Intocable (Captain Tsubasa)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por tedtaki, 4 Marzo 2011.

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    tedtaki

    tedtaki Iniciado

    Capricornio
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    3 Marzo 2011
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    Escritora
    Título:
    Intocable (Captain Tsubasa)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    981
    Título: Intocable
    Fandom: Captain Tsubasa
    Autor: Tedtaki
    Resumen: Gino Hernández, portero de la selección Italiana, vive días de recuerdos y de sufrimiento, pero también romances intocables… como lo es él…
    Personajes: Gino Hernandez/Darío Belli (como queráis), Aoi Shingo, Tsubasa Ozora (esos por el momento)
    Tipo: long fic
    Clasificación: + 13 años
    Advertencia: Lime y Ooc (Gino es secundario, por algo hay que inventar una Ooc)
    Género: Romance/drama
    No. De palabras: 687

    [​IMG]

    Capítulo 1.- Intocable recuerdo

    Sentado en la playa, a la orilla del mar, miraba como el horizonte estaba lejos y le parecía intocable, como lo es él… Gino Hernández siempre ha sido un chico intocable, en el campo de fútbol y en la salida de su casa, él era así, la Mano de Oro de Italia. Sus ojos perdidos no percibían la presencia de una persona que le observaba, al darse la vuelta, se dio cuenta que había un muchacho sentado en las escaleras de piedra que conducían a la playa. Gino se levantó y se acercó al muchacho, los dos se pusieron a hablar y a recordad malos y buenos momentos, pero parecía muy triste.

    Tras aquella larga charla, Gino se dirigió hacia el campo de fútbol de su ciudad (Roma). Sus lágrimas caían cuando recordaba el momento cuando conoció por primera vez el balón y el fútbol.

    Flash Back on:

    En una calle mercader, el panadero vendía sus panes a buenos precios, pero no se daba cuenta que un muchacho de unos 10 años, observaba su puesto con mucha atención. Éste miró al niño y no le dio mucha importancia, siguiendo con sus ventas. El pequeño con gran agilidad distrayó al hombre tirándole una piedra en la cabeza y cuando menos se lo esperaba, el niño robó una de las barras de pan del mostrador, el hombre al darse cuenta salió tras el pequeño, pero era tan rápido que se agotaba tan a la ligera dejándolo escapar por esta vez.

    El niño se sentó en la entrada al campo de fútbol a comer su pan, cuando una pelota aparece ante él. El muchacho al alzar la mirada, vio que no había nadie en aquel lugar, parecía como si un fantasma le planeara atraerle al campo de fútbol. El pequeño se levantó y cogió el balón, no sabía nada de fútbol, pero una extraña fuerza le atraía hacia dentro del campo. Al entrar, miró a la portería y vio a un hombre de espaldas. El niño corrió hacia la portería para acercarse al hombre y averiguar quien es. Éste al darse la vuelta, el pequeño se puso a llorar. De su voz salía la palabra padre repetidamente, parecía como si hubiera visto un fantasma. El hombre se dio la vuelta y andó hacia la portería, éste, hizo un breve movimiento de cabeza para mirar a su hijo y de la nada, desapareció. Gino corrió hacia la portería y se arrodilló ante ella, estaba tan dolido que rompió a llorar desesperadamente. Mientras le caían las lágrimas de sus azules ojos, una voz le hizo llamar la atención, que le decía: “el balón seré yo y tu serás el que proteja la puerta de mi casa”. Gino no entendió aquellas palabras, pero llegó a pensar que la puerta es la portería y su padre está dentro de aquella pelota de fútbol.

    –Padre… –se lamentó Gino mientras abrazaba el balón como si fuera un osito de peluche.
    –Recuerda… -susurró la voz de su padre en sus oídos.

    Flash Back off:

    Gino se dirigía en su auto hacia su casa, pero por la carretera vio como cruzaba un gato negro y éste intentó esquivarlo, pero desgraciadamente se estrelló contra el póster de la luz. Todo el mundo se acercó para ayudar al joven y así llevarlo al hospital más cercano.

    En otro rincón del mundo, en una casa concreta, alguien veía la tele y recibía la mala noticia.

