Hail

Hail

Al fin acabé el coso este... Tenía como 700 palabras y me pasé ayer toda la santa tarde quitando palabras T.T Se ha quedado más soso, pero siempre me pasa algo con el límite de palabras: para one-shot se queda corto y para drabble largo, no hay algo intermedio?

Número de palabras: 500 (sin título )
Tema: futurista

HAIL ​

Heil estaría tranquila, pues nunca perdía la compostura, y seguramente se encontraría sumida en aquel estado entre el sueño y la vigilia que perturbaba su mente y del que luego despertaba con preguntas sin sentido.

Entró en la habitación y se acercó a ella lentamente, consciente de los ataques de histeria que se podrían producir en cualquier momento. La muchacha abrió los ojos al sentir su presencia y una fina sonrisa se contorneó en sus labios.

—¿Lista? —murmuró.

Como respuesta, Heil se incorporó y tomó la mano que su psicoanalista le tendía. Seguidamente Gajih introdujo un bastoncillo con una fina película de saliva en el orificio del anticuado sistema de seguridad. La pantalla se iluminó y las puertas compartimentadas, sin oponer resistencia, cedieron ante sus manos. Entonces Gajih sintió un agarre en su bata.

—¿Qué significa su nombre? —preguntó.

—Nada en concreto, son sólo unas cuantas letras ordenadas por el azar -contestó apesadumbrado.

—El mío tampoco lo tiene —continuó con su monótona voz—. Hace tiempo que se dejaron de usar nombres con significado, ¿sabe por qué, doctor?

—¿Tienes alguna teoría al respecto?

—Un nombre así implica muchas cosas, entre ellas el afecto.

—¿Y no es eso algo bueno?

—No me ha entendido —afirmó mientras tomaba asiento de nuevo—. Quiero decir que un nombre con significado hace que su propietario se apegue a algo: un objeto o simplemente unas palabras.

—Heil, ¿por qué no descansas un poco?

—He pasado la noche descansando —objetó con voz taciturna—. Ahora que los hombres se dedican a destruir lo que les rodea —continuó—, no pueden permitirse el usarlos, ¿no cree?

—Es un buen argumento —admitió, dando el tema por finalizado.

—No cree realmente que lo sea.

—Dejemos eso, querida —le pidió tomando su mano gentilmente.

En su paseo observaron en silencio las imágenes virtuales que decoraban el corredor. Llegaron después a una estancia más amplia, con paneles en tres de las paredes.

En cada extremo podían contemplarse vistas extremadamente diferentes entre sí, aunque con algo en común: la no existencia. En la llamada ‘reflectora del océano’ podían verse los contornos de distintos animales, pues ya nadie recordaba cómo había sido su apariencia. A la derecha una vegetación exuberante y de un color entre verde y amarillo se extendía. Y junto a esto último, un desierto de hielo, tundra solían llamarlo.

—Hail... Me gustaría llamarme así -susurró la chica.

—¿Por algo en especial?

—Me gustaría estar unida a un lugar como ése —dijo señalando al frente—. Allí graniza, ¿cierto? Quisiera vivir en otro tiempo, doctor... —concluyó tras una breve pausa.

Gajih la rodeó con su brazo y dejó que llorara mientras dejaba libertad a su mente para pensar en cuestiones sin remedio.
El hombre se ha extraviado en los senderos del destino, y ahora sólo les queda contemplarlos desde la lejanía... y quizás llorar. Y he dicho ‘quizás’ porque sólo aquellos que entran en un estado de locura lo suficientemente poderoso pueden sentir de verdad la pérdida, y afligirse por ella.


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Como aclaración final: ‘hail’ es granizo en inglés.

Las críticas son bienvenidas =3 Creo recordar que nunca me he comido a nadie, al menos sin su permiso =F