Inocente [CCS] [TomoyoxEriol] Hola! Espero que los que lean este fanfic me den su opinión y que me digan mis errores, puntos buenos o simplemente si les agradó o no... Planeo hacer de este fic un "después de CCS", pero haciendo énfasis en Eriol y Tomoyo, en vez de Sakura y Syaoran. Espero que lo disfruten, daré mi mejor esfuerzo ^^ "Inocente"Capitulo I. Las calles de Tomoeda estaban impregnadas con aquel olor tan característico que se percibía después de una buena lluvia. Se escuchaba el caer de las últimas gotas de agua que se sostenían en un equilibrio tan frágil sobre los pétalos de las sakuras. Debajo de un gran árbol, bañado en frías y solitarias "lágrimas de Dios", una joven muy hermosa de cabello largo y oscuro, con un tono un tanto violeta, miraba como el cielo se despejaba poco a poco, dejando a relucir un hermoso y resplandeciente sol. El reflejo del astro rey sobre sus ojos los hacía brillar cual diamante reflejado en la luz. Esos hermosos y grandes ojos amatista relucian con el cielo y la escena completa la hacía parecer la diosa de aquel lugar. -Que hermoso día- pronunció ella, incorporándose de inmediato y colocándose el sombrero que antes permanecía inerte sobre sus rodillas -Sin duda, es un momento para recordar- dijo una voz varonil tras ella La joven de cabello largo y ondulado se giró sobre los talones y embozó una amplia sonrisa al mirar al joven quien había estado de acuerdo con ella. -Hiragizawa-kun... No sabia que estabas aquí- le dijo dando cortos pasos hacia el -Decidí tomar una ruta distinta- inquirió, acortando más la distancia entre los dos -Es la primera vez que lo haces, no es asi?- preguntó divertida -Si... y me alegro de haberlo hecho, Daidouji-san- le confesó, acomodando sus gafas y ladeando levemente su rostro -Ah si?- interrogó Tomoyo, colocando su mano en la barbilla, en gesto pensativo- Y eso por qué? -Porqué si no hubiera venido, no hubiera visto a tan hermosa joven Tomoyo se limitó a mirarlo encantada y dió una vuelta lentamente sobre sus talones, mojando parte de sus zapatos negros. -Qué haces, Daidouji-san?- preguntó algo confundido -Buscando a esa joven- dijo distriada -Que joven? -La joven de la que te alegraste de ver- dijo mirándolo -Daidouji-san...- le llamó La joven amatista hizo casi omiso al llamado de su amigo y siguió inspeccionando tercamente el parque. Enojada y algo irritada, se cruzó de brazos y le dió la espalda a Eriol. -No hay nadie aquí- dijo la joven estudiante de secundaria -Daidouji-san...- dijo con un tono más alto -Uh?, que sucede, Hiragizawa-kun?- preguntó, mientras dejaba caer los brazos y se tallaba en ojo con uno de ellos Y mientras la chica miraba al lado opuesto del chico, un resplandor solar golpeó con fuerza a la dulce chica despistada. Eriol quedó levemente sonrojado al ver tan hermosa joven y se decidió a hacer aquello que hacía un par de año hubiera querido confesar. En acto seguido, tomó la muñeca de Tomoyo y la acarició suavemente, haciendo que la chica por fin se percatara de que Eriol seguía ahí. Nuevamente giró sobre sus talones y lo miró justo a los ojos, provocando que la leve coloración de las mejillas de Eriol pasara a ser un completo teñido rojo. -Que sucede, Hiragizawa-kun?- preguntó, acercándose peligrosamente hacia su rostro- Que le pasa a tu rostro? El joven de aspecto intelectual retiró delicadamente su mano de la de la chica y dió dos pasos hacia atrás, recuperando el aliento e intentando normalizar su respiración. -No... nada...- dijo con la mirada clavada en el césped mojado -Pero...- intentó acercarse -Debo irme...- mencionó, dando media vuelta- Nos veremos en la escuela mañana Con acto seguido, Eriol llevó su maletín a la espalda e intentó caminar lento, simulando tranquilidad y paz, para así, no crear sospechas en la mente de Daidouji, quién, increiblemente, había tomado su maletín café del suelo y había comenzado a caminar en sentido opuesto a su joven compañero. Eriol, después de haber caminado unas cuantas cuadras, se encontró con Sakura y Syaoran, quienes disfrutaban de un helado unos pasos adelante. El chico decidió avanzar con un poco más de velocidad y alcanzar a la pareja. -Koniichi wa, Li-kun, Kinomoto-san- les dijo sereno -Eriol-kun!!