Long-fic de Inuyasha - La apuesta de mi vida

La apuesta de mi vida

Holaaa!! vengo con otro fic...este sera corto unos de 3 a 4 caps...xD no le saco para mas, esta basado en mis sueños xD ette si eso no importa u.u comenten plis!! ette...u.u si bueno ya saben se aceptan criticas ^^ en el primer cap lo pensaba hacer one-short tal vez por eso no quede como puedan quedar los otros...

Prefacio




Nota mental: Kagome Higurashi no vuelvas a apostar en tu vida, las apuestas salen muy, por no decir demasiado, caras. Se decía Kagome.


¡Como pudo ser tan tonta como para apostar eso! Tonta, tonta, tonta y re-tonta.


Solo a ella se le ocurriría hacer esa apuesta.


Y más conociendo a sus amigos.


Definitivamente no sabía en que había pensado al aceptar esa apuesta.


Demasiado tonta, eso era ella.


Es más se diría que era estúpida, la reina de las estúpidas.


¡Había apostado su vida hasta terminar el Bachiller! Bueno relativamente.


Morir sería una mejor opción.


Y encima contra él había apostado contra Inuyasha Taisho...su vida iba a ser una tortura.


Porque había perdido.


¿Y si...? No, eso no le funcionaría.


Porque antes de apostar hay que pensar.


Capítulo Primero “La apuesta”


Una linda chica de ojos chocolate se arreglaba para ir a la escuela...lo que para ella significaba:

1. Lavarse los dientes
2. Peinarse (una coleta de caballo dejando su flequillo)
3. Lavarse la cara
4. Vestirse (pantalón baquero, camiseta y chaqueta)
5. Ponerse los zapatos (botas de lluvia...¡Como odiaba el invierno y sus lluvias!)
6. Hacer la mochila
7. Leer el libro de vampiros (en este caso) que se estaba leyendo (bueno éxodo...en verdad no sabía si era de vampiros o no...)

Esperó a que llegaran las 7:49 y en ese momento salió con su mochila y su chaquetón puestos, llamó al ascensor y bajo...


Eran ya las 7:50 y su amiga Sango (y su sobreprotector padre) estaban allí esperándola.


Salió a toda prisa del portal y saludó...


-¡Hola!-grito entusiasmada-


-Buenos días-contestó Sango-


Las dos y el padre de Sango se fueron al colegio-instituto, puesto que allí se daba desde preescolar hasta 2º de Bachiller.


Si bueno...El caso de su amiga Sango era MUY raro...sus padres eran de otro planeta en el que los niño no pueden hacer nada sin su padres pegados o algo así.


A 5 minutos que estaba el colegio, en una calle muy transitada por colegiales a esas horas ¡No la dejaban ir sola! Y de vuelta, un momento aún más transitado, la esperaban en una esquina...y además a la vuelta iban ellas, Miroku y Shesshomaru.


Pero lo mas horrible (bueno no era lo mas horrible, lo peor era que la madre de esta ¡Le había dicho que se hiciera monja por los hombres! Dios...pobre de ella, era lo que pensaba siempre Kagome) a dos pasos que estaban las casas de ellas dos y no dejaban que la niña fuera a casa de Kagome porque el portal era PELIGROSO y DESCONOCIDO...A Kagome la tenía harta, a demás que nunca quedaba puesto que SIEMPRE tenía que estudiar...y luego...sacaba...4....


Bien pero eso no es lo que nos importa.


Kagome llegó a su clase cinco minutos antes de que el timbre sonara.


-Chicos-dijo la tutora Midoriko entrando, Dios siempre llegaba antes-Este viernes tendremos la excursión de final de trimestr-una grito de júbilo se alzó como respuesta-Y como todos los años será en Mundo Acuático-


-Genial-susurró Kagome-


-Y el sábado será el baile de final de final de trimestre-una gritó mayor se alzó-


El resto de las clases se hicieron aburridas, bueno salvo por las estúpidas, pero graciosas intervenciones de Inuyasha, el chico que había repetido dos años por actitud...


