Herida del corazón.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Faroth, 26 Diciembre 2006.

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  1.  
    Faroth

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    Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    En fin. Aquí Faroth escribiendo más pelotudeces. Es una historia sencilla. Tiene mucho melodrama, parece teleserie, también algo de El Último Samurai, y hasta podría ser un poco cliché. Per en fin, ya la he planeado entera, y será más o menos corta. Y de amor xD


    Así que, sin más preámbulo, los dejo con el cuento.

    Gracias por leer



    Faroth





    --------------



    Capítulo I.- Feinel a la Vista.


    Amada Dalia:

    Tengo que hacer esto rápido. Las gotas de lluvia han inundado casi todo el campamento, y de no ser por estas enormes hojas que nos cobijan de la tempestad, no habríamos tenido tiempo para escribir. Por lo que debo ser concreto.
    A casi un mes de partir, sólo puedo decir que te extraño. Que la imagen de tu hermosa mano despidiéndose de mí, agitándose en el viento, no puedo quitármela de la cabeza. Quiero llegar pronto de vuelta a casa. ¿Alcanzarás a tener todo listo? Quiero que la nuestra, sea la boda más grande que Teigel alguna vez haya visto. Todos los teigelin admirará tu belleza, y yo seré el marido más feliz.
    Me han dicho que este es un viaje corto. Llegaremos a Feinel antes de mañana. El General es optimista. Neutraizaremos a nuestros enemigos al norte de Feinel, y el grandioso ataque de Eregón no servirá de nada. Los eregonianos sabrán con quienes se meten. Verás a mi regreso que traigo más fama y poder. Espérame. Ahora debo volver a mis labores.

    Tuyo, por siempre.
    Torian.



    Un relámpago reasgueó el aire. El joven sacudió su vista de la carta que de a poco se humedecía, para poder ver mejor el panorama. Su tienda le ofrecía un mediocre refugio contra el torrente que caía desde el cielo negro y nublado en lo alto, y sabía que no podría permanecer mucho tiempo allí y que debían partir cuanto antes.
    Por lo que abrió la carta, y se dispuso a terminar. Estaba escribiendo sus últimas líneas cuando un joven de ropajes ligeros y que llevaba un bolso muy cargado de papeles al hombro, se acercó a su tienda, parapetándose de aquella gotera incesante como podía.
    - Capitán - Lo llamó a voces. Torian levantó la cabeza y frunció el ceño para enfocar de mejor maner a quien venía. La vista solía engañarlo en días tan oscuros.
    - Ya he terminado, Anrod, puedes llevártela.
    Metió rápidamente la carta en un sobre un poco más seco, y lo selló con el lacre que había preparado.
    Le tendió la carta al joven mensajero, quien la tomó y partió raudo a encontrarse con su caballo, para un largo viaje de vuelta a Teigel.


    Teigel es una ciudad en el Norte del viejo continente. Allí vive un Rey muy poderoso. Domina las tierras que lo rodean, y de a poco ha sabido llevar a su imperio a un sendero de justicia y paz.
    Pero últimamente, los terribles sureños, los eregonianos (gentilicio de Eregón) Han causado un sinnúmero de ataques, al parecer si razón, a los dominios del Rey.


    Es allí donde comienza nuestra historia. El Capitán Torian Al Freiz, comandante de un valiente grupo de más de mil soldados, viaja al sur. Hacia Feinel, una de las ciudades del imperio, a defenderla de un posible ataque de sus enemigos. Es un gran punto estratégico, y se ha decidido que sea Torian quien vaya a luchar, por ser el más osado, valiente y reconocido guerrero entre los de su misma nación, y entre muchos de sus enemigos.

    Aún así, el joven no tenía más de 24 primaveras. Comandaba a gente que hasta duplicaba su edad. Y otros, que eran mucho menores, como el mensajero Anrod. Pero todos, y cada uno, tan valientes que podrían dar la sangre y la vida por su patria, por su nación.






    Ahora la lluvia los mantenía con la cabeza gacha. Y poco después de que Anrod marchase con su caballo hacia el norte, el silencio reinó y todos volteaban a mirar hacia su ciudad, donde esperaban volver lo antes posible.

    El viaje se hacía intensamente largo, y los pies comenzaban a sufrir el peso del frío, del hambre, de las pesadas armaduras pisando el engañoso barro.
    Después de un día de la partida del mensajero, Torian estaba preocupado.


    Marchaba al centro del ejército, y se adelantó hasta donde iba el guía.


    - ¿Que mierda pasa, Lugon? - Preguntó el Capitán con voz de trueno.
    - Está todo bien, Torian - contestó despreocupado el segundo.


    Torian se apeó de su caballo y fue donde el guía para detenerlo con los brazos en los hombres y hablarle de manera personal.


