Guárdame en ti

CAPITULO 1​

En una tarde como cualquiera que ha presenciado, este mundo iba en movimiento la sombra de alguien se dirigía a un lugar q no conocía y q no había visto, q no sabía donde quedaba pero sabia como llegar, un murmullo en su cabeza se lo había dicho y un susurro en su oído lo obligo a ir, caminando indeciso con un cuchillo escondido en sus pantalones gastados y desteñidos con el pesado sentimiento en su espalda de que nada iba a acabar bien, esa sensación de que nada es como debería un sentimiento cual está acostumbrado y con el que ha aprendido a vivir, cuando sabes que no encajas debes aprender a vivir con ciertas cosas.
No siempre fue así por supuesto en la infancia cuando todos estamos tan sumidos en la ignorancia a la que algunos llaman inocencia la felicidad no parece tan ambigua ni mucho menos inalcanzable.
Tal vez los susurros empezaron por la soledad -aunque algunos le prefieran decir enfermedad- tal vez, si en su momento les hubiera pedido que le dejaran en paz no estaría donde esta, puede que su vida fuera peor o mejor pero con el tiempo de tanto preguntárselo mismo la pregunta en si perdió significado, pero algo si sabia, jamás estaría solo, puede que ahora los perros le ladraran y gruñeran al pasar o que los gatos se erizaran ante su presencia y que la gente le mirara como si fuera una alguna especie de animal grotesco o bien con miedo, otra de las cosas con las que aprendería a vivir y que incluso a veces llegaría a disfrutar.
Al caminar por las calles con un cuchillo en los pantalones siente que todas las personas que le ven saben del cuchillo y saben el propósito de este, siente las miradas fijas en el cuchillo, cuando en realidad miran son los agujeros en su franela decolorada la cual alguna vez fue blanca pero color que al igual que su sentido de la realidad se los llevo el uso y el tiempo.
Los primeros años era acogedor tener con quien hablar a toda hora y sobre lo que fuera, poder disparar todo lo que rondaba por su mente, que le escucharan y discutieran con él era una sensación nueva rara y cálida, pero por supuesto no todos lo veían así.
Estar siempre al final del salón hablando solo puede causar cierta mala impresión y más ante aquel tipo de gente que reacciona violentamente ante lo que no comprende o a lo que le tiene miedo, pilares hermosos de la humanidad que demuestran la verdadera naturaleza del hombre. Los golpes y la humillación no le importaban, ya que no le importaba su recipiente físico al que llaman cuerpo, posición que solo lograba molestarles mas y intensificar las diarias sesiones de golpizas. Pero el tiempo pasaba y los moretones desaparecían, las memorias quedaban y mientras, la voz reclamaba defensa, valor, ¡venganza!
La amistad floreció entre soledad y angustia ante el esperado sentimiento de las golpizas y la triste sensación de que jamás volvería a tener padres, que por siempre viviría entre niños, algunos que sabían lo que era perder a los padres o no habían llegado a saber que se siente tenerles. A pesar de vivir tan cerca de personas que podían entender sus sentimientos jamás pudo relacionarse con ellas y siempre que eran estos los que intentaban relacionarse con él al no saber cómo actuar prefería callar e ignorarles, por lo que su único amigo siempre fue el susurro que con el tiempo se convirtió en una voz clara, a veces femenina que le recordaban a la de su madre y otras muy parecida a la suya propia, John siempre le decía Mar, a veces la voz le decía que Mar no era su nombre, pero siempre que le preguntaba cual era dejaba de hablarle por un tiempo a veces por días por lo que dejo de preguntar y le dejo de importar.


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Gracias por leer! :o! agradecimientos a beiya por consejos y motivarme (obligarme) a publicar aca :) :o! enserio agradescanle porque es por ella que escribi todo eso asi que agradesimientos agradesimientos agradesimientos!!! feliz beiya? jajajajajajajaja
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Hablando mas enserio, los nombres John y Mar son provicionales si mas adelante los cambio no se extrañen asi que! critiquen, corriganme, opinen, etc etc etc....

 

Bueno! Para todos los que allan leido el primer capitulo muchas gracias por molestarse en leer, los que an clikeado en seguir tema muchas gracias *0*!!
Usami Akihiko-san Tienes razon no es completo mundo de rosas y me encanto como suena como escribiste "Mars" asi que expropiado y plagiado, E cambiado el Nombre Mar por Marz (Para que el plagio no fuera tan obvio)
Beiya-chaaa!!! Te perdiste el VIP de el resto del segundo capitulo y del tercero :( espero que leas pronto, no se si la calidad habra bajado o subido, pero la historia sigue aun falta por contar
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Eston son los capitulos 2 y 3... era necesario que suviera los dos juntos pero son obligatoriamente capitulos separados, ¿Porque?, Por que asi lo quise yo y siendo este un foro libre y al ser como es, los caprichos del escritor quedan. (o_____O).
Sin mas preambulo para lo que vinieron.
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CAPITULO 2​

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Marz podría bien ser solo una voz pero con el tiempo fue fácil acostumbrase a tratarla como si realmente estuviera a un lado, ya que así John se sentía menos solitario, o de esta forma intentaba no sentir que se estuviera volviendo loco. La opinión de Marz era absoluta nunca podía estar equivocado y siempre hasta donde John supo tuvo la razón en todo, especialmente cuando empezaron a discutir sobre que apariencia debía tener Marz.

