Kanagawa Kamakura

Tema en 'Prefecturas' iniciado por Amelie, 2 Noviembre 2020.

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    Zero

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    Tanaka Heya


    Aunque su grupo no tuvo mayor inconveniente ascendiendo a Kamakura, era la mente de Heya lo que había mellado el viaje.

    Ver a Takeda siendo desarmado sin que pudiera siquiera reaccionar a tiempo fue el primer indicio de que se había metido en algo aún mayor a lo que se esperaba. Y con ello, las dudas nublaron sus pensamientos. ¿Qué podría hacer el para cambiar la situación?

    Después de aquella pelea en la cena Kuroki lo invitó a compartir tiempo en su habitación, y, aunque le hubiera gustado Heya negó con un gesto tan mínimo que se podria haber interpretado como una falta de repuesta. Esa noche entrenó a solas, ignorando el descanso que pedía su cuerpo. El sueño que obtuvo estuvo lleno de pesadillas, y horas después su cuerpo cobró el descansoque le faltaba.

    Pasó más tiempo del que podría calcular dormitando, con su mente jugándole bromas, recordándole la noche en que tuvo que huir de su pueblo en llamas, y las personas que había perdido en el camino. No le dolía especialmente el haberlos perdido, no porque no los apreciara(sentía la ausencia de aquellas personas, aún si no podía recordar sus rostros), sino porque le dolía más no poder haber hecho nada para cambiarlo.

    Fue cuando, en medio de sus sueños pudo reconocer el rostro de su hermano, que decidió actuar. No, hace ya algunos años que no sabe nada de su hermano, y probablemente sea sólo su imaginación haciendo de las suyas. Pero ahora está en una situación similar, y tiene de nuevo personas a las cuales aprecia, a las cuales proteger. Aún si sus acciones no tienen mayor impacto.

    Se dirigió trastabillando a los baños y, momentos después, a la herbolaria


    Sepan disculpar el cliché, después del discurso motivacional fue a los baños (?)
     
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    Zireael

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    Yuzuki Minami
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    Fruncí el ceño al ver a Kato levantándose, tuve el impulso de alzar la voz y decirle que volviera a recostarse, pero el caso es que guardé silencio, plenamente consciente de que no iba a escucharme ni nada. Escuché también a Sasaki informando que el tío de Ginko se había retirado ya de Kamakura, así que no había demasiado que hacer; me limité a ver a Sasaki colocando las agujas en el cuerpo de Kirara.

    Acupuntura.

    Tendría que preguntarle a Ujihisa entonces.

    Kohaku le había dejado a Chiasa a Shinko, así que la ardilla estaba con el chico y esperaba que le brindara siquiera algo de tranquilidad, a veces los animales ayudaban más que la gente con eso.
    Los que ingresaron se alarmaron bastante con lo de las agujas, lo cierto es que era normal, pero permaneció sentada en su lugar observando nada más. Las palabras del ebrio, que al menos ahora parecía sobrio, de los Fujiwara tan siquiera fueron acertadas. No debían escuchar palabras de Kirara ahora, no si las decía completamente ciega por las emociones que debía cargar encima e iba a esperar por su respuesta antes de soltarle encima lo de la guerra en Shizuoka.

    Era espantoso, pero no tenían tiempo para nada, ni siquiera para dejarla descansar realmente.


    Mira nada más ese sabroso relleno
     
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    Amelie

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    [​IMG]



    [/Spoiler]

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      +10 yoroi 1/3



    Habitaciones
    [Shinrin; Kiba; Kohaku]

    Shinrin se notaba demasiado molesta, mientras que Kiba se sentaba frente a ella como si esperara la siguiente instrucción —Esta habitación...—miró a Kohaku —La compartí con Mao, no será necesario investigar mas —mencionó acariciando la cabeza de Kiba en señal de un trabajo bien realizado —Fuimos unos imbéciles al abrir nuestros corazones a forasteros —mencionó mirando a Kohaku con un profundo rencor.

    [​IMG]

    Respiró con fuerza para después liberar el aire lentamente —Perdona, no quería generalizar; pero me siento profundamente lastimada — mencionó al recordar su breve momento con Mao, había jugado con ella, y eso perforaba muy hondo —Liberó a un Taira; uno que sabe perfectamente como subir la montaña de Kamakura, este sitio ya no es una fortaleza impenetrable, Mao a puesto en peligro la vida de mi gente, ha traicionado la confianza de los Minamoto. Ha decidido que su propia justicia es la correcta sobre la de todo un clan que la cobijó con cariño.

    Shinrin trataba de mantener su expresión serena; pero le resultaba imposible, mostraba su enojo latente —La traición es lo más penado ante un clan; no sólo han privado a los Fujiwara de su justicia ante Murai, también Mao a puesto en peligro a Japón ¿Acaso Mao cree en Murai más que en Takeda? Es una tonta si es así, así como yo lo fui al confiar en ella.





    [​IMG]
    Clínica
    [Rei; Ginko; Sasaki; Yuzuki; Kirara; Shinko; Taiyo; Riku]


    Las palabras de Riku comenzaban a menguar en los ojos de Kirara, dónde comenzaron a brotar lágrimas de frustración las cuales limpió al instante Taiyo, pues sabía que ella detestaría ser vista así por los presentes.



    —Es... ese...—comenzó a articular Kirara con dificultad —Ese hombre debe morir —Dijo mirando a Riku con firmeza —No es venganza, es justicia. Habíamos librado del mismo destino que sufrimos nosotros a otros clanes. Mao le otorgó la libertad a un hombre que no parará de destruir

    Kirara no podía moverse pero al menos ya podía articular palabras — Riku, esto no es culpa mía; mucho menos tuya. Fue Takeda quien nos ha fallado —otra lágrima escurrió de su rostro —Mi único error fue creer que su decisión importaba al mismo nivel que la de los míos.

    La mirada ante Riku mostraba fuerza —Si pudiera iría detrás de él ahora mismo, está débil; pero no podremos rastrearlo, además, no avanzaré como él quiere que lo haga, porque el no me domina, no atacaré estando en las peores condiciones. En nuestro último encuentro nos quedamos sin nada, no cometeré ese mismo error, debemos prepararnos.

    Dirigió sus ojos al techo —Ahora entiendo el por qué esa niña me detuvo de matarlo en la mazmorra...

    Sasaki escuchó las palabras de su hijo mientras los Fujiwara hablaban —Puedes hacerlo; pero no te dejaré ir solo, aun eres inexperto en combate, si Rei te acompaña estarán más seguros, inclusive puedo encargarme de que Hinata y Gon se encuentren con ustedes después en el camino. Por el momento atiende al muchacho—dijo señalando con su cabeza a Riku.

    Ginko curó a Riku con tranquilidad mientras este atendía las palabras de Kirara.

