Guia para ser un Captor Master

Bueno, como se que no tengo mucha continuidad por que mi memoria es corta a este fanfic de pokemon lo hare en serie de capitulos unitarios... espero que les gusten

PROLOGO

Cada dia que me levanto me siento cada vez mas enloquecido. Yo y mi gran orgullo de entrenador que me llevo a una apuesta casi imposible de ganar.
Mi nombre es Gareth (aunque no lo crean) Varion, y comenze esto asi, hace una semana en la region de Johto:

Capitulo 1: Una apuesta perdida

Me levante bien temprano esta vez para no llegar tarde (por tercera vez) al laboratorio de Elm. Vivo de momento en una casita alquilada a unos quinientos metros y aun asi, llego tarde a la reparticion.
Me vesti y tome mis cosas, revizando mi reloj cada minuto hasta que me sobresalto el grito de mi compañero forzado de casa, siendo yo, el huesped.
-¡ A DESAYUNAR MALDITO GARETH!-
Reconoci el grito: era el de la madre de Trent Blackwater, mi querido adversario que conoci apenas llegue aqui.
Fui a desayunar -y para no sufrir la ira de la loca- lave todos los platos. Fue entonces que revise mi reloj y me di cuenta con un horror tan grande -como el estar en un estanque lleno de sharpedos que probaron la sangre y llevaban mas de una semana sin provar comida- que faltaban solo diez minutos para llegar alli, y que Trent se habia tomado el palo.
Tire el ultimo plato sucio y sali corriendo.

Llegue al laboratorio sudando mares y totalmente agitado para descubrir que habia una fila de mas de veinte personas y Trent estaba delante mas o menos en quinto lugar.
Me acerque y le susurre mi idea de que me dejara estar adelante o atras de el, pero su malicia salio a flote y no me lo permitio. Espere hasta que vi a Trent salir con una sonrisa de oreja a oreja mostrandome una reluciente pokeball que decia abajo "cyndaquil"; aun asi fingi una sonrisa que parecia una cara de poker mal hecha.
Segui esperando hasta que llego mi turno, y salio un asistente.

Lo demas lo cuento con una irritacion terrible.

Resulta que ya no habia mas pokemon disponibles, por lo que despues de insistir tanto me dieron unicamente seis pokeballs vacias. Aqui va la leccion numero uno y dolorosamente la mas importante: "Ser puntual es lo basico... o por lo menos aparentar (mentir) haber llegado temprano"

Al llegar devuelta a la casa de mis intolerantes inquilinos recibi una reprimenda tan grande y tan severa que casi me azotan con un flagelo. De todas formas, hoy me retiraba de alli.

Habiendo tomado mis pertenencias, me retire de la casa pagando con mis ultimas monedas el servicio prestado. Acto seguido, me fui caminando con Trent.
Trent estaba tan hartante que si tuviese ya un pokemon ya lo hubiese obligado a besarme mis zapatillas de tal paliza. Insistia en que mirara a su pokemon y despues de molestarme durante la mitad de viaje hasta ciudad Cerezo le acepte.

Como me le rei encima... su amado Cyndaquil no era menos que nada: era un misero y abundante rattata. Pataleaba, lloraba, berria y destruia todo a su paso. Fue entonces que le dije:

-Te apuesto a que te gano usando un magicarp.-

Entonces el se detuvo y en ese momento de locura sonrio de pura malicia aceptando mi apuesta.
Como ser tan orgulloso que soy (y mi mayor debilidad) segui con dicha apuesta y me dirigi a Ciudad Cerezo abandonando a Trent para buscar un misero magicarp.

Continuara...