One-shot La batalla de los elegidos (Pokemon x Digimon)

La Batalla de los Elegidos​

-¿Quien esta ahí?

-OH, lo siento señor Dios del nuevo mundo, acaso lo he despertado.

-No se quien seas, pero no se le permite la entrada a este lugar sagrado a NADIE.

-Pues me parece que es momento de cambiar eso... Arceus.

-Abandona este lugar... ¡OH PERECE!


Nuestra historia se sitúa en la aventura de un chico de 10 años, proveniente de Pueblo Paleta, en su "muy largo" recorrido para llegar a ser un Maestro Pokemon. Siempre acompañado de su fiel amigo Pikachu, y su nombre es... Ash Ketchum.

Nos encontramos a nuestro héroe en compañía de sus compañeros de viaje Cilan, Iris y la recién incorporada al grupo Alexia, mientras afrontan uno de los momentos mas importantes en su día a día, el almuerzo.


-¿Entonces ya lo has decidido Ash?- Le preguntaba una joven reportera al chico.

-¿De que esta hablando Ash?- Expresaba Cilan algo confundido.

-Así es ya lo he decidido, cuando acabemos de recorrer el Archipielago Decolora iré a la región de Kalos.

-¡Ya veo, seguirás con tus aspiraciones por convertirte en un maestro pokemon, es toda una receta para el éxito!

-¿Sigues con eso? En verdad eres un niño- Expresaba Iris quien en el fondo intentaba ocultar cierta tristeza.

-No soy un niño, bueno técnicamente si lo soy. ¡Pero ese no es el punto!

Mientras para nuestros héroes todo indicaba que sería un monótono día, sin embargo nadie hubiera sospechado que aquella noche estarían por llegar días de total oscuridad. Los verdaderos problemas estaban por iniciar.

A medida que se acerba el atardecer se avecinaba una estrepitosa tormenta, pero que pese a mostrar nubes cargadas de energía no se mostraban de su tonalidad negra habitual, sino mas bien una combinación inusual de tonalidades amarillentas y verdosas.


-¡Señor Giovanni, venga pronto! Algo esta sucediendo- Pedía un empleado.

Giovanni, el líder de la organización criminal de el "Equipo Rocket". Se encontraba tras su escritorio, acariciado a su fiel compañero Percian, sin sospechar que le harían llegar unas noticias que facilitarían sus planes de expansión mundial.

-Al rededor de distintas regiones se han estado observando en las ultimas horas avistamientos de Pokemones no identificados, creemos que pueden ser pokemons errantes, sin embargo se desconoce de donde son procedentes. No tenemos registros de nada igual, enviamos al equipo de investigaciones hace media hora, pero hemos perdido completo contacto con ellos.

-Interesante, parece que debemos ir de excursión. ¡Pronto! Prepara un helicóptero, reúne un grupo 20 soldados, partiremos en breves momentos.

-Como ordene Señor- Dijo el soldado mientras procedió a retirarse.

Una vez listos todos los preparativos emprenden su viaje a uno de los sectores donde mayor avistamiento de estos pokemon errantes se ha visto El lugar al que se dirigen es un volcán en la Isla Canela que se ha mantenido inactivo en la región de Kanto, luego de entrar en erupción hace algunos años.

A medida que se acercan a este punto observan en las abyacencias una cantidad condireble de Magmars y Magbys debilitados, hasta que finalmente dan con el causante de este problema. Una creatura completamente desconocida. Con una cabeza de gran tamaño, con una gran boca, largos brazos, y que posee al rededor de 20 tentaculos largos y finos por cuerpo.

-No me gusta para nada lo que estoy viendo señor.

-Explosión de virus- Expresa la criatura, mientras escupe una bala de luz excepcionalmente destructiva que carcome las hélices, generando un aterrizaje de lo mas forzado.

-¿Que sucede?- Inquietamente pregunta Giovanni.

-¡Señor, perdemos altura! Todos, a sus posiciones de impacto.

El helicóptero colapsa, sin embargo reduce un poco la velocidad de impacto gracias a las maniobras del piloto, la mayoría de los presentes resultan herido. Solo 4 soldados junto a Giovanni logran salir ilesos del avión.

-¡Señor debemos auxiliarlos!

-No hay tiempo. Deprisa atrapen a ese pokemon.

Los soldados sacan a la lucha Zubats y Ekans, pero no representan rival para la criatura, quien con un par de ataques iguales al anterior quedan fuera de combate.

-Señor, lo mejor es retirarnos.

-Montón de inútiles, tendré que hacerme cargo yo personalmente- Expresaba mientras se preparaba para luchar.

-Alto señor, he atrapado a uno de los pokemons errantes- Decía una miembro del Equipo Rocket, mientras sostenía un extraño pokemon

El pokemon era de forma circular, con orejas picudas y un solo ojo.

-Bien, momento de retirarnos- Expresó Giovanni a la vez que un segundo equipo de apoyo llegaba, de igual forma en un helicóptero para auxiliarlos. El ser que se situaba en el volcán permaneció observando, sin embargo no emitió ataque alguno.


