Yu-Gi-Oh! Historias de Vida [colección]

Historias de Vida

Conjunto de Drabbles y One-shot sobre las parejas y personajes de la serie. Puntos perdidos en la hisotria o Univeros paralelos.​

 

Re: Historias de Vida

Serenity/Seto​

Impresiones​

​

Cuando le vio por primera vez solo pudo pensar en lo triste que se veía su mirada.

A pesar de aquella sonrisa llena de superioridad, en los comentarios ácidos que tenían toda intención de lastimar y de la actitud de Todos me son indiferentes, ella solo vio a una persona solitaria, lastimada, dolida con la vida y sobre todo Frágil.

Y con frágil no se refería a la parte física de aquel apuesto joven.
Si lo veía por ese lado, Fragilidad era una palabra totalmente errónea. Ella más bien dedicaba esa palabra a lo que ocultaba esa mirada azul cian, eso en el fondo de su ser, aquello a lo que llama Alma.
Porque todos tenían un Alma, incluso el poderoso Seto Kaiba.



Cuando se percato de Ella por primera vez solo pudo pensar en lo débil que parecía.

Pudo darse cuenta de la falta de confianza que emanaba de su persona, en la sonrisa insegura y la mirada llena de ignorancia; con aquella actitud de Damisela en peligro solo vio eso. Debilidad, debilidad y nada más que debilidad

No solo lo vio en su físico esbelto y pequeño si no también en su carácter, si es que podría llamarlo así. Parecía depender de todos a su alrededor. Parecía tener miedo de todo. Parecía que con cualquier viento se rompería como una figurilla frágil de X material. Pero no podía esperar más de Ella.
No podía esperar más que solo debilidad de Serenity Willer



Sabía muy bien que no estaba bien juzgar a las personas.
Pero ella no lo estaba juzgando, solo estaba reafirmando un punto, una idea, una sensación que había tenido desde que sus miradas habían chocado, por error o por casualidad.

Estaba segura de que debajo de esa fachada fría se encontraba una persona con miedos e inseguridades como cualquier otra, no sabía qué, exactamente le hacía pensar que así era y que le impedía creer en las palabras que le había dicho su hermano sobre el joven empresario.

Porque ella creía fervientemente en que todas las personas tenían un parte buena.

Además podía ver el Alma solitaria que se reflejaba en la mirada del castaño ¿acaso nadie aparte de ella se daba cuenta? El sufría, de forma silenciosa.
Y ella como la chica sentimental que sabía que era, solo quería consolarle.
Porque todos en algún momento necesitan de alguien para apoyarse ¿Quería ser ella realmente ese soporte?
No lo pensó mucho.
Y se sorprendió al aceptarlo de forma inmediata.



Muchos decían que juzgar a las personas no estaba bien.
Pero el no juzgaba a nadie, El solo era realista y quería que los demás se diesen cuenta de esa realidad. Y lo que pensaba sobre la chica castaña era eso, pura Realidad una de la que se había dado cuenta desde el momento en que sus miradas chocaron por error.

Como la hermana de Joey Willer; esperaba que fuese igual de revoltosa y fastidiosa, y debía admitir que se había equivocado—cosa que nunca diría—pues la chica era demasiado callada y tímida lo contrario del cachorro de su hermano. Y si no lo supiera, nunca hubiese imaginado que tenían algún lazo sanguíneo.

Incluso en la Fragilidad. Porque Joey no era así, era fuerte—aunque le costase admitirlo—y demasiado afortunado.
Así la mirada azul del Willer era diferente en su plenitud de la azul de Serenity, mas llena de dulzura, una que pensaba podía llegar a empalagar.
Y volvía a caer en lo mismo, en la única imagen de debilidad que ya se había formado de esa chica.
Necesitaba que alguien la protegiese. ¿Quería él protegerla?
Se sorprendió preguntándose
No lo pensó mucho, no necesitaba hacerlo.
Para eso estaba Joey y los fenómenos que tenía por amigos.




Por segunda ocasión en el día.

Ambas miradas coincidieron, Una Fría, dura y solitaria que le rebelaba a Ella solo dolor. Una cálida, inocente y pura que le hacía pensar a Él solo en vulnerabilidad
Dos azules distintos.

-Buenas noches, Señor Kaiba
-Buenas noches

Dos formas de ver
Dos pensamientos parecidos

-No deberías estar despierta
Su voz era grave, pausada, con un tono de mandato que se perdió entre el eco de aquel pasillo lleno de oscuridad alumbrado de forma tenue por unas luces fosforescentes bastante tenues.

