Kuroko no Basket Hay un amigo en mí (Finalizado)

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por InunoTaisho, 8 Febrero 2018.

  1.  
    InunoTaisho

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    Escritora
    Título:
    Hay un amigo en mí (Finalizado)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    4104
    Hay un amigo en mí… (Una muestra de amistad en la Kiseki no sedai)



    "♪…Otros habrá tal vez mucho más listos que yo...

    eso puede ser tal vez;

    más nunca habrá quien pueda ser

    un amigo fiel y tú lo sabes…♪”


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    Nadie puede negar que necesita amigos, somos seres sociales, crecemos dentro de una familia, hacemos actividades que de alguna u otra manera nos relacionan con los demás… no me imagino como sería la vida sin tener un amigo a tu lado.



    Un día como cualquier otro, en un lugar distante de una realidad alterna, tendremos una reunión de lo más especial con toda la "Kiseki no sedai" y algunos otros…



    ─ Muy buenos días, Kagami-kun, he venido a recogerte porque tienes que acompañarme ─fue el saludo de Kuroko Tetsuya a su amigo Kagami Taiga presentándose en el umbral de la puerta de su departamento cuando apenas se levantaba el sol.


    ─… ¿Ah?... oi, Kuroko, todavía es… es muy temprano para ir a entrenar ─respondió el aludido soltando un bostezo de cansancio al mismo tiempo que se rascaba una sien.


    ─ Es mejor que te laves los dientes antes de salir, Kagami-kun ─le señaló su joven compañero haciendo una pequeña mueca de desagrado antes de retornar a su rostro levemente indiferente, sacando un batido de vainilla de su chaqueta para inmediatamente beber su contenido con total parsimonia.


    ─… Oye… es tu culpa por haberme despertado así ─resopló Kagami un poco enfadado antes de regresar al interior, siendo seguido por el muchacho de pelo azul celeste.


    ─ Puede que sea así, Kagami-kun, sin embargo hemos sido citados por una persona muy especial para presentarnos lo más pronto posible en este lugar ─dijo Kuroko mostrándole una tarjetita con una dirección en particular.


    ─… ¿Y por qué tenemos que ir ahí?... no entiendo ─observó el pelirrojo parpadeando para leer el anuncio de la tarjeta poniendo gesto de extrañeza.


    ─ Por lo que se ve va a ser algo interesante ─contestó el de cabello azul sorbiendo nuevamente su batido de vainilla.



    Un tiempo después…



    ─ ¡Kurokocchi, Kagamicchi, es por aquí! ─escucharon la amable voz de Kise Ryōta saludándolos desde lejos en cuanto se aproximaron al lugar de la cita.


    ─ Tsk… ¿por qué ese Bakagami tenía que venir también? ─fue la amarga queja de Aomine Daiki soltando un suspiro de profundo fastidio.


    ─ Es porque Gamichin ahora es la luz de Kurochin, Minechin ─le explicó Murasakibara Atsushi con total tranquilidad y gesto de desgana en tanto masticaba ruidosamente uno de sus maibos favoritos.


    ─ ¿Y ustedes por qué están aquí? ─ese fue el reclamo de Kagami en cuanto estuvieron junto a ellos mirándoles con molestia.


    ─ ¡Tetsu-kun, te extrañé tanto! ─por su parte Momoi Satsuki se abalanzó sobre Kuroko dándole un abrazo amoroso y apretado, lo que le ocasionó a los otros (menos a Murasakibara porque éste estaba más concentrado en buscar golosinas en el interior de su maleta de viaje) una cómica mueca de resignación porque el de cabellera celeste no hizo ningún movimiento dejándose querer.


    ─… Momoi-san, eso duele un poco… ─sin embargo no dudó en quejarse por un momento manteniendo la expresión neutra que lo caracteriza.


    ─ Oh, lo siento mucho, Tetsu-kun… ─se disculpó la joven enrojeciendo un poco apenada y lo soltó de su agarre apartándose a una distancia razonable. Inmediatamente se volvió hacia el pelirrojo para saludarle con cortesía mostrando una linda sonrisa─. No te enfades, Kagamin, pues todos nosotros fuimos invitados a venir por esa amable persona ─indicó mostrándole una tarjeta.


    ─… ¿Kagamin?... ─masculló el aludido un tanto incrédulo mirándola con extrañeza por un momento en tanto Kise y Aomine soltaron risitas disimuladas por ese gesto de aturdimiento. Prestándole ya su atención a la tarjeta pudo notar que era igual a la que Kuroko le había enseñado─. ¿Quién será esa persona? ─se preguntó intrigado.


    ─ Bueno, Kagamicchi, creo que tendremos que entrar para averiguarlo ─opinó Kise muy sonriente dándole al señalado un amistoso abrazo por los hombros, lo que el ocasionó a éste último una leve mueca de desagrado.


    ─ De verdad me has sorprendido, Kise… eres más genial que el idiota de Midorima sin su “Lucky ítem” o como quiera que se llame esa cosa que trae en la mano todo el tiempo ─observó Aomine un tanto sarcástico, cruzándose de brazos mientras ponía expresión de aburrido.


    ─ Claro que si puedo ser tan genial como Midorimacchi, Aominecchi… ─replicó el rubio, haciendo una especie de puchero sin soltar a Kagami.


    ─… Aahh… ya no tengo más dulces… ─la queja de Murasakibara interrumpió la conversación dado que le dio la vuelta a su petaca sin obtener ningún resultado.


    ─ Ya, Murasakibara, ¿de verdad todavía esperabas encontrar algún dulce ahí sí sólo te dedicas a tragar como un cerdo? ─dijo el de piel morena mirando a su antiguo compañero de equipo con una mueca burlona dibujada en su cara.


    ─… Minechin… ─el más alto lo miró con un semblante desagradable lanzado chispas por los ojos─… voy a aplastarte ─gruñó un poco levantando la mano por encima de su cabeza (la de Aomine, aclaramos) de forma amenazante, lo que ocasionó que diera unos pasos atrás a modo de protegerse.


    ─ Tal vez allá adentro puedas encontrar algunos caramelos, Murasakibara-kun, así que no deberías precipitarte ─Kuroko actuó prontamente para evitar un enfrentamiento entre sus compañeros, manteniendo el gesto ecuánime y el control en tanto hacía la sugerencia bebiendo su batido de vainilla.


    ─… eee… puede que tengas razón, Kurochin ─admitió el de cabellera morada meditándolo un poco, recomponiendo el gesto de desgana y relajando el cuerpo.


    ─ Tetsu-kun, eres tan listo ─Momoi le lanzó al joven una mirada de admiración colgándose de su brazo derecho, apoyando su cabeza en su hombro.


    ─ Sólo hago lo que tengo que hacer, Momoi-san… no quiero que Aomine-kun muera joven por ser tan Aho-mine ─fue la respuesta del aludido con total calma encogiéndose un poco de hombros.


    ─ Mejor no me defiendas, Tetsu… ─bufó el señalado poniendo gesto de hombre digno en tanto Kise y Kagami se burlaron del él por lo bajo.


    ─ Como tú digas, Aomine-kun ─respondió el joven de cabellera celeste sin pizca de vergüenza.



    Entraron en una amplia estancia que permanecía a oscuras por lo que no podían ver bien lo que había a su alrededor. De pronto las luces se encendieron revelando el lugar, un sitio bastante espacioso engalanado por varias mesas acomodadas en forma de círculo. Las mesas, que estaban adornadas como si de celebrar una fiesta se tratara, ya estaban ocupadas por otros jóvenes conocidos de ellos quienes les saludaron con algo de formalidad.



    ─ ¿Qué significa esto? ─dijo Kagami con la boca abierta del asombro.


    ─ Sean bienvenidos… de favor les pido que ocupen un asiento mientras esperamos a los que faltan, y también pueden disfrutar de los bocadillos cortesía de la casa ─en ese momento escucharon una voz femenina hablando por una bocina, haciéndoles la atenta sugerencia─. Ya llegará el momento de darles una merecida explicación ─añadió.


    ─ ¡Son dulces! ─exclamó Murasakibara con una gran sonrisa de satisfacción y sin mediar palabra se dirigió hacia la mesa del fondo que ocupaba el lugar de la exhibición, con una gran variedad de aperitivos para escoger.


    ─… Murasakibaracchi… ─dijo Kise con una sonrisa boba en el rostro sabiendo que sería inútil intentar detenerlo.


    ─ ¡Oye, grandulón, no te lo comas todo! ─le gritó Aomine yendo tras él.


    ─ Lo mejor que podemos hacer ahora es seguir las indicaciones de la voz ─comentó Kuroko con toda tranquilidad y sin más siguió adelante para ir a saludar cortésmente a los demás.



    Mientras tanto, en la cercanía del lugar, dos jóvenes se encontraron mirándose con leve interés.



    ─ Muy buenos días, Midorima, me gustaría saber porque me pediste que nos viéramos a esta hora y en este preciso lugar ─fue el cortés saludo de Akashi Seijūrō a Midorima Shintarō en cuanto estuvieron cerca.


    ─ Creo que la pregunta debería hacerla yo, Akashi ─respondió el aludido con gravedad haciendo la observación en tanto se acomodaba las gafas.


    ─ No entiendo a que te refieres, Midorima… ─dijo el pelirrojo con un gesto de extrañeza sin mostrarse enfadado.


    ─ Espero que recuerdes el mensaje que me enviaste anoche… Nanodayo… ─señaló el de cabellera verde mostrándole su celular para que le echara un vistazo al dichoso mensaje en cuestión.


    ─… Ya veo… ─observó Akashi en voz baja regresándole el aparato─. Es muy similar al que tú me enviaste anoche a la misma hora ─añadió e hizo lo mismo enseñándole el suyo, con lo que el semblante de Midorima se torció levemente en una mueca de molestia.


    ─ Alguien ha querido jugarnos una broma ─resopló levemente guardándose el celular para después reacomodarse los espejuelos.


    ─ Haremos pagar muy caro al bromista… ─murmuró su interlocutor sacando unas tijeras del bolsillo del pantalón, torciendo el gesto en una mueca siniestra.


    ─… Tampoco es para tanto, Akashi… ─puntualizó el de gafas un tanto cauteloso alejándose unos pasos.


    ─… no te espantes, Midorima, solamente voy a acomodarme bien el celular para que no me estorbe al caminar ─el semblante del pelirrojo se volvió más amable e incluso dibujó una pequeña sonrisa al tiempo que hacía las maniobras necesarias para cumplir con su dicho. Inmediatamente recobró el gesto neutro como si no hubiera sucedido nada raro─. Entonces no hagamos esperar más a nuestro anfitrión y vamos a entrar ─agregó y caminó por delante de su acompañante.



    Al abrir la puerta recibieron de lleno una luz sobre ellos que los cegó por un momento. Inmediatamente escucharon la voz femenina que decía un poco emocionada.



    ─ ¡Recibamos a los invitados especiales a este evento donde definiremos cuál es la verdad oculta de su relación!


    ─ ¿Akashicchi y Midorimacchi? ─preguntó Kise algo espantado por lo que podría avecinarse.


    ─ Ya decía yo que esto tenía que ver con ellos… ─masculló Aomine con leve hastío.


    ─ ¡Hi, hi, Shin-chan! ─fue el alegre saludó de Takao Kazunari, compañero de Midorima en el equipo del instituto Shūtoku.


