La estrella de las mujeres

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Elisabeth Thor, 11 Mayo 2012.

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    Elisabeth Thor

    Elisabeth Thor Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    10 Mayo 2012
    Mensajes:
    56
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    La estrella de las mujeres
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    548
    Una estrella fugaz fue atravesando el cielo
    a toda velocidad, una estrella que se acerba peligrosamente a la atmosfera de
    aquel enorme planeta, esa estrella comenzó a tomar forma lentamente a adquirir
    una imagen. Era una capsula de rescate que fue cayendo a toda velocidad,
    atravesando el azul cielo. Ese planeta tan verde y lleno de vida era donde se estrellaría
    esa forma de escape. Dentro de la capsula su tripulante gritaba con fuerza al
    saber que con esa velocidad su muerte era anunciada. Cerraba los ojos pensando
    en cientas de cosas que habían pasado, por unos instantes el pasado fue pasando
    por su mente. El frio tacto de un rifle de asalto era lo que sentía a un en su
    frente, esos ojos de locura mirándolo son cesar a un le seguían.
    Sentía como su carne se desgarraba, como
    los huesos se rompían y su boca se llenaba de sangre. Sentía como sus músculos
    se retorcían sin cesar. Cerró lentamente los ojos sabiendo que por la presión su
    cuerpo acabaría explotando, pero era tanto dolor que no le dejaba morir tranquilo.
    Ante sus manos destrozadas tenia a un la foto de Helen, quería ver antes de
    morir a alguien que amaba mas que su propia vida. Quería por unos segundos
    volver a estar junto a ella en su cama, volver a sentir sus besos y el calor de
    su piel entre sus manos.
    La capsula perdió su destino al chocar contra
    unas montañas, rebotando contra unos arboles y estrellándose contra un
    cristalino y tranquilo lago. La capsula se abrió dejando escapar de su muerte
    submarina al joven, comenzó a nadar con todas su fuerzas por poder volver a hinchar
    sus pulmones con oxigeno. Al poder llegar a la superficie, comenzó a respirar
    con dificultad. Estaba sorprendido por poder respirar aquel oxigeno, tenia
    tanta suerte que en aquella galaxia hubiera un planeta con el mismo oxigeno que
    la tierra. Miro a su alrededor viendo un mundo extremadamente verde y vivo. Algo
    como aquello solo lo había visto en fotos, solo había visto fotos antiguas de
    la tierra antes de ser devastada por las guerras y la contaminación. Se sentía diferente,
    sentía en su interior como algo hubiera cambiado. Nado asta la orilla con todas
    sus fuerzas, al salir del agua sus rodillas se clavaron contra la mojada arena.
    Respiro con fuerza mirando su alrededor. Callo contra el suelo observando el enorme
    cielo que le rodeaba, observando esas tres lunas que adornaban el cielo. Se llevo
    las manos a la cara observando algo extraño, esas manos eran tan familiares como
    suaves, se alejaban tanto de sus manos rudas, a su mente volvía la imagen de su
    amada Helen, se acarició el rostro sintiendo la suavidad cuasi femenina de una
    mejer. Sentía las formas que había estudiado tantas veces de su ser mas
    querido. Se levanto lentamente y se acercó al agua cristalina, sus ojos se
    abrieron como platos al ver que era la viva imagen de Helen. Acaricio sus curvas
    atrapadas por esa ropa de marine. Cayo al suelo sin entender nada, metió su
    mano entre los pantalones para confirmar esa extraña pesadilla. No podría ser,
    un grito de dolor y desconcierto confirmo que se había convertido en una mujer
    en la viva imagen de la mujer que quería.
     
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    Elisabeth Thor

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    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    676
    Se llevo las manos a la cara no podría entender lo que había
    pasado, no podría ser a hora una mujer, hace unos minutos pensaba que tendría una
    horrible muerto pero esto le superaba. Miraba sus frágiles manos e intentaba
    darle sentido a todo aquello, su cuerpo estaba mojado y lentamente se fue
    helando. Metió la mano en sus pantalones buscando algo para hacer fuego, un
    pequeño laser que siempre llevaba consigo podría ayudarle. Lo cogió y pedía con
    todas sus fuerzas que el agua no lo hubiera dañado. Vio delante suya un tronco apretó
    fuertemente los dientes y pudo usar el laser, dio en la diana y el tronco se encendió
    gracias al laser. El cielo casi infinito de aquel planeta se lleno de cientas
    de estrellas y de planetas, él se había desnudado delante de aquella hoguera
    esperando por fin secarse y que su ropa se secara. Acariciaba su rostro
    lentamente, aquel rostro que había besado tantas veces. Miraba sus pequeñas
    manos que tantas veces se habían estrechado con las suyas, acaricio esos pechos
    que se volvieron en una obsesión y una sonrisa se cruzo en su rostro.
    Recordaba hace unos meses como en la última misión lo perdió
    todo, tenia memorizada como su comando partió hacia aquella luna de Saturno. Como
    fueron a salvar una colonia de unos terroristas, desde el primer momento Helen presentía
    algo negativo en todo aquello. Presentía que seria nuestra última batalla. En
    su lecho de amor ella solo sabia relatar un suelo premonitorio de su muerte,
    pero John solo supo reír sin cesar. Pasara lo que pasara el salvaría a Helen. Delante
    de la hoguera hundió su cabeza entre sus brazos intentando acallar el dolor,
    apretaba con fuerza los dientes cuando volvía ese recuerdo una y otra vez. Los terroristas
    les esperaba en una cruenta emboscada y todo salto por los aires, aun recordaba
    como tenia el cuerpo de su amada lleno de sangre y como ella le pedio el ultimo
    beso antes de morir.
    Se levanto lleno de rabia, su cuerpo femenino se iluminaba
    por el fuego dela hoguera. Se miraba una y otra vez su nueva forma. No entendía
    como tendría que arrastrar con el cuerpo de una persona que una vez amo.
    John estaba maniatado y de rodillas en la habitación. Miraba
    a su alrededor y solo podía ver los cuerpos de sus compañeros sin vida, habían sido
    eliminado cruelmente. Sintió como el rifle de asalto se poso en su frente y
    solo pidió que la muerte le llegara pronto. Levanto su mirada y solo podía ver
    los ojos pichados en sangre de Marcus. Un
    fuerte ruido se hizo con el lugar eso hizo que se despertara, ya era de día en
    aquel lugar. Ese recuerdo solo había sido un maldito sueño, volvió a mirarse de
    arriba a bajo pero su nuevo cuerpo no era un sueño. Al vestirse miro a su
    alrededor, era infinitamente verde todo aquello. Solo esperaba que habiendo una
    atmosfera respirable encontrara a seres inteligentes o por lo menos que su
    muerte no fuera dolorosa. Comenzó a adentrarse por aquel lugar, fue penetrando
    en aquellas espesas selvas. Era algo tan desconocido para el ya que jamás había
    visto su tierra natal con vida, solo cubierta por hormigón. El sol pegaba con
    fuerza al atravesar aquel lugar, en la lejanía podía escuchar extraños ruidos
    de animales. Se sentía demasiado indefenso por no tener ninguna arma y mas débil
    por ser a hora una mujer. Al pisar una rama sintió como cientos de ojos se clavaban
    en el, como algo se relamía al verlo andar. Se paro en seco dispuesto a salir
    corriendo con todas sus fuerzas, vio como ese gran monstruo se acercaba a él. Sentía
    como esa cosa peluda de cientos de ojos y cientas de garras le olía sin cesar. Sentía
    como una asquerosa lengua fue acariciando su delicada piel, sin pensarlo dos
    veces cogió su laser del bolsillo. Trago saliva y quemo aquel ser en todo el
    rostro, cuando comenzó a gritar sin cesar pudo al fin salir corriendo.
     
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    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    597
    Corrió con todas sus fuerzas por la frondosa selva, apartaba
    de su rostro las plantas que le rodeaban. Sus pies se pararon en el principio
    del precipicio, se paro en seco al ver la caída. Se resbalo una gota de sudor
    por su frente al escuchar como las pisadas se acercaban hacia ella. Una gran
    sombra creció ante ella, al querer girarse sintió como la gravedad le atraía al
    precipicio. Comenzó a gritar sin cesar cuando caía por la llanura, no dejaba de
    rodar, sentía como la tierra le rodeaba sin cesar y como parecía que no tenía
    fin su caída libre. Su cuerpo se detuvo y ella abrió los ojos. Suspiro de alivio al poder estar a salvo de aquella bestia y a ver sobrevivido a la
    caída. Sus ojos se abrieron como platos al ver aquello, era increíble pero eran
    unas enormes ruinas de algo que existió en aquel planeta. Comenzó a entrar
    hacia aquel lugar, un sitio con millones de años a sus espaldas. Sus ojos se perdían
    en sus grandes murallas y en sus extraños dibujos. Parecía que un ser
    desconocido hubiera exterminado con toda la población, un dios borracho de
    poder. Todo aquello parecía tan enorme y ella se sentía tan diminuta. Unos extraños
    ruidos se escucharon a lo lejos, unos ruidos que rebotaban entre las ruinas de
    aquel lugar. Escondida pudo ver un grotesco espectáculo, varios seres vestidos
    con disfraces de plumas y huesos tenia atada a una joven. Una cría de unos dieciséis
    años, que estada semidesnuda y su piel estaba manchada de polvo y mugre. Alrededor
    de ellos había amontonado cientos de huesos y carne podrida. Respiro profundamente
    en su escondite, parecía que se pegarían un banquete con la chica.
    Miro a su alrededor pudiendo ver una piedra, la cogió con
    cuidado comprobando su peso. Se haría la heroína para salvar a la chica,
    suspiro y pensó fríamente. A hora era Helen y ella lo hubiera hecho son pregúntaselo
    dos veces.
    Los extraños personajes afilaron unas enormes espadas, esa
    noche aparte de sacrificar a una cría a sus dios se pegarían un festín. Una piedra
    a toda velocidad choco contra la cabeza de uno de ellos, dejándolo tirado en el
    suelo sin sentido. El otro individuo vio a la chica y la señalo con su espada.
    -Morirás-Grito con su horripilante voz.
    El extraño ser la ataco con la espada y ella se comenzó a
    defender de los ataques con la piedra, paraba esa espada sin cesar. Un fuerte
    golpe en el rostro hizo que callera de espaldas y apareciera un charco de
    sangre.
    La chica atada intento hablar quería que le desatara, Helen
    se acercó a uno de sus atacantes que estaba tirado en el suelo. Le quito la
    mascara de hueso y plumas, pudo ver que era una mujer con los dientes
    retorcidos y afilados. Cogió su laser y desato a la chica, esta al sentirse
    segura se puso de rodillas ante ella.
    -Tu me as salvado, te debo la vida-Dijo la chica-Quiero
    seguirte a donde vallas.
    Helen se quedo sorprendida ente aquello, la chica se levanto
    y se acerco a ella y fascinada vio el tatuaje de los marines que llevaba en el
    hombro.
    -De que clan perteneces-Pregunto.
    -Me llamo mmm Helen y no pertenezco a ningún clan-Dijo
    Helen-Tu quien eres.
    La chica se llevo la mano al pecho y sonrió, sonrió con esos
    dientes negros.
    -Soy Draxen y soy una oscura-Dijo Draxen.
    -Una oscura?-Pregunto Helen.
    La chica sonrió y la miro a los ojos a su heroína:
    -Tienes hambre Helen yo soy buena cocinera-Dijo Draxen.
     
