Kanagawa Kamakura

Riku

Logre un mayor triunfo del que me proponía, atrapando dos en lugar de un solo pez. Lo suficiente bueno para hacerme creer que soy más hábil con las manos que el tanto o la katana, pero no es unas palabras demasiado grande como para decir.

Me vuelvo a la orilla para recoger aquello que deje al meterme al mar. Equipado el yoroi y mi túnica puesta, miro hacia el cielo.

Prefiero no caerle a Kirara antes de tiempo, además de todavía tener en pie el entrenamiento con Taiyo.

Desconozco si lo encontraré en el patio tal como le he dicho, supongo tendré que buscarlo por el castillo e iniciar.

 

Contenido oculto: Para Kenzo

Masuyo Kobayashi
A los pies de la montaña,
cerca del bosque de Kamakura

い
つ
も
何
度
で
も

Habíamos logrado escapar, en verdad habíamos logrado escapar.

Practicamente pasamos por el costado de quien cuidaba los caballos más que desapercibidos, y a pesar de que escuchaba con claridad la voz y palabras de Murai... estaba ida...

¿Muerta? No
¿Arrepentida? No podía
¿Miedosa?

... No había espacio para el temor, el arrepentimiento era una carga insoportable.

—Buenos días, precioso —hablé suave acariciando los costados del caballo que me correspondía; aún me daban algo de nervios aquel animal con el que tan poco tiempo en vida había interactuado, pero los conocía bastante bien, y a este en específico le tenía confianza. Cuando llegamos a Kamakura, de seguro él me controló más de lo que yo a él, la gracia de animales domados y domesticados...

Yo no era de esos, ¿verdad? Solté un para de lágrimas en silencio, sin separar los labios y con un condenador nudo en la garganta; ladee la cabeza mientras observaba como el solemne animal caía rendido ante mis firmes, pero calculadas y suaves caricias.

>>Voy a necesitar de tu ayuda otra vez —le murmuré, apegando sin vacilar una de mis mejillas al costado de su animal rostro. No demoró en relinchar, pero tan rápido como le hice un gesto de silencio, volvió a callar. Miré a mis alrededores... nada.

Miré con seriedad a Murai, procesando abrumada todo lo que dijo. Mientras, empecé a guiar a los dos animales y al inválido fuera de la zona que le debía pertenecer a quién cuidara de los caballos.

Mi paso era firme, mi rostro una seriedad estoica, pero... estaba lejos de sentirme solemne.

No había traicionado a nadie, ¿cierto? Solo salvé una vida imperdonable por los otros, pero dónde ellos vieron una gran escoria, solo yo logré ver virtudes y entender acciones...

Y con eso me daban unas inmensas ganas de llorar y romperme ahí mismo, cosa que no podía ser con tres seres vivos a mi cuidado. Suspiré con pesadez sin que mis labios dejaran de ser la fina línea inamovible que tenía en ese momento. Cuando estimé que el lugar donde estábamos era seguro y nadie debería por qué estar merodeando cerca, me dirigí tanto con el cuerpo, como con la vista y la voz a Murai; mientras, acariciaba el rostro y cuello de mi caballo, buscando que no se alterara ni saliera corriendo.

—Entendido Murai, pero te tendré que pedir que tan solo me digas Mao —hablé tan estoica como solemne, solo podía hacerlo por estar dando una orden. Desvíe la vista al suelo, incapaz de enfrentar al otro independiente de su ceguera—. Estamos bajo amenaza de los Taira y se supone que yo ya estoy muerta, sí se enteran que aún seguimos vivos...— Apreté las riendas del caballo entre mis manos, con la misma fuerza que usé para entornar la mirada y fruncir más mi ceño—. No sólo yo, Murai...— Y mi voz sonó rota, murmurante como un último suspiro desesperado, un grito ahogado siseante. El par de lágrimas fueron inevitables, nada a esas alturas tenía lógica... a ojos de otros— Los Taira... aquellos que no tienen la culpa de nada, que no tienen opciones para nada, y tan solo les queda seguir su destino condenado por otros...

Mi voz, que perdió con rapidez su característica sollozante, se alzó sin aumentar de volumen, ahora firme y estoica; decisiva, observé a Murai a los ojos que ya no poseía.