    ─ ¡Sei-chan, me tenías muy preocupado cuando no contestaste mi llamada! ─y esas fueron las palabras de Mibuchi Reo, compañero de Akashi en Rakuzan.


    ─ ¿Takao? ─se preguntó Midorima con leve extrañeza enfocando mejor con sus gafas en cuanto recuperaron la visibilidad, y luego miró hacia todos lados al escuchar los murmullos a su alrededor.


    ─ Mibuchi… ─dijo por su parte Akashi intentando mantener la calma con una leve e imperceptible sonrisa a manera de calmar su ansiedad─… ¿me podrías decir que está pasando aquí?


    ─ Sean bienvenidos, Akashi Seijūrō, Midorima Shintarō… si me hacen el favor de tomar asiento les explicaré con calma el motivo por el cual los he citado a todos aquí ─justo entonces apareció una enorme pantalla de televisión en una de las paredes de la estancia y en ella podía verse a una joven dama que traía el rostro oculto tras una máscara ceremonial como las que empleaban los ninjas en sus misiones, saludándoles y haciéndoles la invitación con total cortesía─. De hecho sus compañeros y colegas aquí presentes serán los testigos de cargo sobre el asunto que presentaremos a continuación ─indicó con calma.



    Ahí en el lugar se encontraban todos los miembros conocidos del equipo de baloncesto del instituto Seirin; los titulares de Shūtoku y Rakuzan; y algunos miembros invitados del Instituto Kaijō: Kasamatsu Yukio, Moriyama Yoshitaka y Hayakawa Mitsuhiro; de la Academia Tōō: Imayoshi Shoichi, Sakurai Ryō y Wakamatsu Kōsuke; así como Himuro Tatsuya del Instituto Yōsen. Y por supuesto, no podía faltar quien fuera capitán del equipo de la Escuela Secundaria Teikō descubriendo los talentos de la “Kiseki no Sedai”, Nijimura Shūzō.



    ─ No puedo creer que con tantos años jugando juntos y más allá de eso aún no reconozcan su amistad, Akashi, Midorima… ─dijo éste último mirando a sus antiguos kouhais con una mueca de escepticismo dibujada en su rostro en tanto negaba con la cabeza.


    ─ Discúlpeme si no entiendo a que se refiere usted con eso, Nijimura-san ─le dijo el pelirrojo educadamente dedicándole una leve y cortés reverencia antes de ocupar su lugar asignado en una mesa al centro de la sala.


    ─ Ciertamente estoy de acuerdo con Akashi, Nijimura-san, así que espero una explicación convincente para este drama… ─indicó el de gafas por su parte reajustándolas por enésima ocasión, lanzándole a la dama de la televisión una breve mirada de fastidio al tiempo que tomaba su correspondiente lugar.


    ─ Ya lo entenderás, Midorima, así que no te enfades y procura sonreír un poco más para que te veas más “cool” ─señaló la dama de forma alegre, ocasionándole con ello a Takao un leve ataque de risa ante la mueca indignada que se dibujó en el rostro de su compañero de equipo.



    De hecho los demás de Shūtoku, Kagami y Aomine, disimularon la carcajada burlona tapándose discretamente la boca, lo cual de todos modos no pasó desapercibido para el de cabellera verde quien no dudó en observarles con una mirada acusadora.



    ─ Bien, ahora les pido de favor que guarden un poco de silencio porque vamos a comenzar… gracias… ─añadió la dama de la pantalla con total gentileza, y espero pacientemente a que todos recobraran la tranquilidad para poder dar inicio al evento especial por el que estaban ahí─. Ahora permítanme presentarles a los involucrados en este caso de amistad no reconocida: la pobre víctima engañada ─dijo un poco más dramática señalando a Akashi─ y el mentiroso victimario ─agregó señalando a continuación a Midorima. Ambos muchachos hicieron una breve mueca de confusión mirándose entre ellos por un momento.


    ─ ¿Qué Akashicchi es la víctima y Midorimacchi el victimario?, ¿pero de qué? ─preguntó Kise levemente asustado e intrigado.


    ─ Disculpe usted, señorita, pero yo no me siento víctima de nadie y menos de Midorima ─aclaró el nombrado pelirrojo conservando el gesto de escepticismo en el rostro, mirando esta vez hacia la pantalla.


    ─ Esto es una verdadera difamación… ─externó el de verdes cabellos ajustándose las gafas una vez más─, ¿en base a qué dice semejante tontería? ─le cuestionó a la dama con sequedad.


    ─ Perdonen ustedes, creo que exagere un poco la exposición del caso… ─respondió la joven mujer carraspeando con discreción.


    ─ Pues conmigo si te comportas como un victimario, Shin-chan, ya que me haces pedalear el rickshaw todos los días… y no sabes lo cansado que es llevarte a rastras cuando tienes un “Lucky ítem” de gran tamaño contigo ─en ese momento Takao expresó su sentir mostrándose levemente compungido por el maltrato diario hacia su persona; aunque en realidad estaba aguantándose las ganas de soltarse a reír otra vez, divertido por lo cómico de la situación. Siempre gozaba de los momentos en los que podía molestar a Midorima aunque al final resultara golpeado, pero todo valía la pena con tal de ver las extravagantes muecas de enfado de su compañero.


    ─ Es mejor para ti que guardes silencio, Takao… ─obviamente que el mencionado respondería la observación lanzándole a su camarada una leve mirada de amenaza para hacerlo callar de una vez por todas.


    ─ OK., Shin-chan, cerraré la boca ─contestó amablemente el aludido moreno disimulando una risita.


    ─ En realidad Midorima si actúa como un victimario… con eso de que tiene el derecho a realizar tres acciones egoístas al día por parte del entrenador… ─reconocieron los de Shūtoku deliberando en voz baja entre ellos, lo que le provocó al de verde cabellera una gota anime de incredulidad en lo alto de la cabeza.



    Por su parte los de Rakuzan también intercambiaron sus impresiones.



    ─ ¡Ay, mi pobre Sei-chan es una víctima de ese malvado Midorima!... ¡y yo creía que era un sujeto de lo más fenomenal! ─externó Mibuchi con la voz levemente chillona y sollozante aguantando las ganas de levantarse para darle a Akashi un abrazo de consuelo, originando que éste y los que le escucharon pusieran mueca de desconcierto por esas raras maneras.


    ─… Mibuchi… no sé qué decir al respecto… ─murmuró el pelirrojo un tanto ido.


    ─ La verdad yo no estaría tan seguro de su papel de víctima… ─mencionó en un susurro pensante Hayama Kotarō mientras Nebuya Eikichi soltaba un gran bostezo de aburrimiento, mirando a Akashi por un segundo para después volverse hacia Mayuzumi Chihiro─; ¿o usted que opina, Mayuzumi-san?


    ─ Sinceramente eso me tiene sin cuidado, yo sólo quiero saber que estoy haciendo aquí pues he dejado de ser parte de este equipo ─declaró el aludido con gesto frío e indiferente encogiéndose de hombros, sumergiéndose una vez más en la lectura de su novela ligera.


    ─ Ah… Mayuzumi-san… cómo decirle… ─dijo Hayama con un cómico gesto de desazón y una minúscula gota anime para representar su bochorno.


    ─ Ese tipo me cae bien, espero poder reclutarlo en el equipo de la Universidad ─dijo por lo bajo Imayoshi de Tōō sonriendo encantado con complacencia.


    ─ Oye, ¿de verdad piensas hacer eso? ─le preguntó Kasamatsu de Kaijō mirándole con incredulidad─. Ni siquiera lo hemos visto en la Facultad, así que… ─agregó un tanto pensativo.


    ─… creo que tienes razón, ya no recordaba ese pequeño detalle de su “Misdirection”… gracias por el dato, compañero ─reconoció el de Tōō soltando un suspiro bajo de frustración.


    ─ Pues sí de víctimas se trata creo que todos nosotros hemos sido los torturados de ese par con los entrenamientos espartanos que nos ponían cuando estábamos en Teikō… ─externó Aomine en voz alta y tono de leve fastidio en tanto hacía una mueca mostrando su disconformidad, recibiendo de forma inmediata las amenazantes miradas de los señalados que lo hicieron retroceder en su lugar un poco asustado─… bueno, yo sólo digo… ─agregó haciéndose el inocente.


    ─… Aominecchi… ─le dijo Kise dándole una palmadita amistosa en el hombro en tanto sonreía tontamente.


    ─… Ay, Dai-chan, ni cómo ayudarte… ─dijo por su parte Momoi en voz baja moviendo la cabeza suavemente de un lado a otro.


    ─ Eres un tonto, Minechin ─señaló Murasakibara sin dejar de comer una bolsa grande de dulces que había tomado de la mesa.


    ─ Fue un gusto ser tu sombra por un tiempo, Aomine-kun ─y Kuroko sólo se despidió de él mirándole con algo de pena.


    ─ Oye, Tetsu… ─replicó el moreno sintiéndose incómodo por la situación.


    ─ Ya no me queda duda que en verdad eres un Aho-mine, Aomine ─fue el serio señalamiento de Kagami con los brazos cruzados evitando reírse de su desgracia.


    ─ Bien, entonces, si me permiten, tengo las pruebas suficientes para demostrar que Akashi Seijūrō y Midorima Shintarō son amigos y han estado ocultándolo todo este tiempo ─dijo la dama de la pantalla interrumpiendo las conversaciones que ya se habían formado en torno al tema de que sí Akashi era la víctima de Midorima o viceversa.


    ─ Disculpe usted, señorita, pero aún sigo sin entender a qué se refiere conque Midorima y yo somos amigos… ─el pelirrojo de brillante cabellera hizo su observación de forma educada sin cambiar el gesto de perplejidad que tenía desde hacía un buen rato.


    ─ Akashi, no hagas caso a suposiciones sin sentido que sólo son patrañas… Nanodayo… ─puntualizó el de verdes cabellos acomodándose las gafas una vez más con total parsimonia, empleando su usual tono de voz serio que no admite contradicciones.



    Nijimura se levantó de su asiento y fue directamente hacia ellos mirándolos con leve enfado.



    ─ Por favor, si ustedes no son amigos entonces yo he estado equivocado todo este tiempo ─les dijo al llegar frente a ellos metiéndoles un buen coscorrón en lo alto de la cabeza, y los dos se mostraron bastante apenados por un momento evitando sobarse frente a él. Eso le ocasionó a los miembros de Shūtoku y a los de Rakuzan una especie de tic dado que no estaban acostumbrados a ver a sus ahora compañeros de equipo comportarse tan sumisos con alguien─. ¿Pues de qué manera crees, Midorima, que llegaste a ser el vice capitán del equipo, eh? ─agregó a continuación dirigiéndose especialmente al de gafas.


    ─ He de suponer que fue por mi talento en el juego, Nijimura-san ─respondió éste de forma respetuosa manteniendo el semblante neutro y la cabeza inclinada.


    ─ En parte sí… pero el entrenador Shirogane y yo consideramos que, como Akashi y tú se llevaban bastante bien, serías el mejor vice capitán para acompañarle que cualquier otro ─se explicó el mayor con bastante aplomo y seguridad dando por hecho su amistad.