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    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    1090
    No pudo dejarla allí, no quería ver como esas extrañas
    mujeres devoraban a la cría, delante de la hoguera una extraña idea comenzó a
    sonar en su mente. Todo lo que había encontrado por su camino eran mujeres, lo
    más normal que acto violento como aquel fuera provocado por un hombre. Veía a
    la chica entre las ruinas intentando cazar algo para cocinar. Se escucho un
    pequeño quejido de un animal, eso hizo que Helen mirara a Draxen, la chica
    había cazado algo con un palo. Se acercó a la hoguera y Helen pudo ver que un
    extraño bicho de cientas de patas estaba atravesado con un palo. Draxen como
    una experta cocinera de alimañas puso el ingrediente principal al fuego de la
    hoguera. Draxen no podía dejar de mirar el tatuaje de los marines que tenia su
    heroína en el brazo, tenia mucha curiosidad que era aquello.
    -Esa marca que llevas en el brazo, de que clan
    perteneces-Eso le intrigaba a Draxen, había visto tantas marcas tribales que
    aquello era desconocida para ella.
    Helen se lo toco su tatuaje, a hora lucia más pequeño. Al ser
    una mujer sus brazo era más pequeño.
    -A que clan perteneces a las Davian o las Saquian- Para
    Draxen aquellos clanes eran los mas importantes que conocía. Helen ya le había
    dicho que no pertenecía a ninguno pero a la jovencita le comía la curiosidad.
    -Soy una marine.
    -Una marine, donde esta vuestro clan?
    Suspiro Helen y
    señalo al cielo infinito:
    -Mi clan esta muy lejos pequeña.
    Draxen saco la alimaña del fuego, estaba bastante crujiente,
    la chica le dio un gran mordisco escuchándose como el caparazón crujía como sus
    patas en su boca. Helen miro para otro lada asqueada, Draxen con una larga
    sonrisa en los labios.
    Helen trago saliva y cogió el palo, trago saliva y le dio un
    mordisco. Por su mente paso la imagen de cientos de manjares que había probado
    en la tierra y extrañamente aquel bicho sabía a pastel de carne.
    -Draxen quienes son los Davian y los Saquian.
    Draxen se quedo perpleja al escuchar a alguien que no sabia
    quien era esos clanes.
    -No lo sabes, menudo es tu clan esos de los marines-Draxen
    se puso muy seria, lo que iba a contar era una historia que sabia de memoria,
    en el fondo en vez de una oscura hubiera
    deseado ser una guerrera.
    “hace miles de años un dios llamado Krimtons maldijo la tierra, matando a unos extraños
    seres llamados hombres, dejando a nosotras como únicas supervivientes. Se
    partieron dos clanes de mujeres los Davian y los Saquian. Las Davian luchan por
    mantener las tierras y las Saquian por las leyes de Krimtons. Estas ultimas
    quieren acabar con las oscuras, si ellas no lo hacen las lideres de mi raza
    devoran cada seis años a una chica……….esa fue la que tu salvaste Helen.”
    Draxen se quedo en silencio mientras cogía un palo del suelo
    y comenzaba a dibujar en la arena un dibujo, en si no tenia sentido pero ella
    lo fue describiendo:
    -A si comenzó la guerra de las tres lunas, que duros toda
    una generación, allí Jeter se hizo la jefa del clan de las Davian después de
    una guerra épica. Venció a la déspota Hetrix y de su oscuro mandato.
    Draxen lo contaba de corazón ya que su madre le contaba esa
    historia por las noches, le contaba como paso todo aquello. Lo contaba con más emoción
    ya que Trinae había muerto para protegerla del sacrificio, su madre jamás creyó
    en los sacrificios ni tampoco ella.
    Después de la noche llena de estrellas y lunas llego una
    lluviosa mañana, una de esas mañanas normales en aquel planeta. Antes de
    comenzar a llover desproporcionadamente se escuchaban los aullidos de los
    animales dela selva. Draxen aquello la despertó y fue a despertar a Helen para
    que buscaran refugio, Esta dormía profundamente. Draxen vio una foto que su
    amiga tenia cogida con toda su alma. Al coger la foto la miro curiosa, aparecía
    la persona que la salvo sonriendo y con una extraña arma entre las manos. Jamás
    había visto algo de metal y le recordaba extramente a una lanza. Draxen intento
    despertar a Helen cuando comenzó a llover con fuerza, a esta le despertó la
    lluvia al mojar su cuerpo.
    -Que pasa.
    -Vámonos antes que Krimtons siga descargando más odio-La
    chica pensaba que todo lo que ocurría en su día a día era hecho por los dioses.
    Al levantarse Helen escucho un fuerte ruido y al girarse una
    avalancha de agua venida de las montañas se las llevo por delante, parecía que
    no tendría solución y morirían ahogadas. Helen consigio agarrase a un árbol,
    esta cogió a Draxen de la mano y evito que el agua la arrastrara. Las dos
    chicas respiraron con nerviosismo al buscar algún sitio para refugiarse. Una cueva
    fue un útil refugio para ella que estaban totalmente mojadas, Helen respiro
    profundamente sintiendo que aquel planeta no podría ser mas hostil para ella. Miraba
    a Draxen que habia perdido esa capa de mugre, era una chica de piel morena y
    pelo castaño. A hora si aparentaba ser toda una adolescente. La veía muerta de
    frio y no deseaba que la chica cogiera una pulmonía.
    -Quítate la ropa a hora.
    -La ropa porque??
    Helen sin decir palabra le quito la andrajosa ropa a Draxen,
    la fue desnudando lentamente. Esta estaba muerta de miedo y de vergüenza. No sabia
    porque le hacia eso. Al estar totalmente desnuda la cría vio como su compañera
    se quitaba la ropa.
    Los colores de Draxen se le subieron a la cara al ver ese
    cuerpo musculado de Helen que al desnudarse la abrazo fuertemente, todo para
    que no muriera de frio.
    -Sera mejor que estemos así para evitar una pulmonía.
    Draxen respiraba lentamente y muerta de vergüenza, sentir el
    cuerpo de ella junto a ella sin la barrera de la ropa era tan fuerte para ella,
    miraba el rostro de Helen rompiendo su presunta amistad y convirtiéndola en
    enamoramiento. Helen no notaba nada de aquello slo quería proteger a la chica.
    -Helen en tu clan los marines, tienes alguien
    especial-Draxen apoyo su cabeza en el hombro de su amiga.
    Helen pensó por unos segundo, alguien especial alguien que
    quiso. Extrañamente amaba a Helen antes de su muerte y antes de transformarse
    en ella.
    -Si pero la perdí hace tanto tiempo.
    Helen miro a Draxen y la veía tan a gusto al estar abrazada
    a ella, la veía sonriendo al poder abrazarle:
    -Pero cría porque preguntas esas cosas…….
     
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    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    661
    Draxen estaba muerta de timidez al sentir el cuerpo de
    Helen, jamás había estado con tan poca ropa con otra mujer y eso le gustaba y
    le ponía nerviosa. Aparte de aquello jamás se había atrevido hablar con otras
    chicas de su clan, era demasiado tímida para aquello. Helen no permitiría que
    la chica muriera de una pulmonía, hace años tuvo que sobrevivir de aquella
    manera con un compañero, en una alejada luna de Saturno, todo era congelado y
    dos cuerpos desnudos era la única forma de conseguir calor.
    Al tumbarse en el frio suelo, Draxen apoyo su cabeza en el pecho de Helen y se fue quedando lentamente dormida, pero antes quiso
    preguntarle algo a Helen.
    -Helen cuéntame algo de tu Clan.
    Helen acaricio lentamente el pelo de la jovencita y fue
    contando una historia para ver como se dormía.
    “hace unos días los marines fuimos a rescatar a unos rehenes,
    Los “único dios” habían secuestrado mucha gente y los querían matar. Querían dinero
    y una forma para escapar de allí, todo se fastidio por culpa de otro marine
    llamado Dexter el acabo con los rehenes, los secuestradores y secuestro a su
    propio clan para que no le hicieran le mandaran a la cárcel. Ese loco fue
    matando uno a uno a los míos………….asta que ella me salvo y la perdí para
    siempre.”
    En un viejo árbol otra capsula de rescate se había quedado
    anclada tras un duro aterrizaje, se quedo allí durante días. Dejando a su
    tripulante dormido durante días, la luz del día acaricio a su tripulante que se
    despertaba lentamente. Las ramas de aquel árbol se rompieron y dejaron caer a
    toda velocidad la capsula, un grito de miedo se escucho sin cesar.
    El fuerte golpe contra el suelo hizo que se abriera la
    capsula, una mano femenina se hizo paso tras aquello, una mujer consiguió salir.
    Se limpio los ojos al sentir la fuerte luz dándole a los ojos. Se miro las
    manos y se sorprendió por verlas tan
    pequeñas como suaves. Se sentía diferente ante aquello.
    -Pero que coño.-Se llevo las manos a la garganta sorprendido
    por escuchar su voz, era tan femenina.
    Acaricio su rostro y sintió que esa fracciones eran muy
    conocidas por el. El pelo largo y castaño se enredo entre sus dedos. Corrió hacia
    la capsula y busco una caja de primero auxilios. Al abrirlo rebusco algo para
    verse reflejado. Encontró un pequeño espejo. Al mirarse callo al suelo
    destrozada sin saber lo que había pasado, reconocía aquella persona que se había
    transformado, pero no era posible.
    -Sara, pero no puede ser…………estas muerta, mi querida hermana,
    maldita sea.
    Se sentó en una roca y algo parecía que le fue desgarrando
    lentmante, su mente se estaba destrozando al sentir ese cuerpo. Su nuevo cuerpo
    le habia odiado siempre y a hora tendría que vivir con el.
    -Hermana perdóname por lo que paso.
    -Pero tú me mataste, te odio.
    Callo al suelo y comenzó a gritar con todas sus fuerzas,
    alguien le escucho desde lo mas profundo dela selva, una guerrera del clan Saquian
    escucho el grito. La joven guerrera vio entre los arboles a esa extraña mujer,
    vio que estaba llorando y no dejaba de llorar.
    La guerrera salió de su escondite portando su lanza, se defendería
    o mataría a la extranjera.
    -Quien eres tú.
    -Yo, yo soy Sara. Por favor no me hagas daños.
    Sara se tapo el rostro con sus manos he izo que la joven
    guerrera se acercara a ella, estaba tan cerca que sentía su aliento en su nuca.
    Sara rápidamente saco un cuchillo y se lo clavo a la guerrera que callo al
    suelo desangrándose. Sara al suelo y comenzó a clavarle el cuchillo lentamente
    en el pecho.
    -No le hagas daño a mi hermana Sara ella es mi único amor……..
    Levanto su mirada y se vio rodeada por cinco guerreras, esta
    sonrió con sus manos ensangrentadas dejando caer el cuchillo:
    -Perdonar a Sara.
     
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    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    1014
    Draxen se despertó al sentir el calor del día en su
    cara, un nuevo día había nacido después de la tormenta. Se miro de arriba a
    bajo y tenia su ropa puesta otra vez. A su lado Helen ya no estaba, asustada
    salió a la entrada de la cueva. No quería estar sola no quería que su nueva
    amiga se fuera sin ella. Sintió como alguien la cogía fuertemente y le ponía la
    mano en la boca, vio que era Helen que le hacia un gesto de silencio.
    -Draxen no digas nada, estamos siendo vigiladas.
    Draxen miro con miedo a su amiga:
    -Vigiladas??
    Miro al suelo con miedo, pero si algo le daba fuerzas era
    Helen. Era curioso pero le latía más fuerte el corazón cuando estaba junto a
    ella.
    Helen cogió de la mano a Draxen y la llevo a lo más profundo
    de la cueva buscando una salida.
    -He podido ver que son unas cazadoras, habrán visto nuestras
    huellas.
    Una lanza se clavo a los pies de las chicas, Helen levanto
    su mirada y vio una de las cazadoras. Puso a su espalda a Draxen y se acercó a
    su enemiga. Tras conseguir esquivar un cuchillo ella respondió con un fuerte
    puñetazo en el estomago, tras eso una patada en la cara de la cazadora que hizo
    que callera al suelo sin sentido.
    Helen cogió a su joven amiga de la mano y salió corriendo,
    sabia que allí habría una salida, así era pero al ver la claridad del día vio a
    un gran grupo de cazadoras, todas ellas armadas con unas lanzas. Las dos chicas
    se quedaron inmóviles ante aquello. Esas mujeres vestían con pequeños ropajes
    de piel, como nativas en tiempos primitivos de la tierra. Sus rostros estaban
    manchados de barro, como cazadoras era perfecto para confundirse con la
    naturaleza.
    Draxen se fijo en las marcas circulares que tenían en sus
    manos y sonrió:
    -Son Davian estamos a salvo.
    -Espero que tengas razón.
    Las dos chicas fueron golpeadas fuertemente en la cabeza por
    las cazadoras quedándose inconscientes.
    A las pocas horas Helen se despertó maniatada a un enorme árbol,
    a su lado estaba Draxen que la miraba con miedo igual que ella estaba atada.
    Miro a su alrededor pudiendo ver un enorme poblado de mujeres, una de las
    guerreras se acercaba a ella mirando con sorpresa el tatuaje de los marines.
    Draxen les comenzó a gritar:
    -Ella es buena es una marine.
    Las guerreras se sorprendieron al escuchar ese nombre, jamás
    habían escuchado ese clan. Decidieron llevarlas a la presencia de su jefa, ella
    sabría lo que tendrían que hacer.
    Tranner había vivido las batallas mas cruentas de su clan,
    sabia lo que era ver a sus mujeres muertas, sabia que era luchar por algo. Sus rostro
    marcado por marcas de guerra se resentia un poco por la edad, pero a un era
    capaz de coger un cuchillo o una lanza y acabar con el enemigo. Estaba inquieta
    últimamente por lo que había escuchado de sus mujeres, bolas de fuego que caían
    del cielo. La bruja del clan no lo veía del todo bien y lo teñía todo de
    fatalidad.
    Se preparaba en la gran cabaña de reuniones para ver a las
    extrañas que habían cazado por sus parajes, todo estaba decorado por cientas de
    cabezas de animales y huesos gigantescos. Tras el trono una gran hoguera,
    Tranner se sentó en su asiento a la espera. Levanto su mirada y vio a su hija
    Lennia, un espíritu demasiado libre que no creía en la fuerza y suspiraba por
    la palabra.
    -Madre que pretendes, culpar a los extranjeros por nuestras
    guerras, por las bolas de fuego que han caído.
    -Hija mía nuestro pueblo necesita la respuesta en sangre, sí
    para tranquilizarlas tengo que matar a una extranjeras las sacrificare………posiblemente
    sean unas indeseables Saquian.
    Las guerreras arrastraron a Helen a la presencia de Tranner,
    veía a la extranjera como luchaba para deshacerse de sus ataduras. Draxen tenía
    una cuerda atada en el cuello y seguía los pasos de su carcelera con miedo.
    Lennia se sentó cerca de su madre en silencio, observaba a
    Helen ya que escondía algo tras su mirada, algo que le fascinaba. Para ser una asquerosa
    Saquian era bastante atractiva. Tranner señalo a Draxen ya que mirándola fijamente
    a los ojos sabia que era una oscura:
    -Dejar a la cría es solo una oscura, un poco mas limpia de
    lo normal pero es una oscura.
    Draxen callo al suelo mirando a Helen deseando que la
    dejaran tranquila:
    -Helen es buena me salvo de morir……..
    Una de las guerreras señalo el tatuaje de Helen, el tatuaje
    de los marines. Tranner se levanto de su trono y se dirigió hacia ella, miro en
    silencio la marca:
    -Que significa esto, tu de que clan eres……..
    -Soy una marine, mi clan esta muy lejos de aquí, mas allá
    del cielo y solo estoy yo.
    Lennia sonrió con fascinación, su imaginación comenzó a
    despegar imaginando que esa mujer podía venir del cielo y de las estrellas.
    -Vienes del final del cielo??
    Tranner miro a su hija pensativa, la presa le estaba
    engañando. Quería tratarles como idiotas, nadie vive en los cielos. Cogió
    fuertemente del cuello a Helen y le grito:
    -Sera mejor que me digas lo que quiero escuchar, las marines
    de donde sois.
    -Suéltame maldita bárbara, solo te digo la verdad. Vengo de más
    allá del cielo.
    Draxen se tiro a los pies de Helen y comenzó a sollozar:
    -Helen diles la verdad, no quiero que te hagan daño.
    Tranner señalo la salida y grito a sus guerreras:
    -Llevaros a la mentirosa a la cárcel y llevaros a la oscura
    cuidar de ella.
    Lennia miraba a su madre, lo mas seguro que le pidiera ayuda
    a la charlatana de Krissner. Esa bruja que siempre estaba alucinando con los
    brotes que se tomaba.
    -Madre no me digas que vas a dejar tu decisión en manos de
    la locura de Krissner, siempre haces lo mismo.
    -Ella me aconseja y estuvo conmigo en las últimas batallas,
    estuvo conmigo para traerte al mundo. Confió en ella.
     