>>No está en mis planes que terceros, por mis acciones, sean condenados de por vida. No tienen la culpa, como yo no soy culpable de las consecuencias por sus acciones fuera de su control —sentencié—. Súbete al caballo, yo te ayudo —hablé y acto seguido, tras darles unas caricias en el lomo a mi animal, ayudé bajo sus indicaciones a Murai, para que subiera al suyo. Me aseguré de que estuviera bien posicionado y me enfoqué también en que podía ponerle nervioso—. Te soltaré —dije, para acto seguido hacer lo dicho.

Lo miré a unos dos pasos de distancia, con la mano sosteniendo mi mentón, pensativa y analítica.

—¿Cómo te sientes? —pregunté con calma, seria y puede que algo tosca, pero mi voz estaba lejos de ser agresiva o desafiante. Solté un leve "Uhmm" a su respuesta, luego agregué mis observaciones—. No te soltaras de las cuerdas, el caballo te guiará a ti, no tú al caballo, así que quédate manso y obediente. Cualquier inconveniente, yo guiaré y calmare a tu caballo; tu prioridad es sobrevivir, luego evitar lastimarte más y, la última, no perderme; ya sea emocional, física o mentalmente. Yo, en cambio, me debo asegurar de nuestra integridad física y la de nuestros animales, de dónde refugiarnos y a quienes enfrentarnos, las decisiones decisivas...

Me crucé de brazos, pensativa y calmada, perdiendo mi vista entre las copas de los árboles. Cuando hablé, volví a encararlo—. Tú puedes encargarte de la economía, Murai; yo dejaré a tu disposición todo mi dinero, y te encargaras de que este bien alimentada. Yo me encargaré de que puedas dormir y descansar, ¿entiendes cómo vamos a ir funcionando? ¡Ah!

Me acerqué a él con paso firme, para sostener una de sus manos con delicadeza y firmeza, lo miré a la cara; hablándole estoica y solemne, sin alzar la voz, sin perder la suavidad de mis acciones.

—Sí hay una pelea, yo seré la primera en enfrentarme a todos. Tu solo actuaras bajo tu propio criterio cuando grite tu nombre, eso significará que necesito ayuda; es tu decisión huir o pelear junto a mi, ninguna es la decisión incorrecta, y las dos me aliviarían—. Afianse el agarre, nerviosa, pero mi voz no lo expresó. Tal vez el tono sí reflejó mi angustia—. Yo prefiero, por ahora, que huyas; sí los dos morimos, mis acciones habrán sido en vano...

Alcé la vista otra vez, decidida y sin vacilar.

>>Pero no me malentiendas; no planeo morir, mínimo hasta saldar las cuentas con los Taira, con el hombre que condenó a mi familia, cuando nosotros solo protegiamos a los indefensos.

Mi ceño se frunció con fuerza, el agarre de la mano izquierda de Murai dejó de ser suave, dolía tan solo un poco por la fuerza. Mi voz fue más firme y grave de lo que yo misma esperé.

>>Gendo Taira, sí muero por alguna desgracia, sí sobrevives, mata y elimina tan solo a Gendo Taira—. Le solté la manl, firme—. Eso es todo, vamos a partir ahora.

Tras decir eso me subí a mi propio caballo, sin dejar de darle palabras sueltas al animal, para que se acostumbrarse a mi voz; familiarización.

—De acuerdo, Murai, empezaremos a andar —alerte con voz tranquila, una que aún se mantenía mucho más baja que el volumen común— ¡Alé! Tch, tch —moví las sogas, para luego darle dos palmadas en el muslo de su pierna trasera y derecha.

El caballo empezó a andar, y como e intenté regularlo como pude, que anduviera a un trote constante, pero tranquilo. Aquí los cuatro llegaríamos vivos; Murai, yo y los caballos.

Contenido oculto: Country Road

 

Ginko Harutomo

—Sí, mi padre me mencionó que iría a ver a Kato Harima. Y también debía encontrarse con mi tío, ¡vamos!— le dijo intentando incorporarse normalmente, pero se tuvo que apoyar un poco en la pared porque el opio ya le había hecho algo de efecto.

Contenido oculto

Me dirijo a la clínica (un poco drogado) con Rei

 

Habitaciones
(Takano; Jiin; Matsuda; Terunobu; Heya; Daichi; Kohaku; Shinko)

Shinko salió corriendo de la habitación cuando escuchó a Yuzuki, aquella mujer que lo había ayudado en la montaña; la observó tardando en comprender aquella escena a pesar de las palabras escuchadas con anterioridad, avanzó con lentitud hacia ambas, para después caer de rodillas a unos pasos antes de acercarse por completo a Kirara. También sus lágrimas escurrieron mientras veía a su hermana, completamente paralizada, con sus ojos llenos de lágrimas, llenos de impotencia y dolor.

