El grupo que atravesó la puerta verde se sorprendió al recibir el inconfundible olor a abono y a vegetación, con tan solo poner un pie dentro de la sala. La humedad de la zona era notable, y pronto comprendieron la razón: se encontraban en el interior de un invernadero, repleto de cultivos que crecían bajo la luz artificial de su entorno. A su alrededor, las plantas crecían dentro de cápsulas transparentes o en contacto con el aire del entorno; varias tuberías recorrían todo el lugar, hidratando de manera eficiente cada una de las plantas que protegía. Mientras paseaban por los estrechos pasillos de la amplia estancia, un sonido rompió la calma: un portón metálico se cerró detrás de ellos con un estruendo. Las luces parpadeaban cuando la voz robótica y deferente que ya reconocían anunció lo inevitable: “Sistema de seguridad activado. Salida bloqueada.” Bueno, lo de siempre, ¿cierto? No sería una escape room si no se les encerraba en el interior de algún lugar. El grupo deberá observar, colaborar y descifrar el funcionamiento del invernadero para encontrar la forma de abrir la puerta, si es que querían abandonar aquel lugar del todo y hallar las respuestas que tanto ansiaban. ¿Podrán escapar antes de quedar atrapados para siempre en este jardín artificial? Contenido oculto Kcalbdelaperdicion Amane Gigi Blanche Lets do this! Postead tranquilamente y lanzad un dado como la última vez, de 20 caras, para valorar vuestra percepción inicial. Suerte!
Frank Dubois Los intermedios habían acabado resultándome más bien aburridos, y la supuesta información de mi pasado no había conseguido captar mi interés. No aún, al menos. Me limité a matar el tiempo en los espacios que ya conocía, husmeando la comida o jugando entre mis dedos con cualquier porquería, hasta que llegó la hora del próximo escape room. En ese instante recuperé toda la energía perdida, como si me hubiesen enchufado a la corriente eléctrica, y me reuní junto a los demás en la Zona Delta. Nuestros relojes habían cambiado. Ahora estaba solo. Paseé la vista por el resto, tarareando una melodía cualquiera. La primera ronda se había desarrollado sin altercados hasta la revelación de las votaciones, donde nuestro querido amigo Blick había decidido causar un poco de caos. La idea no me desagradaba, pero ¿era realmente necesario? ¿Y tan pronto? Todo espectáculo debía valerse de una cuidadosa planificación y un sentido de cara a la audiencia. Hacerlo porque sí era... aburrido. Además, ¿qué haría ahora bajo el papel de villano? Dudaba que tuviera el poder o la astucia para prevalecer frente al resto. Al menos, no me tocaría lidiar con él dentro del escape room. Mi querida Olivia había sido reunida con una de las niñas ultrajadas y vieron a bien proponer mi compañía. Acepté, claro, y mientras caminábamos hacia nuestro destino me pregunté qué emociones estarían contaminando la templanza de la chiquilla. Uno podría decir que su vida pendía de nuestras manos... ¿cierto? Qué escenario tan cruel y desafortunado. Nos recibió un amplio y curioso invernadero. Emití un silbido al aire, observándolo todo, y avancé despreocupadamente con las manos en los bolsillos. Siquiera me inmuté ante la voz robótica y el consecuente cerrado de las puertas e hice rebotar una pequeña hoja contra la punta de mi dedo. —¿Cómo creen que podríamos morir aquí? ¿Una planta carnívora, quizá~? Contenido oculto is this el laboratorio de ruan mei
Olivia Müller Frank aceptó hacer equipo con nosotras para aquella sala, lo que simplificó de manera considerable la parte previa a la misma. Con eso decidido, pues, los tres cruzamos la puerta que nos correspondía, adentrándonos así en la que sería nuestra siguiente prueba. La humedad de la habitación se hizo evidente tras apenas avanzar unos pasos hacia el interior y no hicieron falta más que unos pocos segundos extra para descubrir que nos encontrábamos dentro de un invernadero. La verdad era que solo entendía la mitad de las instalaciones que este lugar tenía... —O a lo mejor una enredadera creciendo alrededor de nuestros cuellos... —añadí de manera distraída tras oír el comentario de Frank, sin llegar a inmutarme demasiado por el mismo. Una vez sentí que me había acostumbrado a la atmósfera algo pesada de la sala, me paseé por la zona con la atención puesta en cualquier detalle que nos pudiera revelar qué debíamos hacer ahora.