Actividad: Días de abecedario K Kikyo Ella siempre fue una estrella lejana, bella, luminosa y pura. Parecía inalcanzable y esa cualidad era la que la hacía más deseable ante mis ojos. Cuando yo la miraba no podía evitar pensar lo satisfactorio que sería hacerla vacilar y provocar en ese perfecto y sereno rostro una expresión de dolor. Quería romper su autocontrol. Ansiaba apagar poco a poco su cegadora luz y sustituir esa tranquila y fría mirada por una de terror. Pero lo que más deseaba era que ella posara sus ojos en mí. Que me viera, que tomara nota de mi existencia y que se viera afectada por mi presencia tanto como yo era perturbado por ella. Había algo en Kikyo que me atraía como un imán, tal vez era esa imperiosa necesidad de devorar su luminosidad con mi oscuridad y despojarla de ese caparazón que la hacía una guerrera mortal. Anhelaba verla sin su armadura, sin esa silueta de diosa bélica, sin esa mascara de fría guerrera y sin esa apariencia de inhumana protectora de la perla que hacía temblar a los tontos. Yo la quería frágil, confundida, temerosa, en esa faceta que nunca mostraba, una en la que fuera completamente humana… La ambicionaba como mujer, porque Kikyo era mía. Aún si ella no lo quería, desde que la vi ya me pertenecía.
Wow. Me gustó mucho el fic. Qué egoísta, no sé quién tenía esos pensamientos... ¿Inuyasha, Naraku? La cuestión es que la deseaba mucho pero no parece que en ningún momento le importen sus sentimientos, es más quiere verla corrompida. En lo técnico está muy bien logrado, te felicito. Más allá de que me hizo enojar tanta avaricia, el personaje demuestra un carácter que hay que destacar, también. Muy bien narrado, por cierto. Nos vemos.
Me ha gustado, la verdad Kikyo no es uno de mis personajes predilectos de Inuyasha, pero bueno, aquí la presentas como una obsesión de, creo que es obvio que no es Inuyasha, tal y como piensa el personaje, así que diré Naraku. Aunque quizás me equivoque. Por eso, a mi humilde parecer, deberías haber metido alguna alusión al personaje, pero bueno, a mí se me hace que no es Inuyasha y no sé, quizás eso es precisamente lo que buscabas, hacernos dudar con el personaje que está pensando en esto. De todas formas, buenas descripciones, buena narración y gramática y otrografía impolutas, como es de esperar de ti, que se te da muy bien esto. :3 En fin, nada más que añadir. ¡Sigue trabajando! ¡Un saludo! :)
Gracias por pasar a comentar :3 Sólo para que no se quede en el aire esa duda, lo responderé de manera más clara :) el texto lo hice desde la visión de Onigumo. Yo pensé que había quedado claro con el título Kikio (Onigumo) por eso ya no lo aclare xD
La posesividad de Naraku con Kikyo lo llevó a cometer tantas idioteces. Era la prueba viva, de que ahí en el fondo, seguía el corazón humano.
La obsesión de Onigumo/Naraku por Kikyö se volvió una de mis cosas favoritas de la serie cuando la vi por segunda vez. xd. Naraku dice que la odia pero al final, todos sabemos cuál era su verdadero deseo. Ése nacido del pútrido corazón que ni todos los demonios fueron capaces de devorar, de borrar. Con un nuevo cuerpo, o como sea, Naraku jamás dejó de ser Onigumo. Mismo ente, mismos deseos, diferente cuerpo. Te quedó lindo.