- exclamó Sakura, mientras le saluda con entusiasmo -Hola, Hiragizawa-kun- dijo cortante el joven Syaoran -Es un gusto verte!!- le dijo Sakura -Lo mismo digo- le confirmó -Por cierto... Hiragizawa-kun- le llamó, acercándose a él -Uh? -Has hablado con Tomoyo?- le susurró en tono divertido -No... no he tenido la oportunidad- dijo en voz clara -O tal vez no has sido suficientemente valiente- le retó Sakura, tomando a Syaoran de la mano y alejándose de él -Pero que...- quiso inquirir, pero se dió cuenta que los chicos estaban ya pasos adelante -Nos vemos en la escuela!!- gritó a lo lejos Sakura Continuará...
Re: Inocente [CCS] [TomoyoxEriol] Me parece extraño que Sakura se dé cuenta de lo que Eriol siente, sobre todo si dices que será una continuación de CCS. Sakura es muy despistada. Por otra parte, es extraño, diferente y bastante bueno que alguien se anime a escribir sobre ellos dos, aunque a mí últimamente me gusta más el KahoxEriol. Tienes algunos errores de dedo, leves, pero existen. Lee dos veces el texto (o más), o puedes buscar un beta. Ahora, también con los guiones, tildes y los signos de interrogación/puntuación. Tu texto: La corrección:
Re: Inocente [CCS] [TomoyoxEriol] :) ¡Arigato Pami!... :( Se que tengo varios problemas con eso de los signos de interrogación, pero como en mi escuela tengo clase de inglés y aparte voy a una escuela de inglés, se me ha quedado el vicio de usar solo el último signo... Me comprometo a cuidar eso... También, los acentos y tildes a veces se me van... tendré más cuidado... Y... por último... Sakura si es MEGA despistada... pero ahora sabrás porque conoce ella de los sentimientos de Eriol... Capitulo II. La lluvia volvía a caer sobre Tomoeda, dejando todo a su paso con ese olor y frescura, levantando el bochorno que el suelo guardaba. Era de mañana, bastante temprano como para bañarse, pero demasiado tarde como para hacerse un bocadillo nocturno. Eriol giraba sin cesar sobre el suave colchón de su cama y aplastaba una almohada con gran fuerza sobre su rostro. Arropado hasta la cintura, con una caliente sábana blanca, los ojos azul rey del chico se enfocaban en su techo, tan gris y sin chiste como cualquier otra mañana. Aquellas palabras desafiantes que su compañera le había dicho, resonaban una y otra vez en su cabeza: -"O tal vez no has sido suficientemente valiente"- le había dicho Sakura -"Puede que tenga razón"- pensaba- "A veces me arrepiento de haberle contado sobre lo que siento por Tomoyo" Eriol había refunfuñado un par de veces acerca de la actitud de Sakura, porque, aunque el hubiera decidido por cuenta propia contarle sobre lo que sentía por la chica de ojos amatista, le ponía de mal humor las indirectas que le daba o las "oportunidades" que la flor de cerezo creaba para que él se declarara. -"Pero si no lo hubiera dicho, hubiera explotado"- reflexionaba ¿Cuántas veces había necesitado a alguien con quién hablar?, Spinel no contaba como persona "confiable" y Ruby Moon era demasiado inoportuna con esas cosas, capaz que le decía a la chica. La única persona que le guardaría tal secreto era la pequeña Sakura, así que había decidido decirle a ella. Y, cada vez que Eriol se enojaba, acababa dándose cuenta que decirle a Sakura había sido una buena idea. Una vez más, el chico hundió aquel suave objeto en su rostro y se dejó ir, aislando sus pensamientos y concentrándose en el suave sonido de gotas de lluvia golpeando su ventana. Pronto, su reloj sonó, retumbando por la habitación, en ese momento, la mano pálida y un tanto rígida del joven Hiragizawa, golpeó el reloj para hacerlo callar. Se incorporó de inmediato y se aproximó por la ventana, mirando al astro rey resplandecer como siempre. En ese segundo, el rostro de aquella chica apareció ante sus ojos, ahí estaba ella, con esos ojos amatista y su cabello largo y perfectamente cuidado. "Simplemente hermosa", había pensado él repetidas veces antes de percatarse que se le había hecho tarde para la escuela. Corrió hasta la ducha y salió lo más rápido posible, tomó su desayuno como un rayo y se alisó el cabello un par de veces, tomó su maletín café de la mesa y dio sus últimos toques a su uniforme. Caminó hasta su puerta y, tras un gran suspiro, salió de ahí y se puso en marcha a la escuela. Logró ganar tiempo, tomando el atajo del día anterior, aunque no pudo evitar sentirse algo "raro" al ver ese lugar otra vez. Al caminar un poco más, se encontró con Sakura, quien iba de la mano con Syaoran y a su otro lado estaba ella, con su reluciente y hermoso cabello ondulado y sedoso cubriendo su espalda. Se adelantó y logró alcanzarlos, ocupó un lugar a lado de Syaoran, intentando disimular las ansias de dirigirle la palabra a Tomoyo. -¡Buenos días!