    NOTICIA:

    “El gran portero de la selección Italiana, conocido como las Manos de Oro o Gino Hernández, ha tenido un trágico accidente de tráfico. Las causas… intentó esquivar un gato que se cruzó por la carretera. En estos momentos está en el hospital, no se sabe aun el estado de su salud. Los testigos comentan que no es tan grave.

    FIN NOTICIA.

    La persona que estaba viendo la tele se levantó y se dirigió hacia su habitación, desesperándose por saber como va a estar el portero Gino Hernández.

    –Si no fuera fan, seguro que estaría ahí para salvarlo… pobre Gino… -dijo aquella voz femenina que se entristecía con solo escuchar aquella noticia.
     
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    tedtaki

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    Intocable (Captain Tsubasa)
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
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    1271
    Capítulo 2.- La lesión

    Se oía el sonido del electrocardiograma y Gino, empezó abrir lentamente sus ojos azules viendo aquel lugar. Estaba agotado y deseoso de enterarse de lo ocurrido y el porque está en el hospital. En ese momento, entraba por la puerta de su habitación una enfermera con una pequeña libreta, él se quedó mirando un rato a la muchacha y al rato miró sus mano, pero también pudo recordar lo que vio antes del accidente.

    Flash Back on:

    Gino se dirigía en su auto hacia su casa, pero por la carretera vio como cruzaba un gato negro…

    Flash Back off:

    La enfermera vio el electrocardiograma, los ojos de ésta se dirigieron al rostro del muchacho y como no, vio que estaba despierto. El ambiente del lugar cambió por completo y la muchacha salió pitando. Gino no sabía porque reaccionó de esa forma, así que cogió el mando de la televisión y la encendió. Cuando menos se lo esperaba, el doctor entraba por la puerta asustando al pobre portero. La cara de preocupación de aquel hombre lo decía todo, algo le ocurría a Gino. El doctor, se acercó al portero y le puso mejor aquella bolsa que le retenía aquellos líquidos, pero el hombre se acercó a Gino para decirle una noticia.

    –Tienes una lesión en la pierna derecha. Por lo menos estás a salvo, pero no puedes practicar fútbol en este estado, lo siento… –le informó el doctor con seriedad.

    Gino se alteró e intentó levantarse, pero el dolor le impidió hacer ese esfuerzo y se cayó al suelo. El doctor intentó echarlo en la camilla, pero el pobre portero quería seguir jugando a fútbol.

    Los compañeros de equipo de Gino esperaban con ansias de ver a su capitán, pero el doctor les informó de lo ocurrido. Todos se preguntaron quien podría proteger la portería en un momento como este, mientras hablaban entre ellos, Gino salió de la habitación con las muletas, que le ayudaban a soportar su dolor. Éste intentó calmar la tristeza de sus compañeros y les dio ánimos. Pero lo que no sabía, es que su primer partido era contra la selección japonesa.

    En un piso, lejos de Italia, alguien escuchaba las noticias a través del telediario. Vio como salía del hospital el portero Gino Hernandez con aquellas muletas. La figura femenina se levantó y se puso triste tras escuchar que el portero italiano no podía seguir jugando. Una mujer, le interrumpió y le pidió que fuera hacer unas compras, la joven aceptó y salió de su casa para ir al supermercado. Aquella chica, era de compresión media, de melena muy larga y morena, tenía los ojos negros y vestía siempre una ropa no muy elegante.

    Al llegar al supermercado, empezó a escuchar las primeras palabras de los criticones de siempre, hablando sobre la lesión de Gino Hernandez. Las palabras no eran muy buenas y se escuchaban cosas, como que ese portero no se va a curar tan fácilmente y que igual no jugará nunca más al fútbol. Aquella pobre chica estaba ya con los oídos doloridos de aquellas críticas y siempre pensaba: Gino nunca se rendirá.

    Al terminar la compra, ella se cruzó con un muchacho muy misterioso. La pobre se quedó mirando y no podía creerse lo que veía, ese muchacho era nada más y nada menos que Tsubasa Ozora. La pobre no sabía como llegó ahí, pero sabía muy bien que jugaba en el equipo del FC Barcelona.

