Ciudad amurallada; sólo pueden accesar aquellos con la habilidad de sigilo, es una ciudad secreta. Gobierno: Iga tiene un regente; el cual está encargado de impartir justicia en nombre del Señor feudal de Mie. Locales: Cuartel general Dojo Casa de Armamento Herbolaria Clínica Casas
Capítulo V 礼 Rei — Respeto Legaron a la Ciudad de Iga, una ciudad amurallada, Matsuda mencionó que debían rodear la muralla para entrar por algún acceso, pero jamás encontraron alguna puerta y dieron vueltas en círculos hasta darsecuenta que aquel lugar no tendría una entrada en concreto. La única manera era entrar escalando con sus propias manos; algo que fue un reto para algunos menos para Kuroki y Matsuda, los cuales ayudaron al resto a subir sin mayor dificultad, entrando a Iga de manera sigilosa. —Bien hecho—dijo una voz de un hombre al cual no podían ver —sólo aquellos con las habilidades necesarias pueden ingresar a esta ciudad— el hombre estaba caminando en la muralla, estaba usando una indumentaria negra por completo la cual les impedía ver su rostro —Bienvenidos a Iga — Los guió para descender la muralla, de la misma manera como habían entrado —Son libres de visitar la Ciudad, lo han ganado — dijo mientras parecía desaparecer de sus vistas. Contenido oculto Kuno Vizard Gigavehl EN Auditore OneMoreee son libres de explorar
Kuroki Fusatada Para cuando nos separamos, y el tiempo pasó. Iga parecía ser una cárcel hecha ciudad, la misión era crucial pero ciertamente preocupante. Desde lejos se veía temerosa, e ingresar parecía ser un reto, nunca hubo una entrada tal cual, hasta que se tuvo que escalar, entre Matsuda y yo ayudamos a dicha labor, e ingresamos, aunque un extraño sujeto nos habló. Eso me puso alerta, aunque, parecía ser alguien neutral pues, no hizo nada malo. Solamente nos ayudó un poco y nos dejó avanzar, chasqueé la lengua extrañado. Mientras miraba a mis compañeros. —Creo que debemos establecer un sitio donde reunirnos por ahora, no creo que sea buena idea separarnos sin más de momento—. Dije, serio y centrado pues tenía un mal presentimiento. Muy malo. —Hay que tener en cuenta que no tenemos médicos con nosotros.
Misato Aoyama Me sentí algo extraña al separarme del grupo principal, no pude evitar desviar la mirada en dirección a los distintos caminos donde el resto del clan partió. Fue algo difícil pero tras ciertas ayudas pudimos acceder a la ciudad de Iga, una ciudad con una gran fortificación. —Perece una ciudad tranquila, espero no tengamos mayores problemas—dije mientras jugaba con el mechón de mi cabello. En ese momento Kuroki mencionó algo que incluso sabía de antemano, mi intuición percibía un gran peligro latente, sonreí al saber la armonía que ambos desarrollamos como un equipo bien coordinado, aunque era una pena que fuesen malas circunstancias las que constará tal hecho. —Creo que tienes razon...—observe de reojo a Kuroki y su expresión lo dejaba claro— así como encontramos aquel extraño quien sabe lo que está ciudad nos depare. >>>Además...debemos encontrar alguna clínica...desde nuestro entrenamiento no hemos revisado nuestra condición. Añadí como última advertencia a Kuroki aún estaba en condiciones que solo serían fatales en una eventual batalla, una que por alguna razón...no la sentía lejana.
Tanaka Heya Después de rodear un par de veces la ciudad sin ningún éxito, decidimos que era más fácil escalar la muralla. A pesar de que a Heya se le dificulta un poco, lograron cruzar la muralla sin mayores contratiempos. -¿Creen que los habitantes de Iga suelan comerciar con las ciudades cercanas? —Preguntó Heya mientras se acercaba a Kuroki y a Misato—Necesitamos una coartada fiable, al menos mientras encontramos un refugio. No parece que esta ciudad reciba muchos viajeros. Hablando de eso... —desvió la vista hacia Matsuda—¿Lo conocías? —dijo refiriéndose al hombre vestido de negro—No conozco la situación actual de Iga,pero si tienes una muralla no es normal ayudar a cualquiera que la quiera cruzar.
