Hasta las vocales acaban. Me amaste cuando el sol brillaba, el viento olía a flores y me adorabas; bailaste con mi cuerpo y me clamabas. En fin, podía sentirme idolatrada. Tus manos no podían detenerse, decías que soñabas recorrerme: A mí, a mi mente, a la suerte… Para mí, era suficiente sostenerte. No quería creerlo cuando lo intuí, esa noche me hiciste vestir; el corazón se me heló, no pude sentir si el frio vino de ti o del porvenir. Pero las tormentas arreciaron: Tus besos se sentían en mi piel, efímeros, como disparos. ¿Cómo vivir un mar agitado? El secreto era mano firme, no marineros desganados. Con el tiempo te perdí en la multitud, volvíamos, llenos de deja vu. Creía que podía amarte en plenitud, pero no bastábamos, ni yo ni tú. —"Las promesas entre las flores de primavera, se marchitan en los días grises de invierno." Contenido oculto: Nota de Autora Para la actividad Frases de una musa, se que la metrica es un desastre pero tenía demasiado tiempo sin escribir poesía, gracias por leer.
Muy nostálgico. El narrador parece recordar una realidad distante, distinta y muy diferente a la ensoñación de la que lo sacaron tan bruscamente.