    —Fue Mao— mencionó Kirara haciendo que el ambiente en la clínica se tensara —Ella bajó a la mazmorra por la noche; yo me mantuve alerta mientras ella decidía terminar de arreglar a Murai, algo que ya había hecho antes; fue entonces que Murai escupió a un lado; pensaba que había escupido un diente flojo o sangre seca, después entendería que era la llave que seguramente había robado con anterioridad. Mao le liberó una mano... —hizo una pausa mientras recordaba con enojo la situación —... cuando reaccioné el ya me había lanzado las agujas. Primero perdí la fuerza, luego la movilidad; cayendo — Apretó los dientes con fuerza, aquello era algo que le costaba trabajo decir —Mao terminó de liberarlo por completo; mientras el no dejaba de reírse.

    Kirara se detuvo, pensaba que al menos no pudo verla, no de ese modo; en el suelo, paralizada; pensando que moriría allí mismo.

    —Sostenía una quinta aguja mientras se burlaba; pero Mao lo detuvo. No me mataron, pero me humillaron; me ataron a la cadena que detenía mi mano, a pesar de que ya era incapaz de moverme. Murai dejó caer la llave frente a mi, si hubiera podido moverme la alcanzaría sin problemas; él lo sabía, por eso sonreía mientras se alejaba con Mao de la mazmorra.

    Shinko sujetó la mano de Kirara con fuerza, sus ojos se humedecieron por completo.

    Murai robo la llave desde este post
    Slam Monpoke Hitori




    [​IMG]
    Herbolaria
    [Heya]


    Entró a aquel sitio; no había nadie. Pero los instrumentos de trabajo estaban fuera; podía aprovechar y usarlos o irse de aquel lugar.

    OneMoreee beinvenido de regreso One! pues la herbolaria está vacía; pero puedes hacer tus medicamentos si quieres.
     
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    Monpoke

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    Riku

    Justicia. Tiendo a olvidar esa palabra y la camuflo con venganza...

    Sonrió, felicidad porque demostré estar equivocado. Kirara no caería tan fácil. Una vez recibe un golpe, evitará todos los siguientes.

    "No estuve presente en ese momento". Voy recordando lo que sería el segundo día en kamakura, mi entrada a la mazmorra luego de visitar el puerto con Shinko. Donde al entrar encontré a Kirara inconsciente. "Pero estoy seguro no fue la única en tratar de detenerte, todos los Minamoto presentes lo debieron intentar. Lo mencione...". Me detengo, decido a no indagar en mis palabras anteriores. Una que no tomo muy en cuenta. "intentar que lo asesinaras debió tener otros motivos, se jugo la vida para saber a que Minamoto arrastrar para su escape".

    Sujeto su mano con tranquilidad mientras suelto un largo suspiro, pensativo de lo que esta por venir. Resulto ser un Minamoto, si antes la alianza pendía de un hilo, ahora es probable acabo todo. Y para bien...

    Quería decir más. La alianza, la guerra, lo que nos espera. Pero no encuentro la fuerza, el motivo para seguir con los Minamoto.

    Me sentiría herido por la perdida de confianza, bien quisiera estarlo, pero no forme demasiado lazos con ellos. Al menos no de los buenos. No me puedo decepcionar de quienes no espere nada.

    "¿Como nos preparamos entonces? ¿Y para qué?". Solo lo termine preguntando, su confirmación y su palabra, es lo que quiero antes de moverme. "En estos momento hay más opciones".

     
    Última edición: 15 Febrero 2021
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    Gigi Blanche

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    Piscis
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    Me estaba sonando mientras me aventaba el tochaco así que lo dejo acá

    Kohaku Ishikawa
    Habitaciones

    Percibí al vuelo la furia de Shinrin, su tono de voz sencillamente la emanaba y regresé la vista hacia ella, observándola con atención. ¿Mao? ¿Quién era Mao? Estuve a punto de desviarme en busca de posibles respuestas cuando los ojos de Shinrin se clavaron en mí con un profundo rencor, frenando mi tren de pensamiento de un golpe seco. Me quedé allí, quieto, intentando comprender y brindándole todo el espacio que necesitara para calmarse, volver sobre sus emociones y enfriar la cabeza. No iba a culparla ni molestarme con ella por haberme dedicado semejante expresión, si en definitiva tenía razón. Eramos forasteros que habían aparecido de la nada, poblado su casa, derrotado a su padre y liberado a prácticamente un criminal de guerra.

    Lo había hecho un Minamoto, por ende la culpa recaía en el clan entero. Recaía en Takeda. No podía desentenderme del asunto, y darme cuenta de ello me asentó un peso espantoso en la boca del estómago.

    No podía seguir desentendiéndome de todo.

    Comencé a hacer memoria de las mujeres del clan que había visto en Kamakura. Yuzuki, Misato, Ryouma... De Misato aún no sabía nada, pero ella había estado en contacto estrecho más bien con el clan Tao y... No lo sé, ¿un sexto sentido, quizá? Inevitablemente la situación me arrojó a la pequeña niña que yo había conocido como Ryouma. Poco habíamos hablado luego de Nara, aún así ella y Kuroki representaban el comienzo de este viaje, las personas más cercanas a mi edad con las que había compartido desde un inicio. Pensar que había traicionado al clan y ya no podría volver a hablarle como antes...

    Bueno, dolía un poco.

    —Mao —tanteé, en voz suave—. ¿Te refieres a la niña pelinegra de ojos ámbar?

    Shinrin había sido colocada en una encrucijada por demás compleja, saltaba a la vista y, de todas formas, se tomó la molestia de explicarme toda la situación. Quizá fuera simple catarsis pero a mí, que había estado tres días fuera de servicio, me ayudaba mucho.

    —Shinrin-san —la llamé con el mismo tono de voz que había empleado para calmar a Yuzuki, en la herbolaria, y le conferí una sonrisa pacífica—. Lamento mucho lo que ha ocurrido debido a nuestra presencia aquí, es... es más de lo que las palabras puedan reparar. Desconozco las razones de Mao para haber liberado a Murai, pero sin importar cómo uno lo vea, las posibles consecuencias son muy, muy graves.

    ¿Acaso Mao habría estado con los Taira desde un comienzo? No tenía mucho sentido, pero haber tomado una decisión semejante... ¿para qué? ¿Y a qué precio? ¿Qué valía la pena para traicionar a todos los Minamoto y poner en riesgo a la gente inocente de Kamakura?

    —No seas dura contigo misma por haber confiado en Mao, Shinrin-san —insistí, aún intentado aplacar la furia burbujeante que chispeaba en sus ojos; lo sabía bien, era la ira diestra en disfrazar dolor, frustración, incluso tristeza. Era una ira que si se dejaba correr, cimentar y echar raíces, probablemente diera todo por perdido—. Permitirse confiar en alguien es una de las muestras más honorables de valentía, y si esa confianza es traicionada... no es tu culpa.

