Hijos de un recuerdo

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por Emilie Jackson, 19 Mayo 2015.

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    Emilie Jackson

    Emilie Jackson Iniciado

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    19 Mayo 2015
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    Escritor
    Título:
    Hijos de un recuerdo
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    4214
    Anime: Shingeki no Kyojin

    Advertencia: AU Futurista/Costante camibio de Puntos de Vista/Slash/Shonen-ai (o intento de)
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    Capitulo 1: Recuerdos de un cruel realidad

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    El sonido de las pisadas de aquella chica se hacia cada vez mas alto por ese callejón mientras pisaba los charcos de la anterior llovizna, la neblina la ocultaba pero no tanto para que sus perseguidores la perdieran de vista. Su respiración sonaba mas entrecortada a cada paso pero su carrera no se disminuía

    "Tengo que llegar" pensaba la chica "Tengo que llegar sin que me vean"

    Casi al llegar al otro lado del callejón se paró para ver su retaguardia, al parecer los había perdido aunque no debía sentirse en su zona de confort. Se acerco hacia un contenedor de basura se recargó en este y se dejo caer, cerró sus ojos mientras se quitada la pañoleta de la parte inferior de su rostro dejando ver su piel color canela, respiró profundo y se relajó , a la vez el ardor de sus piernas desaparecía. Había corrido desde el mercado del Distrito 10 hasta la frontera de Zona de Riesgo.

    No sabía porqué la perseguían esta vez. Hacia años no había robado nada de los puestos por preocupación y prohibición de su padre pero en ese entonces no estaban tan cómodos,económicamente hablando; esta vez fue extraño, fue a comprar el sustento de la semana pasando por los puestos que frecuentaba, al momento en que se dio la vuelta para ir a casa notó que dos agentes de la Policía Militar la señalaron y sin pensarlo corrió hacia la multitud para confundirlos pero no funcionó al ver que empujaban a la gente para llegar hacia ella, retomó su carrera a la vez que se ponía su capucha negra sobre su pelo castaño y el pañoleta dejando a la vista sus ojos color gris, trato de despistarlos logrando en algunos tramos. Después de pasar la frontera de el Distrito 10-11 vio que la seguía un grupo de policías.

    "¿Porqué me sigues?" Se pregunto en ese momento "No he hecho nada malo como para que un grupo de seguridad me persiguiese. Al menos que..." Pero borro esa idea de su mente. Era imposible que fuera por eso.

    Tomó todas la rutas de escape que ella y su padre habían diseñado por si pasaba algo como esto, la mayoría fallaron y en una ocasión la acorralaron pero gracias a Dios - y un poco a desgracia de ella- había una alcantarilla abierta.

    En este momento se encontraba en la última ruta que aparentemente había funcionado.

    -¡Hey! Creo que la chica se fue por aquí- resonó un grito por el callejón.

    La castaña se sobresaltó al escucharlo, por el eco no se podía definir sí se encontraba lejos o cerca de su ubicación . Se levantó rápidamente y siguió corriendo hasta encontrar la barda que separaba los Distritos * con la Zona. No era tan alto pero problemática al escalarla por sus púas de sobresalían del alambre, aunque ella sabía donde estaban y podía escalar rápido. Se colocó los guantes y trepo en el rápidamente moviéndose ágilmente.

    -¡La vi por aquí! ¡Síganme!- escucho más gritos en la alejania.

    Se apresuró más en escalarla, antes de llegar a la mitad empezó a escuchar disparos provenientes de las armas que no le daban con precisión pero que casi le atinaban.

    -¡Auch!- exclamó cuando por accidenté puso su mano en una púa desgarrando parcialmente el guante junto con su palma, no tenía tiempo de curarla así que se apresuró a subir. Escuchó como venían los policías hacia la reja y empezaban a escalarla pero no tuvieron la misma precaución que ella haciendo que muchos cayeran por el dolor.

    Llego a la cima de la reja, desde ese punto vio un par de matorrales que podrían amortiguar su caída. Se colgó su bolsa de provisiones del cuello y bajo lentamente hasta quedar colgada de las manos. Se detuvo un instante para reunir el valor suficiente y despues se soltó.