    –Disculpe –se disculpó la pobre joven algo sorprendida con la aparición del gran Tsubasa.
    –No te disculpes. Bueno, me voy. Hasta luego –se despidió Tsubasa con una sonrisa.

    Ella seguía sorprendida, pero no sabía como pudo llegar el capitán japonés en aquella zona de Barcelona.

    Gino llegaba a su casa tras estar ingresado en el hospital, solo pensaba en el fútbol, pero su lesión se lo impedía. En ese momento, una llamada le venía por el teléfono fijo. No se sabía quien podría ser, pero el portero lo cogió y respondió.

    –Si… ¿quién es? –preguntó Gino algo nervioso.
    –Te llamamos desde el equipo del FC Valencia ¿Te gustaría jugar en nuestro equipo? –preguntó aquella voz masculina.
    –Vaya… en estos momentos ando lesionado, pero acepto –aceptó Gino con alegría.
    –¿Lesionado?... vaya, pues nada, ya buscaremos a otro –concretó aquel hombre tras colgar.

    Gino se enfadó mucho y tiró el teléfono al suelo. Estaba harto y no soportaba estar lesionado. Su futuro como futbolista había terminado en aquel momento. Él, triste, se echó en el sofá y cerró los ojos, pero el sonido del timbre le molestó por completo, así que se levantó con la ayuda de las muletas y abrió. Él vio que era uno de sus compañeros de equipo, el joven Shingo Aoi. Gino aceptó su visita y le dejó entrar, el muchacho japonés se acomodó en el sofá y Gino hizo lo mismo.

    -Vine a decirte una cosa muy importante–dijo Aoi con un breve guiño.
    –Si es para reirte de mi, mejor vete de mi casa –protestó Gino muy serio.
    –No... Es que tengo un hermano y… -se sonrojó el joven Aoi –…sería mejor que fueras a verle, él es un buen terapeuta y podría ayudarte con tu lesión. Es el mejor masajista, por algo trabaja en el equipo español del FC Pardo-
    –¿Por qué no me lo dijiste antes? –preguntó Gino esperando aquella esperanza de vida que le daba su amigo Aoi –además… no sabía que tenías un hermano –
    –Pues si, lo que pasa es que no lo veo desde hace mucho tiempo –se rió Aoi algo avergonzado –pero lo que importa es que Momei Aoi te mire esa pierna –

    Gino aceptó y no dudó en levantarse para preparar su maleta, pero Aoi le interrumpió en algo.

    –Si te recuperas… ¿porqué no juegas en el equipo del FC Pardo? Están siempre en tercera división y si juegas con ellos puede que… tengan la posibilidad de ganar –le preguntó Aoi algo nervioso.
    –Si anda, después vendría el equipo de Tsubasa y nos machacan a todos, no… lo siento –se negó Gino la propuesta de Aoi.
    –Vale, pero… es que me ficharon a mi en el equipo y si juegas seríamos los mejores. Me gustaría ganar al equipo del FC Barcelona con ese equipo, sería como si la gacela se convirtiera en el león y el león en la gacela. Venga Gino… acepta –pidió Aoi con cara de niño bueno.
    –Hm… bueno… vale… pero con una condición –dijo Gino.
    –Di –
    -Hay que ganar a Tsubasa Ozora –concretó Gino seguro.
     
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    tedtaki

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    Palabras:
    893
    Capítulo 3.-Las noticias corren

    Habían muchos fotógrafos alrededor del campo de fútbol del equipo del FC Barcelona, estaban deseosos de saber que iba a pasar con Tsubasa Ozora, pero lo más extraño es su ausencia en el campo. Todos se preguntaron una y otra vez por que no aparecía, hasta que Rivaul decidió acercarse a los medios de comunicación y decirles que el grandioso Tsubasa Ozora se fue a visitar al famoso terapeuta Momei Aoi. La cosa iba empeorando, todos llegaron a pensar sobre una posible lesión del japonés.

