Microrrelato La crueldad de Klaus.

La crueldad de Klaus. ​

—Se lo pido… por favor… no deje que esos monstruos me coman—Me pedía ese inmundo hombre entre sollozos, y se le notaba la respiración acelerada.

Pero bueno, quien no tendría la respiración acelerada si estas parado en una plataforma que está colocada sobre una jaula llena de monstruos que devoran personas.

— ¿Niegas haber entrado a la mansión Von Schweets el día lunes?—Le pregunto a este hombre.

— No señor Klaus, pero…—Lo interrumpo.

— ¿Niegas haber rondado las arias de la cocina la noche del mismo día?— Hago una segunda pregunta al intruso.

—Bueno… Señor… No, no lo niego pero lo hice por…—Responde algo tímido antes de que lo vuelva a interrumpir.

— ¿Niegas…—Hice una pequeña pausa, se me escaparon algunas lágrimas.— …haberte comido…—. Me seco las lágrimas. —…mi caja de bombones dorados?

—No señor, solo lo hice guiado por el hambre, allá afuera no hay nada de comer y…—Es interrumpido nuevamente.

—Se te ha acusado del delito de robo agravado, y eres sentenciado… a muerte— Dicto su veredicto.

—No lo haga señor Klaus, se lo pido— Es lo último que dice el hombre, antes de que yo jale la palanca que está a mi lado, y la plataforma en donde en esta colapse y caiga en la jaula de Zombies, donde murió devorado.

Moraleja: No te comas los dulces de Klaus… a menos que quieras que te coman,