Shinko dirigió su acuosa mirada a Yuzuki mientras se arrastraba hacia ellas; para después limpiar las lágrimas de Kirara con ambas manos para después sujetarla y ayudar a Yuzuki a llevarla a la herbolaria.

Contenido oculto

Hitori continúa en la herbolaria

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Patio
[Taiyo; Riku]

Taiyo esperaba a los suyos mientras veía como Riku era el primero en aparecer como lo habían acordado —Le dije a Shinko que no perdiera el tiempo —mencionó Taiyo mirando a todos lados esperando encontrarse con él, o al menos escuchar a Inosuke cerca; pero no fue así.

—Creo que estaremos solos ¿Estás listo para tu entrenamiento?— mencionó dando un último vistazo a sus alrededores, pues no entendía por que Shinko no estaba allí y eso le inquietaba.

—Has hablado de la importancia de tu katana; así como yo he hablado de la mía— comenzó a decir mientras observaba la katana que Riku le había conseguido —Hablan de nosotros, de nuestro pasado; pero la verdad es que son nuestras manos las que nos van a permitir sostener ese pasado para trazar nuestro futuro. Eso es lo importante; entender que somos uno con todo lo que ha sucedido en nuestras vidas, son parte de lo que somos. Pero lo que importa en el ahora, el como sujetamos nuestro pasado para abrirnos por nuevas sendas.

Taiyo sujetó la saya de su katana —Estoy preparado para recibir tu ataque, prepárate para recibir mi ataque especial, si logras ponerte de pie después de eso, te enseñaré mi escuela si lo deseas.

Contenido oculto

Monpoke atacas a Taiyo

• monpoke

• 
  PV= 60
  + 4 ataque
  -2 defensa
  +10 yoroi 2/3
  

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Herbolaria
[Shinrin, Kato; Sasaki; Kohaku; Shinko; Kirara; Yuzuki]

Shinrin observó al recién llegado, lo conocía; era al chico que le había encargado curar al resto de sus compañeros, su pregunta la hizo apretar sus labios para después mirar hacia Kato —Mi hermano traicionó mi confianza, eso es todo.

El hombre que estaba a un lado de Kato lo cargó a sus hombros, a pesar de la queja gutural de Kato ante aquel acto —Calla, no puedo atenderte aquí; vamos a la clínica— dijo Sasaki, el médico presente; hizo una afirmación leve en respeto al presente y se fue de allí, dejando a Kohaku y a Shinrin solos.

—¿Has venido a recoger esto?— mencionó señalando su piel de lobo blanca —Rengo se encargó de lavarla

No tardaron en aparecer Shinko y Yuzuki cargando a Kirara, completamente paralizada, en el mismo estado en el que se encontraba Kato. Shinrin corrió a revisarla; pues temía que aquello fuera el efecto de una quinta aguja; por fortuna no era el caso, sólo habían sido suministrado cuatro.

—Lamento esto; pero no puedo hacer nada para quitar esta parálisis, desaparece con un día de reposo —Shinrin miró a Shinko quien lloraba sin emitir sonido alguno —No es mortal, no te preocupes— inmediatamente Shinko abrazó a Kirara aliviado al menos de eso.

Shinrin observó a Yuzuki —Por eso me enojé anoche; no hay nada que pueda hacer ante la bufotoxina en esta etapa en adelante.

Contenido oculto

Hitori Gigi Blanche

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Entrada a Kamakura
[Mao; Murai]

Murai sonrió mientras negaba —No pequeña Kobayashi; no puedo decirte por un nombre tan simple ¿Qué no pediste mi ayuda para revivir tu clan? Acostúmbrate a tu apellido y deja de temerle —mencionó con firmeza a pesar de ser frágil a la vista —Además, no olvides que yo también soy del clan Taira

Los sentimientos de Mao aun le parecían extraños, muy cambiantes, muy inestable —¿Cómo me siento? Humillado, me han quitado mi vista, y me han vuelto un inválido —mencionó con aparente tranquilidad, sin dejar de sonreír, disfrutando del aire chocando en su cara — Entiendo como funcionaremos, no me molesta seguir tus órdenes, siempre que respetes mis decisiones.