    Avancé un paso hacia ella, y me limité a estirar las manos por si ella deseaba aceptarlas. Sólo eso. Comprendía que mi máscara no contribuía a generar justamente eso, confianza en los demás, pero aún así esperaba que mis palabras fueran suficientes.

    Porque no podía desentenderme.

    —Disculparse también es valiente, y ya lo has hecho en más de una ocasión —destaqué, refiriéndome al exabrupto en la herbolaria y recién ahora, al pedirme perdón—. Son grandes cosas, Shinrin-san, y está bien si te aferras a ellas. Aunque a veces duela, nos moleste o cause heridas profundas, está bien.
     
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    Zireael

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    Yuzuki Minami
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    Las palabras de Kirara me llegaron amortiguadas primero, me costó atajarlas pero aún así lo hice y quizás nunca hubiese concordado más con alguien en ese momento en que ella sentenció aquello, que Murai debía morir no por mera venganza, sino por justicia. La justicia de su clan.
    Arrugué los gestos al escuchar el nombre de quién lo había liberado, tratando de darle un rostro, y no fue hasta que mencionó que fue la niña que todo cobró sentido.

    La chiquilla, la que junto al ronin había acabado con la vida de un hombre en la calle y los que había atendido antes de que termináramos en prisión en Tsu.

    Había traicionado a Takeda, a su segundo al mando y a la persona que había salvado a su querido ronin por una escoria como Murai Sugita, ¿por qué? ¿Qué cosa le había podido pasar por la cabeza para hacer semejante cosa?

    Mientras seguía hablando me levanté de donde había estado sentada en el suelo, me acerqué a la cama de Kirara y estiré la mano hasta posarla sobre la de Shinko, sumándome a su agarre. Pasé bastante de las palabras del Riku, si no se lo decían los propios integrantes de su clan pues tendría que hacerlo yo y punto.

    —Comprenderé si los Fujiwara no desean relacionarse más con los Minamoto, si consideras que Takeda ha cometido un error, el error es de todos nosotros e incluso así, fue uno de los nuestros que liberó al hombre que estuvo por acabar con nuestro estratega, otro error garrafal. —Presioné suavemente la mano del chico que envolvía la de su hermana y tomé aire antes de seguir hablando sin alzar la voz, para no ir a alterarla aún más—, pero la guerra se acerca Shizuoka. Somos lo que queda de los clanes de las flores.

    Tragué grueso buscando poner mis palabras en orden, no decir algo que fuera meramente dominado por las emociones.

    —Y por eso entenderé cualquiera que sea la justicia que prefieran perseguir.
     
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    Zero

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    Tanaka Heya

    El silencio del lugar contrastaba con lo lleno que estuvo el día de llegada, ni siquiera estaba el lobo que había visto la vez anterior.

    Se dirigió a los instrumentos y esculcó entre sus pertenencias cuando notó que algo faltaba. Tuvo que sacar todos sus ingredientes y recipientes para darse cuenta: siete frascos faltaban. Con una segunda revisión advirtió que 6 de esos frascos no eran suyos, eran los que le había quitado a Murai.

    Heya intentó calmarse intentando no sobrereaccionar. Se apresuró a moler y destilar los ingredientes que poseía y, cuando terminó, volvió al castillo intentando rastrear a sus compañeros de grupo. Necesitaba información.
     
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    Amelie

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    [Rei; Ginko; Sasaki; Yuzuki; Kirara; Shinko; Taiyo; Riku]


    Kirara escuchó las palabras de Riku, sabía que confiaría en ella, sonrió levemente mientras Taiyo colocaba su mano en la frente; se le notaba confundido, a su vez apenado; sentía que si hubiera escuchado las palabras de Mao con Murai hubiera predicho lo que iba a hacer; pero perdió su concentración debido a su rectitud, se sentía igual que Kirara, aquello lo lastimó profundamente; si hubieran matado a Kirara por ese error, su sangre estaría en sus manos.

    Kirara iba a responder ante Riku; pero sintió la mano de Yuzuki, sumándose a la de Shinko; después su voz resonó.

    "Somos lo que queda de los clanes de las flores"

    Esa frase sumada a las decididas palabras de Riku la hicieron sentir escalofríos. Yuzuki estaba allí, en Kamakura; en el mismo suelo dónde caminaba libre Kato Harima; Yuzuki se mantenía firme, esperando su justicia sin imponerla.

    —No expondré la vida de los míos —mencionó Kirara —Pero tampoco abandonaré mis ideales porque me han fallado —miró a Riku —Tienes razón —giró su vista hacia Yuzuki —Los Fujiwara irán a Shizuoka; pelearemos a su lado, siempre que los Minamoto prometan que se impartirá la justicia debida ante este caso de traición —cerró los ojos —Porque también debo asumir mis errores; fui yo la que permitió ser engañada, tres veces —no podía abrir los ojos y mirar los rostros de los presentes ante aquella humillación —Debí haber descubierto a Murai desde Kai —a pesar de tener los ojos cerrados, una lágrima escapó — Esta amenaza también cae en mis hombros, no sólo en los de tu líder.

    Monpoke @Yuzuki Kirara pensaba salirse de la alianza con los Minamoto; la han convencido de permanecer allí.
    +300 exp por alianza.


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    Habitaciones
    [Shinrin; Kiba; Kohaku; Heya; Takeda; Takano; Matsuda; Terunobu; Jiin]

    Heya terminó de utilizar la herbolaria y se dirigió rastreando a los suyos; no fue difícil hacerlo, había muchas rutas que seguir pero optó por ir hacia el castillo, avanzando hasta las habitaciones.

    Mientras tanto Shinrin y Kohaku seguían en la habitación que pertenecía a Mao. Las palabras del chico suavizaron la expresión de Shinrin, y cuando este estiró sus manos, por simple reacción terminó cruzándose de brazos, no estaba acostumbrada a acercarse tanto a personas fuera de su familia —Los Harima no crecimos escuchando ese tipo de palabras; pero en verdad las agradezco — Se le notaba bastante alterada —Creo que conoces algo a Takano para saber que a nosotros nos enseñaron a evitar equivocarnos; me es difícil tratar de asimilar esto; no podré perdonarme por el momento.

    Al decir esto aflojó los brazos para colocar ligeramente su mano sobre la de Kohaku, para retirarla después al instante, pensando que con eso era suficiente para no desairar su intensión de consuelo —Vamos, debemos informarle al resto — salió por la puerta para allí encontrarse con Heya quien parecía estar buscando al resto de los Minamoto.

    Takano también estaba allí; salía de la sala de reunión junto con Jiin y Terunobu.

    Matsuda y Takeda bajaban las escaleras mientras Takano los observaba —Hey, Takeda, debo hablar contigo —su tono de voz era alegre para los estándares de Takano. Aun con las dos katanas en su cintura, esperando aquel momento para devolverle a Genji, la katana de Takeda.

