Hinata vs La Mary sue (Sasuhina)

Disclaimer: Los personajes de Naruto ni Naruto shippuden me pertenecen, yo solo escribo sobre ellos sin ningún fin de lucro. Los antes mencionados son propiedad de Masashi Kishomoto y TV Tokio.

Lucy y todas sus virtudes y…virtudes es mía, aunque Masashi Kishimoto está comprándomela, luego de quedar deslumbrado con ella.

Resumen: Hinata miró su carta y miró a esa chica de nuevo, ella era tan linda, tan inteligente, tan ingeniosa ¡Y tan engañosa! ¿Qué hacía ella tratando de quedarse con el chico que le gustaba? ¿Sasuhina? O ¿Sasu-sue? ¡Entren y descúbranlo!

Hinata vs La Mary sue​

Con su corazón latiendo aceleradamente, leyó por tercera vez aquel escrito en sus manos y lo introdujo en el sobre con cuidado de que no se arrugara.

Respiro profundo dándose valor, todo estaba planeado ¡incluso lo había escrito!

Plan maestro
1. Cambiar el nombre del plan.
2. Escribir la carta (revisar la ortografía)
3. Darse valor por cinco horas y luego aceptarlo.
4. Entregárselo a Sasuke-kun (dependiendo de la respuesta ir a vivir a otro país).

Había cumplido los primeros tres pasos a la perfección, ahora se llamada “Plan suicidio” justo para darse ánimos. La carta casi que la llevó a la RAE para revisarla. El tercer punto había sobrepasado las doce horas así que no había problema.

Sus ojos lilas se abrieron con determinación y caminó mientras sus cabellos azules se movían con el viento, dándole un poco de fuerza.

Tan solo treinta pasos…veinte y nueve…veinte y ocho y…vuelta.

“No puedo hacer esto” se reprochó retrocediendo.

Miró de nuevo al chico el cual escribía sin percatarse de ella, estaba sentado en una banca que se encontraba cerca de la dirección. Tenía que hacerlo antes de que sus locas fans lo encontraran y llovieran cartas en las cuales, la de ella sería fácilmente desechada.

Hinata tenía una pequeña ventaja ya que siempre hacían los trabajos de pareja juntos; probablemente por que ella era tímida para hablar demasiado y siempre cumplía con su parte de una manera impecable. Aunque nunca habían cruzado palabra sobre un tema diferente y eso la ponía más nerviosa…como si eso fuera posible.

Tomando fuerza en su caminar se adelantó de nuevo en aquella dirección: cuatro pasos y vuelta. Apretó la carta parecía tonta haciendo aquello.

Una mujer de cabellos rojos a la distancia sonreía mientras miraba el cuadro y sacaba una manzana para comerla.

La Hyuuga cerró los ojos y se volteó ya no habría vuelta atrás era todo o nada; pero se detuvo de nuevo, esta vez por un motivo diferente.

Una hermosa chica estaba frente al Uchiha, este la miraba con el ceño fruncido.

No era otra de sus fans pues no tenían su foto en la delegación. Sus ojos eran de un precioso color blanco y brillaban opacando a la misma luna, sus cabellos del mismo color le daban un aspecto raro e intrigante, su cuerpo era perfecto y…Eso y agreguen tres paginas más de descripción

— ¿Tú eres Uchiha Sasuke-san?—había un tono que destacaba el ingles en su voz.

El chico no contesto pero asintió, no muy convencido.

—Es un gusto, I am oh! Sorry*, yo soy Lucy en un gusto conocerte—su mano se estiró delicadamente para saludar.

Él la miró pero no correspondió el gesto y se levantó.

—Terminemos con esto—pronunció con un tono de voz frío y calmado.

Hinata miraba la escena con un signo de pregunta, ¿quién era esa chica?

—No hay ningún problema, no es su obligación acompañarme si no lo desea así, lo entenderé—se disculpó con un inclinación de cabeza.

La mujer pasó al lado del chico y llegó hasta Hinata y se detuvo a su lado.

— ¿Tú eres Hyuuga Hanabi-san?—preguntó con una sonrisa, que no parecía falsa.

—N-No mi nombre es H-Hinata—respondió un poco a la defensiva pues odiaba que la confundieran con su hermana.

En ese momento una sombra la cubrió y volteó para ver que ocasionaba tal fenómeno, encontrándose con un director no muy contento.

—Hinata-san ¿Acaso le parece esa la forma correcta de tratar a nuestra ilustrísima estudiante de intercambio?—pronunció con fuerza la adulación.

De pronto la chica de hermosos cabellos blancos empezó a llorar de una manera envidiable, su actuación era perfecta, aunque no hubieran luces ella siempre sería la estrella.

—No es culpa de Hinata-san, tengo entendido que en este país es extraño una persona como yo, es normal que los estudiantes reaccionen así—sus manos en su pecho le daban un aspecto conmovedor a la escena.