—¿Gendo? —comenzó a reír —Ese es un gran problema; Gendo podría incluso darle pelea a Kato Harima —mencionó para después dejar de reír —Mi risa es de nerviosismo, pues no planeo pelear con ese hombre; te enseñaré lo que deba, nos usaremos mutuamente; pero no pelearé con esa bestia.

Contenido oculto

Mori Continuas en este post

Murai avanzó, tenía la sonrisa amplia y fresca; estaba inutilizado, pero estaba vivo.

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Clínica
[Rei; Ginko; Sasaki; Kato]

Rei y Ginko llegaron a la clínica. Estaba vacía pero allí esperaron. Por fortuna su espera no se hizo tan tediosa, pues Sasaki, el padre de Ginko apareció cargando a Kato en su espalda; sin decirles nada lo colocó en la mesa y comenzó a ordenar sus cosas en aquella clínica que se notaba en abandono. Era algo de esperarse, pues Sasaki había abandonado Kamakura hace tiempo para revisar el estado del clan Asakura.

Sasaki comenzó a colocar agujas por todo el cuerpo de Kato; al terminar se acercó a ustedes —Eh Ginko; deja de fumar esas cosas, tienes una mente privilegiada y la estás matando con tus humos venenosos— mencionó cual padre preocupado al oler las ropas de su hijo —No encontré a tu tío Ujihisa; al parecer se fue de Kamakura el día de ayer; qué lástima. Tenía que hablar con él.

Después miró a Rei, este miraba a Kato con los puños cerrados, conteniendo un odio ante aquella figura, ahora inmovilizada —No hagas una tontería Rei; recuerda que tu padre te ha mandado a unificar a los clanes. Debemos celebrar la futura unión entre el clan Harima y Minamoto

Kato miró a Sasaki —¿Qué unión?— pronunció Kato con una voz monótona, nada emocional.

—Shinrin y Takeda; de quién más sería ¿Takano y Takeda? — rió Sasaki sin ningún miedo ante Kato.

—Mi hija no se casará con alguien tan débil —mencionó Kato.

Rei se giró hacia Ginko —Escapamos de discusiones tensas para entrar en otras, no estamos de suerte.

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El rol de Mao continua en este post

 

Riku

"Estoy dispuesto a mejorar, en poder defender la vida la cual tengo ahora. Soltaré o mantendré ese pasado de ser necesario, yo quiero estar aquí". Digo lentamente al ponerme en posición. Como es habitual, me quito la túnica y la arrojo al suelo, seguido de quitarme el yoroi. Le doy una mirada al dejarlo en suelo y recuerdo un evento similar ayer. "Es probable que gracias a el resistiera el ataque de Kirara".

Libare mi katana y la sujeto envainada al frente con ambas manos. "Esta vez no lo usare, debo experimentar en los huesos el dolor. Si fallo, me levantaré y seguiré el día siguiente, y el siguiente luego de ese. Continuaré hasta llegar a mi objetivo, de ahí seguiré aun más lejos".

Porque no pienso darme por vencido. Se que es poco probable que aguante, pero estoy dispuesto a recibirlo. Mantenerme de pie aun si mi vida queda de un hilo, ese quiero que sea el nivel de mi voluntad.

"Vamos". Le sonrió en sinceridad. No confió en mis capacidades actuales, hay quienes confían en mi potencial futuro. No los voy a defraudar.

 

Ginko Harutomo

Sonrió con picardía ante la preocupación de su padre que le pareció más bien un gesto de ternura.
Luego le tocó escuchar otra discusión. Como bien Rei se lo decía, el clima en Kamakura había estado tenso desde que llegó.
—Sí, no estamos de suerte..— le respondió a su compañero mientras recorría la sala echando una mirada al instrumental médico que había en el lugar y la verdad era que toda la instalación dejaba mucho que desear.
—Quien parece estar débil es él— dijo refiriéndose a Kato —¿Precisas que te ayude a atenderlo?— se dirigió a su padre.

 

​

 

Patio
[Taiyo; Riku]

Taiyo afirmó ante las palabras de Riku —Entonces no contendré mi fuerza— avanzó con su katana enfundada —Mas te vale resistir, si veo que no puedes detendré mi fuerza—dijo avanzando con velocidad hacia él. Riku atacó pero Taiyo bloquepó el ataque sin dificultad empujando su katana apuntando hacia el suelo, así él poder levantar la suya con fuerza; golpeando de lleno en el pecho con un movimiento horizontal, aquel ataque con la katana desenvainada perforaría perfectamente en el corazón de su enemigo, traspasándolo.