-Insisto- Dice John mientras trata de recogerse más en su cama - La mayor parte del tiempo hablas con voz de mujer asique debes de serlo es lo más lógico-

Mientras trata de hacer oídos sordos a una de las hermanas gritándole a algún niño, regañándole por una travesura o porque se le allá atravesado en mal momento, probablemente era la hermana Sofía, era la más vieja y amargada de la congregación, John siempre pensó que ella prefería creer que no había niños que cuidar y por eso se molestaba cuando alguno se aparecía en su presencia, al menos esto tenía bastante sentido para el ya que explicaría porque los malos tratos hacia los niños, Marz decía que ella era miserable por otra razón y no le gustaba que los niños se le acercaran porque le recordaban algo que ella jamás pudo superar.

-Hablo con esta voz porque he notado que te gusta más, creo que prefieres pensar que soy una mujer por razones totalmente distintas a conque vos uso- Dijo con un tono burlón; mientras John trataba de parecer ofendido.

-Bueno puede ser –haciendo una pequeña pausa- pero no estamos hablando de que prefiero yo, realmente sé muy poco de ti.
-De mi sabes todo lo necesario, volviendo al tema, pues en realidad es como tú quieras, te quiero complacer.
-Tampoco lo digas así me haces sentir un poquito culpable.

-Que te parece el cabello castaño –Contesta Marz inmediatamente sin prestar atención a lo dicho por John-, así como el tuyo siempre me ha gustado el color que tiene tu cabello al estar bajo el sol.

-Pues a ser sincero, yo te imagino con el cabello largo, delgada un poco más pequeña que yo y muy hermosa –contesto John con una gran sonrisa en su delgado rostro que si no fuera por la felicidad que denotaba en sus ojos pudiera haberse visto macabro.

-Es una descripción bastante superficial, nunca pensé que fueras así, pero supongo que es algo que no puedes evitar, bien seré bonita como me describes, seré como me imagines.

En el momento que John abrió la boca la contestar pasó por el cuarto una de la hermanas, una joven que jamás había visto, probablemente nueva, con facciones jóvenes y de piel bastante pálida y pelo negro, John al verla pensó que era una lástima que la metieran en esta madriguera de ratas donde la corromperían el resto de las hermanas convirtiéndola en otra de ellas.

-En un rato apagaremos las luces deberías ir arreglándote para dormir –John la miro y asintió. La hermana se le quedo mirando fijamente por un rato incomodo hasta que por fin dijo- ¿Te encuentras bien hijo? –John volvió a asentir nuevamente, esta vez más lento y cauteloso, la hermana lo miro directamente a los ojos por unos segundos antes de que John desviara la mirada- mi nombre es Elizabeth, puedes acudir a mí para lo que sea ¿De acuerdo?

Después de unos largos minutos esperando a que el sonido de los pasos de Elizabeth y su voz avisando a otros niños la hora de dormir se los llevara la distancia miro a la oscuridad con total tristeza, odiaba cuando apagaban las luces y quedaba mirando al vacio sin comprender nada de lo que había a su alrededor, le hacía ver claramente como se sentía siempre cuando no podía evitar pensar sobre sí mismo, que estaba en el fondo de algún barril al que le habían tapado la única salida y allí se quedaría hasta morir, reflexionando al respecto se acostó de lado con las rodillas en el pecho dando una última bocanada grande de aire antes de quedar dormido.

Mientras John seguía su camino devorando calles siguiendo derecho por un buen trecho y de repente doblando en alguna esquina buscando calles solas, no podía evitar pensar en el cielo y sol que lo abatían con su poderoso resplandor sobre su piel, preguntándose qué hora seria, preguntándose cuando fue la última vez que supo en que día de la semana estaba.

CAPITULO 3​

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Al terminar el 2do año de bachillerato John había experimentado el mejor año de su vida, a pesar de todo John sentía que era el mejor año que hubiera tenido en sus cortos 14 años, Marz era una compañía sobre acogedora y más que eso su mejor amiga.

-¿Qué piensas hacer? –Pregunta Marz a John mientras este camina en dirección al orfanato

-Pues nada supongo, llegar a mi habitación y hablar contigo –dice mientras patea una lata tratando de hacerla rebotar y callera por la cañería.
-No, me refiero en general, en tu vida, no podrás quedarte en esa habitación por siempre algún día tendrás que vivir por tu cuenta y no tienes dinero, podrías aspirar a terminar el bachillerato pero realmente no te serviría de mucho ya que las probabilidades de que logres estudiar una carrera son muy bajas, deberías buscar un empleo.

-No tienes caso, solo salgo porque en el orfanato, el internado solo llega hasta 6to de primara y después nos mandan a este otro colegio de la misma sociedad de viejas.

-Pues no necesariamente, puedes escaparte, vives en el piso de abajo y estas justo en una ventana.

-Sería muy arriesgado si me atrapan seguro que me arman el rollo en el acto, puedo soportar las palizas de los soquetes del salón pero no creo que pueda aguantarme los latigazos de Sor Sofía, para estar tan vieja y decrepita, la muy maldita tiene buen brazo.

-Entonces simplemente no te dejes atrapar, es eso o esperar a graduarte y que te envíen a la calle sin dinero, comida o donde dormir.
-Pero siempre está la esperanza de ser adoptado- comenta John con exagerado sarcasmo.