…Viernes...


Su tortura comenzaba, y ella no lo sabía.


-No puedo creer que me tocara contigo en el autobús-siseo Kagome molesta-


-La tortura es para mí-Inuyasha seguramente estaba cien veces más molesto que ella-


Porque a ella le gustaba él, secretamente muy secretamente claro, a ella le gustaba él desde hacía mucho tiempo...Pero jamás lo admitiría públicamente, pues a ella se lo había admitida hacía ya mucho tiempo, porque si algo sabía observar era cuándo estaba enamorada, y esa era la primera vez, porque nunca en su vida su corazón se disparaba cuándo alguien pasaba a su lado, ni se sonrojaba, solo con él...Porque ella sabía que negarse lo que era cierto era una completa estupidez...pero se reprochaba mentalmente por enamorarse de él, cuando lo tendría que odiar con toda su alma, por ser uno de los muchos que se metían con ella...pero no, a ella le tenía que gustar.


Una pregunta era cómo podría saber que estaba enamorada sin haberse enamorado nunca, pero ya eran muchas las historias de amor leídas...las de odio-amor...


Él se encogió de hombros.


-Estoy seguro de una cosa-que le dirigiera la palabra era suficiente para que ella apartara la mirada de la ventana y le observara atentamente-O no vas al baile o vas sola-o genial...era solo para meterse con ella-


-Voy con alguien-bueno se podría pasar al plural pero...¿Que más daba?-


-Ja, no me lo creo...-la voz de Inuyasha la sacaba de quicio-


Estúpido Inuyasha, con esa voz irritante y retadora....pensaba Kagome.


-Es TÚ problema no el mío-la voz de Kagome se había tornado voraz-


-Ja, pero quien querría ir contigo-Inuyasha la miro con desprecio y arrogancia-


Ella gruño.


En verdad era un insoportable e impresentable ¡Como se podía a ver enamorado de él!


Un recuerdo llegó a su mente...el recuerdo de el momento en el que se dio cuanta de lo enamorada que estaba del chico.


***Flash Black***


Ella estaba eligiendo de la biblioteca de su clase otro libro de la lista de lecturas y él estaba esperando colocar su libro.


Ella se hizo aún lado para dejarle pasar y su corazón con tan solo pensar que estaría tan cerca de él había empezado a palpitar velozmente.
-No deja-susurró él-


Sus mejillas, sin ninguna razón aparente, se colorearon color carmesí y su corazón empezó a latir como caballo al galope, solo por que él había sido amable con ella.


Cogió El fantasma de Canterville y volvió a su sitio aturdida.


Entonces calló en la cuenta de que sus terribles sospechas eran ciertas: estaba total y perdidamente enamorada de él.


Y si bien esa frase la había sacado de crepúsculo le daba lo mismo.


***Fin del Flash Black***


-Vale apostemos-dijo el sordidamente-


-No con esa voz que pones...no pienso arriesgarme-Kagome se fiaría antes de que una serpiente venenosa no la mataría si fuera mordida por ella que de lo que él pudiera decir-


El se encogió de hombros...ya habría otro momento para la apuesta.




Vale, estaba claro que lo mataría.


La había tirado al agua ¡Y estaba helada! A parte de otro contratiempo que nadie había notado...al caer su parte de arriba se había desatado.


Estaba MUERTO.