    - No vuelvas a llamarme por mi nombre en frente de mis soldados, Lugon, ¿Cuantas veces te lo he dicho?
    - Lo siento, capitán - contestó su amigo con una sonrisita divertida - Es que no estoy acostumbrado a que seas mi Capitán.
    - ¡Acostúmbrate! - Respondió Torian con urgencia en la voz - Cuando estemos fuera de servicio me tratas como quieras, ¿Está bien?
    - Está bien, amigo mío, digo, Capitán.
    - Bien. Ahora. ¿Dónde mierda estamos? - decía el Capitán mientras retomaba el paso y la voz alta, caminando junto al guía del ejército.
    - Bueno... - contestó el aludido - Estamos en algún lugar entre El Bosque Rumoroso y el Pantano del Olvido. Pero según calculo yo... deberíamos estar viajando en dirección Sur, y ya se debería avistar alguna luz de Feinel. ¿Dónde nos hemos demorado?

    La preocupación del mensajero dejó sumamente inquieto al capitán. Que después de mucho andar, decidió detenerse para que sus hombres se tomaran un descanso. Reunió a tres de sus hombres, y les indicó que fueran a explorar que había en los kilómetros circundantes.

    Las horas pasaban y el viaje se hacía angustioso. No quería ni imaginar que sucedería si llegaron a tomar un mal rumbo. Sería la perdición para Feinel.
    Y de pronto, sin más reparo, comenzó a amanecer. El segundo día después de la partida del mensajero, y el cielo aclaró un poco. Dejando ver algo siniestro.

    Estaban en los lindes del pantano. De a muy poco se habían ido adentrando. Los pies no los habían notado más y más en tierra fangosa. Pero ahora, la luz de la mañana les ensñaba que iban directamente hacia lo más profundo del Pantano del Olvido. Si Torian no se hubiera detenido allí, probablemente hubieran perdido la mitad del ejército en un pantano lleno de trampas, agujeros, terror y misterio.

    - ¿Que ha pasado con los exploradores? - Se rumoreaba entre los guerreros. Torian no sabía que decir.

    Esperaron otra hora. Y nada.
    La tristeza se le notaba al rostro del Capitán, quien luego de esperar otra hora, ordenó retomar la verdadera dirección Sur.

    Llevaban una media hora de andar, cuando escucharon unos gritos de júbilo en la retaguardia del ejército.

    Eran los exploradores, llenos de barro hasta las orejas, uno había perdido su arma. Pero estaban felices. Habían caído en el pantano, y por poco casi se los traga. Ahora las últimas gotas de la terrible lluvia limbiaban los rostros preocupados de los soldados, cuando a lo lejos, en el horizonte, se veía una gran ciudad amurallada, que murmuraba a la distancia.


    -----

    Esop, es una especie de prólogo. La historia se irá desarrollando a medida que la escriba (un poco obvio, ¿no?) Y espero que le guste a los lectores.

    Si tienen alguna sugerencia de color o de letra para escribir, son bienvenidos, lo hice en letra standard por ahora.
     
  2.  
    David

    David Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Genial Fic.
    Espero que ansías que lo continúes.
    Me gusta la historia y el entorno en el que se desarrolla.
    Letra y color, como quieras, no pongo problemas por eso.
     
  3.  
    Faroth

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Gracias DAvid por postear. No ha tenido mucho éxito, pero como me interesa narrar la historia, la seguiré escribiendo.
    Allá uds si la quieren leer xD

    Saludos

    Faroth


    ---------------


    Capítulo II.- Obscuro Futuro.


    Hemos llegado a Feinel, querida Dalia.

    Está tan alegre como siempre. Las calles pasan llenas de gritos, risas y cantos. La gente anda tranquila y sin preocupaciones. Nos han visto llegar, y se han asustado un poco, pues las noticias que traemos no son nada buenas. Estaremos de guardia día y noche, por una semana. Esperaremos al enemigo y prepararemos la ciudad. Suponemos viene del Este, o del Sur. Ahora se volverá muy duro vivir aquí. Habrá miedo e incertidumbre. Pero estamos preparados, pues mi escuadrón está más que preparado para combatir a cinco mil soldados, si es necesario.

    Ahora tengo que hacer preparativos para la ciudad, mi amada. Espérame, pues volveré por ti.

    Torian


    El Capitán dejó la pluma y volvió a leer su breve carta. Hubiese escrito mucho más, pero estaba nervioso. No quería preocupar a su prometida, pues él ya estaba lo suficientemente preocupado.
    Introdujo la carta en un sobre, y salió de su habitación.

    Estaba en una de las mejores posadas del pueblo, pagada especialmente por el Rey de Teigel. Habían arrendado todo el local para los mejores soldados. Mientras que los otros cientos debían arreglárselas en las afueras de Feinel.

    Y así pasaron tres días. Más de docientos soldados hacían guardia por toda la ciudad, mientras los otros descanzaban o paseaban. Muchos visitaban bares nocturnos e iban a los lugares más turbios de la ciudad, a malgastar su dinero.