Riku cayó de espaldas por el fuerte impacto, el aire se le fue por un momento.

—Este es mi ataque especial; Hinode—mencionó avanzando hacia él para después agacharse a su lado, revisando que respirara con calma, allí esperó hasta que Riku recuperara el aliento.

—Es el ataque que me enseño mi padre— mencionó —Lo has recibido con mis fuerzas y aceptación; mi escuela es tuya por aprender, tú fuerza y valor lo han ganado completamente. Pero antes, debemos buscar a Kirara; porque antes de enseñarte mi escuela, debo decirte el secreto de los Fujiwara; y has sido tú quien ha impuesto las reglas, lo quieres oír de ella y no de mi directamente —sonrió —Aunque he de decirte que ese secreto es mío, más que de los Fujiwara.

Contenido oculto

Monpoke tú decides si quieres oírlo de Taiyo o ir a buscar a Kirara.

• monpoke
• Taiyo

• 
  PV= 15
  + 4 ataque
  -2 defensa
  +10 yoroi 1/3
  
• 
  PV= 100
  Fuerza= 20
  Protección= 10
  
  

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Herbolaria
[Shinrin; Kohaku; Shinko; Kirara; Yuzuki]

Shinrin escuchó a Yuzuki apretando sus puños, quería decirle algo al calor del momento; la sangre le hervía, su rostro denotaba esa desesperación en su rostro. El que Murai escapara, la traición de aquel o aquellos que lo liberaron; el reclamo ante ella; las palabras amenazantes hacia su padre. Era demasiado.

Pero Kohaku intervino, el agua apagando el fuego.

Shinko estaba alterado mientras sostenía a su hermana en brazos; miró a Chiasa y se calmó un poco, afirmando ante Kohaku mientras Chiasa lo tranquilizaba.

Shinrin dejó escapar el aire contenido, aire que iba a usar para lastimarla con palabras; algo que Kohaku había detenido a tiempo. Colocó su mano en el hombro de Yuzuki —Estamos siendo muy emocionales —dijo pues sabía que Yuzuki conocía sus facciones, sabía de la tormenta que iba a caer sobre ella; pero Kohaku lo detuvo a tiempo —Iré a la mazmorra, aunque dudo que las habilidades de Kiba ayuden; Murai es un maldito shinobi, dudo que dejara alguna huella que seguir; pero tal vez la persona que lo ayudó a escapar si dejó algo que pueda seguir.

Shinrin miró a Kohaku —Ven conmigo; así podré enseñarte un par de cosas de herbolaria —mencionó para después mirar nuevamente a Yuzuki —Lleva a Kirara a la clínica, justo volvió Sasaki Harutomo; el médico de los Asakura, viejo amigo de mi padre. Está tratando la situación de la parálisis con terapia de curación; posiblemente sea algo que también te interese —dijo mientras se dirigía a la salida junto a Kohaku y Kiba, su lobo. No sin antes voltear hacia Yuzuki.

—Yo no esperaba ningún tipo de castigo para ustedes por lo que hicieron— mencionó para después volver a girarse a la puerta —Sólo esperaba una explicación.

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Hitori Gigi Blanche

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Clínica
[Rei; Ginko; Sasaki; Kato; Yuzuki; Kirara; Shinko]

Sasaki negó ante Ginko —Por desgracia esta es una técnica que no conoces aun; la cual no he podido enseñarte —mencionó mientras acomodaba las agujas.

En ese momento Yuzuki entró junto a Ginko cargando a Kirara; estaba paralizada al igual que Kato.

Sasaki levantó la mirada al verlos, ubicaba perfectamente a Yuzuki, la marca en el cabello era una característica de los Minami; su mirada se tornó triste, algo que Ginko pudo notar. Yuzuki no parecía recordarlo, incluso podía confundirlo con Ujihisa, el médico de los Tao; eran prácticamente iguales.

—Veo que traes a miembros del clan Fujiwara —mencionó Sasaki mientras se acercaba a ellos dejando a Kato en una de las camas; estaba cubierto de agujas, muy similares sino que iguales a aquellas usadas para la inyección de bufotoxina.

Rei se giró para observarlos, conocía a Yuzuki; pero jamás había visto a un integrante de los Fujiwara —¿Qué es lo que ha sucedido?