El director afligido y convencido de las puras palabras de la chica la consoló y le dijo que no era culpa suya.

—Hinata-san estarás castigada esta tarde—sentenció— Y tú Uchiha-san debes cumplir con lo que se te pide.

La chica de ojos lilas se sintió asustada, ¡nunca había recibido un castigo!, y ahora por culpa de aquella mujer se lo darían. Su enojo hacía ella creció.

El Uchiha bufó fastidiado.

— ¿Por qué tengo que ser yo?—preguntó levantándose y mirando al hombre que no lograba intimidarlo.

—El ser un alumno excelente también implica responsabilidades extras—respondió con el mismo tono el hombre que no se iba a dejar llevar por las palabras del niño. —Y usted se encargara de Lucy-san mientras ella este aquí y tenga dificultades para adaptarse—sentenció el hombre retirándose, no sin antes anunciar que los esperaba un castigo luego de clases.

—Señor d-director—la de cabellos azules intervino, no podía dejar que esa mujer estuviera con su amor secreto—Y-Yo puedo s-ser la g-guía de L-Lucy-san—se ofreció esperanzada de que le levantaran el castigo.

El hombre lo pensó, aquella era una buena idea, pues como Hinata era chica también la supervisaría en las clases de gimnasia, luego de mirar la luz de esperanza en los ojos del Uchiha aceptó.

—Pero aún están castigados.

Un viento de infelicidad sopló sobre ellos, Sasuke no tardó mucho en retirarse no sin antes mostrar una pequeña mirada de agradecimiento a la Hyuuga la cual estuvo próxima al desmayo.

Lucy que miraba el cuadro, con su mente súper-hábil mente analizó todo en pocos segundos y sacó su conclusión.

“Ahora lo entiendo, Hyuuga-san se siente atraída por Uchiha-san es por eso que se ofreció a supervisarme ella. Estúpido director como si no pudiera cuidarme sola” La perfecta conclusión fue maquinada en tan poco tiempo que incluso se mareó un poco y notó el papel que la otra chica sostenía en sus manos.

Hinata ya había tenido hijos con Sasuke en sus pensamientos “Y se llamaran Sasuke y Hinata y serán hermosos y entonces…” sus visiones fueron interrumpidas por la perdida del objeto que hace unos minutos deseaba entregar a alguien. Miró con pánico como la chica terminaba de leerlo muy rápido para luego sonreír con malicia, aquello era un tesoro.

—D-Dámela—trató sin ninguna habilidad de arrebatarle el objeto a la perfecta mujer.

Ella se colocó delante de Hinata la cual tenía pequeñas lágrimas en los ojos y apretaba su pecho con fuerza. Su mano se movió de un lado a otro formando una negativa.

—Si la quiere de vuelta tienes que ganársela—sentenció escondiéndola en su bolsa, la cual era súper cool al igual que todo su vestuario.

La de cabellos azules desistió el quitársela pues no tenía oportunidad y asintió luego de pensarlo.

La sonrisa de Lucy apareció en su cara y opaco al sol con su luminosidad*

-
Hinata caminaba tímidamente detrás de su ahora señora, no les gustaba que todos la miraran, bueno en realidad no era a ella a quien miraban sino a *redoble de tambores* ¡Lucy! que caminaba con la gracia de una hermosa águila* y deslumbraba a todos con su gran belleza, personalidad e inteligencia, sí, también su inteligencia pues daba el paso exacto para no pararse en uno de los huecos mal tapados del suelo de la institución.

Cuando llegaron al baño todas las miraron con odio, ahora sí, esas miradas iban para la de ojos lilas también, pues sabía la envidia que le tenían por ser pareja de Sasuke en los trabajos. Lucy alzó la mirada con orgullo de lo que era y espero a que se retiraran.

Hinata arregló un poco su cabello y lavó su rostro con agua, cuando levanto la vista, la mujer estaba viendo de nuevo la carta de amor.

—¿Usted planeaba entregar esto?—puso el papel de modo que la Hyuuga lo mirara.

Esta hizo un gesto de terror cuando miró, ¡había usado el borrador!, tan nerviosa estaba que uso uno de los borradores, de los cincuenta, que tenía.

—Que poco vale el amor en estos días—habló de nuevo Lucy, examinando la carta.

La Hyuuga pensó que ya no podría entregar ese objeto.

-

Era hora de almuerzo, y Hinata tomaba un merecido descanso luego de tener que acompañar a la popular mujer a todos lados y hacer de su sirvienta personal.

Su jugo se vaciaba con lentitud y sus ojos se cerraron con rapidez, las cosas empezaron a volverse negras…se había dormido.

-

Una mano la despertó moviéndola con suavidad, inmediatamente se levantó con algo de extrañeza por la situación. Miró y sus ojos no daban crédito, era Sasuke Uchiha el que estaba a su lado.

