Jugarreta del destino

¡Hola!

Este es mi segundo fic, pero es el primero que hago de este anime que me gusta tanto. Es un Kagome x¿…?, mejor ustedes averígüenlo por ustedes mismas.

Jugarreta del destino

Introducción...

A mediados del siglo XVIII, cuando aún los padres decidían el futuro de sus hijos, una hermosa joven tendrá que sufrir, por el destino que eligieron para ella. La codicia de algunas personas la alegaran de su amor con engaños, sin impórtales sus sentimientos. Ella solo aceptará aquel destino, para salvar de la ruina a su familia.

Al transcurso de su nueva vida, se enterara de las mentiras de aquellos, y su amado la volverá a buscar desafiando todo el peligro, pero se dará cuenta que algo cambio en la muchacha aun asi luchara por ella, sin importarle que arriesgara su propia vida en el intento.

Al pasar el tiempo aquellos muchachos encontraran su amor, pero ¿podrán ser felices?, y ¿Qué pasara con ellos dos?, el amor que se tiene podrá enfrentar todos los obstáculos que se le presentara o se dejara ganar.


Todas estas preguntas se responderán a mediado que la historia vaya avanzando y los protagonistas de den cuenta de lo que en verdad sienten.

Sé que es muy cortito, pero espero que sea de su agrado, este fic de estos dos amantes que lucharan por estar junto.

¿Qué pasara, llegarán terceras personas que puedan aliviar la pena de estos dos?.

Continuara…

 

Gracias a todas por su apoyo, me alegra mucho que les allá gustado y claro que me molestan, los comentarios en donde me hacen ver mis errores, al contrario me alegra que los hallan notado, y les prometo ir mejorando.

Advertencia: debo aclaran que como mi historia será relatada en el siglo XVIII, no usare las costumbre, ni la vestimenta que en ese siglo usaba Japón, las que utilizare serán las costumbre de EUROPA al igual que sus vestimenta, aunque la historia será narrada en ese país. Sin más que agregar, la continuación de mi fic.

Capítulo 1

Era un domingo en la ciudad de Tokio, en donde todas las familias de la alta sociedad iban a misa, entre ellas la familia Higurashi, la cual era respetada por todos. Esta familia tenía dos hermosos hijos Souta y Kagome, está siendo el fruto del primer matrimonio del general Higurashi, pero lamentablemente su madre murió cuando ella tenía algunos meses de vida, Kagome es una muchacha de diecinueve años, elegante, inteligente, tierna, hermosa y muy soñadora, en cuanto a Souta es un chico de diecisiete años muy apuesto, pero tenía algunos defectos el “juego”, lo cual lo hacía ser una persona interesada al igual que su madre. Al término de la misa los Suzuki, se les acercaron.

—Buenos días general—decía la cabeza de los Suzuki—señora—mientras daba un delicado beso en la mano de la madrastra de Kagome—tengo el agrado de invitarlos a la fiesta que celebrares esta noche, en honor de nuestro ejército—con una sonrisa en el rostro.

—Gracias por su invitación—decía la madrastra de Kagome, haciendo una pequeña reverencia—claro que iremos.

Trascurrieron las horas bastante rápido, llegando así a la hora de la tan esperada celebración.

— ¡Kagome, estas lista! —.Se escuchaba la voz de la madrastra de la muchacha—tu prima acaba de llegar—entrando a la habitación de la chica—estas preciosa hija—ayudando a la pelizabache a terminar de arreglarse. Era cierto se veía realmente hermosa, llevaba un vestido azul que dejaba en descubierto sus hombros, de accesorio un hermoso collar de diamantes. Ambas bajaron juntas, en el salón la estaban esperando su familia, entre ellos sus dos primos.

— ¡Vaya Kagome, te ves hermosa! —decía su prima.

—Gracias Sango, tú también te ves preciosa—dedicándole una hermosa sonrisa.

— ¡Sango, ¿Dónde está Kohaku?! —decía Saya, la madre de Souta.

—Está afuera con Souta esperándonos—mientras que caminaban en aquella dirección.

En la celebración un joven teniente de caballería, estaba un tanto aburrido, solo había asistido, ya que era una orden del general. A él no le gustaba esa clase de evento, en donde los aristócratas hacían resaltar su posición. En ese preciso instante se acerca su protector, su mejor amigo o mejor dicho su padre, ya que este chico nunca conoció a su verdadero padre.

— ¿Qué pasa Inuyasha? —decía aquel anciano.

—Nada Myoga, tu sabes que no me agrada esta clase de celebración—le respondía el joven. Myoga era un hombre de edad, que siempre estuvo pendiente de aquel joven, ya que el padre de este se lo había pedido, cuando el chico nació.

Cuando Inuyasha estaba por retirarse de la fiesta aparece ella, una hermosa jovencita pelizabache, vestida de un hermoso vestido azul, la verdad la belleza de aquella muchacha lo había deslumbrado, nunca antes había visto tanta hermosura junta. Así que decidió quedarse un tiempo más.

—Myoga, ¿Quién es esa belleza? —apuntado donde la chica.

—Creo que es la hija de general Higurashi—mirando la cara de Inuyasha—si no me equivoco se llama Kagome.

La celebración continua, llegando en momento de bailar. Las parejas bailaban alegremente, llegando el momento de intercambiar parejas, y por cosa del destino los unirá con un simple vals.

—Dime, ¿Cómo te llamas? —dijo un apuesto chico.

—Kagome Higurashi, señor—levantando la mirada, en donde se encontró con unos hermosos ojos color ámbar —y usted, ¿Cómo se llama? —pero el muchacho no pudo responder, ya que nuevamente hicieron cambio de parejas. La velada termino con ese único encuentro entre estos dos jóvenes.

En una casa muy humilde se encontraba aquel joven de mirada ambarina pensando en aquella jovencita que había conocido —. Myoga, he conocido a la mujer más hermosa de este mundo— decía un ilusionado muchacho.