Sasaki tomó en brazos a Kirara, colocándola también en otra cama separada de Kato —No pensé que necesitara tanto a tu tío como ahora lo hago —mencionó hacia Ginko —Ujihisa nunca está en un solo lugar por mucho tiempo; pero él podría ayudarme con este tratamiento; y el podría enseñarte a usarlo hijo.

Sasaki se giró hacia Shinko, el más pequeño de los Fujiwara —No te preocupes, ayudaré a tu hermana; al menos podré lograr que recupere un poco el habla.

Contenido oculto: Sasaki

Contenido oculto: Kirara

Contenido oculto: Shinko

Contenido oculto: Rei

 

Riku

Respiré con fuerza y dejé ir el aire poco después, respiraciones cortas o descontroladas. No controle el ritmo de mí respiración.

Quiero reír.

"Nooo-no es tatanto una rebla". Me llevo la mano al pecho e intento hablar, no llegando demasiado lejos antes de parar.

Me tomo mí tiempo y pongo mí emoción bajo control.

Reposo despacio la cabeza en el suelo y busco distracción en mirar el cielo. Me quedé quieto hasta lograr calmarme lo suficiente. Pero mantuve unas respiraciones largas, al menos está vez más controladas.

"No es tanto una regla que impuse". Vuelvo a repetir lo que trate de decir en el comienzo. "Se me escapó hasta ahora el origen de ese secreto, solo he supuesto que no es uno sencillo de describir".

Le sonrió con cierta picardía. "Lo pido por Kirara. Para hacerla redactar aquello que ve complicado, hacerle saber que con suficiente pensamiento podrá explicar todo lo que cree no poder".

Con movimientos lentos me voy moviendo, luchando un poco en volver a ponerme sobre mis pies. Recojo mis cosas, volviendo a equiparme el Yoroi.

"Muchos ideas cambian. Pero yo mantendré mí palabra en está situación". Mantengo mí sonrisa. "Vamos por Kirara. Será ella quien me lo cuente, pero menciono de necesitar tú ayuda. Se podría decir que lo escucharé de ambos".

"Muchas gracias, Taiyo. Todos. No voy a defraudarlos". Mencionó al comenzar a encaminarme hacía la mazmorra.

 

Ginko Harutomo

Era cierto que su padre estaba utilizando una técnica desconocida para él, pero siempre podía aprenderla.
Al rato apareció más gente y se les sumaba otro paciente, toda la situación parecía ser bastante dramática, no era el mejor ambiente para Ginko y temía que su padre no pudiera solo con todo. Hasta que sugirió la opción de Ujihisa —Pues dime dónde es más probable que encuentre a Ujihisa en estos momentos y saldré a buscarlo, no pierdo nada con intentarlo— se dirigió a su padre intentando tomar alguna iniciativa.

 

Mazmorra
[Taiyo; Riku; Shinrin; Kiba; Kohaku]

Taiyo avanzó con Riku hacia la mazmorra; Taiyo observaba la condición de Riku, estaba muy mal por su ataque pero se mantenía de pie, caminando con dificultad; pero orgulloso —No nos defraudarás Riku, ahora que veamos a Kirara será mejor que atienda tus heridas antes de otra cosa. No quiero que los Minamoto te vean así en la ejecución.

Bajaron las escaleras para encontrarse con una celda vacía —¿Se han adelantado?— mencionó preocupado pensando que Kirara había adelantado la muerte de su presa.

Pero unos pasos detrás de ustedes los hicieron detenerse al intentar volver a subir. Era Shinrin seguida de su lobo Kiba, y Kohaku; uno de los integrantes del clan Minamoto.

Shinrin los observó, después le indicó a Kiba que olfateara las pistas —Perdonen que sea yo quien les informe de esto; pero Murai escapó, Kirara fue inmovilizada y paralizada; en estos momentos está en la clínica, estará bien. La están tratando para que pueda recuperar su movilidad lo más rápido posible.

Shinrin se acercó a Kiba mientras Taiyo miraba a Riku preocupado —Vamos a la clínica —mencionó haciendo una reverencia por cortesía a los presentes, para después jalar a Riku hacia la Clínica.