Al llegar al orfanato grande fue su sorpresa al encontrarse con Sor Sofía en la puerta junto con la hermana Elizabeth y otras dos hermanas que alcanzaba a reconocer, al acercarse a la entrada fue Sor Sofía la primera en hablar

-¿Se puede saber en nombre de Dios dónde estabas metido? Las clases terminaron hace 3 horas y vienes cuando esta anocheciendo, ¿Que hubieras echo si llegaba la noche y no nos dábamos cuenta de tu ausencia y no podía pasar al complejo? Imagínate el escándalo que nos hubieras echado encima, las acusaciones de negligencia y además dar motivo para investigar el complejo, ¡debería quebrarte los huesos de una mano ahora mismo! –Mientras John recibía la ira de Sor Sofía pudo ver que las otras dos hermanas eran Sor Albana y Sor Claudia, una siempre es la sombra, John jamás las ha visto separadas y Marz siempre decía que la razón por la que siempre están juntas todo el tiempo es porque siempre andan buscando alguna habitación para quedarse a solas.

Cuando Sor Sofía termino de hablar la hermana Elizabeth se paro en frente de esta y hablo mientras Sor Sofía ensanchaba aun más las fosas nasales y fruncía en seño con mas desprecio ante el atrevimiento de la joven, ver los ojos desorbitados y la cara roja de furia de Sor Sofía lo hubieran hecho reír de no ser porque en su mente lo único que podía pensar era “debería quebrarte los huesos”.

-Sor Sofía estoy segura de que John tiene una explicación razonable, probablemente simplemente se entretuvo jugando en algún lado, John se ve que es un chico bueno no es necesario porque castigarlo tan gravemente, con una advertencia de que no se repita debería ser suficiente, John no lo volverá a repetir ¿verdad John? –Elizabeth volteo a ver a John y el asintió fuertemente- ve, ahora porque no vamos a dormir y yo me ocupo de escoltar al joven a su habitación.

Después de quedarse parada unos segundos aun si poder creer que le hubieran hecho frente Sor Sofía fulmino con a John y se retiro, mientras Albana y Claudia se reían en lo bajo y se retiraban por el lado opuesto a donde se dirigía Sor Sofía.

Mientras Elizabeth acompañaba a John a su habitación el no pudo evitar cuestionarse como pudo llegar tan tarde, si jamás dejaba que la corta caminata de vuelta le quitaran mas de 15minutos, ¿se habría entretenido demasiado hablado con Marz? –No- pensó John ellos siempre hablaban mientras regresaban no pudo haber sido eso, mientras seguía pensando entro a su habitación sin prestar atención a la despedida de Elizabeth y su temprana advertencia de que en 2 horas apagarían las luces; cuando los pasos de Elizabeth desaparecieron totalmente hablo a Marz.

-¿Cómo se nos fueron 5 horas? –Pregunto nervioso tratando de no alterarse- ¿¡Cómo es posible que el camino de vuelta nos allá tomado tanto tiempo!?

-No lo sé –Contesto Marz con voz neutra- ¿tal vez se nos fue el tiempo en la escuela esperando a que todos se fueran?, ambos sabemos que tenemos que ser cautelosos para no ser atrapados por la banda de idiotas.

-Ah de ser eso- Contesto John sin realmente creerlo.

Paso el resto de ese día pensando que había sucedido, cuestionándose como se le podría haber escapado algo así, repitiéndose que probablemente Marz tenía razón, y realmente no le costó tanto convencerse, ya que Marz siempre tenía la razón, o al menos hasta donde John supo .
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Tan Tan fin del capitulo 2 y 3, sobre la longitud de los capitulos son cortos porque asi deben ser, ¿que tanto se prolongara la historia? lo que tenga que prolongarse pero no me ire de aca hasta que alla contado lo que les e venido a narrar.
Gracias por leer! Gracias por Clikear me gusta! Gracias por comentar... Gracias aunque no lo allan echo, e incluso gracias para los que leyeron la primera parte y se aburrieron gracias gracias gracias :)!!!

 

Bueno Beiya-Chan como te prometi la volteada de sarten, ya la historia va agarrado su rumbo fijo, alfin pude ponerme deacuerdo conmigo mismo! el primer episodio romanticon!!! (*0*)!!!! :) Para que lo disfruten de su servidor para todo el interesado.
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CAPITULO 4​

Pasaron meses sin que John volviera a tener lapsos de tiempo perdido o por lo menos no que él hubiera notado, haciéndole pensar que tal vez todo lo que paso fue un simple mal entendido, que simplemente se hubiera distraído, pero no baja la guardia esperando atento por si volvía a ocurrir, tarea que de por si era difícil, ya que no poseía ni reloj o calendario.

Los únicos problemas en su vida eran tratar de evitar a quienes le golpeaban ya fuera el grupo del colegio, encabezado por Félix, alto y atlético, de cabello rubio, sin olvidar mencionar que era un imbécil y probablemente retrasado –o así lo veía John-, seguido de los hermanos Rodrigo y Alejandro, que eran gemelos altos, de cabellos rojizo ambos, los cuales a diferencia de Félix, aparentaban tener algo de inteligencia, la única diferencia que John podía notar entre los hermanos, era que Rodrigo apuntaba mejor los puñetazos; y por supuesto tenía que tener especial atención de las hermanas del orfanato, no todas eran como Sor Sofía, la mayoría aun estaban perdiendo la esperanza de que realmente pudieran ayudar al montón de niños basura o ya la habían perdido totalmente.