Daichi Nishimura "Entonces... No me queda más opción que volverme más fuerte, señor Ukita, por la gente del norte y el Clan Minamoto... Ojalá cuando nos volvamos a ver, sea en una situación más favorable, pensaré en esto que acabo de decir, vendré con un plan...", esas fueron las últimas palabras que le dije al señor Ukita antes de venir hacia acá, en mi mente las repetí constamente, mi formación como guerrero Samurai requería que fuese fiel a mis palabras, pero... ¿Podría cumplir con esas oraciones? Las palabras de un guerrero jamás eran a la ligera, debía hacerse responsable de eso, debería volverme más fuerte, sino... La deshonra continuará en mi camino. Llegamos a la ciudad amurrallada. Estuvimos rodeándola largo rato, por alguna razón, no parecía contener ninguna entrada al interior: "Mala señal...", pensé un tanto confundido, "¿Cómo una ciudad amurrallada, sin entradas, puede crecer económicamente?", me cuestioné. "Tiene que haber alguna otra entrada, alguna que se nos escapa a la simple vista". Escalamos la muralla, la única cara que reconocía era la del señor Matsuda, era el hombre que acompañaba al detective Ukita cuando me infiltré en el santuario. "Quizás... Por eso me detectaron, este hombre es excelente en el sigilo, podría haberse dado cuenta de mis tácticas...". Escalamos la muralla, en mis adentros, me parecía irónico, podría haber jurado que hacía diez años podría haber escalado esa pared sin dificultad, en este punto... Estaba intentando no caer desde la altura. Llegamos a la cima, pude divisar la ciudad en su extesión, todo rodeado por aquella muralla implacable que los aislaba de sus alrededores. "Interesante...", pensé, el aire en el lugar se sentía extraño. Desde que había abandonado mi hogar hacía dos años, jamás había visto un lugar tan peculiar. Un hombre nos recibió, vestido con ropajes oscuros, parecía... Singular. —¿Esto era una especie de prueba?—cuestioné con ligereza, pero el hombre desapareció. Una de las personas del grupo, dió la idea ir a una clínica, asentí con la cabeza.—Me parece prudente, podríamos comenzar a recolectar información con las personas de la clínica, después de allí, separarnos, recolectar información lo más rápido posible sobre este lugar...—coloqué mi manos sobre mi barbilla pensativo.—Los acompañaré a la clínica, después iré a la casa de armamento, necesitamos a alguien que sepa usar el arco, podría beneficiarnos a un futuro cercano.—hacia mucho que no lo manejaba, pero parecía prudente considerando la conformación de nuestro grupo, deberíamos ser rápidos y silenciosos, la distancia contra un objetivo era lo más prudente.—El dojo parece ser otro punto de interés, podrían acompañarme o yo los encontraría en el dojo después de la compra, preguntaré en la casa de armamento sobre posibles personas de interés...—callé, estaba hablando demasiado, jamás me presenté ante ellos, estaba siedno descortés.—Por cierto, mi nombre es Daichi.—dije sin más, esperando respuesta de los otros miembros, incluyendo el líder, en mi mente, deberíamos recolectar la mayor cantidad de información posible y después actuar.
