Kagome no hibi

MUY BIEN, ESTE ES MI TERCER FIC.... JOJOJO QUE RAPIDO. ESTE FIC ES UNA VERSION INUYASHA DE LA SERIE "MIDORI NO HIBI" (LA RECOMIENDO!!)los personajes de este fic no me pertenecen, son de la gran y unica rumiko takahashi.

Los pájaros desplegaban sus alas para empezar su marcha hacia el sur. Era otoño, la estación más melancólica del año y precisamente una joven de pelo azabache estaba mirando desde una ventana el exterior, con una mano en la mejilla y suspirando pesadamente.
-InuYasha…… ¿Por qué no puedo ser fuerte?- Pensó. La joven desprendió su mirada del paisaje y se dedico a abrir un libro lleno de fotos. Había muchas fotos, entre ellas destacaban fotos de ella con sus amigas.
Se escucho que alguien tocaba de su puerta, y la joven pregunto quien quería entrar.
-Kagome, cariño… ¿Puedo pasar?- Pregunto una señora de pelo corto afuera de la habitación.
-Claro mama, pasa.- Concedió Kagome cerrando el libro y colocándolo de nuevo en su lugar antes de que su madre entre.
La señora entro con una bandeja de plástico que tenia encima un plato con comida y un vaso lleno de jugo.
-Toma hija, no bajaste a comer… ¿te pasa algo?- Pregunto preocupada su madre dejando la bandeja en la mesita de noche de la joven.
-No pasa nada mama, gracias por preocuparte.- Aseguro Kagome. Su madre le dedico una mirada dulce, la abrazo y señalo una estrella.
-Mira Kagome, esa estrella me acerco a tu padre… estoy segura que si le pides algo la estrella solo te dará una parte del deseo y tu pondrás la otra.- Dijo la señora retirándose de la habitación.
La joven se quedo mirando la estrella, pensando en lo que le había dicho su madre.
-Una parte del deseo, y la otra yo…- Susurro Kagome, pensando en su amado Hanyou.
Empezó a comer muy lentamente, mientras miraba de nuevo el libro lleno de fotos. Cuando termino de comer dejo todo de nuevo en la bandeja y se cambio la ropa por una pijama verde, con nubecitas alrededor.
Se dejo caer en su cama y se perdió en sus pensamientos, todos sobre InuYasha.
*FLASHBACK*
-¡¡¡Déjame en paz!!!- Grito con lágrimas Kagome dirigiéndose al pozo, había visto de nuevo un encuentro de InuYasha y Kikyo a escondidas como siempre lo hacían.
-¡¡Kagome, ven aquí ahora mismo!!- Ordeno el ojidorado.
-¡¡Como fastidias!!- Replico Kagome acercándose más al pozo, hasta que InuYasha se le puso enfrente de ella.
-¡¡Escúchame bien, no tienes que…-
-¡¡OSOWARI!!- Exclamo la joven haciendo que el peli plateado chocara contra el suelo. Kagome salto al pozo secándose las lagrimas que le quedaban en la mejilla.
*FIN DE FLASHBACK*
-¿Por qué, porque InuYasha no me valora?- Se pregunto inundando de nuevo sus ojos de lagrimas, pero se las seco antes de que se derramaran.
-Si lo de la estrella fuera verdad, desearía que InuYasha me valorara más, y me respete también.- Se repetía, y a los pocos minutos se quedo dormida con esa idea en la cabeza.
Mientras, en la época feudal, una hanyou de ojos dorados y pelo plateado miraba el interior de un pozo suspirando pesadamente.
-Kagome…- Susurro. Imágenes de ella aparecieron ante sus ojos, recordando esa dulce sonrisa.
InuYasha se cambio de posición y se sentó apoyándose el en pozo. Empezó a recordar la pelea que había tenido con Kagome, y lo que sus amigos le habían dicho después de eso.
*FLASHBACK*
-¡¡InuYasha discúlpate ahora mismo con la señorita Kagome!!- Ordeno un monje acompañado de una exterminadora, un Kitsune, y un Nekomata (Kitsune: Zorro. Nekomata: felinos de 2 colas.)
-¡¡¡Te juro que te tirare de un barranco cuando seas humano!!!- Amenazo la exterminadora.
-¡¡Ya déjenme en paz!!- Replico InuYasha dando un salto para alejarse de ellos.
-¡¡ERES UN COBARDE!!- Grito el Kitsune completamente furioso.- ¡¡SI KAGOME NO VUELVE SERA CULPA TUYA!!-
-¡¡Es verdad InuYasha, eres un malagradecido, no puedo creer que así pagas el amor de Kagome!!- Exclamo la exterminadora defendiendo a su amiga del futuro.
*FIN DE FLASHBACK*
-Kefh!, ¿Por qué estoy recordando todo esto?- Se pregunto InuYasha.
Alzo la mirada para mirar las estrellas, y recordó la vez en que él y Kagome estuvieron solos, mirando las estrellas. Ese fue un día para recordar, pues sintió mucha tranquilidad junto con Kagome.
-Los chicos tienen razón, Si Kagome no vuelve será mi culpa… será mejor que me aleje de ella, no merezco su amistad, ella merece estar con una persona mejor que yo... porque es una angel.- Dijo parándose de su lugar.
-¡¡Eso nunca!!- Grito una voz. InuYasha se sobresalto al escuchar esa voz, y miro a todos lados.
-¿Kagome?- Pregunto, pues la voz se escuchaba idéntica a la de Kagome. Se pego un coscorrón con la mano izquierda.- Maldición, estoy imaginando cosas.-
-¡¡Escúchame bien, si te alejas no se que voy a hacer!!- Grito de nuevo esa voz. InuYasha lo analizo un poco y comenzó a olfatear el olor de Kagome.
-¡¡Su olor esta muy cerca!!- Pensó sorprendido. Su nariz lo guio hasta su mano derecha, y confuso, sacudió su cabeza de un lado a otro.
-Me estoy volviendo loco.- Comento.
-Oye, esta muy oscuro aquí, ¿podrías destaparme un poco?- Se escucho de nuevo esa voz. InuYasha esta vez dejo que su instinto lo guiara y destapó un poco su mano derecha… pero…
-¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-