    Torian no solía estar mucho tiempo en la posada. Comía de vez en cuando algo ligero y tenía que salir nuevamente. Apenas dormía y estaba cansado. Debía ir a reuniones con alcaldes de distintos sectores, debía por lo menos dos veces al día visitar a sus guerreros para darles aliento y revisar sus quejas, dudas y peticiones de ayuda.

    Pero todo iba bien encaminado. Torian tenía fe en que todo saldría bien. Volvería a Feinel en menos de dos semanas. En un mes ya sería un hombre casado.

    Una noche, otro par de días después, Lugon, su amigo y guía del ejército, lo invitó cordialmente a un prostíbulo. Torian se había tomado aquella noche y el día siguiente libre de actividades para poder descanzar en caso de que llegase el ejército enemigo. Lo cual era muy probable.

    - Venga, Torian, que las putas no le van a contar a nadie lo que les haces - y diciendo esto, se larga a reír.
    - No gracias - Replica el joven comandante. - No me interesa hacer algo así cuando ya tengo mujer.
    - Pues yo también la tengo - replica el otro - Pero puedes gozar de lo lindo. Todos tus sueños te los pueden cumplir si les pagas bien. Tu mujer apuesto que nunca te ha dejado hacerle lo que quieras - Y mirando a los ojos a Torian, con una carcajada desagradable, Lugon le palmea la espalda tratando de convencerlo.
    Torian sonrió con la broma y la risa de su amigo, pero seguía firme en su decición.
    - Saldré a caminar mejor - Dijo, y pese a las quejas de Lugon, el Capitán se puso su armadura brillante, su casco bien definido y limpio. Con sus plumas de adorno, sin ser muy grandes ni vistosas, y se envolvió en su capa roja. Se veía como un gran guerrero épico.
    Salió apresurado para no escuchar más a su amigo, quien, supuso Torian, iría de todas maneras, aunque fuese solo, al frío antro de compañía a cambio de dinero.

    El joven guerrero salió a caminar por las calles más externas de la gran ciudad. Se topaba de vez en cuando con sus soldados, que lo saludaban solemnemente.

    Y caminando despreocupado, llegó hasta un lugar en donde ya no había vigilancia.

    - ¿Que... está... sucediendo aqui? - Se preguntó a sí mismo el capitán.

    Escuchó de pronto un ruido. La noche era muy intensa y le era difícil ver. Se vio rodeado por una infinidad de callejones en todas direcciones. Y desde la calle donde él estaba, podía sentir una respiración animal. Pero no un animalito de un pie de alto que jadea luego de haber corrido.
    Era el ansia sedienta de sangre de una bestia demoníaca.

    Su espada... había olvidado su espada...

    -----------
     
  4.  
    estefik

    estefik Iniciado

    Piscis
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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    oliiiss!!!
    me gustoh tuh ff!!!
    sta bueniisiimoh!!!
    speroh le siigas prontu!!!
    cuentash con tudo mii appoiio!!!
    nus vemush!!!

    atte.estefik ;)
     
  5.  
    David

    David Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Me gustó mucho este capíotulo.
    Esperaré a ver qué pasa con el.
    Cuentas con todo mi apoyo, espeero que lo
    Continués pronto =).
    David!
     
  6.  
    Faroth

    Faroth Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Gracias a ambos por leer y por darse el tiempo.
    Esta ha sido una historia que siempre he querido escribir. Lamentablemente no hay mucha gente que la lea xD Pero bueno... ellos se lo pierden.

    Yo seguiré todo lo que pueda. Todavía no llego a la parte que más me interesa. La parte donde se pone teleserie xD

    Hahaha, nuevamente les agradezco, y continuó con el segundo capítulo.

    -------------------------

    Nerviosamente, el jovensísimo Capitán Torian, comandante de una gran compañía Teigeliana, balbuceaba un par de frases incoherentes. Había alguna fiera en la oscuridad. Eran muchas. Probablemente unas cinco.
    Torian temía lo peor. Sabía que en Eregon se entrenaban perros de gran tamaño para usarlos en la guerra. Eran los luchadores más aguerridos y temibles. No le tenían miedo a la muerte, y no dudaban en despedazar a quien su amo les ordenaba.
    Y ahora parecía haberse encontrado, en los límites de la amurallada ciudad, con una jauría dispuesta a todo. Probablemente la guardia de aquella entrada estaba ahora muerta.
    Intentó calmarse. Buscó con la mirada algo con lo que pudiese defenderse. Pero su vista no encontraba nada.
    Estaba en silencio, escuchando los gruñidos de espera de sus acechadores.
    Cuando de pronto, una voz llegó a sus oídos. Leve como un susurro, pero fuerte e imperativa, como el General que le da una orden directa a sus soldados.
    - ¡Adelante! - Escuchó. Y de las sombras de un callejón, cuatro feroces galgos de colmillos fuertes y vistosos, salieron ladrando y corriendo en su dirección.