—Señor, es mejor que se olvide de esa jovencita—dijo un preocupado anciano, que no quería ver sufrir a su ahijado.

— ¿Por qué no he de fijarme en ella? —un tanto molesto—solo porque no poseo una gran fortuna o mejor dicho soy un don nadie.

—No es eso, mejor dejemos esta conversación para otro día—le dijo, para luego retirarse a su alcoba.

En otra parte de la ciudad, una doncella no podía sacar de su mente aquel joven ambarino.

— ¡Kagome,¿ qué te sucede?¡—su prima preocupa .

—No me pasa nada—mirando por la ventana de su habitación.

— ¿Cómo que nada?, si desde que llegamos de la fiesta andas en las nubes—acercándose a ella—dime, ¿Qué te paso?

—Ya te dije que nada—tratando de evadir la mirada de Sango.

—Te conozco bastante bien y sé que paso algo—sentándose en el borde de la cama—así que no me pienso mover de aquí, hasta que me digas que te sucede.

—Parece que a ti, no te puedo mentir—suspirando y siguiendo el acto de su prima—bueno te lo voy a decir, he conocido al hombre más hermoso de este mundo—ruborizándose—es alto, buen mozo, y unos hermosos ojos color ámbar.

—Tal parece que te enamoraste—decía con una sonrisa en sus labios.

— ¡claro que no! —muy avergonzado por lo que le había dicho Sango.

—Entonces, ¿Qué es? —poniendo aún más roja a Kagome.

—Bueno es…—ni ella misma sabía que era—no lo sé—resignada.

—Pero al menos sabes cómo se llama—intentando de animarla.


—No—dijo aún más decepcionada.
¿Qué pasara con estos dos jóvenes ahora?
Hasta aquí el primer capítulo, espero que sea de su agrado.
Y cualquier clase de crítica es bien recibida.

 

Capítulo 2

Había pasado alrededor de una semana de aquella celebración. Y aquellos jóvenes habían perdido toda esperanza de volverse a ver.

Era una tarde soleada muy apropiada para salir a dar un paseo por la ciudad, eso era lo que pensaban las dos doncellas. Cuando caminaban tranquilamente por la plaza, Kagome no pudo más de la impresión justo ahí se encontraba aquel chico que le había robado el sueño. Quería acercársele pero no sabía cómo.

— ¿Kagome, sucede algo? —una preocupada Sango.

—Es el.

— ¿De que estas hablando? —decía desconcertada, no podía entender lo que estaba diciendo su prima.

—Es el chico que conocí en la fiesta—mientras que lo señalaba, con un leve sonrojo en sus mejillas. En ese momento las muchachas no se dieron cuenta que el joven se había percatado de su presencia.

—Señorita que gusto volver a verla—decía, dándole un delicado beso en su mano.

— ¡¿A caso lo conoces Kagome?! —poniendo cara de sorpresa, aunque ella sabía perfectamente de quien era.

—Bueno si, él es…

—Discúlpeme no haberme presentado son el teniente Inushaya Niwa.

—Es un placer teniente—ambas jóvenes hicieron una reverencia.


—El placer es mío señoritas—haciendo también una reverencia. Y este fue el comienzo de una agradable conversación.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

En la cuidad de Hokaidoh, un terrateniente, estaba a punto de morir.

—Señor Inu Taisho, así que esta es su última voluntad—decía el abogado de la familia.

—Así es Totosai—firmando aquel documento que habían redactado— ¿Sesshomaru, aún no ha llegado?

—No, pero no debe tardar—mirando por la ventana, para poder ver si venia alguien—crees que ese muchacho lo acepte, así como si nada.

— ¡Claro que no!, pero lo tendrá que aceptar—intentando acomodarse en la cama. En ese momento tocan la puerta.

—Adelante —digo Totosai.

—Señor, el joven Sesshomaru hallegado—la sirvienta.


—Dile que suba.

* * * * * * * * * * * * * *

1 mes después…

Los encuentros de aquellos jóvenes se habían hecho más frecuentes, pero su relación cada vez se hacía más cercana, y hoy se aclararía.

Con ayuda de su prima y de una sirvienta Kagome pudo salir de su casa, para encontrarse con el teniente. Cerca de la iglesia un joven peli-plateado, esperaba al amor de su vida, este era el gran día en que le confesaría el amor que siente por ella.

* * * * * * * * * *

Mientras tanto en Hokaidoh, un joven ambarino se hacía posesión de todos los bienes que había heredado de su padre.

—Vaya amigo, quien iba a pensar que hoy serias todo un terrateniente—decía un joven peli-negro.

—Lo que dices es verdad Bankotsu—revisando algunos documentos.

—Y dime Sesshomaru, ¿Qué piensas hacer ahora? —pero este no pudo responder, ya que estaban golpeando la puerta del despacho.

—Adelante.

—El administrador, ya está aquí—decía la sirvienta.

—Dile que voy enseguida—le dijo y la sirvienta se retiró del lugar.

—Vamos a ver—decía Sesshomaru, retirándose de allí con su amigo, para ir hacia la sala. Cuando llegaron se encontraron con un hombre ya de edad y con una muchacha de cabellos negros, tez blanca y de unos ojos color rojos muy hermosos.

—Buenas tarde, señor Sesshomaru—decía el hombre mayor.

—Buenas tarde—decía el joven, estrellándole la mano—déjenme presentarles a mi amigo Bankotsu Takahashi.

—Mucho gusto—decía el hombre—mi nombre es Deisuke Takeru y ella es mi hija Kagura—la muchacha hizo una leve reverencia.

—Debo decirle que estuve al servicio de su padre durante cinco años—mientras que le entregaba los libros de cuentas.

—Si lo sé, y me alegra tener a un empleado como usted—mientras que le daba una ojeada a los libros que le habían entregado—espero contar con sus servicios—cerrando los libros y estrellándole la mano.