 

InuYasha estaba gritando muy alto, y cuando paro miro como Kagome se destapaba los oídos.
-¡¡InuYasha no grites tan alto, me vas a dejar sorda!!- Reclamo Kagome frunciendo el ceño.
-Pe- Pero Kagome… ¡¡ ¿Qué rayos haces ahí?!!- Pregunto InuYasha mirando casi aterrado a Kagome reemplazando su mano derecha.
-¡¡Yo que rayos voy a saberlo!!- Contesto Kagome.
-Kagome, esto es algo molesto… por favor haz que esto acabe.- Ordeno InuYasha.
-¡¡Ya te dije que no se como ocurrió, además no fue apropósito!!- Exclamo molesta Kagome.
-Pero…-
-Además… estoy asustada, no se como regresar a la normalidad.- Dijo Kagome abrazándose a si misma.
-Kagome…-
-Bueno… al menos estoy en el brazo de alguien bueno como tu.- Exclamo contenta, haciendo que InuYasha se sonrojara un poco.
-Pero comprende esto… si estas en mi mano de por vida, ya nunca podremos derrotar a Naraku, y además ya no puedo pelear con colmillo de acero.- Dijo InuYasha arruinando la felicidad de Kagome.
-… Oh, así que no te agrada la idea de que estemos juntos… Tal vez, prefieras que este Kiky-
-¡¡KAGOME, NO DIGAS ESO!!- Exclamo InuYasha. Kagome le miro con inocencia. El hanyou agarro la mano y por accidente, los pechos de Kagome salieron al descubierto, haciendo que InuYasha se sonrojara al verlos.
La joven de pelo azabache le miro sorprendida e inmediatamente se trato de tapar sus pechos con las manos.
-¡¡¡KKYYYYYYAAAAA!!!! ¡¡INUYASHA, OSOWARI!!- Exclamo Kagome haciendo que InuYasha besara el suelo y también se llevo a Kagome hacia el suelo.
-Maldición Kagome.- Se quejo el ambarino. La joven de ojos chocolate se quedo callada por unos instantes…
-Vaya, eso dolió mucho.- Dijo sobándose la cabeza con una mano mientras con la otra sostenía el manga de InuYasha.
-Lo ves, bienvenida a mi mundo.- Comento InuYasha. Kagome soltó una risita pequeña sorprendiendo a InuYasha.- ¿De que te ríes?-
-De que por fin estoy compartiendo algo junto a ti InuYasha.- Dijo Kagome mientras sus mejillas mostraban un leve sonrojo. InuYasha dio un par de parpadeos y desvió la mirada de Kagome.
-¿A sí?, no me di cuenta.- Mintió tratando de esconder su sonrojo. De pronto se le vino a la mente una idea.- ¡Kagome, ¿en tu época no habrá personas que sepan curar estas cosas?!-
Kagome le dedico una mirada sorprendida, y coloca su mano derecha en su mejilla mientras se dedicaba a pensar… después de unos minutos respondió.
-InuYasha, si… si hay personas capacitadas para estos casos, y se llaman científicos…- Empezó a decir.
-Bueno, ¿Qué estamos esperando?- Dijo el peli plateado con la intención de saltar al pozo.
-Espera InuYasha, no es buena idea… si esos señores nos ven nos encerrarían en un lugar para examinarnos y luego tal vez nos tomen como fenómenos y…- La joven de pelo azabache no pudo terminar porque al imaginarse todo eso empezó a llorar.- ¡Ahh!, ¡no quiero que me vean mis conocidos así!-
-Ya cálmate Kagome… tal vez ese idiota de Miroku nos pueda ayudar.- Dijo InuYasha dirigiéndose a la aldea.- Es un pervertido y todo, pero si necesitamos a alguien que sepa de estas cosas el es primero.-