    El Capitán dio media vuelta, y puso sus pies a correr tan rápido como pudo.
    Pero no era suficiente, aquellas bestias estaban muy bien entrenadas, y no había alcanzado a pedir ayuda, cuando un terrible golpe en la espalda lo tumbó. Uno de los perros estaba ya encima suyo.
    Sintió un intento de mordedura en la espalda, pero la armadura resisitió perfectamente aquellos colmillos. El animal no era del todo muy inteligente, pues seguía intentando atravezar inútilmente aquella poderosa armadura.
    Giró sobre sí mismo, tumbando al feroz galgo. Los otros tres los alcanzaron y rodearon a Torian.
    Le gruñían y de a poco cerraban el círculo. Preparados... esperando que uno de ellos comenzara el ataque y todos se lanzarían a por él. Torian seguía buscando una salida con la mirada.

    Cuando ya esperaba su final, escuchó unas voces.
    Lo habían visto. Probablemente lo habrían reconocido, y vendrían en su ayuda.
    - Muy bien, bestias del demonio... ¡acérquense! - Les gritó Torian, y los caninos no se movieron. seguían gruñéndole y cerrándole su espacio.
    El joven guerrero vio una posibilidad, y gritó con todas sus fuerzas la voz de ayuda, y la de alarma. Y en ese instante, los cuatro perros se lanzaron encima.
    Uno le mordió el antebrazo, y se quedó colgando allí, entre sus guantes reforzados y la cota de malla que terminaba cerca del codo.
    Otro, se lanzó a sus pies, pero no pudo dañarle por las gruesas botas que traía puestas. Eso sí, el perro perforaba mucho mejor de lo que Torian había estimado.
    Un tercero le mordió ferozmente el muslo, lo cual lo hizo caer. Fue la peor mordida de todas, pues además le rompió algo de piel, y le hizo un terrible tajo, del cual sangre comenzó a manar sin cesar.
    Y el último, se había lanzado a su pecho, intentando morderle en su cara.
    Pero en la desesperación, Torian agitó un brazo, y golpeando al canino que llevaba encima, pudo hacer un intento de levantarse, moviéndose y dando golpes y patadas a todo lo que pudiera.
    Los perros hacían bien el trabajo. Intentaban una y otra vez morderlos, aunque les costaba acercarse, pero ya estaban desesperando a su presa. La estaban cansando, así podrían deborarla más tranquilamente después.

    Lo que no contaban aquellos animales, era que pronto uno alló bajo el fiero golpe de un acero.
    - Capitán - dijo el soldado - Hemos venido en su ayuda.
    Torian sonreía mientras se afirmaba sus lesiones como podía. Agradeció mucho a los tres guerreros que habían llegado, y habían matado a dos perros y ahuyentado a los otros dos.
    - Estos momentos son terribles. El enemigo ha llegado desde el oeste. Tenemos que presentar batalla. Hay que mover a todo el ejército. ¡Ahora!

    La orden fue llevada a cabo. Los voceros gritaron por toda la ciudad que estabn siendo atacados. Que todos quienes pudiesen refugiarse que lo hicieran. Que llegaba el ataque del oeste. Que las murallas habían sido penetradas. Que todos los guerreros se alistaran. Que habría guerra en Feinel.

    Torian por su parte, había vuelto a la posada por su espada. A dejar su rasgada capa, y a prepararse para la lucha.
    - No puedes luchar, Torian - Le dijo el médico jefe. - Estás herido de gravedad, aquellas mordeduras son terribles. Si has llegado hasta aquí, ha sido sólo el apaciguamiento del dolor mediante la adrenalina.
    - Me vale un carajo las heridas, mis hombres me necesitan - Contestó tercamente Torian, y salió apresurado de la posada. Cojeando y deseando que aquella adrenalina le durase toda una noche de batalla.
    Estaba sudado y cansado cuando llegó nuevamente al extremo occidental de la ciudad. Vio con pena algo terrible que sucedía.
    Feinel comenzaba a incendiarse. Los eregonianos habían entrado. Sus guerreros caían uno tras otro sin poder reagruparse ante tal sorpresivo ataque. Claramente el ejército enemigo era mucho menor de lo esperado, para pasar desapercibidos. Pero claramente estaba mucho más entrenado de lo especulado. Eran en su mayorí terribles guerreros que llevaban una o dos armas, y todos con la famosa daga Goneana. Famosa por llevar dentro un veneno mortal.
    - ¡Guerreros, a mi! - Gritaba una y otra vez Torian, mientras sus guerreros se iban agrupando a su alrededor.
    - Es hora de acabar con este ejército. ¡Somos más y mejores! ¡A luchar con nuestros corazones! ¡Piensen en Teigel, en sus familias, en su honra! ¡Luchen por ellos y por uds. Y la luz los acompañará! ¡¡¡Adelante!!!
    Se habían agrupado bastante bien. Y los guerreros de Torian comenzaron a repeler el ataque que había sufrido Feinel. Más de quinientos feroces soldados comandados por un experto y joven capitán, contra casi trecientos invasores.