—Cuente con eso—aceptando el apretón de mano.

La hija del administrador, quedo deslumbrada o mejor dicho se enamoró a primera vista del joven Taisho.

* * * * * * * * * * * * * * * *

Inuyasha, pudo ver a lo lejos a su amada. Cuando al fin se encontraron, fueron a un lugar más apartado, para que nadie los viera y pudieran conversar mejor.

—Kagome, sé que es muy pronto, para sentir esto—tomando las manos de la muchacha—pero yo te amo, desde que te vi en aquel baile.

—Inuyasha yo…—no pudo terminar, ya que el joven la había soltado las manos.

—Sé que una señorita de su clase, jamás pondría sus ojos en alguien como yo—se podía notar la tristeza, por su tono de voz—alguien que no tiene en donde caerse muerto y solo le puede ofrecer su corazón.

—No es eso—mientras que en sus ojos salían algunas lágrimas y lo abrazaba—porque yo también te amo—cerrando aquella declaración con un tierno y dulce beso.

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¿Que pasara con estos dos jóvenes? ¿Podrán ser felices o a terceras personas arruinaran su amor?
Espero que les haya gustado.
Espero tener pronto el próximo capítulo:)

 

Capítulo 3

Había pasado unos ocho meses de aquella declaración y estos dos jóvenes siempre se mandaban recados para verse en secreto, él siempre la esperaba cerca de la iglesia y este dia no iba hacer la exención.

El joven teniente esperaba ansioso a su bella amada, que tenía una nueva noticia que darle, quizás a la muchacha no le alegraría mucho.

—Kagome, tengo algo que contarte—con un tono muy serio, mientras que caminaban a una pequeña plaza, un poco alejada de la ciudad. Era muy hermosa con gran variedad de flores y arbustos.

— ¿Qué es lo que tienes que decirme? —muy asustada, pensaba lo peor.

—Me han mandado a una misión muy importante—mientras que se sentaban en una banca que estaban entre medio de dos rosales—te prometo que apenas este de vuelta, voy a hablar con tu padre.

—Está bien, pero yo hubiera preferido que lo hicieras antes de que te marcharas—la tristeza se podía notar en su tono de voz.

— ¡Aun crees, ¿que tu familia me acepte?!—algo preocupado.

—Puede ser que mi madre no, pero sé que mi padre entenderá—mirándolo directamente a los ojos—mi padre siempre me ha dicho que puedo elegir al hombre con quien me he de casar—decía muy segura de las palabras que estaba diciendo.

—Quizás sea cierto, pero no crees que lo hacha dicho para que tu eligieras un hombre de tu misma posición—mirándola—pero bueno Kagome, esto es para ti—entregándole una cajita de música—es para que me recuerdes.

—Es muy hermosa—abriéndola en donde se pudo escuchar una linda melodía.

Terminaron esta cita dándose un tierno beso.

La chica al llegar a su hogar, se encontró con su madrastra, la cual siempre le reclamaba, que su familia está en la ruina y ella no hacía nada por remediar esta situación.

—Eres una niña insensata—decía la señora de la casa, agitando su abanico.

—No es eso madre—sentándose en el borde de su cama—lo único que deseo es casarme enamorada, y usted sabe que mi padre me apoya.

— ¡Lo que pasa es que eres una soñadora! —Levantando un poco su voz—te hemos propuesto miles de candidatos y tu nada que te decides, espero que sientes cabeza y que sea luego.

* * * * * * * * * * * * * * * *

En la misma ciudad, dos jóvenes recién llegados iban conversando por las calles de Tokio.

—Sesshomaru, ¿Qué piensas hacer ahora? —decía el oji-azul.

—Lo primero es poner todo los asuntos financieros en orden y después…. —pensando en lo que le habían dicho antes de proclamarlo heredero.

&&&&& Flash back &&&&&

En el lecho de muerte de su padre, el abogado de este había redactado el testamento de Inu Taisho, al fallecimiento de este Totosai estaba listo para hacerle saber sus derechos.

—Yo Inu Taisho, en uso de mis facultades mentales declaro heredero de mis bienes, a mi hijo Sesshomaru—mirando la reacción del muchacho—tengo que aclarar que tu padre dejo dos clausulas, la primera es que debes elegir a una esposa en menos de un año, si no yo lo hare por ti y la segunda se te dirá en su respectivo momento—pasándole un documento, para que lo firmara.

&&&&& Fin flash back &&&&&

—Piensas buscarte una esposa—decía Bankotsu.

—Eso creo.

—Y ahora que tienes dinero, ¿Qué tipo de mujer piensas buscar? —mientras que le daba unas palmaditas en la espalda a su amigo—acaso, una mujer como la del estatus de ella—señalándole a una hermosa joven que caminaba en el centro de la plaza acompañada de un caballero y una sirvienta.

—Puede ser—viendo a la oji-chocolate, recogía a un pobre niño que había caído al suelo.

Después de tres horas, Sesshomaru fue a visitar al encargado de vender las reses y administrar sus bienes que tenía en ese lugar. Al llegar a ese lugar, encontró aquel joven que hace algunas horas acompañaba a esa hermosa joven. Vio como el administrador le entregaba una bolsa de dinero y le hacía firmar un documento.

Cuando por fin pudo atenderlo, el anciano lo trato muy mal, ya que no sabía de quien se trataba, en el momento que el joven Taisho le dijo quién es, cambio cien por ciento su actitud hacia él, se notaba un nerviosismo sabia perfectamente a que venía el chico y si eso es como pensaba se metería en serios problemas. Cuando el muchacho le pregunto sobres las cuentas este a lo único que se le ocurrió fue decirle en ese momento a Sesshomaru que no había tenido tiempo para actualizar los libros. El ambarino le dijo que volvería aproximadamente en un mes y se marchó del lugar.