-Lo siento, no podía dormir
Hizo una leve reverencia mientras su disculpa suave y nerviosa se perdía del mismo modo. Levanto la mirada quedando con la vista fija en el atractivo rostro del empresario y pensó que si sonriera de forma sincera solo lo haría ver más apuesto.
Sus mejillas se tiñeron de un rosa, pero él no se dio cuenta, todo permanecía oscuro y ambos estaban bañados de esa extraña fosforescencia.

-Aun así no puedes andar por ahí tu sola
Ella asintió
-Mañana llegaremos a la Isla Kaiba y el verdadero torneo empezara. Tu hermano estará participando, no creo que pueda hacer algo contra verdaderos duelistas—Una sonrisa de prepotencia surco sus labios, Serenity imito el gesto pero no fue idéntico, ni parecido en lo más remoto, lo de ella era pena.

-Joey se esforzara, dará lo mejor de sí mismo

-Eso no basta. En juego estarán los tres dioses Egipcios, Joey no tiene forma de ganar
Silencio.
Eso fue lo que siguió. Kaiba esperaba un represalia, algo. ¿Cómo había podido salir esa niña del mundo de Noah siendo tan débil?

-Quizás…pero…pero
Una tercera vez, sus miradas chocaron y El observo un brillo diferente.
-No importa el resultado, si gana o pierde por qué Joey sabe que tiene algo más importante que hacer—Sonrió—Por eso volverá sano y salvo…Joey estará de pie hasta el final

-tienes demasiada fe en él
-Es mi hermano, Siempre he tenido Fe en él, tal y como Mokuba la tiene hacia usted.
Otro silencio.
Serenity esperaba algún acido comentario del empresario por su insolencia ¿Cómo alguien que era capaz de dar si vida por un ser querido era tan frio?

-quizás…
La observo con cuidado, ya sabía que era pequeña y delgada, pero la miro de forma más cuidadosa tanto y como le permitía la mala iluminación. Su cabello largo y castaño, sus manos pequeñas apretujadas en el pecho que subía y baja con al ritmo de su respiración, era linda, sí; lo aceptaba, pero nada más.

-Vete a dormir, mañana tendrás que hacerle de porrista desde temprano
La miro por última vez y comenzó a caminar hacia el lado contrario de la habitación de Mai Valentain donde dormía la chica

-si…y…Buena suerte mañana señor Kaiba
El hombre se detuvo y volteo a verla, ella sonreía de forma tierna como si ambos fueran grandes amigos, cosa que ciertamente nunca seria

-¿Suerte? Yo no necesito de eso.
-Lose
Nadie dijo nada mas, Ella hizo una leve reverencia y El asintió, ambos caminaron en direcciones opuestas, en completo silencio dejando atrás las palabras cruzadas, las coincidencias de sus miradas y cualquier otra cosa.


El estaba triste

Ella era débil.


Y por una fracción de segundo durante su andar se preguntaron ¿Cómo sería? Ambos deseaban saber cómo sería esa dimensión paralela en la que hubieran dicho mas ¿Qué cosas?, quien sabe.

Seto Kaiba olvidaría esa pregunta, porque no había beneficio alguno en pensar cosas que simplemente no eran, no existían, por que los hubiera no formaban parte de su vocabulario.
Serenity Willer no quería olvidar porque ella en esos pocos segundos trazo la historia de ambos donde en algún punto interceptaron y ya ninguno pudo escapar, por ninguno deseaba hacerlo.

Una dimensión distinta.
Un mundo diferente, donde su frialdad, donde su timidez no se apropio de la situación. Donde al día siguiente se sonrieron de forma sutil.
Donde existió un abrazo consolador cuando Joey cayó en coma después de su duelo con Marik
En donde la despedida fue un Hasta pronto acompañado del alboroto del mayor de los Willer al ver a su hermanita sonreírse con el empresario; en vez de un Adiós mudo, inexistente
Un mundo en el que se volvían a encontrar y nunca más, a pesar de su dureza, de su fragilidad se separaran
Donde los opuesto se atraían

Porque Ella vio ese mundo, el que El se negó a ver por miedo al cambio, a lo que fuese.
La dimensión, El mundo; donde:

Ella era su Felicidad

El era su fortaleza

Y todo lo demás era Irrelevante.

 

Re: Historias de Vida

Bueno, como ya me di cuenta de que ami las historias largas simplemente no se me dan decidi dedicarme mejor a los One-shot y drabbles jejejeque pena. Decidi empezar con Serenity Y el siempre sexy Seto Kaiba, en particular esta pareja me gusta y me da risa las escena de celos que -en mi mente pasan-de Joey jajaja...
Pero bueno, Espero me dejen su opinio!!

