Incluso si en sueños viste un cielo vacío, entre la neblina tu sombra aun viaja bajo una luna sollozante. El resonar de su suave voz, perdura en un bosque lleno de mentiras; lo cual demuestra la actitud dudosa de sus ojos. A la cual no puede sonreír. En el caer de las flores, aun se ve el bailar de las hojas, en una noche de luna menguante en un crecer brumoso. Y las estrellas no perecerán, y aun regresara con el viento tu sombre. Y en la brumosa lluvia aún se escucha el palpitar de la adrenalina en tus venas. Y las oportunidades vendrán y se irán con tu reflejo. La tristeza se refleja en muchos, pero la soledad en pocos y el amor en ingenuos. Las aves nacen y surcan los cielos; pero no muchas cantan al ritmo del piano. La espera seguirá, la adrenalina no cesara, y el cielo aclamara por el canto del. Ruiseñor. Una noche que espía tú bailar, una mañana que envidia al anochecer. Y un crepúsculo que quiere renacer. El ritmo del corazón seguirá; pero tu voluntad se perderá. Y en un sollozar tus lágrimas se desbordaran.