Unas cuantas horas después Sesshomaru y Bankotsu fueron a tomar algunas copas en un bar de la cuidad, en este lugar se volvieron a encontrar con aquel muchacho de hace un rato.

—Este bar debería reservarse el derecho de admisión—decía el oji-chocolate, mientras que hacia su jugada.

Los dos amigos hicieron que no habían escuchado el comentario del joven, ya que sabía perfectamente que este estaba dirigido a ellos por la forma en que vestían.

Un mesero pasaba enfrente del joven peli-negro, y este le pregunta si sabia de quien se trataba aquellos caballeros.

—Sí, sí señor, es el hijo del difunto Inu Taisho—menciono el mesero.

El muchacho al saber de quien se trataba, se dispuso ir a pedirles una disculpa, dejando de lado su juego de cartas.

—Disculpen en verdad, yo no sabía—mientras que hacia un gesto para poder ver si se podía sentar junto a ellos, lo que estos aceptaron—discúlpenme no haberme presentado, me llamo Souta Higurashi—y desde ese momento se ponen a conversar.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

En otra parte Kagome fue avisitar a su prima Dango, para saber si tenía otra noticia o le había llegado carta de su amado Inuyasha.

Estando en la sala Kagome y Sango conversaban plácidamente hasta que su prima le mostro lo que tanto estaba esperando. Leyó la carta muy entusiasmada y feliz. Aunque este no le dijo de qué se trataba la misión ella sabía perfectamente que se trataba sobre la guerra que se estaba llevando a cabo en el país.

— Y dime, ¿Qué te dice? —preguntaba Sango, mientras que bordaba.

— Dice que me quiere y que me extraña tanto como yo a el—suspirando.

— Se ve que estas muy enamorada.

En efecto así era, ambos estaban muy enamorados, tanto que no les importaba lo que digieran los demás e incluso no le importaba que ocurriera en esa bendita guerra contar de estar juntos.

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¿Qué pasara con ellos dos de ahora en adelante?

¿Qué tendrá que ver Sesshomaru en todo esto?

Espero que hayan disfrutado el capítulo, de igual forma que yo lo disfrute escribiéndolo.

Nos leemos pronto.

Sayonara :)

 

En capitulo anterior…

En efecto así era, ambos estaban muy enamorados, tanto que no les importaba lo que digieran los demás e incluso no le importaba que ocurriera en esa bendita guerra contar de estar juntos.

Capítulo 4

Kagome, estaba feliz con la noticia que había recibido ayer en la carta de su amado, en donde decía que en pocos días estaría de vuelta en la ciudad. La chica en esa mañana fue a recibir a su tía Kaede, que venía llegando de Europa, así que decidió esperarla en la puerta del jardín de su casa.

En ese mismo instante el joven Taisho, se iba de la ciudad ya que había terminado todos sus trámites en ese lugar, pasaba con su carruaje en frente de una gran mansión que se notaba que pertenecía a una de las familias más adinera de Tokio, en la puerta de esta estaba la hermosa joven que había visto hace algunos días. Asomo su rostro en la ventana de su carruaje para ver mejor y en efecto era aquella muchacha, pero en esta ocasión se veía como un ángel recién bajado del cielo.

Un mes después, Sesshomaru, durante ese tiempo estaba arreglando todos los asuntos que su padre había dejado inconcluso y también realizaba nuevos proyectos. Antes de continuar con todo eso que tenía que hacer, tendría que viajar nuevamente a Tokio, a revisar que todos sus negocios en ese lugar estuvieran bien.

*** * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Kagome e Inuyasha, seguían viéndose a escondida buscando el momento preciso para hablar de su amor a los padres de ella.

La familia Higurashi, pasaba por una gran crisis económica y Souta, no ayudaba mucho siempre que iba al bar se ponía a jugar cartas apostando enormes cantidades de dinero, la última suma que debe asciende a casi diez millones de dólares y como decían ellos una deuda de juego es una deuda de honor.

El joven angustiado por su situación no le quedó otra opción que contarle a su madre.

—Souta, ¿Qué es lo que te pasa? —decía la madre, con preocupación por la car que tenía su hijo.

—Madre, yo…he perdido casi diez millones de dólares en un juego de cartas—, sabiendo que su madre se lo iba a reprochar.

— ¡¿Qué?, pero como se te ocurre! —, muy enojada— ¿Qué piensas hacer ahora?, y no pienses en decirle a tu padre ya sabes que está muy delicado de salud y si se entera de esto le puede dar un infarto—, retirándose de la sala.

Claro que no le iba a decir nada a du padre, no solo porque estaba muy enfermo si no que esto sería un gran motivo para que lo echara de la casa ya que su padre, siempre le decía que era un bajo y otras cosas más. Así que decidió ir a pedir un préstamo al administrador de Taisho.

—Max, necesito un préstamo—decía Souta.

— ¿De cuánto estaríamos hablando? —.

—De diez millones de dólares—.

— ¿Qué?, pero eso es mucho dinero… yo no tengo esa cantidad—, parándose de su escritorio para quedar en frente del muchacho.

— ¿Cómo?, no me vengas con ese cuento se perfectamente que tú haces estos negocios con el dinero de tu jefe—encarando a Max.

—No, señorito claro que tengo el dinero es solo que no lo tengo en efectivo usted, sabe que nadie anda con esa cantidad en los bolsillos—, colocando una cara seria—aunque necesito una garantía todos sabemos que su familia no está en muy buena situación económica y tengo que asegurar mis intereses.

— ¿Qué clase de garantía? —.

—Podría ser las escrituras de su casa—.

— ¿Acaso no te vasta con mi palabra? —decía molesto el oji-café.

—Ya le dije que no es eso, solo velo por mis intereses—.

El castaño estaba realmente angustiado ya que los estaban presionando para que pagara el dinero y si no lo hacía hoy mismo, mañana irían a la casa de su padre a cobrarlo y era lo menos que quería. Esa misma tarde fue al despacho de su padre y aprovecho que no había nadie en casa para sacar las escrituras de la casa.

