Nadie nos quiere. Nos dicen ratas con alas, transporte de enfermedades, piojosas, ruidosas -aunque eso último puede ser cierto- y un sin fin de seudónimos lejos de ser amables. Y luego se preguntan porqué somos así. Mi nombre es Kuka y soy una paloma que vive en los techos de un supermercado de mala muerte, bueno eso es lo dicen los chimpancés sin pelos. Para mí no es más que un palacio, un lugar lejos del peligro. Vivo aquí desde que era un pichón; eso quiero creer, yo apenas lo recuerdo. En algún momento de mi vida trabajé en la mensajería. No era un buen empleo, la paga era mala, los gusanos no siempre eran frescos y las distancias que habían que recorrer estaban muy lejos. Las alas se cansaban y el estómago rugía con frecuencia. Dado a eso, lo dejé y me uní al grupo de los criticones. La mejor decisión que pude haber tomado. Aunque muchas lo vieran inaceptable e incorrecto, allí se podía disfrutar de muchas cosas desde: la vista, la comida que tiraban los turistas y reírnos la mayor parte del día de esos humanos ridículos. —Miren a ese, ¿qué se supone que tiene en la cabeza? —Dijo una de ellas soltando una risa. Un hombre llevaba en la cabeza un peinado moderno que pisaba lo absurdo. —Parece un plumero. —Comentó otra negando con la cabeza completamente indignada. —¡La cola de mi abuelita! —Gritó alguien del grupo y todas nos carcajeamos. —Silencio todas, miren allí —apuntó con su cabeza hacia el este —, es Irma Grace. —Se escucharon abucheos inmediatamente. La anciana era una mujer cruel con todos los animales que se le cruzaran y aunque no era la única que lo hacía, ella se había ganado inevitablemente el odio de todos, principalmente el de nosotras. Nos habíamos enterados por Sergi, el jefe de los gatos del callejón del norte, que había hecho un reclamo en la intendencia para la exterminación de alimañas, palomas, perros y gatos callejeros. El gobierno no se negó pero tampoco aceptó. Eso era suficiente para nosotras las palomas, como para dejar sorpresas sobre su cabeza cada vez que podíamos. Y algo me decía que hoy era el momento perfecto para hacerlo. —¿Quién le atina? —Preguntó Yuyú a mi lado. Había usado un tono un tanto pícaro. —Yo. —Respondió Fry con una sonrisa abriendo y cerrando su pico con ansiedad. —Deseo superar mi reto de la última vez. Fue en el cuello ¿recuerdan? —Una gran hazaña, sin duda. —Opinó Pepe asintiendo. —No, no, no que vaya Kuka. —Todas las cabezas se giraron hacia mí. —¿Qué dices? —Suspiré y después de pensarlo un par de segundos, asentí. —Puedo hacerlo. —Hice tronar mi cuello, hice un repiqueteo con mis patas y abrí mis alas para dejarme caer al vacío en caída libre. Sentir el aire en mi cara era reconfortante y esa sensación de libertad era inexplicable. Hice un planeamiento perfecto cerca del asfalto y busqué el cabello enmarañado de Irma Grace entre el centenar de humanos ir y venir por las veredas y calles de Logan City; no muy lejos de dónde estaba logré ubicarla, miré hacia atrás dónde mis hermanas palomas parecían estar alentándome y sonreí cuando la distancia fue finalmente escasa. —¡Ah, malditas y asquerosas palomas! —La anciana comenzó a revolear su cartera como loca y los demás humanos se alejaban de ella para no recibir sus golpes salvajes. —¡Me vengaré, se los juro! —¡Kuka, Kuka, Kuka! —Los vítores eran atronadores en el techo del supermercado. Las plumas llegaban a volar por el aire. —¡Así se hace! —¡Como decía mi abuelita «has fuerza y deja que todo fluya»! Mi pecho se infló de orgullo. Amaba ser paloma...
Que buen relato, me encantó, me hizo reir a carcajada. Me fascinó como se desarrolló la historia. Me gustó que ésta fuera narrada desde la perspectiva de la paloma. Además, creo que tal se mostró sus personalidad, así me imagino que son las palomas, así de descaradas, y que les fascina hacerse popo en cima de las personas en modo de juego-reto. La verdad es que yo les tengo terror, no me gustaría ser bañado por una de ellas. Buen trabajo.
Desde que vi el título cuando lo publicaste no pude dejar de pensar en eso de "A la grande la puse Cuca" JAJAJAJA, bueno ya. Ahora tenemos a Kuka con K. Como siempre, leerte es tan hermoso, no importa lo que escribas. Me encanta como están orgullosas de su gran hazaña de bañar a alguien con su mierda, literalmente (?) Adoré eso, porque fue como "Lo hacemos por amor al arte" xD No sé, empiezo a delirar. Leo pocas cosas de comedia, pero esto me sacó una risa genuina. Saludos. :3
Y entonces uno se pone a pensar: ¿por qué no puedo tener la libertad que tiene esa paloma? :'c Me gustaría muchísimo lanzarle lodo en la cara a mucha gente que sé que se lo merece e irme, sin que eso tenga repercusión alguna. Irme y llegar a donde quiera sin nada que me detenga y encontrar un hogar como esa paloma hizo. Ahora la envidio mucho (?) Jajaja. La trama ha sido bastante simple pero entretenida, me he quedado enganchada hasta el final. Me encanta leerte, chica <333 Un saludote >u<
¡Muchísimas gracias Rodriguez Varia, Yáahl y Kashey por sus comentarios! Fue realmente entretenido leerlos xD de verdad jajajaja. Siempre me gustó espantar a las palomas y admito haberlas, alguna vez, perseguido con una onda (resortera :v por si no se entiende). Creo que las palomas se me hacen los personajes de la naturaleza más pícaras, al menos en aquellos lugares dónde abundan. Además, ¿le han mirado alguna vez sus caras de cerca? Parecen que siempre están tramando algo , una conspiración en contra de la humanidad o algo así xD. Así que aproveché mi paranoia para que saliese esto xD (y claro, gracias al divertido reto de la actividad porque de otra manera esto no existiría ) ¡En fin, reitero mis agradecimientos! Me hace sentir súper bien sus opiniones <3