    ─ Espero disculpe mi atrevimiento, Nijimura-san, pero con eso estoy entendiendo que Midorima y yo estamos unidos de alguna forma por el hecho de haber sido el capitán y el vice capitán del equipo, ¿o acaso me equivoco? ─fue la respetuosa pregunta de Akashi en tono bastante educado sin atreverse a mirar de frente a su senpai.


    ─… todavía les falta madurar, mocosos… ─suspiró el nombrado con leve pesadez─. Dime una cosa, Akashi, ¿de verdad consideraste en algún momento que alguien más aparte de Midorima podría ser el vice capitán, como Aomine o Murasakibara por poner un ejemplo? ─le preguntó a su interlocutor de forma levemente inquisidora observándolo con detenimiento.


    ─ Definitivamente ninguno de los dos tendría ni tiene el talento suficiente como Midorima para ser el vice capitán de un equipo ─confirmó el pelirrojo sin dudarlo ni un segundo, dirigiéndole esta vez la mirada a su senpai.



    Y el de cabellera verde reajustó los espejuelos una vez más sin decir palabra, para demostrar que estaba más que de acuerdo con la observación, mientras los otros señalados hacían una mueca de espanto (en el caso de Murasakibara fue más bien de alivio porque no fue así) nada más de pensar en lo que hubiera sido su vida siendo vice capitán en Teikō al lado de Akashi.



    ─ Y eso es porque ustedes dos se entienden bastante bien, por eso son amigos ─puntualizó Nijimura dibujando una sonrisita en el rostro.


    ─ ¿Entonces eso nos hace amigos a Midorima y a mí?... ─volvió a interrogar Akashi con gesto de incomprensión, con lo cual Nijimura cambió el gesto alegre por uno de leve frustración en tanto los demás intercambiaban comentarios pensando que el pelirrojo estaba diciendo un chiste de mal gusto a pesar de que se decía que no tenía sentido del humor.


    ─… eee, Akashicchi, ¿nunca has tenido un amigo? ─se atrevió a preguntar Kise intentando ayudar a su antes capitán y todavía amigo en su opinión.


    ─ Bueno, Kise, verás, lo que en realidad no entiendo es el significado de la palabra amigo, así que no podría decirte si lo he tenido ─respondió el aludido con total simpleza encogiéndose un poco de hombros.


    ─… Sei-chan… pobrecito de ti… ─y Mibuchi empezó a lagrimear algo desconsolado porque su querido capitán no lo considerara un amigo a pesar de todo lo que habían vivido juntos en la Copa de Invierno.


    ─ Reo-nee, no llores como nena… ─a lo que Hayama intentó consolarle sin mucho éxito dándole palmaditas de apoyo en el hombro.


    ─ ¿Y tú, Midorimacchi, si tienes un amigo en quien confiar, verdad? ─Kise no quiso quedarse con la duda así que también le hizo el cuestionamiento al de cabellera verde esperando que tal vez él si le daría una respuesta afirmativa.


    ─ La verdad nunca he necesitado tener uno, Kise… Nanodayo ─externó el señalado volviendo a acomodar sus gafas con leve petulancia, dándose sus aires de autosuficiencia.


    ─ Eso que dices es muy cruel, Shin-chan… nos haces sentir a todos como tus sirvientes ─dijo Takao con voz compungida fingiéndose dolido, aunque en el fondo disfrutaba de lo lindo por todos los cómicos y exagerados gestos de su colega de equipo.


    ─ Bueno, en vista de que Akashi Seijūrō desconoce el significado de la palabra amigo, y que Midorima Shintarō se empeña en ser un tsundere insensible, tendré que replantear el show ─dijo la dama de la pantalla soltando a su vez un suspiro de desencanto, llamando la atención de todos y ocasionando que el gesto de Midorima se torciera un poco por ser acusado de esa forma─. Descuiden, no tardaremos mucho en esta parte ─agregó más feliz y se dispuso a continuar con su disertación.







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    Nota: corto aquí porque me va a quedar muy largo… ¡y yo que había ideado un one-shot pero esto se me fue de las manos!... ☺.

    Espero puedan disculpar el exceso de dialogo pero es que me gusta más centrarme en las interacciones de los personajes que me es casi imposible describir o narrar algo más; y espero no haber caído en OoC con alguno de ellos.


    Desde que vi Kuroko no Basuke, y leo fics de este grupo tan singular, me surgió la idea de retratar esa amistad tal vez poco visible entre ellos, especialmente en lo referente a Akashi y Midorima, los que más me atraen después de Kuroko (obviamente presidente, creo que se nota). Pronto estaré subiendo la continuación y si bien me va serán sólo dos capítulos, aunque ya lo estoy dudando… ☺. Y ya saben, respetamos derechos de autor de Tadatoshi Fujimaki, y no puedo dejar de nombrar el párrafo que tomé prestado de la canción de “Toy Story 3” de Disney y Pixar. Saludos.
     
    Última edición: 15 Febrero 2018
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    Hay un amigo en mí… (2)



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    Previamente… ─ Bueno, en vista de que Akashi Seijūrō desconoce el significado de la palabra amigo, y que Midorima Shintarō se empeña en ser un tsundere insensible, tendré que replantear el show ─dijo la dama de la pantalla llamando la atención de todos.




    Los murmullos que se habían levantado se fueron diluyendo porque todo mundo volvió su interés a la dama de la pantalla esperando oír las explicaciones que les aclarara todo lo que estaba sucediendo.



    ─ Empezaremos definiendo la palabra amigo que, de acuerdo al diccionario de la Wikipedia, es la persona con la cual la lealtad y confianza es mutua, se escuchan, saben cuándo callar y brindar su apoyo. Y para complementar tenemos el término amistad como aquella relación afectiva, de simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia... ─dijo ésta tranquilamente consultando algunos datos en su tableta electrónica, y después levantó la vista dirigiéndose nuevamente a los jóvenes presentes─. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes al igual que confianza mutua, y creo que aquí entre ustedes hay grupos o pares de amigos bien definidos, ¿o acaso me equivoco? ─remarcó a continuación en voz alegre─. Por ejemplo, Aomine Daiki y Kuroko Tetsuya fueron y siguen siendo amigos a pesar de estar ahora en equipos diferentes y haberse enfrentado, ¿cierto? ─agregó volviéndose hacia los señalados, y todos los demás también les miraron sin dudar ni un momento de eso.


    ─ Desde luego que Tetsu es y siempre será mi amigo… él es un gran tipo y por eso me cae bien ─respondió Aomine en el acto dándole un abrazo por los hombros a su buen amigo Kuroko, a quien tenía al alcance justo a su lado derecho.


    ─ Agradezco mucho tu amistad, Aomine-kun, de verdad me halagas… ─dijo el de cabellera azul celeste mostrando una pequeña sonrisa de conformidad sin resistirse a ser rodeado de esa forma.


    ─ Tetsu-kun es tan lindo… ─dijo Momoi por su parte soltando un suspiro de mujer enamorada. Ella se encontraba sentada al otro lado de Aomine.


    ─ Muchas gracias por eso, Momoi-san, tú también eres linda ─dijo el de celeste cabellera con total amabilidad ocasionando que se sonrojara un poco.


    ─ Ah, Tetsu-kun, lo que dices es tan dulce… ─manifestó con las mejillas encendidas en un lindo color rosa.


    ─ Porque es verdad, Momoi-san, yo siempre he dicho que eres una chica linda y por eso me gustas ─contestó Kuroko sorbiendo nuevamente un batido de vainilla que tomó de la mesa de bocadillos.


    ─ ¡Tetsu-kun, qué lindo eres! ─por lo que la muchacha apartó de un empellón al moreno tirándolo de la silla, abalanzándose sobre su amado de cabellera azul celeste y deteniendo su caída al asfixiarlo entre sus amorosos brazos.



    Casi todos los de Seirin y algunos más le lanzaron a éste miradas de envidia, las cuales podían interpretarse como “¡Muérete, Kuroko, muérete!”, por tener a tan hermosa doncella a sus pies sin hacer nada relevante a cambio.



    ─… Momoi-san… no puedo respirar… ─dijo el pobre sintiendo que se ahogaba ante la presión del amor.


    ─ Cálmate, Satsuki, ¿no ves que vas a matar a Tetsu si sigues apretándolo así? ─le recriminó Aomine desde el suelo en tanto se sobaba el adolorido trasero.


    ─ Cuanto lo siento, Tetsu-kun, no era mi intención… ─por lo tanto la muchacha soltó a su presa dedicándole una apenada y leve reverencia, permitiendo que su amigo moreno se levantara para que cada quien volviera a ocupar su asiento.


    ─ Descuida, Momoi-san, creo que tendré que acostumbrarme un poco… ─respondió Kuroko tras dar una pequeña bocanada de alivio volviendo a concentrar su atención en el batido de vainilla.


    ─ Eres muy atrevida, Sachin ─fue el dicho de Murasakibara destapando otra bolsa de caramelos surtidos que había tomado de la mesa de bocadillos, ofreciéndole uno mientras Kise le mostraba discretamente su pulgar levantado en señal de aprobación por esa hazaña.


    ─ No lo digas así que se oye mal, Mu-kun ─opinó ella en voz baja y apenada aceptando la golosina.


    ─ Jóvenes enamorados, es tan romántico… pero nuestro tema es otro, así que continuaremos en ello ─dijo la dama de la pantalla un poco emocionada y se volvió una vez más a Akashi─. Bien, Akashi Seijūrō, creo que la amistad entre Aomine Daiki y Kuroko Tetsuya puede ayudarte a entender el término de amigo, y así definir tu relación personal con Midorima Shintarō, ¿verdad? ─le preguntó con total amabilidad.


    ─ Ya veo… ─murmuró el pelirrojo con algo de fascinación─. Entonces he de entender que Midorima tendría que abrazarme de la misma manera que Aomine a Kuroko, ¿o no? ─agregó a continuación en forma interrogante mirando fijamente a su compañero con leve curiosidad e interés.


    ─… Akashi, por favor… no digas estupideces sin sentido… ─a Midorima casi se le caen las gafas del asombro y del susto por tan inverosímil sugerencia, reajustándolas en su rostro de forma inmediata para disimular─. Además, ese patrón de comportamiento sólo aplica en su caso ya que nosotros no llevamos una relación de ese tipo… Nanodayo ─puntualizó levemente molesto desviando la vista.


    ─ Me parece que tienes razón como siempre, Midorima… nosotros no somos amigos de ninguna manera ─afirmó el pelirrojo mostrándose de acuerdo con una breve sonrisa, y todos los demás hicieron muecas de perplejidad ante la tenacidad de los dos para negar su amistad.


    ─… Veo que esto nos va llevar más tiempo… ─suspiró la dama de la pantalla por lo bajo conservando la calma─. Bien, Aomine Daiki, me gustaría que nos dijeras por qué consideras a Kuroko Tetsuya como tu amigo ─dijo a continuación.


    ─ Tetsu es genial porque le gusta el basquetbol y no se rinde ante nada aunque no siempre pueda ganar, por eso es mi amigo pues es un sujeto como pocos ─dijo el de piel morena mirando a su antiguo compañero de equipo con semblante de admiración, y todos ellos junto con los de Seirin afirmaron con la cabeza dándole la razón.


    ─ Esa es una buena forma de describir una amistad ─opinó la dama e inmediatamente se dirigió a Kuroko─. ¿Y tú, Kuroko Tetsuya, que puedes decirnos de tu relación con Aomine Daiki? ─le interrogó con total cortesía.