Estando al frente del señor Max, Souta, le puso las escrituras en su escritorio y el administrador le entrego una bolsa con el dinero no sin antes hacerlo firmar un contrato, el chico antes de firmarlo le hace una advertencia la cual consiste en que no tora la escritura. Llegando as u casa se encuentra con su madre en el despacho de su padre.

—Madre, ¿Qué está buscando? —.

—Tu padre me mando a buscar las escrituras—abriendo un cajón del escritorio—quiere ir a pedir un préstamo al banco para pagar la hipoteca de la hacienda.

—Madre yo…—preocupado por lo que acababa de hacer—madre, no creo que encuentre las escrituras.

— ¿Qué es lo que me tienes que decir? —, sabía perfectamente que su hijo había cometido un imprudencia.

—He dado las escrituras de la casa como garantía para que me emprestarán dinero para pagar mi deuda de juego—, muy avergonzado por lo que había hecho.

La madre, pego un grito no podía creer la imprudencia de su hijo, tuvo que pensar algo rápido porque tenía que recuperar la escritura cueste lo que cueste.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

El joven terrateniente fue a ver a su administrador había revisado el libro de cuenta con su amigo y notaron grandes faltas que no coincidía con los antecedentes que tenía su administrador de confianza y claramente se notaba que le estaba robando.

Estando en la oficina de Max, empezaron a discutir, al final el administrador admitió lo que estaba haciendo.

—Señor, le juro que le devolveré hasta el último centavo—, muy arrepentido por lo que hizo—, pero por favor no me denuncie con la policía tengo hijos y esposa por los que velar.

—Y ¿cómo piensa pagarme? —con un tono de burla.

—No se burle señor, ahora no tengo dinero ya que acabo de prestarle un dineral al señorito Higurashi, y como garantía me dio la escritura de su casa—.

—La acepto—.

—Pero señor—, no entendía lo que el joven estaba haciendo.

—Si me la da abra cancelado la deuda que tiene conmigo y no tendré que llamar a las autoridades y yo me encargare que el joven Higurashi cancele su deuda—.

Con esto cerraron el trato.

* * * * * * * * * * * * *

La señora Higurashi y su hijo, fueron en dirección a la oficina del señor Max, pero al llegar allá se encontraron con la sorpresa de que el caballero no tenía la escritura y que se la había dado al joven Taisho.

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¿Qué pasara ahora que Sesshoraru tienes las escritura de la misión Higurashi?


Espero que les allá gustado y les aviso que en los próximo capítulos la personalidad de algunos personajes las cambiare un poco.

Nos leemos pronto

 

En el capitulo anterior…

La señora Higurashi y su hijo, fueron en dirección a la oficina del señor Max, pero al llegar allá se encontraron con la sorpresa de que el caballero no tenía la escritura y que se la había dado al joven Taisho.

Capitulo 5

Al día siguiente, Souta y su madre, fueron a la residencia Taisho, para pedirle al joven que les devolviera su escritura y a cambio de ella le daría todas sus joyas para pagar su deuda.

—Y dígame, ¿a que debo su visita? —decía el peli-plateado.

—Señor vengo a pagar mi deuda —poniendo la bolsa de joyas—espero que esto sea suficiente.

— ¿De que esta hablando? —fingiendo que no sabia de lo que estaban hablando.

—Por favor señor, no se haga el tonto—fue el turno del mas joven en hablar—sabe que nos referimos a la escritura de nuestra casa.

—Era eso, pero debo decir que no me interesan sus alagas señora—, esperando la reacción de los presentes.

No entendían con exactitud lo que quería decirles el ambarino, después de un rato desagradable conversación; según la madre e hijo llegaron a un acuerdo, aunque no muy conforme aceptaron y se fueron a su domicilio.

• * * * * * * * * * * * *

En la puerta de la iglesia dos jóvenes enamorados se volvían a rencontrar después de mucho tiempo, ambos esperaban con ansias este momento de volverse a ver y con un beso dulce, tierno y a la vez apasionado eran felices tanto que toda esa felicidad no les caí en el pecho.

—Te amo tanto—decía la muchacha abrazando a su teniente.

—No sabes cuanto te extrañe, todas las noches no hacia otra cosa mas que pensar en ti—correspondo el abrazo de la peli-negro—como te lo he prometido hoy mismo iré hablar con tu padre.

—vamos a tener que postergar eso, hasta la próxima semana.

— ¿Por qué? —asombrado, ya que pensó que era lo que mas quería.

—Mi padre, no se encuentra, tuvo que salir urgentemente a la hacienda —le decía triste, ya que espero por mucho tiempo y ahora lo tenia que posterga.

• * * * * * * * * * * * * * *

Llegando a su casa, en donde se encontraba toda su familia, la cual se encontraba muy extraños no tomo atención y se fue al jardín a plantar una nueva estirpe de flores, ese era su pasatiempo favorito, estaba en eso cuando su hermano llego y empezaron a conversar del, ¿Por qué? de su rechazó a todos los candidatos que le había propuesto su madre.

— ¡No me digas, ¿Qué estas enamorada?!—.

—Bueno… si te lo digo me prometes que no vas a decirle nada a nuestros padres—con un tono de suplica, su hermano le hizo un gesto con el cual la azabache dio por entendido que estaba de acuerdo—si, lo estoy es un hombre guapo, instruido y muy gentil se llama Inushaya Niwa.

—Así, que era eso—pensó—Ahora que me acurdo hace algunos días un amigo, me dijo que te habían visto acompañada de un teniente—viéndola a la cara—¡No me digas que se trata de el!

—Si—lo dijo feliz, por fin había podido hablar de él con alguien de su familia.

• * * * * * * * * * * * * *

En la casa Taisho, el joven Bancotsu, era enterado por su amigo sobre todo lo que había pasado esa mañana.

— ¿Estas seguro de lo que estas haciendo? —un asombrado peli-negro.

