La Epidemia

La Epidemia: Parte 1
Capitulo 1: El comienzo de todo
Me llamo Alex, tengo 20 años y esta es mi historia de como sobreviví a la peor epidemia mundial.
Era un día de invierno, 3 de Diciembre, para ser exactos. Jake y yo nos disponiamos a ir a estudiar a la biblioteca. Era nuestro último curso de la Universidad, y estábamos deseando acabarlo.
Cuando entramos, Jake me preguntó:
-De que vas a estudiar Alex? -Y yo le dije-
-De Ciencias. Tranquilamente entramos en la blibioteca y al cabo de 2 horas, dije que ya estaba bien por hoy. Jake me habló de que en las noticias hablaban de muertos vueltos a la vida y ese tipo de cosas. Decía que empezó en un experimento fallido en Rusia. Que no salieran de sus casas y que los militares la erradicarian. Pero aqui tambien llegó. Y muy rapido.
De repente, se escucharon gritos fuera.
-Ahhh, socorro!
Salimos y...Habian varias personas comiendose literalmente a una!
Empezámos a correr y a Jake se encontró un bate de beisbol en el suelo. Pensé: Casualidad.
Pero, delante nuestra había una niña. Se le veía en la cara que ya no era humana. Jake le pegó con el bate y la tiró al suelo, pero sin éxito, la niña infectada se levantó de nuevo y atacó a Jake con un mordisco en el brazo, arrancandole la piel de los huesos.
Por suerte, vino un policia y de un disparo seco en la cabeza, puso fin a su vida. Y iba a hacer lo mismo con Jake, pero le detuve.
-Oye, que coño estas haciendo?-Dije-
-Acabar con su sufrimiento, esta infectado!-Respondió el policia con contundencia-
-De que hablas?-Le dije.
-No has visto las noticias? Es un virus terminal!
-Y te revíve con ganas de carne humana!-Dijo el policia.
De repente. Jake se avalanzó sobre el policia, pero de un disparo en el cerebro, lo derribó.
El policia se presentó.
-Soy el agente Fernandez, pero todos me llaman Fer.
Yo, con lagrimas en mis ojos, le di la mano.
-Lo siento por tu amigo, pero hay que irnos de aqui.-Dijo
-Vale. -Respondi.
Tendríais que ver lo que pasaba alrededor, solo puedo decir que era un caos, no desentendia de quien se infectaba y quien no. Paso todo muy rapido.
Fer me llevó a comisaria. Yo vivía en Valencia, era mi destino.
Alli habian barricadas para evitar que los infectados entrasen. La guerra estaba perdida. Los militares caían como moscas. Solo era el comienzo de la epidemia.

Capitulo 2: Un lugar seguro
Tan solo Fer y yo nos quedamos en comisaria, puesto que el resto de agentes se marcháron a por sus familias.
Mi familia estaba en Valencia, así que ese era mi destino.
A partir de ahora solo era cuestion de supervivencia.
Fer y yo cojimos lo que pudimos (comida, bebida, armas, municion, y combustible para el coche).
Fer me conto que habia una comisaria en un pueblo a las afueras de Valencia, que era un sitio seguro con varios policias que se quedaron a defender la estación de policia a toda costa. Y acogian supervivientes.
-Y una vez alli, que haremos?.-Dije.
-Sobrevivir.-Dijo Fer.
Pusimos rumbo a esa comisaria. -No se como a podido pasar esto.-Dijo Fer.
-Ni yo.-Respondi.
Durante los 20 minutos aproximadamente no dijimos ni mú.
Pero ya tardaba en haber complicaciones. El puente estaba destrozado, al parecer cayó un avión justamente en todo el puente. Era imposible el paso. Habia que caminar.
A mi no me gustaba mucho la idea, puesto que es mas peligroso ir andando porque eres mas vulnerable a los infectados y...bandidos, o eso pensaba yo. Y asi fue. Un infectado salió de la nada y atacó a Fer, que le sacudió un disparo en el coco.
Ni de coña llegabamos a la comisaria. Faltaban varios kilometros y se hacia de noche. Hora de buscar un refugio temporal. Fer cada vez estaba mas serio, a veces daba hasta miedo. Encontrámos una casita a un kilómetro de la carretera a campo abierto. Si, eh caminado muchisimo.
Pero para alegria por mi parte, habian huespedes...y VIVOS!
Hacia dias que no veiamos gente, aunque estabamos estancados en comisaria.
Un señor nos vio por la ventana y nos abrio la puerta.
-Mi nombre es Fermín, bienvenidos a mi casa.
Dentro estaban sus 3 hijos. Maria, Ainara y Roberto.
-Hace mucho tiempo que no vemos gente desde lo de la epidemia que salia en las noticias.-Dijo Fermín.
-Esto es un infierno.-Añadio Roberto.
Las hermanas tenian 15 años, el hermano, 17.
Las chicas se fueron a su habitación despues de cenar. Por supuesto ni encendimos las luces, a pesar de que habia corriente. Fer solo movía la cabeza, a las preguntas de Fermín y Roberto. Algo le pasaba, y tenía que saberlo ya. -Ahora estamos con mas gente, y hay que comportarse.-Le dije a Fer.
-Lo se, no soy imbecil.-Respondio, algo raro. -Creo que me encuentro mal.-Dijo Fer. -Alex...estoy infectado de hace 2 horas, y creo que me falta poco.-Dijo Fer.-
Me quede helado, y queria explicaciones, antes de estar en peligro.

 

Capitulo 3: El momento de la verdad
Fer me lo contó todo. -Esa vez que nos salió el infectado de la nada, me mordió, pero no lo víste.-Dijo Fer.
Yo, perpléjo,le contesté.-Fer...sabes lo que hay que hacer, verdad?.-Si, pero que no se entere nadie.-Me respondió Fer, seriosamente. Ahi es cuando entré en dudas. Debía contarlo, por el bien del ¨grupo¨, o sencillamente, callar y cuando pasáse lo que tuviese que pasar, sorprenderme como si nada, con riesgo de que atacase a alguien?
Por el bien del grupo, fuí a hablar con Fermín y su familia. Bajé las escaleras, y estában en el salón.-Mire, señor...
-No me llame señor, ahora estámos juntos en esto, asi que llameme Fermín. -Me dijo, con una sonrisa en la cara.
-Vale, pero voy a ir al grano, resulta que Fer...me acaba de contar...-empecé a explicar.
-Venga dilo ya!-Dijo Roberto un tanto desesperado.
-Fer ha sido mordido por uno de esos canibales.-Contesté con rabia.
-Queeee??!!??!!-Respondieron muy asombrados, Fermín y Roberto.
-Hay que hacer algo, no podémos dejárle que se transfórme y sea un peligro para todos.-Dije seriamente.
-Tienes razon, metámosle una bala en la cabeza. No permitire que toque a nadie de mi familia.-Dijo Roberto con contundencia.
-No, eso no es humano.-Dijo Fermin.
Nos levantámos del salón y fuímos hacia arriba cuando encontrámos una sorpresa. Fer lo escuchó todo y estába apuntandonos con su pistola de 9 mm.
-No vais a metérme nada en la cabeza, idiotas, como os acerqueis, os vuelo la cabeza!. -Dijo Fer, se notaba que el virus se estaba apoderando de el.
-Donde estan mis hijas? -Dijo Fermin un pelin nervioso. La tensión se palpitaba en el ambiente, todos estábamos nerviosos.
-Estan atadas, en el sotano, para que no molesten.-Dijo Fer, delatandose. Roberto encojió el puño.
-Te voy a matar maldito bastardo!- Dijo Roberto muy tenso. Fermin entró en escena.
-Roberto, hijo, calmate.-Ve a por ellas.
Roberto fue a por sus hermanas, que, efectivamente, estaban atadas.
Maria y Ainara estában bien. Mientras, al otro lado de la casa, Fer se estába poniendo tenso.-Me pondré bien, solo...dejadme!
Subieron Roberto y sus hermanas. Las chicas estában muy tensas. Estábamos tratando de llegar a un acuerdo, cuando pasó lo peor que podia pasar. Mientras hablábamos, Fer, disparó el cañon de la pistola, matando asi al pobre Fermín. Roberto se puso a llorar, y de rodillas, y entre lagrimas, saco su pistola y disparo friamente a Fer. Por un momento todo se quedó en silencio. Maria y Ainara se pusieron a llorar mucho, ya que su padre acabába de ser ejecutado. El ruido atrájo a muchos de los infectados. Desde las ventanas vimos unos 30 aproximadamente alrededor de la casa. Habia que huir.
-Mierda, nos tienen cojidos! -Dije en medio del llanto de los hermanos Martinez.

