Imitation Black [Vocaloid] Título: Imitation Black Summary: Si todo lo que vemos, pensamos y sentimos fuera una Imitación... ¿que pasaría entonces? Pareja: KaitoxLen / GakupoxLen Clasificación: K+ Advertencias: YAOI/ UA/ Un poco de Ooc por parte de Meiko/ Muerte de personaje. Género: --- Cantidad de palabras: 1531 Imitation Black“Imagina que nuestra familia, nuestros amigos y hasta tú mismo fuera todo una mentira. Piensa como nosotros perfectamente podríamos dejar de existir en un momento. Como si nuestro mundo no fuera más que algo ficticio, algo inverosímil. Imagina que todo lo que nos rodea es solo una Imitación” En esa mansión se estaba llevando a cabo una enorme fiesta, una reunión para ser más precisos. El heredero de una familia muy poderosa –y casualmente la organizadora del evento-, sir Gakupo Kamui, era el hombre más codiciado de la época. Tenía muy buenos modales, y su educación era la más alta de todas. Era la envidia de muchísimos muchachos, por su familia, su fama y su inigualable belleza que hacían que todo fuera siempre lo que él deseaba. En aquella fiesta también se encontraba lady Luka Megurine , la única heredera de la familia. Varias personas deseaban juntar a lady Luka y a sir Gakupo, ya que ambas fortunas eran las más grandes de todas. Pero lady Luka no estaba interesada en él. De hecho, ninguno se interesaba por el otro. Todo el mundo hablaba con tranquilidad hasta que las puestas se abrieron y entró lady Rin Kagamine acompañada de su hermano, sir Len Kagamine. Estos eran nuevos en la aristocracia, ya que sus padres se habían hecho amigos de la familia Megurine y,- aunque la familia Megurine lo niega- los habían ayudado un poco a llegar a tal punto. Lady Rin estaba muy hermosa, aunque ya lo era de por sí. Con un brillante cabello rubio hasta los hombros y ojos color zafiro. Todos pararon un segundo a ver como llegaban, pero luego siguieron con sus conversaciones. Sir Gakupo se quedó viendo un rato al rubio de la familia Kagamine, que estaba inusualmente vestido. Llevaba un vestido negro con detalles amarillos y una rosa roja en el pecho. —Sería para mí un honor bailar una pieza con usted “lady Len”.— Dijo divertido el caballero ofreciéndole su mano al chico. —El placer es mío, sir Gakupo.—Dijo el rubio conforme, y tomó su mano. Ambos comenzaron a bailar. —No es apropiado que alguien como usted lleve esas ropas, ¿por qué lo hace?— Preguntó el más alto. —Mi hermana está buscando desposar a algún hombre, y me ha vestido de mujer para que yo también le ayude a buscar. Sinceramente no me molesta hacerle un favor de esta magnitud a alguien como ella.— Respondió con tranquilidad, tanta, que cerró sus ojos. —Dudo que tarde mucho en encontrar prometido, su hermana, si me permite decirlo, es una muchacha con atributos muy buenos en una mujer.— —No hay problema, sir Gakupo. Y sí, sé lo que mi hermana es capaz de hacer y estoy orgulloso de eso.— Dijo. Bailaron en silencio unos minutos más, hasta que la canción se acabó. La mano del rubio soltó con gracia la de su compañero, sin embargo, el otro la dejó con pesar y tristeza. Esta reunión duró un par de horas más, luego, todos comenzaron a irse. Quedaban muy pocas personas en la mansión Kamui, entre ellas sir Len y su hermana. Estos estaban preparándose para regresar. Cuando el reloj tocó las diez, los gemelos se dirigieron a la puerta. Ambos iban hablando tranquilamente, hasta que una mano retuvo al menor. Era sir Gakupo, que lo miraba con su típica sonrisa formal. —Adelántate un poco, Rin. En seguida te alcanzo.—Dijo con una sonrisa el rubio. Su hermana asintió y se alejó un poco. – ¿Que le inquieta, sir Gakupo?— Preguntó —Me gustaría que volvamos a vernos bajo otro contexto... Len.— Le respondió con confianza. —Que atrevimiento de su parte llamarme por mi nombre.— Comenzó. —Pero su propuesta ha despertado mi curiosidad, ¿dónde desea verme, sir Gakupo?— Acabó. —Aquí, en este mismo salón, mañana en la tarde.