    Shinrin los observó y decidió interrumpir el encuentro; Kohaku y Heya se acercaron. De voz de Shinrin escucharon lo sucedido; el cómo Murai había sido liberado a manos de Mao.

    Takeda fue el primero en caer de rodillas; la noche anterior había hablado con ella, no fue precavido, sus palabras no la hicieron alejarse de aquel camino que ahora entendía a la perfección; había sido traicionado, ignorado completamente.

    Takano masajeó sus párpados en profundo enojo. Tocó su reciente cicatriz en el rostro, recordando esa molesta risa, de alguien dispuesto a matarlo sin pensarlo dos veces.

    Jiin y Matsuda no contuvieron su asombro llevándose las manos a la boca, en ambos la tristeza se notó instantáneamente —Mao... ¿Por qué? — preguntó Matsuda para sí mismo.

    —Levántate —se escuchó una voz ya conocida descendiendo las escaleras; cada paso llamaba la atención. Shinrin y Takano estaban completamente sorprendidos, pues jamás habían visto a su padre pisar el suelo del castillo. Bajó con la mirada en alto.



    —Levántate Takeda Minamoto — mencionó Kato con profunda seriedad; portaba una amradura con el emblema de los Minamoto —Tus rodillas jamás deben volver a caer al suelo — avanzó hacia ellos — Levántate, muéstrale a los tuyos que eres aun capaz de hacerlo por ti mismo.

    [​IMG]
    Takeda se levantó ante las palabras de Kato; gracias a Matsuda conocía la victoria del día anterior sobre Kato, aun así no parecía haber mejorado en su ánimo; y ahora con lo de Mao y Murai parecía un casco vacío.

    —Obata erró en tu crianza; falló en el momento que decidió no traerte a Kamakura, ocultándote de nosotros, te hizo frágil —mencionó estoico, y nadie parecía querer interrumpirlo —Si Murai fue liberado, consideren que están en una completa desventaja porque el enemigo ya sabe todas sus habilidades. Es momento de que aprendas a ser un verdadero líder; uno que responde ante las ofensas ante los suyos y sus aliados. No pienses con tus sentimientos, usa tu mente. Razona. El único castigo adecuado para la traición, es la muerte.

    Takeda abrió por completo los ojos —¡No voy a matar a Mao! Seguramente Murai la ha manipulado de algún modo.

    Kato observó a Takeda —Existen seis debilidades para un líder. Si desprecia la muerte, puedes ser asesinado. Si se aferra a la vida, puede ser capturado. Si es iracundo, puede ser provocado. Si se excede en sus virtudes, puede ser humillado. Si venera a su pueblo, puede ser atormentado. Si no imparte justicia, será abandonado. Estos defectos en un líder causará el desastre en sus tropas. Un líder debe tomar decisiones difíciles, debe asumir las muertes a causa de sus errores, las muertes en nombre de la justicia, las muertes de aquellos inocentes.

    Kato guardó silencio, esperando una réplica de Takeda, la cual no hubo; se mantuvo frente a él, petrificado.

    Kato cerró los ojos —Si no eres capaz de responder ante esta traición, no serás capaz de gobernar Japón. La carga de tus responsabilidades recaerán en los tuyos, quienes tendrán que tomar esas decisiones por ti, haciendo que manchen sus manos con la sangre que te corresponde a ti —Abrió los ojos con fuerza —¿Ese es el tipo de líder que buscas ser?

    Takeda negó —Jamás dejaría que los míos carguen con mis penas.

    Kato afirmó —Tus decisiones son absolutas; aprende a lidiar con el odio que generarás con ellas. Sé fuerte, se decisivo, se preciso, sé benévolo cuando la situación lo amerite; pero jamás seas blando, o aquellos que te siguen caminarán con miedo detrás tuyo. Como líder debes darle fuerza a aquellos que sacrificarían sus vidas por tu causa.

    Kato observó a Takano, quien entendió a la perfección; le entendió a Genji a Takeda.

    —Tómala; sujétala con fuerza férrea —mencionó Kato— Porque esa katana ya no sólo representa a Hiro Sugita; también representa a tu clan, a los que arriesgaron todo para regresarla a tus manos. Así que deja de llorar por los que ya no están; pelea por los que si. No vuelvas a caer ante nadie.

    Takeda observó la katana, se mantuvo aquel sitio en silencio por un momento.

    Tomó la katana con fuerza —No lo haré

    —Nunca olvides quien eres, Takeda Minamoto; sólo así tendrás por seguro que el mundo no lo hará— mencionó Kato ante los presentes, para después girarse y darles la espalda— Shinrin... los espero en la entrada a Kamakura

    —¿Qué planeas hacer?— preguntó Takano, al parecer sabía la respuesta, pero necesitaba oírla directamente.

    Kato se giró para mirarlos —Daremos caza a los traidores.

     
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    Si el día anterior hubiese cedido, si hubiese acabado con la vida de Kato en lugar de dialogar con él como había hecho no hubiese podido alcanzar a Kirara de esa manera, lo supe en el momento en que hablé porque hubiese sido un hueco en mi propio discurso, porque significaría que podía abandonar a todo el clan con tal de cumplir con mi justicia y aunque parecía que era así como me movía, no era realmente el caso.

    Cerré los ojos al escuchar al Kirara, completamente aliviada de que al menos sabía que las piezas que correspondían a los Fujiwara seguían en nuestro tablero. Dejé ir la mano de ambos Fujiwara para poder hacer una reverencia dirigida a Kirara.

    —Intercederé en nombre de los Fujiwara para que la justicia por la traición sea impartida como corresponde —dije con voz firme antes de erguirme. Estiré la mano para darle un apretón suave en el brazo a la chica—. Muchas gracias por compartir su fuerza con nosotros.

    Rompí el contacto con cuidado para comenzar a retirarme.

    —Por favor cuiden bien de ella, debo informar de esto a los Minamoto —dije antes de salir de regreso al castillo.
     
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    Monpoke

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    Estoy satisfecho, relajado una vez esta tensión llega a su fin. No acabo en una catástrofe, con una Kirara perdida de su camino, es su victoria. O al menos así lo veo, así deseo sentirlo.

    Limpio su lagrima en un pequeño movimiento.

    "Así sera entonces". Menciono sonriendo mi confirmación de participar una vez se fue la Minamoto. Estoy inseguro sobre esta alianza, pero es lo que Kirara decidé. "Si lo vez indicado. Cuando sea buen momento abra que recordarle a Takeda sobre la financiación que menciono por la noche. Una vez le llegue la noticia de traición, es probable que se olvide".

    Me acerco un poco más a la cama. Mantengo mi voz baja, lo dicho aquí es para ustedes tres. "Las circunstancias cambian, en respuesta a lo inesperado, aveces estamos obligados a dejar una parte de nosotros. Cambiar nuestras decisiones anteriores o mantenerlas según nuestros ideales".