    Notó que cayo y se dio contra el suelo, notando una sacudida que recorrió toda la espalda. Un segundo después, sintió como las ramas secas de los electos se clavaban con su cuerpo. Se quedo quiere unos segundos esperando a que los agentes dejaran de seguirlas. La grava que rodeaba la cerca sonó, escucho unas voces discutiendo, pararon y la grava dejó de sonar.

    Lentamente se paró, intentó acomodarse el pelo y limpiarse la ropa. No sentía dolor alguno para que la detuviese a examinarse por lo que siguió su camino.

    ...

    La Zona de Riesgo * realmente no era riesgosa sino que , antes de la construcción de las maullaras eran las trampas para atraen a los titanes poniendo como carnada criminales condenados a morir aunque ya a pasado el tiempo y la gente de escasos recursos viendo que la zona fue declarada " parcialmente segura" decidieron establecerse ahí haciéndolo parte del nuevo micro país que protegían las murallas; aquí no necesitaban tanto apoyó del gobierno como los de las murallas internas piensan, había mucho tierra fértil para cultivar y que los ganados pasten, los ríos no están tan contaminados a comparación de las grandes pero era tan clara como un espejo casi opaco pero la única desventaja de aquel lugar era que esas lindas partes se encontraban atravesando la gran puerta que se encontraba en los muros, pocas veces se vea pasar gente por ahí, esas personas eran consideradas suicidas o locas pero ella y su padre las veían como gente con valor de salir de los muros para conseguir comida de verdad en vez de esas cosas grises que llegan en los camiones del gobierno en latas de esa forma se ahorraban dinero que iba a los distritos donde si tomaban en cuenta su voz mientras que aquí era tierra de nadie. Algunas veces salían por algo de comida pero ya no lo hacían tanto por lo peligroso que se había puesto las cosas en la zona.

    Lo único que tenía de punto de comparación con los Distritos podría ser que vivan en ruinas de la antigua ciudad que se había sido esplendorosa tiempo atrás aunque con ciertos detalles de diferencia, aquí los edificio no fueron remodelados en su totalidad pero podría ser considerables habituales para 20 o 30 personas, las pocas nuevas tecnologías que fueron enviados por la Capital o fueron traídas por los comerciantes eran usadas para los pequeños hospitales que habían, en los almacenes de comida y en pocas casas que están cercanas a estos lugares. Las calles no estaban en total pavimentación y la madre naturaleza está reclamando su antiguo dominio.

    El sol ya se estaba poniendo pero pudo ver que en varias casas se empezaba a ver la luz de las velas a través de las ventanas, aún había gente paseando en las calles, los niños seguían jugando y los comerciantes emperador a recoger sus negocios, muchos de sus amigos que también hacían encargos ahí, le preguntaban a la chica por que no los cumplía aquí y siempre respondía

    " Chicos, ustedes saben que los encargos que me de Nico son los 'especiales' y esos no son fáciles de conseguir aquí"


    Si, aquella chica de cabello castaño y ojos tan penetrantes pero a la vez dulces era traficante, podía hacer cualquier cumplido desde traer un simple encargo de manzanas hasta los fuertes medicamentos que el hospital demanda al gobierno pero nunca llegaban y tenían que acudir a algunos de los traficantes para conseguirlos. En algún momento de la pasada persecución pensó que esa era la razón por la que la perseguían pero no parecía lógico, ella "pagaba" las cosas que le pedían.

    Llegó a un lugar que antiguamente podía considerarse una tienda de conveniencia. En el lugar donde debía de estar el letrero con el nombre del establecimiento lo ocupada la palabra "Servicios" pintado con aerosol rojo. Empujo la puerta haciendo que una pequeña campanilla soñara, de inmediato salió un chico aparentemente de 12 años de pelo negro y piel color canela con la mirada baja de la parte trasera del establecimiento

    -¿En qué puedo-? - paró cuándo levanto la vista, esposo una gran sonrisa- ¡Karou! - corrió a abrazar la chica.

    -Oye, cuidado Neil- dijo Karou mientras apartaba al chico un poco- no me abrases tan fuerte, tengo lastimada la espalda.
    Neil se separó inmediatamente mirándola preocupado- ¿Estas bien? ¿Te rompiste algo?- meneó la cabeza- ¿ y esa herida que?- señalo la mano de la morena.

