La amargura de su rostro

Tema en 'Relatos' iniciado por Eri, 17 Junio 2011.

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    Eri

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    Escritora
    Título:
    La amargura de su rostro
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    688
    ADVERTENCIA [Leerla antes de comenzar el Fic] Contenido muy crudo. Narración algo "pesada" No leer si eres de sentimientos profundos [o sentimientos suaves]

    La amargura de su rostro.

    Recuerdo una vez, que yo jugaba con mi perrito, Mach. Estábamos corriendo por todo el fondo de mi casa. Mami no se encontraba, así que había aprovechado para darle chocolate a Mach. No fue buena idea, pues mi perro, al momento en que entró a la casa, empezó amorder mueble por mueble, romper cosa por cosa. Hizo un gran desastre.

    Sin saber que hacer, llamé en ése entonces a mí vecina, Lupita, tenía 11 años, la misma que yo poseía en aquél momento. Ella al entrar a casa, se sorprendió por tal desorden. Le expliqué que sucedía, entonces trató de ayudarme para arreglar la casa. Lo único que no se pudo salvar, fueron los muebles, pues, era imposible limpiarlos completamente y los jarrones de vidrio y cristal que se rompieron al momento en que Mach los tumbó.

    Eran ya las 8 pm y Lupita ya se había ido a su casa. Hice lo posible para pegar los jarrones con pegamento, pero era imposible: los vidrios no se juntaban como deberían y no le daba forma de jarrón que tenía antes de romperse. Tratando de arreglar lo sucedido, mis manos estaban llenas de cortadas debido a la imprudencia que tuve al tratar de pegar los fragmentos de vidrios.

    Ya las 9 pm. La parte de la casa en que trataba de pegar los jarrones, se encontraba lleno de pegamento esparcido por el suelo y pequeños piezas de los vidrios. De pronto, escucho el ruido del carro de mami. Me asusto… ¡Mami ya llegó!

    Traté de agarrar los vidrios con las manos, pero había olvidado algo: Era vidrio, y el vidrio cortaba. Resultado de que uno de los trozos se introdujeran en mi piel, haciendo que un grito de dolor saliera desde lo más fondo de mi ser.

    Mami entra nerviosa a la casa. Ve los sofás lleno de lodo y mordidas de perro. Su rostro de preocupación cambia inmediatamente a enojo. Empieza a buscarme, y me encuentra en el mismo lugar en el que estaba. Ve los trozos de vidrio –y cristal– y su rostro pasa de enojo a preocupación, estuve muy seguro de que no era por mi mano lleno de fracturas.

    Empieza a gritar furiosamente, haciendo que mis lágrimas cayeran de mis ojos.

    Me mira con furia, seguro ella había concluido que el desastre de los muebles y de sus jarrones era culpa mía.

    –¡Fue Mach! –Dije, preocupado y nervioso, no quería que mami me pagara… no otra vez.

    –¡Estúpido! –Una mano choca con mi cachete, haciendo que mi cuerpo cayera al suelo, la piel me ardía a mil –¡Tú soltaste al estúpido perro! –Grita furiosamente, mientras su pie chocaba con mi estómago, sentí ganas de vomitar en ese entonces. Mi cuerpo se debilita.

    –Yo… lo hice sin querer –Digo con lo que me quedaba de aire, mientras ciento como me agarra por los pelos, levantándome del suelo, miro sus ojos azules, hipnotizado por la belleza de aquel hermoso par de agujeros.

    Y de ahí, mami me hizo cosas feas. Me pegó duro, hasta que sentí que la sangre salía por mi cuerpo maltratado, hasta que sentí que el alma dejó de estar en aquel cuerpo malogrado.

    Y cada noche, observo como la bella mujer de ojos hipnotizadores visitaba mi tumba, visitaba lo que me quedaba. Y cada noche, observo la amargura de su rostro.
    __________________________

    Bueno, muy crudo, me sentí muy vulnerable y sensible al realizar ésto... ¡DILE NO AL MALTRATO INFANTIL!
     
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  1. Pau Chan
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