Irónico. ¿Alguna vez te has puesto a pensar en tu vida y te has dado cuenta de que es más loca que una caricatura de ficción? Pues él sí. Era como estar en una especie de libro en donde alguien manejaba y juega con su vida a su antojo. En un momento era un humano normal, con una vida tranquila y al siguiente era un hombre lobo que debe luchar contra los vampiros. ¡Rayos! ¿Vampiros? ¡Por favor! Jamás había creído en esos seres. Siempre le pareció bizarro, ¡y ahora se enteraba de que él era el encargado de acabarlos! Irónico, ¿cierto? Para colmo, su enemigo natural... ¡Era el novio de su mejor amiga y la mujer que ama! Ella, la más loca de todas las mujeres del mundo a su parecer, está prendadísima a él, aún cuando sabe que puede acabar con su vida, y para remate desea convertirse en uno de ellos. Doblemente irónico. Es increíble cómo en esta vida pueden haber ironías tan enfermizas, tan ilógicas.