    Escondió su mano.

    - N-no es n-nada, sólo un pequeño rasguño.

    -¿Un pequeño rasguño?- le agarró la mano para examinar su herida- Karou, si no lo recuerdas, yo soy el médico de aquí y esto no es un simple heridita que se cura con el tiempo.-la jaló- Vamos adentro.

    Palideció. Al momento que Neil avanzó puso resistencia. El no respondió, simplemente soltó suspiro y la volteo a ver rodando los ojos.

    -El no esta- dijo tediosamente como si fuese una muy mala costumbre.

    Se relajó.De vez en cuando su padre iba al local para , como la molestaban sus compañeros, " ver si su princesita de cristal estará bien" ( aunque ya no se lo dicen si es que quieran terminar con el brazo roto con muchos moretones en cuerpo) pero ella sabe que es porque esta preocupada al igual que ella cuando el va recolectar la cosecha afuera pero sabe que el va a regresar.

    Pasaron por la cortina que separaba la parte de sólo observaba el cliente y la parte de "Sólo empleados", en el se apreciaban cajas de madera con armas que se encontraban desde arcos hasta rifles de asalto, estantes con botes que los chicos que ocupaban ese lugar olvidaron su contenido, libreros con carpetas y libros de diferentes colores y tamaños con mucho polvo acumulado, unos cuantos escritorios un tanto roto y desgastados iluminados con unas cuantas velas y los pocos focos funcionales . Al fondo se encontraba unas escaleras de madera que daban al segundo piso y una puerta quedaba al callejón pero estaba bloqueada por una pila de cajas llenas de chatarra.

    -¡Rachel! ¡ Nicolás! ¡Josh! ¡Karou llego! -grito el pelinegro- ¡Que alguien baje el botiquín!

    Se escucharon unas fuertes pisadas sonaron por arriba de sus cabezas, los tres chicos anteriormente mencionados aparecieron al pie de la escalera, todos iban vestidos casi como Karou: playeras de manga larga negra con pañoletas grises y pantalones de cuero, sólo que a ellos tenían algo que le deban su detalle personal, por ejemplo ella tenía una sudadera con capucha gris y eran unos tenis negros. Una chica con el pelo pelirroja se acercó rápidamente a la castaña.

    -K, ¿Esta bien?- la examino con la vista.

    -Si, Rachel. Estoy bie-

    -¿Estar bien?- la interrumpió Neil, levantó su mano- ¿Esto te parece bien?

    Le agarra su mano haciendo que el ardor de la mano se extendiera por su brazo. Rachel no paraba de darle vueltas para ver si no tenía otra herida. Los otros dos chicos se acercaron, uno de ellos de sorprendió y llamo a Neil para que le ayudará a buscar el botiquín.

    -¿Qué te paso esta vez cariño? - dijo el chico que se quedo con la pelirroja,con una de sus manos agarro
    gentilmente un mechón de su cabello y lo puso detrás de su oreja, tras hacer eso Karou se sonrojó.

    -Ya sabes, me clave una púa de la cerca-lo dijo con tono de despreocupado

    -No lo digas en ese tono- dijo Niel mientras se acercaba con unas vendas y agua oxigenada- Rachel, Josh- hizo una seña para que sé movieran. Antes de ponerse enfrente de la castaña, se volteó a ver a su acompañante- ¿Me lo detienes, Nico?- Nicolás simplemente asintió y le agarró las cosas poniéndolas en las bolsas de su abrigo café. Nuevamente tomó la mano y le quitó el guante. Le pidió a Nicolás la venda con el agua ya aplicada para limpiar la herida. Al terminar coloco la venda- No te la quites en un par de semanas- le dio la última vuelta y la sostuvo para que no se desenvolviera- Listo. Como nueva- dijo casó una sonrisa.

    -Gracias- dijo amablemente mientras le revolvía su cabello con su mano buena- no se que haríamos sin ti.

    Neil le respondió con una gran sonrisa, se acomodó el pelo y subió las escaleras para guardar el botiquín, Nicolás volteó a verla con la misma cara sería.