Matsuda afirmó ante las palabras del equipo —Considero lo mismo; no creo que sea prudente separarnos, eso podría poner en alerta a los habitantes, recordemos que no son ciudadanos promedio. El lugar no es muy grande así que no podremos perdernos, si es así consideremos que algo malo ha sucedido, mientras tanto permanezcamos juntos y vayamos a la clínica local— dijo avanzando para que lo siguieran, algo a lo cual no estaba acostumbrado —Creo que al decir que somos guerreros y buscamos atención médica puede funcionar por el momento, o ¿Alguien más tiene algo en su inventorio para decir que somos comerciantes con la habilidad de escalar sin ser vistos?— se quedó pensando en la estrategia de Heya antes de responderle —No lo conocía, no creo conocer a ningún ninja para ser sincero. Pero aprendí a ser discreto y sigiloso en mis años de jardinería en la casa feudal; debía evitar despertar a todos por la madrugada— después se detuvo al escuchar las palabras de Daichi; al parecer Takano había hecho bien formando a aquel equipo, pues parecía que todos pensaban de manera similiar, así la convivencia no sería ningún problema — Mi nombre es Matsuda Koreaki —dijo en voz baja para que sólo el pequeño grupo lo escuchara, dijo guiando al grupo a lo que parecía ser la clínica, el primer sitio que visitaría en Iga. Clínica (Matsuda; Kuroki; Misato; Heya; Daichi) Al llegar a la clínica una pequeña estaba en la entrada, los miró con una ligera sonrisa mientras los inspeccionaba con la mirada. Contenido oculto —El viejo me avisó que teníamos visitas— detuvo la mirada unos instantes —Veo que vienen a curar sus heridas, el tratamiento es de diez monedas por cliente— dijo sin miedo —Dos de ustedes están heridos —dijo sin colocarles ni un dedo encima —¿Falta uno de ustedes no es así? —dijo contando —Uno, dos, tres, cuatro, cinco; falta su sexto integrante— Contenido oculto: Misato Kuno Vizard En tu siguiente post tírame un dado de 50 Matsuda Misato Kuroki Daichi PV= 80 Mal descansado: -1 defensa PV= 45 Mal descansado: -1 defensa PV= 39 Mal descansado: -1 defensa Agilidad (+2 defensa) Deuda de honor [tab=Heya] PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Buena reputación (+2 suerte) Timidez (-1 suerte) PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Voluntad fuerte (+4 ataque) Deuda de honor muy bien descansado +2 defensa [tab=Kuroki][/tab]
Misato Aoyama —Me llamo Misato un placer— Con cortesia me presente ante los nuevos integrantes del grupo, pero el tiempo era algo que no debiamos perder. La ciudad era pequeña y no fue mayor problema dar con una clinica, en ella una chica aguardaba por posibles pacientes. Dos de ustedes estan heridos Enarque una ceja por su observación, solo una mirada basto para su diagnóstico. Debe ser una profesional a elevados niveles. —K-kuro si no te importa...quiero recibir tratamiento primero ¿bien?—le pedi juntando ambas palmas de mi mano, en un gesto algo comico de suplica. No sabia si fue por los dias y noches que nos tomo llegar a esta ciudad, pero se me hacia extraña la habilidad de la chica de la clinica..¿podria Mao tener tal habilidad que le rivalice? —Esta bien pagare lo necesario— afirme amablemente— habia sido un viaje largo y existen inclemencias en el camino. Todo apuntaba a que seria una revisión más de rutina, todos estariamos en forma. Permitiendo asi enfrentar lo que cruce nuestro camino ¿que más podria pasar?
Clínica (Matsuda; Kuroki; Misato; Heya; Daichi) Misato se adelantó para curar sus heridas; mientras que Matsuda se quedaba atónito —¿Seis integrantes?— preguntó Matsuda a la pequeña que comenzaba a revisar la magnitud del daño en Misato, no era demasiado. —Así es, el viejo dijo que alguien mas venía detrás de ustedes ¿Acaso no sintieron su presencia? —dijo sin levantar la vista de Misato, pero se detuvo en sus movimientos con los ungüentos —¡Agáchense!— gritó la niña mientras una flecha traspasaba el papel de arroz que cubría la puerta corrediza; Misato giró un poco la cabeza para esquivar perfectamente la flecha que quedó incrustada en la pared junto a ella. Rápidamente Matsuda salió de la Clínica para encontrarse con el agresor, era alguien de pie en la muralla con un arco en las manos; el cual al ver como varias personas salían a investigar escapó a velocidad, con el nivel actual nadie podía seguirlo. Matsuda volvió a entrar a la clínica mientras la pequeña tomaba la flecha de la pared y limpiaba la punta con una venda; en ella había un líquido extraño el cual le mostró a Misato; limpió sus manos y continuó —Su sexto integrante parece que tiraba a matar; una flecha con líquido siempre es una flecha con veneno; al parecer tienen enemigos peligrosos— siguió atendiendo las heridas de Misato. —Nos han seguido— dijo Matsuda con enojo, después miró a la pequeña e hizo una reverencia en disculpa; ella sólo sonrió. —Estamos entrenados para este tipo de eventos; nosotros en Iga estamos en constante lucha con una ciudad rival en Shiga—miró hacia Misato—Veo que ustedes también están muy bien entrenados— terminaba de vendar a Misato para limpiar sus manos nuevamente —Deberían inspeccionar este líquido con nuestro herborista; ahora ¿Quién sigue para ser tratado?— Matsuda la miró bastante confundido. Matsuda Misato Kuroki Heya Daichi PV= 80 Mal descansado: -1 defensa PV= 60 Mal descansado: -1 defensa PV= 39 Mal descansado: -1 defensa Agilidad (+2 defensa) Deuda de honor PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Buena reputación (+2 suerte) Timidez (-1 suerte) PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Voluntad fuerte (+4 ataque) Deuda de honor muy bien descansado +2 defensa