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    Elisabeth Thor

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    Título:
    La estrella de las mujeres
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    1008
    Lennia comenzó a pasear por el poblado, pero a un estaba pensando en esa “marine”, puede ser que tuviera razón y perteneciera a las estrellas. Cientas de veces iba hacia el rio por las noches y se quedaba mirando las estrellas, soñando que habría tras esas luces tan bonitas. Vio a la chica que acompañaba a la marine, Draxen estaba triste al pensar que podrían hacerle algo a Helen, sabia que era una mujer dura y no se dejaría dañar. Pero le gustaría volver a estar otra vez otra vez a su lado.

    Draxen sentido como alguien posaba sus manos en sus hombros, al girarse vio que era la hija de la líder del pueblo, sus mejillas se enrojecieron por segundos ya que Lennia es una chica muy hermosa.

    -Tu eres una oscura, no es así??

    -Mi nombre es Draxen y ya no se a donde pertenezco……..me quisieron sacrificar.

    -Este es tu hogar a hora Draxen.

    Lennia acaricio el rostro de Draxen asta que ella le miro a los ojos, esta estaba preocupada por su amiga.

    -Que te preocupa Draxen??

    -Es Helen ella me salvo de ser sacrificada, no quiero que le pase nada.

    -Iremos a verla quiero saber mas de ella.

    Krissner estaba frente a su hoguera preparando pociones, pociones para ver el pasado como el futuro. Una mujer de piel oscura, con el pelo extremadamente largo y con una calavera de un extraño animal sobre su cabeza. Cogió unos polvos y los tiro contra el fuego provocando una pequeña explosión. Sonreía al ver las extrañas imágenes. Tranner estaba en silencio esperando que lediera una respuesta, esa bruja rozaba la locura pero la líder del pueblo creía en ella. Krissner había sorbido tanto el seso a Tranner que no hacia nada sin hablar con ella. La bruja estuvo con la mujer de la líder intentando liberarla de la muerte pero jamás lo consiguió.

    -Tranner tienes que enfrentarte a la invasora a esa marine……..a si sabemos sus intenciones y saber sus intenciones…….

    Una guerrera vigilaba a Helen en el árbol donde fue atada, las cadenas impedían que pudiera mover ningún musculo de sus brazos. Al levantar su mirada vio a Draxen y a Lennia, ella sonrió al ver a su amiga, La guerrera se interpuso delante de las dos chicas al ver como se acercaba a la prisionera. Lennia miro a la guerrera y la miro enfadada:

    -A si vas a tratar a la hija dela jefa, quiero hablar con la prisionera, vete a descansar.

    Lennia jamás se había aprovechado del hecho que su madre fuera la líder del clan, pero si podía acercarse a la chica lo intentaría.

    Las dos chicas se acercaron a Helen, Draxen la abrazo con fuerzas, ella sonrio al ver el cariño que le tenía la pequeña:

    -Tranquila Draxen, estado en sitio peores y esto es el paraíso.

    Levanto su mirada y vio a la hija de Tranner frente suya:

    -Que tenemos aquí, a la hija de la jefa de la tribu, que quieres?

    Lennia cruzo sus brazos y miro a Helen. Le parecía tan fascinante el tatuaje de la extraña y tenia algo en ella que la intrigaba totalmente.

    -No te equivoques Helen, si fuera por mí estarías libre. Pero mi madre no confía en nadie, si fuera por mí dejaríamos las armas e intentaríamos usar la palabra para conseguir la paz.

    -En mi tierra pequeña también hay gente como vosotros, tan pacifistas.

    Draxen cogió un cubo de agua y le dio a beber a Elen, estaba sedienta por el fuerte sol que daba en su rostro. Esa mujer le despertaba a un más interés en Lennia, al hablar de su tierra.

    -Tu tierra, esta mas lejos de los montes Hatings??

    Esas montañas era el sitio más lejano que había escuchado hablar la chica, de allí decían que acababa el mundo:

    -Hatings? Vengo más allá de las estrellas que ves cada noche.

    Lennia estaba desconcertada ante aquello, mientras Draxen miraba a Elen con cariño, desearía soltarla:

    -Quiero soltarte Helen.

    Lennia poso su mano en el hombro de Draxen:

    -Si no quieres problemas será mejor que no hagas nada.

    Lennia miro a Elen pensativa:

    -Me hablarías más de tu tierra, Helen.

    Helen forzó una sonrisa, le explicaría como era su planeta azul. Unas guerreras llegaron y rodearon el árbol, cogieron fuertemente a Lennia y Draxen. Tranner estaba entre las guerreras y se acercó a Helen, le tiro fuertemente de su pelo, haciendo que sintiera dolor su prisionera:

    -Sabes una cosa quiero saber como luchan las marines, esta noche lucharemos en el circulo. Tú contra mi mejor guerrera……….esa soy yo.

    Lennia grito con fuerza al escucharlo, para ella era otro paso para la barbarie, otro paso hacia el pasado:

    -Madre no lo hagas, somos demasiado inteligentes para usar la fuerza.

    Tranner se acercó a Lennia y le acaricio el rostro:

    -Tenemos que usar la fuerza, quiero saber si estas marines son peligrosas para nuestro clan, llevaros a mi hija y a su compañera a hora será su sirvienta…….

    Lennia miro a Draxen cuando eran arrastradas hacia su Hogar, las guerreras encerraron a las dos chicas en la habitación de la hija de la líder. Tiradas en la cama Lennia acariciaba el pelo a una asustada Draxen:

    -Tu serás para sus ojos mi esclava pero tu eres mi amiga entiendes………estarás segura a mi lado.
     
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    Kreller sonrió ante aquella extraña mujer que le trajeron, las cazadoras nunca habían visto la extraña marca que tenia en su brazo, la madre de Kreller le enseño a ser la líder de su clan y la mas fuerte de las Saquian. Debería ser peligrosa si fue llevada a la presencia de la líder en su hogar. Aquella mujer no iba atada, había matado a una de sus cazadoras y había ido ante ella por su propia voluntad. Kreller cogió un cuchillo y se acercó a la extraña, sus guardas la vigilaban para que no hiciera nada, tocar a Kreller seria lo último que aria.

    -Mis cazadoras me han dicho que te llamas Sara? Quien eres y de que clan eres?

    Sara levanto su mirada del suelo y la miro a los ojos, forzó una sonrisa. Aquella mujer, la líder de todas esas mujeres había dicho el nombre de su hermana y el era a hora su hermana.

    -Se llama Sara, el ser tan frágil que ves se llama Sara……..mi mente pertenece a los marines.

    Kreller cogió fuertemente las manos de Sara y las miro con curiosidad, según sus cazadoras era sorprendente su forma en coger el cuchillo. Hacia mucho tiempo que buscaba a alguien que le ayudara a acabar con las Davian.

    -Sara te voy a dar una oportunidad para sobrevivir, lucha contra una guardia mía y si ganas te daré un puesto en mi ejercito……….mi mano derecha.

    Sara miro a Kreller y le sonrió, matar era su especialidad, nadie tocaría a su frágil hermana.

    -Luchare contra tu guardia para proteger a mi Sara……..

    Kreller hizo una señal, Sara seguía mirando a Kreller cuando la guardia se acercaba hacia ella con una lanza, si mirarla le lanzo su cuchillo de los marines al cuello. La guardia callo sin vida dejando un charco de sangre. Sara sin ver su objetivo la había matado……

    Kreller sonrió al haber encontrado a una guerrera perfecta para ella………

    -Te dejare vivir Sara, a hora perteneces a las Saquian…….

    Sara sonrió y acaricio lentamente el rostro de su hermana, miraba sus frágiles manos y acariciaba su pelo……..una lagrima se resbalo por su rostro.

    Helen fue soltada del árbol, tenía las manos atadas a su espalda y era custodiada por un par de guerreras. No podía dejar de pensar que significaba aquello del círculo, no tenia en mente tener una pelea a muerte con la líder del clan. Aquella mujer Tranner era una mujer fuerte y seria difícil derribar. Tendría que usar todos sus conocimientos de artes marciales.

    Draxen tenia fuertemente abrazada fuertemente a Lennia, estaba muerta de miedo al no saber lo que le arian a Helen.

    -Lennia tengo miedo, no quiero que le hagan daño.

    Lennia le acaricio el rostro y le miro a los ojos:

    -Dices que Helen es fuerte?

    Draxen asintió con la cabeza, Lennia pensó en su madre, a no ver jamás como perdía ninguna de esas peleas en el círculo.

    -Confía en mi Draxen, haz lo que yo te diga.

    Draxen con miedo asintió, no sabia lo que quería hacer Lennia con ella:

    -Saldremos de aquí, entendido…….túmbate en el suelo.

    La chica se tumbo mientras Lennia cogía unas pinturas que guardaba, la joven le encantaba la pintura antes que la guerra, le pinto con color rojo la frente a su amiga. Lennia sonrió al ver que Draxen parecía una victima perfecta.

    Comenzó a gritar para que acudiera la guardia que vigilaba la puerta de su habitación, al entrar vio el espectáculo de Draxen tirada en suelo en un charco de ficticia sangre.

    -Guardia busca ayuda a hora…….

    La guardia salía corriendo, al ver que las dejaba solas Lennia ayudo a levantarse a Draxen:

    -Corre Draxen iremos a ver como lucha Helen y te limpiare esa pintura de la frente.

    Lennia la cogió fuertemente a su amiga de la mano, Draxen estaba sorprendida. Hace un par de días era la chica más tímida de su clan, jamás había hablado con ninguna chica por miedo y timidez. A hora estaba enamorada de Helen y tenia a una atractiva princesa como amiga.

    Helen fue llevada al círculo, un gran circulo en medio del poblado hecho con fuego y allí la dejaron a la espera de su líder. Miraba a su alrededor y veía cientas de mujeres viéndola, con ojos de odio.

    Tranner entro dentro del círculo, en las manos llevaba dos cuchillos, al llegar a la altura de Helen lanzo los cuchillos al suelo. Helen no sentía miedo por lo que pasara, aquella mujer no la intimidaba. Las miradas de las mujeres se cruzaban como si fueran rayos, estaban preparadas para luchar. Tranner sonrió al suponer que la marine no sabría como seria su lucha.

    -Lucharemos y quien llegue primero a los cuchillos y mate a su contrincante ganara………

    -Perfecto he tenido reglas peores.

    Helen no sabia ni siquiera que era tener la regla y el rostro de Tranner reflejaba asombro, que era aquello de la regla. Sonó el gong que daba comienzo el combate. Draxen y Lennia estaban escondidas y viendo el combate.
     
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    tengo escrito muchos capitulos y por algunas cuestiones uno de ellos lo recortare, ya que sale cosas algo subidas de tono. cortando eso tranquilamente se puede entender el capitulo
     
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    El viento paseaba por el gran monte lleno de margaritas, el sol brillaba con fuerza a las puertas de los primeros días de verano. Sara estrenaba un bonito traje que su padre le había regalo para su cumpleaños, era lo mejor que podía esperar tras los largos meses que pasaba fuera de casa. Sentada entre la hierba y con una sonrisa miraba las flores que tenia entre las manos. Miro a su lado pudiendo ver a su hermano Dexter, podría que fuera su hermano pero sentía algo de miedo por la forma que se comportaba, hace meses que no conocía a su hermano gemelo, parecía que algo en su cabeza se había roto, su comportamiento era tan siniestro a veces.

    Dexter se sentó a su lado y se quedo en silencio, los dos hermanos eran casi como gotas de agua, les separaba su sexo y sus pensamientos. Los dos pasaban largo tiempo juntos cuando su padre se iba de negocios y parecía que Sara se quedaría totalmente sola, su hermano le dijo que se alistaría a la marina. Ella pensaba que el cambio de su hermano era por eso, el saber que la dejaría para largo tiempo. Dexter se acercó a ella y le acaricio el cuello, los dos jóvenes se miraron a los ojos, Sara con miedo al sentir que las manos de Dexter le estaba presionando el cuello. La chica se defendió con todas su fuerzas asta que su corazón dejo de latir a la falta de oxigeno.

    En el verde y enorme monte quedo el cuerpo de Sara mirando el gigantesco cielo azul que le rodeaba.

    Sara se despertó delante de la fogata dela tribu, había vuelto a tener ese sueño pero esta vez era mas destructivo que antes, un recuerdo del pasado que le hacia a hora mas daño. Se acarició el rostro, ese bonito rostro y ese largo pelo negro.

    -Porque me matasteis??

    Sara sonrió erráticamente cuando una lágrima se derramo por su rostro:

    -Te iba a dejar solo quería que estuvieras conmigo y que no estuvieras sola, eras mía y de nadie mas.

    -Me quitaste la vida.

    -Tu vida era mía y no quería que ningún otro hombre te poseyera.

    -Te odio.

    -Pero nadie jamás nos separara nunca más.

    Sara se abrazó fuertemente y grito con fuerza, a hora era aquella mujer que mato hace años, a hora era su débil hermana. Se levanto para dar una vuelta, quería que su mente se despejara. Necesitaba descargar el odio que tenia en su mente, vio a Kreller afilando su espada en la herrería, una líder que le gustaba tener sus armas a punto y bien afiladas. Le gustaba que por su afilado filo se resbalara la sangre.

    -Que te pasa Sara?

    -Siento dolor en mi mente y no se como calmar a Sara.