    -¿Traes el pedido?- dijo con una voz muy ronca.

    Karou lo miro con la misma expresión- Claro que si- se descolgó la bolsa y saco su contenido colocándola en el escritorio más cercano- Si quieres revísalo.

    Nicolás la seguí miraba con esa fría mirada, camino entre Rachel y Josh para llegar a la mesa. Con cuidado la toma una. Con un bufido acompañado con una picara sonrisa sacó las inyecciones de penicilina que el cliente les pido.

    -Muy bien hecho, Jaeger- lo levanto hacia la luz de un foco cercano para verlo como de un diamante se tratase. Dejo el pequeño frasco en su lugar y camino hacia el escritorio del fondo, se hincó para abrir un cajón.- Atrápalo- le lanzo tres costales mientras se paraba y cerraba la caja con el pie- tu paga.

    Con la mano buena se las arreglo para abrir las pequeñas bolsas.

    -Sólo esto- dijo un poco irritada, al abrir las bolsas- 5 euros, 2 dólares y 3 libras con 5 monedas de oro- las aventó al escritorio- Según el trato que hicimos, el pago de los encargos de repartía al mitad y eso-

    -Déjame explicarte, Jaeger- la interrumpió- el viejo gordo de las peleas nos pago 10 euros, 4 dólares y 6 libras con 10 monedas de oro, yo también reclame pero me dijeron que la paga era poca porque las peleas han dejado menos heridas graves que su enfermería no pueda atender con algo de agua oxigenada y alcohol. Así que es eso o nada. ¿Qué prefieres?

    Ella lo miro con más desprecio aunque no podía quejarse, fue el único líder traficante que la acepto a su corta edad de 10 años al verla escapar con mucha agilidad y destreza de un típico escenario de persecución cuando un pobre indigente roba algo de comida de los comercios, sin el aún estaría comiendo las migajas que su padre a duras penas conseguía.

    Las tomo de la mesa para guardarlas en su bolsa y se la colgó, con fuertes pisadas se dirigió a la cortina.
    -Mañana espero un buen trabajo- dijo dando la espalda, abrió la cortina para dirigirse a la salida del local, al ver las ventanas se percató de ya era de noche importándole poco. Al momento de abrir la puerta, sintió una mamo en su hombro.

    -¿Quieres que te acompañe?- escucho la voz de Josh

    Sin dirigiera la mirada asintió, Josh sostuvo la puerta para que Karou pasase y cerró la puerta tras suyo. Karou volteo a verlo para esperarlo, por el enojo camino más rápido para llegar a casa lo más pronto posible, el chico corrió para estar a su lado, le ofreció la mano pero ella la rechazo. No estaba de humor para ese tipo de cosas, con una expresión de decepcionado guardó sus manos en los bolsillos de su chaqueta negra. Al ver esto ,Karou se sintió muy poco mal, se acercó a el y entrelazó su brazo con el suyo.

    -Lo siento- dijo- estoy un poco enojada con el.

    -¿Un poco?- dijo Josh- Has estado enojada con el desde hace 2 años, antes se llegaban tan bien que casi pensaba que eran novios pero....después de ese cumpleaños, se volvieron muy distantes. Ahora sólo cruzan palabras cuando te da tu encargo y todo el tiempos se ven con esa expresión de "gato amargado"- con ese comentario, Karou soltó una pequeña risa- Ves,ya no te ríes tanto como antes- Karou volvió a su expresión sería, Josh se detuvo y posó su mano en su barbilla para que lo viera- ¿Me vas a contar lo que pasó entre ustedes dos?

    Desvió la vista de su novio, hace tiempo no sé acordaba de esa pelea.En ciertas ocasiones se acordaba de fragmentos pero eso empeoraba su humor.Negó con la cabeza con sus ojos cerrados. El chico no protestó.

    -Esta bien,ya no volveré a preguntar- continuaron caminado.