Capitulo 4: Desesperados por ayuda
Nos provenímos de armas y de todo lo que pudímos. Habia que salir de allí luchando.
Salímos de la casa, y ya habian 3 en la puerta. Roberto les disparo en la cabeza friamente, estaba claro que no pensaba. Yo tambien disparé, pero no sé manejar bien las armas. No maté muchos de ellos.
Cojémos la camioneta de Fermín, y nos fuímos de la casita.
No teníamos rumbo, entonces sucedió algo. La radio empezó a hablar.
-Esto funciona? -Dije.
-Eso parece Alex.-Contesto Roberto, mirando fijamente la carretera.
El mensaje decia lo siguiente: Aque... que...quier... sobrevi..ir...ten..ei..s...qu..ir..a....Fra...n..cia..., a..lli...ha..y....cam..po...d...refug...ados............llega...n...d...todo...s....lo..s....lad...os...d......Europ...a...cambi...o....y...cor..to.
-Francia?- Dije, algo asombrado, pensando que serían imaginaciones.
-Eso parece...tenemos destino.-Dijo Roberto.
Ainara y Maria ni se inmutaban. Se nos acabába la gasolina. Parecia que eran las 11 de la mañana, el sol resplandecía. Llendo por la carretera hasta que se nos acabase la gasolina, vimos algo que nos puso los pelos de gallina.
-Que narices es eso?- Dije, sin parar de mirarlo.
-Es...un maldito avión?- Dijo Roberto, igual que yo.
-Oh, dios mio, va a caer!- Añadio Maria.
El avión caía como una flecha, hasta que llegó al suelo y explotó.
-Tenémos que ir! A lo mejor hay supervivientes!- Dijo Ainara, algo nerviosa y desesperada.
-Tiene razon Roberto, tenemos que ir, aunque sea a mirar si a sobrevivido alguien.-Dije. Aun se veía fuego.
-Vale, vamos allí.-Contesto Roberto.
Fuímos con la camioneta, que, justo cuando llegamos, se le agotó la gasolina. Si, otra vez: Casualidad.
-Mierda.-Dijéron Roberto y Maria a la vez.
-Vamos a ver que hay.-Dije, y añadi: Yo y Ainara verémos si hay supervivientes y cosas útiles.
-Vale, cuida de ella, yo iré con Maria.-Me contestó Roberto.
Ainara y yo empezámos a buscar, pero sin suerte, no quedó nadie vivo.
-Pero... que demonios?!?!- Dije en alto.
Roberto y Maria vinieron corriendo.
-Que pasa?- Dijo Maria.
-No..los han mordido, como es que se han...es decir... levantado infectados?!?!?!- Dije super asombrado, se notaba la incertidumbre.
Los muertos se levantáron en cuanto nos viéron, vinieron a por nosotros. Pensé que no lo ibamos a contar, que era el fín, puesto que 6 de ellos nos rodeaban. Pero húbo un milagro. Por la carretera apareció un comboy militar en busca de supervivientes. Salieron del coche y rapidamente acabaron con los 6 infectados. Un soldado se presentó.
-Hola, soy el comanante Gilliard, venimos del campamento de Fráncia.
En ese momento, yo y Roberto nos quedámos de piedra. Teníamos la oportunidad de ir a ese campamento de refugiados. Fue un milagro. No íbamos a desperdiciar la oportunidad.
-Quieren subir?- Dijo el comandante Gilliard.
-...Por supuesto, dijímos yo y Roberto, al son de las palabras.
Subímos, y pusímos rumbo a Fráncia.

 

Capitulo 5: Fráncia, 7 meses después
Cuando llegámos todos nos mirában muy sorprendidos. Habia militares por todas partes y de todas partes: Españoles, Franceses, Ingleses, Alemanes, Italianos, etc. Calculo que habrían unas 10.000 personas. De todos los países y lugáres de Europa, y decían que habia un campamento en cada continente: América, Asia, Oceania, África y unos pocos cientificos que estudiában la Antártida. Fuimos bien recibidos. A mí y a Roberto nos pusiéron en las filas de los militares españoles, porque les hacian falta personas. Tambien había un consejo que dejába marchar a cada país (militares) a su país natal en busca de supervivientes y bíberes. Nos mandáron a España(nuestro país natal) en un escuadrón a cojer provisiones y, si habia gente, traerla de vuelta. Estábamos en el camión, y yo estába junto Roberto y dos nuevos amigos, Pedro y Juan.
-Como estais maquinas?- Dijo Pedro.
-Bien, porque lo preguntas?-Dije yo, algo sarcastico. Juan iba a tener un hijo dentro de 2 meses (con Maria). Roberto estába con una italiana llamada Pagliana. Pedro, sin ofender, era feo de cojones. Aunque tuvo sus ligues...bueno, cambiando de tema, en el trayecto no dijímos ni mu, todo el escuadrón(militares y civiles) estuvimos muy callados. Llegámos al CPEE (Centro de Prevencion de Enfermedades de España) en busca de supervivientes. Obvio, la puerta estába cerrada. Pusímos 2 cargas de dinamita concentrada, y, a continuación, la detonámos, sabiéndo que vendrían infectados. Pero esta véz no iba a ser tan facil como las demás. Al entrar, lo que vimos fue impactante...como unos 100 infectados dentro del recinto!
-Todos al camión!- Dijo Gilliard.
Todos corrímos directos al camión, pero no todos sobrevivímos, Pedro se tropezó, y 3 infectados lo deboráron como perros desesperados por comida. Varias personas más tambien caieron. La misión fracasó, habia que volver a Fráncia.

