La carrera al infierno

La carrera al infierno

Es mi primer fic en este foro y a la vez mi primer crossover de la vida por lo tanto si algo hay mal (supongo que bastante) diganmnelo por favor. Cabe anunciar también que es algo pequeño por lo que solo constará de 5 capitulos.

______________________________________---
Capítulo 1 “El reto”


-Estúpido Naruto –jadeando mientras corría por extenso desierto con su kunai en frente como atentando contra el aire-, esto sucede solo por sus tonterías.

**Selva de bambú, lado derecho del desierto**

-¿Y esto? –Confundido– Se supone que debería estar en casa lavando la ropa y de repente… aparezco acá.

***​

El suave viento movía el joven césped debajo de los pantalones cargo militares del soldado, a su lado una vieja Thompson que conserva desde la segunda guerra mundial y su casco de protección de cadete era lo único que alcanzaba a la vista sin contar las eternas planicies de pasto y el claro cielo azul. El paisaje le dio una increíble sensación de alivio y le sacó el suspiro de paz que desde hace tanto había deseado soltar, “la guerra terminó” pensó el soldado antes de que una horrible incertidumbre le recorriera el cuerpo “no, no puede ser… no ha terminado, solo terminó para mi… estoy muerto”

La magnitud de una vos rasposa resonó en cada rincón del lugar, Kenshi tomó rápidamente el mango de su espada sin filo preparándose para el ataque; la carrera que Kakashi había emprendido se detuvo bruscamente al escuchar la vos agudizando todos sus sentidos, esto tenía que ser una trampa; la Thompson se estremeció casi tanto como el joven soldado, la vos le había erizado la piel de una manera increíble y no era la primera vez que la oía sin embargo ahora se disponía a escucharla a diferencia que las ocasiones anteriores cuales había preferido evitarla y no prestar la mínima atención a lo que le decía.

-Bienvenidos amigos míos, cada uno proviene de lugares, tiempos y espacios diferente es decir, vuestras dimensiones están largo una de la otra sin embargo hoy los tres están aquí con un solo objetivo pero claro con motivación…

En el cielo de cada lugar se extendió lo que parecía una enorme pantalla obscureciendo el hermoso cielo que había antes cubriéndolo con una manta negra escarchada por estrellas haciendo que toda atención se centrara en las pantallas. Los tres hombres alzaron la vista al cielo, uno espantado, otro confundido y el otro atento a cada detalle, sin importar cómo o por qué miraron la pantalla sobre sus cabezas todos se horrorizaron al ver lo que mostraban.

-¿A… Anko? –Horrorizado– No puedes ser tú.

La vos habló de nuevo.

-Cómo el mismo Satanás que reina dentro de mí persigan a muerte el fuego del centro de esta dimensión, todos conocerán sus infiernos y al fin, cuando el vencedor se devoré el cuerpo de los que derrotó tendrá el derecho de apagar el fuego que me envuelve y se enfrentará directamente con el poder de la luz eterna, el poder de Lucifer mismo.

Un fuerte temblor movió cada uno de los rincones donde se encontraban los participantes y del centro del lugar, justo donde las tres áreas se reunían en un solo vértice se erigió una enorme torre desde el fondo de la tierra, creada con ladrillo viejo, mohoso y manchado con plantas cecas, en su cumbre cuadrada una enorme masa de fuego del tamaño de casi la mitad de la torre comenzó a arder con una fuerza increíble, su fuego era obscuro y despedía maldad más que calor, era un fuego alimentado de odio, tristeza y lamentos. Era el fuego que todos debían ahora perseguir.

***​

-¿Qué rayos hago aquí? –Dentro de increíbles paredes de fuego- No me quemo… no tengo calor, esto es diferente a lo que recordaba del infierno.
-Lo mismo digo señor –sonriendo gentilmente- Parece que estamos en otra parte
-El niño tiene razón, pero cualquier cosa es mejor que aquello –afirmó el hombre del extraño bigote bajo su nariz.
-Ustedes están aquí porque yo así lo quiero –causando un escalofrío en todos los presentes- y harán lo que yo quiero.

***​

Los tres llegaron tan pronto como pudieron a la torre, cada uno vio de frente una pequeña entrada, lo que hubiera adentro de ella, los enemigos o armas que encontraran, todo lo vencerían para alcanzar lo que les han robado, sin importar lo que fuera ninguno se podía permitir perder tanto.
**Torre, primera planta lado central**

-¡Sharingan! –Descubriendo el ojo que llevaba tapado por la tela negra- necesito llegar pronto.

Cauteloso como siempre el entrenado ninja descubría con su ojo cada rincón del obscuro lugar, escrutaba entre las sombras rastros de algún enemigo… más nada, todo parecía desierto y bien sabía que esto solo significaba que algo iba mal, realmente mal.

**Torre, primera planta lado este**

Aún con su mano en el mango de su espada avanzaba paso a paso, sigiloso tratando de descubrir al enemigo. Su instinto estaba al máximo, si bien se había prometido nunca más soltar el demonio que lleva dentro hoy esto parecía que no terminaría bien, olía la sangre, sangre que definitivamente no sería derramada por él.
-Hola señor Batuzai –con su gentil sonrisa- me alegro que haya podido venir.
-¿Tú? -Asombrado y a la vez horrorizado.

**Torre, primera planta lado oeste**

Habiendo entrado con tanto sigilo como un rinoceronte ebrio el joven soldado ahora inspeccionaba las tinieblas del lugar, el dedo índice temblaba sobre el gatillo de su vieja amiga como si esta fuera la primera vez que la tocara, su corazón palpitaba más allá de la fuerza con que lo hacía en la guerra, se sentía como un cadete, como un pequeño niño que enfrentaba su primer reto.

-Quien… ¿Quién es? –apuntando su arma a la sombra borrosa de un silueta a su frente.
-No me falte el respeto, baje el arma, posición firme y salude a su Fuhêr –dando un paso hacia delante.

______________________________---
Etto, si también me di cuenta de que quedó un poco corto