    Al llegar al edificio donde vivía Karou la despidió con un beso, un "Hasta Mañana" y se fue. Karou sólo lo vio hasta doblar la esquina, abrió la gastada puerta de madera que servía como entrega y subió las oxidadas escaleras de metal hasta el quinto piso, el edificios no era de muchos departamentos, como máximo había 6 por piso y de esos 6, dependiendo de la altura, 4 eran habituales. Llego al 503 y toco, escucho un "adelante" pro viviente de adentro. Al abrir la puerta la recibió el olor al que lo llamaba "Hogar": Olor a libros viejos con el exótico perfume de rosas o gardenias acompañadas con el sutil olor a agua fresca. Aunque el departamento se veía algo viejo al luz amarillenta de los fotos le dan ese estilo de nuevo, los muebles que tenía ahí habían sido regalos de los vecinos que ya no tenían espacio por tanta gente que vivan en sus lugares o los que comparábamos el en bazar de las calles centrales. En el sillón se encontraba la única persona en todo el mundo que podía llamar " familia", aquel hombre alto, de piel color canela y pelo color chocolate, al igual que el suyo , eran muy parecidos experto por los ojos, el tenía unas esmeraldas del mar mientras que ella una tormenta enjaulada en sus ojos, muy parecidos a los de su difunta madre.
    El castaño se volteó dejando ver sus ojos color aqua con turquesa.

    -Bienvenida a casa- le dijo amablemente

    -Hola padre
    Se levantó para recibirla apropiadamente con un amoroso abrazo paternal- Pensé que llegarías mañana
    Ella lo abrazo más fuerte- Y tu que llegarías pasado mañana
    Se separaron- Esta vez plante más cerca el sembradío
    -Yo fui al Distrito 10 en vez del 11
    Eren sonrió- Lo importante es que estemos bien
    Karou asintió afirmando lo dicho de su padre, ella era conocida por ser de carácter duro y no muy amistoso, podría tratar a las personas como se le diera la gana pero siempre se portaría dulce y amable con su padre, el también era igual pero le enseño a hacer suave con las personas que le importarán más que su vida.
    -La cena esta lista- dijo Eren- ¿Quieres comer?
    -Si, tengo demasiada hambre
    -Ayúdame a poner la mesa
    Fueran con la cocina, Karou caminada con los brazo para esconder la venda,no quería que se enterase que se lastimo por una tonta persecución. Aunque no le gustase guardar secretos a su padre no quería que se preocupase más por su trabajo. Al llegar le pidió que sacara los platos de la alacena, se sintió un poco nervio y a la ver tranquilla porque la hornilla estaba entré de de la alacena así que Eren estaría de espaldas y podría usar su mano vendada pero no tenía que confiarse tanto. Se subió a un banco para alcanzar la alacena, a pesar de tener los 17 años cumplidos y que su padre sé alto no le confirmaba de que sería alta, según el tenía la estatura de su madre y se burlaba de ellos. Con las dos manos tomo dos platos, al parecer su padre seguía volteado hasta que...

    -Karou- la llamo en un tono serio- ¿Qué es eso que tienes en la mano?

    Ella empezó a suda en frío "Mierda. Vas, piensa algo"

    -Ehhh...¿Los platos?- dijo casi dudando

    -No- escucho como se acercaba, le quitó los platos y tomo su brazo- Esto- señalo la venda
    Se sintió acorralada, no tenía escapatoria, suspiro en señal de rendimiento
    -Me lastime al escalar la reja- dijo sin emoción alguna- porque estaba haciéndolo rápido para que no me atraparan un grupo de Policías Militares que me estaban persiguiendo
    Al escucharse eso último se sorprendió mucho
    -¿ Porqué te-? - la soltó y puso su mano en la frente- ¿Ahora que robaste?
    Karou se enojó - ¡No robe nada! Ya desde hace mucho no he robado. Simple te estaba comparando las cosas que me encargaste, dos agentes me señalaron y me empezaron a perseguir. Eso-fue-todo
    Eren se quitó pesadamente la mano aun con su cara de preocupación-enojo. Suspiró haciendo entender que le quería
    -¿Puedo ver tu mano?

    Le dijo la mano vendada, le quitó el broche y empezó a desenvolverla

    -No se para que te preocupas por eso- dijo- Cuando está a allá era una abertura muy grande

    -Lo quiero verla, si- le dijo severamente, así se podía con "ese asunto"- ¿No sacaste humo en el camino?

    -Sólo en el pequeño trayecto de la cerca a la ciudad

    -¿Nadie te acompaño?