-Patosa-comentó Inuyasha mientras ella salía del agua-Por eso no vas a ir con nadie al baile...-


-¡Tengo amigos de verdad! ¿Sabes?-espetó ella-


-Si tan segura estás, haz una apuesta conmigo-dijo él esperando que su grandioso plan funcionara-


-¿Cual?-a esas alturas creo que Kagome ya estaba desquiciada-


-Si vas al baile con alguien, amigos o novio, femenino vale, yo hago lo que tu quieras hasta que terminemos el bachiller-dijo con una sonrisa-Y si gano yo TÚ harás lo que yo quiera hasta terminar bachiller-


-Pero...-consejo pequeña: no lo hagas, es un tramposo-Con una condición...algunas cosas NO vale pedirlas-él sabía a lo que refería-


-Trato hecho-contestó con una sonrisa triunfal-


-O esto se pone interesante-susurró alguien-


-Dios...¿Cómo se arriesgan con tanto?-decía otro-


-Inuyasha va hacer trampas...de eso estoy segura-comentaba una chica-


Pronto toda la escuela, bueno menos lo amigos de Kagome, se había enterado de la pequeña apuesta.




Kagome se estiró.


-¿A qué piscina vamos?-preguntó Sango-


-¡Jaguar!-los chicos tenían claro a donde ir-


-Yo prefiero a la playa-dijo Kagome-¡Mola lo de las olas en una piscina!-


-Bueno yo voy con Kagome...Vosotros id a donde queráis-dijo Sango mientras se llevaba a Kagome de allí-


Kagome estaba buceando, cuando salió al exterior se encontró cara a cara con Inuyasha.


O, genial. Pensó Kagome.


-Hola-dijo Inuyasha-


Kagome sin poder evitarlo se puso colorada.


-Hola-Kagome fue seca y directa-


Se dio media vuelta y se fue (nadando).




-¿¡QUE!?-gritó ahogadamente-


-Es que...no puedo...-dijo Sango-


-Tengo que estudiar-imitó Kagome lo que SIEMPRE ponía como escusa Sango-¿Y vosotros?-


-Me voy al campo-se excusó Renkotsu-


-No nos pueden llevar-Kohaku y Sota ya estaban eliminados-


-Me voy a Madrid a visitar a mi tío-Ayame se libró-


-¿Y tu Koga?-preguntó esperanzada Kagome-


-Mi padre se puso malo-él se encogió de hombros-Pero si voy-


-¡Te quiero!-exclamó mientras lo abrazaba-


Desde lo lejos se podía ver como una chico de pelo plateado y ojos dorados observaba a una chica mientras abrazaba a un amigo.


Arg...ella sería suya, tan pronto como fuera el baile. Se rió interiormente ante un chiste del que aún no termino de enterarme.


-¡Inuyasha!-el chico peliplateado salió de su ensoñación-


-¿Que?-preguntó malhumorado-


-¿Por qué apostaste eso con ella?-preguntó intrigado Miroku-


-Porque sí-dijo él molesto-


Miroku se encogió de hombros...Inuyasha siempre era así.


-Me parece una tontería...con el gran grupo que son...a la fuerza uno tendrá que ir ¿No?-pregunto Miroku-


-No...solo Koga puede ir-dijo Inuyasha-


-Ya es alguien-Miroku intentaba (cosa imposible) hacer entrar en razón a Inuyasha-


-Ya pero al final su mamá no le dejará ir-en el rostro de Inuyasha se formo una sonrisa-


Miroku rodó los ojos.


-Siempre igual-tras decir esto Miroku se tiro de cabeza e Inuyasha volvió la vista a su presa...Kagome-

 

Re: La apuesta de mi vida

KIAAA!!! me comentó mucha más gente de la que me esperaba!! *.* muchas gracias!!! muchisimas gracias *.* ahora si...este cap esta hecho basandome un poco en algunas partes de la narración de "sin noticias de Gurb" de e Eduardo Mendoza (una historia muy entretenida) con lo cual tiene menos narración aposta ¡Este si la tienes aposta! xD solo era una aclaratoria

Capítulo Segundo “Resultados: Inuyasha 1 Kagome: 0”


Tenía los nervios a flor de piel, estaba lista.


Su falda escocesa roja, negra y gris estaba en su sitio, las medias rojas también, su top rojo ¡Fallo! Tenía que centrarlo, ahora, sus zapatos, sin poner.