Dichosos, por no mencionar escasos, los que lograban ser adoptados, los cuales eran casi siempre los más pequeños, ya que ninguna familia quería adoptar a los mayores, a los que estaban traumatizados y no parecían tener esperanza de recuperarse jamás.

La misma tediosa rutina lo perseguía ir y volver del colegio, tratar de evitar al grupo, lo cual era casi imposible todos los días lo encontraban y lo dejaban en el suelo llorando a veces durante horas, sus moretones durante, magulladuras y su propia indefensa situación, cada día que pasaba pareciera que lo disfrutaban mas, pero siempre paraban cuando ya no podía levantarse y allí lo dejaban siempre asegurándose de no dejar ningún moretón en la cara o en los brazos donde pudieran ser visibles, cada día más violentos, mas sadistas, cada día John empezaba a odiar más a las personas que lo rodeaban.

Siempre al terminar las clases esperaba a que todo el mundo se fuera, en otras ocasiones no tenía que esperar, cuando al fin podía ponerse de pie ya era tarde y todos se habían ido, el tiempo que le quitaban no le permitía hacer nada, y menos se atrevía a faltar a la escuela, avisarían su ausencia y más miedo le tenía al castigo del orfanato, porque a diferencia de sus compañeros especiales, no se molestaban en usar los puños para causarle dolor.

Este era un tema que no discutía o mencionaba ni siquiera a Marz, despreciaba con toda su alma toda existencia humana en el mundo, empezaba a pensar que todos deberían morir incluyéndose, toda forma de vida humana debería desaparecer, sería un favor inmenso que le haríamos al mundo, así no haríamos más daño, su pobre alma maltrecha simplemente ya no quería mas, no quería seguir respirando ya mas, quería morir allí tirado por la paliza propinada dejar de existir y poder ser libre de sus pensamientos. Hasta que oía a Marz preguntándole si estaba bien con voz quebrada, entonces se levantaba y trataba de disimular el dolor que sentía.

Una rutina que destrozaba su mente, desgastándola, quebrándola.

Ese día a llegar a su habitación, se puso en el rincón de la desgastada cama que daba a la esquina de la pared y trato de imaginar que Marz estaba sentada en frente de él, juego que había empezado desde hace ya un tiempo, pero a pesar de todo era más difícil de lo que pensó, imaginar un cuerpo que en realidad no está allí requería mas concentración de la que creía.

-¿Por qué tienes que dejar que te golpeen de esa manera? ¿Por qué…?

-Porque no tiene ningún caso defenderme-le interrumpió John-, aun si tuviera oportunidad de lograr vencer a uno solo lograría enfurecer mas a los otros, no tengo oportunidad contra esos tres y no tiene ningún caso decirle a los maestros no ocurrirá nada, ellos lo negaran o bien llamaran a la hermana Sofía a ir al colegio lo cual al final terminaría siendo aun peor, mejor dejarlo así, ¿Si Marz? –dijo mientras trataba de evitar la insistente y preocupada mirada de Marz.

Marz continuo viéndolo sin decir nada como tratando de ver lo que realmente pensaba el delgado casi desnutrido y maltratado muchacho que tenía enfrente de ella, John a la vez la miraba percatándose de cómo sus ojos que estaban de un color oscuro cambiaban lentamente a un azul claro, John empezó a acercarse mas para poder ver con claridad el color de sus ojos, al menos en un principio esa era su intención, su mente que en su mayoría estaba ocupada imaginando un cuerpo en frente suyo no se había detenido a observarla realmente, acercándose cada vez más al rostro de Marz, dejaba de ser una figura sentada, podía ver su flequillo casi tapándole uno de sus ojos ahora de tonalidad verdosa, sus pequeñas facciones que en cierta forma daban la impresión de parecer una niña, pero notaba con claridad que no lo era, puso un brazo en frente de si para mantener el equilibrio y acerco un poco más el rostro, dándose cuenta de lo clara y delicada que era su piel, casi totalmente blanca.

Al estar a solo unos centímetros noto que los ojos de Marz habían cambiado ahora a un color verde claro, al bajar la mirada y ver sus labios de color rosa claro se inclino para dar fin a los últimos miserables centímetros que apartaban los labios de Marz de los suyos.

Tal vez si John se hubiera dado cuenta de que Marz no estaba respirando se percataría de lo que sucedería si se acercaba más, pero su mente estaba totalmente absorta y al inclinarse a Marz este se fue totalmente hacia adelante y cayó casi acostado en la cama, fue entonces que recordó que Marz no estaba realmente allí. Sintió como la vergüenza recorría su cuerpo y lo dejaba totalmente paralizado si se hubiera volteado vería a Marz viéndolo con una mirada triste pero John simplemente no pudo y en esa posición estuvo pensando en lo sucedido hasta que el agotamiento físico y mental lo venció.

Al siguiente día fue el sol y su brillo quien lo despertó, aun antes de que anunciaran el desayuno, se levanto sintiendo el cuerpo pesado y cansado debido a la posición en la que había dormido, al sentarse y ver hacia donde estaba su ropa colgada (que consistía en 2 camisetas, una que alguna vez fue roja y otra que aun parecía ser blanca) estaba Marz sentada observándolo, lo cual le pareció muy raro y hasta ridículo porque era él quien imaginaba su cuerpo, lo que era difícil y levantarse aun adormilado y verla allí sentada lo agarro desprevenido.