    ─ Aomine-kun es tenaz y juega al basquetbol como nadie, por algo fue la estrella del equipo y sigue siendo la estrella en su equipo actual, y cuando le pone empeño es el mejor sin lugar a dudas, siendo esa una de sus mejores cualidades ─respondió el de cabellera celeste con total sinceridad─. Además, así como lo ven de mal encarado y grosero es una buena persona con un corazón de pollo que no le gustan las injusticias, y siempre hará lo que pueda para ayudar a alguien que lo necesita ─agregó con convencimiento.


    ─ Oye, Tetsu… ─el señalado moreno se sintió un momento ofendido porque su amigo le dijera “mal encarado”, pero al oír sus demás virtudes lo pasó por alto dándole un nuevo abrazo por lo hombros─… de verdad no es para tanto ─dijo disimulando una sonrisa de complacencia.


    ─ Eso es lo que pienso de ti y nuestra amistad, Aomine-kun ─comentó Kuroko mirándole y encogiéndose un poco de hombros.


    ─ Dai-chan también es mi héroe… ─intervino Momoi con una sonrisa dulce y sacó del interior de su bolsa una cajita de conocida bebida─. Mira, antes de venir hacia acá pude pasar a comprarte esto, tu bebida favorita ─añadió amablemente entregándosela en su mano.


    ─ ¡Muchas gracias, Satsuki, ya la extrañaba! ─dijo el chico más que feliz y sin dudarlo un momento comenzó a beber el batido de plátano que tanto le gustaba, haciendo gesto de gusto al saborearlo.


    ─ Ese lado tan infantil de Aomine lo hace ver tan tierno que me hace quererlo cada día más… ─susurró Imayoshi con una sonrisita dibujada en el rostro, y después le lanzó a su antiguo kouhai una pregunta empleando un tono de voz que pretendía ser dulce─. ¿Puedo darte un abrazo, mi pequeño Aomine-kun? ─le dijo aguantándose la risa haciendo la mímica de levantarse de su asiento. Eso le originó al pobre aludido un escalofrío en la espalda.


    ─ ¡No se me acerque, Imayoshi-san, qué esa cara suya me da miedo! ─le reclamó al instante pretendiendo ocultarse tras de Kuroko.


    ─ Oh, Aomine-kun, eres tan asustadizo como un bebé… ─declaró el de gafas sin dejar de sonreír divertido.


    ─ Sinceramente cualquiera se espantaría con esa cara de enfermo mental que te cargas, Imayoshi-san ─comentó Wakamatsu con leve malhumor teniendo los brazos cruzados.


    ─ ¿De verdad te lo parece, Wakamatsu? ─éste se volvió a verlo con una sonrisa aún más atemorizante, lo que hizo que el menor retrocediera un poco en su asiento.


    ─ ¡Sumimasen, sumimasen, sumimasen!* ─dijo por su parte Sakurai pidiendo disculpas por cualquier cosa que pudiera haber hecho aún sin haberlo hecho.


    ─ Qué linda muestra de amistad y compañerismo… ─habló la dama de la pantalla en ese momento haciendo callar nuevamente los murmullos que venían levantándose por lo ocurrido─. Creo que Momoi Satsuki también podría explicarnos cómo es que es amiga de Aomine Daiki ─agregó en tono alegre.


    ─ Bueno, primeramente es porque Dai-chan me enseñó a jugar basquetbol y nunca me hizo menos por el hecho de ser una niña ─dijo ella con voz de convencimiento─. Siempre ha estado ahí para ayudarme en los momentos que más lo necesitaba, defendiéndome de aquellos que me molestaban ─puntualizó más que feliz.


    ─ Y por eso es que todos en Teikō pensamos que ustedes dos eran novios, Momoicchi, porque generalmente estaban juntos y Aominecchi se ponía como una fiera con todo aquel que intentaba coquetear contigo ─intervino Kise con una sonrisa boba y avergonzada.


    ─ Tsk… sólo a ti se te ocurre semejante tontería, Kise… ─masculló el moreno con cara de fastidio y ganas de meterle un zape por insensato.


    ─ Ay, Ki-chan, yo jamás saldría con un sujeto así de pervertido como Dai-chan… ─señaló la chica soltando una risita burlona en tanto el nombrado moreno le lanzó una miradita ofendida por un segundo.


    ─ No es para tanto, Satsuki ─le reclamó en voz baja.


    ─… pues mi tipo de hombre ideal es alguien tan dulce y caballeroso como Tetsu-kun ─más la joven no le hizo caso y terminó su disertación dirigiéndole al joven objeto de su amor una mirada cariñosa y elocuente.


    ─ Discúlpame, Momoi-san, pero creo que no comprendo exactamente a que te refieres con esas palabras ─fue la respuesta de Kuroko con gesto neutro mientras la miraba con leve curiosidad. La pobre casi se cae de la silla de la mala impresión, siendo detenida por Aomine.


    ─ En serio, Kuroko, ¿eres o te haces?... ─le recriminó Kagami observándole con leve escepticismo en tanto la gran mayoría de los ahí presentes le lanzaban miradas asesinas como diciéndole “¡Muérete, Kuroko, muérete!”.


    ─ Es que de verdad no sé cómo interpretar lo dicho por Momoi-san, Kagami-kun ─señaló el de cabellera celeste sin alterarse ni un ápice, volviendo a beber su batido de vainilla.


    ─ Y eso es algo que podremos tratar en otra ocasión… ─indicó la dama de la pantalla con algo de seriedad para dar por zanjado el tema dado que los murmullos empezaban a levantarse otra vez─. Así que, como podrán darse cuenta, Akashi y Midorima, muchos de sus conocidos y compañeros también tienen relaciones de amistad, ya sea de años o de poco tiempo, las cuales pueden servirles de modelo para definir su propia relación ─agregó a continuación recobrando la voz alegre─. Podemos señalar la gran amistad de Hyūga Junpei y Kiyoshi Teppei de Seirin… ─enumeró.


    ─ Eso me agrada, Hyūga, ¿a ti no? ─Kiyoshi le palmeó un hombro a su amigo regalándole una sonrisa sincera.


    ─ Claro que nosotros no… ─empezaba a decir este cuando se dio cuenta de que algo no iba bien─… No es posible, me estoy escuchando como Midorima ─dijo en voz baja con pesadez.


    ─ Es mejor que admitas tus sentimientos, Hyūga, o de verdad vas a parecer un tsundere ─Riko se carcajeó por lo bajo y todos los demás de Seirin la secundaron haciendo rabiar un poco a su capitán.


    ─… o Mitobe Rinnosuke y Koganei Shinji, también de Seirin… ─la dama de la pantalla continuó su discurso sin prestarles demasiada atención.


    ─ Ciertamente Mitobe y yo somos grandes amigos, ¿verdad? ─respondió Koga muy sonriente y sin dudarlo le dio un abrazo por los hombros a su compañero haciendo que se agachara a su altura, el cual por cierto también sonrió un poco apenado pero sin duda contento.


    ─ La verdad sí que es increíble cómo llegas a comprender lo que Mitobe dice sin decir nada, Koga ─opinó Izuki con gesto y voz de admiración dado que la mayoría de ellos (o sea todos los demás de Seirin) no podía comprender ninguna de las señales de su compañero cuando trataban de tener una conversación.


    ─ Eso es bien fácil, sólo tienes que leer los gestos de Mitobe y entenderás todo lo que quiere decirte ─afirmó el señalado Koga sin dejar de sonreír divertido, minimizando el hecho con la mano.



    Los otros se volvieron a mirar a Mitobe y éste únicamente siguió sonriendo mostrando estar de acuerdo.



    ─ Tal vez tengamos que practicarlo alguna vez… ─sugirió Kiyoshi algo ensimismado como un niño mirando un nuevo juguete que llama su atención.


    ─… y tenemos la duradera amistad de Himuro Tatsuya y Kagami Taiga… ─mientras la dama de la pantalla continuaba su listado sin darle mucha importancia esta vez a las conversaciones de los muchachos.


    ─ Es que Taiga necesitaba que alguien cuidara de él o podría lastimarse… con eso de que los perros le asustan… ─dijo Himuro con una sonrisita recordando esos momentos felices al lado de su pequeño amigo de la infancia.


    ─ Oi, Tatsuya, no digas esas cosas tan vergonzosas ─consiguiendo que el pelirrojo de oscura cabellera le reclamara un tanto ofendido mientras Aomine y Kise disimulaban la carcajada burlona─. Lo que pasa es que todos los perros son unas bestias con cola ─aclaró muy digno.


    ─ Kagami-kun, lo que dices es muy ofensivo para Nigou ─justo entonces Kuroko sacó del interior de su petaca a la mascota del equipo poniéndola muy cerca de la cara de Kagami. El perrito ladró de contento al verle que casi se le va encima.


    ─ ¡Kuroko, eres un maldito!, ¡aleja a esa bestia de mí! ─lo que originó que el pobre se fuera de espaldas azotando contra el suelo cual largo es.


    ─ Nigou no es ninguna bestia, Kagami-kun, sólo es un cachorrito ─señaló el de cabellera azul sin mostrar remordimientos mientras le entregaba el cachorro a Momoi dado que también Aomine se cayó de su asiento de tanto reír.


    ─… o la nueva amistad de Himuro Tatsuya con Murasakibara Atsushi… ─y la doncella de la pantalla proseguía con su inventario de amistades.


    ─… Murochin me regala dulces todos los días cuando me porto bien… ─comentó el alto Murasakibara mientras continuaba comiendo unos dulces típicos mexicanos que encontró en la mesa de exhibición de bocadillos.


    ─… eee… que te digo, Atsushi, si no comes dulces te vuelves muy pesado con los demás… ─dijo el aludido un poco apenado.


    ─ No debería dejar que Murasakibara comiera tantos dulces, Himuro-san ─fue la observación de Akashi en ese momento dirigiéndose respetuosamente al mayor, para después volver la vista hacia su antes condiscípulo─. Y tú, Murasakibara, deberías recordar que no está nada bien que comas demasiadas calorías… de hecho creo que ya has comido bastante ─puntualizó algo enérgico.


    ─… ah, Akachin, es que estos dulces mexicanos están muy buenos… ─dijo el alto muchacho haciendo mueca de puchero.


    ─ Por favor, Murasakibara, Akashi tiene razón en que has comido mucho, y no querrás que Akashi se moleste contigo ─indicó Midorima en tono severo reacomodándose las gafas (ya perdí la cuenta de cuantas lleva)─. Además, el comer caramelos en exceso ocasionara que se te pique una muela ─agregó en entonación de circunspecto.


    ─ Gracias, Midorima, yo no pude haberlo dicho mejor ─observó Akashi un poco sonriente mirando a su “no amigo” con leve agradecimiento.


    ─ Definitivamente Murasakibara necesita mano dura de vez en cuando ─complementó el de gafas sin más.


    ─ Así que, Murasakibara, lo mejor que puedes hacer es guardar esos dulces o voy a enojarme en serio ─le advirtió el pelirrojo mirándole con una mueca seria dibujada en su rostro, mientras Himuro y los demás que no estudiaron en Teikō ponían cara de “¡WTF!”