Capitulo 6: Evacuación inesperada
Cuando llegámos, la gente nos miró algo tristona, pues viéron que faltában varios del escuadrón. El comandante Gilliard fué a hablar con el consejo de la OTAN, los altos cargos. Les explicó lo que pasó, y añadió que se hacia mayor, y que no estába para correr. Quería retirarse, y habia que elegir nuevo comandante. El consejo reunió a la milicia española. Creyó que el adecuado para ese puesto...era yo. Dijéron que demostré la valia suficiente para ser el relevo de Gilliard. Roberto me felicitó.
-Que grande Alex, solo espero que no me hagas llamarte comandante jajaja.
-Gracias Roberto.-Dije.
Hubo otra sorpresa. Nombráron a Roberto subcomandante!
Roberto y yo alucinámos.
-Ya no hace falta que me llamases comandante jaja.-Dije.
-Vaya, somos los altos cargos de la milicia española, no tengo palabras.- Contestó Roberto.
Salimos del recinto y oimos un grito. Cojímos nuestras M4 y fuimos al lugar del grito. Sorpresa. Alguien abrió la puerta trasera y entráron varios infectados. Empezáron a gruñir, como siempre. Apuntamos, y disparamos, así de simple. Cerrámos la puerta y fuimos a contarlo al consejo. Me pareció ver a alguien esconderse tras los tanques, pero pensé que serían imaginaciones mias. El consejo empezó a buscar al ¨traidor¨. Yo ya pensé que esa supuesta imaginación dejó de ser imaginación. Pero habían mas infectados en el campamento. Atacáron a la gente, y el sitio empezó a llenarse de ellos. Gente chillando y exclamando ayuda, me recordába a cuando empezó todo. Al final, los muertos ganan. Siempre. Subímos al camión, cojímos a gente, suministros, etc. Abrímos las puertas con el interruptor (teniamos generadores de energia) y salímos. Solo éramos 5 militares, y 8 civiles. No sabíamos donde estában Ainara, Maria, Pagliana y el excomandante Gilliard. Vimos al consejo huir, pero no estabamos seguros.
-Tenemos que volver a por mis hermanas! -Dijo Roberto, exclamandolo.
-No podemos, y lo sabes. Las hemos perdido de vista. -Dije.
-Volvemos o tendremos un problema.- Contesto Roberto, amenazandome.
-No, no podemos, tenemos personas a nuestro cargo, entre ellos una niña. -Dije.
Roberto se dió la vuelta y me puso la pistola en la cabeza.
-No vas a matarme y lo sabes. -Dije, en mis pensamientos estaba muy asustado.-Volveremos a buscarlas, lo juro.- Añadi, pero no pensandolo.
-Lo..siento, es solo..que..siempre es lo mismo. Correr y correr. No te iba a hacer nada, y lo sabes, no soy así.-Dijo.
-Házme caso, volverémos a por ellas. Pero preparados.- Contesté, afirmando.
Otra véz huyéndo de un sitio seguro. Estába dispuesto a cazar al cabrón que hizo esto. Roberto no sabia nada, ya se lo contaría. A empezar de cero,...otra véz.

La Epidemia: Parte 2
Avance Parte 2: Sinopsis de los proximos 6 capitulos:

Capitulo 7: Lucha contra los muertos, teme a los vivos:
Sinopsis- El grupo esta resentído, ahora nos enfrentámos a otra amenaza mas potente, a parte de los muertos.

Capitulo 8: Arriesgar tú vida
Sinopsis- Ahora que sabémos que pasa, hay que hablar con el grupo. Hay que estar preparados.

Capitulo 9: Esto nos pertenece
Sinopsis- Encontrámos un sitio seguro a las afuéras de Barcelona, por supuesto, infestado de muertos.

Capitulo 10: Dejadnos en páz
Sinopsis- La amenaza insiste, hay que reaccionar si no querémos morir.

Capitulo 11: Reencuentros
Sinopsis- Volvémos a por los nuestros, uno de los reencuentros mas esperádos.

Capitulo 12: La lucha por la supervivencia
Sinopsis- La lucha por la supervivencia, mas dificil que nunca. Quién es el traidor?

 

La Epidemia: Parte 2

Capitulo 7- Lucha contra los muertos, teme a los vivos


Acampámos en un bosque cercano. Éramos pocos, quizas unos 10 como maximo. Estábamos cansados, y, exhaustos. Cuando se hizo de noche, me desperté de repente. Escuché varios ruidos.
-Quién anda ahí? -Pregunté, mirando a todos lados.
-No dudaré en usar mi arm...
No recuerdo nada más. Alguien me dió un culatázo por la espalda. Me desperté en una habitación un tanto siniestra. De repente, entró un hombre por la puerta, seguído de 2 más. Me puse nervioso.
-Tranquilo chico, no te vamos a hacer nada. Ten por seguro, que te dejarémos ir. -Me dijo ese misterioso hombre.
-Quién eres y porqué me haces esto? -Le dije.
-Vale chico, te lo diré todo. Me llamo Francisco, pero todos me apodan ¨El Alcalde¨. Bienvenido a la comunidad que quiere recuperar lo suyo, bienvenido a La Salvación. -Me dijo ¨El Alcalde¨.
Me dejó salir a la calle y fue increible. Habían muchas personas vivas! La emoción que tenía era enorme.
-Podré traer mi grupo aquí? Quiero decir...unirnos? Somos unos 10. -Le dije, algo desesperado.
La mirada de ¨El Alcalde¨ fue devoradora. Movió la cabeza en forma de no, lo que no me gustó. Me sacáron de allí y me dieron una moto. Al cabo de un rato, llegué a mi campamento.
-Gente, tengo que contáros una cos...
Mi campamento estába invadido, de muertos. De la nada salió Roberto.
-Alex...Alex...erá...erá...gente. -Me dijo Roberto, casi ahogandose.
-Como que gente? -Dije.
-Si Alex si, gente! Y escuché a un hombre decir: El Alcalde estará contento con esto. -Me dijo Roberto.
En mi rostro, la expresión fue extremadamente furiosa.
-A sido el... -Dije al aire.
-Lo conoces? -Dijo Roberto.
-Sí...tiene un pueblo de supervivientes, me secuestró. No nos quiere allí, pues dice que hay pocas plazas. -Le dije, con total sinceridad.
-Eso explica el que no estuviéses ahí! Pensé que te habías ido a por fruta. -Dijo Roberto.
Tenía mucha rabia en mi interior, esa gente mató a todo el grupo. Excepto a Roberto. Estábamos solos, y abandonados. Hay que temer a los vivos, ahora lo sé.

 

Capitulo 8- Arriesgar tu vida

Tratámos de sobrevivir como pudímos. Roberto no podía con su alma, y a mí se me cansaba el cuerpo de tanto llevarlo encima. Diré la verdad, estába perdiéndo la esperanza. Y Roberto igual.

—Ahora solo se basa de pequeñas oportunidades, Alex. —Dijo Roberto, de repente.
—Puede que tengas razón. —Le dije, por no callarme.

Creo que Roberto se íba a dar por vencido.

—Alex...lo he perdído todo, ¡TODO!. Mis hermanas, mi padre, el campamento de Francia, y el resto de supervivientes que vinierón con nosotros. Ya no queda nada, y encima, El Salvador, que es una comunidad muy grande, quiere matarnos. No entiendo la causa, pero siento que tengo que morír.

Las palabras de Roberto no dejáron lugar a dudas, se íba a suicidar. Sacó el arma, me miró.

—¡Roberto por favor no!
-Baam...

Roberto se pegó un tiro en la cabeza, me dejó solo.

—¡No! ¡Maldito idiota, aún hay esperanzas!

Por un instante, pensé en hacer lo mismo que el, pues me dejó solo, no tenía nadie. Cojí la pistola, y me la puse en la cabeza, cuando...

—¡Espera! No hagas eso, eso no es fuerte.

Me giré para ver quien me dijo eso. Y había un chico de unos 22 años.

—Uf, pensé que lo harías. Me llamo Isaac. Mi grupo esta en la base militar de Barcelona. Ven conmigo, acojemos supervivientes, te llevaré.

Cuando veía oscuridad, esa oportunidad reflejó la luz. Y acordandome, le contaría lo de "El Alcalde". Quería venganza.

 

Capitulo 9: Esto nos pertenece

Isaac tenía el coche a un par de kilometros. Mientras ibámos, estuvimos hablando.

—Entonces...teneís un sitio seguro?
—Mmm...la verdad es que no.
Las palabras de Isaac me envenenaron por dentro. Sentí una opresión en el pecho.

