Incoherencia [Rin X Len]

Incoherencia​

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Introducción​

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Se encontraban frente a frente, el uno del otro, mirándose, apasionadamente, dos amigos que no se sabía desde cuando se conocían y un amor que había surgido hace millones de años atrás. Una historia de tragedia y romance ente dos inmortales, quizás. O más bien, esos millones de años, sólo fueron cinco años de haberse visto por primera vez, en aquél rincón obscuro lleno de rosas y espinas, que se encontraba en las entrañas del bosque cerca del castillo divino.​

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Una joven de quince años, con un cabello rubio corto, ojos azules y una sonrisa encantadora. Ella era la princesa del castillo divino, donde vivía junto a sus padres y su hermana adoptiva, quien era muy buena con la princesa, la quería como si fuera su hermana biológica.​

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Sus padres, Luka Megurine y Mr. Kagamine, habían adoptado a la muchacha cuando tenía cuatro años, la misma edad que la princesa en ese momento. Desde que se conocieron se llevaron muy bien, sobre todo a la hora de jugar y hablar, eran muy buenas amigas. ​

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Viajando hacia el otro lado de la historia, nos encontramos con un jovencito, de dieciseiseno años, con un aspecto similar al de la princesa. El muchacho vivía solo en el bosque, aunque hasta ese entonces, nadie lo sabía y menos habían visto su casa. Quizás no tenía hogar y se refugiaba entre los árboles, lo único que se conocía era que era un plebeyo, muy atractivo y seductor para su edad pero bastante atento y consciente. ​

 

Muy bien :3 Espero que les haya gustado la introducción, ahora... ¡empecemos con la historia!

Capítulo 1.

—Entonces, ya está decidido, ¿no?

—¡Por supuesto que si!— Contestó la princesa, recostada en las rodillas de un joven.

Al terminar de pronunciar la oración, el muchacho bajó su cabeza y la besó.

—Entonces ya eres mía, a partir de hoy eres mi princesa.— Dijo el joven, levantando la cabeza.

En un rincón obscuro del bosque Mihsu se encontraban un par de jóvenes. La princesa Kagamine Rin y el notorio plebeyo Len. La historia de estos muchachos comienza mucho antes que ésto, pero en resumen ellos se conocieron de pequeños en el mismo lugar donde se encuentran todos los fines de de semana. El chico es un plebeyo que vive en el bosque, aunque nunca nadie visitó su casa y Rin no conoce nada con respecto a su pasado. Mientras que la chica, es la princesa del castillo divino, llena de sirvientes y lujos; aunque sólo deseaba ser una chica normal de quince años.

Riendo a carcajadas, los jóvenes deciden que ya está demasiado obscuro para que sigan aún en el bosque. Len despide a la chica y la acompaña hasta la parte posterior del bosque, donde la saluda y la observa hasta que entra al castillo.

—Hija, es muy tarde ¿dónde estabas?— Preguntó Mr. Kagamine, preocupado.

Rin había tenido una fuerte discusión con su padre el día anterior, desde ese momento no le habló más y por supuesto, este no iba a ser la excepción. Simplemente lo miró, frunció el ceño, se dio media vuelta y fue hasta su habitación.

Cuando llegó a dicho lugar, lo primero que hizo luego de quitarse el sucio uniforme que llevaba puesto, fue salir al balcón a ver si podía volver a ver a su amado chico nuevamente. Ella estaba completamente feliz, lo único que impedía que lo demuestre era la pelea con su padre, aunque mucho no le preocupaba. El motivo de su felicidad, está sobreentendido que es porque Len le propuso noviazgo, en el mismo lugar donde se conocieron de pequeños. Luego de decepcionarse un poco porque no pudo ver a su amado, entró directo a la ducha. Imagínense que si su uniforme estaba sucio, ¡como iba a estar ella! Se ensuciaron jugando con Len en la tierra, se cayeron y bueno... algo de polvo quedó. Finalmente, se cambió con su pijama favorito y decidió ir a ver a su hermana que había vuelto de un viaje de estudios.