Misato Aoyama Lastimosamente me equivoque. Cuando inicio mi revisión solo hizo falta un ungüento para reponer mi condicion, mientras sentia un ligero alivio la chica menciono un sexto integrante...espera ¿alguien más? Eso no podia ser. La chica grito y en un segundo senti el silbido de una flecha, fallo.El recuerdo de aquella noche de pesadilla surgio para afinar mis sentidos logrando esquivar la flecha como si nada. Molesta, sujete la empuñadura de mi Katana, vimos al atacante pero lastimosamente escapo. —Desgraciado...—Masculle relajando mi postura—no.. morire de nuevo de la misma forma—di la vuelta y sonrei al resto—llevo una larga historia con ataques de tal clase. La chica mostro la flecha (su habilidad iba mas alla que la de un médico) pude constar que estaba envenenada— eso haremos — afirme ante la sugerencia, me costaba algo disimular el miedo pero debia mantener la calma por el equipo sobre todo por Kuroki, como el niño que aun era debía ser una sorpresa desagradable el ver a un compañero morir envenenado.
Kuroki Fusatada —Kuroki Fusatada, es un honor.—Reverencié y hablé en voz baja, para seguir avanzando, me sorprendía que parecía todos hacíamos una conexión curiosa, parece que Takano en verdad sabía lo que hacía, para cuando llegamos a la clínica sin mayor problema, estuve atento también si por ahí decían algo interesante, parecía nada pero a demás de saber escalar, ser sigiloso, también sé escuchar entre la muchedumbre... Creo que más que Samurai debería ser Ninja. Cuando llegamos a la clínica, una pequeña nos recibió de forma curiosa. Daba un poco de mal rollo, pero era lo más relajante a comparación del ambiente del poblado, cuando Misato me habló, asentí con calma, sonriendo. Y no sabía si había sido lo mejor pues de la nada una flecha cortó el viento y casi le impacta a Misato, musité sorprendido y volteé hacia el origen del tiro, era en la muralla y alguien estaba ahí, se fué en un santiamén y era imposible alcanzarlo. Menudo inicio con este sitio. Miré que la pequeña había terminado con Misato, por lo que me acerqué y asentí. —Solo falto yo—. Dije, mientras sacaba de mis bolsillos las diez monedas para entregárselos. >>Veo que eres muy perspicaz—. Dije, curioso a la niña.
Daichi Nishimura [Clínica] Tres de los miembros sonrieron cada vez que lo hacían asentí con la cabeza, mientras en mi cabeza intenta guardar esos nombres para no confundirlos. "Matsuda Koreaki el líder, amigo del detective Ukita. Misato, una joven dama y Kuroki Fusatada prácticamente era un niño...", los miré con detenimiento desde atrás, mientras nos movíamos hacia la clínica, era extraña esa sensación en el pecho de pertenecer algo. "¿Cuánto ha pasado?", pensé por un momento, "Dos primaveras...", suspiré sacándome del agobio. Llegamos al destino una niña nos recibió: "—...falta su sexto integrante.—" Pude notar que todos hicimos un rostro de confusión. Sentí la hostilidad en el aire, "¿De que habla?", pensé, escuché su explicación el intercambio con Matsuda. "—¡Agáchense!—" Por reflejo fui al suelo. Con mi pulgar alcé la empuñadura de la katana por si tenía que desvainar con gran rapidez. Una flecha nos pasó por encima, clavándose a un lado de Misato que logró esquivarla con una extraña facilidad. Resoplé para botar todos el aire de mis pulmones, esto había escalado más rápido de lo previsto. "Debimos borrar nuestras huellas", pensé en automático, esto era malo, muy malo, habíamos fallado en lo más básico, nos han rastreado y seguido. La figura que había lanzado la flecha escapó, nadie lo podría alcanzar y dudo que pueda ser rastreada, una persona con esas habilidades no dejara cabos sueltos tan fácilmente.—Sí, necesitamos de un arquero, no creo que quién quiera que sea, se enfrente a nosotros de frente...—dije en automático, pero noté que la chica estaba allí, mordí mi lengua por un segundo. "Una flecha envenenada, un ataque cobarde...", volví a pensar. Luego me acerqué a la pequeña. —¿Crees que nos puedas decir algo sobre este lugar? Ya sabes que somos viajeros... Una mano sobre lugares o personas de interés nos podría facilitar no vernos envueltos con personas como esa...—refiriéndome al arquero, me mantuve en silencio un momento.—¿Algún rumor reciente?—intentando utilizar mi habilidad de Cultura Local.