— ¡Pero si acavábas de decirme que estábais en la base militar de Barcelona!
—Sí, lo dije, y es verdad, estámos allí. Es solo que, no es nuestro, sino de los muertos. -Dijo Isaac.
—¿Como que de los muertos?
—Como lo oyes. Somos 9, contigo 10. Nuestro plan era limpiar la base militar. Bueno, es muy grande, y esta dividida en 4 zonas, muy seguras todas, con un recinto cada una. El líder de nuestro grupo, Jessie, ex-militar, sabe como entrar, el problema es que están las 4 zonas plagadas de muertos. Tenémos que entrar, limpiar el enorme patío, entrar en el recinto, limpiarlo y ya estarémos en un lugar seguro. Los de las otras zonas estan mucho mas invadidas. Estarémos seguros, hazme caso, pero necesitamos tu ayuda.

Isaac me lo dejó muy claro.

—Vale, os ayudaré. Pero antes quiero decirte una cosa. -Dije.
—Si?
— Antes estába con un grupo de militares y civiles, pues yo era militar. Éramos pocos, en busca de algún lugar en el que vivir. Pero un pueblo de supervivientes llamádo La Salvación, junto con su líder, llamado "El Alcalde", mató a todo mí grupo, menos yo y un amigo, que sobrevivímos hasta ahora, que el ha muerto. Lo digo para que sepas lo que hay.
—Los conozco. -Dice Isaac, secamente.
—¿Como que los conoces?
—Mí grupo, al igual que yo, vivíamos allí. Pero vimos como era "El Alcalde". Nos rebelámos, y nos echarón, e intentaron matarnos, pero escapámos a tiempo. Le odiámos a muerte, pero aún no estámos preparados para ir a por el.

Subímos al coche. Estuve pensando en las palabras de Isaac. Me dejó perplejo.
Durante el camino en coche, no dijímos nada.
Cuando llegámos, me presentó al grupo.

—Hola...me llamo Alex.

El líder me presentó a los demas.

—Estos son, Isaac, Frank, Jessie, Luis, Alicia, Emily, Mario, Lilly y yo, Mark. Bienvenído al grupo. Me imagino que sabrás el plan, verdad?
—Si si, Isaac me informó.
—Bien, ten una escopeta, sabes manejarla?
—Obvio, soy militar.
—Ah, no lo sabía, me imagino que podrás ayudarme a guiar este grupo, verdad?
—Me parece bien.
—Oye oye, pero que cojones? Me va a dar ordenes una persona que no conozco? Oh vamos Mark...
—Ya lo hablarémos cuando estémos a salvo. Entremos.

Los gritos de uno de nuestro grupo, alertó a los muertos, que venían directos a las vallas.
Abrímos la puerta, y la anclamos. Empezó el juego.
Eran unos 170 muertos aproximadamente. Empezé a matar a varios de ellos, al igual que todos. Poco a poco lo conseguímos. Faltába el interior del recinto, pero oscurecía, y acampamos dentro. Fue un gran día sin duda. Nuevo grupo, y nuevo hogar. Ahora solo quería venganza contra "El Alcalde".

 

Capitulo 10: Dejadnos en páz

Pasámos la noche fuera del recinto, pues al día siguiente lo limpiaríamos de muertos. Prendímos una fogata, y nos tumbamos alrededor. Al día siguiente Mark nos despertó sobresaltado, pues los muertos salieron del recinto.



Nos sorprendieron varios muertos trajeados con chaleco antibalas y todo tipo de protección. Sin duda era la "GOE" (Grupos de Operaciones Españolas), basicamente parecido al "SWAT" de Estados Unidos. Al parecer tratáron de luchar contra los muertos, pero al final, los muertos siempre ganan. Cojímos las armas y empezámos a disparar. Conseguímos acabar con todos. Entrámos en el recinto, pero lo raro, era que no había más muertos. Lo pusímos todo en orden. Mark dijo que acojeríamos supervivientes, pues habían muchas habitaciones vacías. Por fín teniamos un sitio seguro, uno en el que vivír.

(16 meses después)...
Alicia y yo empezámos una relación. Ibamos a tener un bebe, pues estába de 7 meses. Isaac y yo nos hicímos grandes amigos. Mark estába con Lilly. Los demas seguían igual, pero ya éramos un buen grupo. Solo encontrámos un superviviente durante aquel periodo de tiempo. Se llamaba John y era mecanico. Nos contó su historia, y le dímos la bienvenida al grupo.
Ahora volvamos a la actualidad.
La base militar era un buen sitio, no nos faltaba de nada. Teníamos un huerto de maiz, tomates y patatas. Empezába a ser un hogar. Éramos felizes...hasta hoy.



"El Alcalde" apareció. Dijo que le diesemos la base militar antes de 2 días, o volvería para matarnos.
Cojió a su grupo (20 vinieron, por lo menos) y volvieron a La Salvación (su pueblo).



Mark me ordenó ponerme en la torre de vigilancia con un rifle, pues Mark no estába dispuesto a cederles la base. Cuando volviésen, verían lo que hay y irian a muerte a por nosotros, y los dos bandos no tendríamos mas remedio que luchar. Y estábamos dispuestos.

(Las imagenes solo las pongo para reflejar la situación, solo eso)

 

Capitulo 11: Reencuentros

Faltaba un día para el regreso de "El Alcalde". Le dije a Mark que si teníamos planeado luchar, debíamos tener armas, y que conocía el sitio perfecto. Isaac se ofreció a venir conmigo, y yo acepte.

—Mark, necesitamos armas, y muchas. —Le dije.
—Alex, ya tenemos de sobra aquí. —Me contesto con un tono suave.

La verdad, armas teníamos, de sobra. Iba especialmente, a buscar a las hermanas de Roberto, Ainara y Maria. Ellas no saben que se ha suicidado. Quería contarselo. Debía contarselo.

—Alex, nos conocemos. ¿Donde quieres ir? —Me dijo Mark.
—Al campamento Europeo. Donde yo vivía junto mi gente. Los perdí a todos allí. Hubo un traidor, que...abrió las puertas, dejó entrar a los muertos...¡maldito bastardo, si lo pillo, lo mato! —Dije, a grito pelado.

La expresión de Mark fue extraña, como si lo supiera. Isaac me hizó un movimiento con la cabeza, para irnos. Cojímos un coche militar blindado, y varias armas. Cuando nos íbamos, Frank y Emily se ofreciéron a venír con nosotros, y aceptamos. Mientras Frank y Emily cargában sus cosas, Isaac me dijo que sentía cosas por Emily, pero que era tímido. Le miré, y me reí.

—Ya hablaremos mas tarde de eso, Isaac. —Le dije, con tono borde y bromista.
—Muy bien, CAMPEÓN. —Me dijo Isaac, en el mismo tono que yo.

Nos reímos, se subiéron Frank y Emily, y pusímos rumbo hacia Francia. (Llegámos).
Cuando llegámos allí, no había nadie, ni muertos, ni supervivientes, o eso parecía. Buscámos por todos lados, pero sin resultado, volvímos a la base. Al rato, ya estábamos casi, cuando girámos la curva, y tuvímos sorpresa: "El Alcalde" estába frente las vallas, con practicamente todo su pueblo. Hablándo con Mark, y también ví que tenía a Alicia y John. Me puse furioso, pero no era el momento. Cojí el walky.

—Mark, hola? Hay alguíen que pueda cojerlo?

Sín respuesta, hablé con Isaac y compañia. Trazaríamos un plán.

—Isaac, ahora que no te ven, ves a la otra punta, llevate la M4, y cubrenos.
—Emily, coje esta escopeta, y te quedas aquí.
—Frank, ven conmigo, pongamonos detrás de algúno de sus vehículos, y tratémos de hacerle una señal a Mark, para que nos vea. Liberaremos a los rehenes, y mataremos a los que podámos.
—Entendido, Vale, Ok, Sín problemas. —Dijeron cada uno.