Proximo
Yami
Soledad​

 

Re: Historias de Vida

bueno...No hubo comentarios T_T Lastima.deprecion
Pero ho! vamos ¡La esperanza muere al ultimo!naahh, sin mas dejo este capitulo.​

YAMI<div class=" />​

SOLEDAD​

​

​

Su única compañía era él mismo
Su entorno, cualquier cosa.
Su tiempo, ninguno

Ni fechas, ni horas, ni nadie. Solo El y el abismo a su alrededor ¿Hacia cuanto estaba así? ¿Por cuánto tiempo más?
Eran las preguntas más comunes que resonaban en su mente, no había nada mejor que hacer, no poseía recuerdos, sueños o cualquier cosa en las cuales dejarse llevar y hacer menos pesada su estancia indefinida en aquel extraño lugar.
Quizás había hecho algo malo, terrible como para haber sido condenado a las tinieblas
Pero en ocasiones se preguntaba si no era ya demasiado el tiempo de su encierro, si no habían exagerado.
Aunque tampoco recordaba a la persona que había sido su Juez

En algunas ocasiones podía percibir los murmullos del exterior, la calidez de algún cuerpo, podía incluso saber si aquel ser estaba lleno de luz o al contrario lleno de Oscuridad, a veces respondía aquellas preguntas que escuchaba se hacían, aun cuando no habían sido hechas para él.
Solo una distracción momentánea.

-¿Te gustan muchos los rompecabezas?

Escucho aquella voz algo cansada pero cálida, de un hombre mayor, se le hacía familiar, no porque le recordase o supiese a quien pertenecía, era simplemente una sensación que tenia al ser el único sonido que rompía la uniformidad de su abismo.
La vos humana más familiar hasta el momento, la que más seguido escuchaba, la que le hacía sentirse menos solo.

-Me gustan más bien todo tipo de acertijos

Escucho esta vez provenir de alguien más joven, su voz era más llena de energía, más suave e infantil
Antes la había escuchado, muy pocas veces pero la reconocía.

-Si…a mi también—Respondió él haciéndose participe de aquella ajena conversación.

-Entonces, tengo algo que te gustara.

-¿Qué cosa?

-Quizás sea un juego, la otra vez menciono algo sobre un cubo mágico
Volvió a responder.
Sabía de antemano que nadie le respondería, que nadie le escuchaba, que él en cierta forma era como un cero a la izquierda. No exista, no era nada.

-Eso es…

-Un rompecabezas traído directamente de Egipto

-¿Egipto?, me suena ese nombre

Hubo un largo silencio, uno tan acostumbrado y desconocido, tan llenador como vacio. No hubo nada más y aquel sentimiento de soledad y miedo que odiaba reconocer sentía empezó a envolverle de nueva cuenta.
Se apretujo contra sí mismo abrazando sus piernas posando su cabeza sobre sus rodillas, se sentía como un niño pequeño al que le habían arrebatado la seguridad de su familia, desconcertado y perdido, completamente perdido.

-Me costó trabajo conseguirlo

Escucho nuevamente y un alivio que sabía temporal le reconforto.

-¿Puedo tocarlo?

Otro silencio lleno el lugar.
Pero esta vez no se sintió vacio, al contrario del frio que le envolvía ante el silencio una extraña calidez se hizo presente, asustándole, sorprendiéndole.
Y una sensación o un pensamiento más bien se cruzo por su mente. Una idea que le decía, que pregonaba que su Soledad; su aislamiento estaba por acabar.
Una sonrisa nerviosa se dibujo en su rostro, cargada de emoción la cual decidió suprimir enseguida.
No había caída más dura que cuando se dejaba volar alto.

-Podrías pedir a un amigo que te ayude armarlo

-Bueno…No tengo muchos amigos

-Yo tampoco…

Dejo escapar un largo suspiro en cuanto aquella charla comenzó hacer inentendible, como murmullos, como si estuvieran hablando de algún secreto del que no debía ser partícipe. Lo último que escucho fue:

-Pídele un deseo.

¿Un deseo? Se pregunto a sí mismo. Y estuvo así por mucho tiempo, pensando
El sabía lo que quería, pero también sabía que era imposible.
¿Para que gastar energías anhelando algo que simplemente no podía ser?
Por que el ser Libre, a su ver parecía algo lejano, inalcanzable.

Por un largo tiempo, al menos eso suponía. No había escuchado nada mas, solo murmullos a los que no entendía, sin embargo el ambiente a su alrededor era otro.
Él lo sentía diferente. Lo sabia así pero no podía explicar en qué.

Suponía, como siempre, que el tiempo seguía su curso sin hacerle partícipe de su constante evolución, dejándole a un lado, en un oscuro rincón como si se avergonzara de él, de su existencia.
Suponía, como siempre, que era así…

Se apretujo nuevamente contra si, reteniendo aquellas lagrimas que amenazaban por salir. Incluso en la Soledad, donde no había nada mas aparte de él; se negaba a verse débil a darse conocer como una persona frágil.
Se maldijo por su estúpido orgullo que no le dejaba desahogarse
Se maldijo a sí mismo por la vida que tenia, aun cuando la palabra vida no fuese del todo cierta.

