de Naruto - Huracán de amor

Huracán de amor​

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Oscuridad…solo eso podía percibir; ningún sonido, ni un animal; absolutamente nada.
Intenté abrir los ojos, algo me invadió cuando me di cuenta que hace tiempo que mis ojos podían ver esa oscuridad. ¿Dónde estaba? ¿Por qué no podía moverme? ¿Qué era esto? Sentí algo deslizarse por mi rostro. Fue en ese momento cuando recordé algo.

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—Necesito hablarte— su típica voz fría se percibió acompañado de algo que no pude identificar, además de eso ¿su cara estaba roja?

Caminé a su lado con un sentimiento de extrañeza llenándome; las mariposas en mi estomago se movían sin control, entonces detuvo su caminata y se puso enfrente mio.

— ¿Qu-que sucede Neji? —tartamudeé lo cual maldije en mis adentros, no podría permitirle ver lo que sentía hacia él, no después lo que vi aquel día. Tomé aire y traté de calmarme lo más rápido posible.

—Hace tiempo que estoy sintiendo…es que… estoy— las palabras se trababan en su garganta impidiendo que las ideas brotaran de ella. Sacudió el cabeza, confundido, tratando de ordenar las ideas en su cabeza; se veía tan tierno con el color adornándole los pómulos.

Mi corazón latía como desquiciado en mi pecho. Tomé aire para recobrar la postura ¿podría ser eso que tanto había esperado durante años? Ni siquiera quería pensarlo, cada que lo hacia el Hyuga me rompía el corazón con cada palabra sin significado y carente de emoción que me dedicaba.

—Te amo— el nerviosismo era tangible en su voz además del sonrojo ardiente en sus mejillas— es algo tan inexplicable pero por fin lo entiendo— miró al suelo apenado como nunca antes lo había visto ni esperaba ver.

Un nudo en la garganta se me formó acompañado de un desenfrenado palpitar lo que me impidió articular palabra alguna. Ese momento era tan autentico y lo había esperado tanto; pero ahora lo único que sentía era un dolor insoportable al intentar callar lo que mi corazón pedía, bueno, exigía a gritos con tanto fervor.

—Lo siento Neji, es solo que yo no siento nada por ti…te veo como un amigo… es que… eres un cubo de hielo y…— me mordí la lengua hasta hacerla sangrar; era una maldita mentirosa.

Su cara experimentó muchos sentimientos a la vez. Asombro. Decepción. Dolor. A final ese brillo en sus ojos que hace poco había aparecido y el cual amaba desapareció junto con su alegría. Abrió la boca para articular algo pero cayó de golpe tal vez porque ya no tenia sentido; dio media vuelta dándome la espalda y caminó en dirección opuesta a la mía hasta que ya no pude ver ningún rastro de él.





El dolor insoportable derrumbó la fuerza de mis piernas haciéndome caer al suelo mientras las lágrimas adornaban mi rostro contraído por la agonía.


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Las lágrimas se escapaban de mis ojos sin que pudiera evitarlo. Neji me amaba me lo dijo de frente lo cual pensaba que nunca sucedería. Le había roto el corazón de la misma manera en que él lo había hecho aquellas ves en que lo vi besándose con una chica; hacia eso ¿y quería que le creyera que me amaba? Mi cabeza era un enrredo total; no podía creerle aunque mi corazón latía por él y me mataba el dolor ocasionado por rechazarlo. Mi corazón le pertenecía hace mucho que ni lo había notado.

Intenté moverme pero un dolor tan desgarrador e insoportable lleno cada partícula de mi cuerpo haciéndome tirar un grito espantoso mientras las lagrimas lo acompañaban. El corazón me latía con dificultad y a un ritmo mas lento de lo acostumbrado; el aire se acababa lo que costaba respirar.

—¡¡Neji!! — grité con la agonía presente en mi voz… ¿Quién era esa chica? No podría saberlo, lo único que tenia claro es que deseaba intensamente estar a lado de él.