—No, pero…—ni el mismo entendía porque lo estaba haciendo.

— ¡¿No será que te has enamorado a primera vista de esa jovencita?! —poniéndole una cara picara.

Sesshomaru, había quedado muy pensativo antes las palabras de su amigo, pero para él no era posible que se allá enamorado de esa joven, ni siquiera la conocía bien.

• * * * * * * * * *

De eso paso unos cuantos días, por fin había llegado el general Higurashi, este era el momento preciso para el joven teniente fuera hablar con el, eso era lo que pensaba Kagome.

En la sala de la mansión Higurashi, madre, tia e hijo, intentaban ver como podrían hacer para que la azabache aceptara el cortejo del joven Taisho, pero antes debían conocerse formalmente.

—Y dígame madre, ¿Cómo piensa presentarlos? —acercándose a ella.

—Lo mas lógico seria en un baile.

—Pero nuestra situación económica no esta para fiesta—fue el turno de Kaede, en opinar.

—Bueno quizás no para una fiesta grande, pero si podemos hacer una con pocos amigos—decía la madre de Souta.

Con decisión conversa esa noche con su esposo, sobre la fiesta que quería dar el hombre al principio no quería, pero su esposa lo terminó convenciendo.

Al día siguiente ella y su hermana redactaron las invitaciones las cuales después la enviaron a las familias de la más alta sociedad incluyendo al joven Taisho.

• * * * * * * * * * *

En la residencia Taisho, un empleado de la familia Higurashi, hacia entrega de la invitación al baile que daría aquella familia.

—Patrón, acaba de llegar esto—le decía el anciano sirviente.

—Gracias—recibiendo la nota—te puedes retirar.

—Señor, el joven que a traído la nota espera su respuesta.

El joven leyó la nota y le dio su respuesta al empleado.

Unos pocos minutos después, estando en el comedor Sesshoamru y Bankotsu, desayunaban tranquilamente hasta que el peli-plateado le comento sobre la fiesta a la cual lo habían invitado los Higurashi.

— ¿Y piensas ir? —decía el peli-negro.

—Si, por supuesto.

—Entonces tendremos que mandar hacer unos trajes adecuados para la ocasión—contesto el moreno.

—Claro que si, después de desayunar iremos con el sastre después de desayunar—comiendo un bocadillo.

Como habían planeado después de desayunar los dos amigos fueron donde el sastre para encargar sus trajes.

• * * * * * * * * * *

Pasaron los días y se podía ver lo agitada que andaba la familia Higurashi, de un lugar a otro, todo se debía a la fiesta que darían este fin de semana que según ellos “era para restablecer amistades”.

Kagome, en uno de esos días escucho a su madre hablar sobre la celebración y el propósito de esta. La joven desde que se entero de la velada sospecho de que se trataba una nueva artimaña para presentarle a otro candidato para convertirse en su esposo, claro este tenia que tener un buen apellido y una suculenta fortuna.

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Espero que allá sido de su agrado :)

¿Qué pasara el la velada?

 

Espero que me puedan perdonan la demora. y que les guste este nuevo capitulo

En el capítulo anterior...

Kagome, en uno de esos días escucho a su madre hablar sobre la celebración y el propósito de esta. La joven desde que se entero de la velada sospecho de que se trataba una nueva artimaña para presentarle a otro candidato para convertirse en su esposo, claro este tenia que tener un buen apellido y una suculenta fortuna.

Capitulo 6

Por fin había llegado el tan esperada noche. La joven Higurashi, no le hacia mucha gracia , todo esto de la fiesta sobre todo porque su madre le presentaria a un nuevo candidato para ser su esposo.

La chica en verdad estaba arta de todo esto, ya que siempre eran hombres de edad, no era que le importara mucho pero si ella tenia que elegir le gustaria casarse enamorada, asi como lo esta del teniente Niwa, a Kagome, le ubiera gustado que su padre estuviera presente en la fiesta, pero lamentablemente despues de una noche y un dia en casa tubo que marcharse nuevamente a la hacienda, y paraciera que unicamente fue a darle premiso a su madre para la fiesta.

Todos los invitados ya estaban en el salón, solo faltaba la hija de los Higurashi.

— Kagome, ¿ya estas lista?—decia la tia de la chica.

—Si, tia—saliendo del cuarto.

—Mi niña te vez hermosa—decia con asombro. Kagome, llevaba un vestido color lila, con algunos encages brillantes, un collar de diamentes en forma de corazón, pequeños aros tambíen en forma de corazón y un peniado digno de una princesa.

— Gracias tia—algo sonrojada.

—Bajare yo primero, para decirle a ti madre que estas lista—mientasc que iba hacias las escaleras.

La oji-chocolate estaba muy nerviosa por lo cual espero algunos minutos para poder tranquilisarce —. ¡Allá voy!—se dijo así misma.

Cuando bajaba las escalera acaparó todas las miradas de los presentes , cosa que hizó que la muchacha se avergonzara más de lo que ya estaba.

Sesshomaru, quedó atonico con la belleza de la azabache, nunca había visto una mujer más hermosa que ella.
Souta, fue a su recibimiento, todos los presentes estaban esperando su bajada,su hermano la guío hasta la sala en donde se encontra su madre, tia y prima.

— Kagome, realmente te vez hermosa—decia Sango.

— Gracias Sango, perom no es para tanto—con una sonrisa—porque dejame decirte que tu tambien te vez preciosa.
—Puede ser—se podia notar la tristeza en su voz.

—¿ Qué es lo que te secede?—mientras que camionaban a un lugar donde pudieran conversar sin que las oyeran.
— Mis padres estan negociando mi matrimonio con Naraku—, sonsoñando—se que él, no es un hombre de edad y tambín muy guapo, pero al igual que tu, yo queria casarme enamorada.