 

-Ya cálmate Kagome… tal vez ese idiota de Miroku nos pueda ayudar.- Dijo InuYasha dirigiéndose a la aldea.- Es un pervertido y todo, pero si necesitamos a alguien que sepa de estas cosas el es primero.-
-Tienes razón.- Le confirmo su seguridad la joven Miko, enviándole una de sus mejores sonrisas.
Empezaron a tomar camino hacia la aldea y al entrar a la cabaña se encontraron con una escena muy común: Miroku con su mano derecha tocando los atributos de Sango y como recompensa Sango dejándole una marca de una mano en su cachete.
-¿Hasta cuando va aprender Hoshi- Sama?- Pregunto la Taijiya frunciendo el ceño, mientras retiraba la mano.
-Es que así te demuestro mi cariño Sango… además recuerda que esta mano esta maldita.- Lloriqueo Miroku sobándose la mejilla.
-Creo que estamos en mal momento.- Susurro Kagome mientras le resbalaba una gota en la cabeza.
-Tienes razón.- Confirmo InuYasha. Dio media vuelta y regreso al pozo, ahí los 2 se quedaron pensando en una posible solución.
-Maldición, si seguimos así los 2 pasaremos un infierno, ¿Quién rayos nos puede ayudar?- Pensó InuYasha, pero Kagome en vez de estar pensando en una posible solución estaba feliz imaginando cosas.
-aaahhh- Pensó muy emocionada.
*IMAGINACION DE KAGOME*
-Kagome… quiero decirte que eres muy fuerte, siempre te lo quise decir.- Dijo InuYasha sonrojado.
-Muchas gracias InuYasha, pero no soy capaz ni de protegerme por mucho tiempo, gracias a ti por protegerme, siempre has estado conmigo cuando estoy en peligro.- Agradeció Kagome.
-Kagome, soy una idiota, ya no quiero a Kikyo, ¿Quieres casarte conmigo?- Pregunto InuYasha.
-¿No te importa que sea tu mano derecha?- Pregunto Kagome.
-Que mas da, anda dame una respuesta.- Dijo InuYasha.
*REALIDAD*
-¡¡Acepto!!- Exclamo la joven de pelo azabache, captando la atención de InuYasha.
-¿Qué aceptas Kagome?- Pregunto muy confundido. Kagome se pego a si misma insultándose.
-Que tonta soy, no es nada InuYasha.- Trato de explicar Kagome.
-bueno, pensé mucho y recordé a la vieja bruja de Kaede.- Dijo InuYasha.- Esa estúpida mujer tal vez nos sea útil.-
-InuYasha no ofendas a la anciana Kaede.- Replico la joven de ojos chocolate.
-Kefh!, no es tiempo de discusiones.- Exclamo InuYasha dirigiéndose de nuevo a la aldea.
Al llegar no encontraron a la anciana Kaede y el ambarino quedo un poco molesto.
-¿Quién fue el idiota que nos hizo esto?- Exclamo furioso. Grito tan alto, que Sango y el monje lo escucharon y salieron de la cabaña para averiguar que sucedía.
-InuYasha, ¿Por qué gritas? ¿Acaso pasa algo malo?- Pregunto Sango muy preocupada. InuYasha bajo del techo en el que se encontraba y le dirigió una mirada de miedo a todos.
-¿Qué si pasa algo malo?, bueno si malo significa que perdí mi mano derecha y no podre empuñar a colmillo de acero entonces si… ¡¡PASO ALGO MUY MALO!!- Exclamo molesto InuYasha.
-Ya InuYasha tranquilo, no nos grites, nosotros no tenemos la culpa de que hayas perdido tu mano dere…- Miroku callo al analizar bien lo que InuYasha había dicho, ¡¡Había perdido su mano derecha!!- ¡¡ ¿PERDISTE TU MANO DERECHA?!!-
-¡¡Es lo que te estoy diciendo!!- Repitió InuYasha.
-Ya tranquilos los 2, InuYasha ¿Cómo perdiste tu mano?- Pregunto Sango. InuYasha tapo más a Kagome.
-Aquí no es buen lugar, rápido entren a la cabaña.- Ordeno el ambarino y los otros 2 acataron sus órdenes.
-Ahora si, cuéntanos que te paso.- Dijo Miroku muy serenamente. InuYasha solo descubrió a Kagome y los otros 2 se quedaron estupefactos.
-¡¡Te he dicho que no me tapes, me vas a asfixiar!!- Reclamo Kagome, y al voltear echo un grito seco.
-¿Qué- que les paso?- Pregunto Sango tocando a Kagome para mirar si no era un juguete.