-Por fin despiertas – dijo Marz poniéndose de pie.

-Pero… ¿Cómo es posible que estés allí parada?

-No lo estoy, recuerda que eres tu quien me da forma, mientras me imagines aquí estaré.

-Pero si sabes que me cuesta, ¿Por qué ahora te veo con tanta claridad y casi sin esfuerzo?- Pregunto incrédulo a lo que veía mientras terminaba de despertar totalmente y se levantaba de la cama.

-¿Cómo quieres yo que sepa?- dijo alegremente mientras le regalaba una sonrisa.

Ahora John ya no habla con una voz si no con una persona, aunque solo él pudiera verla, el sentimiento era totalmente distinto, podía ver las expresiones de la dueña de la voz, era una sensación rara pero apenas pudo ver la primera sonrisa de Marz la sensación incomoda desapareció totalmente, una mañana que no pudo empezar mejor, se alisto comió con el resto de los niños y salió a toda velocidad al colegio quería llegar de primero quería poder caminar realmente con Marz a solas, pasar por los pasillos, tal vez robar la silla de otro salón para que Marz se sentara a su lado.

Fue su total sorpresa que al llegar al salón Félix, Alejandro y Rodrigo ya estaban allí, escribiendo obscenidades con una navaja en la madera de las mesas, cuando vio a Félix voltear a mirarlo con la navaja en la mano quedo petrificado en la puerta viéndolo atentamente, pero especialmente viendo la navaja.

-Miren quien se atrevió a venir temprano antes que todos hoy- dijo Félix con exagerada sorpresa- Justamente hoy que me regalaron mi navaja nueva, quería probarla contigo a la salida, pero si estas tan impaciente no puedo negarme ¿Verdad?

Sin siquiera esperar alguna señal y antes de que John pudiera siquiera procesar lo que oía, los gemelos procedieron a sostenerlo y sacarlo del colegio hacia un basurero apartado.

Durante el trayecto antes de que siquiera pensara en gritar, su boca fue tapada con un trapo, forcejeaba con todas sus fuerzas tratando de escapar, mientras detrás de los 4 jóvenes iba caminando Marz.

Al llegar al centro del basurero lo lanzaron y sujetaron sus brazos y piernas, entonces Félix se arrodillo junto a él poniendo la inmensa navaja frente a sus ojos.

-Me pregunto ¿Qué te are?- Dijo con una sonrisa en su rostro mientras paseaba el afilado metal por su cuerpo- creo que te escribiré en tu estomago mi nombre, de esa manera jamás me olvidaras y durante toda tu vida sabrás donde perteneces y quien es el que manda.

Con la navaja corto y arranco la camisa representativa del colegio mientras que el trataba de zafarse con todas sus fuerzas, no pudo evitar dejar correr lagrimas, no pararían, el sabia que allí no pararía, que seguiría hasta matarlo, que escribiría profundamente perforando sus órganos y moriría allí desangrado, sin poder gritar por ayuda. Fue entonces que se fijo en Marz parada junto a él, observando sin poder intervenir en lo más mínimo, llorando.

Fue entonces que las lágrimas de John cesaron y el odio, toda la furia empezó a recorrer sus venas, el rencor en su alma, el desprecio por cada persona que hay en el planeta, todas estas emociones acumuladas finalmente explotaron.

Sus ojos llenos de furia miraron a Félix mientras este procedía a empezar a tallar su nombre en su piel y el dejaba salir un grito ahogado por la mordaza, no de dolor si no de furia y desprecio que ya no podía contener mas, entonces su mirada se apago y se desmayo.

Al despertar, no recordaba donde estaba, veía basura por todos lados, -estoy, en un basurero- pensó, mientras sus ojos se adaptaban a la oscuridad que había, noto que estaba acostado y se incorporo, vio con mirada borrosa y pérdida hacia los lados y recordó porque estaba allí y quienes y con qué propósito lo habían traído, rápidamente bajo la mirada a su estomago buscando alguna herida, pero no encontró ninguna a pesar de haber recordado que lo habían cortado muy profundamente, entonces miro a los lados ahora que sus ojos se habían adaptado a la oscuridad y a su lado vio de pie a Marz, estaba de lado y su pelo le taba el rostro, en frente de ella habían 3 personas acostadas en el suelo .

-¿Marz?- Pregunto mientras se levantaba y se acercaba a los cuerpos.

Al estar totalmente al lado de Marz que no se había volteado a verle cuando el hablo, pudo distinguir apenas los cuerpos frente a él, eran Félix, Alejandro y Rodrigo, estaban muertos, había sangre por todas partes, sus costillas parecían haber sido arrancadas y sus pechos estaban abiertos grotescamente, noto que a algunos les faltaba algún miembro, y en especial Félix, a quien distinguió por descarte ya que su cuerpo ya no tenía cabeza.

