Ahora algo con Salem... algo más a lo slice of life por que la palabra estaba complicada xD Pero sin perder, el hilo de todas las historias. K de Kiwi Siempre me había gustado la cocina, alguna vez mi sueño más grande fue ser un chef reconocido. Este sueño mío creció cuando supe que Nicky también tenia la misma meta, que a ella al igual que a mí. Tener cosas en común con ella, era algo que me alegraba demasiado. Habíamos quedado hoy, para cocinar algo en su casa. Estaba nervioso, ella me gustaba mucho, y desde hace mucho. Y se podría decir que nuestra relación era algo complicada, o a lo mucho, difícil de explicar. Llegue a la puerta de su casa y timbre. Mientras esperaba empecé a arreglarme el cabello lo más que pude, mientras veía mi reflejo en los vidrios de la puerta. Hasta que esta se abrió y salió Nicky a recibirme, era gracioso como a pesar de que ella estuviese parada en la grada yo seguía siendo unos diez centímetros más alto que ella. —Nicky —saludé nervioso. —Salem —dijo abrazándome, mientras hundía su cara en mi pecho. De inmediato le correspondí el abrazo, rodeando su cintura. Luego besé su cabeza un par de veces, hasta que nos separamos y pasamos dentro de la casa. Fuimos directo a la cocina y dejamos todo listo para poder prepararnos la cena juntos. El hecho de saber que la casa estaba sola hacia que yo este mucho menos nervioso y me dejara llevar. —Mira, te traje un kiwi —le dije, sacando la fruta de la canasta que había llevado conmigo. Ella me sonrió y lo tomó entre sus manos, luego lo puso sobre una tabla de picar y lo cortó a la mitad, después peló ambas mitades y me dio una. —Gracias, hace mucho que no comía uno, son raros aquí —dijo mientras me tomaba de la mano. —¿De dónde lo sacas? Los Kiwis eran raros en la ciudad, pues estos árboles solo crecían donde habitaban las aves del mismo nombre. El habitad de las aves se encontraba lejos, al este, pero aun así era posible conseguirlas gracias a que algunos mercaderes las traían. —Haciendo misiones —le respondí, entrelazando sus dedos con los míos. —Duglas llegó este lunes, con nueva mercancía, posteó varias misiones, en una daba los kiwis. Ella se limitó a sonreír, para luego ponerse de puntillas y besarme. Eso era lo curioso de nuestra relación, no éramos muy habladores, normalmente nos entendíamos sin decir mucho, no hacía falta que habláramos. Se preguntarán por qué no seguí mi sueño de ser chef. Eso fue por qué prefería arriesgarme para hacer que este mundo sea mejor, para que sea mejor para Nicky y para todos.
Hola! Haré este comentario en formato de crítica just because(?) Primero, quiero señalarte que hay algunos errores ortográficos en el relato, al igual de que el primer párrafo está medio raro en la sintaxis, por lo que te recomendaría revisarlo. Dejando eso de lado, el resto (en aspecto "técnico") me parece que está bien; la narración se entiende bien. Pues, no he leído tus letras previas, así que no sé quién es Salem(?), sin embargo, parece agradable. Me gusta cómo narra, cómo recuerda Nicky. Tal vez estoy leyendo demasiado entre líneas o estoy flasheando, pero creo que él narra de forma más suave cuando se refiere a Nicky. Como que se nota lo enamorado que está(?), y eso me encanta en las historias. Soy débil por los personajes que están head over heels por otros, así que, puntos extras para ti, Salem. Por alguna razón, al principio creí que era un amor no correspondido o que él estaba en la friendzone. Me alegro que no. En fin, la historia en sí no dice mucho, no sé nada de Nicky, ni del contexto en que viven y existen, pero sí muestra qué tipo de persona es Salem. Si tuviera que categorizar la historia, diría que es de desarrollo de personaje, pero, otra vez, creo que estoy leyendo demasiado entre líneas. Anyway, me agradó porque es una situación cotidiana e íntima entre ellos y eso me parece muy tierno. Saludos. Si difieres en algo con respecto a la crítica, no dudes en hablarme.