El chico sin darle mucha importancia a la extraña reacción de la chica le habló:

— ¿Puedo sentarme?—pidió con su voz fría y ¿seductora?

Ella hizo algo parecido a un asentimiento y luego de varios segundos tras reaccionar se sentó también.

—Quería agradecerte por lo de antes—sus palabras fueron dichas con calma y sinceridad.

El corazón de Hinata dio un vuelco, luego de que sus signos vitales volvieran, se sonrojó totalmente y sacó el habla casi imperceptible para el oído humano.

—N-No e-es n-nada—su tartamudeo se acrecentó.

—Claro que es algo, después de todo no cualquier chica haría eso por mí—sus caras se aproximaron o más bien la del chico por que ella ya no tenía esa capacidad—Encontré esto—sacó la carta de su bolsillo—Y quiero decirte que es mutuo.

—P-P-Pero e-s un b-borrador—casi un infarto en ella, pero fue detenido por una mano.

En ese momento Sasuke desapareció y la mujer de cabellos blancos estaba en su lugar.

—Lo siento no más de cinco diálogos por sueños—sentenció la mujer golpeándola en la cabeza.

¡Maldición! ¡No hubiera dicho lo del borrador!

-

Una sacudida la despertó de nuevo, esta vez no fue Sasuke sino Karin…eso era la realidad.

— ¡Hey! Ensucias las mesas con tus babas—señaló la chica.

Ella se levantó y limpió su boca, para mirar la chica delante suyo, a veces hacía el trabajo con ella, era una persona de un carácter algo difícil.

—¿Qué crees que haces aquí? ¿Vas a dejar que esa Mary-sue te lo quite?—la acusó señalándola con el dedo.

La Hyuuga no entendió muy bien, pero cuando lo analizo se sobresalto, ¡claro que no iba a dejar que esa chica se lo quitara!, ¿y que rayos era una Mary-sue?, se dio ánimos con la exclamación e ignoro la pregunta.

Trató de correr, lo sería caminar rápido para velocidad de una persona normal, pero una mano la detuvo.

—Espera hay algo que debes saber aún—advirtió la pelirroja.

Ella se acercó y escuchó las palabras pronunciadas por la chica.

—E-Entiendo—aceptó con firmeza.

Trató de irse pero de nuevo la mano la detuvo.

—Y si te haces novia de Sasuke consígueme el número de su hermano.

—E-Entiendo—dijo esta vez no tan convencida.

—Bien ya puedes irte.

Ella corrió y escucho a la de ojos cafés quejarse por que la mesa tenía baba, se disculpó mentalmente por eso. Su recorrido fue detenido por el timbre, ya era hora de la salida y no los encontraba.

Recordó de pronto el castigo y corrió hacía el aula de corrección. El cual era un espacio común con la diferencia de un cartel que decía “no a la violencia”.

-

Llegó suspirando con fuerza y rapidez y miró como Sasuke estaba ahí, no pudo reprimir una sonrisa. Pero al mirar mejor noto que también estaba ella, ¿qué hacía ahí?

Se encaminó hacía la chica tratando de no sentirse rechazada por la indiferencia del chico. Aparte de ellos había cinco personas más, dos hombres y tres mujeres.

Notó como la de cabellos blancos se paraba sobre su pupitre, sacaba la carta y afinaba la voz ¡oh no!

La profesora y los demás en ese salón le pusieron atención a falta de algo que hacer.

—¡Hace mucho que siento esto por ti! Ti sin tildar—corrigió tacando el papel— ¡Pero no he tenido el valor de decirlo!—continuó y notó como el Uchiha volteaba hacía ella.

La idea de ir a vivir a otro país ya no parecía tan lejana…

Notas:

I am, oh! Sorry: Yo soy, ¡oh!, lo siento

La sonrisa de Lucy apareció en su cara y opaco al sol con su luminosidad: El nombre Hinata se escribe con los Kanjis de sol ahí el juego de palabras.

(…) que caminaba con la gracia de una hermosa águila: Yo sé que las águilas no caminan (bueno si caminan pero entienden el punto), pero hago una relación a las confusas descripciones que ponen las autoras de los badfic.

Notas de la autora: esto será un two-shot o un three-shot según mi inspiración.

La hermosura de la Mary-sue junto con sus descripciones y actos, son basadas en las verdaderas chicas que inventan las malas autoras. No me hago responsable si se enamoran de ella.

Si alguna autora se siente ofendida con este escrito pues la verdad no me importa.

Y creo que solo eso.

Saludos.

 

Disclaimer: Los personajes de Naruto ni Naruto shippuden me pertenecen, yo solo escribo sobre ellos sin ningún fin de lucro. Los antes mencionados son propiedad de Masashi Kishomoto y TV Tokio.