    La batalla era fiera, de a poco los eregonianos se iban retirando. Algunos huían. La mayoría caía sin vida en las tristes calles de Feinel, mientras todo alrededor ardía de a poco. Varios eregonianos se habían encargado de aquel sucio trabajo.
    Torian luchaba entre sus soldados como uno más. Y parecía no haber guerrero más fiero y más temible que él. Sus heridas parecían no pesarle, pero en realidad, le ardían, le nublaban la vista, y hacían que cada golpe fuese más costoso de dar.
    Hasta que de pronto, de entre los cadáveres, un malherido eregoniano atacó por la espalda a nuestro héroe, con una daga envenenada.
    No alcanzó a enterrarla, pues un arquero de Teigel protegió a su capitán con un certero flechazo.
    Pero la daga había penetrado en la carne. En el costado derecho. Una herida superficial, pero al parecer, mortal.
    Torian se sacó furiosamente la daga del costado. La punta había entrado en sus entrañas.... sentía la mordedura del veneno de Gon. Todo comenzaba a nublarse aún más. Sus sentidos se atontaron... cuando escuchó claramente el rugir de un cuerno. Sus hombres cambiaron sus expresiones jubilosas por la victoria, a muecas del más terrible de los horrores.
    - ¡¡El gran ejército de Eregon!! ¡¡Vienen hacia acá!!

    -¿El gran ejército? - Se preguntó Torian. - ¿Asi es que han enviado al Gran Ejército de Eregon? ¿Moriré aquí? - Se preguntó... y sin perder todavía la conciencia, sintió que su brazo se desvanecía y perdía el control. Su espada parecía pesar una tonelada y la dejó caer al suelo. Él mismo calló de rodillas al piso. Mientras el horror se expandía en la ciudad más rápido que el fuego.

    -¡Pronto! - Escuchó la voz de Lugon - ¡Saquen al capitán de aquí! ¡Llévenlo tan lejos como puedan! ¡Tú y tú! ¡¡Rápido!!.

    Intentó decir algo... pero ya su conciencia lo dejaba, y su boca no se movía.

    Cayó inconciente en la calle, mientras sentía que dos hombres fuertes lo levantaban y lo arrastraban lejos del fragor de las llamas... no sabía hacia donde.
    Y perdió toda conciencia de ser, con un sólo pensamiento en mente...

    Dalia...
     
  7.  
    David

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Me quedé pegado a la pantalla dle computador leyendo más y más y el msn alumbrando y alumbrando.... Esá genial este Fic :K.
    Continúale cuando puedas; tal vez haga propaganda, porque está realmente interesante.
    Ahora; qué pasará en la continuación =/. Quedé en Shock.
    Saludos.
     
  8.  
    Faroth

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Holaa ^^ Aqui estoy. Escribí la siguiente parte, lamentablemente no en este computador y necesito ubicar al amigo mío que la tiene, por eso pido disculpas, David! pues al ser el único lector que tiene este fic, quiero que puedas seguir disfrutándolo. En un par de días lo subiré feliz ^^

    Saludos

    Faroth
     
  9.  
    David

    David Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Lo estaré esperando.
    Me encanta tu Fic, sos un buen escritor, esperaré otros tuyos.
    Saludos.
     
  10.  
    Winly_Itzumy

    Winly_Itzumy Guest

    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    OoO!! me gusto muchoo X3...espero lo sigas muy prontooo, ahora no es uno, si nos 2 lectores que tendra =)....cuentas conmigooo n.n....estare pendiente del fic =D

    Atte: Buri-chan:Shad:
     
  11.  
    Faroth

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Gracias por el apoyo, queridos ^^

    Aquí estoy con más de la historia. Recordemos que el jovensísimo Capitán Torian sufrió un ataque envenenado, en el asedio de Feinel, la ciudad donde se encontraba. Era todo un ejército contra unos pocos cientos de sus soldados. La contienda era desigual. Sin poder luchar más, el joven Torian cayó desmayado en medio del campo de batalla, sin poder recordar nada más.

    Ojalá les guste esto que viene.

