Cautiva, en la sala musical del gran palacio, Cadenas brillantes como brazaletes adornan tus muñecas, En silencio… lágrimas resbalan por tus mejillas blanquecinas Y se pierden en la comisura de tus labios… ¡Oh… tus labios! De un rojo tan brillante como el escarlata… De un rojo tan hermoso como tu dulce sangre, Tu maldita y dulce sangre. Te observo… Con tu cabello negro como la noche, Tus labios rojos, Tu piel… tan tersa y palidecida Y tu figura, tan frágil y pequeña… tan peligrosa y tan hermosa. Te diré algo, pequeña diosa… no hay en mi mundo rosa más valiosa Que tú figura frágil y poderosa. No imaginas cuanto yo quisiera, sacarte de este cruel encierro Pero considero que, si lo hago, alguien seguro te alejara de mi lado. Yo podría darte cuanto quisieras, mas no me pidas libertad amada mía No me digas te piedad de mi alma herida. “Tú me juraste amor eterno, Me dijiste, te amare hoy aquí… Y mañana en el infierno” Te entrego el sello de vuestro pacto Aquella tarde de invierno en que me dijiste “Te amo, protector de mi legado… Protector de mi reino… Señor de mi corazón y de amor” Dijiste que cuando llegara el momento Partiríamos juntos, uno detrás del otro… Al mundo de la vida eterna Gobernado por el señor que de almas se alimenta Viviremos siempre juntos Vagando por las tierras del inframundo… Tómala y guíame, mi amada pecadora. Que por amar a tu siervo te condenes… Eso ya no importa ahora. Gracias, mi amada, mi señora Pandora Espérame, princesa… en camino voy, mi dama amada FIN
Perdona querida, esto no es un fanfic, esto es más bien un poema. Además abusas, a mi parecer, mucho de los "..." No tengo nada más que valga la pena decir.
Emmm... como ya te había dicho, de Saint Seiya no sé mucho, así que ignoro en primer lugar quienes son y en que saga salieron Radamanthis y Pandora, y, por otro lado, como bien te comenta Razón, esto es más un poema que un fic, a menos que pienses continuarle. Bueno, pasé por aquí y te doy mi punto de vista, más no debes desanimarte porque así empezamos muchos. Un saludo.