—¡Rin-chan!— Gritó una voz desde la escalera.

—¡Gumi, volviste! ¡Hermana!— Gritó la princesa, corriendo hacia donde se encontraba su hermana.

Al volverse a ver, se abrazaron, se saludaron, se besaron, se mordieron, hicieron millones de cosas, como todas hermanas. Gumi, la hermanastra de la princesa, era su mejor amiga... no cabe duda de eso. La muchacha la apresuró para que suban a su habitación así le mostraba todas las cosas que había traído y sus notas, y por supuesto las noticias que tenía.

Lo primero que le mostró fue el pedido que le había hecho Rin antes de que ella se fuera, le había traído el "camuflaje" que ella precisaba. Mejor dicho, le compró conjuntos de ropa informal, los cuales ella no tenía debido a que al ser una princesa no puedes vestir informal. Por eso, cuando salía con Len siempre llevaba el uniforme del instituto. Gumi le trajo millones de conjuntos de ropa, pero uno de los que más le gustó era una remera bordó con un cinturón negro apretado en la cintura, un jean un poco roto, unas botas con taco negras y un gorro del mismo color. La princesa quedó fascinada, sobre todo porque nunca había usado un jean.

Otra de las cosas que le mostró Gumi, fueron sus notas en el extranjero. Tenía todas "A". Ella había ido a estudiar a Nueva York debido a que no podía aprender muy bien el Ingles, pero lo consiguió completamente.

Finalmente, la última de las cosas era una noticia que tenía para darle...

— Rin-chan, estoy saliendo con un chico...— Dijo la joven, frotándose las manos.

La princesa con contuvo la emoción y comenzó a gritar eufórica, estaba realmente feliz por su hermana, por fin había encontrado a alguien con quien podía estar. Además ella ya no iba a tener que contenerse al hablarle de Len, por supuesto que su hermana sabía todo sobre el plebeyo.

—¿Cómo se llama? ¡Vamos! ¡Dime!— Gritaba Rin, mientras sacudía a su hermana de los hombros.

— K-Kaito Shion. Lo conocí en Nueva York.— Contestó, un poco nerviosa.

Emocionadas, ambas, decidieron celebrar, al anochecer luego de la cena, las dos se encontraron en la habitación de Rin. Tenían: helado, naranjas, karaoke y películas. No durmieron en toda la noche, es más Rin tenía un cita que había organizado su padre (este era el tema de la discusión) a las once de la mañana, y como ella no quería recibir a esa "cita" prefirió acostarse a dormir a las nueve de la mañana, con Gumi.

—Señorita, señorita.— Una sirvienta trataba de despertar a la princesa.

—¿Eh? ¡Tengo sueño, déjame dormir Mari-chan!— Dijo Rin, sin abrir los ojos.

—Señorita, con las diez de la mañana y su padre quiere que reciba a su invitado.— Continuó la empleada.

—¡Agrh! No quiero, por favor Mari-chan, dile que no quiero recibirlo.— Finalizó.

La empleada bajó las escaleras y fue directamente a avisarle a Mr. Kagamine. Cuando intentó decirle, éste reaccionó de forma muy violenta, se levantó se su sillón y fue directamente hasta la habitación de la muchacha.

—¡Ácarin Kagamine, levántate!— Gritó el hombre desde la puerta.

—Padre... ¡NO QUIERO IR A ESA CITA, NO QUIERO!— Contestó la muchacha, bastante enojada.

El hombre la tomó del brazo y la sacó de la habitación, Rin tuvo que salir a la fuerza. Cuando volvió a ingresar en la habitación estaba con el seño fruncido aunque le avisó a Gumi que tenía cosas que hacer y no podía salir con ella esa tarde. Es evidente que Mr. Kagamine le dijo algo para que aceptara, pero aún así ella seguía molesta, quizás estaba así porque su padre había pronunciado su nombre completo "Ácarin Kagamine".

Continuará...