Isaac corrió a su posición, al igual que los demás. Frank y yo nos pusímos detras de uno de los vehículos, y empezámos a hacer señas a Mark, pero sín resultado.

—Esta hablando con el, dije. Pensémos algo.
—Usémos una distracción. —Dijo Frank.
—¡Me has dado una idea, Frank!

A lo lejos ví 3 muertos. Avisé a los demás, y me acerqué a los muertos. Empezáron a seguirme, los despisté y fueron directos hacía el grupo de "El Alcalde". Los muertos mordiéron a uno de ellos. Cuando se iban a encargar de ellos, nuestro grupo atacó.

—¡Moríd, falsos idiotas! —Dije, furioso. —¡Soltad a mi chica!

Empezó el tiroteo, cuando ví algo que me dejó de piedra. Ainara y Maria estában con el grupo de "El Alcalde". La lucha empezó. No tenían ni idea de que estába yo. Esto nos iba a costar varias vidas de ambos grupos.

 

Capitulo 12: La lucha por la supervivencia


—(suspiro(, (suspiro),(suspiro)...
—Estas bien, Alex?
—Tenemos...que..irn...os...
—¡Pero, no puede ser!
—Esto se ha ido...a la...mierda...¡Vamonos!
—¡Alex, estas sangrando!
—No es nada, solo...me...dispararón... —Vamonos...¡Ya!
—Vale, vale...


(5 horas antes...)

—A la mierda todo, a la mierda las vallas, a la mierda este sitio. Voy a matarlo. ¡Maria, dame tu espada!
—¡No, John no!...

El silencio invadió nuestros pensamientos. "El Alcalde" le corta la cabeza a John. Ainara y Maria ya me habían visto, pero les dió igual. El perderlo todo les cambió...así es el apocalípsis. Los dos bandos seguian disparándose, cuando "El Alcalde" sacó un lanzacohetes.

—Si yo me quedo sin este lugar para vivír, ¡nadie se lo quedará!

Apoyo el lanzacohetes en su hombro, y lo disparó. La valla de la base cedió, y encima del alboroto de la lucha, los muertos aparecierón en escena. Mark recibió un disparó en el abdomen. Entre disparos y disparos, me acerqué a el.

—¡Mark! Te pondrás bien...tranquilo, quedaté conmigo.
—Alex...yo fuí quien hizo todo el alboroto de el campamento de Francía. Lo siento, yo...lo sient...

Mark murió. Sentía tristeza y a la vez rabía. Cojí mi cuchillo, y con toda la rabía del mundo, se lo clavé en toda la cabeza. Cuando me giré, ví a "El Alcalde" detrás mía.

—Te va a pasar lo mismo que a el...idiota. —Me dijo friamente.
—Ni lo intentes. —Le dije.

Cuando iba a dispararme, alguién le disparó.

—Argg...Maldita inutíl...
—Ainara le disparó por la espalda.
—¿Ainara?
—Si, soy yo. Mi hermana a muerto. (Llora).
—Lo siento, no se que decirte.

De repente, los muertos ya han tomado el lugar, el lugar esta perdido. Ainara se va, de repente viene Isaac.
(Volvemos al principio)

—(suspiro(, (suspiro),(suspiro)...
—Estas bien, Alex?
—Tenemos...que..irn...os...
—¡Pero, no puede ser!
—Esto se ha ido...a la...mierda...¡Vamonos!
—¡Alex, estas sangrando!
—No es nada, solo...me...dispararón... —Vamonos...¡Ya!
—Vale, vale...

La Epidemia: Parte 3

Sinopsis Parte 3:
Capitulo 13- La vida dá segundas oportunidades: Nuestros amigos están separados, solo estámos Isaac y yo. Volvémos al principio.

Capitulo 14- Por esta vía: Algo pasa a nuestro alrededor, ¿de verdad llegó nuestra hora?

Capitulo 15- Malditos muertos: Estámos rodeados de muertos, cuando aparece una mujer misteriosa.

Capitulo 16- Choque frontál: Una comunidad que me lo quitó todo. Ahora es nuestro.

Capitulo 17- Enfermedad mortál: Muertos, vivos, y ahora esto? Podrá acabar con nosotros?

Capitulo 18- Ojo por ojo: Luchar, para vivír. Perder, para morír. Nada lo cambía.

 

La Epidemia- Parte 3

Capitulo 13: La vida dá segundas oportunidades

(3 meses despues...)
Isaac y yo registramos cada casa en busca de comida, o algo utíl. Perdémos el tiempo. Todo esta saqueado. Yo he cumplido 21 años. Pero no estámos para felicitaciones. Ha habído momentos en los que casi morímos, pero gracias a nuestra astucia y apoyo en equipo, sobrevivimos. Pero todo se nos hace cuesta arriba. Ha veces, siento que esto a pasado por algo. No creo en Dios, pero si en el destino. Y nuestro destino es incierto, de momento. Agotados, exhaustos, desesperados...tengo tantas palabras para describír lo que se nos pasa por la cabeza... Ahora mísmo estámos en una casita de árbol. Isaac duerme, yo estoy desvelado. A lo lejos se oyen los gruñidos, como si supiesen donde estámos. Espero que no. Y espero un milagro, una señal, algo...que me indique que hay salída de esto. ¿Es un sueño? Demasiádo para ser mentira.

—Alex, creo que debemos salír de aquí.
—¿Por qué?
—Nos han visto. —Dice Isaac con un tono serío.
—Coje la mochila, nos vamos. —Dije.

No parámos de dar vueltas en circulo, y habían varios muertos que nos seguían sín descanso desde hace días. Bajamos de la caseta. Nos vamos corriendo. Siempre lo mismo, que cansancio. Ni siquiera sabemos si alguién de nuestro grupo, o conocido, sobrevivió. Me pregunto que será de ellos. ¿Habrán muerto? ¿Estarán en peligro? La verdad, no lo sé. ¿Y Alicia? Tengo que encontrarla, han pasado 3 meses desde que pasó todo. Estaré a punto de tener un hijo/a.

—¿En que piensas Alex?
—Alicia...y mi futuro hijo. Rezo para que estén bien, y a salvo.
—Las encontrarémos, estoy seguro. A ella y al resto.
—Espero que tengas razón...

Caminamos y caminamos por la carretera, cuando oímos algo.

—¿Lo has oído Alex?
—Sí, permanece alerta. —Conteste.

Algo se movió por los matorrales, y ese mismo ruído alrededor.

—¡No nos gustán las bromas! —Grita Isaac.
—Calla, puede que no sean vivos. Prepara el hacha.

Algo íba a pasar a nuestro alrededor. ¿Llegó nuestra hora?

 

Capitulo 14: Por esta vía

— ¡Mierda, son los muertos! —Dijo Isaac nervioso.
— Que mal, solo tengo un cargador para mí pistola, tu, Isaac?
—3 balas, y el hacha que encontré en aquel camión de bomberos.
—Sacaló todo, saldrémos peleando. —Dije en tono líder ( ja, que gracioso, yo, líder? ).

Los muertos nos consiguierón rodear. Saque mi pístola y disparé 2 balas, matando a 2 de ellos. Isaac gastó sus 3 balas, matando a 3 de ellos. Eran unos 15, pero nos rodeaban. Entonces escuchámos lo que resulto ser, un tren. Pasó de largo, no nos vió.

—Alex, vayamos tras ese tren. —Dice ansioso. — ¡No nos queda tiempo, se acercan!
— ¡Venga, vamós!