—Sé, como te sientes, si quieres...—, pero fue interrumpida.
— Hija, ven acá un momento— decia su madre, tomandola del brazo para llevarsela— perdón Sango, es solo un momento.
Caminaron hasta llegar donde estaba su hermano converdando con dos caballeros, uno era peli-negro y el otro era peli-plateado.
—Caballeros, dejenme presentarle a mi madre y hermana— decía Souta.
Las dos mujeres hicieron una leve reverencia.
—Mucho gusto— decían en unísono las mujeres.
— El gusto mio— dijieron ambos muchachos.
— Madre, hermana, el es Ssshomaru Taisho y su amigo...— no recordaba como se llamaba.
— Bankotsu Takeru— dijo el peli-negro.
La joven quedó muy asombrada con el parecido del joven Taisho, con su amado Inuyasha, las unicas difrerencias que pudo notar en ese momento es que Sesshomaru, era un poco mas alto que Niwa, y su semblante era mas frio y serio.
Al transcurso de la velada Sesshomaru y Kagome, bailaron algunas piezas de vals en donde él le dejaba en claro su interés hacia ella. Tambíen la oji-chocolate estubo conversando con su prima sobre lo guapo que era el joven Taisho, pero tambín del pareciso que tenia con el teniente de caballeria.
Al dia siguiente Sesshomaru, no estaba convensido de seguir con lo que estaba haciendo con la familia Higurashi, cosa que se lo estaba comentando a su amigo, mientras que caminaban por la cuidad, cuando derepente ven a un hombre tirado en el suelo, se asercaron para ver si podían ayudar en algo, pero al llegar allí se encontaron que el caballero estaba inconsiente y mucha gente lo rodeaba en eso escucharon que se trataba nada mas, ni mada menos que el general Higurashi, los dos amigos no dudaron ni un minuto en llevarlo a la masión de su familia.
— ¡¿Qué le pasó?!— preguntaba desesperada la señora Hgurashi.
— Lo encontramos inconsiente en plena avenida— respondia el peli-plateado.
— ¡Katsuya, Katsuya!—llamaba la señora a su sirvienta—ve por el doctor rápido.
— ¿Cómo esta Kagome?— decía el ambarino.
—Ella en este momento se encuentra un poco indispuesta— le explicaba la dama.
— Entiendo—.
Los dos jovenes esperaron para saber el estado del general, pero luego se retiraron de la residencia, sin antes la señora de la casa le dijo que su hija lo apreciaba mucho, pero que era muy timida para aceptarlo.Aunque la verdad la señora no sabia que hacer para que su hija lo aceptara.
— Está niña, no se que voy haver con ella— muy agobiada.
— No tendra por ahí, aún enamorado—mensiono su tia.
Souta, sabia perfectamente el, ¿por qué? de su hermana no aceptaba a Sesshomaru, pero no queria traicionar la confianza de Kagome, pero tampoco queria que su familia estuviera en la ruina por caprichos como este.
— Mi tia tiene razón —se escucha la voz del chico.
—¿De qué estas hablando?—.
— Madre, Kagome tiene un enamorado y es el teniente Inuyasha Niwa— decía Souta—, pero por favor no le vallan a decir que fui yo quien se lom dijo, no quiero perder su confianza.
— No lo puedo creer,¿cómo se le ocurre?—agitando muy rápido su abanico—¿Qué vamos hacer ahora?—decía la madre de Souta.
—No lo se, aunque podriasmos hablar con el general Satoshi, alomejor el puede hacer algo—.
—Tu hijo tiene razón—opinó Kaede.
—Ustedes creen—viendo como su hermana e hijo asistian—entonces mañana temprano lo hire a ver—muy decidida—pero tu Souta, tendras que hablar con ese sinverguenza.
Al otro día, muy temprano la señora Higurashi, fue a ver al general Satoshi, para hablarle acerca del problema que tenia con uno de sus tenientes. La señora le dijo que el teniente de caballeria Inushaya Niwa, persiguia a su hija y no la dejaba tranquila, el general le dijo que haria todo lo mque esta a su alcanse para ayudarla.
Ese mismo día Souta, fue a ver al teniente al cuartel.
—En que puedo ayudarlo—decía el peli-plateado.
—Vengo a decirle que deje a mi hermana en paz—enfrentandolo—a caso no sabe le daño que le esta haciendo.
—Y según usted, ¿Cúal es el daño?
— ¡Cómo que cúal!, acaso no se da cuenta que la esta perjudicando...—fue interrumpido.
— Yo la amo, y se que ella tambíen me ama—.
— Y dijame, que le puede ofrecer a mi hermana alguien usted—.
— Sé que no poseo una gran fortuna ....—.
— Mejor callese —alterado—no vuelva a busacar a mi hermana, se lo advierto.
— Me esta amenasando—.
— No solo es una advertencia— para salir de aquel lugar.
Esa misma noche el teniente Inuyasha, entró a escondida a la masión Higurashi, por la puerta trasera, busco una piedra y la aventó hacia la ventana del dormitorio de Kagome. La azabache sintio unos ruidos que provenian de su ventana, se levanto y se puso su bata para opbservar por la ventana y vio que el que estaba provocando esos ruidos eran las piedras que le aventaba su amado, le hizo una seña para que la esperara.
Cuando llego a la entrada del jardín el peli-plateado recibio a la chica con un tierno beso, para despues diriguirse a conversar a la terraza que esta cubiertas de todas clases de estirpe.
— Kagome, hoy tu hermano me fue a ver al cuartel — tomandola de las manos — para advertirme que me alejara de ti.
—¡¿Cómo mi hermano?!—muy sorprendida.
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¿Qué pasara con esots jovenes amentes?
¿Les gusto?
¿Parte favorita?

nos vemos pronto.

 

Capitulo 7

—Si, y hoy en la tarde vine hasta tu casa para pedir tu mano a tus padre, pero tu madre me lo impidió— hablando muy seriamente— y por eso dudo mucho que tu familia me acepte.

