Microrrelato La Enfermedad Profesional del Cajero

Serafín era un cajero, trabajaba en la sección de zapatería dentro de una gran tienda multidepartamental. Todos los días contaba y acariciaba el dinero, en temporada de compras era mucho dinero. Algunas veces Sefarín imaginaba que aquel dinero era todo suyo. Pero él no le contaba a nadie de su fantasía, él la disfrutaba a solas y en silencio.

Cada trabajo implica riesgos para la salud de las personas, es lo que se conoce por riesgo laboral por los profesionales en salud ocupacional. Hay trabajos que ocasionan enfermedades, y los cajeros están expuestos a un tipo de enfermedad que puede ser muy dañina: la corrupción moral de la codicia.

Un día, Serafín se corrompió, hasta Frodo fue corrompido por el anillo y hasta el buen Serafín fue corrompido por el dinero. Comenzó a reír con una risa de loco malvado, como lo solía hacer Saga de Géminis, el caballero que fue corrompido por influencia del dios Poseidón, como así lo cuentan los famosos Caballeros del Zodiaco.

El pobre Serafín estaba enfermo, muchos cajeros enferman de lo mismo.

— El dinero es lo más importante del mundo. El dinero, mi dinero. El maldito dinero tiene que ser todo mío. — Gritaba Serafín, un lunes por la mañana en su trabajo, ante la perturbada mirada de compañeros y clientes de la tienda. Estaba enloquecido por el dinero.

Entonces Serafín fue llevado a un templo Budista, donde estaban internados otros cajeros, también habían algunos contadores y administradores públicos; para meditar y recibir la medicina de la humildad y la serena contemplación del momento presente, lejos de fantasías locas de compras y lujos.

Esperemos que Serafín pronto se cure de su enfermedad.