    ─ Ya hacía falta la hora de “Okāsan to otōsan”… ─le dijo Aomine a Kise en voz muy baja intentando no reírse.


    ─… ah… no es justo, Akachin… Midochin… ─y al pobre de cabellera morada no le quedó de otra más que hacerles caso ante el aura de severidad que les rodeaba, así que guardó todos sus tesoros en el interior de su maleta de viaje.


    ─ Disculpe las molestias que le ocasiona Murasakibara, Himuro-san ─le dijo Akashi cortésmente al ahora capitán de Yōsen, dedicándole una breve reverencia.


    ─… Aahh… De verdad no hay problema, es en serio… ─respondió éste levemente avergonzado, ya que realmente era una tarea casi imposible para todos en Yōsen el hacer que Murasakibara obedeciera una orden─. Pero si no te molesta tal vez nuestra entrenadora pudiera comunicarse contigo si llega a ser necesario ─añadió algo suplicante.


    ─ Estaré encantado de ayudarle ─adicionó el pelirrojo sin dejar de sonar amable.


    ─ Bueno, bueno, bueno… creo que podemos continuar ─dijo en ese momento la dama de la pantalla después de haberles permitido disertar de esa forma, riendo un poco por lo bajo─. Un ejemplo más de amistad es la que hay entre Kuroko Tetsuya y Kagami Taiga, los héroes del momento ─y se volvió a los señalados haciéndoles la obligada pregunta en entonación de gusto─. ¿Alguno de ustedes dos podría decirme porque son amigos?


    ─ Kagami-kun se parece tanto a Aomine-kun que cualquiera diría que son hermanos… ─dijo Kuroko sin más ocasionándole a ambos mencionados una mueca de desagrado mientras se miraban con enfado.


    ─ Oi, Kuroko, eso no es… ─fue el reclamo del pelirrojo de oscura cabellera sintiéndose insultado.


    ─ En serio, Tetsu, eso es… ─masculló por su parte el moreno.


    ─… porque los dos son tenaces en el juego y tienen habilidades sorprendentes; es por eso que decidí convertirme en la sombra de cada uno de ellos, para hacerlos brillar más ─puntualizó el de cabellera celeste sin mostrarse contrariado por nada, con lo que sus dos amigos se silenciaron al momento. Nigou, el perrito mascota de Seirin, ya se encontraba nuevamente con él y no dudó en ladrar para dar su aprobación─. Además también es divertido pasar el tiempo al lado de Kagami-kun, sobre todo cuando lo veo sufrir en los exámenes ─completó sin cambio de expresión como si no hubiera dicho nada fuera de lo común.


    ─ No era necesario agregar eso, Kuroko… ─gruñó Kagami por lo bajo en tanto que Aomine y varios más soltaban risitas (bueno, en el caso de Aomine fue una sonora carcajada, no lo duden).


    ─ Seguramente Shin-chan también se divierte conmigo por eso… ─murmuró Takao algo apenado soltando un suspiro bajo de resignación.


    ─ No deberías burlarte de Kagami-kun, Aomine-kun, pues me he enterado que tus notas no han mejorado mucho en Tōō ─le dijo el de cabellera celesta a su antigua luz recriminándole un poco por su mal comportamiento, haciéndole callar en seco. Así que éste volvió la vista a la dulce Momoi.


    ─ Hey, Satsuki, no deberías contarle de mis notas a Tetsu ─le demandó levemente ofendido.


    ─ Como Akashi-kun me pidió el informe de tus notas me pareció que también podía compartirlas con Tetsu-kun ─dijo la chica en respuesta poniendo su mejor gesto de inocencia.


    ─ ¿Qué Akashi… te las pidió? ─eso le ocasionó un escalofrío al moreno volviendo su vista a su antiguo capitán, quien le sonrió levemente con disimulo.


    ─ Sabes que sólo quería asegurarme de que en la Inter-High de este año estaremos los mejores, Aomine ─admitió el pelirrojo sin pizca de vergüenza ni nada parecido.


    ─ O sea que también, Akashicchi… ─Kise intervino al tiempo que se atragantaba un poco con su saliva, visiblemente contrariado por la noticia.


    ─ Indudablemente, Kise… Aomine y tú deben mejorar estas notas o no será nada divertido el aplastar a Kaijō y a Tōō sin ustedes de titulares ─agregó Akashi sin borrar la sonrisa, e inmediatamente le pasó los resultados a su “no amigo” pidiéndole su opinión─. ¿Qué te parece, Midorima?, esas notas finales son un verdadero asco.


    ─ No me extraña viniendo de ese par de retrasados mentales… Nanodayo ─contestó el de gafas dándoles un vistazo rápido, y después levantó la vista hacia ellos─. ¿Y así pensaban enfrentarnos este año? ─les recriminó, consiguiendo que ambos se avergonzaran más.


    ─… después de tanto tiempo y esos idiotas siguen igual de idiotas… ─suspiró Nijimura con una mueca de resignación en el rostro.


    ─ ¡Kise, maldito, más te vale estar presente en la Inter-High porque hice una apuesta con Imayoshi, y no voy a perder por tu culpa! ─en ese momento Kasamatsu se levantó intempestivamente de su asiento con toda la intención de lanzarse sobre el rubio para caerle a golpes.


    ─… aaa… Kasamatsu-senpai… ─el pobre no sabía no donde esconderse para evitar la furia de su antiguo capitán.


    ─ Lo mejor es que te calmes, Kasamatsu… ya sé que extrañas mucho patear a Kise pero así no vas a solucionar nada… ─pero afortunadamente Moriyama lo detuvo justo a tiempo, forcejeando un poco con él hasta sentarlo.


    ─… le prometo que no lo defraudaré, Kasamatsu-senpai ─dijo Kise con vocecita atribulada sonriendo más apenado que nunca.


    ─ Y lo mismo va para ti, Aomine-kun… o tal vez un día de estos tenga que hacerles una visita nocturna para levantarte los ánimos… ─le dijo por su parte Imayoshi a su antiguo kouhai poniendo un gesto un tanto atemorizante con una sonrisa siniestra dibujada en el rostro.


    ─ ¡Sumimasen, Imayoshi-san, sumimasen! ─le dijo Sakurai dedicándole múltiples reverencias a su antes capitán mientras Wakamatsu hacía una mueca de espanto de sólo pensar en verlo otra vez por el gimnasio de Tōō.


    ─… No es necesario que regrese, Imayoshi-san, conozco muy bien cuáles son mis responsabilidades con el equipo ─afirmó por su parte el aludido ocultándose momentáneamente tras Kise al tiempo que se pasaba un poco de fluido bucal por la garganta y también cambiaba la cara por una de susto.


    ─ Me encanta el estilo que impone Imayoshi-san, justo lo que Aomine necesita ─murmuró Akashi levemente embelesado.


    ─ Tal vez en alguna próxima ocasión podamos tratar el tema de las mejores calificaciones de Murasakibara Atsushi comparándolas con las de Aomine Daiki y Kise Ryōta ─en ese momento la dama de la pantalla impuso su voz sobre la conversación y los murmullos que nuevamente se estaban levantando, sin ocultar su alegría por lo que pasaría a continuación y pasando por alto las muecas de asombro de varios por el hecho de que ella supiera muchas cosas de todos─. Y creo que con esto ya tenemos información suficiente para que Akashi Seijūrō y Midorima Shintarō puedan reconocer su amistad, así que… ¡corre video con las pruebas! ─agregó a continuación para dar comienzo a la presentación.









    Notas: Corto aquí porque todavía viene algo más, y para no hacerlo más largo. Sé que soy mucho de “bla, bla, bla” pero es que, en el contexto de la trama presentada, estoy dándole más importancia a algunas interacciones de los personajes que a describir un entorno que ya ha sido explicado. Esto es más como un CD Drama donde los personajes hablan entre ellos de los acontecimientos sucedidos en el transcurso del anime para que todos lo conozcan, y sobre eso quise basar mi idea, aunque se me ha salido un poco de control… pero prometo terminar en el siguiente… ☺☺☺.

    * “¡Sumimasen, sumimasen, sumimasen!” se oye/ve mejor así que decir “¡Lo lamento, lo lamento, lo lamento!” muchas veces… ☺. Esta muletilla de Sakurai puede ser tan graciosa o tan molesta según sea el caso.
     
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    Hay un amigo en mí (Finalizado)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    3296
    Hay un amigo en mí… (3)



    Previamente… ─ Y creo que con esto ya tenemos información suficiente para que Akashi Seijūrō y Midorima Shintarō puedan reconocer su amistad, así que… ¡corre video con las pruebas! ─agregó a continuación la dama de la pantalla para dar comienzo a la presentación.



    Al lado derecho de donde se encontraba la pantalla principal surgió otra pantalla que nadie había visto hasta ahora, en la cual apareció una fotografía que mostraba a los chicos de la “Kiseki no Sedai” cuando estaban en Teikō, y todos los presentes soltaron una exclamación de admiración al notar la feliz escena con todo detalle. En ella se veía a los muchachos disfrutando de un paseo escolar en el autobús, tal vez de camino o de regreso de algún partido de práctica; en el asiento trasero iba Aomine medio dormido recargado un poco sobre Kuroko, quien indudablemente dejó caer también su peso sobre Kise, el cual mostraba gesto levemente mortificado para no dejarse ir sobre Murasakibara, quien por supuesto se encontraba comiendo papitas como de costumbre, ajeno a todo lo demás mientras miraba el paisaje por la ventana. Metidos en su mundo un poco alejados de los otros, sentados en el asiento de adelante, se apreciaba a Akashi al lado de Midorima y parecían estar platicando de algo interesante en tanto revisaban algunas notas o informes.

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    ─ Que curioso… ─murmuró Akashi con fascinación y leve gesto de sorpresa sin mostrarse nada contrariado, mientras el gesto de Midorima fue de shock momentáneo y casi se le caen los anteojos preguntándose internamente de dónde había salido esa foto.


    ─ ¡Cómo olvidar aquellos tiempos! ─exclamó Kise muy feliz al verse retratado con sus antiguos compañeros, aunque su posición no fuera la mejor en esos momentos.


    ─… Ah, yo no recuerdo cuándo fue eso… ─masculló Murasakibara medio recostado en la mesa, exprimiéndose el cerebro para traer algún detalle de ese día a su memoria; con lo que consiguió que la expresión del rubio cambiara a una avergonzada.


    ─ Murasakibaracchi… ¿de verdad no lo recuerdas? ─le preguntó en un susurro con la voz más aguda de lo habitual.


    ─ Es lógico que Murasakibara no lo recuerde ya que siempre se la pasaba comiendo o durmiendo ─reprochó Aomine con gesto de circunspecto cruzándose de brazos.


    ─ Aomine-kun, fuste tú el que se durmió ese día ─le explicó Kuroko serenamente para corregir su error de percepción.


    ─ De todos modos Murasakibara siempre se dormía después de comer ─dijo el moreno de forma puntual para minimizar su culpa.


    ─ Eso no es cierto, Minechin… ─rezongó el más alto haciendo una mueca de puchero como si fuera un niño de preescolar, lanzándole una mirada enojada.


    ─ Bueno, bueno, bueno… generalmente nadie se sienta en el autobús escolar con un compañero que no le agrada porque no le cae bien, o con alguien que no conoce a menos que no tenga otro remedio ─dijo la dama de la pantalla con voz de satisfacción haciendo la observación─. Sólo los amigos gustan de pasar juntos esos momentos sin fijarse a su alrededor ─agregó.