—¡Entonces , ¿que vamos hacer?!—.

—La única opción que nos queda es irnos juntos, en donde nadie nos encuentre.

—Esta bien, solo de jame intentar hablar con mi padre y si no resulta me voy contigo— muy segura del paso que iba a dar.

En la tarde del día siguiente, Kagome aprovecho que su padre estaba solo en su despacho para hablar con el.

— Padre, ¿como se ha sentido?—.

— Mucho mejor— dejando de lado los documentos que estaba revisando— no tienes de que preocuparte— dirigiéndose donde esta ella, para tomar asiento en una silla, que estaba junta a donde estaba su querida hija.

La chica se arrodillo, para quedar en frente de la mano de su padre, tomo con delicadeza la mano de este y le hice una que otra pregunta adherente sobre lo que le había prometido.

— Hija, yo te eduque para que no tuvieras que pasar necesidades —aclarando bien las cosas a su querida hija — y con respecto a lo que tu decidas con el hombre con cual quieres casarte, si tu puedes decidir, pero tienes que elegir entre hombres que estén a tu mismo nivel, no puedes casarte con un hombre inferior o de menos esta tus que tu.

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En otra parte, Inuyasha caminaba en dirección a la mansion Higurashi, pero antes de llegar tiene que pasar por un camino desértico, por el cual no transita nadie. E n eso aparecen cuatro hombres armados, los que acorralaron y golpearon brutalmente, causándole la inconsciencia. Los hombres lo montaron en un caballo y se lo llevaron de aquel lugar.

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Llegando la noche Kohaku y Souta, fueron a una caverna en la cual había un grupo de actores. A medida que llegaba la noche Souta, conversaba con una de las actrices llamada Susu, el peli-negro le estaba haciendo una oferta.

—Y di me, ¿que tengo que hacer?—decía Susu.

— Solo tienes que hacerte pasar por una persona— entregándole una bolsa de dinero.

A la mañana siguiente en la mansion Higurashi, una joven hermosa podia hablar con Kagome. La chica acepto hablar con ella y le dijo a su sirvienta que le dirigiera que la esperara.

—¿ Usted es Kagome?— decía la chica.

— Si, soy yo— sorprendida ya que nunca la había visto —y ¿usted quien es?

—Disculpe, me llamo Haruko Tashiba de Niwa— mirándola a los ojos, para ver la cara de sorpresa que tenia la joven —si, soy la esposa del teniente Inuyasha Niwa.

—¡No puede ser!.

— Lo que digo es cierto, hasta tenemos un hijo— mientras que en sus ojos salen algunas lágrimas— somos de la cuidad de Hiroshima, y hace algunos meses recibí una carta de el, diciendo me que estaba enamorado de una señorita distinguida y que se iba a casar con ella.

La azabache, no podía creer todo lo que había escuchado, ella y la mujer de Niwa, estuvieron conversando por un largo rato y donde pudo convertirse de que todo lo que le decía era cierto.

Después que Haruko, se fuera la oji-chocolate quedo destrozada, aunque no lo aceptaba por completo y la única persona que podía decir que todo lo que digo aquella mujer era verdad, era su amado. Aunque su madre, le prohibió ir a buscarlo ella no podía con esa angustia, salio a escondida rumbo al cuartel, en donde pregunto por Inuyasha, en donde le dijeron que desde ayer , no había ido, y que cuando lo fueron a buscar no lo encontraron, tal parecía que había desertado.

La chica no lo podía creer, no podía ser que su amado la había engañado todo este tiempo. Mientras pensaba en todo esto, no se dio cuenta que estaba caminando por donde estaba una gran revuelta, ya que los soldados estaban intentando arrestar a algunos rebeldes.Pero aun así la muchacha no podía dejar de llorar y también sus lágrimas no paraban de salir, pero la causa de las lágrimas no era tan solo por lo que había pasado con su amado, si no que también por lo asustada que se encontraba con toso el caos que se estaba produciendo con aquellos disparos, La joven salio corriendo, pero no podía salir de aquel lugar, en eso la empujaban, causandole que chocara con una pared, que le provoco una herida en su cabeza por lo cual se desmayo.

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Mientras tanto en la caverna, el joven Higurashi, esperaba a la hermosa actriz.

—¡ Al fin llegas !—decía el azabache.

— El trabajo no fue tan difícil—enbosando una sonrisa — pero no te preocupes quedo totalmente convensida de que yo era la esposa de ese tal Niwa— dandole un beso en los labios al muchacho— y dime, ¿por que quieres alejar a tu hermana de ese tal Inuyasha?

—Porque es un don nadie y lo unico que quiere es desprestigiar a la ingenua de mi hermanita—dijo el chico enojado.

— Asi, que de eso se trataba—mirandolo fijamente —eso quieres decir que hice algo para ayudar.

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Por casualidad Sesshomaru, caminaba rumbo a su casa y se encontro con Kagome, desmayada, la tomo entre sus brazos y la lleva a su mansion , la acusta en su cama y le pide ayuda a uan de sus sirvientas a avisarle a la familia de la joven lo que habia sucedido. A los pocos minutos Sesshomaru, fue a ver a la azabache, para poder cambiarle el vendaje, por lo que esta desperto y se asusto mucho, pero el le explico lo que habia pasado y que no se preocupara ya que el era medico.

Después de una media hora, dos elegantes mujeres estaban en la masion Taisho.

— Oh, mi nila mira como te han dejado— le decia su tia, mientras que la abraza ba.

— E so le pasa por imprudente — decia molesta la Sra Higurashi.

—Madre, tenia que saber la verdad, no me podia quedar con la duda que me consumia por dentro— decia tristemente Kagome.
— Ya mi vida— intentaba consolar su tia— deberias de entenderla— esas palabras iban dirigidas a su hermana.

—¡Claro que no la entiendo!

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¿Que pasara de ahora en adelante?

¿Espero que le aya gustado?
:)