    -Nicolás dijo que tendría que ir sola


    - Le he dicho varias veces a ese chico que no te de trabajos sola- Se quejó

    -¿Y crees que al le importa?

    -Tal vez

    Al quitar la última vuelta vio la herida que aún estaba roja y algo pulsante

    -Ya puedes curarte- le dijo

    Karou despego su mente con son sólo una frase en su mente "Recupérate". Al instante, la herida empezó a cerrarse dejando una pequeña estela de humo saliendo de ella. Poco a poco se fue haciendo pequeña hasta que no quedo nada, como si nunca se hubiese lastimado

    -La próxima vez ten más cuidado y se más precedida en tu próximo encargo- le dio la venda- Te recomiendo que la uses por dos semanas para que tus amigos pienses que sigues lastimada

    Ella asintió levemente y de salto bajó de la mesita que estaba abajo de la alacena, puso la mesa y cenaron en silencio. Cuando algo pasaba relacionado con ese "don" nadie habla a nada sobre el, solo se preocupaban si estaba bien y tendía que hacerlo funcionar solamente ahí luego nadie comentaba nada; Era considerado con un "Tabú" ese don de poder regenerase al instante.Ella odiaba guardar secretos pero en ocasiones era necesario hacerlo.

    Al terminar la cena lavaron los platos y los dejaron secar. Prendieron la televisión que estaba sintonizado en el canal nacional, mostrando el rostro del presidente de los muros, Robert Wilson, dando su discusión semanal.No lo venían por los falsos avances que él anuncia en esos informes si no porque ,al terminar su discurso tendinoso, saldría el Comandante de la Legión de Reconocimiento , Zacarías Benett, a dar una breve explicación sobre los avances de su expedición de ese mes, según la gente dice que sólo hacen eso para guardan la esperanza de la gente y que forma de hacerlo.Karou y Eren admiraban esa rama del ejerció, desde pequeña quería entrar pero su padre no se lo permito cuando tuvo la edad, decía que era muy peligrosa estar afuera de las murallas por un largo tiempo; Además no aceptaban a los de las Zonas de Riesgo. Lo único que la confortaba era ver en la televisor como salía al mundo exterior, no sólo a unos metros separados de las murallas como su padre lo hace , sino kilómetros y kilómetros separados de ellas viendo lo que hay afuera y combatiendo contra esa plaga de titanes con las fuerzas humanas y usan una misteriosa arma que nunca revelan, Eren decía que era muy poderosa tanto que no es fácil de controlar.

    Karou admiraba con mucha honra a esas personas pero eso no se comparaba el respeto y admiración que sentía por el Capitán Levi Ackerman, "El hombre más fuerte de la humanidad". Desde que lo vio en acción cuando hubo un ataque en esta zona hace mucho tiempo, había gente que no alcanzo los camiones de evacuación y se quedaron atrapadas ahí, entre esas personas se encontraba ella y su padre, tuvieron que correr bastante para llegar a la reja pero un titán había atrapado a la pequeña Karou con sus gigantescas manos, su padre se quedo paralizado pero antes de que pudiera hacer algo vio un destello que que cortara el brazo donde la tenía atrapada, mientras caía vio como ese veloz destello estorbaba a ese titán, al caer al suelo rápidamente su padre corrió y la libero, la tomo entre sus brazos y salió corriendo hacia la reja, lo último que vio de esta batalla entre el destello y el titán fue cuando cortó su punto débil y cayo, el capitán se posó en su cadáver dándole la espalda a Karou, giro la cabeza donde lo vio por un pequeño lapso de tiempo antes de que se elevará con su 3MD para ayudar a sus camaradas. Le debía la vida al Capitán pero nunca se lo podría pagar pero que más da ya no podría ingresar al ejército y cumplir su promesa.

    A cuándo término el informe del Comandante apareció la estática indicando que la programación se había terminado, Eren apago la T.V mando a dormir a Karou haciendo que ella protestará pero el no estaba de humor de seguir su juego de niña pequeña, sin ánimos de fue su cuarto, se cambió de ropa, preparo su ropa de mañana, apago la luz y se fue a dormir con el presentimiento de que mañana sería un nuevo día .
     
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