    "Los eventos de hoy, lo escuchado... me lleva a dejar mi palabra. Una con un día de duración". Le doy una mirada rapida a Taiyo y Kirara, aunque desconozco si la última me estaría viendo. "Kirara, Taiyo, aprenderé Eso de cualquiera de los dos cuando lo vean ofortuno". Oculto el significado de la palabra secreto, consciente al fin de que no estamos solos aquí. Me dirijo a Kirara. "Ahora mismo, estoy conforme en creer que llegaste a una conclusión mayor. Razón por la cual pedí que seas tú quien debería decirlo. Podre dejar mi palabra, pero no me separare de ella con pesar. Sino en satisfacción".

    "Desconozco hasta ahora la historia detrás, del como se conecta con tantos puntos". La alianza Minamoto, las raíces del Clan, Taiyo y su escuela. Quien sabe cuantos más. "El porque es tan importante. Sin importar la respuesta, estoy seguro de seguir manteniendo mi ideal".

    No me cambiará en nada, estoy seguro, los seguiré viendo de la misma manera. No diré nada, no cambiare mi resolución.

    "Será entonces...". Me vuelvo hacía Taiyo, dispuesto a demostrar mi resolución. "Que pediré el poder aprender de su escuela".

    ...

    Nada.

    ...

    Se siente como si alguien debería interrumpir este momento, hacerlo de una forma particular y ensuciar un objeto de la clínica. Luego de lo cual nos vamos a reír al oír las quejas del medico.

    "¿Y Inosuke?". Pregunto curioso hacia Shinko, quien más a andado con el Can.
     
    Última edición: 18 Febrero 2021
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    Slam

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    Se dispuso a curar al herido como su padre le indicó y mientras lo hacía escuchaba a una de los Minamoto mencionar que eran lo que quedaba de los clanes de las flores. Y así era, esto lo motivó aún más a salir en búsqueda de los conocimientos de su familia, las técnicas y los conocimientos debían ser traspasados por generaciones. Debían sobrevivir para el bien de su clan y de la humanidad, del mismo modo en que sus clanes, de esta manera tan fragmentada y tortuosa, habían sobrevivido. Ahora entonces, sentía más que nunca la responsabilidad como miembro de su clan y su comunidad, de traer esa técnica consigo y con la práctica poder enseñarla para expandirla y perpetuarla. —De acuerdo padre— dijo al terminar de curar a Riku —Ha quedado como nuevo, ahora dime que ruta debo seguir y si Rei está de acuerdo nos pondremos en marcha ya mismo— dijo mirando a su compañero para asegurarse de si estaba de acuerdo en acompañarlo por esta senda que había surgido tan repentina.
     
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    Gigi Blanche

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    Shinrin era una muchacha fuerte, muy fuerte; quizá demasiado. De cualquier forma era evidente que no le permitía a sus vicios gobernarla, tampoco la crianza a la cual había sido sometida. Luchaba, debía luchar a diario y eso seguramente resultaba... agotador. Pero era también muy, muy valiente y creí que era un aspecto de ella del cual podría llegar a sentir genuina admiración.

    Ella, Yuzuki, Takano, todos habían crecido bajo la misma mano, ¿verdad? Bajo la dureza de alguien como Kato. No lograba imaginar cómo debía haber sido.

    —Quizá las cosas que esperamos de nosotros mismos sean las expectativas que aprendimos a encontrar en los demás —murmuré para darle un cierre a la conversación, luego de que ella buscara mi mano aquel ínfimo segundo; le estaba muy agradecido—. Pero intentar moldear un corazón ajeno sólo puede endurecerlo, y nadie es capaz de sentir con un corazón demasiado fuerte para romperse.

    La seguí entonces hacia el pasillo, donde se produjo una reunión bastante multitudinaria. No era particularmente admirador de los grupos grandes, por lo que permanecí en segundo plano y me limité a oír y observar lo que acontecía. La noticia resultó devastadora para Takeda, se desplomó en el suelo y toda mi expresión se comprimió. No podía hacer nada por él pero, dioses, debía serle realmente doloroso.

    Entonces la voz de Kato se replicó con la contundencia que recordaba incluso sin ser consciente, la sangre se me heló en las venas y al reparar en su rostro recibí chispazos de la noche que llegamos a Kamakura. El agotamiento del viaje, la fiebre incipiente y... la sangre de Rengo. Su propio hijo.

    Fruncí el ceño debajo de la máscara.

    La conversación transcurrió sin interrupciones, al menos la gran cantidad de personas presentes me conferían la tranquilidad de que no ocurriría nada drástico otra vez. Cuando Kato se retiró, me acerqué a Takano con cierta precaución.

    —¿Ahora qué? —inquirí, algo preocupado.
     
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    Amelie

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    Clínica
    [Rei; Ginko; Sasaki; Yuzuki; Kirara; Shinko; Taiyo; Riku]


    Taiyo afirmó ante Yuzuki e hizo una reverencia —Lo agradezco

    Shinko levantó la vista hacia la pregunta de Riku sobre Inosuke; era evidente que se había olvidado de él debido a la situación de Kirara. Taiyo sacudió el cabello de Shinko para después levantar la vista hacia Riku, pues tenían un asunto pendiente, no sin antes dirigir su mirada a Ginko.

    —Agradezco las atenciones hacia Riku, uno de los miembros de nuestro clan Fujiwara —mencionó señalando a Shinko y Kirara también; después se giró hacia Sasaki —A ambos les debo mi más profundo agradecimiento y mi respeto; los médicos son una profesión muy noble y muy poco apreciada. Quiero cambiar eso, pues si no fuera por gente como ustedes, no viviríamos los años que ahora disfrutamos —Dijo Taiyo hacia los Harutomo; entregándoles a cada quien cincuenta monedas —Tómenlas por favor, sé que les ayudarán a reponer los materiales y tiempos invertidos —Taiyo era alguien muy respetuoso y de noble carácter.

    Sasaki tomó las monedas afirmando hacia Taiyo —No las tomaría debido a mi deber; pero ahora que mi hijo hará un viaje largo, prefiero entregárselas a él. Lo agradezco joven Fujiwara.

    —Mi nombre es Taiyo — mencionó presentándose ante ellos —Ella es Kirara —mencionó a la mujer en la cama siendo atendida —El es Shinko —dijo sujetando el hombro del niño que sujetaba la mano de Kirara —Y el es Riku —mencionó al hombre que había sido curado por Ginko.

    Taiyo hizo una reverencia y se dirigió a Kirara —Es tiempo de que hable con Riku —se dirigió hacia Riku —Te espero en el patio del castillo.