    -----------------------


    La batalla fue intensa, sangrienta. Podía sentir el calor del fuego que devoraba hogares y construcciones. Roía el metal y perforaba la madera. Yo sudaba mientas blandía mi espada. A veces ni sabía a quién derrotaba. A un hombre, un joven o un viejo. Mis adversarios de pronto perdieron el rostro... la vista se me hacía borrosa.
    Sólo tú y Dios saben cuanto quería estar en casa. Pero la realidad es otra.
    Perdí pronto el sentido de mis brazos... de mis pies.
    Mi boca había muerto. No podía, gritar, ni pedir ayuda. Mis sentidos me habían abandonado junto con aquel puñal frío que entraba en mi carne. Que me envenenaba desde dentro.
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    Amanda... te extraño. No sé donde estoy. No tengo papel ni lápiz para poder escribirte lo que mi corazón, perdido en el abismo sin fin del estado inconsciente en el que me encuentro, siente. ¿Dónde estarás? ¿Sabrás de nuestra derrota? ¿Me encontraré contigo nuevamente? Siento de pronto que mis miembros se mueven. Mi garganta gorgojea un poco, y siento el calor de mi sangre fluir casi con normalidad por mis venas...
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    Siento ruido... es el mar de árboles...
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    El joven capitán despertó sudando de su delirio. Estaba recostado en una confortable cama, hecha de plumas suaves y que le brindaban apoyo y descanso.
    Estaba tumbado. Tenía fuerza únicamente para mover sus párpados y sus ojos. La visión era tranquilizadora. Estaba en la habitación de lo que parecía ser una pequeña cabaña construida muy cerca de un bosque. Podía oír el murmullo de los árboles entrar por su ventana, y una brisa muy agradable soplaba continuamente. Lanzó de pronto un suspiro de alivio, venidero de lo más profundo de sus entrañas, e intentó forzar su mente para recordar los últimos acontecimientos.
    Recordó el fuego, el calor, el sudor. Recordó cómo su escuadrón era barrido por el gran ejército enemigo, en un absurdo pero valiente intento de defender Feinel del ataque de Ergon. Cerró nuevamente los ojos mientras las imágenes se hacían más vívidas. Recordó a Lugon, recibiendo sus órdenes. Recordó el grito de alguien intentando prevenirlo de un ataque por la espalda.
    Recordó el puñal. La fría herida. Recordó el veneno metiéndose por sus venas. Recordó el dolor, la angustia. Su propia sonrisa de miedo. Pero siguió luchando. Hasta que calló rendido, mientras dos de sus guerreros lo tomaban y lo llevaban lejos...
    Abrió los ojos nuevamente, inhalando rápidamente y ahogando el grito. Se llevó las yemas de los dedos al costado herido. Y descubrió que tenía el torso desnudo, vendado diagonalmente por sobre su hombro derecho, hacia su costado, y reafirmado con otra venda más gruesa horizontal, a lo largo de su estómago y su espalda, para cubrir bien la herida. Notó que su fuerza lentamente volvía, y se removió inquieto en su lecho. ¿Dónde estaba? ¿Cómo llegó allí? ¿Cómo había terminado el asedio a la ciudad? Su mente intentaba trabajar más rápido de lo que debía, y terminó llevándose las manos a las sienes, intentando calmarse.
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    Tenía que averiguarlo. Se quitó las sábanas de encima para salir de la cama.
    Se sentó en la misma, y posó sus pies en el suelo. Un repentino mareo lo atacó, pero se sentía capaz. Revisó toda la habitación, y notó que ninguna de sus pertenencias estaba allí. Ni la capa, ni sus botas, ni su armadura, ni muchos menos su espada. Estaba descalzo y con sus pantalones puestos. Además de las vendas, no tenía nada. Hasta su anillo de compromiso le habían quitado.
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    Respirando tranquilamente, puso todos sus esfuerzos en levantarse. Se apoyó en la cama y lanzando un quejido casi inaudible empujó con sus manos hacia abajo, intentando ganar el ansiado equilibrio.
    Hasta que estuvo en pie. Sonrió un poco miró su entorno. Pero no tardó en marearse. El mundo se tornó negro y la visión se le escapó de los ojos. Calló al suelo estrepitosamente, golpeando el velador que se situaba junto a la cama, derramando una bandeja vacía de madera que descansaba en él. El ruido hizo que el joven capitán sintiera pasos. Corrían dos personas, por lo menos, hacia su habitación. Lo último que escuchó antes de perder nuevamente la conciencia, fueron las voces de dos mujeres hablando asustadas y a viva voz, intentando levantarlo.
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    Despertar nuevamente. Estaba todavía con el mareo en la conciencia. Había sido una siesta larga. Y cuando pensaba en ello... ¿Hace cuánto que pasó todo? ¿Cuánto llevaba ahí postrado en esa cama? Los pensamientos le cruzaban la mente nuevamente. Decidió abrir los ojos y contemplar el lugar.
    Como esperaba, era el mismo. Misma habitación, mismo decorado. Misma construcción de madera hecha con manos hábiles. Sencilla y humilde, con la brisa entrando y saliendo junto al murmullo de los árboles.
    Algo había cambiado, eso sí. En una silla junto a la cama dormía sentada, y echada sobre la mesita, una joven. Tenía la cabeza apoyada en los dorsos de las manos mirando en dirección a la cama. Era de cabellos marrón claro, finos. Parecía tener piel muy suave y manos delicadas. Dormía respirando pacíficamente, aunque en su semblante se podía notar la preocupación que tenía antes de dormir. Tenía un pañuelo en las manos. Había vendas en el suelo, ensangrentadas, y el mismo Torian portaba un pañuelo húmedo sobre su cabeza y vendas nuevas. Se sacó el pañuelo con delicadeza y lo dejó en la mesita. Estaba tendido de espaldas, y dejó de mirar a la joven para mirar al techo. Puso sus manos en su abdomen y suspiró. Recordaba a Amanda y su hogar en Teinel. Comenzó a rezar esperando poder volver lo más pronto posible, cuando de pronto, sintió que la dama del velador despertaba.
    Se movió un poco, sobresaltada, lanzó un suave murmullo, y frunció el ceño, para luego abrir sus ojos poco a poco.
    Unas hermosas luces esmeraldas asomaron tras aquellos párpados que se abrían y cerraban, acostumbrándose a la luz.
    Miró al capitán unos instantes, al parecer sin percatarse de nada.