- dijo con entusiasmo -Hiragizawa-kun... buenos días- dijeron en coro Syaoran y Tomoyo -¡¡Eriol-kun!!- exclamó la oji-verde, haciendo una maniobra un tanto extraña, logrando así, colocar a Tomoyo junto a Eriol Sakura emitió una risita tonta y salió a toda marcha con Syaoran detrás, creando una perfecta oportunidad para que Eriol hiciera su acto. Mientras caminaban por la calle, Eriol podía sentir el rose de las ropas de su enamorada e incluso podía ver como sus cabellos se movían con el viento y con ella. Su corazón comenzó a latir un poco más aprisa, sus ojos estaban claramente dilatados, sus manos empezaban a transpirar y como la fresa del pastel, había comenzado a vibrar ligeramente. Ante tal situación, Tomoyo hizo lo mismo del día anterior... -¿Que pasa? ¡Hiragizawa-kun!- le llamó, acercándose a él, tanto que incluso podía sentir su aliento en su rostro. -N...nada- le dijo, dando un paso atrás. En ese instante, Tomoyo jaló la mano de Eriol hacia ella, tocando la frente del chico con la suya. El chico miró los ojos brillantes de la chica a través de sus cristales un tanto empañados por la respiración, mientras que la joven Tomoyo, inocentemente, buscaba el contacto directo con los ojos del chico. -Estás algo caliente...- le dijo, golpeando a Eriol con su olor- ¿Estarás enfermo, acaso? Al hacer esa pregunta, Tomoyo adelantó un pie, acercándose aún más a Eriol, casi tocándose los labios. La chica ladeó la cabeza y sonrió, era cuestión de que Eriol avanzara medio milímetro para besarla, era solo tomar la voluntad y hacerlo, no requería ni un segundo para lograr lo que durante tanto tiempo había querido hacer. Pero Eriol era tan estúpidamente decente que sabía que si se atrevía siquiera a rozarla sería un error fatal para su relación, que ya de por si era bastante distante. -No lo creo...- le dijo por fin, apartándose paso a paso de ella -Bueno... si tu lo dices... debe ser verdad- le dijo animada- Como sea... debemos apresurarnos, si no, ¡no llegaremos a tiempo! Tomoyo corrió y Eriol le siguió instintivamente, mirándola sonreír desde lejos. Aquellos momentos eran memorables, una de las cosas que Eriol adoraba era ver como su cabello se mecía con la más leve brisa y le encantaba ver sus ojos resplandecer con la luz del sol. Cuando pisaron en el salón, Sakura miró a Eriol, casi por reflejo, con una expresión interrogativa, en la que casi podías leer: "¿Le dijiste?" y ante esa pregunta indirecta, Eriol se limitó a mecer la cabeza, diciendo "No." Sakura hizo un mohín y miró la ventana, mientras Tomoyo tomaba su lugar a lado de la flor de cerezo. Syaoran se mantenía mirando a Sakura desde atrás, aquellos gestos y acciones que tenia con Eriol le hacían pensar que algo tramaban, pero como en ocasiones anteriores, Sakura le había jurado que no era algo de que preocuparse, el había decidido dejar sus instintos a un lado. Eriol, con paso desganado, ocupó su lugar detrás de Daidouji y, mientras las clases transcurrían de manera natural, Eriol concentraba su atención en ella cada que le era posible. "Es tan linda"- pensó para sí, embozando una amplia sonrisa Continuará...