Algo se movio, me espanté pero no pude reaccionar al no poder mover ni un musculo. Un sonido se percibió y el miedo me invadió; era como algo desgarrándose. Intenté moverme de nuevo pero solo logré soltar un grito igual de fuerte que el anterior. Aquello que evitaba que me moviera desapareció y con esto pude ver la luz, bueno, esos ojos que me quitaban el aliento.

—¡¡Tenten!! — el temor acompañado de una agonía insoportable se veía en sus facciones. Me tomó con toda la delicadeza del mundo; como si fuera una muñeca de porcelana y me sacó al mundo real.

Proferí un grito por el dolor de mi cuerpo; tomé aire cuando tuve oportunidad. La felicidad me embriagó aunque sabia que estaba rota.

—Tenten eres una idiota…— me insultó con aquella voz tan peculiar. Lloré de dolor, todo me ardía intensamente por las heridas de gravedad que cubrían mi cuerpo. Miré al suelo y noté que unos árboles me habían aplastado hasta inmovilizarme. Sin poder evitarlo me tomó en brazos y avanzó siguiendo el camino. Todo estaba estaba destruido.

— ¿Qu-que paso?—asustada y con dificultad pregunté.

—Un huracán…

Su cara estaba tan quieta y seria que me asusto. Toda la culpa y dolor que pensé dejar en ese lugar me cayó encima de una manera aplastante. Me había rescatado después de todo lo que le había ocasionado, era mejor de lo que había pensando; un hombre perfecto. Tenia un gran corazón bondadoso que nadie había visto a excepción de mi pero eso solo porque él se molesto en mostrármelo. Sin poder evitarlo los cristales salieron de mis ojos que me picaban.
Pasamos al lado de un edificio inestable por el modo en que se inclinaba; me olvidé de eso y miré esos ojos que me mataban. ¿Cómo podía quitarme el aliento?

—Neji…yo— vi a otro lado evitando esos ojos.

Se plantó en el suelo al oír mi voz y centro sus ojos en mi rostro. En ese momento noté sus manos que sangraban por la fuerza que utilizo para sacarme de ese agujero. Se escuchó un sonido el cual ignoré.

—Es que…. — miré al cielo que de pronto fue oscurecido por el edificio que se acercaba rápidamente hacia nosotros— ¡cuidado! — grité en tono de alarma, él como auto reflejo miró al cielo y notó la situación; sin pensarlo me lanzó y las rocas lo aplastaron—¡¡¡Neji!!!





Un grito desgarrador salió de mi garganta en el momento en que abrí los ojos y me levanté rápidamente; mis ojos estaban bañados de lágrimas.

—Mi amor— escuché en mi oído, miré a ver de donde provenía encontrándome esos luceros exóticos que me robaban el aliento.

Lo abracé con desesperación con mi corazón cabalgando como loco, eé me correspondió mientras sollozaba en su pecho desnudo.
En ese momento me percaté de las sabanas que cubrían nuestros cuerpos desnudos en esa oscuridad. Me abrazaba de una manera tan protectora, como si fuera lo único que le importaba en la vida. Lo miré, estaba igual de bien que yo. Levanté el rostro encontrándome con esas lunas y un sonrojo acudió a mis pómulos tan rápidamente que me sorprendió. Su mirada estaba tan cargada de amor, como si viera al sol por primera vez. Las mariposas en mi estomago se agitaron.

—Estaba enterrada entre los arboles y tu…me salvaste y…—me quedé sin aliento, los cristales seguían brotando de mis ojos—Te aplasto un edificio.

Una sonrisa, mi favorita, cruzó su rostro— Era solo una pesadilla, nunca me alejare de ti.

Me permitió saborear sus labios finos y suaves embriagados de una dulzura sin igual. Mi corazón se agitó feliz ante aquel sentimiento que me llenaba completamente. Esos labios, sus ojos, todo él era un elipsir para mi. Ese hombre me llevaría a la perdición.


Si él era un pecado no me importaba pecar con tal de permanecer a su lado.


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Lalalla un escrito en este forito awww mi imaginacion a estado muy activa, espero que les guste :)
de antemano gracias

-Renesme<3