    - Buenos días - le sonrió Torian.

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    ---------------

    Allí lo dejaré por ahora. Nuevamente gracias por leer, y espero que, si es posible, llamen a más gente para que venga a leer ^^ Sería lindo tener varios lectores.


    Saludos


    Faroth

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  12.  
    Winly_Itzumy

    Winly_Itzumy Guest

    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    *-* kawaii!!!!!! siguela cuando puedas X3
    Toy ansiosa X3
    Atte: Buri-chan
     
  13.  
    David

    David Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Si *-*! además escribes tan c00l ToT!
    Me encantó este capítulo y me dejaste con la intriga de ver quien es la chica... Y qué pasará con ella.
    Invitaré más personas.
     
  14.  
    Faroth

    Faroth Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Bueh, es una historia de amor xD Puede pasar de todo.

    EStoy escribiendo la siguiente parte, aunque no llevo mucho. Espero poder subirlo pronto ^^

    Saludos

    Faroth
     
  15.  
    Faroth

    Faroth Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Después de mucho tiempo, he vuelto para continuar esta historia ^^ No es un campítulo muy relevante, pero espero que no se les haga tedioso. Intentaré hacerlo corto para luego pasar al par de capítulos que siguen, que son los interesantes ^^

    Saludos

    Faroth

    -----------------------

    La muchacha se sobresaltó asustada de tal manera, que también espantó al joven guerrero. La dama se levantó como un rayo, se sacudió las ropas, balbuceó muchas veces palabras de petición de perdón, y comenzó a mirar al suelo, entrelazando las manos frente a ella, al nivel de sus caderas. Luego de eso, salió rápidamente, llamando con voz clara a su abuelo. Torian pudo notar la suavidad tanto de sus movimientos como de su voz. Debía ser una joven muy tímida y reservada. Una mujer que no solía recibir esta clase de visitas.

    Al poco tiempo llegó el abuelo. Era un anciano de avanzada edad. El cabello completamente canoso casi hasta los hombros. Apoyaba su mano derecha en un bastón corto de roble, y traía en su brazo izquierdo a una mujer sorprendente, que dejó boquiabierto a Torian al instante de entrar, por su definido cuerpo y mirada penetrante. El anciano parecía llegar ya a los 80 años, mientras que su voluptuosa acompañante debía tener la misma edad que el joven capitán.
    Detrás de ellos, estaba la joven que antes dormía junto a la cama, acompañada de un hombre al parecer más joven, con quien compartía un parecido notable.

    - Buenas tardes, caballero – Crujió la voz del anciano a la vez que entraba. Era una voz cargada de fuerza, pero menguada con el pasar de largos años.
    - Bu... buenas tardes – tartamudeó Torian.
    - Disculpe las pasadas molestias, caballero, nosotros sólo queremos que esté cómodo. – Torian lo observó con rostro de incomprensión, intentando escrutar en los ojos gastados, pero aún brillantes del viejo, una respuesta.- Anda, Melissa, saca a tus hermanos de aquí y vayan a preparar algo de comer para el caballero. Nosotros mientras tanto cruzaremos algunas palabras.
    Melissa, la hija visiblemente mayor, se aproximó a un extremo de la pieza para acercarle la silla a su abuelo, y luego salió para reunirse con sus dos hermanos, no sin antes mirar a Torian con ojos cargados de algo que el joven capitán no supo reconocer.
    Ya en soledad y en un silencio que estaba roto sólo por el ir y venir del aire entre las ramas de los árboles, el anciano bajó un poco el tono de la voz para poner un tinte serio a la conversación.
    - Muy bien, caballero, o debo decir, joven guerrero. Creo que tienes tantas preguntas como yo las tengo para ti. Dejaré que me preguntéis lo que queráis antes que yo os acose con mis tonteras de viejo chocho.
    El silencio reinó una vez más por unos momentos. Torian tenía tantas preguntas que no sabía por cual partir. Pensó en las más evidentes, las más claras y obvias que alguien preguntaría en su estado... pero su boca lo traicionó. Todavía pensaba en aquellos ojos. Tanto en los verde esmeralda de la joven que dormía junto a él, como en los de aquella voluptuosa joven que lo había escrutado con tanta intensidad.
    - ¿Vive ud sólo con sus tres nietos? - Le traicionó su boca. El anciano se asombró de escuchar una pregunta que no esperaba.
    - Bueno... pues sí. Desde que tuvimos que huir a este bosque, perseguidos por un gran ejército enemigo, cuando arrasaron nuestro pueblo... - EL viejo guardó silencio... le parecía triste, pero algo divertido, haber tenido que contestar a tan singular pregunta.
    - ¿Dónde estoy? - Recordó preguntar Torian. La pregunta más evidente y obvia que uno se hace en esas circunstancias.
    El viejo sonrió un poco más, y se demoró en contestar, eligiendo las palabras adecuadas para expresarse.
    - Estás cerca del linde norte del Bosque Rumoroso. ¿No lo haías notado? Pareciera como si hubiese una hermosa música todo el tiempo aquí.