— Exclamó. —Su invitación es de mi agrado, sir Gakupo.— Dijo elevando un poco el tono de voz y soltando su mano.— Nos veremos mañana.- Terminó. Y se dirigió a donde estaba su hermana. Ella comenzó a hablarle animadamente sobre los muchachos que creía convenientes, y los que había conocido. Lady Rin tenía un único defecto: cuando hablaba de algo que le interesaba mucho, era imposible que se callara pronto. Los gemelos llegaron al umbral de las puertas de la mansión. El rubio volteó hacia sir Gakupo y lo miró con seriedad. Le susurró algo. Si alguien hubiese prestado atención en ese pequeño momento, como él lo hizo, habría entendido que le había dicho. Así, los Kagamine se fueron. “Sin embargo... no te hagas ilusiones...”, fue lo que el rubio susurró. El de cabello largo pensó unos segundos en estas últimas palabras y luego se dirigió a su habitación. <I>“Esta torcida vida ordinaria, un amor prohibido e hipócrita corazón...”<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com<img src=" /><o:p></o:p></I><o:p></o:p> <I>Ahora nos ubicamos en un mundo alterno, en este mundo todo ocurre como lo conocemos. Los jóvenes van a la escuela y estudian.<o:p></o:p></I><I><o:p></o:p></I> Era un día bastante normal de escuela: aburrido y largo. Kagamine Len estaba sentado al lado de la ventana totalmente distraído, mientras miraba el cielo. —Alumno Kagamine, ¿puede responder la pregunta que hice?— Preguntó el profesor. —Umm...— Exclamó el chico saliendo de sus pensamientos.—Nueve punto tres.— —...exacto.— Dijo el profesor molesto. No era que Len estaba prestando atención, solo que usaba la lógica cuando se metía en problemas. Además, desde que su hermana Rin ya no estaba en la misma clase con él todo era muy aburrido. A Len lo habían adelantado un par de años por su desempeño en la escuela, pero aún en un curso superior se aburría muchísimo. —Len...— Susurró una chica de cabello castaño que estaba detrás de él.— Pásame el ejercicio tres, por favor.— Pidió —Es fácil.— Respondió él.— Tienes que dividir la raíz cuarta de ocho por la raíz octava de nueve.— —...-— Se quedó con los ojos en blanco. El chico suspiró —Solo divide las dos cuentas que te dan.— —Ok.— Respondió la joven con una sonrisa. Len de verdad era una persona muy inteligente, que muy seguido hacía uso de la razón. Tenía un pensamiento muy ágil y una gran memoria. Entonces, sonó la campana para el almuerzo. El rubio estaba bastante feliz, ya que comería con su hermana –a la cual extrañaba, aunque no quería admitirlo-. Lamentablemente, mientras se levantaba de su asiento, una pequeña nota cayó de su mochila. Él la leyó. La nota decía: <I>“Querido Len: <o:p></o:p></I> <I>Lamento molestarte en hora de almuerzo, pero por favor ven a la azotea dentro de 10 minutos.<o:p></o:p></I> <I>Anónimo” </I> <I><o:p></o:p></I> Esta nota deprimió un poco al pequeño, ya que le molestaba bastante rechazar a las tantas chicas que se le declaraban, pero por una cuestión de moral decidió ir, ya que sentiría mucha pena de ella si llega a no presentarse y dejarla plantada ante algo tan importante como una confesión. Llevó con él su almuerzo, por si acaso. Cuando abrió la puerta de la azotea de la escuela, solo se encontró con un chico de cabello y ojos azules, que lo miraba. El rubio hizo caso omiso al otro chico y miró hacia todos lados buscando a la chica, al no encontrarla se sentó contra la pared y comenzó a comer su almuerzo. Al verlo tan tranquilo, el mayor se sonrojó un poco. Quería hablarle, pero no salían palabras de su boca. —¿Que haces aquí...?- Dijo finalmente —¿Yo? Pues espero a que venga una chica a decirme algo...— Entonces, dejó de comer y lo miró algo serio.— Aunque jamás he descartado la posibilidad de que la carta venga de ti, ya que eres el único aquí y una chica jamás llegaría tarde a esto.— Terminó con seriedad. —Bueno, yo...— Comenzó.— Si... quería decirle Len-san que...— —No me digas así.— Interrumpió irritado.— Lo odio casi tanto como que me digan Lenny.