Mientras Kiba olfateaba el suelo, Shinrin le indicó a Kohaku que se acercara, mostrándole que en el suelo había cuatro agujas, las cuales no tocó, simplemente señaló —Ese es el método más usado por los ninjas para aplicar el veneno de bufotoxina —mencionó — la medicina que logra contrarrestar sus efectos es el carbón; debes molerlo en gránulos pequeños para que pueda ser bebido en agua, es amargo; pero ayuda con al menos la tercera aguja inyectada de bufotoxina; pero la cuarta aguja crea la parálisis que has visto tanto en mi padre como en Kirara. Como herboristas ya no podemos hacer nada por ellos en ese punto, y si se lanza una aguja mas; causaría la muerte de la víctima, algo que tampoco nosotros podemos atacar a tiempo.

Kiba levantó las orejas, detectando un olor conocido; algo que sólo un animal podía hacer. Subió las escaleras haciendo que Shinrin lo siguiera indicándole a Kohaku que hiciera lo mismo.

—Ah, y no es nada; es importante que los Minamoto estén preparados para todo—mencionó tarde a su agradecimiento ante su enseñanza —Takeda necesita personas fuertes a su alrededor, él no puede estar cargando con todo.

Contenido oculto

Monpoke Gigi Blanche

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• monpoke

• 
  PV= 15
  + 4 ataque
  -2 defensa
  +10 yoroi 1/3
  

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Habitaciones
[Shinrin; Kiba; Kohaku]

Siguieron a Kiba hacia las habitaciones, entró a uno dónde había tres agujas de costura en el suelo, una de ellas tenía sangre seca, y en ese lugar había como un pequeño altar con algunas pertenencias, un daruma y un amuleto.

—Entonces es lo único que podremos rastrear —mencionó Shinrin ante Kohaku —Murai era un shinobi, sabe ocultar su rastro; la persona que lo libero es dueña de estos objetos, también es hábil para ocultar sus huellas —mencionó frustrada.

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Clínica
[Rei; Ginko; Sasaki; Kato; Yuzuki; Kirara; Shinko; Taiyo; Riku]

Rei negó frustrado por las palabras de Yuzuki; mientras Kato del otro lado de la habitación se levantó con mucha dificultad, aun lleno de agujas.

—Maldición, Kato—mencionó Sasaki pero no hizo nada para detenerlo, sabía su naturaleza; lo dejó alejarse con paso lento mientras observaba a su hijo Ginko —No hay nada que hacer; tu tío se fue de Kamakura el día anterior. No lo veremos en mucho tiempo— dijo el médico mientras colocaba varias agujas en puntos estratégicos en el cuerpo de Kirara.

—Así es, necesita reposo; pero con este proceso de acupuntura; podrá recuperar sus funciones con mayor facilidad —mencionó ante los presentes — La próxima vez que vean a mi hermano, debería preguntarle un poco más de sus métodos; porque por desgracia yo aun no soy un experto como para enseñarles esta técnica.

Fue en ese momento que Taiyo deslizó la puerta de la clínica agitado; tanto él como Riku pudieron ver a Kato caminar lleno de agujas clavadas cerca de la clínica antes de ingresar; ahora veían a Kirara sobre una cama también con agujas en todo el cuerpo. Podían notar que Riku estaba bastante herido, posiblemente había tenido una pelea recientemente.

—¡¿Pero qué le están haciendo?!— Preguntó muy alarmado Taiyo.

—Es un procedimiento para que recupere su movilidad con mayor velocidad, esto ayudará a que al menos pueda hablar en unos momentos mas— dijo el médico que Riku conoció en la herbolaria —Estará bien

Taiyo se acercó a Shinko, y lo abrazó —¿Si has oído bien? Va a estar bien, tranquilo —mencionó al notar que se encontraba en un grado de estrés alto.

Contenido oculto

Slam Hitori Monpoke

 

Riku

Defraudarlos. Siento que ya lo he echo.

El recuerdo de avanzar se desaparecido de mi memoria, la voluntad de mis piernas y la voz de mi boca. Podría caerme en cualquier momento y no me importaría. He fracasado. De que me sirve dedicarme a hacer medicina si no puedo estar cuando me necesitan.

Debí persistir en matarlo por la noche, no, días atrás. Pero no pude, y tampoco debía. Suposición dura hacia nuestro supuesto aliados Minamoto, pero bien espero ninguno de ellos este involucrado en esto. No más, pesaron la última linea.

Desee gritar, enojarme y desquitarme con quien sea. Pero el causante de todo esto no esta aquí, no esta AQUÍ. No le daré la satisfacción de creer poder escuchar nuestra frustración.