Clínica (Matsuda; Kuroki; Misato; Heya; Daichi) La pequeña sonrió ante la determinación de Misato, después le indicó a Kuroki que tomara el lugar de Misato para iniciar la curación —Han sido golpes fuertes los que recibieron; es una fortuna que no se rompieran nada —dijo viendo los moretones después de escuchar las palabras de Kuroki —Debo ser así, ataques como estos los vemos a diario— sacó los vendajes para comenzar a rodearlo con ellos —Si esa persona los venía siguiendo era para espiar sus movimientos, ha de ser hábil siendo que ustedes son sigilosos, lo sé porque están en esta aldea, no cualquiera puede ingresar; sólo aquellos que demuestren sus habilidades— Matsuda se notaba alterado, no sólo por el ataque sino por la mención de los venenos. La niña miró a Daichi mientras este hablaba, ella sólo sonrió —Aquí no existen nombres, al menos no alguno que un viajero deba conocer— era una aldea muy secreta; la información no se obtenía de la misma manera que en otros sitios. Matsuda, estaba cada vez más confundido. No los han tratado mal pero la bienvenida a la aldea se sentía extraña, le preocupaba que su ubicación ahora estaba comprometida y sabía que debían irse, pero las palabras de Takeda habían sido certeras. Frotó su cabeza confundido ¿Por qué Takeda había insistido en enviarlos aquí? aquella noche todo pasó tan rápido, pues no podían permanecer mas tiempo en Tsu, por eso mismo no hubo demasiadas explicaciones, Matsuda jamás había guiado un grupo y aquello era evidente. —Deben existir nombres... Obata...—pronunció el nombre de aquel que cuidó tanto tiempo a Takeda —Nos ha llegado una misiva suya y habíamos quedado de reunirnos con él, hemos tardado mas de lo que habíamos planeado por lo que no sé si ya ha partido— mintió a la pequeña la cual juzgar cada palabra dicha por Matsuda. —En ese caso deberían ir al dojo; allí podrán encontrarlo— terminó de decir la pequeña. Matsuda agradeció con una reverencia mientras dirigió al grupo a la salida de la Clínica —El dojo...— mencionaba Matsuda en voz baja —Creo que primero podríamos ir a la herboraria— dijo hacia Misato —después podremos buscar algo en el dojo— Toda la aldea la podían ver en su horizonte, el lugar era pequeño y no había personas caminando a pesar de ser un día tan ameno; la herbolaria era uno de los edificios más emblemáticos, rodeado de distintas casas pequeñas que rodeaban el lugar. Al entrar un hombre con medio rostro cubierto los recibió con una mirada intimidante. Contenido oculto —¿Qué es lo que hacen samurais en una aldea cómo esta?— pronunció tajantemente. Matsuda Misato Kuroki Heya Daichi PV= 80 Mal descansado: -1 defensa PV= 60 Mal descansado: -1 defensa PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Agilidad (+2 defensa) Deuda de honor PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Buena reputación (+2 suerte) Timidez (-1 suerte) PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Voluntad fuerte (+4 ataque) Deuda de honor muy bien descansado +2 defensa
Kuroki Fusatada Tenía sentido lo que decía la pequeña, mientras me vendaba, no evité soltar un suspiro de alivio, podía sentir como el aire y mi pesar por el dolor se desvanecía, unos días así y seguro estaría como nuevo, ese Takano era intimidante... Cuando el resto habló, me quedé un poco inseguro si mencionar a Obata, pero parecía que nos había dado una pista, aunque notaba a Matsuda muy inseguro, tanto que parecía que sentía que la carga por dirigirnos era mucha. ¿Nunca había comandado un equipo, tal vez? Cuando terminamos, reverencié a la pequeña y seguí a Matsuda, todos empezamos a movernos a la Herbolaria, en el camino le hablé a Matsuda. —Hey, calma. Todo estará bien, sé que no ha sido el mejor momento pero hay que mantenernos con la cabeza fría, estamos juntos en esto, sé que no soy el mejor en cuanto entender lo que es cargar con el liderazgo pero... Si te puede servir de consuelo, puedo intentar ser tu segunda opinión, al menos para que no sientas que todo va encima tuyo.