Entonces incrédulo miro a Marz y noto que sus brazos y su boca estaban llenas de sangre y su mirada totalmente apagada y sus ojos de un color rojizo, entonces John la agarro por los hombros y la llamo por su nombre pero no respondió seguía mirando el cuerpo decapitado de Félix, siguió llamándola y no tuvo efecto alguno, desesperado le dijo –soy yo John háblame por favor- mientras empezaba a arrodillarse preso del pánico, fue cuando oyó su nombre que los ojos de Marz empezaron a tornarse morado y luego azules, bajo la mirada y vio a John mirándolo con lagrimas en los ojos, se arrodillo junto a él y le dijo con la mirada desviada –Lo siento-, entonces John levanto su cara blanca de porcelana y la beso.
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:)!!! Creo que este es el episodio con el que estoy mas contento me arranco algunas lagrimas!!! :) Gracias por leer! Fue un placer escribir para ustedes como siempre mi fiel publico (o///o)!! Bueno :) nos vemos en el proximo episodios por este mismo canal! No se lo pierdan

 

Bueno disparo sin descanso el quinto y final capitulo de la primera parte! aun falta... La idea de lo que escribo es extensa, al principio era bueno mas corto pero cada vez mas cosas se me ocurren y no me culpen por querer seguir extendiendo esto, tal vez en cierta forma no quiero dejar que termine
No, no lo creo, simplemente es una historia no puede dominarme de tal forma...
Pero algo si se... voy hasta tal punto que me voy a complicar demasiado y tengo miedo de llegar a esa parte, pero bueno por ahora les puedo prometer 20 capitulos mas de esta misma longuitud, puede que unos mas largos que otros... Todo depende de la inspiracion que tenga para narrarles cada capitulo...
NO ME ODIEN... Pero asi ah de ser, una vez lei en un cuento corto de Joe Hill un mestro del suspenso y el terror puro.... "Alguien debe de hacer de villano ¿No?"
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CAPITULO 5​

Sentía que estaba cerca no le faltaba mucho, movilizarse a pie en una ciudad que no conoce y una en especial tan grande no hubiera sido tarea sencilla por no ser que el sabia a donde ir y como, pero aun así la parte de la movilidad si lo tenía en desventaja, debía caminar hasta donde quería llegar, lo cual le consumió casi todo el día.

Llego el día anterior y se alojo en el primer motel con pinta de matadero que vio, donde solo les importan que pagues y no el cómo te ves o el hecho de que no llevas maletas contigo, apenas pudo dormir, a pesar de que ya no lo necesitaba y paso casi toda la noche conversando con Marz hasta que pudo quedarse dormido, pero aun así se levanto temprano apenas salió el sol, costumbre que jamás perdió, agarro su cuchillo y salió inmediatamente a donde tenía que ir.

No esperaba que fuera tan lejos y andar tanto tiempo fuera con tanta gente alrededor suyo lo tenían nervioso, no le gustaba tener tanta gente alrededor, y lo que lo tenía aun más nervioso era tener que caminar con la navaja tan lejos de su mano, donde cualquiera, si lo agarraban desprevenido, se la podría robar, esa navaja que estaba manchada con sangre de los inocentes y aun mas importante, la única que había probado su sangre.

Al llegar al orfanato, las puertas estaban cerradas, por lo que no habían notado su ausencia o simplemente decidieron ignorarlo, lo cual le pareció perfecto, llegar ahora mismo en el estado que estaba y toparse con Sor Sofía no era lo mejor, procedió a escalar las rejas y escabullirse al otro lado e ir lo más sigiloso posible hasta su habitación. Cuando al fin estuvo en su habitación se sentó en la cama y se limpio la sangre seca que tenía en casi todo el cuerpo y busco bien en su estomago, estaba seguro de que fue puñaleado.
Allí por un costado, casi a la altura del ombligo, vio una cicatriz que antes no estaba, miro detenidamente la raya de piel brillante, y pregunto sin levantar la vista.

-¿Cómo es que la herida está cerrada?

-Al matarles la energía que reside en ellos se vuelve tuya John- Marz lo miraba con tristeza, mientras este seguía mirando su cicatriz, cuando termino de hablar, el levanto la cabeza y Marz pudo ver su expresión, no estaba sorprendido en lo mas mínimo, solo la miraba- Lo siento, no quería que nada de esto pasara pero tenía que evitar te mataran allí.

Inmutable John miro a Marz curioso, se levanto y se paro en frente de ella, intento tomar su mano pero no pudo, cuando la mano de John atravesó la suya los ojos de Marz se pusieron de un azul casi blanco.

-No te preocupes, te agradezco mucho, de verdad, no es necesario que te disculpes, hiciste lo que tenias que hacer.

-¡No entiendes nada John! –Dijo mientras se apartaba de este- Para poder hacer lo que hice, tuve que hacerte probar la sangre de ellos y por ende te e involucrado en algo que no debía, en algo que no quería, ¡No tenia porque hacerte parte de esto!

-Pero, si me siento más vivo que nunca, mas alerta, mas fuerte.

-No entiendes.

-Si entiendo- Interrumpió John bruscamente y se acerco a Marz, la miro por unos segundos y la tomo de la mano, inmediatamente los ojos de Marz empezaron a cambiar a un azul más oscuro y poco a poco a un color verde- Entiendo perfectamente y me diste un regalo, era exactamente lo que necesitaba, te amo Marz, te amo- Dijo mientras la sujetaba con ternura y nuevamente le daba un beso.

Cuando separaron sus labios John se sentó nuevamente en la vieja cama, en ese momento Elizabeth entra en la habitación y mira al niño lleno de sangre sentado en frente suyo.

-J-John, por el dios que nos protege ¿Que te paso?- Dijo la joven monja acercándose con cuidado buscando alguna herida de donde pudiera provenir tanta sangre.