Lucy y todas sus virtudes y…virtudes es mía, aunque Masashi Kishimoto esta comprándomela, luego de quedar deslumbrado con ella.
Resumen: Hinata miró su carta y miró a esa chica de nuevo, ella era tan linda, tan inteligente, tan ingeniosa ¡Y tan engañosa! ¿Qué hacía ella tratando de quedarse con el chico que le gustaba? ¿Sasuhina? O ¿Sasu-sue? ¡Entren y descúbranlo!

La rival de una Mary-sue​

—¡Entenderé!, sin tildar, de nuevo —comentó la hermosa mujer de cabellos blancos tachando el papel por vigésimo quinta vez. —, ¡que no seas capaz de corresponderme! —Terminó de leer aquel escrito.
Todos callaron. Hinata estaba pálida y miraba con rencor a la mujer que en aquel momento bajó de la mesa y se acomodó el cabello, para ir a sentarse. Dos mujeres que estaban ahí empezaron a cuchichear entre ellas, los demás no le dieron importancia al tema.
Para Hinata lo malo no era la vergüenza en frente de aquellos desconocidos, ¡si no de él! Sasuke había oído sus, mal escritos, sentimientos; en ese momento su cuerpo no reaccionaba, no lo podría volver a ver a los ojos. Ella pensaba dárselo de todos modos, pero, quería que fueran sus manos las que le entregaran ese objeto tan preciado.
Tragó saliva y se volteo hacía el pelinegro. Este miraba con tranquilidad hacía la ventana del salón, no observaba nada en especial, tan solo se concentraba en un punto neutro. El timbre se escuchó repicar, para la alegría de todos los presentes que deseaban largarse cuanto antes de ahí.
El Uchiha se levantó, y sin dirigirle ni una mirada a la de cabellos azules, se acercó a la salida para retirarse de aquel lugar con aquel semblante de calma: como si no hubiera escuchado nada de lo anteriormente dicho.
La Hyuuga sintió una presión en su pecho, él ni siquiera se había dignado a mirarla. Una melancólica sonrisa cruzó su rostro inundado en la tristeza…que poca cosa era.
Sin ningún animo se encamino a la salida, no tuvo ninguna acción para la chica que había arruinado su momento romántico; tan solo camino con los pies casi arrastrando.
Lucy torció el gesto, algo había salido mal ahí. Ese no era el resultado que ella esperaba. Sin perder el tiempo corrió hasta el Uchiha, sabía que el tipo era insípido, pero no creía que tanto, mínimo una mirada de sorpresa le tuvo que haber dado.
Unos pasos detrás de él caminó y lo miró por detrás, buscando algo con la mirada…y lo encontró. Unos cordones que salían de sus oídos y entraban a sus bolsillos, ¡no había oído nada!
“Maldito Uchiha-san, incluso cuando sabías que estaba hablando no te los quitaste” pensó con rabia al sentirse ignorada, porque a ella nunca la podían ignorar.
Detuvo su paso, eso no le interesaba demasiado. Ahora lo que debía hacer era ir con la Hyuuga; una sonrisa malévola cruzó su rostro, aquello iba a ser divertido.
--
Hinata se encontraba recostada en su cama con los ojos llorosos, era una dicha que su familia estuviera de viaje, pues no le hubiera gustado que la miraran en ese estado.
El timbre sonó y la saco de su depresión, ¿quién podría ser? Era un poco tarde para un vendedor. Con algo de miedo se acercó a la puerta, para sorprenderse al ver a la mujer de cabellos blancos fuera del lugar temblando de frío.
—¡Abre la maldita puerta! —le gritó golpeando más duro, en verdad tenía frío.
—¡N-No! —se negó la Hyuuga, nunca la iba a perdonar podría morirse de frío y no le abriría, ¡nadie la iba a hacer cambiar de opinión!