Se maldijo, simplemente por ser lo único que podía hacer…

-¿Eres bastante complicado, no?

Alzo la mirada al volver a escuchar aquella voz joven, sonrío con ironía; ciertamente esa era una pregunta bastante peculiar para el momento en el que estaba. Coincidencias.

-Un poco quizás…Todos lo somos de algún modo

-¿Podrías quizás ayudarme?

-No veo como…Ni siquiera puedo hacer algo por mí.

-Si…Estoy seguro que podrás

-no, no creo

-¿Te sientes solo?

Soltó una risilla preguntándose con quien hablaba aquel joven, porque con él no podría ser, imposible; sin embargo esa pequeña charla la sentía entre dos. Él y el joven
Pero no…Él estaba encerrado, aislado, en las tinieblas

-Supongo que sí, no creo que sea fácil estar encerrado, sin nadie más, sin familia…Sin amigos

Se sorprendió ante las palabras del joven. Sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, una emoción explotar en su interior.
Se sintió empequeñecer.
Hablaba con Él. De verdad…hablaba con él
¿Cómo?

-Mi abuelito…mi abuelito ha dicho que me puedes conceder un deseo

-¿Concederte un deseo? ¿Yo?, creo que te has confundido

-que te lo pidiera en el momento en que lograra armar el rompecabezas, y de verdad me ha costado trabajo

Una risita inundo el lugar.

-esto es tonto…pero ¿Qué puedo perder?

Nuevamente silencio.
Quedo completamente inmóvil, incluso, inconscientemente había contenido la respiración en espera de lo sea que fuese a ocurrir.
Escuchaba el sonido de la respiración del joven, incluso podía asegurar que podía escuchar el palpitar de un corazón, tal y como si fuera el suyo propio.

Era extraño pero Él tenía la impresión de que aquello debía ocurrir—aunque no sabía exactamente que—como si durante tanto tiempo hubiese estado esperando aquello.

-dilo… ¿Qué esperas de mi?

-yo…yo…

-¿Qué deseas?

-aun estando mi abuelito…aun estando él, sé que no debería sentirme así, que es egoísta de mi parte pero yo, pero yo…

Juraba escuchar un sollozo.

-me gustaría…me gustaría tener amigos

Dejo escapar un largo suspiro.

-¿Un amigo?

-amigos verdaderos, que estuvieran a mi lado cuando los necesitara, que me apoyaran, que me dejaron apoyarlos

-yo también…yo también comparto tu deseo

¿Empatía quizás?
No sabía el porqué, pero se sentía identificado con aquel joven del que no conocía más que su voz.
¿Eran sus ansias de tener a su lado un apoyo fraternal?
Probablemente.

-Ya no quiero estar solo
-Ya no quiero estar solo

Sintió algo caliente recorrer su mejilla.

-Ya no…por que…por que

Se levanto por primera vez en mucho tiempo. Sentía las piernas débiles, el se sentía cansado.

-ahora…

Se enderezo completamente, adquiriendo un porte elegante y comenzó a sentirse fuerte, cada vez más. Ahora sabía algo.

-Estaremos uno al lado del otro…amigo

Las tinieblas a su alrededor comenzaron a tomar forma, el silencio se volvió un ensordecedor ruido, como enorme piedras cayendo.
Pudo ver lo que le rodeaba, puertas por todos lados, escaleras que llevaban a más y más pasillos infinitos.
Un laberinto.

Una imagen comenzó a dibujarse frente a él. Una a la cual saludo con una sonrisa

Un pequeño joven que le miraba desconcertado, no con miedo si no confusión. Que recorría su mirada amatista sobre Él, insistentemente tratando de entender.

El joven parecía querer una explicación, miraba confundido a su alrededor, al objeto dorado entre sus manos y por ultimo al chico en frente suyo demasiado parecido a sí mismo.

¿Era un sueño?

Ambos se miraron buscando más de una explicación, se sonrieron tímidamente.
No dijeron nada, quizás porque no era el momento o tal vez estaban demasiado sorprendidos para poder decir algo.

El joven desapareció, Él se quedo.

¿Cuándo se verían de nuevo?

Ninguno sabía la respuesta, al menos no de momento.
Ninguno de los dos sabía que su vida había cambiado en el momento que se encontraron, que ya no había marcha atrás.

Porque aunque no estaba consientes todavía, ellos eran uno. El pasado y el futuro. Encontrados en la fragilidad del presente.