Lo quiero matar. Desde el comienzo lo quise, todo porque temía este suceso. Ahora me arrepiento de no cortarle también los dedos y dárselos de comer, tal como pidió.

Taiyo esta con Shinko...

Arrastro los pies al caminar, cuidadoso de no tropezar o caer, todo mi cuerpo pesa y duele. La llama de mi voluntad se enciende y tiempla inestable al acercarme a Kirara. Quien tiene unos pocos minutos antes de que recuperé parte del habla.

Lo siento.

"Hasta que lo ordenes, no vamos a ir tras Murai. Quien ahora mismo va aumentando la distancia entre nosotros, un día de demora y es probable lo perdamos". Apoyo una mano en los pies de la cama, tirando accidentalmente un poco de presión extra al hacerlo. "No obedeceré si lo dices estando así. Y no me refiero de paralizada".

Las palabras se me traban y me cuesta respirar, dificultando que mi lengua siga el ritmo de mis pensamientos. "¿Estas enojada? ¿Quieres venganza? ¿Frustrada? Deseas que su cabeza ruede por una vez por todas".

Tomo aire. "Si lo ordenas siendo invadida por esas emociones... No serán las palabras de la líder que decidí seguir"

"Pensaras en ti misma y vas anteponer esa venganza ante lo que más te importa, el Clan. Todos nosotros, nuestros lazos. Nos guiaras a un camino complicado e incierto, donde es probable la muerte de Murai no sea lo que nos espere al final. Un viaje largo sin ninguna recompensa. Diras que su muerte es por el clan, lo recomenzaras de esa manera ¿Pero eso sera verdad? ".

Sonrió al acercar mi mano a la ella. "Kirara. No es necesario lo ordenes o menciones. Aquel que se atreva a lastimar a uno de nosotros, le caerá la ira de todo el Clan. Más no nos dejaremos guiar por ella, si lo hacemos, estaríamos logrando lo opuesto a lo que nos proponemos".

"Porque estamos juntos y no pensamos en nosotros mismo. La Kirara que sigo es temperamental y terca en muchas situaciones". Rio por lo bajo, recordando momento donde saca a lucir esos rasgos. "Pero también se preocupa, nos defiende a todos y anima a mejorar. Nos motiva a superar nuestros problemas en una ayuda silenciosa, tal vez porque no sabe como apoyarnos. Yo creo se debe porque confía en nuestra fortaleza, en que nos levantemos y superamos todo al permanecer unidos".

"No fuiste derrotada por Murai o puesta en ridículo a nuestro ojos. Eso nunca pasara, si mantienes tú esencia y lo moldeas por ti misma, siempre seras nuestra orgullosa líder. Si sigues siendo tú después de esto, saldrás victoriosa. Mientras puedas ponerte de pie con la frente en alto y la voluntad inamovible, ¿Realmente es una derrota? No busca hacerte daño fisicamente "

Me detengo por unos segundos para tomar aire. "Quiero escuchar a la Kirara que se preocupa por nosotros y nos apoya, no una guiada por emociones negativas. Confió ti, en que decidirás lo mejor para el Clan, lo seguiré sin dudar si resultar ser así".

"Por eso te pregunto... ¿Qué quieres que hagamos? Yo no sería capaz de hacer movientos brusco a tus espalda y defraudar la confianza que tienen en mí".

...
...

Bajo la cabeza, apenado y en disción conmigo mismo por todo lo que acabo de decir. "Lamento si estoy suponiendo mal y hablo de tus emociones sin conocerlas... Me siento tan frustrado, maldigo mi incapacidad en todo". Mi voz trato de quebrarse a este punto, pero logre mantenerla conectada. Apenas.

 

Ginko Harutomo

Vio como un joven ingresaba herido, pero para intentar comunicarse con la mujer que aún no recuperaba el habla.
Ginko meditó unos momentos sobre lo que había dicho su padre y examinó la técnica de la acupuntura, le resultaba realmente llamativa y no le había gustado no haber podido hacer nada en una situación como esta por no tener los conocimientos necesarios.
—Padre, no importa que tenga que marcharme de Kamakura, buscaré a mi tío a donde se encuentre y cuando me vuelvas a ver habré aprendido esta técnica. Dime dónde encontrarlo—

Mientras hablaba con su padre se dirigía hacia Riku ( Monpoke ) para ver si podía darle una mano —Te ves fatal ¿No quieres que cure tus heridas antes de marcharme de aquí?— le sugirió cordialmente.