    Kreller metió en el agua su arma y vio como se enfriaba. Miro a Sara y supo lo que tendría que hacer, su amiga quería sangre en sus manos y lo conseguiría. Hace unos días capturaron a unas oscuras, la única raza que no tendría que existir por su insignificancia a este mundo.

    -Sabes la única manera para apagar la mente es matar, el dolor se apaga con sangre

    -Sangre? Dolor? Necesito apaciguar a Sara.

    Kreller le tiro la espada a Sara y le cogió de la mano, le gustaba estar con un ser tan sanguinario como ella y le gustaba la idea que matara a una asquerosa oscura.

    -Sara tengo tu presa una asquerosa oscura que espero que le cortes en pedazos.

    Las dos mujeres fueron a las celdas donde había encerrada una joven oscura, que sollozaba tirada en el suelo, lloraba al no saber como era su destino. Kreller abrió la puerta y miro a Sara con una sonrisa:

    -Lo primero que tenemos que hacer las Saquian es exterminar a esta raza inferior. Acaba con ella.

    Para Kreller las oscuras era una raza inferior que tenia que desaparecer de sus territorios, no había nada mas que le repugnara que su presencia, por eso las cazaba y disfrutaba con sus torturas.

    Sara entro en la celda y cogió a la joven por el pelo, la chica grito de dolor. Comenzó a infligirle pequeños cortes bajo los ojos de Kreller que disfrutaba con aquella visión.

    -Es esto lo que quieres Sara que mate, que destruya para que dejes de torturarme.

    El cuchillo se clavo en el estomago de la joven oscura haciendo que callera encima del charco de sangre. Kreller vio aquello y se acercó a Sara, no había nada que le excitara tanto como ver matar a una oscura. Le acaricio el rostro y le miro a los ojos:

    -Tú me ayudaras a acabar con esa maldita de Tranner.

    Draxen se despertó al sentir como algo le atravesaba el estomago, supo aquel momento que alguien de su raza había sido asesinada. La chica comenzó a llorar por aquella victima, las oscuras mas jóvenes están unidas por un fino hilo síquico que se rompe por la edad, pero cuando eran adolescentes era un fuerte lazo.

    Helen se acercó a la fogata, tenía tantas cosas que pensar. Tantas cosas que había sentido aquella noche, podría ser que aquella Lennia estuviera haciéndose un hueco en su corazón. Miro las llamas esperando que sus ideas fluyeran poco a poco, escucho en la oscuridad como si alguien lloraba, le pareció escuchar el sufrimiento de alguien. De la oscura noche se abrió paso hacia la fogata Draxen, la jovencita se limpiaba las lagrimas y a un tenia los ojos colorados por aquello.

    -Draxen que te pasa?

    Le miro a los ojos entristecida por a ver sentido el sufrimiento y la muerte de una hermana.

    -Sentí como una oscura como yo era asesinada, sentí sus últimos gritos, sentí sus últimos segundos de dolor en mi corazón.

    -Como?

    -Desde que nacemos las oscuras estamos unidas por nuestras almas, sabemos donde encontrarnos y sabemos cuando defendernos. Esos lazos se rompen cuando crecemos y a hora una maldita loca de las Saquian ha matado a una hermana.

    Draxen miro sus manos, sintiéndose perseguida y sintiendo en su alma que jamás tuvo que existir, como su raza tenia que desaparecer. Helen al verla tan derrotada le dio un abrazo a su amiga, le miro a los ojos y le contaría una historia.

    “escúchame una cosa, en el sitio de donde yo vengo se intento exterminar muchas razas, la locura sin límites de muchos locos pensaban que los débiles tendrían que morir. Pero en vez de desaparecer luchemos hasta el final. En mi historia hay razas como la tuya que nunca desaparecen, tu estas a mi lado y estarás a salvo para siempre, jamás conseguirán exterminaros. Me escoas nunca”

    Las dos chicas se quedaron mirando por unos instantes el fuego, Draxen estaba más segura al estar con Helen su heroína y ella no quería que ella volviera a llorar. En el silencio Lennia había escuchado a Helen, sintiendo que había algo mas que una guerrera en ella.

    Tras la larga noche de celebración y placer el pequeño poblado volvía a despertar. Tranner estaba bastante preocupada en su trono al ver como pasaba el tiempo, hace casi tres semanas que un grupo de cazadoras fueron a la zona gris y ya no tenían noticias suyas. Ni siquiera un maldito mensaje por ave mensajera. Lo único que habían dejado era el mapa de donde estarían acampadas. Tranner salió de su tienda y toco con fuerza el cuerno de reunión.

    Helen estaba en el lago intentando pensar en lo que paso hace unas horas junto a Draxen, pensaba que la locura de los holocaustos era cosa de la tierra. Pensar que había gente como las Saquian que había marcado una raza para que tuviera que desaparecer. Sintió como alguien le cogía fuertemente por la espalda de una forma tierna y con afecto, Lennia estaba junto a ella y se sentía tan orgullosa con ella.

    -Helen escuche lo que le decías a Draxen por la noche, eres una guerrera muy especial también te mueves con tu corazón.

    Helen se giro y miro a Lennia acariciando su rostro, le sonrió y se atrevió a mirarla a los ojos con una leve sonrisa.

    -Sabes lo que quiere que haga mi corazón.

    -El que?

    Le dio otro beso en la boca, este beso no era una apuesta de supervivencia, era un beso de aprecio y posiblemente de amor. Se abrazaron con fuerza alargando ese momento asta el infinito. Pero escucharon el sonido del cuerno de la reunión, Lennia cogió de la mano a Helen:

    -Corre mi madre a convocado una reunió……

    Al llegar las dos chicas vieron un gran numero de guerreras al lado de Tranner escuchándola en silencio, desde hace muchísimo tiempo el tocar el cuerno significaba tener una noticia que dar.

    Draxen vio a sus amigas y se acercó a ellas, miro a Helen en silencio. Le pareció raro que ella y Lennia estuvieran juntas, pero todas esas ideas escaparon de su mente al sentir como Helen apoyaba su mano en su hombro, ella se quedaba en silencio suspirando. Tranner miro a las guerreras y suspiro, era urgente ir a buscar a las cazadoras de las zonas grises. Las zonas grises eran donde estaban las mejores presas de la zona, cada varios meses una frondosa niebla se hacia con la zona por eso su nombre.

    -Guerreras, hoy partiremos en busca de las cazadoras que tardan tanto en volver, temo por sus vidas ya que no hemos recibido ni siquiera un mensaje.

    Su mirada fue hacia Helen y le señalo:

    -Espero que vengas conmigo Helen y tu amiga la oscura también.

    Draxen trago saliva al saber lo que eran las zonas grises, Helen asintió con la cabeza y miro a su amiga:

    -Zonas grises? Draxen…..

    -Nunca a veis ido las marines a las zonas grises? Se llama así por que cada varios meses aparece una espesa niebla que dura una larga temporada.

    -mmm, perfecto lo tenia en la punta de la legua.

    Lennia miro a Helen y se preocupo demasiado por aquello, por si le pasaba algo a Helen, podría acariciar su rostro y besarla dándole ánimos para que volviera. Pero solo pensar en enfado de su madre le quitaba las ganas. Lennia le susurro algo al oído a su amiga.

    -Quiero verte antes de partir………entiendes Helen.

    Tranner se cruzo de brazos y miro a las guerreras, le preocupaba demasiado lo que pasaba y perder mas aquella zona de cacería era demasiado grabe para ella.

    -Partiremos antes de la salida del sol….

    Helen se quedo pensativa tras el trato de la última noche con Lennia, que había echo volvió a enamorarse otra vez, otra vez tendría que preocuparse por alguien, otra vez tenia a alguien por quien luchar, alguien por quien sobrevivir.

    Draxen se había quedado pensativa, se había dado cuenta de que algo estaba cambiando, Helen y Lennia se miraban de forma diferente. De dio cuenta que sus manos se cogieron. Tendría que estar acostumbrada de nunca encontrar a nadie para enamorarse y si lo hacia sabia que le romperían el corazón, su corazón era pura timidez y solo sabia suspirar desde lejos por un nuevo amor. Solo estar junto a Helen era lo único que deseaba, sabiendo que su trato jamás pasaría de ser como amigas o como hermanas.

    Cuando acabo la reunión Draxen y Helen se quedaron solas.

    -Helen puedo preguntarte una cosa-Le dijo Helen tímidamente.

    -Que pasa pequeña.

    -Tu y Lennia…..

    -Se nota tanto.

    Helen le llevo las mano al hombro de Draxen sonriéndole, jamás había entendido a las mujeres y a hora forzosamente era una de ellas. Poco a poco entendía el juego. Una cosa era amor y otra cosa era cariño y hermandad.

    -Tendrás que esconderlo, es nuestro secreto. Eres como mi hermana pequeña se que nos guardaras el secreto…………no es así cariño.

    Draxen se quedo perpleja al escuchar “cariño” jamás lo había escuchado pero lo mas seguro que era una palabra cariñosa de las marines. Ella a Helen le guardaría cualquier secreto por estar a su lado, le guardaba el secreto de estar enamorada de ella.
     
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    La luz del día fue acariciando el rostro de Draxen, había dormido junto a Lennia tras aquella inolvidable noche, una noche de lucha y desesperación. Pero al final pudo respirar tranquila al ver como Helen sobrevivía. Miro a su alrededor viendo que Lennia no estaba junto a ella, en el fondo la hija dela líder la había acogido como una amiga mas y podría llamarle asta “amiga”.

    Respiro profundamente y sonrió al recordar aquel día en la cueva, podría recordarlo totalmente y sentir a un el tacto de la piel de Helen. Entre suspiros pediría que volviera a vivir aquel momento, como adolescente tenia esa eterna idea de contacto carnal fijo en su mente.

    Se asomo a la ventana de la habitación pudiendo ver como el día volvía a comenzar desde cero, cazadoras con sus trofeos, pescadoras vendiendo el pescado o guerreras entrenándose en el centro del poblado.

    -Por fin te despertaste Draxen?

    Draxen se giro al escuchar esa voz, sonriendo al ver a su querida Helen. Se acercó a ella y la abrazo con fuerza:

    -Me alegro tanto de que consiguieras vencer, me alegro tanto que estés bien Helen

    Helen acaricio su pelo y la miro a los ojos con una sonrisa, en el fondo a esa pequeña la tenia como una hermana, como la hermana que nunca tuvo en la tierra, a una persona a quien proteger. Encima le hacia compañía y le guiaría para entender muchas cosas sobre las costumbres de aquellas mujeres.

    -Tranner quiere que la acompañe a una cacería y quería que me acompañaras.

    Draxen sonrió y asintió con la cabeza, le gustaba que Helen contara con ella:

    -Desayuna algo y nos veremos en los establos.

    Helen llego a los establos y vio sorprendida a Tranner limpiando a su montura, lo que mas le sorprendió de todo es que aquella bestia, era muy parecida a un caballo, un reptil con una frondosa melena que le caía por la frente. Se alimentaba con una larga lengua de los insectos que veía en el suelo. Tranner miro a su nueva amiga y se acercó a ella posando su mano en su hombro:

    -Helen estoy preparando tu montura, tendrás la oportunidad de ir de caza conmigo antes de la fiesta de esta noche……

    -Fiesta??

    -Si, hoy es un día especial salgo a cazar dos veces al año y esta vez traerá una buena pieza. Lo mas seguro que una marine como tu necesitara algo de atracción carnal con alguna jovencita. Abra bebida y podrás elegir a una chica con quien hacerlo.

    El grupo de cazadoras se preparo para partir montadas ya en sus monturas. Helen rápidamente domino aquel extraño ser que tenia que montar. Recordaba sus años en la granja de su padre y eso jamás se olvidaba.

    Draxen se tomo un tazón de leche y al acabar salió corriendo a buscar a Helen, al salir vio tristemente que ella se había ido. Escucho a su espalda como una jinete se acercaba a ella velozmente, se giro y vio a Helen que la cogió fuertemente de la cintura y la subió a la montura. Draxen abrazo fuertemente de la cintura a su heroína y sintió otra vez el tacto de su piel. Salieron del poblado y allegaron a donde les esperaba Tranner con las demás cazadoras.

    Miro a su alrededor y vio a Lennia, aun podría saborear en sus labios el rastro de ternura del beso de aquella noche. La joven estaba sentada en el prado con unas niñas, allí ella le enseñaba sus ideas pacifistas, poemas e ideas de paz.

    -Niñas escucharme bien, es mejor usar la palabra que la fuerza…..me escucháis.

    Miro a su espalda viendo a Helen, era esa mujer que le arrebato su primer beso a una mujer, sonrió al recordar ese extraño beso que fue tan especial, le gustaría estar mas tiempo a solas con ella y que esta le explicara mas sobre su casa mas allá de la noche.

    Tranner se acercó a Helen demostrando que era una buena jinete, sorprendida vio que llevaba a la oscura con ella:

    -Por que la traes Helen??

    -Es mi amuleto de la suerte, sin esta jovencita no podría ir a ningún sitio, es como mi escudera.

    Tranner entendió lo que le dijo, le recordaba los primeros años de cazadora cuando conocía a la madre de Lennia, iban a cazar durante días y las dos compartían la misma montura. Compartían el mismo amor por el tiempo.

    Tranner comenzó a pasear entre las cazadoras, las miraba fijamente a los ojos con coraje y les grito a todas:

    -Iremos a cazar al gran Krissllur, hay uno rondando en nuestros bosques y hay que cazarlo.

    Los Krissllur era una raza de humanoides de enormes proporciones que devoraban el ganado y se comía los animales del bosque, de piel negra como la noche y enorme corpulencia como enormes colmillos. Solían vivir en cuevas.

    -Krissllur??

    Draxen escucho como Helen sorprendida pronunciaba el nombre de aquella bestia:

    -Las marines no habéis cazado nunca a un Krissllur, son enormes monstruos tan negros como la noche y con colmillos como la palma de mi mano……

    -Nunca lo abemos cazados pero espero no encontrarme con ninguno.