—Sonreí ampliamente, para llegar al edificio que ciertamente resaltaba, aunque el sujeto allí presente para cuando ingresamos fue ciertamente intimidante, no evité tragar saliva y me quedé en silencio un momento después de su pregunta, no conocía a nadie mas que a Matsuda y a Misato en el equipo, pero decidí hablar primero. —Calma, venimos aquí porque recibimos la misiva de una persona llamada Obata, mencionó que estaría aquí, pero también queríamos saber acerca de un aparente veneno, alguien parece que no le agradó nuestra presencia, y creemos podrían ser los de Shiga. Pues desde lejos alguien nos disparó con una flecha a mi compañera y tiene un líquido encima, así que es por eso que estamos aquí. ¿Puede decirnos por favor qué clase de líquido tiene?—. Pregunté con calma y educación, aunque me notaba calmado, en el fondo sentía que cualquier mal movimiento podría derrumbar todo. Contenido oculto Presión deja de nublar mi post... Ah si, omg soy un zombi, tengo 0 PV esa niña me mató :o okya xD solo eso, me dió gracia (?)
Matsuda escuchó las palabras de Kuroki —Yo siempre los he seguido, jamás me habían puesto una responsabilidad tan grande como esta —dijo con nerviosismo, no trataba de disimularlo —todos ellos han sido líderes en algún momento— comenzó a decir en voz baja para que sólo el pequeño grupo que se dirigía a la herbolaria pudieran escuchar —Takeda siempre ha sido un maestro; Ukita ha sido capitán por varios años; Takano fue entrenado como estratega; Fuji domina en la herrería; incluso en Nara yo seguía a Yamagata. Takano me ha puesto a prueba y aun no era el momento — la herbolaria estaba a la vista —Siempre apreciaré segundas opiniones —dijo antes de entrar. Se separó de su mesa de trabajo para tomar la flecha en sus manos —Esta flecha no es la típica madera utilizada por algún miembro del clan Koga —después comenzó a extraer lo que quedaba del líquido con un instrumento metálico, después se acercó a una cajita con algunas cigarras en su interior a las cuales les embarró la pequeña gota mientras veía los efectos, lentamente se veían caminar con agotamiento y dolor, dejando de hacer su sonido caracterísitico —Batracotoxina— —Maldición...— mencionó Matsuda, después se dirigió a Misato —Hubieras pasado por el mismo proceso que yo pasé — aquel era el mismo veneno que había utilizado en Nara en su contra. Matsuda Misato Kuroki Heya Daichi PV= 80 Mal descansado: -1 defensa PV= 60 Mal descansado: -1 defensa PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Agilidad (+2 defensa) Deuda de honor PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Buena reputación (+2 suerte) Timidez (-1 suerte) PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Voluntad fuerte (+4 ataque) Deuda de honor muy bien descansado +2 defensa
Kuroki Fusatada Al escuchar a Matsuda, no evité apenarme, así que verídicamente jamás ha dirigido, y lo peor es que no podía ocultar su pena, esto era malo, pero teníamos la ventaja que pensábamos todos de forma similar. Así que había una posibilidad, de que todo fuese tan bien como la seda, aunque fuese el momento o no, estoy seguro que el destino nos va a sonreír esta vez. "Taira..." pensé, al escuchar la parte de la flecha de madera. Maldita sea, a este paso tendremos una lucha a tres bandos, necesitábamos ir al Dojo cuanto antes. Escuchar el nombre del veneno, era definitivo, es el mismo veneno que mencionó Takeda cuando escapamos de Nara. —Esta claro, será mejor ir al Dojo cuanto antes, no nos quieren aquí definitivamente—. Les dije, visiblemente preocupado. Luego miré al señor de nuevo, reverenciando. —Muchas gracias, ¿necesitamos compensarle con algo? A propósito, ha mencionado que esa flecha no es los que usan el Clan Koga. ¿Usted sabe de dónde puede ser?—. Pregunté con calma.