Se fue al espejo y se puso una chaqueta roja y los zapatos negros.


Su pelo suelto para la ocasión caía hasta llegar un poco sobre encima de la zona lumbar, su brillo le daba un toque aún mas irresistible a sus labios.


Se veía mucho más guapa de lo normal.


Lo único que le faltaba era un acompañante, un ¿Novio? No se dijo no necesito un novio, soy independiente.


Miró la hora, solo quedaba una hora y se sabría quien había ganado. Eran las 8:00


Se fue al baño, esa pequeña habitación, con una váter al fondo, al lado un bidé y un poco más hacía delante un lavabo, en frente de este la ducha. Todo era blanco.


Se retocó el maquillaje.


Ya eran las 8:15


Nerviosa se puso a ver la televisión, pero no pasaron ni cinco minutos cuando la dejo.
8:20


Se movía con nerviosismo por la sala de estar.


Menos mal que sus padres no estaban.


8:22


Iba a explotar como el tiempo no fuera más rápido.


8:30


Ya se había sentado y había leído dos palabras del libro que tenía en el regazo.


Lo dejó muy pronto, pensó que tal vez se le pasaría la hora.


8:45


Cinco minutos más y saldría por esa puerta.


8:46


¡El móvil! Y necesitaba un bolso.


Fue corriendo a su habitación a cogerlo.


8:55


¡NO! Genial.


Llegaría tarde.


9:00


Llegaba tarde.


Salió por la puerta a toda prisa, no sin revisar antes si tenía las llaves o no.


Corrió mientras bajaba las escaleras.


¿Por qué no había cogido el ascensor? Maldita la hora en la que aprendió a tener prisa.


Corría todo lo que podía.


La gente de la calle se giraba para verla y algunos exclamaban cosas como: “Por Dios los jóvenes de hoy en día” “Que alboroto” “¡Más cuidado!”...


Solo pensaba en llegar.


Sus piernas no daban más de si, y su calzado no se podía decir que fuera lo mejor para correr, no, los mocasines no eran, definitivamente, buenos para correr.


Cuándo llegó se paró a coger aire.


Dio un paso.


Su corazón palpitaba a mil por hora.


Dio otro paso.


Su corazón se iba a salir de su pecho.


Dio el tercer paso y entro al colegio-instituto.


Miró a su derecha y vio la portería y las escaleras de bajada (de 4 peldaños) para entrar a la parte este.


Miró a su izquierda y observo que allí en la parte oeste después de sus cuatro peldaños de bajada correspondientes, estaban los puestos de comida.


Miró al frente y se encontró con los asientos, se dirigió con decisión de sentarse a esperar a su amigo.


Y su teléfono empezó a sonar.


-¿Si?-contestó ella-


-¡Kagome!-era la voz de Koga-Soy Koga, no puedo ir a la fiesta, lo siento-


-O...bueno....bien...supongo...-Kagome estaba en shock-


-Adiós-Koga colgó el teléfono-


Ella guardó su teléfono en el bolso.


Y entonces reaccionó.


¡Él había ganado!


O no.




Nota mental: Kagome Higurashi no vuelvas a apostar en tu vida, las apuestas salen muy, por no decir demasiado, caras. Se decía Kagome.


¡Como pudo ser tan tonta como para apostar eso! Tonta, tonta, tonta y re-tonta.


Solo a ella se le ocurriría hacer esa apuesta.


Y más conociendo a sus amigos.


Definitivamente no sabía en que había pensado al aceptar esa apuesta.


Demasiado tonta, eso era ella.


Es más se diría que era estúpida, la reina de las estúpidas.


¡Había apostado su vida hasta terminar el Bachiller! Bueno relativamente.


Morir sería una mejor opción.


Y encima contra él había apostado contra Inuyasha Taisho...su vida iba a ser una tortura.


Porque había perdido.


¿Y si...? No, eso no funcionaría.


¿O sí?

Fin cap

Les agradeciería sus comentarios....