Re: Inocente [CCS] [TomoyoxEriol] Etto... Estoy usando la versión "Dark" y pues... el texto no se veia, asi que lo puse en blanco... pero no sé si eso vaya a causar problemas, puesto que leí que debe ser en negro... T-T Espero que alguien pueda decirme que hacer :( Capitulo III. Mientras Eriol perdía su mirada enfocándose en el hermoso cabello de Tomoyo, sus sonrisas, sus ojos amatistas y el resplandor que emanaba de ella, que solamente el podía mirar, una esencia conocida por el joven de gafas lo golpeó por detrás, logrando que se sobresaltara y se levantara en seco de su pupitre. -Hiragizawa-kun... ¿Pasa algo?- preguntó la profesora desde lejos -¡Sakura!- exclamó el peli-azul, enviando una mirada un tanto angustiada a la flor de cerezo, ignorando a su maestra Sakura entendió de inmediato aquella mirada, se incorporó al instante, extendió las manos y el báculo rosa apareció ante ella. -¡Yume!- pronunció Sakura, envolviendo a todos en el salón y el instituto en un manto de calma y tranquilidad Todos dormían, mientras Sakura y los otros miraban a Eriol con rostros preocupados y un tanto alarmados. -¿Qué pasa Eriol-kun?- preguntó finalmente la oji-verde -Sentí la presencia de una Carta Clow- proclamó -Eso es imposible, Sakura ha vuelto todas las cartas en Cartas Sakura...- dijo una voz chillona por lo bajo -¡¡Kero-chan!!- le llamó Sakura, sacando a la bola amarilla de su mochila -Eso lo sé... yo mismo me aseguré de que las Cartas Clow fueran transformadas...- dijo Eriol, mirando a Syaoran- Pero... hay algo aquí... tal vez no sea una carta... pero... -Pero... es una esencia mágica... y parece que está poseída- explico el chico de peinado en toda dirección -¿Y que haremos?- preguntó la amatista, obteniendo la completa atención de Eriol -Pues... ir a investigar- dijo Syaoran, tomando a Sakura de la mano y encaminándose a la puerta -Si...- confirmó el chico de aspecto intelectual, siguiendo a los otros dos -Espera, Hiragizawa-kun...- llamó Tomoyo, un tanto angustiada, tomando la muñeca del chico con las dos manos -¿Qué pasa?... ¿Daidouji-san?- preguntó, algo incómodo -¡Quiero ir! No me quiero quedar sola aquí- dijo Tomoyo, apretando la mano del chico con cierta calidez -Pero... Tomoyo, es peligroso- le advirtió Sakura -No... No importa... Estaré bien... mientras esté con ustedes- dijo la amatista, con los ojos dilatados y una mirada de ansiedad mezclada con miedo -Tomoyo... -Está bien- aceptó Eriol, estrechando sus manos con la chica- Pero deberás quedarte cerca... -Claro... ¡¡GRACIAS!!- dijo la joven, moviendo sus manos hasta llegar al cuello del joven y atraparlo en un cálido y suave abrazo -De...de nada...- dijo Eriol, con el rostro encendido En ese instante, las luces se apagaron por completo, disipando todo resplandor iluminado. Tomoyo ahogó un grito desesperado y se aferró con más fuerza a Eriol, haciéndolo caer al piso. Sakura y Syaoran se quedaron quietos esperando indicio de movimiento. -¡Hikari!- llamó la flor de cerezo Un campo de luz recorrió el instituto por unos momentos, pero al igual que como llegó, la luz desapareció, esta vez, dejando tras ella una penumbra lo bastante suave como para poder ver el suelo y diferenciarse entre ellos. Tomoyo y Eriol se incorporaron en un instante, colgándose la amatista del brazo izquierdo del chico. Los chicos salieron del salón, Sakura apretaba con fuerza su báculo y Syaoran se mantenía a la cabeza del grupo, sujetando su espada con firmeza. Tomoyo permanecía colgada del brazo de Eriol, quién, en un golpe de suerte, podía quedarse como un tomate y ella no diferenciaría la tonalidad, gracias a la penumbra. Los cuatro caminaron con cautela el pasillo, en dirección a la derecha, mientras Kero, ya trasformado, buscaba en dirección opuesta. Sakura tenía un poco de miedo y cierta indecisión, pero se sentía cálida y segura a lado de Syaoran. De un instante a otro, Tomoyo había dejado el "temor" de estar sola y se había puesto en su posición favorita, enfocando a Sakura con su cámara de visión nocturna. -Tomoyo... este no es el momento... para que tú...- quiso intervenir Sakura -Te dije que te acompañaría en todas tus aventuras...- dijo la amatista -Pero... esto ya no es aventura... no sabemos siquiera que es a lo que nos enfrentamos- dijo Sakura, en un tono raramente serio -¡No importa!, mientras estemos juntos, estaremos bien- dijo optimista Los chicos llegaron al extremo del pasillo y no encontraron nada, decidiendo así, regresar al salón y encontrarse con Kerberos, quién también iba regresando. En ese instante, un fuerte sonido metálico retumbó en el piso de abajo, moviendo el instituto peligrosamente. -¡Sakura!