Tanaka Heya Dudó por un momento. Si bien guardaba alguna que otra hierba útil, no tenía nada de valor, no valor comercial. Quizá... Daichi podría tener algo, pero un comerciante con 4 guardaespaldas llamaba más la atención que un grupo de guerreros. Clinica Se sorprendió cuando la pequeña los recibió en la clinica —El viejo me avisó que teníamos visitas- Así que había alguien observando. Heya, no había notado a nadie por lo que comenzó a ser más cauteloso. Se confundió aún más cuando mencionó a un sexto integrante. ¿Podría haber contado aquel viejo mal? . Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por el grito y la flecha. Por suerte Misato esquivó la flecha, aunque no se pudo hacer nada para rastrear al arquero. La pequeña hizo notar el veneno de flecha, por lo que, después de que Matsuda preguntara por Obata nos dirigimos a la herbolaria. Heya caminó detrás del grupo, cuidando que esta vez nadie los siguiera, por lo que entró justo cuando se mencionó el veneno. Batracotoxina. No era un veneno cualquiera, realmente estaban en problemas Asintió ante las palabras de Kuroki, antes de dirigirse al boticario: —Disculpe, quisiera saber qué plantas medicinales puedo encontrar en la ciudad— dijo dando a entender que acompañaba a los demás.
Misato Aoyama En mi vida solo había transitado riesgos en donde vi la cara de la muerte, pero era la primera vez que iba a ser víctima de un veneno tan letal. Una completa ironía; morir a base de una de mis habilidades, nunca fui partidaria de atacar de tal forma pero no dude en brindar mi ayuda en una táctica tan alejada de mi estilo. La creación de venenos. —Se lo que siente Matsuda-san una vez tuve a cargo un pequeño escuadrón y no es nada fácil—sonrei al intentar animarle el pobre se veía afectado al tocarle tan gran responsabilidad—solo confíe en la unidad de su equipo , Takeda es un buen maestro y por ello ve el potencial en usted..solo mantenga unido al equipo como hasta ahora ¿Vale?—finalice juntando las palmas rogando su entendimiento. Suspiré y un sudor frío recorrió mi cuello...nuevamente estaba frente aquel veneno— afortunadamente mis oídos están acostumbrados al silbido de las flechas... Es casi imposible herirme de esa forma—afirme con solemnidad. Por supuesto que iba ser así ¿Como olvidar el horror de recibir una lluvia de flechas solo contra tu cuerpo? La visita al herbolario hizo cruzar por mi mente la idea de disponer nuevamente de alguna sustancia venenosa ¿Habría en el futuro una situación que amerite su uso? Tal vez...hubiese preguntado por algunos ingredientes pero lo ocurrido me dió la prioridad de velar por el equipo...de verdad temia de algún ataque que les dejase en un grave peligro.