    Durante horas estuvieron siguiendo el rastro de la bestia, todo conducía a una cueva en lo más hondo del bosque. Allí en los arboles ataron a sus monturas, Tranner quiso que Helen le demostrará su valor y dijo a sus cazadoras que esperaran fuera. Le dio una de las lanzas y las tres mujeres entraron en la oscura cueva, Draxen ya estaba deseando a verse quedado fuera con las demás cazadoras estaba muerta de miedo, Helen miraba a su alrededor y al ver la cara de confianza de Tranner eso hacia que siguiera hacia delante.

    Rastros de sangre cubrían las paredes como trozos de carne podrida por el suelo, Tranner miro a sus compañeras y les señalo que estuvieran detrás de ella. Se escucharon fuertes ronquidos de aquella bestia, después de haber devorado a su última victima tenia aun sangre en su rostro.

    Helen sin querer piso un hueso del suelo, se rompió en mil pedazos. Se escucho el crujido y la bestia se despertó con ira. Tranner cogió su lanza y se preparo para atacar, Draxen estaba paralizada por el miedo, Helen se puso delante de ella con la lanza. Tranner grito con fuerza, grito para que las dos atacaran y dieran muerte al monstruo. Un fuerte manotazo hizo que saliera disparada al final de la cueva, el Krissllur corrió para devorarla asta que escucho un fuerte silbido, se dio la vuelta y vio a Helen sonriendo:

    -Trozo de mierda no preferirías a una chica con más curvas, no me digas que prefieres a una mamaíta a una tía buen como yo…….

    La bestia corrió hacia ella y solo se pudo escuchar a Draxen gritando de miedo, la niña cerró los ojos para no ver como las atacaría, pidiendo que la muerte fuera rápida y sin dolor. Al abrir los ojos vio como su heroína le había clavado la laza en la cabeza, eso hizo que abrazara fuertemente llorando, Helen le acaricio el pelo con una sonrisa:

    -Ya se termino………

    Tranner se acercó a ellas le dio una palmadita a Helen en la espalda:

    -Tienes razón esa oscura trae suerte.

    Una gran fogata adornaba el centro del poblado, y pinchado en un palo estaba la cabeza del monstruo, todo era júbilo por haber acabado con la amenaza.

    En la cabaña de Tranner estaban todas las cazadoras comiendo carne y bebiendo sin cesar, ella estaba orgullosa que Helen compartiera mesa con ella mientras que Draxen vigilaba que sus vasos no estuvieran vacíos. Lennia estaba allí rodeadas por las cazadoras, miraba a Helen como reía junto a su madre. Le gustaría prenderle todo fuego ya que le parecía denigrante cuando aparecieran las chicas de compañía ya que sabía que a Helen le tendrían una sorpresa preparada, una estúpida chica que no entendería sus palabras sobre su tierra más allá de la noche.

    Lennia salió de la cabaña al no soportar mas lo que pasaba, allí fue Draxen al ver como se iba enfadada, la miro con una sonrisa:

    -Lennia que te pasa….

    -Esas bestias las odio, después de beber esperaran que llegue la caravana de las Suquiis y babearan sobre sus cuerpos.

    Las Suquiis un clan milenario que Vivian viajando con sus caravanas, mujeres de gran belleza y que pagaban la comida y la bebida con su sexo. Eran muy ardientes y estaban con cualquier clan que pagara sus necesidades.

    Al llegar la primera caravana se escucho como una guerrera tocaba el cuerno de aviso, Tranner sonrió y obligo a Helen que levantara. Las cazadoras salieron de la cabaña dejando que la líder y su amiga pasaran las primeras.

    -Amiga mía podrás elegir a la mujer que tu quieras, estas son las mas ardientes y son Suquiis las mujeres mas bellas que jamás abras visto. Sus cuerpos calientes se derriten en tus manos.

    Helen suspiro al ver como cientas de hermosas mujeres le miraban y se relamían y le hacían gestos obscenos.

    Miro a su alrededor y veía como las cazadoras cogían a su mujer elegida, veía como Tranner cogía a una esplendida rubia y se la llevaba a su cabaña.

    Por detrás de la caravana Draxen ayudaba a subir a Lennia que se había vestido como una Suquiis y había dejado que su pelo le tapara medio rostro. Helena sintió como una atractiva morena se acercaba a ella, era más alta que ella y sentía sus pechos contra su rostro. En pocos segundos la erigiría ya que sentía como una parte de su cuerpo comenzaba a arder.

    Pero alguien la cogió del brazo y la arrastro. Veía como la apartaban de aquella chica, al girar su rostro veía a una chica con unas jugosas curvas. La Suquiis enfadada se cruzo de brazos y miro a su alrededor y sonrió al ver a Draxen, esta le devolvió la sonrisa con timidez.

    -Bonita quieres jugar conmigo…..

    Draxen la miro de arriba a bajo, tenía el cuerpo perfecto y soñado, el cuerpo que tendría que tener la mujer con quien perdería el Axter, en aquel lejano planeta perder la pureza por el sexo se conocía con aquel nombre. Draxen se puso tan nerviosa que se desmallo, la Mujer monumental prefirió ir a la cabaña de la líder para poder jugar con sus amigas con Tranner.

    Helen seguía a la extraña Suquiis, solo podría ver su esplendido trasero y como movía las caderas, podría ser la bebida pero había olvidado por unas horas sus dramas existenciales.

    Llegaron a una cabaña y Helen fue empujada a la cama, la oscuridad tapaba el rostro de la Suquiis y pequeños surcos de luz iluminaban su cuerpo, tragaba saliva ya que literalmente jamás había tenido ninguna relación sexual siendo mujer.

    -Desnúdate……..

    Esa orden hizo que Helen se quitara el traje militar. La joven se metió en la cama con ella y se besaron sin cesar, Helen había saboreado antes ese beso y solo pudo decir una cosa:

    -Lennia eres tu??

    -Si soy yo, no te dejaría que te acostaras con una estúpida Suquiis, me pongo de los nervios al pensar en una descerebrada como esas que venden sus cuerpos por comida y bebida.

    Helen se quedo pensativa viendo el cuerpo desnudo de una indignada Lennia y volvió a vestirse. El cuerpo de Lennia era cubierto a hora por las sabanas de la cama, esta acariciaba los hombros de su amiga.

    -Cuando sentí tu beso me di cuenta que no eras como una salvaje mas como las cazadoras o las guerreras, no te rebajes a ser como ellas.

    Helen la miro forzando una sonrisa, esta acaricio el rostro de Lennia. Una piel tan suave que le recordaba muchas cosas, como a la mujer que una vez quiso.

    -Sabes me recuerdas a una mujer que perdí hace demasiado tiempo.

    Perdió su alma y su mente, jamás volvería a escuchar sus ideas pero tenia su cuerpo para siempre. Lo que fue Helen a hora lo era ella, de una forma jamás le abandonaría. Lennia intrigada la abrazo fuertemente, su cuerpo desnudo se pego fuertemente al cuerpo de su amiga, por dentro sabia como era sentir como se perdía a alguien, perdió a su madre. Solo esperaba que aquel abrazo contribuyera a que Helen dejara de sufrir.

    -Háblame de ella, te ara bien.

    Helen sintió como le latía el corazón, como era el calor de su cuerpo cuando ella tocaba sus manos. Sonrió al escucharla:

    -Ella era otro marine, que luchaba siempre por algo. Al final entendí que ese algo era mi amor. Ella moriría por mí, ella murió por mí por nuestro amor.

    Lennia obligo a Helen que la mirara a los ojos, en ese momento vio como unas lagrimas caían por su rostro, en aquel momento era totalmente una mujer, en aquel momento dejo su dureza para convertirse en un dulce pétalo que estaba apunto de romperse. Lennia la abrazo y las dos mujeres durmieron en la misma cama, Helen de durmió lentamente al escuchar lo que le decía Lennia:

    -Se lo que es perder a alguien perdí a mi madre y esta era la canción que me cantaba cada noche…….
     
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    Elisabeth Thor

    Elisabeth Thor Entusiasta

    Cáncer
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    La estrella de las mujeres
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    Género:
    Ciencia Ficción
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    El viento paseaba por el gran monte lleno de margaritas, el sol brillaba con fuerza a las puertas de los primeros días de verano. Sara estrenaba un bonito traje que su padre le había regalo para su cumpleaños, era lo mejor que podía esperar tras los largos meses que pasaba fuera de casa. Sentada entre la hierba y con una sonrisa miraba las flores que tenia entre las manos. Miro a su lado pudiendo ver a su hermano Dexter, podría que fuera su hermano pero sentía algo de miedo por la forma que se comportaba, hace meses que no conocía a su hermano gemelo, parecía que algo en su cabeza se había roto, su comportamiento era tan siniestro a veces.

    Dexter se sentó a su lado y se quedo en silencio, los dos hermanos eran casi como gotas de agua, les separaba su sexo y sus pensamientos. Los dos pasaban largo tiempo juntos cuando su padre se iba de negocios y parecía que Sara se quedaría totalmente sola, su hermano le dijo que se alistaría a la marina. Ella pensaba que el cambio de su hermano era por eso, el saber que la dejaría para largo tiempo. Dexter se acercó a ella y le acaricio el cuello, los dos jóvenes se miraron a los ojos, Sara con miedo al sentir que las manos de Dexter le estaba presionando el cuello. La chica se defendió con todas su fuerzas asta que su corazón dejo de latir a la falta de oxigeno.

    En el verde y enorme monte quedo el cuerpo de Sara mirando el gigantesco cielo azul que le rodeaba.

    Sara se despertó delante de la fogata dela tribu, había vuelto a tener ese sueño pero esta vez era mas destructivo que antes, un recuerdo del pasado que le hacia a hora mas daño. Se acarició el rostro, ese bonito rostro y ese largo pelo negro.

    -Porque me matasteis??

    Sara sonrió erráticamente cuando una lágrima se derramo por su rostro:

    -Te iba a dejar solo quería que estuvieras conmigo y que no estuvieras sola, eras mía y de nadie mas.

    -Me quitaste la vida.

    -Tu vida era mía y no quería que ningún otro hombre te poseyera.

    -Te odio.

    -Pero nadie jamás nos separara nunca más.

    Sara se abrazó fuertemente y grito con fuerza, a hora era aquella mujer que mato hace años, a hora era su débil hermana. Se levanto para dar una vuelta, quería que su mente se despejara. Necesitaba descargar el odio que tenia en su mente, vio a Kreller afilando su espada en la herrería, una líder que le gustaba tener sus armas a punto y bien afiladas. Le gustaba que por su afilado filo se resbalara la sangre.

    -Que te pasa Sara?

    -Siento dolor en mi mente y no se como calmar a Sara.

    Kreller metió en el agua su arma y vio como se enfriaba. Miro a Sara y supo lo que tendría que hacer, su amiga quería sangre en sus manos y lo conseguiría. Hace unos días capturaron a unas oscuras, la única raza que no tendría que existir por su insignificancia a este mundo.

    -Sabes la única manera para apagar la mente es matar, el dolor se apaga con sangre

    -Sangre? Dolor? Necesito apaciguar a Sara.

    Kreller le tiro la espada a Sara y le cogió de la mano, le gustaba estar con un ser tan sanguinario como ella y le gustaba la idea que matara a una asquerosa oscura.

    -Sara tengo tu presa una asquerosa oscura que espero que le cortes en pedazos.

    Las dos mujeres fueron a las celdas donde había encerrada una joven oscura, que sollozaba tirada en el suelo, lloraba al no saber como era su destino. Kreller abrió la puerta y miro a Sara con una sonrisa:

    -Lo primero que tenemos que hacer las Saquian es exterminar a esta raza inferior. Acaba con ella.

    Para Kreller las oscuras era una raza inferior que tenia que desaparecer de sus territorios, no había nada mas que le repugnara que su presencia, por eso las cazaba y disfrutaba con sus torturas.

    Sara entro en la celda y cogió a la joven por el pelo, la chica grito de dolor. Comenzó a infligirle pequeños cortes bajo los ojos de Kreller que disfrutaba con aquella visión.

    -Es esto lo que quieres Sara que mate, que destruya para que dejes de torturarme.

    El cuchillo se clavo en el estomago de la joven oscura haciendo que callera encima del charco de sangre. Kreller vio aquello y se acercó a Sara, no había nada que le excitara tanto como ver matar a una oscura. Le acaricio el rostro y le miro a los ojos:

    -Tú me ayudaras a acabar con esa maldita de Tranner.

    Draxen se despertó al sentir como algo le atravesaba el estomago, supo aquel momento que alguien de su raza había sido asesinada. La chica comenzó a llorar por aquella victima, las oscuras mas jóvenes están unidas por un fino hilo síquico que se rompe por la edad, pero cuando eran adolescentes era un fuerte lazo.

    Helen se acercó a la fogata, tenía tantas cosas que pensar. Tantas cosas que había sentido aquella noche, podría ser que aquella Lennia estuviera haciéndose un hueco en su corazón. Miro las llamas esperando que sus ideas fluyeran poco a poco, escucho en la oscuridad como si alguien lloraba, le pareció escuchar el sufrimiento de alguien. De la oscura noche se abrió paso hacia la fogata Draxen, la jovencita se limpiaba las lagrimas y a un tenia los ojos colorados por aquello.

    -Draxen que te pasa?

    Le miro a los ojos entristecida por a ver sentido el sufrimiento y la muerte de una hermana.

    -Sentí como una oscura como yo era asesinada, sentí sus últimos gritos, sentí sus últimos segundos de dolor en mi corazón.

    -Como?

    -Desde que nacemos las oscuras estamos unidas por nuestras almas, sabemos donde encontrarnos y sabemos cuando defendernos. Esos lazos se rompen cuando crecemos y a hora una maldita loca de las Saquian ha matado a una hermana.

    Draxen miro sus manos, sintiéndose perseguida y sintiendo en su alma que jamás tuvo que existir, como su raza tenia que desaparecer. Helen al verla tan derrotada le dio un abrazo a su amiga, le miro a los ojos y le contaría una historia.