 

-Vaya, pobrecito… quedaste atrapado con la señorita Kagome para la eternidad.- Bufo Miroku, ganándose un buen golpe de parte de InuYasha.
-Gracias por el cumplido.- Replico InuYasha. Sango se quedo pensando y rápidamente tuvo una idea.
-¿Qué tal si unes el cuerpo de Kagome con la verdadera Kagome?- Pregunto Sango. Todos le enviaron una mirada confundida.
-Sango, ¿Cómo puede haber otro yo si yo estoy aquí?- Pregunto arqueando la ceja Kagome, Dejando muda a Sango.
-Tienes razón, No, No me hagas caso.- Dijo Sango.
-Tengo una idea… que tal si vas a casa de la señorita Kagome y buscas alguna pista sobre como regresarla a la normalidad.- Sugirió Miroku.
-Esa idea tiene mas sentido.- Dijeron InuYasha y Kagome haciendo que se deprima un poco Sango.
-Mientras Sango y yo buscaremos a alguna persona que sepa de esto.- Dijo el monje abrazando a la Taijiya y tocándole sus atributos haciendo que esta se molestara y recibiera una cachetada como respuesta.
-Maldito Hoshi.- Exclamo Sango.
-InuYasha, vámonos ya.- Sugirió Kagome, InuYasha solo asintió y de un salto salió de la cabaña para dirigirse al pozo.