Herbolaria (Matsuda; Kuroki; Misato; Heya; Daichi) El herborista negó ante la pregunta de Kuroki —Yo sólo cobro si utilizan mi equipo, la información considerenlo un regalo por haber ingresado a la aldea— dijo para después responder ante Heya —Medicinales ninguna; para creación de venenos hay semillas de durazno y de ricino; si están buscando elementos de herbolaria deben estar atentos a los caminos, los herboristas viajeros suelen cargar los mejores ingredientes y mapas para localizar distintos materiales— Mientras tanto Matsuda afirmaba ante las palabras de Misato —Haré lo mejor posible, jamás había estado en un punto dónde yo estuviera sin recibir alguna orden; creo que esto me ha tomado por sorpresa— dijo antes de dirigirse al resto —Avancemos al dojo entonces— Dojo (Matsuda; Kuroki; Misato; Heya; Daichi) Matsuda deslizó la puerta, dentro de aquel lugar se encontraban dos hombre; uno al centro con todo el rosto cubierto entre las sombras de su ropa, el otro mostraba medio rostro y unos ojos desafiantes. Al parecer maestro y alumno. Contenido oculto El hombre al centro guardó el rollo que estaba desdoblado frente a ellos mientras los observaba entrar —Los forasteros, veo que ya se han librado de su sexto integrante —era la misma silueta que habían visto al entrar a la aldea —Y ninguno de ustedes parece estar herido, al menos eso pudieron evitar— dijo ante el fallo por haber sido seguidos —Cuando alguien es capaz de seguirlos es porque el nivel de esa persona en el arte del sigilo es mayor a la de ustedes, los samurai aun tienen mucho que entender de nosotros— —¿Ustedes han enviado a esa persona para probarnos?— preguntó Matsuda al entender que ellos conocían de su situación. —Antes de dar órdenes, uno debe haberse informado sobre el enemigo. Pues es peligroso decidir basándose en suposiciones— comenzó diciendo el hombre en las sombras —Haces bien intentando entender que ha sucedido, pero al dejarlo escapar los ha comprometido. Esa persona no era de los nuestros, desconozco su origen. Pero es evidente que ha hecho bien su trabajo, par alguien que ha sido descubierto, lograr huir equivale a una victoria sobre el enemigo— —Lo que el maestro quiere decir es que su tiempo aquí se ha reducido, viajeros —dijo el hombre con la mitad del rostro descubierto —Digan sus razones de su visita a Iga ¿Quién los ha enviado?— —Recibimos una misiva de un hombre llamado Obata, un viejo amigo; para reunirnos aquí...— decía Matsuda mientras el hombre en las sombras lo detenía levantándose y colocando su mano al frente indicándole que callara. —Sé que eso es una mentira— dijo aquel hombre alertando a Matsuda quien colocó su mano en la katana — Obata es un informante; no tiene poder sobre ningún samurai, el los busca no ustedes a él—dijo señalando las katanas —¿Quién es tu señor?— —Somos ronin, sólo estamos en búsqueda de información— mencionó Matsuda con seguridad. —Matsuda, veo que proteges el nombre de Takeda; eso es algo que aprecio— dijo el hombre en las sombras mientras Matsuda desenvainaba su katana, estaba listo para pelear y evitar que alguien supiera ese nombre; miró al resto para que también se prepararan, pero el hombre en las sombras comenzó a quitarse los ropajes que cubrían su rostro, dejando ver por completo la cara de aquel hombre ante la sorpresa de su alumno quien se sorprendía de lo que hacía su maestro. —¿Obata-san?— Preguntó Matsuda bastante sorprendido Contenido oculto Matsuda Misato Kuroki Heya Daichi PV= 80 Mal descansado: -1 defensa PV= 60 Mal descansado: -1 defensa PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Agilidad (+2 defensa) Deuda de honor PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Buena reputación (+2 suerte) Timidez (-1 suerte) PV= 60 Mal descansado: -1 defensa Voluntad fuerte (+4 ataque) Deuda de honor muy bien descansado +2 defensa
Misato Aoyama —Me alegra saber eso, Matsuda san—dije al ver que su ánimo no decaeria tan fácil, su fortaleza como samurái debía ser inamovible, para poder continuar su crecimiento como líder. Seguimos el camino hasta el Dojo. Tras la puerta corrediza del mismo estaba un par de individuos de un atuendo misterioso...¿Ninjas? Uno de ellos cubría totalmente su rostro. Según parecía, estar muy enterado de nuestra situacion; pero era ajeno al ataque sorpresa en nuestra contra...cada vez me agradaba menos como se tornaba. Matsuda estaba listo para pelear, instintivamente sujete el mango de la Katana sin apartar la mirada de aquellos hombres, tal vez debíamos estar el doble de alertas por alguna artimaña. "Obata San" Pero el sujeto en las sombras se habia despojado de su máscara revelando un rostro afable...al menos eso parecía. —¿en serio es el?—pregunte al ver el rostro de Matsuda, parecía no haber error con solo ver su expresión.