-Hermana- susurro John mientras se levantaba y se ponía enfrente de ella- Preocúpese por usted misma- Dijo con voz fría y perversa mientras sacaba la navaja que lo había atravesado antes y apuñaleaba con destreza en el cuello a la incrédula joven que vestía el hábito, esta no pudo reaccionar en lo mas mínimo sus ojos apenas alcanzaron a ver el cuchillo, al extraer la navaja un chorro de sangre salió y John dio un paso al frente y empujo suavemente a Elizabeth para que callera, una vez en el suelo esta se voltio a ver a su atacante mientras detrás de ella Marz miraba la escena con ojos azules de un claro blanquecino, John lamio el cuchillo, sintiendo un raro cosquilleo en la lengua, inmediatamente los ojos de Marz se tornaron a un rojo vivo.

Esta levanto a la joven monja y la lanzo contra la pared y sin esfuerzo alguno comenzó a extraer sus costillas con sus manos para luego meter su cara y empezar a devorar su corazón, mientras John observaba se sentó contra la pared y empezó a llorar, sentía la energía de Elizabeth ahora en el, pero se sentía miserable, sabía que hay gente que no merece morir, Elizabeth no se merecía lo que le había hecho, pero era necesario, se odiaba con todas sus fuerzas, pero más odiaba al mundo, aun existía mucha gente como Sor Sofía o Félix que merecían morir y era su deber terminar con todos, y así hacer su sueño realidad.

Cuando Marz termino, sus ojos volvieron a una tonalidad azul y se sentó al lado de John.

-¿Por qué?- Pregunto Marz mientras sujetaba la mano de John.

-Porque es lo que todos nos merecemos y empezaremos aquí en este orfanato, mataremos a todos y no dejaremos a ninguno con vida- Le respondió con tristeza John mirándola a los ojos.

Al siguiente día la notica se propago como “La Masacre de la institución Hermanas de la Fe” la noticia decía que alguna especie de animal salvaje, probablemente un león u otro animal había atacado dicha institución dejando muertos a todos los habitantes del orfanato incluidos los más de 84 niños que vivían allí y 23 monjas que les cuidaban y ejercían la administración del instituto, días después se filtro la información de que según el forense de la policía las mordías provenían de una boca humana y el autor de los asesinatos se había comido el corazón de todos los fallecidos, lo cual llevo al rumor de que un asesino masivo que practicaba el canibalismo estaba suelto, las investigaciones aun hoy en día continúan sin tener ningún avance o pista real en casi una década.

Después de haber caminado las últimas dos cuadras ya en plena noche, se paro en frente de un apartamento.

-¿Es aquí?- Pregunto un joven hombre que vestía unos desgastados pantalones, una franela blanca sencilla que había perdido su color y unos desgastados tenis.

-Sí, es aquí donde vive- Le respondió la joven muchacha de pelo largo color castaño y piel blanca como el papel, esta era unos 15 centímetros más pequeña que el hombre que tenia al lado, mirando sin especial interés al segundo piso del edificio que tenía en frente.

 

No se que decir.
Este es el comienzo de la segunda parte de esta historia, si el cambio es brusco o simplemente no se siente bien me disculpo, disfrutenlo.
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SEGUNDA PARTE​

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CAPITULO 1​

Ese día levantarse fue un problema como siempre, mi hermana llamándome a todo pulmón y amenazando con tirar la puerta a golpes, la rutina de todos los días, ante semejante escándalo solo tenía una manera de proceder, tomármelo con calma, al levantar mi torso y sentarme lo primero que tenia ante mi era una pared, mi cama estaba en la esquina de la pequeña habitación, en la pared del frente estaban mis cuadernos y demás “cosas del liceo”, en la esquina de dicha pared estaba la puerta que crujía y se tambaleaba ante los golpes de mi hermana mayor, me levante y fui a la ultima esquina restante donde en un pequeño mueble estaba mi ropa, me aliste, cogí mi mochila y abrí la puerta.

-Mira quien se levanto, ven inútil el desayuno está en la mesa, apúrate o no llegaras a tiempo- mi hermanita querida, de estatura menor a la mía, morena y a pesar de tener 27 años seguía pareciendo que tenia 17.

-Ya, ya, porque no te has ido tu, llegaras tarde y perderás nuestro único sustento- le dije sin prestarle atención y procedí a devorar mi desayuno que consistía en unos huevos fritos, tocinetas y algo de café.

-Púdrete -Mi hermana y su delicado vocabulario- Mira, esta noche voy a llegar tarde.

-Como siempre –le interrumpí mientras comía la primera tocineta que era la quemada.

-¡Silencio!, necesito que apenas salgas del colegio vallas a pagar el alquiler, el dinero está en mi cuarto en la cajita de siempre.

-¿Y porque no lo pagas antes de irte a trabajar?

-Porque a esta hora no se puede y ya, pasa a las 1pm sin tardar.

Genial tendría que salir de clases a toda velocidad hacia el apartamento solo para tratar de llegar apenas a esa hora.

Mientras terminaba de comer mi escaso desayuno Elena salió del apartamento dejándome solo, sentado en esta mesa de plástico, fui asediado por la soledad, la sensación claustrofóbica que me ocasionaba la desolada sala me obligo a levantarme e irme de inmediato, si seguía en ese lugar simplemente me volvería loco.

