One-shot Halloween con Amor

Tema en 'Crossover' iniciado por Astoria, 9 Octubre 2013.

  1.  
    Astoria

    Astoria Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    17 Noviembre 2012
    Mensajes:
    13
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Halloween con Amor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasmas
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    906
    Halloween con Amor:

    La tormenta hacia crujir el tejado de la vieja casa y las ramas de los arboles se enredaban y repiqueteaban contra las ventanas.

    Astoria estaba sola en la mansión, acurrucada en su cama, con un miedo mortal. Daphne y Zack habían chocado su moto contra una pared de ladrillo (impresionantemente tonto) y habían ido a parar a un hospital muggle. Neithan, al enterarse de lo sucedido, corrió a su rescate, para trasladarlos a San Mungo el hospital de los magos. En la mansión no había elfos, lo cual dejaba a Astoria completamente sola.

    Ella no le tenía miedo a las tormentas, al contrario, las amaba; el problema es que, bueno, eso es obvio, era Halloween, y como todo mago de sangre pura, ella era sumamente supersticiosa. Después de todo, los fantasmas si existían y no todos eran, precisamente, agradables con los vivos.

    Se rumoreaba que la vieja mansión Riddle estaba maldita, después de que Lord Voldemort matase a su padre y sus abuelos a sangre fría en ese mismo lugar, en su adolescencia, no se podía esperar menos de ese lugar; pero claro, su padre estaba loco en San Mungo y el fantasma de su madre la había desheredado, así que no tenia mejor lugar para vivir que en la casa abandonada de su primo segundo (ahora muerto), con el hermano mayor de su mejor amigo (al que quería como a un hermano). Por lo tanto, no tenía a donde ir.

    CLAP CLAP CLAP

    Se oían pisadas en la planta baja de la casa. Con mucha gracia, Astoria salto de la cama y cogió su varita, abrió la puerta de su cuarto, y salió sin más, lanzándose al misterio.

    Las viejas escaleras rechinaban, algo que a ella le encantaba, cuando no era Halloween. Bajo muy cuidadosamente los escalones y se detuvo a mitad de la escalera, escrutando la oscuridad.

    La puerta de entrada estaba cerrada con cerrojo, tal y como Neithan la había dejado. El corredor estaba libre y desde allí alcanzaba a ver toda la salita de estar, que estaba completamente quieta, inmersa en la oscuridad. Continuo bajando la escalera, con mucho cuidado, atravesó el corredor y fue a parar a la cocina.

    La puerta trasera estaba abierta, pero ella no se asusto, después de todo, no recordaba que nadie la allá cerrado con llave, tal vez solo fue el viento. Camino con toda calma, dejo su varita en la mesa, ya más relajada, pensando que las pisadas solo debieron ser del perro de Neithan al salir, inmersa en la oscuridad y el silencio de la cocina, cerró la puerta.

    Estaba dispuesta a irse, pero pensó que sería mejor llevarse una vela consigo, así que hurgo en los cajones de la mesada, hasta que por fin saco una, y la encendio. Con toda la parsimonia posible dio la vuelta y quedo paralizada en su sitio, no podía creer lo que veía.

    Una sombra inmensa, mucho más alta que ella, se erguía en toda su estatura, sobre la mesa, no se distinguía nada que la pudiera hacer ver remotamente familiar. Tenía un brazo mucho más largo que el otro, casi el doble, y acababa en punta. La criatura se fue acercando lentamente, caminaba en dos patas, como un humano, pero la joven no estaba segura de lo que era.

    Salto de la mesa, muy recta, sin encorvarse, y provocando un gran estruendo en las maderas viejas del suelo, lo que provocó una reacción involuntaria en la chica, que la izo retroceder hasta clavarse el borde de mármol de la mesada en la espalda. El ser profirió un sonido gutural, entre una risa ronca y un gruñido de júbilo. Poco a poco la criatura se fue adentrando en el círculo iluminado por la vela, hasta quedar bañado en su luz.

    Astoria sintió como se esfumaba el frio del miedo, abriéndole paso al calor del alivio y la felicidad. Frente a ella se encontraba, nada más y mana menos, que Draco Malfoy, su amado, sonriendo como siempre, radiante de felicidad. Si bien le sacaba una cabeza y un cuello, ya no era tan alto, y mucho menos aterrador; el brazo que parecía el doble de largo que el otro en realidad solo era su maño, sosteniendo un afilado machete que usaba siempre que iba a cazar.

    -Feliz Halloween bebe-dijo él, extendiendo sus brazos, para estrecharla en ellos.

    -¡Casi me matas del susto, Malfoy!-grito ella, y arrojo una patada a su pecho, pero el retrocedió a tiempo.

    Él rio muy divertido-Esa es la idea, Halloween es para asustar a las doncellas solitarias-dijo dedicándole un guiño.

    -No vuelvas a hacerlo-respondió ella, dejando de lado la vela y echándose a sus brazos-Jamás

    -Como tu digas-dijo, dándole un tierno beso en la cabeza.

    -Vamos a mi cuarto-dijo ella, un poco dudosa-Me da miedo esta cocina.

    -Se supone que Voldy mato a la familia en la salita de estar-dijo él-Que, si me permites decir, es más una salota que una salita, de chiquita no tiene nada.

    -Ya se-replico ella-pero igual, hay algo aterrador en esta cocina-pensó un poco y añadió-mejor dicho, hay algo aterrador en toda la mansión a oscuras.

    Él rio y tomo su mano-Lo que tu digas amor mío-dijo mientras la guiaba hacia su habitación, con la vela y ambas varitas en mano-Sera más divertido allí.

    -Eso me recuerda-dijo ella-¿Cómo supiste que estaba sola y asustada?

    -Neithan me envió-respondió el, sonriente-A darte calor.
     
    Última edición: 18 Diciembre 2013
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