    “escúchame una cosa, en el sitio de donde yo vengo se intento exterminar muchas razas, la locura sin límites de muchos locos pensaban que los débiles tendrían que morir. Pero en vez de desaparecer luchemos hasta el final. En mi historia hay razas como la tuya que nunca desaparecen, tu estas a mi lado y estarás a salvo para siempre, jamás conseguirán exterminaros. Me escoas nunca”

    Las dos chicas se quedaron mirando por unos instantes el fuego, Draxen estaba más segura al estar con Helen su heroína y ella no quería que ella volviera a llorar. En el silencio Lennia había escuchado a Helen, sintiendo que había algo mas que una guerrera en ella.

    Tras la larga noche de celebración y placer el pequeño poblado volvía a despertar. Tranner estaba bastante preocupada en su trono al ver como pasaba el tiempo, hace casi tres semanas que un grupo de cazadoras fueron a la zona gris y ya no tenían noticias suyas. Ni siquiera un maldito mensaje por ave mensajera. Lo único que habían dejado era el mapa de donde estarían acampadas. Tranner salió de su tienda y toco con fuerza el cuerno de reunión.

    Helen estaba en el lago intentando pensar en lo que paso hace unas horas junto a Draxen, pensaba que la locura de los holocaustos era cosa de la tierra. Pensar que había gente como las Saquian que había marcado una raza para que tuviera que desaparecer. Sintió como alguien le cogía fuertemente por la espalda de una forma tierna y con afecto, Lennia estaba junto a ella y se sentía tan orgullosa con ella.

    -Helen escuche lo que le decías a Draxen por la noche, eres una guerrera muy especial también te mueves con tu corazón.

    Helen se giro y miro a Lennia acariciando su rostro, le sonrió y se atrevió a mirarla a los ojos con una leve sonrisa.

    -Sabes lo que quiere que haga mi corazón.

    -El que?

    Le dio otro beso en la boca, este beso no era una apuesta de supervivencia, era un beso de aprecio y posiblemente de amor. Se abrazaron con fuerza alargando ese momento asta el infinito. Pero escucharon el sonido del cuerno de la reunión, Lennia cogió de la mano a Helen:

    -Corre mi madre a convocado una reunió……

    Al llegar las dos chicas vieron un gran numero de guerreras al lado de Tranner escuchándola en silencio, desde hace muchísimo tiempo el tocar el cuerno significaba tener una noticia que dar.

    Draxen vio a sus amigas y se acercó a ellas, miro a Helen en silencio. Le pareció raro que ella y Lennia estuvieran juntas, pero todas esas ideas escaparon de su mente al sentir como Helen apoyaba su mano en su hombro, ella se quedaba en silencio suspirando. Tranner miro a las guerreras y suspiro, era urgente ir a buscar a las cazadoras de las zonas grises. Las zonas grises eran donde estaban las mejores presas de la zona, cada varios meses una frondosa niebla se hacia con la zona por eso su nombre.

    -Guerreras, hoy partiremos en busca de las cazadoras que tardan tanto en volver, temo por sus vidas ya que no hemos recibido ni siquiera un mensaje.

    Su mirada fue hacia Helen y le señalo:

    -Espero que vengas conmigo Helen y tu amiga la oscura también.

    Draxen trago saliva al saber lo que eran las zonas grises, Helen asintió con la cabeza y miro a su amiga:

    -Zonas grises? Draxen…..

    -Nunca a veis ido las marines a las zonas grises? Se llama así por que cada varios meses aparece una espesa niebla que dura una larga temporada.

    -mmm, perfecto lo tenia en la punta de la legua.

    Lennia miro a Helen y se preocupo demasiado por aquello, por si le pasaba algo a Helen, podría acariciar su rostro y besarla dándole ánimos para que volviera. Pero solo pensar en enfado de su madre le quitaba las ganas. Lennia le susurro algo al oído a su amiga.

    -Quiero verte antes de partir………entiendes Helen.

    Tranner se cruzo de brazos y miro a las guerreras, le preocupaba demasiado lo que pasaba y perder mas aquella zona de cacería era demasiado grabe para ella.

    -Partiremos antes de la salida del sol….

    Helen se quedo pensativa tras el trato de la última noche con Lennia, que había echo volvió a enamorarse otra vez, otra vez tendría que preocuparse por alguien, otra vez tenia a alguien por quien luchar, alguien por quien sobrevivir.

    Draxen se había quedado pensativa, se había dado cuenta de que algo estaba cambiando, Helen y Lennia se miraban de forma diferente. De dio cuenta que sus manos se cogieron. Tendría que estar acostumbrada de nunca encontrar a nadie para enamorarse y si lo hacia sabia que le romperían el corazón, su corazón era pura timidez y solo sabia suspirar desde lejos por un nuevo amor. Solo estar junto a Helen era lo único que deseaba, sabiendo que su trato jamás pasaría de ser como amigas o como hermanas.

    Cuando acabo la reunión Draxen y Helen se quedaron solas.

    -Helen puedo preguntarte una cosa-Le dijo Helen tímidamente.

    -Que pasa pequeña.

    -Tu y Lennia…..

    -Se nota tanto.

    Helen le llevo las mano al hombro de Draxen sonriéndole, jamás había entendido a las mujeres y a hora forzosamente era una de ellas. Poco a poco entendía el juego. Una cosa era amor y otra cosa era cariño y hermandad.

    -Tendrás que esconderlo, es nuestro secreto. Eres como mi hermana pequeña se que nos guardaras el secreto…………no es así cariño.
    Draxen se quedo perpleja al escuchar “cariño” jamás lo había escuchado pero lo mas seguro que era una palabra cariñosa de las marines. Ella a Helen le guardaría cualquier secreto por estar a su lado, le guardaba el secreto de estar enamorada de ella
     
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    Elisabeth Thor

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    Ciencia Ficción
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    Al comenzar el nuevo día las guerreras Davian atraviesan las espesos montes sobre sus monturas, su destino las zonas grises. Tranner iba por delante casi guiándolas ya que esos paramos los había atravesado cientas de veces, había visto sus verdes parajes manchados de sangre en las duras guerras. Helen miraba fascinada los lugares que visitaba ya que era algo nuevo para ella junto a ella estaba su fiel Draxen. Que se sentía segura estando con ella.

    -Dime porque es tan importante las zonas grises Draxen-Pregunto Helen.

    -Allí es donde se cogen las mejores presas. En un mes puedes cazar tanto como un año, pero solo se puede hacer cada tres meses, la niebla es menos espesa.

    A los lejos se pudo divisar las llamas de una hoguera, era aquello el campamento de las cazadoras Davian. Pero el ambiente era tan extraño, el olor a muerte asediaba la zona. Tranner miro a las guerreras y con una seña las obligo a que fueran más lentas. Esta salto de su montura cogiendo una espada para defenderse. Helen se unió a ella armada con una lanza. Draxen desde la montura intentaba visualizar algo pero la niebla se lo impedía.

    Una lanza lanzada desde la nada alcanzo a una de las guerras haciendo que callera de su montura, Draxen corrió para intentar ayudarla pero fue imposible ya estaba muerta. Vio la lanza y vio que era Saquian.

    -Es Saquian…….

    Tranner bajo la mirada al ver que eran rodeadas por guerreras Saquian que las rodeaban con sus monturas. Corrían alrededor de ella. Tranner hizo un gesto y las mujeres se unieran dejando sus monturas. Helen miraba con desconfianza la maldita lanza que tenía entre las manos, estaría más segura con una recortada o un fusil de asalto. Draxen se puso tras de su amiga con miedo.

    El ruido de cascos se paro de golpe y ya no sabían donde estaba el enemigo, sus ojos se fijaron en cualquier simple ruido que nacía de la niebla. Unos gritos de gritos se escucho y desde la niebla parecieron las Saquian. A Sara le pareció divertido pintarse con los colores de guerra de sus nuevas amigas, calmaría a su hermana llena de dolor, la calmaría con sangre. Kreller tenía entre sus manos su nuevo juguete, una reluciente espada que había afilado hasta convertirla en una perfecta arma para matar. Al ver aquello Helen, al ver como comenzaba un combate miro a su amiga Draxen:

    -Quiero que cojas la montura y te largues de aquí………correeeeee.

    Draxen estaba muerta de miedo pero hizo lo que le pidió su querida Helen, se subió en una montura y corrió para volver al poblado.

    El rostro de Sara se lleno de sangre, tras acabar con unas cuantas Davian. Observo como si fuera un fantasma del pasado a una mujer, no podía creer volver a verla. Pensaba que había muerto hace años. Los filos de sus aceros chocaron violentamente, Helen miro con ira a los ojos de Sara y descubrió un extraño brillo que le parecía familiar.

    -Te conozco eres Helen, te vi morir hace años-Dijo Sara.

    Helen consiguió apartar de su rostro la espada de su contrincante.

    -Sabes creo que reconozco esos jodidos ojos.

    -Porque no vuelves a estar muerta pequeña arias feliz a Sara.

    Kreller de un fuerte golpe hizo que Tranner perdiera su espada, tenia tanto odio contra ella, siendo adolescente vio como ella mataba a su madre en el campo de guerra. A hora quería venganza.

    -Sabes a un te guardo rencor por matar a mi madre, la única solución es matarte.

    -Eres una cobarde, tu madre jamás hubiera matado a alguien desarmado porque no luchas conmigo con los puños.

    Ese brillo en los ojos de aquella mujer hizo que Helen recordara, pero no podría ser lo que veía.

    -Eres Helen Darnas, esa furcia que odia Sara.

    Sara sabia el nombre de aquella mujer ya que fue una baja en su pelotón de marines, murió en una de las lunas de Saturno.

    -Pero tus ojos no son los mismos, brillan de una forma diferente………eres??

    La lanza y la espada chocaron con violencia, las dos mujeres se miraron a los ojos. Helen vio la locura de aquella familiar mujer reflejado en sus ojos.

    -Dexter-Grito Helen.

    -John veo que me recuerdas, te presento a Sara.

    Claro que recordaba a Dexter recordaba como su pelotón se quedo atrapado por unos terroristas en una colonia, como se quedaron por los días sin agua ni comida y Dexter decidió que la mejor forma de escapar era el suicidio o la ejecución. Recordaba como solo quedaron ellos dos y cuando Dexter poso su fusil en su frente. Los terroristas entraron a por ellos. Solo recordaba que corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a una pequeña nave. Pensaba que su maldito enemigo había muerto y a hora estaba en la misma situación que el, en un cuerpo femenino.

    -John, John porque no estas muerto, tienes que arrastras ese cuerpo de tu querida Helen para siempre……..yo comparto mi mente con el cuerpo de mi querida hermana.

    Tranner golpeo otra vez a Kreller en rostro, esta se volvió a levantar por el odio que sentía. Eso hacia que se moviera que diera un nuevo pasó más. Quería ver a la asesina de su madre en un charco de sangre.

    -Tu madre fue una gran guerrera y luchar con ella fue glorioso, pero ella busca lo mismo que mi mujer o mi hija la paz……..-Dijo Tranner.

    -Yo solo busco ver tu cabeza clavada en una lanza.

    Los cuerpos de las guerreras fueron cayendo convirtiendo aquello en un infierno, las vidas fueron segadas de los dos bandos lentamente.

    Sara sonrió al golpear otra vez a Helen, sonreía al ver que en cualquier momento acabaría con ella. Pero algo le impulso a dejar su espada en el suelo y obligar a Helen a posar su lanza en su cuello.

    -Quiero que mates a mi asesino, hazlo-Dijo Sara.

    Helen se quedo perpleja ante ese comportamiento, tenia al filo de su arma en el cuello de Sara pudiendo matarla en cualquier momento. Pero su voz era tan diferente en ese momento en que le pedía la muerte. Sus ojos cambiaron totalmente, era pura piedad y sufrimiento. Parecía que estuviera apunto de comenzar a llorar. En ese momento no era el asesino que quería encontrar, era una mujer tan débil. Cuando el filo de la lanza se clavo lentamente en su cuello y una pequeña gota de sangre se resbalo levemente, sus ojos volvieron a cambiar radicalmente volviendo el dolor y el odio. Aparto de un manotazo la lanza de su rostro.

    -Eres débil como una maldita mujer, eso de tener sentimientos es tan femenino.…….

    Sonrió Sara intentando calmar las ganas de venganza de su hermana, llevándose las manos a la cabeza.

    Helen salto contra Sara y comenzó a golpearla en el rostro:

    -Sabes Helen siempre te odio, odiaba esa forma de manosearla y que pensaras que por ser su superior podrías hacer lo quisieras con ella.

    Kreller señalo a Tranner con el labio roto por la paliza, forzó una siniestra sonrisa:

    -Sabes lo que as hecho golpeándome, as comenzado una nueva guerra. Esconde a tu hija y a tu pueblo que volver con mis tropas…….

    Dio un fuerte silbido y apareció su montura, subió y corrió hacia Sara. Le dio la mano y la monto a su lado.

    -La próxima vez morirás Helen…………

    Tranner se acercó a Helen al ver partir a las dos mujeres, miro el rostro de su amiga marcado por los golpes y la sangre:

    -Era una amiga tuya, era otra marine??-Pregunto Tranner

    -Es una vieja amiga…….

    Draxen había llegado en la montura hace un par de horas, había buscado a Lennia y quiso hablarle. No quería asustar al pueblo, prefería hablar con alguien de la posible muerte de Helen y Tranner. Lennia se quedo sin palabras al escuchar a la pequeña, solo pensar que a Helen o a su madre le hubieran podido dejar le dolía tanto.

    Draxen acaricio el pelo de su amiga e intento darle ánimos, solo esperaba que las Draxen hubiera dejado escapar a ellas dos. Solo esperaba que aquella mujer que sentía un amor platónico sobreviviera. Una sombra entro en el cuarto de Lennia, lentamente el sol desvelo lo que se escondía en la oscuridad. Las dos chicas sonrieron dejando atrás el sufrimiento al ver que era Elen y que no había muerto. Las dos corrieron hacia ella y la abrazaron con fuerza. Helen beso con fuerza a Lennia y Draxen solo quería escuchar su corazón.