    ─ Disculpe usted, señorita, pero me gustaría saber cómo consiguió esa imagen y toda nuestra información personal si no es mucha molestia ─le cuestionó Akashi con educación y cortesía mirándola con interés, pasando por alto la incomodidad de Midorima y los murmullos de los demás a su alrededor.


    ─ Lo siento, Akashi, pero no te puedo declarar mis métodos… sólo te diré que yo soy “The Matrix Deus ex machine” porque mis órdenes son absolutas ─respondió la doncella un poco melodramática y todos la miraron con algo de perplejidad.


    ─ ¿Perdón?... ─dijo el pelirrojo con la boca abierta del azoramiento puesto que no había entendido a qué se refería su interlocutora con eso.


    ─ Por ahora lo único que puedo explicarles es que me muevo en una realidad distinta a la de ustedes, pero ese no es el tema aquí... ─indicó la dama haciéndose la desentendida para después señalar hacia la pantalla una vez más─. Nada como un recuerdo escolar que muestra una amistad profunda ─mencionó alegremente.


    ─ En realidad yo no veo nada raro en esa imagen obtenida por métodos desconocidos ─por fin Midorima pudo articular palabra después de haber limpiado y reajustado las gafas en su rostro, poniendo gesto serio pretendiendo mostrarse indiferente─. Como capitán y vice capitán del equipo Akashi y yo teníamos que definir estrategias de última hora para un partido, aunque fuera sólo uno de práctica… Nanodayo ─puntualizó levemente enérgico─. Así que eso no prueba nada de lo que usted pretende probar ─detalló.


    ─ Pueda que tengas razón, mi estimado Midorima, pero esto sólo es el inicio… ─dijo la dama de la pantalla un poco emocionada─. Le pido de favor a mi equipo de producción que pasen la siguiente imagen ─dirigiéndose con prontitud hacia alguien que los muchachos no alcanzaban a ver.



    Pronto la fotografía en cuestión apareció en la pantalla y todos quedaron un momento con la boca abierta por lo que estaban viendo, en tanto a Midorima le surgía una gota anime de asombro e incredulidad en la frente pues eso ya era demasiado. La escena en blanco y negro le mostraba tocando un piano mientras Akashi, recargado en otro piano, le escuchaba con atención. En el cuadro también salía Murasakibara por alguna extraña razón, y su gesto de aburrimiento indicaba claramente que no sabía por qué había terminado ahí.

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    ─ Eso fue tan memorable… ─mencionó Akashi con una leve sonrisa de complacencia.


    ─ Hay que reconocer que ese festival fue en realidad inolvidable… ─agregó Kise con una sonrisita boba.


    ─ Fue uno de los mejores sin lugar a dudas ─complementó Kuroko bebiendo tranquilamente un nuevo batido de vainilla mientras Nigou ladraba de contento.


    ─ La melodía era tan bonita y romántica… ─suspiró Momoi encantada.


    ─ ¿De verdad Midorima también sabe hacer eso? ─se preguntaron los de Shūtoku con bastante escepticismo lanzándole a su compañero algunas miradas escrutadoras, lo que le hizo enrojecer con mayor intensidad por un par de segundos.


    ─ Ahora veo porque cuidas mucho tu manicure, Shin-chan ─dijo por su parte Takao con una cara de admiración sin reírse en esta ocasión, aunque el comentario fue un poco hilarante para algunos que no dudaron en soltar risitas bajas.


    ─ Aahh… Akachin, ¿cómo me dijiste que se llamaba la obra que tocaron Midochin y tú?.. ─le preguntó Murasakibara a su antiguo capitán mientras se rascaba una sien intentando recordar.


    ─ “Romanza en fa menor para piano y violín, Opus 11” de Dvořák, un compositor checo de finales del siglo XIX ─respondió el pelirrojo sin borrar la leve sonrisa─. Eso no es algo para apenarse, Midorima, pues es un talento excepcional y no muchos pueden presumir de saber tocar el piano ─agregó a continuación volviendo la vista a su “no amigo” para reconfortarle con sus palabras.


    ─… No fui yo solo el que tocó en ese concierto, Akashi… no olvides que el acompañamiento era con el violín que tú tocabas ─dijo el de cabellera verde intentando ocultar su bochorno limpiando una vez más sus gafas en tanto mantenía la cabeza agachada.


    ─… ¡Ah!, me gustaría tanto escuchar a Sei-chan tocando el violín… ha de rasgar muy bien las cuerdas con el arco moviendo sus manos con soltura… ─dijo en ese momento Mibuchi soltando un suspiro de admiración, consiguiendo que sus compañeros de Rakuzan y todos los demás lo quedaran mirando con algo de extrañeza.


    ─ Reo-nee, si lo dices así suena muy mal… ─le dijo Hayama con un mohín ligeramente asqueado.


    ─ De verdad agradezco tu apreciación, Mibuchi ─mencionó por su parte Akashi cambiando el gesto levemente alegre por uno un poco más serio.


    ─ Muchos amigos comparten gustos comunes, pero son muy pocos los que comparten gustos especiales como el tocar algún instrumento o jugar un juego algo complicado como el Shōgi que tanto les gusta jugar, Akashi, Midorima ─dijo la dama de la pantalla de forma muy puntual en tanto afirmaba su dicho con un leve movimiento de cabeza─. Pero todavía tenemos más de esto… por favor, la siguiente foto ─agregó a continuación llamando a su equipo.


    ─ ¿Entonces hay más fotos?... ─fue la pregunta de Kise un poco desconcertado por el descubrimiento.



    La tercera imagen mostraba a los de la “Kiseki no Sedai” después de haber ganado el partido final de la copa, y todos ellos estaban festejando el nuevo triunfo a su manera. Ahora los lentes de Midorima se oscurecieron del asombro mientras tenía un tic en el rostro como una forma de representar su incredulidad.

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    ─ Ese día había mucho que celebrar… ─comentó Akashi sonriendo nuevamente.


    ─ Y cómo no emocionarse si habíamos ganado… ─mencionó Kise muy sonriente.


    ─ Ah, Akachin, ¿cuál era el nombre del equipo al que aplastamos ese día? ─preguntó Murasakibara a su antiguo capitán consiguiendo que varios de los ahí reunidos, aquellos que llegaron a enfrentar a la secundaria Teikō con la “Kiseki no Sedai” al frente, y el resultado de todos los encuentros fue una eminente derrota, sintieran el peso de una gran piedra encima de ellos con la palabra “Perdedores” escrita en ella.


    ─ Eso es lo que menos importa ahora, Murasakibara, lo que se hace notar es que volvimos a ganar ─expresó Aomine en tono levemente fastidiado, recordando que en ese momento no se sentía realmente con muchas ganas de celebrar.


    ─ Fue un buen triunfo ─declaró por su parte Nijimura sonriendo discretamente con complacencia.


    ─ Si quieren mi opinión esa foto es una simple foto más, y creo que todos los equipos que ganan un partido importante tienen su forma de celebrarlo… Nanodayo ─dijo Midorima al fin después de recobrarse, reajustando los espejuelos con parsimonia.


    ─ Pero si nos fijamos con atención podremos ver un detalle curioso ─mencionó la dama de la pantalla y alguien le dio un acercamiento a la imagen mostrando un fragmento de la foto que tal vez los demás habían pasado por alto.


    Un poco al fondo se podía ver a Midorima chocando el puño con Akashi casi en la forma en la que Aomine y Kuroko golpeaban sus respectivos puños; una señal de celebrar la victoria con alguien cercano.

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    ─ Vaya, eso es… bastante interesante ─manifestó Akashi con leve asombro mientras que a Midorima, ahora sí, se le fueron de lado las gafas. O sea, ¿acaso eso era los más importante a resaltar?


    ─ Akashicchi, Midorimacchi… nunca los vimos celebrar así ─dijo Kise algo confundido poniendo mayor atención en la escena.


    ─ Es que generalmente vivías en la luna, Kise, que no te dabas cuenta de todo a tu alrededor… pero ciertamente no recuerdo haber visto eso antes ─fue el burlón comentario de Aomine aunque de inmediato también puso cara de sorpresa por lo que estaba observando.


    ─ Akachin y Midochin hacían muchas cosas ellos juntos ─dijo Murasakibara con gesto de desgana sin mostrarse nada emocionado─. Estudiaban juntos, practicaban juntos, caminaban juntos, almorzaban juntos, jugaban juntos, iban al baño juntos... ─enumeró haciendo un recuento de las cosas que había visto.


    ─ ¿Iban al baño juntos? ─preguntó Aomine con interés y gesto levemente asqueado mientras Kise ponía cara de asombro.


    ─ Iugh… ─murmuró Kagami de sólo pensar en ello.


    ─ ¡Eso fue pura coincidencia y nada más! ─aclaró el de verde cabellera en una exclamación de contrariedad y enfado en tanto un signo de enojo adornaba su sien.



    Por su parte Takao y el resto de Shūtoku soltaron unas risitas discretas imaginándose la chusca escena.



    ─ Alguien tenía que cuidar el “Lucky ítem” de Midorima mientras él estaba ocupado y, afortunadamente, nos encontramos ese día en el lugar indicado ─explicó Akashi con total calma sin darle la mayor importancia al suceso.


    ─ Eso es ser un buen amigo para Midorin, Akashi-kun ─le dijo Momoi al pelirrojo mostrándose enternecida por su actuar.


    ─ ¿De verdad te lo parece, Momoi? Es muy halagador de tu parte ─respondió éste con cortesía.


    ─ Yo siempre he sabido que Akashi-kun y Midorima-kun se han llevado muy bien desde Teikō ─reveló Kuroko con su gesto neutro acostumbrado mirándoles un momento con atención, para después darle un nuevo sorbo a su batido de vainilla (que también ya perdí la cuenta de cuántos ha bebido).


    ─ Mira que eres cruel, Shin-chan, pues nosotros nunca hemos hecho eso ─Takao le habló a Midorima en ese instante empleando un son de queja, aunque internamente aguantaba las ganas de carcajearse abiertamente con total diversión contemplando los gestos de incredulidad y vergüenza de su compañero de equipo.


    ─ Oye, Takao… ¿lo qué te gustaría es ir al baño junto con Midorima? ─le cuestionó Kimura Shinsuke, el ala-pívot de su equipo, mirándole un tanto mordaz mientras los demás casi se orinan de tanto reír por lo bajo. Eso originó que el pobre señalado de verde cabellera enrojeciera de forma más intensa mientras que el moreno hizo mohín de repugnancia.


    ─ Agh… por supuesto que no, Kimura-san; después de ver todo esto he llegado a la conclusión de que mi amistad con Shin-chan no es tan profunda como para acompañarlo al baño y sostener sus ridículos “Lucky ítem” ─puntualizó con prontitud y una sonrisita burlona en el rostro. Él no es alguien que se moleste con facilidad y le gusta ver el lado divertido a todas las cosas.


    ─ Es mejor para ti mantener la boca cerrada si no quieres morir, Takao ─pero Midorima es lo opuesto, así que le habló con dureza en un intento de hacerse el desentendido, expulsando un aura oscurecida de su ser para demostrar que verdaderamente se estaba enfadando y alguien pagaría por eso.