-¡¡Ah, orejas de perro!!- Exclamo un niño acercándose al hanyou.
-Oh, hola Sota.- Saludo InuYasha ocultando su mano derecha.
-Si buscas a mi hermana esta adentro.- Comento Sota mostrando una sonrisa alegre y sorprendiendo a Kagome e InuYasha.
-¿Adentro?- Pregunto el ambarino. Sota asintió. InuYasha no perdió el tiempo y entro a la casa, encontrándose con la mama de Kagome en la sala.
-Oh, InuYasha… ¿Cómo has estado?- Pregunto dibujando su sonrisa tranquila de siempre.
-Muy bien señora, ¿y Kagome?- Pregunto.
-Arriba, en su habitación… a ella le alegrara verte.- Dijo, desviando la mirada para ocultar las lágrimas que estaban a punto de salir.
InuYasha rápidamente se dirigió a la habitación de Kagome, pero miro que en la cama de ella había un bulto, así que lo destapo un poco y para su sorpresa… ahí estaba Kagome, inconsciente.
-Si, así es… no podrás llevártela porque esta en coma…- Dijo estallando en lagrimas la señora Higurashi. Kagome se sintió fatal al mirar a su madre así.
-Señora… hay algo que tengo que enseñarle.- Dijo InuYasha captando la atención de la señora y asustando a Kagome.
-No, no lo hagas idiota.- Pensó Kagome nerviosa, pero InuYasha trato de destapar su manga, pero Kagome tenia la misma fuerza que el y también la jalaba para esconderse.
La señora Higurashi soltó una pequeña risa.- Gracias InuYasha… gracias por querer levantarme el animo, casi lo consigues… te traeré algo de beber.- Dicho esto salió de la recamara para ir a la cocina.
InuYasha destapo por fin a Kagome (solo la cabeza, recuerden que esta desnuda) Y le reclamo.
-Kagome, ¿Por qué hiciste eso? Tu madre esta preocupada por ti tonta.- Exclamo molesto InuYasha, Kagome sintió su complejo de culpa, seguido por algunas leves lágrimas que salieron de sus ojos.
-Es que… mi mama se asusta muy fácilmente y si me mira así le puede dar un infarto… además, ya se que sonara egoísta, pero… quiero estar contigo.- Dijo la chica de pelo azabache sonrojándose por lo que cavaba de decir. InuYasha también se sonrojo un poco al escuchar lo que dijo Kagome.
-Bueno, entre más rápido llegues a tu cuerpo mejor, vamos a aplicar el plan de Sango.- Dijo InuYasha, Kagome asintió para indicar que estaba de acuerdo.
Entonces InuYasha destapo toda la cobija y se sonrojo al ver que estaba desnuda. Kagome se ruborizo y rápidamente le tapo los ojos a InuYasha.
-¡¡¡NO ME VEAS IDIOTA!!!- Exclamo totalmente sonrojada.
-Ya, ya no te voy a ver… Kefh!, ¿Quién quisiera verte?- replico InuYasha tapándose los ojos con su mano izquierda. Kagome se acerco a su cuerpo original y abrazo un pecho.
-InuYasha, aquí esta tu…- Naomi se quedo helada al mirar que InuYasha tocaba a su niña, tiro lo que tenia para InuYasha haciendo que este volteara y mirara con nerviosismo a la señora Higurashi.
-Inu, InuYasha… debes saber controlar esas hormonas.- Dijo Nerviosa Naomi haciendo que tanto Kagome como InuYasha se sonrojaran.
-No es lo que parece.- Trato de arreglarlo InuYasha, pero llego el abuelo y miro la escena.
-¿Cómo te atreves hacerle eso a mi nieta?- Pregunto arqueando la ceja totalmente furioso. InuYasha sonrío nerviosamente.
-Yo no le hice nada, lo juro.- Pero el abuelo comenzó a tirarle todo lo que había cerca, haciendo que InuYasha huyera por la ventana.
-Ven acá maldito, no huyas… hare que te polvorices maldito.- Amenazo al abuelo… InuYasha soltó un suspiro pesado.
-Vaya, ¿cuantos problemas vamos a tener?- Comento Kagome con una gota resbalando su cabeza.
-Yo solo se que tu abuelo ahora me odia…- Espeto InuYasha.- Ahora pensaran que soy como Miroku: un pervertido de lo peor.-
-¿Y no lo eres?- Replico Kagome sorprendiendo a InuYasha.
-¿Por qué lo dices?- Pregunto confundido InuYasha.
-Me has visto desnuda 6 veces con esta.- Explico Kagome.
-Tú también me has visto.- Se defendió InuYasha.
-Tan solo 2 veces.- Susurro Kagome, pero InuYasha la pudo escuchar gracias a sus desarrolladas orejas. (Y tiernas)
-Vamos con Miroku a ver si ya encontró una solución…- Dijo saltando al pozo.