— —Está bien... lo siento...— Respondió avergonzado. Como notó que el mayor no avanzaba se levanto y se puso frente a él y le colocó una mano en su hombro. —Debe ser difícil.—Le dijo en tono de consuelo.— Tranquilo, no muerdo.— Acabó con una sonrisa. —Len...kun...— Exclamó totalmente rojo. —¿Si?— Respondió —Por favor... ¡salga conmigo!—Chilló con una voz aguda. El rubio se sorprendió bastante, ya que las chicas que se le declaraban jamás le invitaban a salir. Entonces, interesado, aceptó. El mayor estaba tan feliz que dejó de hablarle con tanta formalidad. —¿Entonces?— Preguntó el mas pequeño.— ¿Donde? ¿Cuando?— —Mañana en la tarde, en la cafetería de aquí cerca. Me dijeron que tienen un muy buen café.— Respondió emocionado Kaito. —Ok.— Dijo Len con una sonrisa. Ya estaba todo arreglado. El rubio tomó su caja de almuerzo y se dirigió a la puerta. La abrió. Pero justo antes de salir dio vuelta su cabeza y miró con seriedad al otro. —Sin embargo... no te hagas ilusiones.- Exclamó severo. Y se fue. El de cabello azul se quedó solo. Confundido, por lo último que su enamorado le había dicho, pero feliz, ya que este había aceptado su invitación. “<I>Pintando todo de</I> <I>Negro, un amor incompleto, el mundo se tiñe de ese amargo y oscuro color”. <o:p></o:p></I>
Re: Imitation Black [Vocaloid] :cangre: Abusaste de "lady" y "sir", leerlo cada rato que presentabas a un personaje me mareaba un poco x'D. Sinónimos, mujer. ¿Por qué no cambiar lady por madame o similares? Anyway, conozco poco de Vocaloid, sobretodo porque sus voces me hartaron después de un rato, pero sí tengo entendido de los personajes y me planteas una historia que realmente parece prometedora. Que Len sea un vil cerebrito me desconcierta un poco, pero bueno, tendrá sus razones. Quiero saber qué va a pasar, tengo el presentimiento de que ambas realidades se van a entremezclar o algo así, espero una pronta continuación. Saludos.
Re: Imitation Black [Vocaloid] La verdad, Kaito y Gakupo pintan muy ukes en la historia, y el uke por excelencia es Len xD, tan monosho y chiquitín. Hubo un poco de OoC en Len. Aunque bueno, eso no afecta mucho a la historia. Es muy prometedora, espero ver más caps. No noté fallos así que no se que decir, más que ¡Animo!, sigue escribiendo. Me gusta mucho esta historia. cangrejoo
Re: Imitation Black [Vocaloid] Laurine: Thank you por la crítica. Tienes razón, me pasé un poco con eso de lady y sir xD Lo cuidaré mas en la próxima :) shinigami sa: Really? El único uke me parece Kaito, pero bueno, que se le va a hacer, a veces es así xD. En cuanto a lo que dijiste del Ooc, Len es serio en varios videos (o al menos te das esa idea porque no tienen PV xD). Anyway, muchas gracias por la crítica :3
Re: Imitation Black [Vocaloid] Me encanta :D Debes seguirla, xP, yo la veo muy buena y tiene futuro, buena narración y todo :D Como sea, ya me leíste -.- xP Atte Tomy Tcang*
Re: Imitation Black [Vocaloid] Wow, se me pasó totalmente que lo estab publicando aquí xD Anyway, para los que quieran saber como sigue este maravilloso fic (? Aquí esta el capítulo dos. ---------------------------------------------------- Imitation Black Esa mañana, despertó muy tranquilo, pensando en el encuentro que tendría lugar con sir Gakupo en la tarde. Optó por la opción de no decirle nada a su hermana, y cuando esta le preguntó lo que había pasado él invento que sir Gakupo lo había confundido con una mujer y le invitó a salir, pero él le dijo que era hombre. Lady Rin creyó esta historia, de hecho... no se esforzó en pensar si era verdad o mentira, solo quería saber de que había hablado con alguien tan importante como sir Gakupo. El resto de la mañana fue tranquila y normal, el joven no demostraba apuro en ir a la cita que tenía programada con tan importante persona. Cuando llegó la hora acordada, le dijo a su hermana que iría a hacer las compras –las cuales ya había hecho el día anterior-, su hermana volvió a no darse cuenta. Al