 

Re: La apuesta de mi vida

Otro fic terminado!!! Ya son tres!! (de 5 que puse por ahí xD) no enserio ¬¬ va bueno da = me esmere mucho en el último cap :o sobretodo en la narración ;) gracias por los comentarios (no me esperaba ninguno :P) y si este es el cap final....les dije que sería corto. Sí seguramente se puede hacer más largo pero....son muchas cosas en mente....así que aquí terminó la historia (¡¡¡Bien!!!) Ya saben crítiquen, comenten y bueno eso :o ahora les dejo el cap final

Capítulo tercero “Doble apuesta por ti”


¿Y si...? No, eso no funcionaría.




¿O sí?




Nadie la había reconocido, estaba en la puerta ¿Por qué no? Se podía ir y en ese caso no habría perdido puesto que no había ido.




Pero se reprendió así misma por tan solo pensar en esa solución ¿Cómo de desesperada estaba? Mucho, pero eso no lo suficiente para hacer trampas.




Bajó los peldaños de las escaleras y llegó a el patio de las columnas, así era como se llamaba.




Miró a todos lados buscando esos ojos dorados, no estaba en la pista de baile, no estaba en los juegos ¿Dónde estaba?




Alguien tocó su hombro y ella volteó.




-Hola-sonrió el chico-¿Cómo te llamas?-




Ella abrió sus ojos desmesuradamente ¡No la reconocía y estaba en su clase! ¿Tanto se había arreglado que nadie la reconocía?


*Inuyasha*

Estaba sentado en el banco esperando verla llegar.




En verdad había sido una buena idea llamar a la madre de Koga y decirle que su hijo pensaba perder la virginidad en la fiesta.




Sonrío para si mismo, era un genio.




Entonces vio a la chica mas bella que sus ojos habían observado jamás.




Llevaba una falda ni muy corta, ni muy larga, era escocesa, las medias hacían juego con la falda y resaltaban la alegría del conjunto, por arriba llevaba, a la vista, una chaqueta roja, abierta por arriba y por abajo, esta apertura dejaba ver hasta su ombligo, eso lo había hecho ella, sus zapatos eran azules, de esos que parecen negros, llevaba una fina capa de maquillaje, colorete, brillo de labios y tal vez, solo tal vez, sabiendo que no era un experto en eso, sombra de ojos. Y todo el conjunto resaltaba su figura.




Su pelo iba suelto, rizado, llegaba por encima de la zona lumbar y este detalle remataba resaltando la cara de la chica.




Sus ojos era color café...o tal vez eran chocolates sin vida...demostraba miedo.




-Inuyasha-una voz le hizo dar un bote y quitar la atención de la desconocida-Viste a ese bombón-dijo su amigo Miroku señalando a la musa en la que había puesto minutos antes su atención-




-Jo, que la vi-contestó con una sonrisa algo pervertida en su rostro-




-Te apuesto a que no consigues pegarte el lote con ella-retó su compañero-




-¿Que apostamos?-preguntó bastante atención-




-Mmm...la cena de hoy, si ganas te la pago si pierdes me la pagas-contestó su amigo-




-Trato hecho-Miroku estaba, según Inuyasha, arruinado-




-Observa compadre-dijo yendo a por la chica-




Sus pasos eran rezagados, se paró a meditar...Podría ir por delante o podría aparecer por detrás.




Sería más divertido pegarle un pequeño susto.




Fue por las rampas del patio izquierdo de columnas y bajo por las escaleras del otro quedando así detrás de la chica.




-Hola- dijo con una sonrisa- ¿Cómo te llamas?-




Él pudo observar como los ojos de ella se abrían de par en par ¿Por qué ser sorprendía?




-¿No me reconoces?- preguntó ella-




-¿Debería?- preguntó-




-Bueno sí-dijo mientras sus labios se curvaban en una sonrisa- Si no sabes con quien apuestas-




Se produjo un apagón en el cerebro de él y luego volvió a reiniciarse ¡No podía ser! Esa chica era Kagome Higurashi, y Dios como estaba.