—Estoy muriendo de hipotermia poco a poco —Comenzó a actuar Lucy con gran dominio.
La Mary-sue vio como la puerta se abría, entró inmediatamente después de tal acción. Frotó sus manos entre si y sopló para regresar el calor a su cuerpo; su mirada divagó entre las pertenencias de la mujer de cabellos azules, que a su vez la miraba con reproche.
—¿Q-Que? —preguntó dando a entender su interés por la razón de que ella estuviera en su casa, luego de lo que le hizo pasar.
—Tengo que decirte algo —respondió mirando aún hacía los lados el intento de personaje argumentado—: el morado no combina con el rosa—señaló la cortina.
—¿A-Acaso es diseñadora d-de cortinas? —la ironía, mal plasmada, se escuchó en los vocablos de la mujer imperfecta.
—De cortinas no, de toda la casa—respondió altivamente—también soy arquitecta, diseñadora de estilos en cabello y maquillaje, cocinera profesional, escritora de veinte libros, reparadora de cualquier artefacto eléctrico y no-eléctrico, veterinaria, abogada, medico, psicóloga, estilista de cualquier cosa que no tenga un acabado estético…
—Lucy-san
—…Trabajadora empedernida, vendedora que siempre vende, amiga incondicional, una mujer muy sabia que nunca se equivoca, aparte de la gran belleza de la que me encuentro dotada. Además tengo la extraña cualidad de atraer sexualmente a todos los hombres y cambiar su personalidad hasta el punto de que se vean irreconocibles; claro, no todo es miel sobre hojuelas ya que por culpa de eso las mujeres parecen odiarme…
—¡Lucy-san!
—…Por si fuera poco, tengo un pasado que ni el más masoquista puede formular, mis padres murieron y yo era rechazada por todos de la manera más cruel e inhumana y entonces me encontré con un hombre muy extraño y luego…No me acuerdo, creo que desperté en un bosque y fui rescatada por alguien. Aunque creo que eso fue un sueño, la verdad tomando en cuenta la lógica de mi edad y lo que pude haber vivido, pues eso no es inteligente que digamos, además, ¿Cómo rayos puedo hacer tantas cosas en tan poco tiempo? ¿Cuando fue que aprendí a hablar japonés? Y si es así, ¿Por qué esto está escrito en español con títulos en otro idioma? ¿Qué la autora no tomo en cuenta que los “san” no existen en este habla?
—¡Cállate, y deja de robarte el protagonismo! —gritó Hinata harta de lo que había dicho la mujer y lo egocéntrica que era.
La de cabellos blancos la miró con el ceño fruncido y ella se dio cuenta de que no se había tomado las pastillas contra esa enfermedad llamada “Oc” que parecía afectar como un virus.
Tomando de nuevo su rol de adolescente triste ante la perdida de su primer amor, continuó:
—E-Eso es genial ahora, por f-favor, váyase —La puerta fue abierta por la joven, que con una mirada reafirmaba sus palabras.
—¿Incluso si se trata de Uchiha-san? —La de cabellos blancos miró sus uñas con tranquilidad.
El sonido de la puerta cerrarse se escuchó en toda la casa.
—¿Q-Que pasa con él? —Hinata se sintió patética en ese momento, ni siquiera fue capaz de disimular un poco.
—Tenía los audífonos puestos —habló de una vez—. No escucho lo que dije—terminó al ver la duda en el rostro delante suyo.
La sorpresa y felicidad invadieron las facciones y el corazón de la Hyuuga
—No tan rápido en emocionarse, Hyyuga-san—Interrumpió la felicidad de la mujer mortal, Lucy —. La reto: ¡por el amor de Uchiha Sasuke!
Notas de la autora:
Un capitulo corto, pero de todas formas esperó que les haya gustado.
Saludos.

