Juegos de luz. Saltaba, corría, bufaba. Se agitaba, e incluso maullaba. He de decir que era divertido verlo así, y creo que todo el Distrito 13 pensaba lo mismo. A nadie le importaba que las baterías se fueran a gastar, el verlo juguetear intentando cazar la luz de la linterna valía mucho más que miles de baterías nuevas. Sus sonrisas, aquél momento de leve alegría, hacía que aquello valiese la pena. No nos gustábamos, no nos queríamos. Pero no puedo mentir, fue él quien me devolvió la sonrisa luego de tanto tiempo; el gato loco, el mismo que intenté ahogar años atrás,finalmente se ha ganado mi respeto. -- Fic para el juego ¿Qué es lo que ves?