- gruñó Kero, saltando ante ellos, protegiendo a todos -Kero-chan... ¿que fue eso?- dijo Sakura, acariciando a la hermosa y solar criatura -No lo sé... pero no es una carta Clow... es algo más fuerte- afirmó -¿Como puede ser?- dijo Syaoran- Solo las cartas Clow podrían tener este poder... -Lo mismo pensé... pero cuando estuve en el otro extremo, pude ver como un extraño sello plateado se disipaba de la pared... -¿Un sello?- dijo Eriol -Si. Los 5 se miraron entre sí, con caras de angustia, incertidumbre... Todo era incierto y, con ese sello, desconocido por todos, todo se tornaba alarmante... ¿Que fue ese sonido? ¿Que era ese sello? ¿Porque todo estaba oscuro? Pasaron las horas y los chicos habían inspeccionado todo el lugar, pero no había nada, todo estaba vacío, pero ese fuerte poder mágico se sentía en todo momento y cada segundo que pasaba, se volvía más fuerte y abrumador. En esos momentos, Sakura y Syaoran yacían recostados en uno de los pilares de la escuela, en el gimnasio. Si iban a ser atacados, mejor que fuera en un lugar un tanto más iluminado. Kero dormía sobre el regazo de la flor de cerezo, con su esponjosa cola enroscada en el dedo índice de la joven. Tomoyo dormía de igual manera, con las piernas encogidas y la cabeza sobre las piernas de Eriol, quién, con el rostro incendiado, permanecía sentado a un costado de Sakura. Se respiraba tranquilidad ahí fuera, el viento soplaba con cierta humedad, refrescaba los rostros y cuerpo abatidos de los chicos, quienes, uno por uno, iban callendo en sueño, escepto uno... -Viento de Lluvia- pronunció Eriol con cuidado y suavidad, acariciando el rasto húmedo en sus palmas -Me gusta ese aire- dijo Tomoyo, adormilada y sin abrir los ojos Eriol abrió los ojos como platos y su corazón dio latido un tanto apresurados, para después tranquilizarse y retomar los golpes leves y normales. Sabía que Tomoyo era su amiga y hasta que él no se armara de valor para decirle sobre sus sentimientos, todo seguiría igual. No debía temer, no debía ponerse alterado, era su amigo. -A mi tambíen- dijo el chico, sonriendo -Es tan lindo tener a una persona que piense igual a tí- dijo la amatista, moviendo su cuerpo con cierta brusquedad, hasta situarse a lado de Eriol, recostando su cabeza en el hombro derecho del chico -Pero... A veces es molesto que alguien termine la oración... -O que seas predecible para esa persona- dijo ella, mirando a Eriol y riendo en acto seguido -Pero aún así... Es lindo... en verdad lo es- dijo Eriol, mirando al cielo El corazón de Eriol latía con normalidad, pero para la reencarnación del mago Clow parecía latir con lentitud, alargando los segundos a lado de la chica de sus pensamientos, se sentía tan agradable tenerla tan cerca, tan feliz, era perfecto. -Eriol-kun...- le llamó -¿uh?- dijo él tornándose rojo, al escuchar como lo había llamado -Puedo... puedo llamarte así?- dijo cierta incomodidad -Cl...Claro- balbuceó -Gracias -T...¿Tomoyo-chan?- preguntó -¡Se oye muy bonito cuando lo dices!- confesó la amatista- Es algo grato que puedas tener esta confianza conmigo... Eriol-kun -Gracias... por dejarme llamarte así...- dijo el joven con un leve sonrojo sobre su tabique Eriol nunca había hablado así con Tomoyo... y sabía que si existía el momento oportuno para decirle lo que sentía, era en ese segundo. Eriol tomó una bocanada de aire y apretó el bajo de su pantalón con la mano y, tras un suspiro, dijo: -Tomoyo-chan... etto... -¿Ocurre algo? -Etto... verás...- quiso comenzar, era la primera vez que Eriol dudaba en algo y que le era dificil de hacer, el chico no conocía de relaciones amorosas y menos de declaraciones, asi que buscaría la manera de no ser tan obvio -¿Qué sucede?- dijo un tanto curiosa -Es que...- dijo, tomando aire y mirándola de frente- Es que me gus... Un estruendoso ruido retumbó bajó los pies de todos, haciendo saltar al gimnasio y despertar a la otra pareja. Kerberos se transformó al momento y Sakura se montó sobre él, elevándose en el aire. -¡¡Syaoran!!- gritó la flor, tendiéndole la mano -Si- dijo el ojos de avellana, tomando la mano de su novia y subiendo a Kerberos tambien -Tomoyo-chan! Eriol-kun!- gritó una vez más Sakura, esta vez con la voz quebradiza Continuará...