llegar a la mansión Kamui varios mayordomos lo recibieron y escoltaron al punto de reunión. Estos se sorprendieron cuando notaron lo que llevaba puesto el joven. Por pura diversión, Len se había puesto el mismo vestido que la noche anterior. Al encontrarse con el noble, los mayordomos los dejaron solos. —Me alegra que hayas venido. — le dijo con una sonrisa. —Le dije, sir Gakupo, que vendría sin dudarlo. — respondió cortésmente, haciendo una reverencia. —Oh, por favor— exclamó moviendo la cabeza —, llámame solo Gakupo. —Muy bien... Gakupo, ¿qué se supone que haremos usted y yo aquí? —Pues, pensaba en tomar el té con usted, Len. — respondió sentándose en una mesa hermosamente adornada. El ambiente en el que ambos estaban era muy calmo. Silencio, solo eso se escuchaba, y sus respectivas respiraciones, las cuales eran totalmente diferentes. La de Gakupo, era un poco agitada. Tal vez estaba nervioso. La de Len, en cambio, era calma, como siempre. —¿Por qué me invitó?- —Porque veía interesante la idea de volverle a ver. Sin embargo, no deseaba que fuera bajo el contexto de siempre. El rubio se preguntó a qué se refería el otro con “de siempre”, yaque esas fiestas eran –aunque no lo dijera-, desagradables para él. Se sentía raro cuando asistía a una de ellas. —¿Usted esta insinuando estar acostumbrado a todas esas lujosas fiestas? — preguntó finamente, escondiendo gradualmente su curiosidad. —Sí. Y estoy seguro que la señorita Luka le diría lo mismo. Al ser nosotros los herederos de las familias más ricas, estamos acostumbrados a las fiestas y eventos que se hacen. El más pequeño no contestó Y ambos se quedaron en silencio, bebiendo el té, el cual –para Len- estaba frío. “Siempre quise contártelo, pero ahora hay solo una cosa que decir..." --------------------------------------------------------------- Len estaba en clase, y no podía evitar mirar hacia atrás algunas veces, para ver al chico con el cual ese mismo día iba a encontrarse. Éste le sonreía cada vez que lo veía. Cuando sonó la campana para el almuerzo, el rubio se fue al curso de su hermana, dejando solo a Kaito, que creía que almorzarían juntos. —Idea errónea. —pensó el de cabello azul, mientras veía al rubio alejarse con una sonrisa. La verdad era que le importaba más de lo que se hacía creer a sí mismo, ya que con solo ver al pequeño hablando con un amigo de su hermana se ponía celoso. —Kaito— dijo alegre una castaña a sus espaldas—, ¿vamos a almorzar juntos? —Meiko-chan— Sonrió él. Sabía que ella estaba enamorada de él, o algo así. No era muy bueno con los sentimientos de las chicas—. No hay problema La chica feliz fue con él a la azotea a almorzar. A Kaito el traía tantos buenos recuerdos ese lugar. No solo lo que sucedió con Len, sino que además, hacía mucho tiempo había conocido a un gran amigo allí, lamentablemente ya no estaba con él. Tuvo un accidente automovilístico y falleció. —Este lugar... es tan calmo. —Si... — contestó—, parece que aquí pasan muchas cosas buenas... —¿Te ha pasado algo muy bueno aquí? —No, pero, me han contado cosas muy hermosas que han sucedido aquí. — mintió. No quería que se enterara de lo suyo con el rubio. —Entiendo—dijo la chica bajando la mirada con una sonrisa—. Kaito... quiero que sepas algo... —No me interesas— dijo fría y secamente, y lo peor, sin mirar a Meiko—, a mí ya me gusta otra persona... — los ojos de su compañera se abrieron como platos ante la respuesta—. Y no quiero que interfieras— terminó diciendo, mirándola con una expresión firme, pero a la vez gélida y agresiva. Meiko se levantó y salió de la azotea, queriendo golpear al primer estúpido que se le cruzara. Kaito no supo en ese momento porque se había comportado así. Pero algo que si sabía, era que hoy iba a salir con Len y que nada ni nadie debía intervenir. “El impulso no puede ser suprimido, cuando está a punto de romperse...”<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com<div class=" /><o:p></o:p> Palabras: 823