Tras una pausa que le parecía eterna a la chica (¿Por qué se lo pensaba tanto? Tampoco se había arreglado tanto ¿O no?) el abrió la boca para decir algo, ella esperó que fuera algo inteligente.




-Kagome Higurashi-su rostro mostraba una sonrisa socarrona- ¿Dónde está tu acompañante?-




-Dímelo tú, tramposo- ambos sabían que él había hecho trampas, pero ella no podía demostrarlo-




El levantó una ceja sarcásticamente.




-Entonces gané-ella asintió visiblemente molesta por su actitud arrogante- Bien-




-¿Qué tengo que hacer?-preguntó ella impaciente por acabar lo más rápido posible y marcharse a su casa par poder gritar y pegar a la almohada, desahogarse en definitiva-




-¿Sabes? En menos de tres días e apostado dos veces por la misma persona-empezó a decir- Una porque estoy totalmente enamorado de su forma de ser y la otra, sin saber quién era, por su aspecto-




Ella le dirigió una mirada de incredulidad.




-Y ahora tengo a esa persona delante de mi, obligada por una de las apuestas ha hacer lo que yo quiera-sonrío de una forma algo dulce- ¿Qué crees que haga?-


-Si fueras inteligente, cosa que no creo que seas, le diría que fuera su novia-se reprendió mentalmente por decir esas cosas, pero bueno, sabía también que él iba ha hacerlo-




-Tendrás que ser mi novia, y eso es soló una cosa-dijo él-




Kagome sintió que su corazón saldría en cualquier momento de su pecho, le estaba diciendo que fuera su novia, eso nunca se lo esperó, y lo único que su cuerpo alcanzó ha hacer fue a sonrojarse.




-Soló una cosa, no me engañaras, no quiero quedar como una tonta-dijo ella-




-Tsss, ya quedas como tal-susurró el cerca, demasiado cerca de ella-




Ella se preguntó en que momento se había acercado tanto a ella, pero también se preguntó en que momento los labios de él se habían posado, cálidos, sobre los de ella, otra preguntá que la asaltó segundos después del beso era la mayor ¿Por qué había correspondido sin pensar?




Ese noche él había ganado dos apuestas, la de Miroku y la de Kagome. Bueno la de Miroku la había re-ganado.




**Al día siguiente (una especie de epílogo)*



Todos en el instituto se habían enterado de los resultados de la apuesta: Inuyasha 1 Kagome 0, pero esos en verdad no eran los reales, los reales eran irreales, los dos habían empatado: Inuyasha 2 y Kagome 2.


Kagome 1= Había conseguido al amor de su vida, Inuyasha.


Kagome 2= Ahora, por fin, en mucho tiempo, se sentía a gusto consigo misma, guapa, como era.


Inuyasha 1= Había ganado la apuesta


Inuyasha 2= Tenía al amor de su vida, a la chica de sus sueños.




Bueno volvemos a lo de siempre, sus amigos no se habían enterado de nada, como solía ocurrír.




Y el shock se lo llevaron a la salida.


***Flash Back***




Como todos los días desde 1º de la eso, Kagome esperaba a sus amigos en la puerta de su clase.


Ellos habían salido, y en aquel pasillo había mucho ajetreo.




Por fin, cuándo ellos habían salido y estaban conversando animadamente Inuyasha se había acercado a Kagome y le había plantado un beso en la mejilla para después decir: “Nos vemos esta tarde guapa” e irse.




Dejando a una confusa y sonrojada Kagome.




La cual tendría que dar unas largas explicaciones a sus amigos.




Se llevó la mano a la mejilla dónde aún perduraba el calor de aquel beso...




FIN




^^ Soló espero que se lo pasaran igual de bien leyendo que yo escribiendo......gracias por seguir la (enana) historia.