 

Disclaimer: Los personajes de Naruto ni Naruto shippuden me pertenecen, yo solo escribo sobre ellos sin ningún fin de lucro. Los antes mencionados son propiedad de Masashi Kishomoto y TV Tokio.

Lucy y todas sus virtudes y…virtudes es mía, aunque Masashi Kishimoto esta comprándomela, luego de quedar deslumbrado con ella.
Resumen: Hinata miró su carta y miró a esa chica de nuevo, ella era tan linda, tan inteligente, tan ingeniosa ¡Y tan engañosa! ¿Qué hacía ella tratando de quedarse con el chico que le gustaba? ¿Sasuhina? O ¿Sasu-sue? ¡Entren y descúbranlo!

De las incoherencias viven los badfics​

Lucy miró con malicia los ojos de la Hyuuga, sus hermosos cabellos danzaron en armonía con el viento y tres chicos que se encontraban por ahí cerca quedaron deslumbrados.
Hinata solo miraba con pánico el suelo: simplemente eso no le podía estar pasando. Con mucho esfuerzo observó la decoración en frente suyo solo para que sus piernas comenzaran a temblar con más fuerza. Aquella “hermosa” pancarta poseía un escrito que decía lo siguiente:

“BIENVENIDOS AL FESTIVAL DEPORTIVO”​

Un sonido quejumbroso salió disparado de la boca de la Hyuuga hacía los participantes, junto con todas sus ganas de irse de ese lugar y evitar el que se posicionaría probablemente entre sus peores ridículos.
Dando pequeños pasos torpes salió de la pista para que comenzara la primera carrera del día. Escuchó el aviso de la pistola con la que se iniciaba y sintió la estela de viento que dejaron los participantes al empezar a correr, el ganador llegó en breve.
“Incluso si me comparó con el más lento, no tengo posibilidades” se martirizó nuevamente la chica, como si disfrutara el reprocharse su situación. “¿Por qué no escogí pintura?”
Sintió una suave mano sobre su hombro y volteó rápidamente para encontrarse con el rostro serio de Karin, que lo último que pensaba era en mantenerse calmada. Una carcajada se escuchó en breve.
—No puedo creer que hayas aceptado correr contra Mary-Lucy —se burló con una sonrisa, pero al ver la angustia de la chica agregó: —Calma, recuerda lo que te dije, ¡tú eres la única capaz de vencer a esa chica! —repitió con euforia de pronto asustando aún más a la de cabellos azules.
Hinata miró con una interrogante a su “amiga” para demostrar que no entendía el argumento que le había dado, Karin sonrió.
—Es muy fácil, solo los personajes canon pueden vencer a las Sues— dijo la de cabellos color rojo muy convencida, aunque al ver la duda aún en la otra prosiguió—. Eso sí, tienen que ser femeninos, por qué por alguna extraña razón los masculinos quedan deslumbrados con ellas mientras que las mujeres las odian —repitió el argumento más gastado de la historia—. Y eso es todo, que tengas suerte —le dijo adiós con las manos, mientras oía el nombre de la chica en el parlante.
La de ojos lilas fue arrastrada al comienzo de la pista, mientras en su cabeza se preguntaba, ¿qué rayos había dicho Karin?
Pronto salió de su confusión al darse cuenta del lugar en el que se encontraba, ¡estaba en la pista! ¿Cómo había llegado hasta ahí? Nerviosa miró hacía los lados buscando un escape rápido y seguro; luego de cinco segundos se dio cuenta de que si deseaba conservar un punto de su dignidad la única posibilidad era correr…o saltarse esa barra.
Justo cuando estaba planificando el como saltar luego de diez años de no hacerlo, una voz a su lado la sobresaltó.
—No creo que eso sea lo correcto Hyuuga-san— avisó Lucy que se encontraba a su lado para dar inicio a la carrera—. De igual manera, no creó que sus “atributos” la dejen hacerlo— ante la duda, señaló la parte posterior del cuerpo de Hinata.
La otra chica se sonrojó y su vergüenza se plasmó también en su expresión.
—¡Vamos niña! —gritó la de cabellos rojos que miraba a las dos mujeres, deseando ser “cannon” para ir a partirle la cara a la de ojos blancos—¡¡¡Te va a quitar a Sasuke!!! —gritó aún más, siendo callada por un juez. —¿Ah? ¿Me hablas a mí idiota?—escuchó Hinata a lo lejos…y luego golpes.
—Que bueno que las mujeres principales siempre son las más inútiles—pronunció Lucy con una mano en su mentón. —, y es aún mejor que a la autora no le guste Sakura.
La Hyuuga se dio valor, ¡era capaz! ¡Era fuerte! ¡Era inteligente! ¡Era buena!, ¡¡Era una Hyuuga!! ¡Eso era!... ¡Nadie iba a pisotearla!
Casi gritando, por haber conseguido la fuerza que necesitaba, corrió al sonido del pito. Corrió y corrió con los ojos cerrados lo más rápido que pudo ¡Ella era capaz!
—¡¿Qué rayos estas haciendo?! —escuchó a alguien gritarle, abrió los ojos y se dio cuenta que la carrera ya había terminado y los nuevos participantes la miraban para que se quitara.

