, de eso estaba seguro, estaría muy orgulloso de su descendencia.

Observo desde arriba las curvas pronunciadas en la fina y hermosa seda del kimono de ella, no pudo evitar preguntarse que se sentiría el roce con tan bella y fina tela que le parecía hermosa… y tan delicada…

Entonces, de golpe, sintió el cuerpo de la yokuay comenzar a movilizarse. Alejo sus manos y elevo su rostro, quedando ahora a unos dos centímetros de ella. Observo como todo su cuerpo giraba tal y como un paso de un armoniosa danza, y se derritió cuando sintió la mirada melancólica de la mujer. Valla que es orgullosa, piensa que la muerte es la mejor salida de su desdicha de haber perdido ante mi... pero ella no había perdido ante él, estaban uno al lado del otro, en realidad uno frente al otro…

Sesshomaru engañosamente levanto su mano derecha haciendo a Kagome colocar más fuertemente sus pies en la tierra. Como era que ella ignoraba todas las señas obvias que él le estaba dando, gritándole lo que le hacia sentir?

Afinó su mirada, la idea de morir por sus garras no le parecía tan mala idea… después de todo, estaría más orgullosa… pero…

Sesshomaru bajo su garra sin que ella moviera su mirada de la de él, tan confiada estaba? Pues ya vería… coloco su mano en la cintura de la chica, quien aunque no mostró reacción obvia ninguna, él supo saber a través de sus ojos un brillo muy revelador, ella estaba confundida de nuevo. Esto le encantaba, jugaría con ella…

Acerco duramente el cuerpo de ella al de él, la fricción entre los dos causo un gran cosquilleo en las nucas de ambos… ella jadeo con el movimiento y eso izo que el se excitara aun mas, si tan solo un pequeño gruñido hacia esto… no quería, o mejor dicho sí quería descubrir lo siguiente. Ajusto su mano a la cintura aun más, y aprisiono entre sus garras parte de la espalda de la mujer. La seda hacía bailar juguetonamente sus dedos, pero decidió clavar las garras de él en la piel de ella, decidió olfatear lo que haría muy pronto su sangre, decidió hacerle sentir un éxtasis que hiciera que ella nunca mas quisiera separarse de él…

Lo que él no sabia con seguridad era que ella desde ya no quería separarse de él, ella estaba demasiado cómoda en su compañía.

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Cerca de allí, la gran liberación de poderes había hecho que una sacerdotisa se acercase al lugar. Supo de la pelea a través del testimonio de aldeanos de aldeas cercanas, que habían visto las luces de los ataques. Aparentemente la liberación de poderes había sido tal que se había sentido de muy lejos, y contrario a lo que se creería, parecía estar espantando a los monstruos de mas bajo nivel, es decir a casi todos los demás monstruos. Inclusive los aldeanos estaban felices de esta sensación de éxtasis, acaso estos seres eran TAN poderosos? Como fuese, ella podía ver que esto iba a ser un gran suceso, las energía liberadas, por mas buenas que fueran, iban a tener una consecuencia. No tan lejos de allí, sintió una presencia mas conocida, y decidió ir a advertirle.

Kikyo: Inuyasha…

Inu: kikyo!? Que haces aquí? Tu… es peligroso…

Kik: no cambies de tema, dime, que piensas que haces viniendo aquí?

Inu: es que… esa presencia…

Kik: vete Inuyasha, aléjate que aquí!!..

Inu: que? Porque? No… -dijo enojado por el todo de kikyo, acaso no quería que salvara a..

Inu: ahh ya entiendo todo –dijo con pesadez –es por Kagome verdad? No quieres que la salve, es eso? –dijo medio gruñendo, pero al ves la sorpresa en el rostro de la miko, decidió bajar un tono a su voz –oyeme, es mi trabajo, esta bien? Estoy obligado a esto… no puedes culparme –dijo a modo de suplica.

Kiky: acaso… tu…-la vos de kikio pronto se perdió en sus pensamientos, no comprendía pero le preocupaba todo esto… que significaba que Inuyasha creyera que Kagome estaba cerca si ella no podía presentirla? Él estaba equivocado y corría peligro allí, sin embargo no podía explicarle esto…. Decidió que usaría la técnica mas rápida y segura…

Kik: Inuyasha –dijo acercándose algo brusca y luego mas tranquila y sexy a Inuyasha-me amas?

Inu: que??... emm… si, por supuesto kikyo. Pero comprende que no puedo…

Kik: Osh… calla ya Inuyasha –dijo colocando un dedo en los labios de Inuyasha y acercando su rostro al de él –ven conmigo Inuyasha…

Inuyasha abrir sus ojos de repente, acaso kikyo enserio quería no salvar a Kagome? Después de todo lo que ella… pero el quería ir realmente con kikyo…. Y tal ves esa era su oportunidad… de… alejarse de una ves por todas de aquella que lo hacia sentir tan culpable…

Odio la idea de que ella fuera tan egoísta, aun sabiendo que el quería salvar a Kagome, ella quería alejarlo de ella…

Inu: No, iré por Kagome…

Kikyo: no puedo permitirlo, Inuyasha -su voz se torno fría, lo cual atrajo la atención del hanyou- tu debes venir conmigo –dijo abrazándolo de manera estrecha

Inu: no! –grito y se alejo corriendo de kikyo y salto hasta un árbol algo lejano –no puedo creer que seas tan egoísta kikyo! No eras así…

Kikyo: (sonriente) de que me hablas Inuyasha, si tu eres igual a mi?... que no lo ves?... –de esta manera lo convenceré –ya déjate de tonterías, tu quieres dejarla también, y no tienes que avergonzarte de esto. O acaso no te sientes asqueado de ti mismo luego de pasar días y días tras de ella, pero cuando realmente necesitas de alguien, me buscas a mi?-su vos se volvió fuerte y siseante –acaso… Inuyasha, no me dijiste miles de veces que me amabas y elegías? Déjala ya, déjala ir de una buena ves…. –su vos sonaba hasta malévola-ven Inuyasha… ven…

Inuyasha era como si hubiese caído en un hechizo, bajó del árbol y caminó hacia ella, pero cuando ella lo beso, un sentimiento de protección salio de su interior… abandonarla? Y si le sucediese algo? no podía hacerlo… no era tan… valiente como para vivir con esa culpa.


emm si si... espero lñes haya gustado esta primer parte del cap, pero... el cap que viene tiene alto contenido sexual no apto para menores, emmm aviso para que el que lee este fic y es menor, que no lea la segunda parte del cap, igualmente la info maaas importante de ese cap, las voy a resumir "puramente" para el cap. 6
besoooo


comenten cheeee, porfavooooor... jaja beso y suerte a todos.


ahh! este cap tiene regresiones del cap. 4, es decir que hay partes que aparecen el el cap. 4 que por ahi aun no pasarton en este cap (en realidad les aclaro que es la parte de inuyasha, que llega herido, en este cap. aun no ha sucedido eso)