Giovanni: Bien, mantengan a su equipo preparado aterrizaremos en poco, deben prepararse para lo que sea que se encuentre allá abajo.

Una vez llegados a la guarida el pequeño "pokemon" misterioso fue llevado a los laboratorios, donde Giovanni personalmente exigió que le realizaran dolorosos experimentos para determina que era con exactitud.

Mientras tanto nuestro héroe en su camino por convertirse en un maestro pokemon ha sido dejado atrás por Alexia quien tuvo que partir rápidamente para cubrir el acontecimiento que ha estado sucediendo al rededor de varias regiones.

-¡Vamos chicos! Debemos llegar pronto al próximo centro pokemon y enterarnos que esta sucediendo- Pidió el joven.

-¡Ash! Aguarda no podemos seguirte el ritmo.

-Lo siento chicos es que tengo un mal presentimiento.

El cielo se torna obscuro, y a los pocos momentos empieza a llover con fuerte intensidad.

-¿Que sucede con estos rayos?- Se preguntaba la chica.

-No estaban previstas estas condiciones climáticas- Acotaba Cilan .

-¡Pika Pika!

-¡De prisa! Pongámonos a salvo.

Los chicos consiguen refugiarse en una cueva, al darse cuenta de que no podían seguir avanzando, lamentablemente, su calma duraría poco. Unos gritos alertaron a los chicos, gritos de una alguna "persona" angustiada buscando a otra, posiblemente extraviada en medio de la lluvia.

-¡Tai! -Resonaban los gritos.

-¿uh?

-¿Sucede algo Ash?- Le pregunto algo extrañado Cilan.

-Me pareció escuchar algo.

-¡Tai!

-Ahí esta de nuevo.

-Si yo también lo escuche- Acoto Iris.

-Alguien debió extraviarse en medio de las lluvias.

-¡Sal emolga!- Decía la chica mientras sacaba a su pokemon eléctrico y volador.

-Bien emolga es perfecto, si encuentras a alguien que necesite ayuda avisanos. -Pidió Ash.

Emolga ascendio a los cielos donde pudo observar ciertas cosas...

-¡Zorro no te lo lleves!- Pedía una chica de muy corta edad.

-Jijijo- Se burlaba Zorua.

Un Zorua salvaje hurto el bolso de la pequeña, y con tonos muy burlescos se lo llevó.

-¿Emo?- Confundido, siguió buscando el origen de los gritos.

-¡Yo me convertiré en el PokeDios de este nuevo mundo!- Exclamó un joven de secundario mientras entregaba una libreta.

-Slowpoke.

-¡Se burla de ti! No tengas piedad.

-Smeargle- El pokemon esscribió Smeargle en la libreta.

-¡Jaja, yo he ganado!

Pasan al rededor de 40 segundos, en los que no sucede nada.

- ¡No! Es imposible, yo deberia haber ganado- Defraudado se coloca en posición fetal.

-¿Slowpoke?

-¡Emo!

-¿Sucede algo Emolga?

-Emo emo emo.

-¿Qué dijiste? ¿Vinny esta atrapado en un pozo?

-Emo emo- Niega con la cabeza.

-¿Intentas decirnos que por fin se acabara el anime de One Piece?

-EMO.

-Creo que intenta decirnos que alguien esta herido- Deduce Ash.

-Emo- Se alegra finalmente.

Cuando llegan al lugar indicado quedan sorprendidos por lo encontrado.

-¿Quien es ese pokemon?

-¡Tai!- Exclamaba el "pokemon".

-¿Tai? Que raro, no recuerdo ningún pokemon que se llame así.

-Parece un híbrido, nacido de la unión entre Dragonite y Charizard.

-Eso no tiene mucho sentido.

-¡Taaaaaaaai!- Se impacienta el "pokemon".

-Esta muy débil, lo mejor será llevarlo al Centro Pokemon.

Mientras tanto en el Pueblo Paleta de Kanto una dura batalla se estaba llevando a cabo por 2 entrenadores.

-¡No te contegas Charizard!

-Nada mal Rojo, pero nosotros no seremos menos. No contengas Blaistoise.

-Por supuesto Azul.

El Charizard de Rojo atacaba con continuos lanzallamas a los que ellos creían eran Trevenant, pero de hecho eran Cherrymons que comenzaban a acercarse al pueblo.

-¡Oh no Rojo! Son demasiados, esas criaturas destruirán el pueblo.

-No podemos rendirnos.

Justo cuando todo parece perdido. Una bestia se eleva sobre ellos, y lanzando una poderosa rafaga de cañones acaba con la manada de monstruos.

-Bien hecho Metal Garurumon, justo a tiempo.

-Asombroso, gracias por tu ayuda- Agradecía muy sinceramente Azul.

-Quisera acerte algunas preguntas.

-Entiendo que tengan muchas preguntas, pero no hay tempo. Su mundo y también el nuestro están en peligro.

Continuara​