Me consumí en aquellos labios. Lo hice como si fuese un cigarrillo, calada a calada, beso a beso, me fui consumiendo poco a poco, y con la pasión, se me olvidó parar y llegué a consumirme hasta los huesos. Cuando se fue, allí quedé yo, hecha un manojo de huesos y con el corazón sumido una profunda oscuridad, un pozo sin fondo y anegado por las lágrimas. Al principio lo lamenté, pero con el tiempo entendí, que lo que creía un abandono era realmente una pasada de página. Porque un amor que te hiere con cada beso, que te duele con cada caricia y que te mata con cada suspiro, un amor así está destinado a irse. Y de la misma forma que vino, se fue, sin ruido, sin lamentarse y sin más. No hubo adioses, no hubo despedidas, simplemente, algún día, al comprender, dejó de doler. Contenido oculto Este microrrelato participa en la actividad "Un valentín diario" de Kohome y corresponde al tercer reto "para quien nos dejó". Espero que os guste.
Debo decir que al principio me atrapaste, de verdad que me tenías, pero a la mitad me perdiste. El cambio de escenario fue muy abrupto, yo estaba sintiéndome identificada con la primera descripción y estaba sintiendo todo bien profundo cuando de pronto esa atmosfera murió de un momento para otro y comenzó la resolución, ya sin palabras profundas y llegadoras. Creo que habría quedado perfecto sin necesidad de agregarle la parte motivacional al final, pero bueno, igual la moraleja está linda, aunque para llegar a ella me habría gustado mucho ver un escrito más largo, quizá un relato, en donde todo se desarrollara con mejor ritmo, menos abrupto el cambio.
Veamos. Creo que es una situación que le ha pasado a muchas personas; que sienten que por fin han conseguido el 'verdadero amor' y al final terminan desilucionados y/o destrozados. Se entragan con tanta pasión y frenesí que se olvidan de todo, viven sólo y para ese amor. Y de pronto todo cambia y ya no tienen ese mundo, el piso desaparece rápidamente de debajo de sus pies. En este caso, logró aceptarlo y superarlo, o por lo menos es lo que piensa; es ese auto covencimiento de que así debió ser, de que es algo normal que esas cosas pasen y sobretodo que ya lo superó. Pero se equivoca, esas heridas no han sanado y dificilmente sanarán. Me ha gustado, aunque no estoy muy de acuerdo con esos sentimientos del final.
Corto e intenso. A mi la verdad es que me ha gustado mucho. Quizás es porque me gustan los relatos cortos, me gusta leer cosas que son pocas palabras y ver que se logra expresar mucho. Y yo creo que lo has conseguido bien. Describes ese amor tan intenso y pasional, ese inicio que te deja tan loco en el que todo es bonito, todo te hace sentir escalofríos y te sientes enamorado. Y luego llega el golpe, es doloroso, es duro y parece insuperable, pero se supera. Y el ciclo vuelve a empezar. Así es el amor, traicionero y fugaz, te engaña y te duele, pero por eso nos gusta tanto, quizás todos somos muy masoquistas. Porque creemos que será diferente, pero no suele serlo. ¡Sigue así!
