Guerrero Azteca. Introducción. Un extraño. 13/febrero/2012 Franco Mendoza. San Luis Potosi. Me cuesta respirar, el gas, el humo y un olor a quemado invade el auto y encima de todo estoy desorientado y al borde de desmayarme, maldito monóxido de carbono. Me tranquilizo un poco, después de todo por mas poderoso que sea el infeliz le arroye con una camioneta de 3 toneladas. Busco la palanca para abrir la puerta y me asusto en sobremanera al ver que el infeliz se mueve e intenta liberarse de la prisión que le he creado entre la camioneta robada y el edificio. Sabia que resistiría, pero no pensé que el desgraciado mantendría la conciencia. No tengo de otra... maldito infeliz que me haz orillado a tomar una pastilla, en fin, saco mi frasco con pesadez, las manos me tiemblan, la cabeza me da vueltas; tomaría una pastilla en mi mano luego a mi boca, pero las tiraría todas patéticamente, solo pongo la boca del frasco en mi boca y arrojo una pastilla, y ahora solo tengo que esperar unos segundos a que hagan efecto y este desgraciado sera solo un problema que deberé arrastrar hasta mi pequeña"cocina"... y por fin hace efecto la pastilla, abro los ojos y siempre es igual, los colores tan vivos, los aromas tan intensos y los sonidos tan nitidos. Me acuesto con las piernas hacia mi puerta y empiezo a patearla con fuerza para derribarla, por fin lo logro, el fenomeno se sobresalta al ver que no estoy fuera de combate y trata con todas sus fueras de liberarse. Reviso debajo del asiento del piloto y encuentro una enorme llave inglesa, la tomo decididamente. Salgo de la camioneta y voy de inmediato a la parte delantera. El fenomenome ve con unos ojos asesinos, tengo que derribarle o tal vez haga "su magia" y muera. Le arremeto con la llave inglesa lo suficientemente fuerte para dejarlo fuera, pero no para matarlo, es muy interesante le necesito. Lo golpeo en la cabeza una vez, le volteo la cara, el idiota blasfemia contra mi, le golpeo de nuevo mas fuerte, el imbecil me sigue viendo como queriendome asesinar... ¡cuanto odio!... le golpeo fuertemente una y otra vez hasta que el idiota deja de moverse. La mano me dolera horrores en cuanto me de el bajon la pastilla, la llave inglesa esta doblada como si la hubiera calentado y golpeado con un martillo, este fenomeno es increible. La gente esta observando conmocionada y empiezan a grabar y tomar fotos con sus moviles, maldicion. Al mismo tiempo veo y escucho que se acerca un idiota cual rapido puede a donde estoy yo, mas grande, mas alto y mas robusto que yo... pan comido. En cuanto llega el idiota se para detras mio que estoy intentanto destrabar al fenomeno de entre la camioneta y la pared derribada. Me toma del hombro me voltea, me ve con su cara de perfecto imbecil. Imbecil: ¿Que estas haciendo idiota? — dice violentamente mientras me pica con su dedo el pecho queriendome intimidar Franco: Vaya... no solo tienes cara de idiota, sino que tambien lo eres — le digo decididamente Imbecil: ¿Eso crees? — dice amenazando y trata de empujarme con fuerza con ambos brazos, gran gran error... Meto ambos brazos entre los suyos, los separo abriendo su guardia, agarro muy bien su camisa con ambas manos, lo jalo hacia mi y le doy un terrible cabezazo... en serio terrible, tal vez le fracture el craneo. Me sentiria mal, pero no tengo tiempo. La gente grita y llora, las patrullas se escuchan a lo lejos. Tengo que darme prisa. Jalo con todas mis fuerzas y mas aun para sacar al fenomeno que como peso muerto pesa una tonelada... y se supone que tan solo tiene 17. Lo cargo y corro con el rapido al auto mas proximo que encuentro. El cuerpo me va doler una barbaridad. Rompo el vidrio y lo arrojo por la ventana, entro por el lado del piloto, arranco la caja de los cables debajo del volante y empiezo a arrancarlo al estilo "escuela de la calle", lo logro en 9 segundos. Arranco a toda velocidad, no es que la policia sea super eficiente y honesta, pero habia demasiada gente y dentro de poco seguramente medios de comunicacion. Me alejo de los metiches, el sonar de las patrullasy gracias al creador no veo medios de comunicacion cercanos. Me adentro en la carretera para salir de la ciudad y me tranquilizo al ver los maizales y plantios. Por fin llego a mi tranquila y antigua "cocina". Despues de sacarle del auto, drogarle y someterle muy fuerte, me siento en una silla frente a el, casi es tiempo de que despierte... Continuara...
