Disclaimer: Inuyasha y sus personajes no son míos. La historia si. Drabbles de 200 palabras que describen "Instantes" en la vida de la perla de Shikon. Continuación (?) de Momentos, quizá. 1.- Odio Del mundo conozco a humanos. Tan patéticos que no pueden alcanzar la felicidad con sus propias manos y por eso desean usarme. No recuerdo en qué momento comencé a odiarles, porque sé que no siempre lo hice. Ellos, con sus almas tan sucias y sus miedos internos, son incapaces de hacer un deseo puro. Quizá por eso comencé a odiarles, porque sin un deseo puro no puedo cumplir mi propósito. Me revolcaba en mi odio a la humanidad y me corrompía cada vez más. Yo, que debía ser un elemento puro, era el más obscuro de todos. Hasta que llegaste tú. Tú, con el aura pura donde me gustaba descansar, donde era mi santuario. Me encantaba estar ahí, me reconfortaba, me purificaba. Estaba en calma y hace muchos años que no me sentía así, con una calidez como la que tu aura posee: tan inocente, tan limpia, tan tú. Esa aura que me acariciaba constantemente y me abrazaba cuando tenías miedo. Dejé de odiarlos, porque tú eras parte de ellos. Si había personas como tú en el mundo, quizá podría quedarme aquí un poco más. Pero tenía que intervenir el destino. Era inevitable, pero eso no significa que te perdone.
Interesante que escribieras algo centrado en la perla de shikón, porque hasta ahora no había visto nada así. Está muy interesante. Me gustó de verdad, porque aquí se la muestra como más que un objeto capaz de cumplir cualquier deseo. Un objeto inanimado con sentimientos y pensares, con resentimiento hacia el mundo que no ha sabido usarla correctamente. Y luego, Kikyö llegó a hacer que la perla se sintiera mucho mejor♥ Kikyö como siempre tan adsgakjafshka, me hago lesbiana por ella(?). Lindo, Sumine, aunque yo cuidaría algunos detallitos, como repetir más de dos veces la misma palabra en un párrafo. Saludos.
Contenido oculto Luccifet: Auch, me doy de topes con la pared. T.T la verdad es que si no me lo dices, Kykyou ni me pasa por la cabeza u.u lo siento supongo que la odio tanto omití de mi memoria mientras escribía el fic jeje así que hummm perdón es un inconsistencia en la línea de tiempo de la historia pero.... la verdad ya no hay nada que le pueda hacer jeje aunque supongo que ciertamente Kykyou debió ser la primera en purificar la perla D=. Lo siento tienes toda la razón y trataré de cuidar lo de repetir las cosas, aunque a veces no me doy cuenta tampoco. Gracias :) Destino En el momento que sentí el aura de ese Hanyou, supe que algo no estaba bien. El demonio que te llevó a la era feudal no sabía el daño que hacía. Me arrancaron brutalmente de ti, me despertaron, me desearon y terminaron por romperme. Realmente no puedo sentir dolor, pero hubo algo que sentí en ese momento. "Lástima" sería la palabra más acertada que usan los humanos. Lástima por ti, porque yo sabía lo que pasaría: conocerías del miedo, traición, dolor, furia, amor y sobre todo del odio. Tu alma tan pura se corrompería tanto como yo. Pero no en ese momento, cuando aceptaste viajar al lado del hermano menor y ayudarle en su búsqueda sin sentido. No entendías lo que realmente te pedía, lo que tendrías que dar. Le diste el corazón y te respondió con la traición. A ti, a tus sentimientos puros y a tu entrega total, porque sin importar lo que el Hanyou te dijera yo sé la verdad. Pude ver en su corazón la esperanza, aferrado a la inútil mentira de ver en ti algo que hace tiempo había desaparecido de este mundo. Pero no te importó; le perdonaste, le seguiste y lo dejaste por su hermano.
Nota: Ni me había fijado que no había terminado de publicarlo aquí xD Así que lo terminaré :3 Traición Algo con lo que estabas relacionada. Me traicionaste cuando dejaste que me alejaran de ti. Era tu responsabilidad -¡Tu obligación!- protegerme y proteger al mundo de mí, pero nos fallaste a todos. Tu familia, tan mundana y tan ingenua no tiene idea de que los traicionaste, porque escogiste esta era por encima de tu tiempo y, en consecuencia, elegiste a estas personas antes que a tu familia. Ah, claro, lo elegiste él. No sabías lo que hacías, pero eso no te hace inocente. Para ti, que la vida es tan corta, las cosas sucedieron demasiado rápido. Tu destino estaba, irremediablemente, enredado en sus dedos. Desde el primer momento que le viste, le amaste sin darte cuenta. Era tal tu fijación con el Hanyou que no supiste del Daiyoukai que te miraba secretamente. Pero yo sabía que era cuestión de tiempo: podía ver el hilo rojo que los unía y que tiraba una y otra vez de ustedes para juntarlos. Él, con su arrogancia y su ego, se postró ante ti. Lo doblegaste y lo moldeaste a tu antojo, le amaste y le hiciste amarte. Te odié por eso: porque le trataste como a mí, y al final nos dejaste solos.
Hola !!! pasaba por aquí y me quede leyendo^^ jeje Oh me encanto.... Es interesante de la manera en que relata lo sentimientos de la perla de Shiko y lo que se vivió a su alrededor... espero que la continúes me pareció interesante me gusto y sobre todo el hecho de Daiyoukai.!!! Sigue asi!! Saludos!!!^^
Contenido oculto Sacnite: Oh que pena, lo volví a olvidar xD creo que los publicaré de un tirón para ya terminarlo xD. Que bueno que te gustó :) No estoy segura si la perla siente pero... meh que por eso uso la imaginación xD Impura Tu pareja no podía entender, ¿cómo lo haría? Él, con todo el tiempo del mundo, no comprendía la fragilidad de las vidas humanas. Hasta que fue demasiado tarde, y ya no pudo hacer nada para remediarlo. Pero tú lo sabías, conocías del dolor de perder a un ser amado y, sin embargo, no hiciste nada. Pudiste haberlo remediado —¡habérmelo pedido!—, pero no lo hiciste, porque ya no eras pura. Aun no entiendo por qué nos odiaste tanto ¿Qué te corrompió tan rápido? Supongo que fue el miedo a morir, ¿no? Tu aura dulce, blanca y perfecta ya no era así. Jamás habías deseado nada con tanto fervor, jamás habías amado tanto y jamás habías odiado. Elegiste tu pureza por encima de vivir manchada, de vivir con la desgracia de no poder purificar más. Tú, que eras la única capaz de salvarme ya no podrías hacerlo. Me dejaste aquí y le dejaste a él la tarea de cuidarme. ¿Qué esperabas que hiciera? Cuando le prohibiste usarme acabaste con la esperanza de los dos. Él no podría traerte de regreso y yo no podría jamás descansar. Sin ti, nuestras existencias carecían de sentido. Él tomó una decisión y me guardó sin desear nada.