    ─ Se ve que la estabas pasando bien, Sei-chan… ─le dijo por su parte Mibuchi a su capitán torciendo un poco el semblante en una especie de puchero de desilusión, ya que ellos tampoco habían tenido un momento así de cercano.


    ─ Por supuesto que sí, Mibuchi, después de ganar el campeonato nacional con facilidad y por segunda vez consecutiva cualquiera querría celebrar de forma especial con su equipo ─comentó el antiguo capitán de Teikō y la “Kiseki no Sedai” sin nada de consideración aunque empleó un tono educado de voz, y todos los que no estudiaron con ellos (sin incluir al mismo Mibuchi, al que casi se le salen las lágrimas de frustración) les lanzaron discretas miradas de “¡Muéranse todos ustedes!”


    ─ Sei-chan… ¡eres tan rudo conmigo! ─después de eso el pobre moreno de lacios cabellos no pudo contener el llanto en tanto mordía un pañuelo a la manera de una diva de televisión, pero sin conseguir ni una palabra de aliento de parte del pelirrojo ni del resto de su equipo.


    ─ Ya, ya, Reo-nee, ya sabes que Akashi es un poco altanero… ─y sólo Hayama le palmeó el hombro a modo de consolarle mientras le hablaba muy bajito, mostrándose un poco compungido por él.


    ─ Ese es el espíritu de Teikō… muy bien hecho, Akashi ─mientras Nijimura volvió a dar su opinión sonriéndole al pelirrojo en tanto levantaba un pulgar en señal de aprobación.


    ─ Le agradezco su apreciación, Nijimura-san ─respondió éste con cortesía dedicándole una reverencia.


    ─ Generalmente un gesto de ese tipo se lleva a cabo con alguien que consideras un buen amigo, es como si quisieran compartir la fuerza o la energía del momento ─intervino la doncella en la pantalla con voz alegre, divertida de igual manera por todas las revelaciones que estaban saliendo a la luz─, ¿o acaso me equivoco, Kuroko, Kagami? Por algo acostumbran chocar el puño entre ustedes ─agregó.


    ─ Amm… bueno, la verdad es que… ─Kagami meditó en esas palabras puesto que a él le parecía un gesto de lo más común.


    ─ Ciertamente siento que así Kagami-kun y yo estamos más conectados ─afirmó por su parte Kuroko sin pestañear.


    ─ Deberíamos implementarlo como un ritual para el equipo, ¿no te parece, Hyūga? ─le dijo por su parte Kiyoshi a su capitán dándole unas palmadas cariñosas en la espalda en tanto le sonreía con complacencia.


    ─ Eso sería más motivante… ─murmuró Riko encantada.


    ─… eee… ─obviamente que Hyūga no le negaría nada a ella, así que ya todo estaba dicho.


    ─ Entonces vamos a hacerlo ─exclamó Koga en voz más alta contando inmediatamente con la aprobación silenciosa de Mitobe.


    ─ Bueno, continuaremos mostrando las pruebas de amistad… ─dijo nuevamente la dama de la pantalla tras concederles ese breve espacio, y al instante se proyectó en la otra pantalla el siguiente fotograma.



    Una conocida fotografía tomada después de la Winter Cup, cuando todos los de la “Kiseki no Sedai” volvieron a reunirse para celebrar el cumpleaños de Kuroko. Después de jugar un buen partido de baloncesto callejero para recordar buenos tiempos todos consintieron en tomarse la instantánea como su regalo para Kuroko.

    A06.jpg


    ─ ¡Ese día fue grandioso! ─dijo el sonriente Kise sin más ni más.


    ─ En realidad fue bastante relajante volver a jugar juntos ─admitió Aomine sonriendo con algo más de discreción.


    ─ Y Tetsu-kun se ve tan lindo… ─comentó la alegre Momoi dedicándole una coqueta caída de pestañas a su amor.


    ─ Eso es muy amable de tu parte, Momoi-san ─respondió el aludido con una sonrisa también, pues habían disfrutado de un buen tiempo rememorando sus años de secundaria. Un buen regalo para recordar.


    ─ Lo mejor de todo fue la fiesta con toda esa deliciosa comida… ─masculló Murasakibara en una especie de trance al recordar los manjares degustados después en casa de Kagami, ya que el equipo de Seirin no quiso dejar pasar esa fecha tan importante para festejarle a su compañero.


    ─ Todo eso suena tan bien ya que algo que los amigos comparten son las fiestas y celebraciones con otros amigos, en especial las de cumpleaños… ─añadió la doncella en el monitor mientras que en la escena se remarcaba una parte en especial─… como detalle a recalcar Midorima y Akashi posaron juntos, uno atrás del otro… ─agregó un tanto suspicaz.


    ─ Vaya… otra casualidad a nuestro alrededor… ─murmuró el pelirrojo un tanto embobado en tanto que al de gafas le brotó un nuevo signo de incredulidad en lo alto de la cabeza. ¿Cuál era lo extraño en todo eso?─. Creo que eso es demasiada coincidencia, Midorima, ¿no te parece? ─y se volvió hacia su acompañante para hacerle la pregunta obligada con total amabilidad sin mostrarse alterado para nada.


    ─ A veces las circunstancias pueden designar el actuar del hombre, Akashi, y esos sólo son momentos y nada más… Nanodayo ─el aludido carraspeó reservadamente para serenarse antes de dar su opinión, mirándole con su habitual gesto serio─. Pero la verdad yo no me muevo por las coincidencias ni nada de eso ─puntualizó con firmeza.


    ─ Tan práctico como siempre, Midorima ─opinó el pelirrojo sonriendo discretamente.


    ─ No nos detengamos que aún hay algo más para ver hablando de casualidades… ─intervino la dama de la pantalla una vez más al tiempo que en la otra televisión se podía apreciar una imagen algo diferente a las presentadas con anterioridad, a lo que todos soltaron una exclamación de asombro en tanto a Midorima se le terminaron por romper las gafas de tanta vergüenza acumulada.


    ─ ¡Esa sí que es una prueba de amistad! ─dijo Takao levantándose de su asiento para señalar a su compañero de equipo de forma acusadora utilizando el tono de queja en la voz─. ¡A mí no podrás llevarme la contra si bien sé que estabas muy feliz con Akashi a tu lado, Shin-chan! ¡Tu sonrisa te delata! ─puntualizó un poco rabioso de sólo recordar ese día en particular y cómo había sido “utilizado” por el par de amigos.






    ¿Qué sucederá ahora? ¿Midorima y Akashi reconocerán su amistad? ¿O acaso la dama de la pantalla tendrá que usar otros métodos? No se pierdan la conclusión.





    Nota: Si no corto aquí voy a pasarme… ☺☺.


    Espero puedan disculpar el retraso y el formato de presentación de la historia, pero como bien les comenté estoy manejando esto cómo si de un CD Drama se tratara, así que no me maten por favor… ☺
     
    Última edición: 9 Marzo 2018
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    InunoTaisho

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    Hay un amigo en mí (Finalizado)
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    Amistad
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    4
     
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    Hay un amigo en mí (4)



    Nota: ¡esto se alargó más de lo planeado! Con ustedes, al fin, el final.



    Previamente… ─ ¡A mí no podrás llevarme la contra si bien sé que estabas muy feliz con Akashi a tu lado, Shin-chan! ¡Tu sonrisa te delata! ─puntualizó Takao un poco rabioso de sólo recordar ese día en particular y cómo había sido “utilizado” por el par de amigos.



    El fotograma en cuestión mostraba a Akashi junto con Midorima en el rickshaw de éste último, el cual era llevado como de costumbre por el pobre Takao, quien indudablemente les lanzaba una mirada de hostilidad. Ambos parecían sentirse bastante bien disfrutando del viaje sin preocuparse por los malestares del “cochero” a sus servicios.

    Paseo_midorima y akashi.jpg


    ─ Estar al lado de Midorima no te favorece mucho, Takao ─le señaló Ōtsubo Taisuke, el capitán de su equipo, negando con un suave movimiento de cabeza.


    ─ Bueno, Ōtsubo-san, no puedo negar que Shin-chan y los de la “Kiseki no Sedai” son bastante divertidos cuando están juntos, así que en realidad me la paso muy bien ─admitió el desvergonzado moreno retornando a sonreír despreocupado.


    ─ ¿Akashicchi y Midorimacchi… juntos en un paseo al que no nos invitaron? ─mientras Kise miró a sus antiguos compañeros con un gesto de asombro y extrañeza en el rostro.


    ─ Eso no es lo relevante, Kise, el asunto aquí es cuándo Akashi y Midorima dieron ese paseo ─intervino Aomine lanzándoles una mirada suspicaz.


    ─ Cuando Midorin y Akashi-kun sonríen de esa forma se ven tan lindos ─dijo Momoi en voz de complacencia y gesto de gusto pues para ella no había algo tan agradable como ver felices a sus antiguos compañeros.


    ─ Cómo olvidar ese genial paseo… ─admitió Akashi por su parte con una sonrisita discreta en tanto Midorima volvió a disimular limpiando unas gafas nuevas, sintiéndose completamente frustrado de que el pelirrojo no entendiera la inverosímil y comprometedora situación en la que querían involucrarlos─. Midorima, no me negaras que fue entretenido recorrer Tokio en ese vehículo tan adecuado ─añadió a continuación mirándole con complacencia.


    ─ Akashi… no puedo creer que todo este teatro te parezca divertido ─masculló éste en respuesta en tanto volvía a acomodarse los espejuelos.


    ─ ¿Divertido?... por favor, Midorima, espero no hayas olvidado que no tengo un sentido del humor desarrollado para entender una broma ─dijo el pelirrojo como sí nada encogiéndose de hombros. Eso hizo que todos los que no habían estudiado en Teikō lo quedaran mirando por un momento con mueca de escepticismo, porque sus declaraciones a los escenarios presentados parecían indicar que su sentido del humor era bastante ácido.


    ─ Akachin, ¿por qué tú y Midochin se fueron a comer pasteles sin mí?... ─entonces Murasakibara les reclamó después de meditar en el contenido de la imagen, suponiendo que sus colegas habían descubierto alguna nueva pastelería y no se tomaron la molestia de comunicarle.


    ─… vamos, Atsushi… no todo el mundo piensa en comer dulces como tú… ─fue el murmullo de Himuro con gesto avergonzado.


    ─ Sólo fuimos a recorrer las librerías para comprar algunos libros que me interesaban y no pude conseguir en Kyoto, Murasakibara, así que no tienes por qué enojarte ─le dijo Akashi tranquilamente en tanto que a Midorima le brotó un signo de incredulidad en lo alto de la cabeza.


    ─… Aahh, entonces está bien… ─respondió el alto muchacho recobrando la desgana que suele caracterizarlo.


    ─ El pasar un buen momento entre amigos debe ser una buena costumbre, sobre todo yendo a recorrer la ciudad. Son esos momentos especiales los que fortalecen la amistad ─dijo la dama de la pantalla tras soltar una risita baja.



    Y sin más preámbulo apareció en el otro monitor una serie de imágenes más y a Midorima literalmente le “explotó” la cabeza ante esa verdad que difícilmente podría seguir ocultando, pidiéndole internamente a Oha-asa que la tierra se lo tragara… ¿por qué precisamente ese día Cáncer tenía que estar en el último lugar del ranking? Por cierto que Kagami también se mostró desconcertado con la boca abierta porque ahora aparecía en las fotografías, compartiendo con los de la “Kiseki no Sedai” como si fueran amigos de muchos años.