Empezámos a correr por las vías, pero los muertos nos seguían. Divisamos a lo lejos una granja pequeña, y decidímos ir a vér si había caballos. Cuando llegámos, vemos a 1 caballo, los demás muertos. Nos subímos, y vamos directos hacía el tren. Cuando de repente, el tren se detiene en una estación. Llegámos, y bajamos del caballo.

—Isaac, quedaté en el caballo, por sí hay que huir.

Saqué mi arma, teniéndo solo 5 balas. Cuando subó, alguién me da un culatazó de escopeta.

—Quieto ahí, idiota...Alex?...Alex!

Cuando me levanté, ví a Alicia, junto Frank y Ainara. La verdad, esto me alegró. Isaac bajó del caballo y los vió, y vino corriendo hacía aquí.

—Dios mío, 3 meses y 4 días sín vernos... —Dijo Alicia. —Lo siento cariño, por darte este culatazó.
—No hay problema, quisisté defenderte.

Cuando me fije, me dí cuenta de que estába mas delgada. Me temí lo peor.

—Alicia, y el bebe?
—Está dentro, vén a verlo.

Suspiré, muy relajado. Entré y ví a mi hijo. Se me salierón lagrimas de los ojos.

—¿Es...es...mi hijo?
—Sí, Alex, jaja, es tu hijo. —Dijo Alicia, llorándo de emoción.

Lo cojí en brazos, y le miré a los ojos, el me miró. Fue la sensación mas increíble de todas.

—¿Ya tiene nombre? —Dije, entusiasmado por ponerselo.
—No, no tiene, aunque pensé en ponerle el tuyo. Alex Jr (Junior).

Miré al cielo, y juré por todo lo que quiero, que protegería a mi mujer e hijo, como si fuesen mi vida.

 

Capitulo 15: Malditos muertos

Subímos al tren, y al cabo de media hora, se le acabó la gasolína. Era de esperar, un tren con combustible totalmente lleno es un regalo en un apocalipsis. De repente, supongo que por el ruído que hizó el tren, nos vímos rodeados de muertos. Alicia se tropezó, y los muertos comenzáron a deborarla. Mi rostro se enfrió, todo se paralizó. Mientras mis compañeros empezában a alejarse (porque éran muchos muertos) algo en mí cambió. Por suerte Ainara llevába el bebé encima. Saque mí pístola, y empezé a matar muertos. Alicia ya no gritába socorro.

— Alex, debémos irnos, no puedes hacer nada por Alicia, corre, o te matarán. ¡Tienes un hijo a tu cargo, idiota!
— ¡Vete a la mierda, Isaac, tu no eres quién para decírme que debo de hacer!

Isaac se enfadó, mientras yo no parába de matar muertos, se me acercó por la espalda, y me pusó su pístola en la cabeza.

— O vienes con nosotros, o te mató, ¿¿¡¡entiendes!!?? ¡Ya basta de hacer el imbecíl, tienes un maldito hijo!

Tras escuchar a Isaac, entré en razón, y nos fuímos de allí. Pero los muertos parecen inagotables, y nuestras energías se agotán. Pero cuando ya estábamos dispuestos a acabar con todos ( Algo totalmente imposible ), Apareció una chica misteriosa. Tenía una M4, por lo que le fue facíl acabar con los más cercános.

— ¡Vamos idiotas, subíros al camión!

Tenía un camión en la carretera, y cuando subímos detrás, vímos que había mas gente. Yo, la verdad, estába perdido, desorientado. Tenía a mi hijo en brazos. Me pusé a llorar, y no sé si fue del cansancio o algo, pero perdí el conocimiento.

 

Capitulo 16: Choque frontal

Cuando me desperté, pensé que retrocedí en el tiempo. Estába otra vez, allí, donde me secuestró "El Alcalde". Cuando ví que no estába atado, me tranquilizé. Se abre la puerta.

— Por fín te despertaste. Tranquilo, tu hijo esta con tus amigos. Sabes que lugar es este?

Esa misteriosa chica se me quedó mirando, raramente.

— Si no me equivoco, este pueblo es La Salvación.
— Oh, por Dios, vaya nombre de pueblo mas malo. Lo hemos cambiádo. Se llama Sobrevivir. Queda mas apto para estos momentos tan difíciles, verdad?
— Em...si?
— Bueno, veo que no eres muy charlatán. Me llamo Luz. Si, lo sé, un nombre un tanto extraño, pero eso se lo preguntas a mís padres.

Luz me dejó allí y se fue. Yo me levanté y salí. Ya no habían las 50 personas que estában antes con "El Alcalde". Pudé ver que el pueblo se hizó mas pequeño, pero seguía siendo seguro. Calculo que habrían unas 20 personas, quizás alguna más. A lo lejos ví a los de mi grupo. Fui hacía allí. Ainara tenía a mi hijo.

— Buenos días Alex, tardaste en despertarte. Como estas despues de...bueno, la muerte de..
— Ní la nombres Isaac, te callas la boca, entendido?

Isaac me miró fríamente, y lo entiendo. Frank y Ainara estában viendo.

— Chicos, ¿no os preguntais donde estarán Jessie, Luis, Emily, Lilly y Mario?
— La verdad, sí. Y espero que estén bien. — Dice Ainara — quizás estén cerca de nosotros, y ni nos dímos cuenta.
— Creo que cuando estémos descansádos, irémos a por ellos, que os parece? —Dice Isaac, mirandome.
— No, creo que sería un suicid...
— ¿A tí que más te dá? Iremos yo y Frank.
— Haz lo que te dé la gana, idiota. — Le dije enfadado. — ¡Va corre, que ya tardas!

Isaac me miró muy mal (cada vez más mal) y se fue. Yo me estába yendo cuando...

— Uargghh, arrgrgr, urgagrgrr.
— ¡Los muertos golpéan la puerta, son muchos!

Todos nos fuimos hacía atras. ¿Cederá la puerta?

 

Capitulo 17: Enfermedad mortál

— ¡Están empujando la puerta, necesitamos ayuda, ya!
— Alex, coje esta AK-47...y ayuda a protejer este lugár. — Me dijo Luz, seriamente.
— ¡No creo que resista mucho! — Decía un hombre que desconozco.

8 personas (entre ellas yo) nos pusímos en fíla, como si fuera un paredón, listos para ejecutar muertos. La puerta quebró. Los muertos entráron, y nosotros empezámos a disparar, cuando de repente, me fijé en algo extraño.

— ¡Mirád, ese muerto tiene sangre por casi toda la cara!

Luz y los suyos miraron.

— ¿Que narices le habrá pasado? — Dijo Luz muy preocupada.

Uno hombre de los de Luz, se acercó. Le pegó un tiro, y la sangre le salpicó.
Por fín, acabamos con todos. Empezáron a arreglar las puertas. Luz me hizó una señal.

— Alex, vén un momento, rapido.
— Voy.
...
...
— Alex, necesitamos encontrár un sitio mas resistente. Los míos confían en mí. — Me dijo. — A veces, me cuesta controlarlo todo yo solá, y me gustaría que tú me ayudaras, ya que tienes experiéncia militár.

Me quedé congelado, y a la véz alegre, pues confió en mí para ese cargo.

— Por supuesto, te ayudaré. — Le dije seriamente.
— Bien, mañana vamos a ir a dar una vuelta, a por suminístros y de paso a ver que sitios hay libres.
— Nos vemos mañana, Luz, buenas noches. — Dije.
— Igualmente Alex. — Respondió ella.

A la mañana siguiente, cojí mi equipo (mi machete, pístola y navaja) y fui fuera, ha esperar a Luz. A los 10 minutos, apareció.