 

—Ojala me muera.— Pensaba deprimido InuYasha, estando harto de esa situación.
—Oye InuYasha.— Exclamo Kagome captando la atención del Hanyou.
—¿Ahora que quieres?— Pregunto InuYasha de mala gana.
—Quiero ropa.— Respondió inocentemente Kagome haciendo que una vena se le saltara a InuYasha.
—¡¿Y de donde rayos voy a conseguirte ropa de tu tamaño?!— Pregunto en voz tan alta que el cabello de Kagome voló.
—¡¡No me grites!!— Le grito mas fuerte Kagome molesta.— ¡¡Me quedare sorda por tu culpa, además estoy cansada de que solo tu manga me cubra!!—
—Bueno… ¿Dónde rayos voy a conseguirte ropa?— Pregunto mas calmado InuYasha.
Entonces Kagome puso su dedo índice en su boca indicando que estaba pensando, y tuvo una idea.- InuYasha, tengo el tamaño de una muñeca, ¿Qué tal si conseguimos ropa de muñeca?-
—No, las muñecas no son tan pequeñas.— Contesto InuYasha haciendo que una gota resbalara por la cabeza de Kagome.
—Se me olvido que estaba en el Sengoku.— Pensó. (En el Sengoku las muñecas eran un poco grandes, así como los bebes de plástico)
—Mira, vamos a mi casa y…—
—¡¿Estas loca?, de seguro tu abuelo me espera con un arma en tu casa!— Replico InuYasha.
—Tienes razón, pero es tu culpa por haberme desnudado.— Contesto Kagome.— Entonces… ¡vamos a una tienda de Otakus!— Exclamo victoriosa.
—¿Ota que?— Pregunto InuYasha no entendiendo nada.
—Los Otakus son personas fanáticas de algo llamado Anime que sale en la televisión.— Explico Kagome.
—¿Son fanáticos de algo que sale en una caja?, pero en que clase de mundo vives.— Pregunto InuYasha.
—Bien, vamos.— Exclamo alegre Kagome jalándolo, pero InuYasha detecto un aroma conocido…
—Kikyo.— Murmuro, pero Kagome lo escucho y esto provoco que se sintiera fatal.
—¿Quieres que me esconda para que la veas?— Pregunto Kagome triste con la mirada en el suelo.
InuYasha sintió el sentimiento de Kagome por el hecho de compartir el cuerpo y entendió como se sentía ella.
—No, no tienes que hacerlo Kagome… vamos por tu ropa.— Dijo InuYasha para sorpresa de Kagome.
—No InuYasha, yo se que tu amas a Kikyo y yo no debo ser un obstáculo en su relación.— Dijo Kagome tratando de retener sus lagrimas.
—Pero Kagome…—
—Pero nada, Si tu felicidad esta con Kikyo puedes ir con ella y yo me ocultare.— Exclamo Kagome, soltando todas las lagrimas que querían salir.
—Kefh!, Tonta, Yo no puedo ser así contigo, no me pidas que sea un maldito egoísta.— Espeto InuYasha, haciendo que Kagome se sorprendiera mas de lo que estaba.
—InuYasha…—Murmuro Kagome haciendo destacar una sonrisa entre las lagrimas.— Muchas Gracias…—
—Bien, ya vámonos.— Dijo y se dio media vuelta, pero para su sorpresa enfrente de él se encontraba aquella Yurei. (Yurei: alma en pena)— Ki… Kikyo…-
—InuYasha, no espere que te tardaras tanto en ir a verme— Dijo con una sonrisa la Miko muerta.
—Es que, yo tengo que ir… —Suspiro, él estaba muy nervioso como para mentir.
Kikyo aprovecho un descuido de InuYasha y le robo un beso, rodeando su cuello para atraerlo hacia ella.
—InuYasha… la muerte me sigue con mas insistencia y quisiera que antes de que me vaya, me cumplas un deseo…— Dijo entre el beso Kikyo.