    -Pensábamos que estabas muerta-Dijeron Lennia y Draxen.

    Helen miro a las dos chicas y le sonrió.

    -A hora tenemos que proteger nuestro pueblo, posiblemente nos ataquen.

    Lennia se acercó a Helen y le susurro algo al oído.

    -Quiero que nos veamos en el mismo sitio donde me besaste esta noche.
     
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    Elisabeth Thor

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    Sara pinto el rostro con cenizas y sangre. Había cambiado sus ropas de militar por la ropa primitiva de las Saquian. Había llegado desde lejos asta las puertas del poblado Davian, desde lo ato de sus murallas comenzó a ser vigilada por las guerreras que la apuntaban con sus flechas. No se digno a mirarlas dejando en el suelo su lanza, demostrando que se entregaba a ellas. Las puertas del poblado se abrieron, un grupo de guerreras cogieron a Sara fuertemente inmovilizando sus movimientos.

    -Chicas, no podéis ser mas cariñosas conmigo-Dijo sonriendo Sara.

    La prisionera fue atada en medio del poblado, Tranner se había quedado unas cuantas horas mirándola, no entendía porque la mano derecha de Kreller se había entregado de esa manera. Helen se acercó a Sara y comenzó a tocarle el pelo lentamente y olerle el cuello. Solo supo susurrarle algo en el oído.

    -Tengo aquí a Dexter o quieres que te llame Sara, una persona que hizo que mataran a todo mi grupo y que por unos segundos me estuvo apuntando con un arma…………….dime? que tendría que hacer, sacarte las tripas. Como parte de mi venganza.

    Sara sonrió mirando al suelo:

    -Sabes que si fuera otra vez un hombre, te follaria sin cesar. Amaba a tu querida Helen.

    Helen le dio un fuerte puñetazo en la cara a Sara.

    Draxen tenía miedo de aquel monstruo era incapaz de mirarla, esa mirada te llegaba asta el alma. Lennia abrazo a la jovencita y le tranquilizo por unos instantes.

    -El monstruo esta atado no puede hacer nada-Dijo Lennia.

    Sara las miro a todas y comenzó a reír con todas sus fuerzas:

    -Cada una de vosotras guerreras me estáis apuntando con vuestras flechas y lanzas. Pero no sabéis lo que se acerca……..ja ja ja.

    Eso quería Sara ser una distracción y hacer que la seguridad del poblado menguara, unas flechas acabaron con unas cuantas vigías. Y cientas de flechas comenzaron a surcar el cielo, las escaleras de madera se posaron en las murallas. Las Saquian ya están allí.

    capitulo corto pero os dejo el mismo capitulo con cosas que no pueden aparecer en esta web
    http://guerreras.soopbook.es/chapter/cap-xiv/
     
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    Las Saquian habían comenzado su ataque bajo la sed de sangre de Kreller, tenía tanto odio en su interior que despreciaba a sus contrincantes, su espada se bañaba de sangre y arrebataba la vida de sus victimas. Tranner le lanzo una espada a Helen y esta comenzó a luchar contra las Saquian que se echaban encima. Sara fue desatada y su locura se hizo con ella, solo deseaba apagar la voz de su conciencia que pedía que muriera de una vez. Lennia corrió hacia los establos cogiendo de la mano a Draxen, intentarían proteger a las niñas del poblado de esos monstruos. Helen entre gritos luchaba con todas sus fuerzas junto a Tranner que recordaba viejos tiempos. Sara al ver a su vieja amiga corrió hacia ella blandiendo sus cuchillos, bañados con un potente veneno.
    Kreller dio una fuerte patada a Tranner, esta callo de rodillas al suelo. Sintió como el frio acero de la espada de su contrincante le acariciaba el cuello, sentía con dolor como Kreller le cogía del pelo y le soltaba su asqueroso aliento en la cara.
    -No será aquí donde quiero que mueras-Dijo Kreller.
    Tranner consiguió tirar al suelo a Kreller y esta intento clavarle su espada en el pecho, pero su vieja enemiga conocía todos los trucos de los Saquian, consiguiendo que tirara su espada.
    -Las Saquian solo sois salvajes, solo conocí a una honorable y era tu madre……..-Dijo Tranner.
    Un afilado cuchillo se clavo en el costado de Helen, sintió como unas gotas de ese veneno se resbalaba por su herida, al girarse vio a Sara sonriendo. Helen intento clavarle su espada pero unas flechas se clavaron en su espalda. Una fuerte patada la lanzo contra el suelo, Helen grito con todas sus fuerzas arrancándose las flechas.
    -Este veneno te da una fuerza que va drenando tu vida-Dijo Sara.
    Helen se levanto lentamente sentía por unos momentos como su cuerpo se llenaba de fuerza, por sus heridas hacia un extraño liquido verde. La adrenalina se hacia con su corazón en pocos segundos. Corrió hacia Sara dándole un fuerte puñetazo que la derribaba, esta se limpio la boca de sangre.
    -Venga Helen descarga todo tu odio contra mi-Dijo Sara.
    Sabia que el veneno le estaba consumiendo como una cerilla que ardía con fuerzas antes de apagarse.
    Draxen intentaba tranquilizar a las niñas que no dejaban de llorar, mientras que Lennia vigilaba la puerta de los establos para que ninguna Saquian entrara:
    -Tranquilas niñas-Dijo Draxen.
    La puerta se abrió se golpe con el cuerpo de Sara, Helen con una fuerza sobrehumana la había lanzado con todas sus fuerzas. Ella se asfixiaba lentamente su cuerpo se iba apagando lentamente. Caía al suelo bajo los ojos asustados de Lennia y Draxen. Sara aprovecho para coger a Lennia y prender fuego a los establos. Lennia intento resistirse a esa mujer, pero sus puñetazos eran tan débiles que no pudieron hacer nada contra Sara. Que la cogió del pelo haciéndole mucho daño. Draxen se lanzo a las espaldas de Sara pero esta la lanzo contra el suelo se un fuerte puñetazo.
    Sara silbo con todas sus fuerzas, montándose en su montura con una maniatada Lennia que no podía moverse. Kreller miro a Tranner y le escupió en el rostro, subió en su montura y le dio la mala noticia:
    -Tenemos a tu hija, solo quiero que mueras en mi territorio. Ven a morir con tus guerreras.-Dijo Kreller.
    Las Saquian sobrevivientes huyeron, Sara llevaba a una pasajera muy especial para la guerra.
    Draxen con todas sus fuerzas consiguió derribar la puerta de los establos que estaban ardiendo. Consiguiendo que salieran todas las niñas, cogió con todas sus fuerzas la mano de Helen e intento sacarla. Tranner corrió para ayudarla, entre las dos la sacaron. Observaron que sus labios estaban verdes, el potente veneno Gremussen estaba haciendo efecto y quedaba poca vida en el cuerpo de su victima.
    -Krissner nos ayudara, ella sabe curar este maldito veneno-Dijo Tranner.
    Krissner era la bruja del poblado, generaciones y generaciones de su familia siempre fueron importantes brujas. Tras ellas siempre el destino de su pueblo. Las pinturas de su rostro hacia que nadie supiera realmente su edad, nació el mismo año que Lennia pero no aparentaba tal juventud en su rostro. Semi desnuda y cubierta por la piel de un gran animal preparaba una poción, en su destartalada cabaña. Tranner aprecio ante Krissner llevando en sus manos a Helen que estaba casi muerte, a su lado con miedo estaba Draxen.
    Krissner adivino al ver los labios verdosos de Helen que estaba envenenada por Gremussen.
    -Ponerla en la cama creo que podre salvarla-Dijo Krissner.
    Miro a Draxen y le dio unas órdenes:
    -Tu oscura quítale la ropa a la Marine.
    Krissner comenzó a bañar el cuerpo de Helen con un aceite de flores. Ese olor se hizo con el lugar.
    -Oscura quiero que frotes su cuerpo, el aceite tiene que actuar.
    Draxen trago saliva, eso le daba mucha vergüenza. El deseado cuerpo de su amiga en sus manos, pero solo deseaba que viviera. Ese momento jamás lo olvidaría. Krissner comenzó a tatuar letras en las muñecas, pecho y ombligo a Helen. Se arrodillo y comenzó a cantar extraños versos en lenguas ya olvidadas.
    Draxen se arrodillo a su lado solo deseando que Helen saliera de aquello.
    En esos momentos Helen comenzó a soñar, no estaba entre los vivos ni rodeada de muertos. Solo estaba en otra extraña dimensión, la bruja tenia que volver a traerla de vuelta a casa.
    Se despertó, sintió como todo aquello, todo lo vivido hubiera sido un maldito sueño. Se había despertado de un mal sueño, estaba allí en su litera de siempre. Sumergido en el silencio. Su dirección otro maldito conflicto en alguna colonia. Se llevo la mano a la cara sonriendo y por dentro algo apenado. Soñar ser Helen su desaparecida Helen. El tacto de su mano le indicaba que algo le había pasado, ese tacto de piel suave. Esas facciones, eran tan familiares. Acaricio su pecho descubriendo que no se había vuelto otra vez un hombre. Seguía siendo Helen. Pero no estaba en aquel planeta estaba en la nave de los marines. Miro a su lado viendo a un extraño personaje tapado entre las sabanas, se acercó para saber quien era, lentamente le quito las sabanas. No podría ser. Era su parte masculina, le sonreía pérfidamente. Le cogió fuertemente del brazo y los dos cayeron de la litera.
    John se poso encima de Helen y le arranco la camiseta con violencia:
    -Me recuerdas Helen soy yo tu parte masculina, la persona que deseas volver a ser-Dijo John.
     
  16.  
    Elisabeth Thor

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    http://guerreras.soopbook.es/chapter/cap-xvi/

    Vio al final de la habitación a Lennia que le miraba, eso le dio fuerzas para defenderse y comenzar a luchar. Una fuerte patada y consiguió que John la dejara en paz. La chica se levanto llena de furia, odiaba a su parte masculina y ya era hora de amputar aquel recuerdo de su alma.
    -Al principio deseaba volver a ser tú, pero aprendí a vivir y luchar como una mujer. Seré más fuerte sin ti en mi vida………..sin mi lado masculino.
    Helen dio una fuerte patada a John dejándolo tirado en el suelo, este se lanzo con furia hacia ella. La cogió del cuello y la levanto. Ella sintió como se quedaba sin aire, pero agarro fuertemente su cuello con sus poderosas piernas. En un momento desesperado le destrozo el cuello. Dejándolo caer ante sus pies.
    Helen totalmente desnuda fue andando por la nave, estaba sin aire. Abrió una de las compuertas y una fuerte luz le cegó por completo. Al volverse a mirar vio que a hora llevaba un traje largo azul celeste. En sus manos había un anillo y una pulsera. Miro a su alrededor y aquello no parecía la nave de los marines. Era un enorme prado lleno de margaritas y con un cielo que parecía que estaba apunto de aplastarte. Vio a cinco metro de ella a una joven de pelo moreno, vestía como ella y no podía verle el rostro. Cuando se fue acercando a ella escucho unos gimoteos. Se puso de rodillas ante ella y le acaricio el pelo, tan suave como la seda.
    -Porque lloras?
    La chica se giro mirando a Helen y esta vio sorprendida que era Sara. Pero era tan pura y débil que era imposible que fuera ese maldito asesino.
    -Nuestro hermano Dexter me quiere hacer daño Helen.-Dijo Sara.
    Un afilado cuchillo apareció en el cuello de la chica, Helen vio sorprendida que detrás de Sara apareció Dexter con una terrorífica sonrisa.
    -Vete de una maldita vez querida hermanita-Dijo Dexter.
    Helen quiso ayudar a Sara pero al intentarlo cayó por un enorme pozo. Que parecía no tener fin.
    Abrió los ojos y vio una gran pantalla de cine ante ella. Aparecieron unos labios.
    -Bienvenido a los últimos minutos de tu vida John. Este recuerdo esta generado por un pequeño circuito en tu mente, queríamos revelarte tu origen antes de morir. John eres un experimento del ejército, junto a tus dos hermanos Sara y Dexter. Solo tú y Dexter estas preparados para ser marines. Vuestros cuerpos están preparados para sobrevivir en cualquier entorno, vuestro cuerpo inteligente transformara vuestro cuerpo para infiltraros en cualquier planeta con vida. Fuisteis separados hace muchos años, así lo quiso vuestro creador.
    Helen comenzó a gritar no quiso pensar en aquello, no quería recordar sus años de infancia en la casa de huérfanos. No quería entender como su propio hermano le quiso matar, no quiso pensar en lo que había visto. Lentamente se comenzó a hundir en unas aguas tranquilas, comenzó a asfixiarse lentamente. Pero en esos malos momentos pareció Draxen para salvarla, la joven se sumergió en el agua para poder sacarla. Beso a Helen en los labios para darle algo de oxigeno y poder salir de allí.
    Krissner se quedo en silencio y levanto su mirada, Draxen al ver que las plegarias de la bruja se silenciaron abrió los ojos. Vio a Helen en pie. Estaba desnuda y bañada en aceite. Por unos momentos parecía que era otra persona. Desprendía una extraña fuerza, se acarició los tatuajes de su ombligo, pecho y muñecas. Letras extrañas sin sentido para ella.
    -Helen estas bien-Dijo Draxen.
    -Tráeme algo de ropa hay que salvar a Lennia.
     