    ─ ¿Qué significa eso? ─preguntó con una exclamación de perplejidad en tanto los de Seirin le quedaron mirando un poco extrañados.


    ─ Ahora eres un miembro más de nuestra familia, Kagami-kun, por eso te tomamos en cuenta ─le respondió Kuroko con total simplicidad dándole un nuevo sorbo al batido de vainilla, mientras Nigou ladró emocionado.


    ─ ¿Pero qué…? ─dijo el pelirrojo de oscura cabellera con un tic de incredulidad.


    ─ Admítelo, Taiga, yo sé que todos los chicos de la “Kiseki no Sedai” terminaron por caerte bien que siempre me los mencionas cuando hablamos por teléfono ─fue el comentario de Himuro soltando una risa baja.


    ─ ¡Tatsuya, no digas tonterías! ─y claro, el señalado no dudó en lanzarle una mirada ofendida por el hecho de que anduviera revelando sus secretos.



    La serie de fotografías mostraban a todos los de la “Kiseki no Sedai”, con Kagami incluido, disfrutando de varios momentos juntos, como el festival de verano de fuegos artificiales vestidos con las tradicionales yukatas; un picnic entre amigos asando carne y saboreando varios bocadillos; o después de la Winter Cup disponiéndose a echarse lo que podría llamarse “una cascarita”. Curiosamente Midorima y Akashi siempre salieron juntos y parecían estar platicando animadamente entre ellos sin fijarse en los demás.

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    ─ Ya en otra ocasión tocaremos el tema de la amistad de Kagami con sus antiguos rivales ─señaló la doncella en la pantalla tras soltar una alegre risita en tanto el pobre aludido la miró de forma acusadora─. Cómo podemos darnos cuenta Akashi y Midorima prácticamente viven en su mundo cuando están juntos, y eso es entendible porque son amigos muy cercanos ─añadió feliz.


    ─ Oh, no lo había visto desde ese punto de vista… ─mencionó Akashi con los ojos redondos como platos y el gesto levemente absorto mirando los fotogramas con atención─. ¿Tú que piensas, Midorima? ─e interrogó a su compañero esperando su apreciación.


    ─ Esto ya es demasiado… ─y el aludido se puso de pie mostrándose indignado por todo, acomodándose las gafas una vez más─. Nada me obliga a soportar ser el blanco de tontas hipótesis sin sentido que pretenden comprobar con imágenes manipuladas… Nanodayo ─agregó y sin más se fue de ahí azotando la puerta al salir, sin siquiera despedirse de nadie.


    ─ Vaya… ─susurró Akashi un poco desconcertado por esa reacción.


    ─ Oh, Midorin ya se fue ─dijo Momoi con vocecita atribulada por verlo irse de esa forma.


    ─ Nunca pensé que Midorima-kun fuera tan sensible ─señaló por su parte Kuroko manteniendo el gesto neutro que suele caracterizarlo, como si no le afectara mucho el que su antiguo compañero se hubiera retirado.


    ─ En realidad no es que lo necesitemos mucho ─comentó Aomine soltando un bostezo de aburrimiento.


    ─ Era de esperarse de Midorimacchi… ─mencionó Kise a su vez poniendo una cómica mueca de consternación.


    ─ Uh… Shin-chan sí que se enojó… ─ese fue el murmullo de Takao soltando una risita en tanto nuevos cuchicheos empezaron a levantarse en el salón.


    ─ Aahh… Akachin, yo quiero comer porque ya tengo hambre ─y Murasakibara no le dio mucha importancia al hecho pues su estómago ya reclamaba por alimento.


    ─ No te preocupes, Murasakibara, que enseguida disfrutaran de un menú especial cortesía de la casa… ─le contestó la dama de la pantalla tras disimular una carcajada─. Es una lástima que Midorima Shintarō vaya a perderse el banquete ─añadió sonriente al tiempo que unos meseros aparecieron desde el fondo del salón llevándoles un buen servicio.



    Epílogo.



    Esa noche Akashi recibió una llamada telefónica antes de dormir. Sonrió levemente al reconocer el número de su interlocutor pero optó por hacerse el desentendido al contestar.


    ─ ¿Diga? ─preguntó amablemente.


    ─ Akashi, soy Midorima… ─dijo la voz al otro lado sonando un poco más seria de lo habitual─. Espero no haberte despertado.


    ─ ¿Midorima?... pensé que no me hablarías hasta el fin de semana para nuestra partida pendiente ─respondió el pelirrojo empleando un tono de voz algo desconcertado.


    ─ Es que tenía algo importante que decirte con… bueno, con respecto a lo sucedido esta mañana… Nanodayo ─contestó el de cabellera verde un tanto a la defensiva.


    ─ ¿Y de qué se trata? ─le interrogó Akashi conservando el tono de desconcierto.


    ─ Bueno… es sobre… es sobre nuestra relación de amistad… ─externó Midorima con algo de vacilación.


    ─ No te preocupes por eso, Midorima, ya que los dos estamos de acuerdo en que… ─decía el pelirrojo evitando reírse mientras suponía a su “no amigo” acomodándose las gafas, empleando un tono de voz más despreocupado para tranquilizarlo.


    ─ La verdad es que tú y yo sí somos… amigos… ─le interrumpió su interlocutor soltando una especie de suspiro.


    ─… ¿perdón? ─Akashi abrió momentáneamente los ojos como platos pensando que tal vez había escuchado mal.


    ─ Akashi… en realidad siempre te he considerado mi amigo… desde hace mucho tiempo ─se explicó Midorima intentando mantener el tono ecuánime.


    ─ ¿En serio, a pesar de…? ─dijo el pelirrojo un tanto inseguro pues, a pesar del tiempo, todavía se sentía algo mal por la forma en la que había tratado a todos sus antiguos compañeros, especialmente a el que era más cercano a él.


    ─ Eso es algo que ya quedó atrás, Akashi… lo que verdaderamente importa ahora es que nosotros sí somos amigos… Nanodayo ─carraspeó el de verde cabellera para dar por zanjado ese asunto─. Es sólo que no me gustaría que los demás lo supieran porque… bueno, ya sabes cómo son Kise y Aomine de… en fin, tú entiendes ─agregó a continuación un poco más nervioso.


    ─ Oh, qué interesante… ─respondió el aludido con gesto de fascinación en tanto su imaginación le mostraba a su camarada reacomodando nuevamente las gafas en señal de apuración. Bueno, era de esperarse de él siendo un tsundere consumado como decía la gente─. Entonces ese sería nuestro secreto de amigos, ¿verdad? ─agregó en tanto sonreía levemente.


    ─ Eee… Sí, así sería ─admitió su interlocutor sonando algo más sereno y formal.


    ─ No tienes de que preocuparte, Midorima, guardaré este secreto en el fondo de mi ser ─le dijo Akashi empleando en esta ocasión una entonación sosegada para transmitirle confianza sin dejar de sonreír discretamente con aire de diversión. Y pensar que en toda la mañana se había empeñado en negarlo.


    ─ Bien… sólo tenía que decirte eso, Akashi, muy buenas noches ─Midorima soltó otro suspiro más discreto y sin más colgó después de despedirse de forma cortés.


    ─ Qué duermas bien, Midorima ─dijo el pelirrojo con amabilidad pasando por alto el hecho de que su interlocutor ya había cortado la comunicación.



    La mañana siguiente en el Instituto Shūtoku…



    ─ Pareces muy feliz, Shin-chan… ¿acaso alguna chica te llamó anoche declarándote su amor? ─le preguntó Takao a Midorima antes de entrar a su primera clase, ya que durante el camino a la escuela lo había visto sonreír un poco más de la cuenta.


    ─ No hagas conjeturas tontas a tu conveniencia, Takao ─le respondió éste con total seriedad dirigiéndose a su lugar después de dedicarles a algunas compañeras que lo habían saludado una respetuosa inclinación de cabeza, acomodándose en el asiento con su habitual parsimonia.


    ─ Bien, Shin-chan, sólo espero me presentes a alguna de tus admiradoras… ─comentó el moreno con una sonrisa divertida saludando también a las muchachas. Más tarde que temprano terminaría por descubrir el motivo que alegraba a su compañero, de eso no tenía duda.


    ─ Deja de decir estupideces, Takao ─bufó el de cabellera verde un tanto ofendido mirándole de forma acusadora.



    Y esa tarde en el Instituto Rakuzan…



    ─ Sei-chan, déjame decirte que te ves bastante… brillante ─le dijo Mibuchi a Akashi cuando se reunieron en el vestidor del gimnasio para entrenar.


    ─ ¿Eso te parece, Mibuchi? ─el pelirrojo se mostró bastante tranquilo como si el hecho de que alguien brillara fuera lo más natural del mundo.


    ─ Ciertamente casi nos deslumbras, Akashi… ─ese fue el comentario del desconcertado Hayama ya que no se explicaba cómo alguien podía brillar así, en tanto Nebuya se frotaba los ojos intentando enfocar bien.


    ─ ¿Acaso te pasó algo relevante, Sei-chan? ─preguntó Mibuchi con curiosidad mientras le examinaba con mayor atención, como si quisiera descubrir algo fuera de su lugar.


    ─ De verdad no ha pasado nada diferente a lo de todos los días, Mibuchi… pero seguramente es porque anoche dormí bastante bien ─comentó el pelirrojo sonriendo discretamente y sin más ni más se dirigió hacia la cancha donde los nuevos miembros del equipo les estaban esperando, dejando a su joven compañero ligeramente desconcertado.



    Y en una realidad apartada llamada “The Matrix”…



    ─ Yo ya sabía que tarde o temprano Midorima Shintarō tendría que reconocer su amistad con Akashi Seijūrō, así que únicamente les di un empujoncito… ─le comentaba una joven a su grupo de amigos mientras miraban atentamente las últimas escenas a través de un televisor, y todos soltaron risas alegres.


    AkashiMidorima.png






    Nota final: Ya tenía listo esto, sólo terminé algunos detalles.
    Hay tantas relaciones de amistad, algunas notorias y otras no tanto, dentro de este divertido manga/anime que es imposible tocarlas todas; como las de Aomine y Kagami, Kise y Kagami, Kise y Aomine, o el mismo Midorima con Takao. Pero como Akashi y Midorima me fascinan ─más aparte que leí en otro foro un fic decente sobre su amistad, el cual me llegó al corazón de tan tierno─ decidí escribir sobre ellos dándole un toque de humor en una realidad paralela donde yo soy “La Matrix que lo sabe todo”. Agradezco su interés y les doy mis saludos, invitándoles a leer mis otros fics.
     
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    Jajaja, fue completamente adorable. Nunca se me había ocurrido escribir sobre ellos dos en plan amistad. O no al menos con ese enfoque, es cierto, que los chicos de la "Generación del milagro" trataban de minimizar su relación (excepto Kise xd) pero ahí hay lazos muy fuertes. Recuerdo que cuando leí el manga, quedé completamente enamorada de la amistad entre Aomine y Kuroko. Y como se reconocían entre sí como rivales fuertes y de confianza. La amistad no se planifica, simplemente se da.
     
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