Título: Hoy es el día de matarForo: Fanfics sobre Harry PotterFandom: Harry PotterTipo: One-Shot Resumen: Pensamientos y actos de Severus Snape ese día fatidico de Junio de 1997Clasificación: Fiction Rated T (13+) Pareja: Severus Snape Tipo: One-shot Cantidad de palabras: 907 + título Advertencias: Spoilers del libro sexto. Género: Drama / Tragedia Sólo sabemos como fue esa batalla en Hogwarts antes de que asesinaran a Dumbledore, pero no sabemos como fue para la persona que estaba encargado de matarlo. Pensamientos y actos de Severus Snape ese día fatidico de Junio de 1997 One-Shot No podía parar ese pensamiento que rondaba por mi cabeza todas las noches, ese que me perseguía y yo dejaba que lo hiciera. ¡Qué masoquista!, pero era ya una clara obsesión lo que sentía por averiguar que planeaba Draco, no solo porque Dumbledore me lo había ordenado, sino por propio orgullo. Siempre he sido su adorado profesor, pero ya no confiaba en mí y ahora ni siquiera confiaba en sus secuaces, que no sabían qué hacía Draco encerrado en esa maldita Sala de los Menesteres. Si tan sólo pudiera leerle la mente, pensé enojado y frustrado a la vez. Habían logrado hacer un gran trabajo con Draco, que se cerraba en banda cada vez que intentaba usar la Legeremancia con él. Seguramente, Lucius habría enseñado Oclumancia desde pequeño a su primogénito. Tiene muchas cosas que esconder, una vocecita sarcástica apareció clara en mi mente, que me hizo arrancar una sonrisa torcida de admiración. Yo habría hecho lo mismo, volví a pensar ahora más relajado por este pensamiento reconfortable. Me levanté del asiento de mi despacho con la intención de dirigirme a mi dormitorio, cuando escuché una estampida de pasos por el pasillo. Pararon. Sólo logré escuchar unos pequeños pasos muy rápidos dirigirse a mi puerta. Antes de que la aporrearan por las prisas, la abrí bruscamente y malhumorado dispuesto a chillar a esos mocosos que se atrevían a provocar mi ira. La sonrisa torcida llena de malicia que había dibujado para la tremenda reprimenda, desapareció nada más ver, a unos palmos más abajo, al profesor Flitwick con su enana cara congestionada por el horror. — ¡Severus, mortífagos en el castillo!— me chilló con su estridente voz, entrando a toda prisa, y empujándome para salir. Desmaius, pensé apuntándole con la varita por debajo de mi capa. Cayó a plomo contra el frío suelo de piedra y me quedé allí clavado mirándolo. ¡No podía creerlo! ¡Mortífagos en el castillo! ¡Eso era lo que Draco tramaba! Maldito. Una sensación de ira me recorrió por todo el cuerpo aunque enseguida, lo bloqueó un pensamiento oscuro: hoy era el día de matar. Reaccioné muy rápido y salí al pasillo de la mazmorra. Allí de pie mirándome desconcertada, se encontraba Granger, y detrás de ella la loca de Lovegood clavándome esa mirada extraña que poseía, como si supiera la verdad. ¿Qué harán aquí?, mi mente volaba a la velocidad de la luz, dándome la respuesta enseguida: Potter. —Señoritas, debemos darnos prisa, el profesor Flitwick se ha desmayado y necesita asistencia. Yo debo ir a ayudar lo más rápido posible. Las miré con urgencia y comprendieron mi preocupación fingida. Asintieron en silencio y entraron a socorrer al profesor, dejándome el camino libre. Sabelotodo y Lunatica que predecibles sois. Corrí como el viento hacia donde ya se empezaban a escuchar gritos y estallidos. Era una encarnizada total cuando aparecí en el lugar, haces de luces volaban de aquí para allá con una velocidad desconcertante. Volví a retomar el movimiento esquivando maldiciones como pude, aunque sabía perfectamente que ninguna