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    Helen miro sus puños se sentía tan poderosa, una gran fuerza se había liberado en su anterior. Se puso la ropa que le trajo Draxen, dejo su ropa de marine para ser una guerrera por completo. Miro a su joven amiga y le acaricio el pelo:
    -Tenemos que salvar a Lennia.
    Tranner estaba delante de la gran hoguera, no podía dejar de pensar en las mujeres que había perdido en el ataque de las Saquian, no podía dejar de pensar en esa maldita de Kreller y el secuestro de su querida hija. Sintió una extraña fuerza a su alrededor. Al girarse vio a Helen, estaba muy cambiada después de recuperarse de aquel potente veneno. Las dos mujeres se miraron a los ojos y posaron sus manos en los hombros. Se quedaron por unos instantes en silencio sabían lo que tenían que hacer.
    Lennia estaba atada al gran árbol, no se podía mover. Kreller quería que su invitada no pudiera escapar. Las jóvenes tenias miedo por lo que le podían hacer esas salvajes. Sara apareció entre las sombras y miro a su invitada. Le comenzó a oler y lamio su rostro lentamente. Le gustaba el sabor de aquella joven tan pura.
    -Podía ajarte lentamente y destrozar tu belleza.
    Sara miro al suelo y levanto su rostro lentamente. El rostro de locura lo dejo atrás parecía asta mas pura y comprensiva. Miro a Lennia con compasión y con miedo por todo lo que pasaba.
    -No quiero hacerte daño mi hermano es el que me controla. Ese loco solo quiere hacer daño.
    Se miro las manos, esas manos que habían estado llenas de sangre.
    -soy solo una mera espectadora de la locura de Dexter, el no tiene sentimientos le divierte matar, mata para calla mi conciencia.
    Lennia no sabía lo que pasaba pero aprovecharía ese extraño momento:
    -Sara ayúdame a escapar te juro que tu hermano no te ara nunca mas daño-Dijo Lennia.
    Sara le miro con miedo y vio un cuchillo clavado en el árbol, al cogerlo intento cortar las cuerdas que ataban a Lennia. Pero la parte mala de Sara despertó de nuevo:
    -Maldita se que hacer hermanita.
    -Solo intento salvar a esta pobre chica.
    -No debes hacerlo ella es mía.
    -No quiero que le hagas daño como me hiciste sami, maldito loco.
    Sara intento callar a su hermanita clavándose el cuchillo en su mano, así callaría el odia que sentía hacia él. Así callaría su parte pura de su locura. Sara miro a Lennia y le escupió en la cara.
    -Quien te crees intentando pedir ayuda a mi hermana. Ella es demasiado pura para ayudar a una furcia como tu. Ella me odia, quieres que ese odio me destruya no es cierto maldita.
    Sara golpeo el rostro de Lennia y le arranco la ropa dejándola totalmente desnuda. Sonrió relamiéndose:
    -Eres preciosa, te mercerías que te hiciera disfrutar, pero mi hermana es demasiado pura para tocar tu cuerpo.
    Sara miro a su espalda y vio a Kreller jugando con su cuchillo, ella se acercó a las dos mujeres y observo el bonito cuerpo de Lennia:
    -Déjame a solas con ella Sara, le are disfrutar.
    Sara se alejó lentamente de la prisionera y de Kreller, no dejaba de tocarse la cabeza. No sabía como apaciguar a su hermana. Sentía que todo lo que hizo aquella noche no le gustaba.
    Lennia no dejaba de gritar:
    -Maldita seas Kreller no quiero que me toques-Decía Lennia.
    Kreller empezó a besar su cuello y a acariciar su cuerpo desnudo:
    -Seguro que ninguna mujer te ara disfrutar tanto como yo, pequeña.
    Tranner consiguió juntar un buen grupo de guerreares supervivientes. La guerra había vuelto a comenzó y su hija estaba en peligro por aquella loca de Kreller y Sara.
    Helen respiro profundamente antes de la batalla, antes de cada batalla un sentimiento de inseguridad poseía su cuerpo. Tranner se dio cuenta que la nueva Helen dudaba por unos momentos. Se acercó a ella con un collar y se lo puso en el cuello:
    -Este collar es de mi mujer, ella era una dura guerrera espero que te de fuerzas.
    Comenzó a marcar su cara con pinturas de guerra, esas pinturas eran llevadas durante generaciones por todas las guerreras Davian.
    -Haz que me sienta orgullosa por a ver marcado tu rostro con estas pinturas Helen.
    Draxen vio como hele se preparaba para marchar, como subía a su montura y que iría a la guerra con las otras guerreras. Ella corrió hacia ella no quería que la dejaran con las niñas. Ella quería ayudar a enfrentarse a las Sequian.
    -Helen déjame ir con vosotras, quiero ayudar-Dijo Draxen.
    Tranner señalo al grupo de niñas y ancianas:
    -Quiero que te vallas con ellas, eres solo una cría Draxen.
    Helen acaricio el rostro de su querida amiga y le dio un beso en la frente:
    -Quiero que te quedes aquí-Dijo Helen.
    Draxen se quedo en silencio al ver partir a Helen y Tranner. Estaba furiosa por eso, por ser una maldita adolescente estaba siendo marginada. Pero pensar que a Helen le podían hacer daño le dio fuerzas. Cogió un arma y se la puso a la espalda. Estaba decidida en luchar y no dejar sola a su nada Helen.
     
  18.  
    Anh Peárys

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    Usa el guión largo en los diálogos, cielo: Guión largo. Y separa un poco el texto, así no será tedioso el leer.
     
  19.  
    Elisabeth Thor

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    El tiempo se acortaba, las ganas de luchar comenzaba a crecer en el interior de Helen. No quería que Lennia sufriera, por fin después de tanto tiempo había encontrado a alguien a quien amar. Mientras cabalgaban su mirada fue por unos instantes a una decidida Tranner, ella no quería perder a nadie más de su familia y ella era lo que le quedaba en este mundo. A medio camino de llegar al pueblo de las Saquian, miro a Tranner.

    -Es hora de cazar un Krissllur.

    Tranner se quedo mirando sorprendida a su amiga, asta que al final asintió con la cabeza. Sabía lo que quería hacer. Lo mejor era un ataque sorpresa y eso seria toda una sorpresa para las Saquian.

    -Buena idea-Dijo Tranner.

    Una guardia Saquian escucho un extraño ruido, un extraño rugido que le parecía familiar. Ese ruido parecía que rápidamente se acercaba y cada vez se escuchaba más fuerte. Más fuerte y más lleno de ira. La guardia abrió las puertas del pueblo y aterrorizada vio como el Krissllur corría con violencia hacia la entrada del pueblo. La guardia intento cerrar la puerta como pudo he intento avisar a sus compañeras gritando:

    -Cuidado se acerca un……..

    De fuerte manotazo la bestia abrió la puerta, comenzó a rugir con todas sus fuerzas. Sara se quedo mirando aquella enorme bestia, jamás había visto un ser parecido ni siquiera en sus peores pesadillas. Kreller cogió su arma y corrió hacia ella:

    -Es extraño estas bestias jamás salen de los bosque.

    Kreller hizo una señal y todas las guerreras comenzaron a disparar con sus arcos para matar aquel animal tan peligroso. En ese momento estaban tan sumidas en acabar con el Krissllur que olvidaron las defensas. Helen, Tranner llegaron con otras guerreras al poblado con sus armas. Sara cogió su arma para enfrentarse al ataque, Helen salto de su montura y la tiro al suelo. Sara la empujo con fuerza de una patada, el acero de sus espadas comenzó a estallar en chispas.

    -Vengo a acabar contigo, por destrozarme la vida, vengo a buscar a mi único amor-Dijo Helen.

    -Sera teñida de sangre cariño.

    Kreller veía como era atacada por esas odiosas Davian, fue acabando con las que tenia el valor de enfrentarse a ella con el acero de su espada. Iba acabar con la vida de una invasora cuando su espada fue parada por una lanza, al levantar su mirada vio que era su odiad Tranner:

    -Te voy a dar el placer de morir con honor.

    Draxen llegaba a tiempo pudo ver como ardía el cielo, como el poblado Saquian era asaltado por Tranner y sus guerreras. Con miedo entro en el poblado con su arma entre sus manos, una guerrera Saquian le ataco. Ella con miedo para el ataque con su espada. Pero era demasiado fuerte para ella. Y no podía pararla su espada se iba acercando a su rostro. La chica grito con todas sus fuerzas consiguiendo escapar de aquella espada. Trago saliva y cerro los ojos, cuando los abrió había matado a su atacante. Era la primera vez que mataba a alguien, era la primera vez que vengaba a su raza y mataba a una Saquian. Miro a su alrededor e intento buscar a Helen.

    El acero cocaba entre si con mucha violencia, Sara sonreía al poder enfrentarse a Helen. Era algo que tenia pendiente hace mucho tiempo.

    Helen fue arrinconada en un rincón por Sara que ya disfrutaba de poder arrebatarle la vida, le hizo una herida en el brazo. Ya disfrutaba de ver como corría su sangre:

    -Sabes John le dije una vez Helen que eligiera su vida o la tuya, ella eligió tu estúpida existencia.

    Helen furiosa se lanzo contra Sara esta le golpeo un par de veces en la cabeza con su mano. Levanto su rostro ensangrentado mirando con ira a aquella loca y le dio una fuerte patada en el rostro. Haciendo que esta callera al suelo, ya lo tenia donde ella quería después de lanzar baste lejos su arma:

    -tengo tantas cosas que contarte hermanita-Dijo Helen.

    -Hermana, que coño dices.

    -Todo será revelado antes de morir.

    Una arquera vigilaba la espalda de Helen, preparo su flecha para acabar con ella. El impacto de las flechas hizo que Helen se girara. Pudiendo ver como Draxen había parado esa mortal flecha con su cuerpo.

    Asustada Helen se puso de rodillas y recogió el cuerpo de su herida amiga. La sangre fluía sin cesar seria el final de Draxen. La sangre marcaba sus encías y se resbalaba por su boca.

    -Helen quiero pedirte solo una cosa-Dijo Draxen.

    -Dime que quieres?

    -Quiero que me beses antes de morir, por favor.

    Helen asintió con la cabeza y recogió el pelo del rostro de Draxen. Las dos mujeres se besaron lentamente. Al terminar su vida Draxen pudo disfrutar de algo que siempre había deseado. Sara se levanto y cogió su espada corrió hacia Helen llena de furia. Helen dejo el cuerpo de Draxen lanzo su espada dándole en el corazón a Sara.

    Al levantarse vio una extraña sonrisa en el rostro de su rival:

    -Gracias por esto-Dijo Sara.

    En los ojos de Sara se comenzó a reflejar una filmación, la misma filmación que vio Helen a hora era ella la espectadores. Pudo ver la verdad en su propia mente.

    -Que?.

    Dijo Sara ante lo que pudo ver a minutos antes de morir.

    Kreller cogió fuertemente del pelo a Tranner y le escupió en el rostro, en esos momentos la tenia en su poder. Sonrió tirándole fuertemente del pelo y con un espada en su cuello.

    -Sabes siempre me fascinantes, si la vida no nos hubiera echo enemigas. Podría a verte dicho que te quería, pero solo quiero verte morir.

    Un fuerte codazo en el rostro de Kreller hizo que la soltara, su rostro se cubrió de sangre al romperse la nariz. Tranner no quería perder mas el tiempo con una niñata resentida.

    -Sabes prefiero a las mujeres que se dejan dominar, tu as nacido para mi acero.

    Helen corrió hacia las celdas, allí encontró semi desnuda a Lennia. La desato y le dio un fuerte beso. Al salir Lennia abrazo con fuerza a helen, la veía diferente. Parecía que había pasado lago más que esta batalla en sus sentimientos:

    -Que ha pasado Helen.

    Helen la miro tragando saliva, no sabia como explicarle la muerte de Draxen.

    -Draxen ya no volverá.

    Lennia comenzó a llorar, Helen dejo a su amada junto a una de sus guerreras:

    -Quédate aquí, voy a buscar a tu madre.

    Kreller consiguió clavar en la pierna su espada, vio como Tranner caía al suelo dolorida, ella reía al ver como aquella veterana guerrera no podía con las nuevas generaciones.

    -Estas dispuesta a morir-Dijo Kreller.

    Helen salto encima suya y le golpeo bajo la mirada de Tranner que intentaba taparse la herida de la pierna. Cuando Kreller perdió su arma Helen la miro sonriendo:

    -Porque no peleamos como mujeres, usando nuestros puños.

    Kreller se lanzo contra ella, golpeándole el rostro haciendo que callera al suelo, se levanto de un salto y le dio una patada en el rostro a su enemiga.

    Kreller cogió una antorcha y quemo la mano de Helen, esta se cogió fuertemente la mano malherida. Esta aprovecho para dar puñetazos en el rostro de Helen. La sangre de su boca se fue resbalando por su rostro. Al caer al suelo sintió como los ataques no cesaban

    -Te matare como una maldita Oscura.

    Algo en la mente derrotada de Helen resucito, una pequeña explosión provocada por un recuerdo. Tendría que vengar a su amiga de las manos de aquella asesina.

    Se levanto y le comenzó a dar puñetazos, como patadas. Por unos momentos Kreller no sabia de donde había nacido la nueva fuerza de su amiga.

    Un fuerte puñetazo hizo que callera contra el suelo, Kreller cogio su espada. Tranner al verlo le lanzo una lanza a Helen esta consiguió arrebatarle el arma a Kreller y hacer que callera al suelo. Por unos momentos Helen la miro con ira, con el filo de la lanza en su cuello. Estaba apunto de matarla. Asta que escucho un grito:

    -Déjala yo le daré un castigo-Dijo Tranner.

    Lanzo su arma lejos de ella y observo como las Davian habían conseguido ganar aquella batalla, entre la sangre, las heridas y habían muchas que preferían rendirse antes de probar la muerte. Eso era la historia de esa batalla. Lennia corrió hacia Helen y la beso lentamente. a ellas se acercó Tranner que cojeaba por la herida de su pierna.

    Un fuerte sonido se escucho en el cielo, haciendo que todas aquellas mujeres levantaran sus cabezas para saber lo que sucedía. Unas grandes naves espaciales aparecieron, naves llegadas de la tierra. Helen destrozada por lo que veía callo de rodillas:

    -No puede ser volveré a casa…..
     
  20.  
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    y este es el final espero que os gustara
     
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