— ¿Estas preparado? — Me dijo. — Bueno, jaja, que pregunta mas estupida. Vamonos.

Subímos a un coche, nos abrierón la puerta y nos fuimos de allí. Por el camino, hablamos un poco, bueno, muy poco.

— Y...ya se que no es de mi incumbencia, pero, he oído algo de que tu mujer, ha muerto deborada por esos seres. ¿Es verdad? — Me dijo de repente.
— Lo siento, pero no quiero hablar de eso. — Le dije.
— Entiendo. — Contestó.

Llegámos a una farmacía. Salímos del coche, y entrámos. Saqué el machete.

— Tu a la derecha, yo a la izquierda. — Me dijo.
— Vale, empecemos.

Registrámos la farmacía en busca de muertos. Pero por suerte, no habían. Empezámos a cojer lo necesário. Cuando...

— Dejád esos medicamentos en sus estanterías. La farmacía es nuestra.
— ¿Y si no lo hagó? — Le dije, cabreado.
— Pues te vuelo la cabeza, idiota.

Me giré, pues tenía un plan.

— Vale vale, tén las medicinas.

Mientras le acercába la bolsa, pusé mi mano en el navaja. Cuando la íba a cojer, saqué mi navaja y se la clavé en el abdomén. Por suerte, estába solo. Pero del sobresalto, el hombre disparó el arma, mientras caia al suelo.

— ¡Mierda, eso traera muertos! ¡Vamonos de aquí! — Me dijo Luz en vóz baja.

Cuando salímos, habían varios muertos fuera, teníamos que irnos. Subímos al coche, y volvimos al pueblo Sobrevivir.

(Mientras, en el pueblo, el hombre que disparó al muerto con sangre en la cara, empezó a vomitar. En unos minutos murió. Al rato se levantó como uno de ellos. Tenía la mísma sangre en la cara, que la del muerto que mató. Era una rara enfermedad. El pueblo estába en peligro, pues había un muerto dentro.)

 

Capitulo 18: Ojo por ojo

A medída que nos acercábamos a Sobrevivír, se escuchában disparos. Luz aceleró.

— Me temo lo peor, hay que entrar ya. — Dijo nerviosa. — ¿Que narices estará pasando?
— No lo sé, pero acelera, hay que llegar ya. — Dije.

(Mientras, en Sobrevivír, el infectado empieza a atacar gente, los esfuerzos por mantenerlo a raya no sirven, pues la mayoría no saben disparar. Todos corren a sus casas, corren por sus vidas. Isaac y Frank están disparando, pero esa enfermedad te transforma en menos de un minuto, y todos lo mordidos se levantan.)

— Ya hemos llegádo. — Dice Luz. — ¡Abríd la puerta, vamos!

Un hombre le abrió la puerta. De repente, por el ruido de los disparos, empezáron a venír los muertos. Uno de ellos estába detrás de Luz, a punto de morderla. Saqué mi arma y disparé justo a tiempo.

— Gracias.
— De nada, pero hay que entrar, ¡ya! ¡No tenémos tiempo, los muertos de fuera entrarán! ¡O peor, derrumbarán la puerta!
— ¡Espera un minuto que abrán la puerta del todo!

La puerta se abrió del todo. Entrámos y cerramos. Sin dudarlo, saqué mi arma, y empezé a buscar a Ainara, que tenía a mi hijo. Toque cada puerta, pero no estába. Entonces la veo en una esquina, acorralada, disparando, y con mi hijo en brazos. Fui directo hacía allí. Tenía 7 infectados encima. Pude acabar con todos.

— ¡Oh, gracias a Dios, estás vivo! Pensé que te matáron. Como no te veía.
— Estoy bien. ¿Donde están los demas?
— Se metieron en esa casa. Hace un rato se les oía, pero dejarón de oirse los disparos.
— Vale, meteté en algúna casa, donde haya vivos. Yo voy a buscarlos.

Ainara obedeció, y fue hacía una casa. Yo recargué mi arma, dispuesto a entrar a esa casa. Cuando salén Frank y Isaac.

— ¡Mierda Alex, a Isaac lo han mordido!
— ¿Que dices idiota? — Dice Isaac, nervioso.
— Isaac...muestramé la mordída. — Dije.
— Que no tengo ning...

Frank le arrancó la camisa, y tenía la mordida en el cuello. Imposible amputar.

— Yo...yo...¡que nadie se me acerque! — Dice Isaac, sacándo su arma.

Mirando alrededor, me recordó a cuando Fer fue mordido y sacó su arma. Fue muy parecido. Entonces traté de calmar a Isaac.

— Isaac, no te vamos a hacer nada, tranquilo.

Frank no escuchó, y forjeceo con Isaac, pero Isaac sabe defenderse, y le pusó la pístola en el abdomén, ejecutandolo. Acababa de matar a Frank.

— ¡¿¡¿Isaac, estas loco?!?!

Isaac se quedó mirando al suelo, me miró a mí, y me apuntó con la pístola.

— Los siento Alex, no soy así, pero hare lo que sea para sobrevivir.
— ¡Pero si estas infectado! — Le dije. — Por favor no hagas esto mas difícil.
— Lo lamento...yo...

Iba a disparar, cuando apareció Frank trasformado en muerto, y le pegó otro mordisco en la otra parte del cuello. La pístola se disparó, dandome en la parte izquierda de mí abdomén. Caí al suelo. Se me nubló la vísta. Cerré los ojos. No me morí, pero estába en estádo critico.

La Epidemia- Parte 4
Sinopsis Parte 4:

Capitulo 19 - "Sobrevivír": Han pasado 8 años desde los acontecimientos en "Sobrevivír". — Mi papá me esta dando lecciónes de como sobrevivír. Me cuenta lo seguro que es "Sobrevivír" ahora mismo. Esta totalmente reforzado.

Capitulo 20 - Aniquilación: Ahora que se usár mi arma, mi papá me llevará fuera de "Sobrevivír", a por suministros. Vemos algo totalmente peligroso.

Capitulo 21 - Seguridad al límite: Vemos pasar un helicoptero. Mi papá dice que es la ayuda, pero que no hacen nada por ayudar.

Capitulo 22 - Alexandría: Papá dice que empaquete las cosas, que vamos a un nuevo hogar. No quiero ir, me gusta "Sobrevivír".

Capitulo 23 - Esperanza: Han pasado 2 años despues de los acontecimientos en el capitulo 22 "Alexandría". Mi papá me sigue tratándo por niño. ¡Ya no lo soy, tratamé como adulto!

Capitulo 24 - ¿Se acabo todo?: La cura esta lista, ¿funcionará? Si no funciona, todo se quedará así, para siempre. Mi papá reza para que yo tenga una vida mejor. No le gusta verme disparándo, ni haciendo cosas de adultos.

 

La Epidemia- Parte 4
Capitulo 19: "Sobrevivír"

— Papa, los muertos andantes son animales salvajes?
— Jajaja, no hijo, son asesinos. Debes tener cuidado, sino quieres que te hagan daño.
— Papa, no les tengo miedo, se que tú me protejerás.
— Alex, yo no estaré ahí para siempre. Mama murió. Yo moriré, y tu nunca estarás preparado para ello. Por eso quiero, que cojas mi pístola, y apuntes a la cabeza de ese muerto.

El muerto estába atado, obviamente. Mí papá me observa, con cariño.

— Vamos Alex, dispara. — Dice mi papá.
— ¿Papá, y si son personas vivas, atrapadas dentro suya?
— (Suspiro). Alex, dejémos esto para mañana, vé a desayunar con Luz.