    Kirara observó a Riku —Yo me encargaré de recordarle a Takeda su promesa. Gracias Riku, me has ayudado a mantenerme centrada, a pesar de que me resulta muy difícil.

    Mientras tanto Sasaki se acercó a Rei y Ginko —Pueden hacerlo si lo necesitan; los veré en las afueras de Kamakura en unos momentos; pues debo recopilar información para saber a dónde exáctamente se ha dirigido, así ustedes pueden ir sin necesidad de rastrearlo. También así podré enviar una misiva para que Hinata y Gon se unan a ustedes. No es bueno viajar con pocos elementos.

    Monpoke
    Hitori continua en castillo


    [​IMG]


    Castillo
    [Shinrin; Kiba; Kohaku; Heya; Takeda; Takano; Matsuda; Terunobu; Jiin]

    Yuzuki ingresó al castillo; al hacerlo vio salir a Kato con una armadura de los Minamoto, este se detuvo al verla —He enviado a Sangatsu; la katana se hará— mencionó para después seguir su camino hacia la ciudad. El águila por fin salía de su nido.

    Después Yuzuki buscó a los integrantes del clan, encontrándolos reunidos fuera de las habitaciones; Inosuke parecía juguetear con Matsuda mientras Takano revisaba a los presentes.

    Takano miró a Kohaku debido a su pregunta, después observó a Takeda y Shinrin. Las piezas se volvían a mover, debía poner orden antes de que todo nuevamente se comenzara a mover de su sitio abruptamente.

    —Shizuoka nos espera —mencionó con firmeza Takeda, volviendo a guardar su katana a su lado, dónde debería estar, de dónde nunca debió haber desaparecido —Takano —lo observó con decisión —llegaré a Shizuoka a tiempo; primero resolveré lo de Murai y Mao.

    —No tienes que ir tú; Kato y Shinrin podrán manejarlo —dijo con seguridad mientras se cruzaba de brazos.

    —Estoy decidido a ir, no dejaré que nadie vuelva a tomar las decisiones que me corresponden a mi como líder del clan Minamoto— mencionó para después observar a Shinrin; ella afirmó.

    Takano observó a los presentes mientras pensaba en patear su tablero de shogi, pues nuevamente todo se restructuraba.

    —Ahora que Kohaku y Heya han despertado de su sueño en Kamakura —mencionó observando al par —me acompañarán a Shizuoka; una guerra se aproxima y debemos defender esas tierras, Hideyoshi se ha adelantado para tratar los temas políticos y tratar de liberar a Ukita —pensó un poco mas sobre aquellos que faltaban —Iré a patear a Togashi y Daichi para ver si así despiertan, tal vez puedan unirse a nosotros si sobreviven mi golpe.

    Takano observó a Yuzuki, ambos habían tenido una pelea antes de separarse, y con la información dada por Shinrin, sabía perfectamente lo que había tenido que presenciar Yuzuki en la mazmorra — Kato, Takeda y Shinrin irán siguiendo el olor de Mao gracias a las habilidades de Kiba —No tuvo que explicar mas, Yuzuki entendería.

    Takano observó a Takeda —Mas te vale llegar a tiempo; no quiero justificar tu ausencia con el señor de Shizuoka —miró a Matsuda —tú irás con ellos; así nos podrás mantener informados de la situación —Matsuda afirmó acariciando a Inosuke.

    —Jiin; debes asumir el cargo como señor de Kanagawa de manera provisional; la ausencia de Kato en Kamakura podría representar una abertura en la defensa de la prefectura —impuso Takano a Jiin quien hizo una mueca de desaprobación.

    —Es tu venganza por lo de anoche ¿cierto?— preguntó Jiin observando a Yuzuki

    —Eres el hermano mayor de los Harima; no seas idiota— atajó Takano para después girarse a Terunobu —Vendrás con nosotros Terunobu; así podrás reunirte con Tetsuo.

    Observó a Shinrin —Antes de que te vayas; usa las habilidades de Kiba y busca el rastro de Rengo y Natsu —El abrigo de Natsu sigue en la herbolaria, así como también puedes tomar algo de la habitación de Rengo en el santuario.

    —Te evitaré el tiempo de búsqueda —mencionó una voz que muy pocos reconocían. Era de Itami; el onmyoji del santuario en Kamakura, su presencia no pudo ser notada con anterioridad —Rengo se fue de Kamakura junto con el otro sujeto de los tatuajes.

    [​IMG]

    Takano se sorprendió al verlo mientras Jiin sonreía ampliamente —¡Itami! Tanto tiempo ¿Cuándo volviste? —preguntó mientras Itami observaba a los presentes, deteniendo su mirada en Kohaku; después de ese momento incómodo volvió su vista a Jiin y sonrió.

    —Hace ya un día— respondió Itami.

    —Entonces Natsu y Rengo simplemente siguen haciendo lo que ellos quieren hacer —dijo Takano molesto —No podremos confiarnos de sus habilidades junto al clan, siempre terminan desapareciendo sin avisar a nadie —volvió a dirigirse a los presentes —Bien, si nadie tiene nada más que hacer. Los espero en la salida a Kamakura.

    —Yo iré a la clínica, debo visitar a Kirara antes de irme; disculparme ante los Fujiwara por el escape de Murai —mencionó Takeda mientras Takano afirmaba, pues Takeda comenzaba a volver a tomar sus propias iniciativas en lugar de ser una pieza inútil.

    —¿Alguien más debe hacer algo antes?— preguntó Takano.

     
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    Monpoke

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    Riku

    Al observar las acciones de Taiyo, no pude sino seguir su ejemplo. Haciendo una reverencia de agradecimiento a los dos médicos

    "Lamento mis modales... tenía toda mí atención en solo punto. Gracias por atenderme sin necesidad de pedirlo". Expreso en una disculpa corta. Será mejor si comienzo a archivar estas formalidades en mí mente.

    Antes se demoró en presentarse al vernos: ahora soy yo quien se demora en agradecer. Coincidencias.

    Me vuelvo hacía Kirara, inseguro si debería dejarla. Está con su hermano, no hay mejor persona para confiarle su vida. "Me alegro de poder aportar una ayuda a tu mente. Pero debo ir con Taiyo a aprender, mejorar mis habilidades y ser más fuerte". Útil en el campo de batalla.

    "Desde que estoy con ustedes, quiero mejorar cada día. Ampliar mis horizontes con tal de aumentar mí eficiencia". Les sonrió. "Y, luego de tantos años, siento que estoy avanzado. Llegando a algún lado".

    "Volveré cuando termine". Esta vez es verdad. Me despido de Kirara y Shinko, así como de los dos médicos.

    Al patio del castillo.
     
