One-shot Invitación [Gakkou Roleplay I Daute & Aaron]

Título: Invitación.
Personajes: Daute Hanson, Aaron Yume
Fandom: Gakkou Rolplay
Summary: ''Latinoamérica no contaba con esas formalidades, y aunque su papá era estricto no le jodía por cosas como esas."
N/A: Confieso efectivamente, que me ha encantado que se conocieran. Creo que se llevarán muy bien (?)
Y, disculpas anticipadas por cualquier tipo de OcC.

Contenido oculto

Se bajó del auto con las pupilas brillantes por la emoción contenida, caminando con las manos en los bolsillos hasta la entrada de su casa en donde notó a Aaron hacer el ademán para empezar a quitarse los zapatos con educación, a lo que él le detuvo haciéndole la seña con la cabeza de que entrara, que en su casa no utilizaban ese tipo de reglas; Latinoamérica no contaba con esas formalidades, y aunque su papá era estricto no le jodía por cosas como esas. Caminó entonces por la amplia sala de estar, escuchando a una de las chicas del servicio preguntarle si deseaba algo para cenar.

—Hoy vengo acompañado —comunicó risueño—, pídenos una pizza con queso extra. Oh, y esas bebidas exóticas que me hiciste el mes pasado. Estaremos en mi habitación, Andrea.

Comenzó a subir las escaleras con su compañero de clase tras él, deparando en uno de los amplios pasillos por los cuales caminaron hasta llegar a la puerta amplia de madera, abriéndola al girar el picaporte. Su habitación constaba de una cama doble, un televisor gigante, diferentes consolas de videojuegos, un balcón y dos puertas más. Empezó a señalar una por una.

—Ese es el baño —comunicó pasando después a la otra—, y ese es el closet —comenzó entonces a quitarse la camiseta escolar para tirarla por ahí, dejando su torso desnudo mientras arqueaba una de sus cejas al ver a Aaron allí, de pie, quieto como sin entender qué hacer—, quítate la camiseta —sugirió él como lo más normal del mundo—, vamos a sudar.

Se quitó los zapatos permaneciendo en medias, sujetando el control del aire acondicionado para encenderlo e invitarlo a sentarse sobre su mullida cama, notando la extrañeza en la mirada ajena, avivando aún más las ganas por empezar a jugar, hablar, molestar.

—Prefiero quedarme con la camisa puesta —murmuró sentándose a una distancia prudente de Hanson, sujetando el control que le estiraba para observarlo entre manos como si analizara el objeto, como sino frecuentara en jugar de a mucho con las consolas electrónicas, pero verlo tan animado lo hacía sentir cómodo.

El televisor se encendió, dando de lleno en el fondo de pantalla chicas con poca ropa, por no decir desnudas. Yume se mostró contrariado mirando a Hanson con dicho tinte de esperar alguna reacción de vergüenza, pero se encontró con la normalidad en su mirada, presionando el análogo hasta dar con la ventana de una granada, abriéndose la plataforma.

—Es de un juego de bala —informó guiñándole el ojo, seleccionando la partida para dos jugadores al volver la vista al frente, sonando la puerta con suaves toques.

—¿Abro?

Asintió subiéndole volumen al televisor, notando por el rabillo del ojo el cómo la empleada le pasaba con suma delicadeza la caja mediana de pizza y la bandeja con bebidas de un tono azul. Sus labios se ensancharon en una sonrisa filosa, dejando el control sobre la colcha para ayudarle con la bandeja a Yume.

—¿Qué es eso?

Soltó una risilla, travieso mientras su empleada sonreía amistosamente y cerraba la puerta.

—Pruébalo —sujetó la cereza y se la llevó a la boca—, vamos —animó y notó la duda en la mirada ajena, como si analizara la copa llena de dichosa sustancia desconocida entre sus manos.

—¿Trae alcohol?

Ladeó la cabeza. Un cóctel solía traerlo, sin embargo al ser tan dulce no se percibía tosco en la garganta, aunque si quedaba la sensación caliente en la tráquea por el vodka, la soda de lima, y el curacao.

—No lo sé.

Su invitado frunció el ceño apenas ante la respuesta ambivalente, probando un sorbo mientras se permitía una sonrisa floja luego de sentir el líquido en su cuerpo, no lo aturdió ningún sabor amargo, por el contrario algo dulce; en cuanto dejó la copa a medias sobre la mesa de noche sujetó un trozo de pizza, comenzando a comerlo mientras Daute hacía lo mismo, además de estar hablando hasta por los codos.

—Y cómo te decía, Katrina me parece agradable.

Aaron asintió con cierta duda.

—Quizá no es tan mala como la pinta que trae.

—Deberíamos invitarla a salir, ya sabes —relajó los hombros—, yo llevo a Sasha, tú la llevas a ella.

Se echó a reír entonces luego de tragarse el trozo de pizza ante la expresión de negación rotunda por parte de Yume. Lo estaba conociendo, y empezaba a ser tan ameno el pasar tiempo. Se pusieron a jugar luego de acabar casi con la caja completa, bebiendo el trago de alcohol de lleno.

3 asesinatos-3 muertes, ganando Hanson de sobra.

Aaron desvió la mirada luego de reír tenuemente por un comentario que soltó el otro chico, divertido, mirando la puerta de vidrio que dirigía al balcón. El sol se había esfumado, ya era algo tarde.

—Es tiempo de irme —avisó—, nos vemos mañana.

Y en cuanto se levantó la habitación le dio vueltas.

Estaba ebrio.

—Uh —susurró risueño Daute apagando la consola. Estaba acostumbrado a tomar, por lo tanto aquel grado de alcohol aunque le adormecía los músculos no solía marearlo. Sus pupilas se situaron en las ajenas, viéndolo sentado nuevamente en la cama, provocando que aquel carácter risueño hiciera gala, susurrando una nueva invitación—, parece que debes quedarte a dormir.