Mi papá esperó a que me fuera, para acabar con aquel muerto. Yo me fui a desayunar con la tía Luz. Pero no tenía hambre.

— ¡Tía Luz, he terminado los deberes, mañana tendré un 10 en clases de supervivencia!
— ¡Muy bien, Alex, me alegro muchisimo por tí! ¿Donde esta tu papá?
— Esta en el patio trasero, sentado.
— Bien, vé a jugar con los niños de la calle. — Dijo Luz, mirandome.
— Esta bien, tía Luz.

Me fui de casa, y salí a la calle, pero mi grupo de amigos estába en problemas. El matón de mi cole, Jack, estába pegando a mi mejor amigo, Jimmy. Saqué mi arma.

— ¡Suelta a Jimmy, maldito idiota engreido!

La mamá de Jack apareció en escena, y me vió apuntando a Jack.

— ¿Que estás haciendo Alex? Niño bastardo sín educación, ¿a caso tú madre no te educó?

Me pusé furioso, y instantaneamente, disparé al cielo.

— ¡Mí mamá está muerta, fea, vete de aquí!

Mi papá vino. En ese momento todo el pueblo se giró, obviamente, el disparo se escuchó.

— ¿Que haces Alex? Eso no está bien. ¡Castigado!
— ¡Pero si se burló de mamá, a caso ya no te importa!

Mi padre se me quedó mirando. Y yo me fui a mi habitación corriendo. Estába muy enfadado con el. Y esto no quedaría así con Jack. Se la tengo jurada.

 

Capitulo 20: Aniquilación

— Alex, ya que aprendiste a disparar, te llevaré fuera de "Sobrevivír". Papá te cuidará.
— ¡Pero papá, sabes muy bien que fuera es un suicidio!
— Hijo, solo estarémos una hora, como maximo. Confía en mí.
— Se me hace difícil. No hiciste nada por...
— ¡Ya basta! ¡No paras de culparme por la muerte de tu madre! ¡Hice lo que pude!

Nunca ví a mi padre tan enfadádo. La cara roja, y nervioso. Mi papá se sintió mal, y creo que tenía razón. Yo no sé que pasó, era solo un bebé.

— Lo...lo siento papá.
— No tienes nada que sentír. Prepara lo necesario para salír.

Cojí las cosas prioritárias, y salí afuera. Mí papá me esperába en la calle. Íbamos a subír al coche cuando...

— ¡Las defensas no aguantarán mucho. Hay unos 50 muertos empujando! ¡Llamad a Luz y Alex!

Mí papá salió del coche, cojió una metralleta, le dió otra a Luz, y comenzarón a disparar. Le ví la cara a mí papá, estába furioso, supongo que por la discusión que tuvímos. Consiguiéron acabar con todos. Papá subió al coche, nos abrierón las puertas y salímos. Llegámos a un supermercado. Papá me advirtió:

— Quedaté detrás mía. No saques la pístola a no ser que sea necesario. Recuerda: solo en caso extremo. Aún eres pequeño. Vamos.
— Sí papá.

De repente, oímos ruidos. Nos agachamos.

— ¿Habeis visto aquel pueblo superamurallado? Madre mía, somos 20, podríamos tomarlo a la fuerza. — Dijo uno de ellos.
— ¿Estás loco? No sabemos cuantos hay. ¿Y si hay 50, o más? ¿Acabarás tu con todos? Jajaja, vaya idiota. — Dijo otro.
— ¡Tú eres el idiota! Va, vamonos de aquí.

Salierón del supermercado en motos. Conseguímos salvarnos. Mi papá estába preocupado.



Capitulo 21: Seguridad al límite

Cojímos lo que sobró, y nos fuímos de allí. Por el camino vímos pasar un helicoptero. Militar, para ser exacto. Por el camino no hablamos, pero hubo algo extraño. El helicoptero empezó a parar justo encíma de nosotros. Parecía que nos seguía.

— Que extraño. — Dijo papá.

Yo no contesté. Pero tenía razón. Era raro. Al cabo de un rato, llegámos a "Sobrevivír". Obviamente, la gente se fijó en que el helicoptero, que empezó ha aterrizar. Aterrizó dentro. Luz vino con una escopeta.

— ¿Que quereis? — Dijo Luz. — No tenémos nada que os incumba.
— Somos los militares de un campamento que acoje supervivíentes. Bueno, el segundo. El primero estába en Francia y lo invadieron. Pero este está resistiendo desde hace 6 años. Soy el comandante Gilliard. El otro comandante desapareció.

La cara de mí papá sonrió, y a continuación, caminó hacia el.

— ¡Gilliard, estas vivo!
— ¿Alex?...¡Alex!

Todo el pueblo se quedó alucinando.

— Alex, ¿conoces a este militar? — Dijo Luz.
— Obviamente, fue mi comandante durante mucho tiempo. Pensé que murió, junto la ONU. Por cierto, ¿sobrevivió alguno de ellos?
— Si, están en nuestro nuevo campamento, Alexandría. Somos 1234 personas, todas contadas. Y...¿quién es ese niño?
— Mi hijo, Gilliard, mi hijo. Alex.

La cara de ese tal Gilliard se pusó contenta.

— ¿Su madre es la chica que me apunta con la escopeta?
— ¿Que? Ah, no no, que va. La madre murió. — Dijo papá, tristemente.
— Empaquetad las cosas, nos vamos a Alexandría. Aremos viajes en helicoptero, hasta cojer todos lo que quieren ir.

La mayoría accedió a ir a Alexandría. Solo una miníma parte decidió quedarse allí, en "Sobrevivír". Mi papá estába felíz. Yo no estába seguro de esto. "Sobrevivír" fue mi hogar durante 8 años. No sé que hacer.

 

Capitulo 22: Alexandría

— ¡Alex, coje tus cosas, ya!
— ¡No papá, "Sobrevivír" es un buen sitio!
— Te vas a venír conmigo, con o sín tus cosas. — Dijo mi padre, dispuesto a llevarme a la fuerza.
— Esta bien papá...

Empaqueté mís cosas, pues en unos minutos el helicóptero estaría aquí. Me tumbé en la cama, cabizbajo. Entró Luz.

— Alex ¿que te pasa?
— Nada...solo...que no quiero dejár este sitio. Fue mi hogar durante 8 años, y me gusta.
— Pero, Alexandría es mas segura. Si quieres vivír, vé a Alexandría. Si quieres vivír con el pensamiento de que este sitio resistirá, estas muy equivocado.
— De todas formas, si va mi papá, voy yo.

Luz me miró, me guiño el ojo, y se fue. Cojí mís cosas, y salí a la calle. Justo venía el helicoptero. Bajo ese tal Gilliard.

— Alex y Alex Jr, ¿estais preparádos para la nueva comunidad?
— Con muchas ganas. — Dijo papá.
— Pues subíd.

Yo y mí papá subímos al helicoptero. El helicoptero despegó, y ví a Luz desde abajo diciendo adiós con la mano. Al rato de estár en el aire, el helicoptero empezó a pitar.

— Joder, vamos a tener que hacer un aterrizaje forzoso. — Dijo el piloto.

El helicoptero caía muy rapido.

— ¿Gilliard, no reparáis los helicopteros en Alexandria? — Dijo papá.
— No se habrían fijado. Lo...lo siento. — Dijo Gilliard.
— ¡Idiota, estas matandome a mí y a mí hijo, lo tendrás en tu conciencia, para siempre!

Yo estába nervioso, me caían lagrimas por la cara, sentí un escalofrio. De repente, el piloto coje el paracaídas, y salta, dejandonos a todos morír. Se detenía el tiempo, por momentos. Cerré los ojos. Chocámos contra el suelo.