[***]​

No era posible, en verdad. Sabía que era mala en deportes pero no pensó que fuera TAN mala. Sin ánimos de nada se arrojó sobre la hierba a descansar y tomar un poco de aire, hasta que escucho pasos a su lado que la obligaron a voltearse.
Lucy miraba con superioridad a la chica que no había dado una buena impresión en la carrera, y ni siquiera pudo terminarla.
—Gané —Alardeó con las manos en su cintura—Uchiha-san es mío.
La otra mujer no respondió al verse en el completo fracaso amoroso; aquella chica había venido a quitarle todo lo que había cosechado con respecto a Sasuke Uchiha: nada. Aún así le dolía haber perdido la oportunidad que, según ella, nunca tuvo.
—¿Qué ganaste? —se escuchó una voz fría detrás de las mujeres, que la reconocieron al instante.
—S-Sasuke-kun —pronunció Hinata aquel nombre, casi con temor.
—No me interesan tus asuntos, ni tus disputas infantiles, pero, te agradecería que no me involucraras en ellas. No soy el juguete de nadie y, menos de una mocosa mimada como tú —Su mirada mostraba el enojo que había sentido cuando escuchó de los labios de Karin la supuesta apuesta que esas dos tenían.
A Sasuke no le importaban las acciones de estas; sin embargo, el tratarlo como un objeto y jugar con su posesión era algo inaudito para el orgullo del Uchiha, que no me está quedando tan extraño como normalmente frente a una Sue.
—¿Qué dijiste? —preguntó Lucy con molestia impregnada en su tono de voz—No te hagas el importante, desde el principio no fue mi intención formar alguna relación amorosa contigo…soy demasiado perfecta para ti—continuó la mujer con simpleza, dando alarde de sus cualidades de todo tipo.
El hombre solo miró molesto a la egocéntrica presencia frente a él, ¿quién se creía esa chica que apareció de pronto y trataba de robarle el protagonismo? Y, ¿quién era la chiquilla tirada en el suelo? Recordaba haberla visto antes…
—¡Es una impostora! —Se escuchó un grito a lo lejos, mientras una joven de cabellos rojos se acercaba señalando a la de ojos blancos—Busque en todo el manga y no la encontré…Y también por las dudas en los capítulos de relleno —expresó con las manos cruzadas y una sonrisa de satisfacción.
—¿De que estás hablando? Soy un personaje totalmente real y creíble, tengo miles de cualidades y tú no tienes derecho a negarlo —se defendió Lucy haciendo un puchero.
—¡Mentira! —gritó de nuevo la de ojos almendra, provocando el aumento del enfado del Uchiha—Nadie puede combinar ese vestuario y que se vea bien, es la máxima prueba de que no tienes defectos y eres tan solo una ilusa posibilidad de perfección que tu autora forjo a partir de conceptos feministas elevados, y un claro descontento porque no hayan personajes femeninos que valgan la pena en la serie.
Las personas restantes se miraron entre si para luego pronunciar un confuso “¿Qué?”
Lucy apretó los puños al verse descubierta y soltó una gran carcajada ante la ingenuidad de los presentes. Ella sabía que no podían hacer nada en su contra: era perfecta, no importaba que intentaran.
—¡Si tanto lo deseas, te mostrare mi máximo esplendor! —luego de decir eso, sus manos comenzaron a formar sellos con los signos ninjas y, la tierra comenzó a moverse, formando una especie de [N/A: pongan algún vicho que les guste o algo que les parezca bonito] enorme, formado de barro.
—¡Pero esto es un universo alterno! —gritó nuevamente Karin tratando de esquivar a tal ser.
—¡Dios mío! Deja de gritar de una maldita vez —se quejó el Uchiha, levantando a la mujer de cabellos azules que parecía no asimilar los hechos.
—Agradece que no gritamos en mayúsculas, muajajaja [N/A: Sé que pude haber narrado esa risa, pero, de todos modos nadie me va a corregir así, ¿para que hacerlo?]
Hinata que de pronto recobró la compostura y salió del transe formado por los últimos hechos que no respetaban las leyes del universo, y gritó [N/A: No por el monstruo sino porque Sasuke estaba tomándola de la mano para que huyeran] (Iner: Sasuke- kun es tan Kawaiiiii) con fuerza, luego de esas notas que siempre hace que pierdas el hilo de la trama…si con mucha suerte tiene trama.
Pero, de pronto el monstruo cayó con fuerza al piso, y en este se deshizo con rapidez dejando el débil cuerpo de su propietaria, muy golpeado, a la vista. Lucy se tocó el hombro y mostró una mueca de dolor al sentir la sangre recorrer aquella parte de su anatomía [N/A: ¡Corran!].
Unos hombres y mujeres uniformados procedieron a taparle la cara y, en contra de los deseos de esta, la llevaron a una camioneta para desaparecer tan rápido como habían llegado.
Los demás miraron con sorpresa la escena, y luego de algunos minutos de transe regresaron a sus labores cotidianas, pues, no era mucho lo que se había perdido. Chicas perfectas como esa eran creadas todos los días y solo se utilizaban para pasar el rato, con un “conti pliz” estaban a tus pies.

[***]​

Una semana después de los incidentes que había causado la desconocida presencia, se encontraban en una mesa tres chicos. Todos tenían una bandeja de comida en su respectivo lugar y masticaban despacio repasando los acontecimientos en sus memorias.
—Aún no me lo creo —comentó el hombre de cabellos negros, que pertenecía a una noble familia de la ciudad.
—¿Lo del poni gigante? —preguntó Karin mirando al pelinegro, que frunció el ceño—Yo lo visualice como un poni, ¿está bien? —se defendió la chica recordando la nota de la autora.
—Lo que no puedo creer es que me pongan a formar un ensayo con ustedes —respondió el único hombre en la mesa.
Notó como la otra mujer a su lado se escondía entre su bandeja y sus mejillas se sonrojaban; sus miradas chocaron por un momento, los dos se sorprendieron y volvieron la vista hacía otro lugar.
—Pero m-me pregunto, ¿donde e-estará Lucy-san? —comentó Hinata con suavidad, pensando en aquellas personas que se la habían llevado.
—A nadie le importa —concluyó Karin al hacer sonar su jugo tratando de sacar lo último del envase.