iba dirigida directamente a mí, porque los dos grupos creían que estaba en su bando. Lo que ellos no sabían, es que yo era fiel sólo a una persona, esa persona que ahora injustamente y por obligación tendría que matar... Dumbledore. Divisé a lo lejos como una cabellera rubia subía a todo tren hacia lo alto de la torre de Astronomía. Intenté ir hacia el lugar lo más rápido que mis pies, mis pulmones y el gentío me permitieron y al fin logré llegar a la maldita escalera, pasando sin dificultad la barrera anti-mortífagos que habían colocado hábilmente. Me temía lo peor. Al llegar, vi la escena más horrible que pude divisar en toda mi vida: Dumbledore medio derrumbado contra el parapeto de la torre y Draco, el pobre Draco, apuntando con su mano temblorosa al viejo desvalido. Enseguida, se nos unieron algunos indeseables sedientos de muerte. — ¡Hazlo Draco!— chilló con alegría Bellatrix, que no apartaba ni su mirada ni su varita del director — ¡Hazlo ya! Draco me miró y en ese momento, me permitió ver sin restricciones dentro de su caótica mente. Imágenes de sucesos se agolpaban una tras otra: el señor Oscuro encomendándole la misión de matar a Dumbledore; él entrando a hurtadillas en la sala de los Menesteres; el armario evanescente; los mortífagos llegando, y por último, el rostro lleno de dolor del director. Todo estaba teñido de miedo, sufrimiento, frustración y ayuda, sobretodo ayuda. —Severus, por favor... Miré a ese viejo desgraciado que quería que lo hiciera, quería que rematara su perfecto plan, un plan lleno de lagunas y conjeturas... pidiéndome su muerte en susurros. Clavó su mirada azulina en la mía, y dejé que pudiera leer ese pensamiento que había guardado para éste preciso momento. Un pergamino con unas breves palabras que había escrito de mi puño y letra, hace escasos dos días aparecieron en mi mente. —Avada Kedavra— susurré sin un ápice de sentimiento en mi rostro, pero con el alma destrozada y mutilada por el acto atroz que acababa de cometer. Su cuerpo, salió volando en la noche para luego precipitarse hacia el vacío. Reprimí con mucha dificultad una pequeña lágrima, que intentaba con todas sus fuerzas abrirse camino por el rabillo de mi ojo. Agarré con fuerza el brazo del impactado Draco y nos encaminamos hacia el tortuoso futuro que nos esperaba. Yo ya sabía que al final de mi camino, la muerte me esperaría con los brazos abiertos. FIN
Sólo una cosa... SIN PALABRAS... Pero como hay que escribir... ha sido realmente impactante, aunque me ha parecido un poco shota/yaoi (no sé cuantos años tendría Draco, pero creo que era menor... en el mundo no-muggle), pero aún así solo sutílmente, de forma que la relación entre Severus y Draco era más bien de , como yo lo llamo: "eneamigos", pero, como casi con derecho a roce...
LOL amo a Snape, era hora de un fic que relatará todo esto, aunque igual creo que le falto un poco más ... y me confundió un poco lo de Viejo amigo, lo había escrito Snape? por qué lo veía propio más de Dumbledore que de Snape, teniendo en cuenta que habían discutido y Snape le había dicho algo como "No considera que yo quizá no quiera seguir haciendolo", a mi eso siempre me dio la sensación que Snape y Voldemort en eso eran parecidos, fuera de que madre bruja padre muggle, ambos tenían a Dumbledore muy presente por más que no les gustase, por que él sabía mucho de ambos, y creo que Snape le tenía un respeto enorme y admiración pero no sé si como para decirle "Gracias por todo viejo amigo", por eso lo veo más de Dumbledore que de Snape. Tengo entendido que fue Bellatrix quien le enseñó. Espero contii contii :3