    Gino, llegaba junto a su nuevo compañero Aoi a la ciudad de Gijón para esperar la grandiosa visita de su supuesto terapeuta. Ese rato se les hizo largo y el joven Aoi decidió irse con su capitán hacia el campo de fútbol del FC Pardo. Al llegar al campo de fútbol, vieron un grupo de chicos jugando. Gino pudo notar el nivel bajo de esos chicos, pero supo al instante que ese equipo era el peor de la competición española y su fichaje iba a ser un completo error, pero pensó en su amigo Aoi calmándose por completo sin importarle por un momento el mal estado del equipo. A los dos minutos, aparecía un chico muy parecido a Aoi, los dos muchachos saludaron a Momei Aoi y el joven japonés lo saludó con cariño.

    -Hermano mayor, haz mucho que no te veo –dijo Aoi muy ilusionado –te traje al fabuloso Gino Hernandez para que le ayudes a recuperarse pronto de su lesión y como no, va a fichar en nuestro equipo-

    Gino vio lo lanzado que iba Aoi, estaba distraído con las palabras de su amigo, pero eso no le impidió el ver acercarse a ellos el capitán de la selección japonesa: Tsubasa Ozora. Gino se sorprendió con la visita del muchacho y no tuvo otra que acercarse a él para estrecharle la mano. El portero notó como Tsubasa miraba la pierna lesionada de Gino.

    -Ojala te recuperes pronto Gino, sería una pena que Italia pierda contra nuestra selección. Nos vemos –se despidió Tsubasa con un gesto amable.

    Tsubasa al intentar salir vio un grupo de periodista grabando el encuentro entre Gino y Aoi, pero también con el terapeuta Momei Aoi. El joven Tsubasa los saludó con amabilidad a los periodistas saliendo del campo con tal elegancia como lo es él.

    La televisión de aquella muchacha estaba encendida y como no, en el canal donde se emitía las noticias, ella estaba ahí sentada en el sofá mirando a ver que decían en los deportes, pero su madre le ordenó que se fuera a comprar un par de compras en la tienda de enfrente. Ella al salir, no se estaba dando cuenta que estaba saliendo la noticia de que Gino estaba en el campo de fútbol del FC Pardo.

    La joven llegaba a la tienda para hacer esa compra, el vendedor se puso hablar sobre Tsubasa, diciendo que paso por aquellos lugares. Aquella joven lo sabía, pero no sabía que pasó por una supuesta entrevista para la Nueva España.

    -Bueno, Xana, aquí tienes tu vuelta –dijo el vendedor con amabilidad.

    Ella cuando se iba vio como un hombre entraba para contarle una noticia al vendedor, pero para la joven Xana no le era de importancia, así que se fue.

    Gino estaba escuchando las palabras de Momei, pero no parecía estar muy feliz con aquella revisión. El italiano se puso demasiado nervioso y no tuvo otra que darle prisas al hermano de Aoi.

    -Gino… esto va a dudar mucho, pero en un mes creo que estará recuperada tu pierna –informó Momei al pobre italiano.
    -¡No, un mes no! –gritó Gino tras aquella noticia –tengo el partido contra Japón dentro de dos semanas. Es nuestro partido más importante y a mis compañeros no los puedo fallar. Creo que… esta liga Mundial no la podré disputar por culpa de esta lesión. Dime Momei… ¿podré jugar el partido contra Japón?-
    -Pero Gino, a saber como estará tu pierna de aquí a dos semanas, por favor, ten paciencia –dijo Momei preocupado por la salud del italiano.

    Gino se puso tan furioso que golpeó a la mesa, haciendo derramar un poco de aquella manzanilla que le sirvieron para calmarle. Aoi escuchó lo que ocurría y no quería ver a su amigo sufrir por culpa de una lesión, que le iba a obstaculizar en su carrera como futbolista de fútbol. Gino empezó a llorar y a decir cosas sobre su padre.

    -Lo siento padre… no podré proteger la portería… padre… -repitió Gino mientras le caía una lágrima de sus azulados ojos.

    Acepto cualquier crítica o instrucción para mejorar, gracias por leer ^^... saludos, espero que Captain Tsubasa no sea una serie olvidada.
     
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