    Torian lo miró largo rato, hasta que el anciano continuó.
    - Este es un bosque vastísimo. Es tan grande que ni yo mismo lo he recorrido a cabalidad. Y eso que llevamos casi toda la vida de mis nietos aquí. Ni ellos mismos conocen todos los recovecos y caminos que cruzan este hermoso lugar. Pero no te desalientes... estás seguro con nosotros.
    Torian formuló rápidamente la siguiente pregunta, casi interrumpiendo al viejo para hablar. Parecía que su sentido común estaba despertando ya.
    - ¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo terminó la batalla?
    El anciano tomó una bocanada de aire y suspiró.
    - Es complejo. No he sabido nada de lo que acontence en el mundo últimamente... pero parece que el ejército teigeliano ha llegado a Feinel.
    Torian se quedó mudo. No sabía que responder... este viejo no tenía idea de que los eregonianos habían invadido Feinel... este bosque estaba apartado de todo. El joven capitán comenzó a tener miedo. Pensó que tal vez ya sea demasiado tarde para llegar .... no sabía...
    - Y sobre tu primera pregunta - prosiguió su interlocutor. - Sólo te puedo decir que Lorena, mi segunda nieta, te encontró. Cuando llegó aquí estaba ensangrentada y parecía traer un cuerpo que venía muerto. Estaba llorando y las lágrimas se le mezclaban con la sangre de sus manos y rostro. Te salvó la vida, muchacho. Me contó entre balbuceos que te había encontrado en los lindes del bosque. Que estabas moribundo y que te traían un par de guerreros que usaban tu mismo uniforme. Lorena no sabe nada de guerras y de ejércitos. Simplemente me contó que aquellos guerreros, heridos de muerte ambos, te habían traído hasta el bosque. Tú estabas inconciente y ellos.... murieron antes que mi nieta pudiese hacer cualquier cosa. Se dio cuenta que tu estabas vivo y te trajo.

    La historia era espeluznante... el capitán teigeliano estaba sin poder articular palabra. Sus manos tiritaban de rabia, empuñadas con tal fuerza que se hería las palmas. Tras un largo minuto de silencio, donde más de una lágrima rodó por el joven rostro de Torian, el anciano preguntó.
    - ¿Cómo te llamas, niño? ¿Quién eres?

    Torian se quedó helado un segundo. No sabía si el anciano era de Eregon o Teigel. No sabía donde estaba, ni sabía las intenciones de aquella extraña familia. Por lo que su mente maquinó a toda velocidad para cubrir tanto su conocido nombre, como su espectacular título de capitán más joven de la historia de Teigel.

    - Yo... yo me llamo Brun. Soy un... un mercenario...
     
  16.  
    David

    David Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Le hubiera dicho la verdad.
    Hola, xD. Me ha gustado la conti ToT, genial, escribes muy bien.
    Espero la siguiente conti, con ansia =)!
     
  17.  
    wiki_1

    wiki_1 Guest

    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Siempre habia sabido del gran don que tienes para escribir, pero no me termino de sorprender!
    Genial la historia no pude despegarme de la pantalla hasta que termine de leer todos los capitulos!, espero que la continues pronto!
     
  18.  
    Faroth

    Faroth Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Ufff cuanto tiempo sin escribir...
    Realmente me trae nostalgia y pena... esta historia verdaderamente quiero terminarla.

    Sólo quería actualizar la discución y saber si tengo apoyo de la gente.

    Si no, la siguo igual... pero quería saber si a alguien al menos le va a cambiar aunque sea un 0.1% la existencia que yo siga la historia XD

    Saludos


    Faroth
     
  19.  
    wiki_1

    wiki_1 Guest

    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    Ja soy algo nuevo en esto de los fic faroth lo siento...

    ¿un fic es una historia donde todos pueden seguir con la historia?

    Y si no es asi de igual forma estoy impaciente de saber que es lo que va a pasar a mi si me vas a cambiar aunque sea un 0.01% de mi existencia ja

    SALUDOS
     
  20.  
    Faroth

    Faroth Entusiasta

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    Re: Herida del Corazón. - Fic de Amor, por Faroth

    un fic es una historia. FanFic es la abreviatura de Fan Fiction. Es una ficción con respecto a algo de lo que eres Fan. Un fic de Dragon Ball, por ejemplo, sería una continuación inventada por mí de Dragon Ball. En este foro se da mucho que hay Fics "Colectivos" (Historias colectivas) donde todos pueden seguir con la historia... yo prefiero escribirla yo mismo.

    Así que eso. La voy a seguir ^^
     
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