Hoy seria la rutina de siempre sin excepción, asistir a clases y hacer nada, no copio, no presto atención en nada, simplemente no me llama la atención, faltar a clases no sonaba tan mal, pero eso sería muerte instantánea por mi hermana, supongo que no pasara nada si llego tarde.
Caminar en la insipiente ciudad, sobre poblada y respirando la incesante contaminación de los coches, hoy simplemente no quiero nada.

Decidí irme por una vía menos transitada, cerca de la fábrica abandonada, al pasar frente a esta y ver su agobiante tamaño, sinceramente era extraño que una fábrica de tal magnitud no allá sido ocupada por alguna otra compañía.

Al entrar me pareció aun más extraño, las instalaciones estaban en perfecto estado, algo de limpieza trasladar maquinaria y listo, fui al centro del lugar y mire al techo, estar en el centro de ese espacio tan grande, mirar a cada lado y notar lo lejos que esta todo de ti, este lugar era como la representación física de la estúpida angustia que sentía cada día.

Puse mi mochila en el suelo y me senté en ella y me quede mirando a unas viejas maquinarias que estaban más al fondo, cerré los ojos y deje de pensar, deje de sentir, solo quería disfrutar la paz que poseía la fabrica y la inmensa soledad que la llenaba.

-¿En qué piensas chico? –Al oír al extraño hablar inmediatamente me levante y puse mi mochila en mi espalda por reflejo, ante mi estaba sentado un tipo que tenía pinta de mendigo y a su lado una muchacha –Vamos no te asustes, no prestes atención a mi atuendo, puede que sea ropa desgasta pero apuesto a que tu armario está lleno de ropa que no está lejos de tener la misma pinta.

-¿Qué quiere? –Le dije mientras empezaba a moverme hacia atrás, si este par quería robarme primero tendría que alcanzarme y me asegurare de que no sea una tarea fácil.

-Yo quiero muchas cosas, pero creo que debería preguntarte a ti ¿Qué quieres?- Dijo con una amplia sonrisa, así como estaba parecía tener unos 20 años y la muchacha a su lado no podía pasar de los 17 –Ven no seas mal educado y siéntate conmigo.

-Creo que paso, además tengo que irme a clases, fue un placer –Cuando estaba decidido a empezar a correr sentí como una gran presión aprisionaba mi pecho.

-No tan rápido –Dijo el hombre que seguía sonriendo –Ven acá –Sentí como mi cuerpo era levantado del suelo y era jalado hacia el hombre que deseaba hablar conmigo con tanta insistencia, cuando estuve a unos pocos centímetros y parecía inevitable que chocaría contra el hombre de camiseta desgastada, la presión en mi pecho cedió permitiéndome respirar de nuevo cayendo a sus pies.

-Ahora siéntate –Sin poder creer lo que pasaba me incorpore y me senté frente a él –Tu también –Dijo con ternura a la chica y esta se sentó a su lado, podría jurar que sus ojos eran azules hace un momento pero, ahora ¿Eran verdes? –Bien, creo que quieres una explicación de lo que acaba de suceder.

Mientras me miraba esperando algún tipo de respuesta de mi parte, yo estaba totalmente paralizado, quería irme de allí con todo mi ser pero mi cuerpo simplemente no respondía, no importa cuánto le insistiera a mis piernas que reaccionaran no pasaba nada, estoy demasiado asustado, jamás en mi vida he sentido tanto terror.

-Veras chico, hoy te are la oferta de tu vida, te voy a obsequiar poder mas allá de tus sueños más salvajes, el cómo te arrastre hasta acá no es nada comparado con lo que serás capaz de hacer.

-¿Por...? ¿P-porque me ofreces algo así a mí? – Conseguí balbucear, no entendía que pasaba, me sentía mareado y que en cualquier momento me desmayaría.

-Pues eso no es de tu incumbencia, ambos nos beneficiamos, es todo lo que necesitas saber, yo obtengo lo que quiero mediante lo que te estoy ofreciendo y tu podrás hacer lo que quieras –Mientras el habla miraba a la chica que estaba a su lado sin ninguna expresión aparente –Entonces dime, ¿Aceptas o no?

-Pero… No entiendo, que…

-Es una oferta limitada, así que decide –Me interrumpió ignorando mi comentario.

Mis sentidos estaban bloqueados, no podía pensar no podría razonar, solo pude mirar tontamente los ojos de la muchacha que me miraban con curiosidad, el color de sus pupilas estaban en constante cambio, eran azules cuando no veía nada en especial, verdes cuando el joven que tenía a su lado le hablaba y de tonalidad morada cuando me miraba.

Aprisionado en un estado de trance, intentando tomar el mando de mi mismo inútilmente, era un sentimiento de estar cayendo, de tratar de avanzar y ser retrocedido al principio, esta desesperación, no la quería seguir sintiendo solo quería irme de allí y no tener que ver esos orbes morados que no me dejaban escapar.

-Si –Pronuncie con dificultad.

-Adelante Marz –Dijo el joven hombre y la chica tomo mi mano, sentía como la energía, la vitalidad, el poder, se transmitían a mi cuerpo infectándome. Empecé a gritar desesperadamente, era como si fríos cuchillos pasaran lentamente desde mi mano hasta el resto de mi cuerpo, desgarrando cada pequeño pedazo de mi ser, transformándome en algo totalmente distinto.