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    Gigi Blanche

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    Al parecer Takeda ya había decidido salir en busca de Mao y Murai. ¿Era prudente? ¿Iría acompañado? Por Shinrin y... ¿Kato, suponía? ¿Nadie más del clan, su clan? Sonaba... No lo sé, no sonaba del todo correcto. Estaba divagando en torno a eso cuando la voz de Takano pronunciado mi nombre llamó mi atención; parecía haber oído mis pensamientos al reafirmar su orden de acompañarlo a Shizuoka.

    Era una orden.

    Permanecí quieto, no asentí por impulso y de hecho arrugué el ceño debajo de la máscara. Era una orden de mi superior, debía callar y acatar sin poner en tela de juicio sus razonamientos. No era mi lugar, era joven y no me correspondía. Así había actuado toda mi vida. ¿La guerra en Shizuoka se debería al incidente con Ukita? Dioses, ¿la pequeña Chiharu se encontraría bien? ¿Y Tsuna? Tomoka-san, el dueño del campo de girasoles, incluso su esposa. ¿Debía preocuparme por todos ellos antes que por Takeda, el líder de mi clan?

    No sabía qué hacer.

    Luego Takano le ordenó a Matsuda acompañar a Takeda y eso me alivió un poco, aunque las dudas seguían revolviéndose en mi interior. La mención de Rengo y Natsu volvió a llamar mi atención y entonces apareció una voz extraña. Desvié la vista, topando con un hombre alto y bastante intimidante, si debía ser honesto. Sus ojos eran filosos y... ¿se detuvieron en mí? ¿Me lo estaba imaginando? Itami se llamaba, y parecía conocer a los hijos de Kato. Sería un habitante de Kamakura, claro, con lazos con la familia.

    ¿Rengo y Natsu se habían marchado? ¿Por qué? ¿Qué había pasado? Además, Rengo se encontraba gravemente herido la última vez que supe de él, ¿podría soportar las inclemencias de un viaje? Increíble era que me siguiera preocupando por él incluso luego de su supuesta confesión sobre el crimen de Hana y de las terribles pesadillas que me habían asediado durante mi fiebre, pero aún así...

    Aún así.

    La reunión se precipitó hacia un final y, dioses, aún no sabía qué hacer. Takeda iría a la clínica, Takano esperaría a la salida de Kamakura, ¿con cuál de los dos se suponía que hablara? Sabía la respuesta, el caso era que... me daba un poco de miedo, siendo honesto.

    Así y todo, me armé de valor y me acerqué a Takano.

    —Takano-san —lo llamé en voz baja, antes de que se fuera—, estaba pensando... ¿Le parece prudente que Takeda viaje únicamente con un miembro del clan? N-no estoy diciendo que desconfíe de Shinrin-san, es sólo que...

    Kato abrió a su propio hijo en dos.

    A medida que hablaba me fui poniendo más y más nervioso, y de repente sentí la necesidad de desviar la atención hacia cualquier otro tópico. Me valí de la proximidad del tal Itami, entonces, para dirigirme a él.

    —Ah, ¿no sabe adónde pudieron ir Gotho-kun y Rengo-kun, señor?

    Dioses, de repente extrañaba horrores a mi pequeña ardilla.
     
    Última edición: 19 Febrero 2021
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    Al entrar lo primero que hice fue toparme a Kato, llevaba la armadura de los Minamoto y detuvo sus pasos al verme para decirme que ya había enviado la misiva a Nagoya para la katana. Hice una reverencia como agradecimiento, dejándolo seguir su camino y yo continuando con el mío.

    Adentro estaban los demás, Matsuda estaba jugando con el perro y Takano estaba revisando a los demás, nada nuevo ciertamente. Al parece ya se había destapado lo de Mao, posiblemente con ayuda de Shinrin, así que intuí que lo que estaban por hacer era... darle casa a los traidores, cosa que confirmó Takano no mucho después. Takeda había tomado su decisión, así que realmente no había mucho que hacer.

    Era mejor eso que el Takeda que teníamos antes de recuperar su katana.

    Me encogí de hombros cuando Jiin me miró, soltando la pregunta de si Takano lo dejaba a cargo por lo de anoche. Lo cierto es que era a él quien le correspondía, era el mayor y el único Harima que quedaría en Kamakura.

    Rengo y Natsu.

    Se habían ido.

    Tomé aire con fuerza, me llené los pulmones y me forcé a mantenerme tranquila porque de por sí lo había dicho antes frente al tablero, debíamos asumir que esos dos estaban jugando su propia partida.

    Takeda iría a ver a Kirara, lo que me parecía adecuado, y cuando estaba por acercarme a Takano vi que lo hacía Kohaku, así que aunque me aproximé de todas formas los dejé hablar antes. Entendía su preocupación, porque sabía que Kato había abierto a Rengo en dos, que se supone era su propio hijo; como fuese el muchacho parecí incómodo y desvió la atención a Itami, cosa que aproveché para hablarle a Takano.

    —Los Fujiwara irán a Shizuoka, el ebrio de su clan y mis palabras sobre ser los restos de los clanes de las flores lograron persuadir a Kirara —comencé a contarle con calma—. Pero quiere nuestra palabra, que se impartirá la justicia correspondiente por la traición. Si hace falta, conociendo a Takeda, estoy dispuesta a interceder en nombre de los Fujiwara. Después de todo el señor me debe un favor.

    Miré a Kohaku con el rabillo del ojo antes de regresar la atención a Takano y murmurar para que solo me escuchara él.

    —No seas tan gruñón, lo de la mañana no fue en serio. —Visualicé las piezas del tablero en constante movimiento, los Fujiwara estaban de regreso entre esas piezas—. Fuiste tú el que nos llevó a derrotar a Kato, ¿cómo te llamaría imbécil luego de eso? En fin, no quería que te fueras a Shizuoka sin aclararlo.
     
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    Slam

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    Ginko Harutomo
    Clínica -> Afueras de Kamakura

    Sonrió con los ojos cerrados y una amable sonrisa a este hombre que les agradecía por sus servicios, nunca venía mal ser apreciado, y además remunerado. Por las mismas razones que su padre esgrimía, Ginko decidió aceptar agraecido las monedas, si el viaje sería largo iba a precisar mucho opio.

    —De acuerdo, padre. Te esperaremos entonces en las afueras de Kamakura, ¿vamos, Rei?— se dirigió a su compañero.
     
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    Amelie

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    [​IMG]
    La mañana transcurrió en Kamakura, dejando paso al medio día.

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    Clínica
    [Rei; Ginko; Sasaki; Yuzuki; Kirara; Shinko; Taiyo; Riku; Takeda]


    Riku salió de la clínica; mientras que los Harutomo y Rei permanecían junto a Kirara y Shinko.

    Rei afirmó —Hace tiempo que no salimos a una misión, será interesante— mencionó para avanzar a la salida. Y cuando ellos salían, Takeda entraba. Rei hizo una reverencia completa, Takeda colocó su mano en su hombro para que se irguiera, aquel hombre se notaba muy preocupado y cansado.