[***]​

—¿Sabes lo que tienes que decir? —le preguntó aquel hombre, de mirada perdida y molesta llamado “super yo”*, a la chica de cabellos blancos.
—Que era la primera historia y que nadie les pidió que la leyeran —contestó Lucy harta de tantas ordenes.
El sonido de una mujer aclararse la garganta se escuchó en el lugar, lo cual provocó que la de ojos blancos, que brillaban como la luna, colocara su atención en ella, y aún más, en los papeles que tenía en la mano.
—Lucy María Cecilia Marta Estefan Escloide Ginger Julia Patricia Ana Noli Toqui Akari Ai Lilith…¿Lilith? —preguntó la mujer acercando la vista al papel y comprobando que la esperaban otras cinco hojas llenas de nombres—Dejémoslo en Lucy, ¿bien?
La aludida asintió.
—Se te acusa de ser un personaje mal estructurado y psicológicamente imposible, así como de poseer demasiados puntos a tu favor, robar el protagonismo y humillar con extrañas personalidades a los que te rodean. Parece ser que además tu ortografía no es la mejor, el formato scrip NO está permitido en la página, así como el blashing hacía Sakura—la mujer suspiró y continuó. —No tienes narración ni argumento en tu historia, tampoco te has tomado el tiempo de revisar lo que escribes, ¿me puedes decir que es “a via”? Lo más seguro es que no. —la mujer con un emblema en su pecho de “LMF” continuó recitando lo que había dicho en tantas ocasiones, hasta terminar agotada—. ¿Algo que quieras decir?
—Si primero que todo nadie lez pidioó que lelleran mi…historia si no, les guzta es SU POROBLEMA. Hai muchas personaz a lis que le guzta como ezsribo y pueden morirse¬¬ (ustedes, no las pezronas)
—Mira querida, primero que todo te dijimos que tenías que usar el traductor…digo el corrector al momento de hablar, ¿cierto? Y lo demás solo es cuestión de que mires la crítica anterior y comprenderás mis puntos —Aseguró la mujer pensando en cuantas chicas había condenado esta vez—. Ahora pon tu mano sobre el libro que tienes en frente y terminemos con esto.
La súper mujer, rebajada a una copia de personaje, de mala gana asintió y colocó su palma sobre la tapa que escribía “Diccionario de la Real Academia Española”. Aunque al principio casi le quemó el contacto, poco a poco se acostumbró y pronunció las palabras escritas en la sentencia.
—Yo Lucy María Cecilia Marta Estefan Escloide Ginger…Lucy, aceptó las condiciones designadas por la página y me comprometo a mejorar a pesar de que mi autora salió corriendo y haciendo berrinche, justificándose de que era su primera historia y que los usuarios no tenían vida social activa y todo eso —El silencio reino y se escuchó una orden en voz baja—. Y ya no voy a comportarme como una perra insoportable Mary Sue, ¿contentos?
La mujer y su sequito sonrieron abiertamente y se miraron con complicidad. Un nuevo personaje digno estaba en proceso de forjarse…Ahora solo quedaban 4334324546456 y acabarían con todas…sin tomar en cuenta las que se crearían más adelante.
La protagonista de está historia suspiró, lo peor era que la próxima semana tendría que presentarse en aquel foro llamado: FrAw; donde según habían escuchado las criticas no eran muy amigables…

Notas de la autora:
Super yo: En la teoría del psicoanálisis- fundada por Sigmund Freud- se describe al “super yo” como la conciencia moral, que se rige por las normas sociales. El “abogado” representa la madurez de algunas personas que toman las criticas como algo constructivo y entienden que su forma de escribir es incorrecta.
Sé que los argumentos que le dio a Lucy son muy infantiles, sin embargo la aceptación de ella al final es el punto: ella aceptó las críticas.

No me maten, ¿está bien? Ustedes dicen que cualquiera puede publicar lo que desee, de la misma manera yo puedo burlarme de ustedes, es un trato justo.
Lucy fue mi primera Mary Sue, a la que apreció bastante, pues me recuerda mis errores y logra sacarme una sonrisa. Excepto en fanfiction “Lucy san” siempre es mi seudónimo, pero la historia que escribí no tenía solo una Mary Sue, hubo otras dos: una se llamaba Shiu (miren mi seudomino aquí XD) y otra Amanda.
Aceptó que mi ortografía no es perfecta y sobre todo la puntuación y la acentuación, es algo que me da dolores de cabeza, pero, me esfuerzo por mejorar y eso es precisamente lo que me molesta de algunos/as escritores de perfecciones andantes: no mejoran y no quieren hacerlo.
Consideren esto un tributo a los que se esfuerzan cada día para no cometer los mismos errores.
Me considero partidaria de los foros “Los malos fics y sus autores” (aunque hay uno que se contradice bastante) y “FrAw” que se dedican- entre otras cosas- a desaparecer a las Mary sues del fandom. No veo porque algunos tienen tantos prejuicios en contra de estos foros y sus usuarios. Pero bueno “La mediocridad se disfraza de aceptación y perfección” solo eso dire XD
Creo que sobra aclarar que las notas de autora y los horrores ortográficos, así como la intervención personal en algunos diálogos son realizados “aporoposito”
Y creo que también haré uno de los Gary-stus, pues son de las que piensan en la igualdad del género. Solo que esa va a ser muy diferente.
Saludos y gracias por leer esta cosa tan rara.