Capitulo 1 El suave taconeo se hacía característico a esa hora con el paso de los días, sin pudor o miramientos y como una ladrona refugiada en la noche solía recorrer media ciudad hasta llegar a donde su mayor secreto la aguardaba, la comodidad de su ropa facilitaba su ligero paso imperceptible para un simple humano. Pero no necesitaba más, llegar a la casa, recorrer la entrada como de costumbre y colarse por la ventana, entrar al cuarto donde un musculado cuerpo masculino reposaba semi-desnudo sobre una aparentemente acolchonada cama. Detuvo su vista en el por unos momentos breves, pero al parecer interminables, paso su lengua lentamente por sus labios mientras fantaseaba con todo lo que podría hacer con ese hombre para finalmente llevar una parte de ello a su realidad. Levanto la comisura de sus labios en una sonrisa ladina y dejo ver un par de colmillos, con sumo cuidado se sentó en la cama junto a este hombre y lo acomodo en su regazo mientras acariciaba su melena oscura y finalmente sin poder resistirse más a sus instintos llevo sus labios al cuello de él dejando un beso de saludo antes de clavar sus colmillos en él, perforando con exactitud su vena y bebiendo hasta el cansancio. Perdió la noción del tiempo mientras lo hacía, cuando lo sintió perder fuerza entre sus brazos y comenzar a oponer resistencia asustada se retiró, un hilo de sangre corrió por su labio mientras ella se limitaba a intentar alejarse del hombre que ahora despierto, intentaba retenerla con una débil fuerza. Desvió por un momento su vista hacia donde él se encontraba y sus ojos que antes eran delatores del hambre que la consumía ahora se veían completamente normales, detuvo cualquier movimiento como si deseara conservar por siempre el momento en su memoria y por un simple instante se permitió relajarse. Pero ese momento fue suficiente para que el hombre la sostuviera de su cadera y la acomodara debajo de el en un movimiento que rápidamente le cobro factura y lo dejo mareado por unos momentos, ella odia asegurar que no había encontrado en su larga vida ser tan resistente como ese sujeto, había estado alimentándose de el durante varios meses cada semana y aún conservaba un movimiento tan fluido que casi podía causarle miedo. Fue entonces que hizo algo que no sabría si se iba a arrepentir o se iba a aplaudir más tarde, teniéndolo encima y notando el malestar del hombre perforo de forma rápida las venas de su propia muñeca y lo obligo a beber de ella, hacía mucho tiempo no tenía esa sensación que experimentaba en ese momento, mientras el succionaba como si la vida se le fuera en ello, ella sentía como una parte de ella era separada de su cuerpo, mas no era doloroso, al hacerlo gustosa y deseosa de ofrecerle su legado sanguíneo fue demasiado placentero, casi pudo tener un orgasmo en ese momento si el chico no se detiene antes de que algo más vergonzoso lograse suceder. Luego de eso fue como si perdiera la consciencia, sentía estar flotando, su cuerpo muy liviano para ella, pero el peso muerto de el encima de ella, en una posición comoda pero un tanto intima era de lo único de lo que estaba consciente.