    [​IMG]

    —Rei—mencionó Takeda como saludo.

    —Mi señor— mencionó Rei para después observar a Ginko —El es Harutomo Ginko, médico de nuestro clan junto con Sasaki, su padre.

    —Un gusto Harutomo Ginko, perdonarán mi imprudencia pero debo ingresar a la clínica, necesito hablar con Kirara —mencionó Takeda haciendo una leve reverencia ante ambos para después ingresar a la clínica.

    —El último de los Minamoto —mencionó Rei —No quisiera cargar con un peso así —miró a Ginko— esperemos a tu padre en la salida a Kamakura, yo llegué aquí en bote; pero no planeo volver a hacerlo, pensé que sería más sencillo y no fue así.

    Así, ambos se dirigieron a la salida.
    Slam mañana los muevo de Kamakura, mientras termino las cuestiones que necesita ver Sasaki.


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    Castillo
    [Shinrin; Kiba; Kohaku; Heya; Takeda; Takano; Matsuda; Terunobu; Jiin]

    Takano observó a Kohaku, sus palabras parecían ser bastante acertadas en su mente; aun debía conocer mas al muchacho, pero había salvado a Matsuda, con eso demostró ante él su valía, la cual reforzó al ayudarlo con sus planes en Iwakura.

    —Estoy dispuesto a siempre escuchar sus voces —afirmó mientras pensaba que su pensamiento se enfocaba en la confianza en su hermana y la proximidad a su padre — Matsuda es capaz, además de que se mueve bien junto a Takeda, quien está cómodo con su presencia. Pero acepto propuestas de miembros que puedan acompañarlo, aunque deben tener mi confianza.

    Después Kohaku se acercó a Itami mientras Yuzuki hablaba con Takano.

    —Que ayudaras a conservar esa alianza es muy importante; mas aun si Takeda justo se dirige a su encuentro. Bien hecho Yuzu— dijo tranquilo para seguir escuchándola —Kohaku sugirió enviar a alguien mas del clan; tiene razón, y es importante que intercedas a nombre de los Fujiwara; no sé si Takeda podrá tomar la decisión correcta si el momento llega.

    Bufó, pues no podía hacer demasiado con su carácter —Sé que no piensas eso de mi realmente; habló mi hartazgo en ese momento, así como ahora habla mi razón. Este clan necesita mayor rigor, las acciones de esa niña lo demuestran. Tanto Takeda como yo hemos sido demasiado blandos con las acciones de nuestros miembros —masajeó con fuerza sus párpados —Debí vigilarla mejor, desde Tsu me demostró su impulsividad; así como Kenzaburo; pero este último me ha demostrado su verdadera determinación —Estaba hablando demasiado; pues como siempre tenía demasiados escenarios en su cabeza, lo cual lo estresaban, haciéndolo fruncir el ceño como de costumbre.

    —Procura que Kato se encargue de Murai, ese hombre es peligroso; no quisiera que te hiciera daño — mencionó con genuina preocupación.

    Mientras tanto Itami observó a Kohaku —No me importa Natsu; pero a Rengo no tardaré en averiguarlo — dijo sin ninguna intensión de ocultar información

    —Eres un Ishikawa—mencionó sin titubear —Incluso el más puro copo de nieve, termina manchándose al tocar la tierra

    En ese momento Jiin llegó y sacudió el hombro de Itami con basta alegría —Maldita sea Itami; te dije que me visitaras en Odawara y nunca lo hiciste.

    —No podía entrar a Odawara; pero cuando pueda le haré una visita a tu familia —mencionó con una sonrisa.




    Patio del castillo
    [Taiyo y Riku]

    Taiyo esperaba sentado, estaba esperando a Riku. Al verlo se levantó y lo observó —Atácame, te mostraré primero en qué consiste esta técnica; lentamente te haré entender la escuela de mi familia —mencionó mientras se posicionaba sin arma en manos.

    Tírame tu dado de 16 y un dado de 20
     
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    Gigi Blanche

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    La respuesta de Takano me había aliviado bastante, el hecho de que abiertamente estuviera dispuesto a escucharnos no era... bueno, no era algo común para mí. Saberlo ayudó a relajar mis eternos nervios cada vez que sentía estar traspasando los límites que los demás me habían trazado desde afuera.

    Siempre había vivido encerrado, ¿verdad?

    Aceptaría propuestas, aunque ciertamente aún no me decidía. No tendía a contar con semejante libertad de elección y de repente el panorama era demasiado amplio, demasiado para abarcar y aprehender exitosamente. De cualquier forma, las palabras de Itami me sacaron de eje y borraron la cuestión anterior de mi cabeza por un sólido minuto. ¿Cómo sabía que era un Ishikawa?

    ¿Copo de nieve?

    ¿Lo sabía por la máscara? Aunque era una costumbre únicamente de mi villa, siempre tan recelosa del contacto con el exterior, además tan lejana de Kanagawa... Había arrugado el ceño, intentando comprender sin abrir la boca, pero fallé. Por ello, luego de que Jiin interviniera, decidí preguntar al respecto. No me gustaba la sensación que se revolvía al fondo de mi estómago, los recuerdos que aquella extraña mención a los copos de nieve había evocado.

    Esa noche de invierno.

    —Señor, ¿cómo sabe que soy un Ishikawa?
     
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    Monpoke

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    Riku ???

    Moviéndome a un ritmo lento, me fui acercando a la posición de Taiyo. Sus palabras me tomaron desprevenido.

    ¿Me enseñará la escuela? ¿No debería saber ese secreto?

    Dejé distancia entre nosotros, la misma que siempre dejo al entrenar, me quedé frente a èl. Sin atacar o preparándome, solo mirando.

    Suelto un pequeño suspiro al ordenar mis pensamientos, quería decir mucho. Demasiado. Solo no es lo mío, hablar de más. Mis pensamientos o mí pasado, es mejor quedarse adentro.

    No lo entiendo, porque Taiyo se saltaría el paso de enseñarme el secreto. Se supone es importante para èl. Aunque tampoco es que tuviera particularmente interesado en saber, razonable considerando lo poco que se.

    ¿Es por los Minamoto?

    Al final acabo asintiendo, no discutiré. Tiempo hay de sobra para preguntar, aprender su escuela es lo que busco. "De acuerdo". En un momento de costumbre, tiro mí túnica al suelo llevo mí katana enfundada a ambas manos.

    Aprieto mí agarre al irme poniendo forme, preparando el ataque.

    Levanto un poco la voz en este espacio solitario, dirigiendo a Taiyo mí respeto. "Yo, Okudera no Riku, considero un gran honor ser discípulo de su escuela y aprender su técnica".

    Le hablo, jurando bajo mí nombre completo la importancia de este momento.

    Un momento que me dejara de etiquetar como un principiante de la katana y avanzare hacía algo más.
     
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